DIALOGO ENTRE MASONES OCTUBRE 2018

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Dialogo Entre Masones

A r t í c u l o s Masónicos Seleccionados Año 5 - N° 58

Octubre 2018


Herbert Oré Belsuzarri Mario López Rico Vicente Alcoseri Julio Villarreal III - La leyenda oculta de los masones……………………….3 - Ne varietur………………………………………………………9 - La cadena de unión masónica…………………………..14 - Montañas en el desierto: la arquitectura monumental de la costa norte del Perú………………..19 - Tikal: una pasión, un legado…………………………….39 - Las ciudades mayas: historia de las teorías sobre su espacio urbano y territorio…………………………………56 - En busca del Apple Tree: una revisión de los primeros años de la masonería inglesa………………..66 - El antiguo origen de la masonería……………………114 La revista agradece la difusión de los artículos publicados, mencionando la fuente y la autoría.

Valle de Lima Octubre 2018


LA LEYENDA OCULTA DE LOS MASONES. Alcoseri

La Masonería tiene su leyenda SECRETA, que dice en el lenguaje simbólico de su estado en el orden cósmico y el ideal que se pretende realizar, una Leyenda que hay que decir ha influenciado poderosamente a la Política mundial y en su devenir histórico. Así, Desde el Antiguo Testamento, que contiene la enseñanza del misterio de la Creación, nos enteramos de que el hombre fue creado varón-mujer, andrógino bi-sexual, y que cada uno era capaz de propagar su especie, sin la cooperación sexual de otros, como es el caso de algunas plantas de hoy. Más tarde, se nos informa, que el Demiurgo Jehová quitó uno de los 3


polos de la fuerza creadora de Adán, la humanidad primitiva, y que había ahora en adelante tendría dos sexos. Los suplementos de la enseñanza esotérica esta información afirma que el objetivo de este cambio era usar un polo de la fuerza creativa para la construcción de un cerebro y la laringe con que la humanidad podría adquirir conocimientos y expresarse en el habla gutural. La íntima conexión entre los órganos, el cerebro, la laringe y los genitales es evidente para cualquier persona al más mínimo examen de los hechos. La voz del chico cambiando en la pubertad, la deficiencia mental como resultado de los excesos de la naturaleza pasional, y el discurso inarticulado del defectuoso mentalmente con muchos otros hechos que puede añadirse probar esta afirmación. Según la Biblia (El Libro de la Ley), a nuestros primeros padres se les prohibió comer del árbol de la ciencia, pero Eva, seducidos por la serpiente de fuego, comió y luego indujeron al hombre a seguir su ejemplo. ¿Quién son esas serpientes? y ¿qué es el árbol de la ciencia prohibida? Esto también puede determinarse a partir de ciertos pasajes de la Biblia. Se nos dice, por ejemplo, que Cristo exhortó a sus discípulos a ser “prudentes como serpientes y sencillos como palomas.” La maldición llamada pronunciada sobre Eva después de su confesión declara que ella debe concebir y parir con dolor, y que se convertirán en mortales. Siempre ha sido un gran obstáculo para los comentaristas de la Biblia en cuanto a qué relación puede haber entre la ingestión de una manzana, la muerte y el parto doloroso, pero cuando estamos familiarizados con las expresiones honestas de la Biblia, que designa el acto creador por pasajes como “Adán conoció a Eva, y de ella Nació Abel”, la virgen María dice: “¿Cómo puedo tener yo un niño? pues no conozco varón?” etcétera, es muy evidente 4


que el árbol de la ciencia es una expresión simbólica para el acto creativo (El Sexo). Entonces es claro que la serpiente le enseña a Eva cómo realizar el acto creativo (Teniendo sexo con ella) y que Eva instruyó a Adán. Por lo tanto, Cristo designa a las serpientes como nocivo si bien admitió su sabiduría. Para llegar a la identidad de la serpiente que es necesario invocar a la enseñanza esotérica, que los señala como los espíritus de Lucifer, los gobernantes de la serpentina signo de Escorpio. Sus iniciados, incluso tan tarde como la Dinastía egipcia, llevaban el URAEUS o símbolo de la serpiente en la frente en señal de la fuente de su sabiduría, luego en el pentecostés los discípulos de Cristo tienen en sus frentes lenguas de fuego (Evidente una mala interpretación o una mala traducción). Como consecuencia de este uso no autorizado de la fuerza creativa, la humanidad dejó de ser etéreo y se fue cristalizando en las pieles, y carnes o cuerpo físico, cuerpos físicos que ahora esconden a los dioses que moran en los reinos internos, y son grandes su pesar por esta pérdida, pero sometidos por el reino de la Materialidad. La GENERACIÓN se había establecido originalmente por los ángeles serpientes en virtud Jehová. Después se lleva a cabo en grandes templos en condiciones planetarias favorables y el parto fue entonces sin dolor, como lo es hoy en día entre los animales salvajes, donde la función creadora, mientras no se abuse con el propósito de gratificar los sentidos. La DEGENERACIÓN resultó del abuso ignorante y no autorizado inaugurada por los espíritus de Lucifer, que buscan sólo el placer de los sentidos. La REGENERACIÓN debe llevarse a cabo con el fin de restaurar al hombre a su estado divino, alejarlo de la perdición, 5


