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Nacimiento de la Escuela de Derecho
Lic. Nicolás Ruiz Cerda*
Corría el verano de 1992, y si mal no recuerdo, fue a mediados de julio, cuando al pasar por la calle San Francisco del fraccionamiento Misión de esta ciudad, tuve la gran noticia que se abría la primera Escuela de Derecho en Ensenada, fundada por aquella naciente y hoy pujante Universidad Xochicalco. En ese momento sentí que se cristalizaba mi esperado sueño de impartir clases de Derecho. Sin duda, la creación de Escuela de Derecho marcaba un paradigma en la educación universitaria de esta naturaleza que tanto necesitaba nuestra comunidad ensenadense.
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Fue creada gracias a la atinada y brillante visión de los dirigentes de nuestra Universidad encabezados por el señor Lic. Héctor Hugo Gutiérrez de Alba y el Lic. J. Jesús Figueroa Aranda, quienes con la coparticipación y asesoría técnica del Lic. J. Javier Morachis Ilizaliturri, sopesaron y palparon en su momento histórico la necesidad apremiante de establecer y crear la primera Escuela de Leyes en la época contemporánea de Ensenada, que como bien me lo dijera el coordinador de la Facultad de Derecho el Lic. Juan Ricardo Valencia Muñoz, fue un factor determinante que desencadenó el desarrollo y el crecimiento de nuestra ciudad.
De tal suerte, que a la sazón me entero que fue nombrado como primer director de la Escuela de Derecho, el destacado abogado postulante el Lic. J. Javier Morachis Ilizaliturri, quien al entrevistarlo, me invita a dar clases de Derecho, al igual que invita a los profesores más importantes en su momento para cada materia, que dicho sea de paso, había conocido al letrado antes que se fundara la Escuela de Derecho, cuando el que esto escribe despachaba como Secretario Civil del entonces Juzgado Segundo Mixto de Primera Instancia del Partido Judicial de Ensenada, que tan eficazmente dirigía el tribunal mi antiguo jefe el entrañable juez, Gustavo Reynoso Moreno.
Fue a las cuatro de la tarde de aquel tres de agosto del año de 1992, que me escribió a las instalaciones, la primer secretaria de la oficina de la Escuela de Derecho Mary Gurrola, después llegaría en sustitución la actual secretaria la distinguida, Claudia Castro Lara, y fue así, que tuve el privilegio de iniciar los cursos de la Escuela de Derecho, dando la primer clase en la asignatura de Sociedad y Política del México Actual, que se daba en la época moderna en Ensenada, más tarde de ese memorable día llegarían a impartir cátedra otros maestros que integraron la primer planta como fueron la Lic. Candelaria de la Cruz en la materia
de Sociología; Historia de las Ideas Políticas Económicas con el Lic. Héctor Carro Peralta ya finado, y a las siete de la tarde llega el prestigiado abogado litigante J. Javier Morachis Ilizaliturri, con la materia Introducción al Estudio del Derecho, Llevando bajo el brazo el texto del mismo nombre del ilustre filósofo del Derecho, Eduardo García Máynez.
Valga decir, que poco después se designó a un servidor, Lic. Nicolás Ruiz Cerda, como secretario de la Escuela de Derecho, después seguirían otros nombramientos con que se me ha distinguido, coordinador de Seminarios de la Escuela de Derecho y Ciencias Sociales y como sínodo del jurado en los exámenes profesionales.
Por otro lado, como anécdota, cuento que después de impartir una cátedra magistral en la aula magna de la Escuela de Derecho que se encontraba en el primer edificio tercer piso ala izquierda construido que fue de ladrillos, el Ministro de la Suprema Corte, Genaro David Góngora Pimentel, al salir de una disertación, siguiendo al Ministro pasos atrás, le sugerí a la discípula Ana María Ramírez Lozano que le comentara al maestro si quería ser el Padrino de la Primer Generación de abogados quien de inmediato aceptó. Y con orgullo vale decirlo, la primer Generación de abogados de Ensenada es la que lleva el nombre del egregio jurisconsulto:
«Primera Generación de Abogados de Ensenada, GENARO DAVID GÓNGORA PIMENTEL”.
Este agosto de 2022, se cumplió con el trigésimo aniversario y ya son cuarenta y siete generaciones de Licenciados en Derecho que se han formado en nuestra institución educativa.
Así continúa la historia de nuestra Facultad y de nuestra Universidad Xochicalco y sus distintos eventos. Primero fueron las posadas, que se dieron en algunos lugares de recreación de nuestra ciudad que tan bien la dirigían y organizaban el doctor Rojas y el académico Lic. Óscar Martínez. Después, se llevaban a cabo en el campus de la Universidad donde
cada familia llevaba viandas de comida y disfrutábamos en compañía de nuestros seres queridos.
Al paso del tiempo, se convierte en la Noche Mexicana en la que en muchas ediciones participamos y que ya ha sido una tradición en la que convergen juventud y multitud de familias de Ensenada, para disfrutar de los variados espectáculos que se ofrecen, así como de las diversas viandas, que en sus inicios, los diversos puestos de comida eran organizados con la cooperación de los propios estudiantes, maestros y directivos de las diversas carreras.
Luego, surge Señorita Xochicalco, en la cual participa el que habla, siendo la primera ganadora, la estudiante de Derecho Didi Herrera Garzón, y de ahí hasta las diversas ediciones que hasta la fecha se han celebrado.
Otro evento bien conocido es Perfiles Vocacionales, que en sus inicios participamos por la Escuela de Derecho y que ahora ya marchan de manera metódica y sistemática.
Luego, para finalizar, como docente y directivo, tuve a bien implementar la organización de los tradicionales Certámenes Formales de Oratoria que se iniciaron aproximadamente en 1996 y han llegado a la edición XXV, y por cierto pronto se reiniciarán; de dicho evento, han destacado verdaderos campeones de oratoria como lo fueron Hans Herberto Ruiz Romero, Guadalupe Rodríguez y más recientemente, el ahora abogado Alfonso Angulo Salgado, certámenes que se han desarrollado gracias al auxilio, organización y participación de connotados dirigentes de clubes de la localidad de la organización Toastmasters International.
Y más aún, hoy en día, estos eventos académicos cobran mayor importancia ya que sirven como herramientas al estudiante de Derecho de este milenio, en su formación, en que predomina la oralidad en el contexto del nuevo paradigma de los juicios orales en la impartición de justicia.
“Y la verdad os hará libres “