EL NUEVO RENACUAJO
Con más de tres años de vida y muchas historias contadas, hoy presentamos un nuevo Renacuajo que no pretende ser periódico ni revista, solo quiere mostrar de una manera diferente las ideas de los estudiantes concepcionistas que se animan a expresar a sus compañeros lo que
sienten y piensan acerca de la vida en el colegio y lo que les rodea… Te invitamos a divertirte leyéndonos y claro está, también a escribir…
El descanso; el momento más esperado, esa media hora en la que somos casi libres y felices, un espacio para tomar aire y cambiar las paredes por la calle y los pupitres por los andenes donde nos divertimos y hablamos de todo: desde lo que le paso a uno en la mañana hasta de cómo nos caen los profesores y lo aburridas que son algunas clases, mejor dicho aprovechamos para jugar y echar chismes o hasta para pelear pero, no para todos es bello, algunos creen que es tan malo que incluso se quedan en los salones para no salir a quedar desparchado espichado por los demás, pues ninguno de nosotros quiere ser una tortilla humana… También es que no hay mucho que hacer, uno de los juegos más divertidos es darle la vuelta a la cancha o caminar de un lado a otro riéndonos de los otros; se ve de todo: los que se escapan a la tienda, los que se roban los bombones y las bacterias de paso y hasta los que piden plata o se pelean; de todas formas no queda más que hacer porque nos arriesgamos al grito de los profes -¡no corra¡, o ¡venga para acá esa pelota¡
No podemos usar pelotas, ¿no entiendo por qué prohibirlas?, si es uno de los mejores y más variados deportes; con una pelota se juega futbol, cesta, yermis, quemados, cabecitas, a la olla, mejor dicho lo que sea; no sé en qué momento se volvió un juego bélico, ahora son el arma más buscada, ya que se han convertido en criminales y quienes las usan en delincuentes, se conoce de un niño al que casi todos los días le decomisan una pelota pero, inocentemente, vuelve a traerla. Entre las consecuencias de usar estos artefactos se pueden contar: han muerto personas ¡mentiras!, no exageremos aunque si ha habido un poco de dignidad por el piso luego del golpe en la cara Un diente perdido que aún se busca Balonazos en variadas partes del cuerpo con algunos traumas y morados permanentes Comida, helados en el piso y gaseosa en el uniforme Seguramente muchas otras cosas y aunque uno que otro balón ha sido aplastado explotado por vehículos en la vía, siguen apareciendo; es tan tenaz su prohibición y la adicción a estos peligrosos juegos que algunos estudiantes se encaletan las botellas que, por momentos, reemplazan el balón. Se sabe que hay muchas pelotas detenidas en sala de profes y que solo pueden ser liberadas por el papá o la mamá del propietario; aún no se sabe que ocurre con las botellas decomisadas (es todo un misterio); los profesores dicen que prohíben los balones porque no quieren más niños lastimados, pero ¿no se supone que lastimarse es parte del deporte? , además con los balones prohibidos de una u otra manera se seguirán lastimando y el descanso será cada vez más aburrido; uno que otro profesor bacán deja jugar con balones pero, luego del balonazo a algún niño, se arrepiente y se pone bravo, tengamos en cuenta que no es que los profesores sean villanos (aunque hagan quiz sorpresa) simplemente buscan las pelotas por sus terribles consecuencias. Proponemos que se busque solución y pare la persecución de las pelotas, inventémonos alguna cosa: mini canchas, campeonatos, que nos lleven a otro lugar; no sabemos qué, pero pues miremos entre todos que se puede hacer. Alejandra Cifuentes Velazco 702 Cristofer Murcia 702 Brandon Piñeros 703