y como un ser espiritual ser liberarlo de este cuerpo de muerte en lo que es ahora incrustado. La muerte debe ser absorbida por la inmortalidad, mediante la iniciación masónica. Para alcanzar este objetivo, el pacto se hizo con la humanidad cuando fue expulsado del jardín de Dios a vagar en el desierto del mundo. De acuerdo con ese plan, un Poderoso Tabernáculo fue construido después de un diseño planificado por Dios, Jehová, y un arca simbólica del espíritu humano fue colocado en ella. Sus varas para transportar el Arca de la Alianza nunca fueron sacadas de su lugar, para mostrar que el hombre es un peregrino en la tierra y nunca descansarán hasta que llega a la gran meta. No había en su interior una urna de oro con “maná” (hombre) “caído del cielo”, junto con una declaración de las leyes divinas que el hombre debe aprender en su peregrinación por el desierto de la materia. Esta arca simbólica contenía también una varita mágica, un emblema de los poderes espirituales, llamada LA VARA DE ARRON , que ahora están latentes en todo el mundo en su camino hacia el refugio del descanso –el templo místico de Salomón. El Antiguo Testamento también dice cómo la humanidad fue llevada milagrosamente y dispuso que, ¿cómo después de la guerra con el mundo que se le dio la paz y la prosperidad por el antes mencionado rey Salomón, en una palabra, despojada de todos los adornos de la historia relata los hechos más destacados de ascendencia del hombre desde el cielo, sus principales metamorfosis, su transgresión de las leyes del Demiurgo Jehová desearía que lo guíe en el futuro hasta que llegue el verdadero Reino de Dios-la tierra se llenará de la paz - y de nuevo dócilmente la iniciativa del Verdadero Gobernante Divino arrojará a Jehová al Abismo.

LA LEYENDA MASONICA tiene puntos aclarantes, de 6


acuerdo con la historia bíblica. Afirma que Jehová creó a Eva, que el Lucifer Espíritu unido con ella, pero que fue derrocado por Jehová y obligado a abandonarla antes del nacimiento de su hijo Caín, que fue así el hijo de una viuda. Entonces Jehová creó a un nuevo Adán, para ser el esposo de Eva, y de su unión nació Abel. Así, desde entonces ha habido dos tipos de personas en el mundo. Uno con genes del Espíritu Lucifer y participando de una naturaleza divina imbuida con la energía dinámica heredada de esta ascendencia divina, es liberal y progresivo, y poseedor de una gran iniciativa, pero impaciente de restricción o autoridad ya sea humana o divina. Esta clase es reacio a tomar las cosas de la fe y propensos a probar todas las cosas a la luz de la razón (yo les llamo genes saltarines porque en una misma familia puede haber genes luciferinos o de Jehová). Estas personas creen en las obras en lugar de la fe, y por su valor a toda prueba y la energía inagotable que han transformado el desierto sin caminos del mundo a un jardín lleno de vida y belleza, tan encantadora, de hecho, que los hijos de Caín han olvidado el mítico huerto de Dios , ellos los luciferinos masones han descubierto que el Reino de los cielos está en su interior, de donde fueron sin éxito expulsados por el decreto del lunar del Demiurgo Jehová, pues para el masón realmente el ser humano nunca fue expulsado del Edén. Los masones están en constante rebelión porque el Demiurgo los ha atado por cordón umbilical, pero mediante la iniciación masónica vuelven a reconectarse con su Madre Cósmica, y de nuevo el cordón umbilical se une al masón, y ella de nuevo vive en su Hijo. El profano antes de su iniciación ha perdido su visión espiritual y están encarcelados en la frente del cuerpo donde se dice Caín fue marcado, sino que deben vagar como hijos pródigos en la relativa oscuridad del mundo material, ajenos a su templos de alto y noble propósito, así hasta que encuentren la puerta del templo, llaman a la puerta para pedir y recibir la luz, y luego como “Masones libres” o hijos de la luz que están ins7


truidos en los métodos de construcción de un nuevo templo sin ruido de martillo (templos de carne y espíritu), y cuando al quitársele la venda que cubría sus ojos el iniciado se da cuenta de que está lejos de su hogar celestial, que es un pródigo, alimentándose de las migajas de una ciencia profana no satisfactoria, y de las ideas políticas equivocadas del mundo material, que es cuando se siente, aparte del Padre Sol es ahora “pobre sin dineros ni alhajas, ni títulos, desnudos y ciegos,” cuando se llama a la puerta de un templo místico como la de los Masones y pide la luz, cuando se recibe la instrucción deseada después de la debida cualificación mediante la construcción y etérea alma-cuerpo, un templo o una casa eterna en el cielo interior, no hecho de manos, y sin ruido de martillo, cuando su desnudez se viste de nuevo con (Cor 4,6 6 Porque Dios, que mandó que de las tinieblas surgiera la luz, es quien brilló en nuestros corazones para que se revelara el conocimiento de la gloria de Dios ), entonces el neófito recibe “la Palabra”, es el ábrete sésamo para el mundo interior y aprende a viajar como un extranjero en los mundos invisibles dentro de sí mismo, y encuentra dentro de sí todo un nuevo y fascínate mundo, lleno de aventuras iniciáticas, monstruos peligrosos como egos falsos a los que tiene que derrotar, y dentro de sí encuentra ángeles bondadosos “sus virtudes” . Allí dentro del ser humano se toma el alma- en regiones celestiales y califica para grados superiores bajo más instrucción directa del GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO, que formó el cielo y la tierra. Tal es el temperamento de los hijos de la viuda heredado de su progenitor divino Lucifer y dadas por él a su antepasado Caín. Su historia pasada es una lucha con condiciones adversas, su logro es la victoria arrebatada a todas las fuerzas de oposición por el indomable coraje y esfuerzo persistente, marcada por la derrota temporal, pero ahora las espadas que estaban antes contra él, ahora le defienden. h t t p s : / / w w w. f a c e b o o k . c o m / g ro u p s / 7 8 2 4 8 4 7 9 8 4 9 4 4 4 1 / p e r m a link/1839415076134736/

