En la poesía ¡desde Andrés Bello hasta nuestros días! la prolija y abrumadora presencia de la poesía lírica, impide condensar los escritos recogidos sobre ese aspecto por demás innecesario que en sus libros precisamente tratan.
Entonces bien, por sobre la noble ciencia de la ecología, hay una versión artística espiritual de ese mismo amor a la Tierra junto a la inquietud por su destino. Siempre el hombre sabio ha percibido ese afecto, esa entrañable visualización del Planeta como la “makros oíkos”, la extensa casa de todos dentro de la cual cruzamos la aventura de la existencia, identificados, comprometidos, con su devenir.
Significa la poesía del entorno un intenso diálogo con el tiempo, con la eternidad metáfora envolvente de una súplica a Zeus, a Theá, Artemis, a Dea Diana, la Divina defensa silenciosa de la Tierra.
Ese horizonte artístico espiritual, pleno de pasión ecológica, la nombramos pues, METAECOLOGÍA.
Lenin Cardozo, ambientalista venezolano