Transformación de la inteligencia

“Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”. Lord Kevlin

Mtra Elizabeth Rubí Cham*

Quizás has escuchado o leído la frase anterior. Hoy en día, se aplica para diversas áreas del conocimiento además de las ciencias exactas. Ante esta premisa las cosas intangibles ya se pueden medir, como la inteligencia. En la actualidad, existen varios métodos con dicho propósito; uno de los más conocidos es a través del coeficiente intelectual, CI. Sin embargo, contar con un CI alto no es sinómino de ser una persona inteligente, según Gardner, 2022 la define como la capacidad para resolver problemas y crear productos en un ambiente rico en circunstancias de aprendizaje.

También la inteligencia ha sido tipificada a través de su teoría de las Inteligencias Múltiples, donde presenta la inteligencia verbal, naturalista, interpersonal, intrapersonal, musical, lógico- matemática, cinética- corporal, visual- espacial como lo muestra la siguiente figura. (Gardner, 2022).

Figura 1. Las inteligencias múltiples (Gardner, 2022)

Y teniendo como referencia aspectos como el coeficiente intelectual y la inteligencia, ¿cómo se puede ser inteligente en las organizaciones y contribuir de una manera más productiva y eficiente? La respuesta según varios autores es simple, siendo líderes.

Para fortalecer el liderazgo dentro de las organizaciones es de vital importancia sumar habilidades blandas o soft skills, al coeficiente intelectual y la inteligencia cognitiva. Hoy en día, no es suficiente ser experto en un área del conocimiento y resolver problemas técnicos si no se cuenta con la capacidad de la autoconciencia y autorregulación, así como la empatía, la motivación y las habilidades sociales, los cinco componentes de la inteligencia emocional. (Goleman, 2003). A continuación se detalla sobre cada una de ellas.

La autoconciencia

Es la aptitud para reconocer y entender los estados de ánimo, emociones e impulsos propios, así como su efecto sobre los demás. Las personas con este rasgo se caracterizan por la confianza en sí mismo, la valoración realista de sí mismo y la capacidad de reírse de sí mismo ante errores o malentendidos.

La autorregulación

Es la capacidad para controlar o redirigir los impulsos negativos o el mal humor, así como el talento de no tomar decisiones apresuradas y a pensar antes de actuar. Las personas con esta capacidad se caracterizan por ser íntegros y confiables, se muestran abiertos al cambio y se sienten cómodos con la ambigüedad.

La motivación

Es la pasión por trabajar por razones que van más allá del dinero o el estatus, es la tendencia a luchar por los objetivos con energía y persistencia. Las personas motivadas tienen una fuerte orientación al logro, son optimistas incluso frente a las adversidades y presentan un fuerte compromiso con la organización.

Estos tres primeros elementos de la inteligencia emocional, la autoconciencia, la autorregulación y la motivación son habilidades de uno mismo, mientras que, la empatía y las habilidades sociales son factores relacionados con la aptitud para manejar las relaciones con los demás.

La empatía

Se define como la aptitud para “ponerse en el lugar del otro”, así como la habilidad para tratar a las personas en función de sus reacciones emocionales. Las personas con empatía son diestras en formar y retener el talento, son sensibles a la interculturalidad y son serviciales.

Las habilidades sociales

Se refieren a las competencias en el manejo de relaciones y la creación de contactos y dichas personas tienen una red de contactos establecida para cuando llega el momento de la acción puedan hacer uso efcetivo de ellas. Asimismo, son las capacidades para encontrar puntos comunes y estrechar lazos. Las personas con habilidades sociales son eficaces en liderar los cambios, tienen capacidad de persuasión y son perspicaces para crear y liderar equipos. Las personas tienden a ser muy eficientes manejando relaciones cuando entienden y controlan sus propios sentimientos y pueden tener empatía con los sentimientos de los demás.

Es necesario e importante contar con conocimientos técnicos en el área donde la persona se desempeñará, así como un coeficiente intelectual. Anteriormente, pero solo se consideraban estas dos variables, mientras que en la actualidad, la inteligencia emocional es tan importantes como el conocimiento técnico. De esta manera, la suma de estas dos variables nos dará como resultado tomar decisiones basadas en el juicio adaptadas al medio ambiente.

Así como tocar piano, pintar, hablar otro idioma, la inteligencia emocional pueden ser aprendida a través del tiempo. El proceso no será rápido o sencillo, se requiere compromiso para la adquisición de cada una de los cinco elementos y así, contribuir a ser un mejor profesionista y líder empresarial.

*Docente de la Licenciatura en Comercio

Exterior y Aduanas y de la Licenciatura en Diseño

Referencias bibliográficas

Gardner, H., 2022. “Inteligencias múltiples: La teoría en la práctica”. Ediciones Paidós.

Goleman, D., 2003. “Inteligencia emocional”, Editorial Kairos.