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NE VARIETUR

Arturo Rivera del Pielago

Muchas costumbres masónicas fueron establecidas para preservar los fundamentos de nuestra Augusta Orden, sin embargo, hoy quedan pocas de aquellas originalmente practicadas. Las prisas o las conveniencias del modernismo desplazaron su uso en nuestras Logias, tal vez esa es la razón por la cual la cortesía, el respeto y la fraternidad en algunos Tall:. presentan graves fisuras en sus antes sólidas relaciones. Es cierto que el progreso dejo de lado algunos usos y costumbres, por ejemplo, es común que en nuestros días las actas se redacten en computadoras, pero algunos masones de hoy somos tan románticos como nuestros ancestros, por eso preferimos honrar nuestros antiguos usos y man-

tener nuestras actas a 9


buen recaudo protegiéndolas de cualquier indiscreción, eso es para recordar que, inclusive algunas decenas de años atrás, los nombres de los HH:. eran sustituidos por seudónimos para proteger la identidad de nuestros miembros, entonces expuestos a los rabia de sotanas, espadas y fusiles con que nuestra Augusta Orden tuvo que enfrentarse en esos tiempos. El tratamiento para los salarios era estricto y preciso, la educación masónica intentaba por todos los medios de incentivar la práctica de las virtudes…, o el conocimiento de ellas al menos. El éxito de nuestras Logias siempre dependió de la correcta selección de sus nuevos miembros, lamentablemente, hoy día se reciben individuos que solo traen dificultades y cuando no, vergüenza a sus Logias. Eso es porque la admisión dejo de ser selectiva para preferir las posiciones sociales o políticas de candidatos que no merecían el honor de pertenecer a nuestras canteras. Es Bueno que las generaciones masónicas modernas conozcan estos mecanismos de protección, tal vez su práctica pueda ayudar a la cultura masónica de sus miembros así como al laborioso trabajo de pulir nuestras imperfecciones pétreas. Trataremos de mencionarlos, analizarlos y sugerirlos para intentar rescatar 10


esa importante tradición que identificaron las actuaciones masónicas de sus miembros en la sociedad del ayer, al punto de poder recocerlos tan solo por su porte amable y sobrio proceder. Es natural que emanen preguntas y consultas ante esta propuesta, trataremos de absolverlas fraterna y directamente, agradeciendo además los aportes que sobre el tema quisieran hacernos llegar. Durante muchos años y, en consideración una época de profundo respeto por las normas inmutables de la francmasonería, las liturgias o momentos de cada taller, eran celosamente guardados por el H:. Guarda Tesoros, hoy, el Tesorero de la Logia. No estaba permitido burilar, escribir, revelar en todo o en parte el proceso de los trabajos en Logia, el mismo que debía ser rigurosamente memorizado por cada uno de los miembros del Taller. Cualquier duda, alteración o error, era solucionada recurriendo al ritual manuscrito guardado con riguroso protocolo en algún lugar discreto del Taller. No es que los masones de entonces pretendieran que el secreto de la francmasonería estaba depositado en sus rituales, había sólidos argumentos para mantener esta inviolable costumbre como uno de los mayores deberes de todo masón. 11


Una de ellas, como es natural, era preservar la intimidad de sus trabajos. Buscaban también que sus adeptos demuestren su voluntad e interés por la Logia, memorizando los momentos en cada uno de sus grados, incluidas sus ceremonias. Parte de la instrucción de Aprendices y Compañeros, consistía en ensayar fragmentos de la apertura, estaciones y clausura de trabajos. Los Vigilantes, cada quien en el grupo bajo su responsabilidad, se encargaban de orientar el mensaje y prédica de las liturgias, procurando que los adeptos beban de la simple fuente de la cordura, la sencillez y el respeto por los demás. El Maestro de Ceremonias, asistido por los Diáconos o Expertos, se encargaba de explicar y practicar con ellos las distintas ceremonias en los diferentes grados simbólicos. Los debates solían tomar horas de irremplazable interés. Además del pleno conocimiento de la herramienta básica de la francmasonería, los Aprendices y Compañeros se imbuían en la íntima pretensión de nuestra Augusta Orden, es decir, de formar su espíritu en base a los sabios consejos y advertencias contenidas en nuestros antiguos rituales. De allí la antigua y orgullosa sentencia que decía: “La masonería busca en sus adeptos la práctica de las más exquisitas virtudes, preparándolos para conformar el mundo del futuro, en donde podréis reconocerlos por su porte amable y su ejemplar conducta”. Conseguido este primordial objetivo y, cuando el tiempo y la madurez de cada H:. los hacía dignos de tal merecimiento, eran exaltados al sublime grado de MM:. Entonces y, a la humilde espera de la decisión de sus mayores, era “escogido” para desempeñar un puesto en el cuadro.

