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La Huella del Coyote 96

Qué triste es ver que medios de comunicación, instituciones internacionales, personas influyentes y países, trabajan de la mano con gobiernos con poder bélico y económico, distorsionando la verdad y engañando al pueblo

Hace días, escuché de un experto en política internacional mexicano, una fábula llamada “El rey desnudo”, “El traje del nuevo emperador” o “El rey va desnudo”, el cual lo utilizó para explicar las situaciones bélicas que han pasado, pasan y pasarán en nuestro planeta, mismo que quiero compartir en las siguientes líneas tratando de ser breve y siendo honesto, lo he modificado según lo que me acuerdo, por lo que trataré de que no se pierda la esencia del mensaje.

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Hace muchos años, en un reino, existía un rey al que le gustaba vestir la ropa más cara y elegante del mundo conocido. Unos sastres deshonestos, que conocían los gustos del rey, quisieron aprovecharse de él ofreciéndole confeccionar un traje con la tela más cara y rara del mundo conocido, y dicha tela tenía la peculiaridad de que los tontos eran incapaces de verla, es decir, era invisible ante sus ojos. Al escuchar

esto, el rey se emocionó, toda vez que él se creía una persona muy sabia e inteligente, por lo que no dudó en aceptar la confección y pagar una tercera parte por adelantado y acordar pagar el resto a la entrega del traje. La noticia se esparció por todo el reino, y la población hablaba de ello, burlándose de cómo sus vecinos no serían capaces de ver la tela porque todos se creían sabios e inteligentes.

A los pocos días, el rey estaba deseoso de tener noticias sobre el avance de su traje, por lo que mandó a un emisario a que revisara la tela, el avance del trabajo y además le describiera todo lo visto. El emisario llegó al taller de los sastres y ellos, al darse cuenta de sus intenciones, hicieron como que confeccionaban algo, más no tenían nada en sus manos, operaban las máquinas de esos tiempos y hacían como que manipulaban la tela. El emisario no podía ver la tela por lo que preguntó ¿cómo va el traje del rey? a lo cual,

inmediatamente contestaron, mira tú mismo el avance, ¿qué te parece?, el emisario para no ser catalogado como tonto porque no podía ver nada, respondió “está quedando muy bonito, me gusta el corte”, por lo cual los sastres le comentaron: “se ve que eres un conocedor”.

El emisario regresó al castillo del rey y éste inmediatamente le preguntó ¿pudiste ver mi traje? y con una sonrisa, el emisario contestó: “Sí, es muy hermoso, y tiene muchos detalles ultrafinos”, y así por un rato le especificó el traje. El rey entusiasmado ya no podía aguantar el vestir su nuevo capricho.

Llegó el día de la entrega, y en el cuarto del rey se encontraban los sastres, con un baúl donde al abrirlo hicieron como si sacaran un traje, el cual el rey no podía ver. Los sastres inmediatamente le preguntan ¿qué le parece mi rey?, ¿verdad que es hermoso?, el rey, se quedó perplejo, ya que no podía ver el traje, pero no quería que la gente pensara

que era un tonto, por lo que expresó lo siguiente: ¡qué obra maestra han realizado, qué excelentes costuras, qué preciosa tela, esto es digno de un rey!, e inmediatamente lo ayudaron a vestirse, y el rey pagó el resto del dinero que habían pactado; los sastres huyen del castillo y del reino mientras que el rey preparó un desfile para burlase de las personas que no podían ver su nuevo traje.

Qué tristeza, desesperación y a la vez preocupación, sobresale en mí, al ver que algunos medios de comunicación, instituciones internacionales, personas influyentes y países, trabajen de la mano con gobiernos con poder bélico y económico, distorsionando la verdad y engañando al pueblo al cual deben servir, para vender ideas que no corresponden a la realidad, mandando al frente a inocentes y acabando con

su bienestar y reduciendo su próspero futuro. Manipulan a otros gobiernos y personas para que peleen sus luchas, mientras ellos reafirman el poder y la riqueza. Sólo con gobernantes honestos, que gobiernen para el pueblo, se podrá acabar con esta situación, claro, siempre y cuando al mismo tiempo, todos los gobiernos tengan esta característica de servir. Leer, confrontar ideas, abrirnos a nuevas posturas, estudiar y participar, herramientas que como profesionistas podemos utilizar para marcar un cambio, guiados por el objetivo de servir y no por el propio enriquecimiento. En nuestros días, vemos la situación Ucrania–Rusia, cada vez más deteriorada, donde gente de ambos pueblos mueren día a día por ideas de unos cuantos, y por las narices de otros. No hablaré de posturas, la guerra no conviene a la población, solo a gobiernos y a corporaciones que, ¿qué creen?, ellos no las pelean en el frente. Abramos los ojos, “el rey va desnudo”.

*Docente activo de las Licenciaturas Comercio Internacional y Aduanas y Administración y Desarrollo Empresarial.

Por C.P. Gonzalo De La Rosa Ramírez*

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