La consolidación de parques ecoturísticos, que adelanta la Fundación Azul Ambientalistas, además de representar el necesario resguardo de zonas ricas por su biodiversidad o de ecosistemas particularmente vulnerables, constituye una manera de acercar al ciudadano común, de poner cerca de sus manos y ojos la alta idea de lo ecológico, del conservacionismo y del ambientalismo.
Estos reservorios de vida silvestre, ahora protegidos por el estado, forman parte del día a día de comunidades, son cercanos a su existencia cotidiana, a su escuela, a sus calles, a sus casas y a sus ciudades. Estos ambientes rescatados y saneados, proveen a los poblados que hacen vida en su entorno de una mejor calidad de vida en todo sentido: aire puro, agua confiable, cielos limpios, la fragancia de la hierbas, la belleza de los árboles, la simpatía de los animales silvestres, la amabilidad -en fin- de una naturaleza no maltratada, no irrespetada.