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LA CADENA DE UNION MASONICA Mario Lopez

Cadena de uniónLa Cadena de Unión es uno de los momentos más importantes y, permíteme decirlo, mágicos y poderosos de la Tenida. Es con la Cadena de Unión que se forma el poderoso Egregor1 Masónico que hermana a todos los hermanos esparcidos por toda la Tierra en una sola Fraternidad Universal. Pero no divaguemos más y vayamos al asunto en cuestión. En primer lugar, habría que decir que la cadena de unión es uno de los rituales masónicos que más directamente aluden a la fraternidad masónica, la que, en efecto, está sustentada en los lazos de armonía y concordia que entre sí ligan a todos los masones. El entrelazamiento de manos y brazos configura una trama cruciforme que evoca la imagen de una estructura fuertemente cohesionada y organizada cuya fortaleza depende del eslabón más débil. 14


Pero este ritual se realiza, fundamentalmente, para dirigir una plegaria o invocación al Gran Arquitecto, siendo en esa invocación donde reside su sentido profundo y su razón de ser. Por ello, prescindir de la plegaria como sucede en muchas logias actuales, por el mero hecho de ignorarla o por considerarla un trasnochado anacronismo, provoca inevitablemente el empobrecimiento del propio rito, quedando éste, en consecuencia, reducido prácticamente a casi nada. Sin embargo, en la antigua Masonería operativa, la plegaria y las invocaciones de los nombres divinos formaba parte constitutiva del rito y de los trabajos simbólicos; y precisamente ella se realizaba en la cadena de unión y alrededor del cuadro de la Logia, con lo cual se confirma el papel verdaderamente “central” que este último ha desempeñado siempre en la Masonería. Por lo general, la cadena de unión comienza y termina en el Venerable Maestro, y es él, como la máxima autoridad de la Logia, el que dirige la invocación al Gran Arquitecto. La Cadena de Unión dentro de nuestro ritual 2 es el momento en el cual elevamos nuestros deseos de Salud, Fuerza y Unión y, no pocas veces, deseos de paz en el mundo o que alguien mejore de sus padecimientos Durante este proceso se genera el egregor masónico y esto es un motivo más por el cual los hermanos han de comparecer siempre a todas las tenidas que puedan pues el egregor se realimenta cada vez que se reúnen los que lo han formado y su potencia depende del número de personas que se reúnan. Todo hermano tiene obligación de acudir a las tenidas. ¡Ahora ya tienen un motivo más para hacerlo! Sin embargo, no debemos pensar que un egregor es algo que puede pensar, nada más lejos de la realidad. Los egrégores son energías inteligentes pero no racionales. Son inteligentes en el sentido de haber sido formadas por personas inteligentes, 15


aunque decir esto de personas místicas en la actualidad no sé hasta qué punto nos deja como inteligentes para los demás, más bien dirían que somos locos; pero, como dice el Salmo 133: “Ved cuan bueno y deleitoso es convivir juntos como hermanos”

Para finalizar os dejo un extracto de un trabajo sobre el tema de la cadena de unión incluido en el volumen de arquitectura Símbolo, Rito, Iniciación, La Cosmogonía Masónica (Ed. Obelisco, Barcelona 1992), firmado por Siete M.: M.:. “Esta cadena que nos une a todos, desde el V.:M.: a los nuevos AA.: tiene, entre otros, dos significados que desearíamos destacar en este momento. En primer lugar, es una imagen en el plano de la cadena vertical que entronca con los orígenes de nuestra Orden y asegura una transmisión regular, a través de los iniciados de todos los tiempos, con el G.:A.:D.:U.:. Esto se produce por medio de nuestros símbolos, ritos y mitos que no son sino manifestaciones prototípicas de arquetipos permanentes que, hoy como ayer, están presentes en el plan y la estructura cósmica. 16


En segundo término, y como su nombre lo indica, significa la unión efectiva y real de los integrantes de la L.: en una nueva entidad que rechaza las individualidades para integrarlas en un organismo unitario de energía y alcance mayor por sus propias características transpersonales, conformando así un colectivo cuya fuerza es más grande que la suma de los elementos individuales, como bien lo sabéis por propia experiencia, pues ya habéis participado en su composición. Haciendo la salvedad que esta cadena fraterna no sólo se refiere a nuestra L.:, o a nuestras obligaciones con toda la hermandad Mas.:, sino a la humanidad en general, y en particular a la totalidad de los iniciados que hubieran conocido el camino del conocimiento por otras vías diferentes a la nuestra. Debemos recordar sin embargo que cuando comienza a formarse, esta cadena, está incompleta y hay un vacío en ella, un eslabón que aún no ha sido cerrado, por lo que el V.:M.: pregunta:

– “Q.:H.:, M.: de C.: ¿Por qué está rota la cadena?”

M.:”.

– Y el M.: de C.: responde: “Por nuestras imperfecciones V.:

– Entonces el V.: M.: vuelve a preguntar: “¿Cómo podemos cerrarla?” – Y el M.: de C.: contesta: “Con las palabras sagradas de Sabiduría, Fuerza y Belleza. Uno para todos y todos para uno, repetidas tres veces”. “Cerradla, querido hermano”, ordena el V.:M.:, y mientras el M.: de C.: lo realiza, los integrantes de la L.: pronuncian tres veces las palabras sagradas, sus brazos derechos sobre los izquierdos y engarzando los dedos con los de los lados, constituyendo un círculo mágico perfecto de concentración de vibraciones, un dínamo generador, no únicamente capaz de transmitir su fuerza a 17


cada uno de los integrantes, sino la de emanar a otros espacios visibles e invisibles; Una forma activa de la invocación y también un encantamiento de protección para todos aquellos que tienen la gracia de participar en los misterios del Arte Sagrado, los llamados guardianes del Templo de la sabiduría salomónica, imagen de todos los templos, los que como parte de sus funciones deben saber estrechar sus filas y trabajar de modo armónico, tendiente a la perfección. Notas 1 Egregor es un concepto propio del ocultismo que viene a representar una “forma de pensamiento” o “mente colectiva de grupo”, esto es, una entidad psíquica autónoma capaz de influir en los pensamientos de un grupo de personas. Por lo tanto, puede ser positivo o negativo según el fin para el cual fue creado 2 En el Rito Escoces antiguo y aceptado, otros ritos no poseen la cadena de unión, pero si equivalentes que permitirán formar un egregor como el ágape fraternal donde al final se celebra el brindis del retejador pidiendo por los hermanos que sufren, por citar un ejemplo.

Al formar la cadena de unión, el hermano descubre intuitivamente un mensaje de fraternidad universal. Cuando todos los hermanos se dan la mano, formando idealmente un círculo símbolo de unidad; sucede algo especial: las manos se estrechan, los seres se funden. El contacto de la punta de los dedos (emisores de energía) de la mano izquierda, sobre la palma de la mano (receptor de energía) derecha, y viceversa, permite transmitir energía y generar una especie de fluido que se derrama en la cadena logrando la armonización entre los participantes.

Cada uno es un eslabón, igual y al mismo tiempo diferente en si mismo, todos forman parte de la cadena, lo individual desaparece como tal, para formar un solo cuerpo que vibra en cadencia rítmica, un círculo sagrado que concentra y fluye energía, permitiendo participar del verdadero espíritu masónico: no estamos solos, existimos, compartimos y nos comprendemos. 18


MONTAÑAS EN EL DESIERTO: LA ARQUITECTURA MONUMENTAL DE LA COSTA NORTE DEL PERU Markus Reindel

Para los masones es común hablar de pirámides y referirse de ellos como las construcciones más antiguas de la humanidad. La primera gran pirámide es la mítica “Torre de Babel” que fue construida por los descendientes de Noé luego del diluvio universal, en el Sinar (Sumeria), antes de dispersarse por el mundo. Aquí es donde se inicia el misterio: ¿Quiénes enseñaron a los antiguos peruanos las técnicas constructivas de estas pirámides? Estas construcciones son iguales a los zigurats sumerios, no solo en el diseño, también en su ubicación que son los desiertos del Perú y, no solo construyeron uno una pirámide, sino que en el caso peruano, son una cantidad impresionante y son varias las culturas que lo hicieron (Sechin Bajo, Paracas, Mochicas, Sican, 19 Chimu, Limas y otros)


Montañas en el desierto: la arquitectura monumental de la costa norte del Perú como reflejo de Cambios sociales de las civilizaciones prehispánicas Markus REINDEL Instituto Alemán de Arqueología (KAVA), Bonn

Resumen Montañas sagradas, plataformas y pirámides artificiales y hasta simples montículos artificiales tenían una importancia crucial en la cosmovisión de la población prehispánica de las Américas. En el Perú edificios monumentales que sirvieron de base para templos y palacios tenían una larga tradición y son uno de los vestigios más palpables del desarrollo cultural. A través del análisis de sus componentes arquitectónicos se puede reconstruir la cronología, la difusión de elementos culturales así como los conceptos del espacio de los antiguos peruanos. Edificios monumentales de la costa norte del Perú sirven de ejemplo para estudiar cambios en las culturas más importantes como Gallinazo, Moche, Lambayeque y Chimú a través de los materiales, técnicas y formas de construcción de su arquitectura La montaña artificial como forma elemental en la arquitectura Es un fenómeno bien conocido que en muchas partes del mundo y en tiempos diferentes se repitan ciertas formas arquitectónicas. Estas convergencias formales han llevado a innumerables especulaciones acerca del origen común por ejemplo de las pirámides de Egipto y de las falsamente llamadas pirámides de Mesoamérica. Hoy sabemos que estas especulaciones carecen de base científica. Por otro lado estas especulaciones son un reflejo de la observación de que «las arquitecturas» en las diferentes sociedades parecen desarrollarse de acuerdo a un cierto inventario de elementos básicos que se diversifica en el 20


proceso de desarrollo de las sociedades. En un interesante estudio el arquitecto austriaco Günther FEUERSTEIN en el año 1966 escribió un trabajo titulado “Archetypen des Bauensn” (arquetipos de la construcción). Como “arquetipos” define -siguiendo la terminología del sicólogo C. G. Jung- precisamente estos elementos básicos o “formas primarias”, como diría LE CORBUSIER (1957-70, t. 1: 33), que parecen constituir el inventario fundamental e inconsciente de cualquier actividad constructiva de las sociedades humanas. Los cuatro arquetipos para Feuerstein son: la erección (torre, mástil, palo); la acumulación (túmulo); el círculo (círculo, esfera, cúpula); la cuatripartición (cruz, cuadrado). En este trabajo vamos a ocuparnos del segundo arquetipo, la acumulación, que aparece en las formas más variadas en todo el mundo. Feuerstein considera la simple acumulación de tierra con las manos como uno de los actos constructivos más primitivos, acto elemental para modificar el mundo natural. Entre las construcciones más sencillas y seguramente las primeras de este tipo cuentan los túmulos funerarios. La muerte siempre ha dado origen a los conceptos del mundo del más allá y de la cosmovisión en general. El complejo cerro-montaña-escalera evidente­mente juega un papel importante en casi todas las manifestaciones más avanzadas de este arquetipo arquitectónico. Las montañas artificiales marcan el centro del mundo o por lo menos de la sociedad. Entre las manifestaciones más conocidas de edificios monumentales conocemos los Zikkurats de Mesopotamia (la torre de Babilonia iba a llegar hasta el cielo), las pirámides de Egipto (tumbas gigantescas para el supremo gobernante), las Stupas de la India (representaciones de montañas sagradas) y en Meso­ américa las pirámides o mejor dicho las plataformas porque en realidad en toda la América los grandes edificios macizos sirvieron como basamentos para otras construcciones (Fig. 1). 21


Figura 1: La Pirámide del Sol en Teotihuacán, México. En la monumentalidad del edificio se manifiesta la idea de una montaña artificial como punto de referencia de la cosmovisión prehispánica.

En varias regiones de América estas plataformas cumplen una función central en la cosmovisión de las sociedades prehispánicas. La pirámide de Uaxactún en Guatemala simboliza en la cosmovisión tripartita de los mayas la montaña que facilita el ascenso de este mundo al mundo de arriba (Fig. 2). La escalera está flanqueada por representaciones del dios Witz, el dios de las montañas, por cuya boca se llega al mundo de abajo. Las relaciones con el mundo de arriba y el mundo de abajo eran cruciales en la época clásica maya ya que las dinastías reales estaban legitimadas por las divinidades. 22


Figura 2: La “Estructura E-VIl sub” de Uaxactún, Guatemala, simboliza la montaña sagrada que da acceso tanto al mundo de arriba como al mundo de abajo. (PROSKOURIAKOFF 1946: 5)

En el Perú el término “Huaca” simboliza la vinculación entre las montañas y lo sagrado. Huacas son todos los lugares u objetos que contienen algo sobrenatural o que se consideran sagrados en sí. Todavía hoy en día se celebran fiestas como el Oolluriti, en el sur de los Andes, en el cual se veneran ciertas montañas, los Apus (FLORES 1990). En tiempos de los Incas se sacrificaban niños en honor de las montañas sobre sus cumbres nevados. Estas ceremonias están descritas y representadas en las obras de los cronistas (GUAMÁN POMA DE AYALA 1980 [1615]: 234ss.). Varias momias perfectamente conservadas con numerosas ofrendas se han descubierto últimamente 23


(REINHARD 1996, 1997). Todavía hoy en día es costumbre de los caminantes dejar pequeñas torrecitas de piedras, las Apachitas, para los dioses de las montañas. También en el desierto se conocen montañas sagradas. En la región de Nazca, en el sur del Perú, la duna blanca más grande de la zona, el Cerro Blanco, destaca entre las oscuras montañas rocosas. Se sabe que esa montaña fue venerada desde hace siglos, posiblemente tenía incluso importancia en el culto de las líneas de Nazca (REINHARD 1986: 14ss.). En Túcume, en la costa norte del Perú, un gran asentamiento prehispánico rodea una de las pocas elevaciones rocosas de la zona que desde tiempos coloniales lleva el nombre de Cerro El Purgatorio (Fig. 3). Apenas se nota la diferencia entre la estructura natural del cerro y las construcciones artificiales. Casi toda la superficie del Cerro está modificada con plataformas u otras construcciones. Cerro y arquitectura forman una unidad que probablemente fue percibida de esta forma también por los antiguos habitantes. La investigación de la arquitectura monumental de adobe en la costa norte del Perú También las gigantescas construcciones monumentales en la costa norte del Perú se llaman Huacas. Las huacas en el desierto realmente son montañas artificiales que elevan ciertos lugares de las planicies de las desembocaduras de los ríos costeros (Fig. 4). Evidentemente estas plataformas monumentales o cerros sagrados son lugares de cristalización de las civilizaciones de la América prehispánica. La arquitectura monumental por lo tanto es un objeto de estudio muy interesante para el antropólogo que está interesado en encontrar áreas claves para reconstruir elementos de las sociedades prehispánicas. Bajo la premisa de que las tendencias de cambios sociales se reflejan en la modificación de la arquitectura monumental, hemos analizado la arquitectura monumental de adobe de la 24


Figura 3: El sitio de Túcume en el valle de Lambayeque, Perú. Las estructuras están construidas alrededor y encima del cerro El Purgatorio, modificando e incorporándolo en la estructura arquitectónica. [Servicio Aerofotográfico Nacional del Perú 3330: 9781 Figura 4 abajo: La Huaca del Pueblo de Túcume que se levanta como una montaña artificial en los campos de cultivo del valle de Lamba­yeque, Perú.

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costa norte del Perú que hasta los inicios de nuestra investigación no había sido objeto de un estudio comparativo. Para poder trazar el desarrollo de la arquitectura tuvimos que elaborar una metodología que nos permitiera establecer la secuencia de los edificios estudiados. El resultado, la cronología relativa de los edificios monumentales de la costa norte del Perú, era la base para reconocer cambios arquitectónicos a través del tiempo (REINDEL 1993 a y b). A continuación se describirá el método de análisis empleado y algunos resultados que permiten sacar conclusiones sobre cambios en las sociedades de la costa norte del Perú en tiempos prehispánicos. El objeto de nuestra investigación, los edificios monumentales, se definió de la siguiente manera: Como arquitectura monumental se consideraron edificios que formaban un volumen compacto construido de barro, de adobes o de una combinación de fábrica de adobes y relleno de cascajo o escombros, que tenían más de 50 m en por lo menos uno de sus lados y una altura de por lo menos 5 m. Los edificios más grandes tenían más de 500 m de longitud y más de 40 m de altura. En total se han investigado 123 edificios monumentales de adobe de seis valles de la costa norte del Perú: Virú, Moche, Chicama, Jequetepeque, Zaña y Lambayeque (Fig. 5). El lapso de tiempo estudiado va desde el Período Intermedio Temprano (aprox. 400 a.C.) hasta el Horizonte Tardío (1532 d.C.; Fig. 6). En el proceso de análisis de la arquitectura se estableció primero una tipología de elementos arquitectónicos para proceder luego a su análisis cronológico. En la clasificación sistemática de los elementos arquitectónicos se consideraron las siguientes categorías (Fig. 6):

Materiales de construcción; técnicas de albañilería; Técnicas de construcción maciza; formas de cuerpos; Formas de fachadas; tipos de rampas; La orientación de los edificios; Decoración arquitectónica.

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Figura 5: La costa norte del PerĂş con los sitios de arquitectura monumental investigados

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Fig 6 Esquema de la secuencia relativa de las características arquitectónicas y constructivas de la arquitectura monumental de adobe en la costa norte del Perú.

Después de la clasificación tipológica se analizó la relación cronológica entre los elementos. Criterios de posterioridad se encontraron en superposiciones y adiciones arquitectónicas. Criterios de contemporaneidad se observaron en contextos con elementos asociados. El resultado de la seriación de todos los elementos arquitectónicos proporcionó los criterios por un lado para la posición cronológica de cada uno de los rasgos arquitectónicos y por otro lado para la_ secuencia cronológica de los edificios estudiados (REINDEL 1993a). En el gráfico de la Fig. 6 está representada la secuencia de los tipos arquitectónicos. A continuación las secuencias en 28


las diferentes categorías investigadas se ilustrarán con algunos ejemplos. En el inicio de la columna de los tipos de adobe se encuentran diferentes tipos de adobes hechos a mano, en forma semiesférica, cilíndrica o cónica. Estas formas de adobe son típicas para edificios de la época formativa (Cerro Sechín, Huaca Lucía, Punkurí, etc.). A esta fase formativa sigue una fase de experimentación con muchos diferentes tipos de adobe. El gran invento del Período Intermedio Temprano, era el molde, es decir la gabera o forma en la cual se metía el barro húmedo para la fabricación de los adobes. El molde permitía la fabricación de una gran cantidad de adobes de la misma forma, en este caso de forma paralelepípeda. Un molde nos imaginamos hoy en día como un marco de madera llana. Las ranuras en los lados de los primeros adobes hechos en molde en la costa norte del Perú, sin embargo, nos indican que los antiguos peruanos fabricaron los primeros adobes rectangulares con moldes de caña (Fig.7). Probablemente las gaberas se abrieron después de formar el adobe, porque de otra manera no se habrían conservado los filos entre las improntas de caña.

Figura 7: Los primeros adobes hechos en molde en la costa norte del Perú se fabricaron en gaberas de caña que dejaban profundas ranuras en los lados de los adobes

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Los adobes «rectangular-convexos» de una fase más tardía también estaban fabricados en molde, pero tenían lados completamente llanos lo cual indica que se fabricaron en molde de madera (Fig. 8). Obviamente ya no era importante que la parte de arriba estuviera plana. Por lo tanto se acumulaba la mayor cantidad posible en el molde resultando una forma característicamente abultada

Figura 8: Un adobe rectangular-convexo con lados llanos y superficie convexa.

El método más fácil para formar aparejos es la simple superposición de los adobes. Para darle estabilidad a la estructura se rellenaban las fugas entre los adobes con un simple mortero. Uno puede imaginarse fácilmente que un aparejo de este tipo no puede proporcionar mucha estabilidad a un muro. Pero como se trataba de cuerpos macizos y compactos, los grandes volúmenes en sí tenían estabilidad. A largo plazo, sin embargo, entre las diferentes columnas de adobes se forman aberturas y todo el edificio se derrumba poco a poco. 30


Como los antiguos peruanos también vieron la debilidad de este tipo de aparejo, desarrollaron una nueva técnica que consiste en la colocación de adobes en hileras alternantes de cabeza y de soga (Fig. 9). Los adobes de soga se colocaban en forma paralela a la pared, las de cabeza perpendicularmente a la pared exterior del edificio. De esta manera se reforzaba por un lado la unión entre los adobes porque se cubrían las fugas con los adobes superpuestos, por otro lado se creaba una ligazón con la hilera adyacente.

Figura 9 Aparejo de adobes con hiladas alternantes de cabeza y soga.

Una forma especial de colocar los adobes era la de poner los adobes de canto. En edificios modernos se utiliza esta técnica para distribuir mejor grandes pesos sobre toda la construcción. Posiblemente estas hileras de adobes puestos de canto proporcionaron también más flexibilidad a la construcción. Esta técnica es muy característica de la época final de la cultura Mochica. Como demuestra el cambio de las técnicas constructivas, los edificios masivos cada vez más grandes y más altos 31


presentaron numerosos problemas de estática. Adobes secados al sol son muy fuertes pero no tienen tanta estabilidad como ladrillos quemados. Al secar los adobes pierden en volumen, igual que su volumen aumenta por la absorción de humedad. A través de cantidades de adobes de muchos metros de altura las estructuras en la base de los edificios se pueden deformar, las diferentes partes de un edificio se pueden sentar de manera diferente y el cuerpo compacto del edificio se agrieta. Para evitar estos problemas la estructura compacta de los edificios fue estructurada en diferentes bloques constructivos, separados el uno del otro como altas columnas de adobes (Fig. 10). Por este procedimiento se proporcionó mayor flexibilidad al edificio de adobe. Hay muchos otros aspectos constructivos que se analizaron en el análisis cronológico pero que no se pueden describir con detalle en este trabajo. Más bien queremos concentrarnos en las categorías morfológicas que probablemente reflejan en mayor grado los conceptos arquitectónicos de los constructores. Hay diferencias claras y cambios de relevancia cronológica también en las fachadas de los edificios. Las fachadas de algunos de los edificios están cubiertas por los escombros causados por la erosión. Pero en muchos casos se han conservado partes más o menos grandes de las fachadas. Un tipo de aquellas está caracterizado por un escalonamiento marcado (Fig. 11). Los muros de los escalones son casi verticales. La fachada retrocede a distancias regulares de tres a cuatro metros aproximadamente un metro hacia el núcleo del edificio. Por otro lado hay fachadas que hasta alturas muy grandes ascienden de forma completamente llana pero que tienen a la vez una inclinación marcada (Fig. 12). Estas fachadas lisas aumentan en el espectador la impresión de tamaño y monumentalidad de los edificios.

Finalmente enfocamos las formas de cuerpos básicos 32


Figura 10: Un cuerpo macizo de adobes estructurado en grandes columnas o bloques.

de los edificios de adobe. Considerando el gran tamaño de los complejos investigados, su medición y representación gráfica constituía uno de los problemas más grandes del estudio. Pero la costa norte del Perú presenta buenas condiciones para la aplicación de la fotografía aérea y por tanto para la stereofotogrametría. Utilizando los datos de los análisis fotogramétricos y de los levantamientos en los sitios así como dibujos de detalles que se hicieron durante el recorrido de los sitios se realizaron dibujos a escala de los edificios. Los dibujos fueron una ayuda importante para el análisis sistemático de las observaciones. Sólo por la comparación de los dibujos que representan edificios que a veces están a cientos de kilómetros de distancia se pueden reconocer similitudes en el estilo y la forma de construcción. 33


Figura 11: La fachada escalonada de la Huaca de Pucuche, en el valle de Chicama.

Resumiendo el análisis de las formas de los cuerpos de los edificios, se observa una evolución de formas simples hacia formas más complejas. Las formas tempranas están caracterizadas por cuerpos altos cúbicos (Fig. 6, 13). En épocas más tardías se conserva la forma cúbica, pero se modifica. Un cambio muy significativo se observa en tiempos del llamado Horizonte Medio (600-1000 d.C.). Surge un nuevo tipo de plataformas, caracterizado por terrazas (Fig. 6, 14). La mayoría de las plataformas con terrazas muestran ejes de simetría 34


Figura 12: La fachada llana e inclinada de uno de los edificios del sitio de Túcume, en el valle de Lambayeque.

marcados por rampas. Se observa una evolución de terrazas bajas hacia edificios altos. Luego se introduce la combinación de edificios monumentales con cercaduras. Las cerca­duras obviamente cobran cada vez más importancia. Finalmente las plataformas sólo sirven de zócalo. En el área sur desaparecen los grandes edificios macizos, siendo reemplazados por complejos de cercaduras. En un área norte que obviamente sigue otra tradición las plataformas grandes persisten más tiempo para desaparecer finalmente también. 35


Figura 14: Uno de los edificios del complejo de Chotuna, en el valle de Lambayeque, ejemplo de un edificio con terrazas

Figura 13: La Huaca de Chamalca, en el valle de Chicama, ejemplo de un edificio con cuerpo alto y cĂşbico.

Figura 15: Uno de los edificios del complejo de Mocollope, en el valle de Chicama, ejemplo de un recinto elevado sobre una plataforma

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Complejo Arqueológico de Túcume en Tucume Discusión. Cabe resaltar, por lo tanto, que el resultado del análisis de la arquitectura monumental de adobe en el área de estudio nos llevó a un orden cronológico de los elementos estudiados y de los edificios en general. El resultado más resaltante y con gran relevancia respecto a nuestra pregunta por la posible relación entre cambios arquitectónicos y cambios sociales es la observación de que hay una evolución bien marcada desde formas elementales, la construcción de cuerpos macizos en volúmenes cúbicos altos, hacia formas más complejas y finalmente hacia la disolución de los cuerpos macizos. Bajo la premisa que formulamos para este estudio, es decir que la arquitectura monumental refleja cambios de la sociedad que produjo las obras arquitectónicas, habría que interpretar estos cambios como un desarrollo de fuertes instituciones centralizadas hacia una organización más compleja y diversificada. Esta interpretación no nos parece demasiado aventurada ya que probablemente la arquitectura más temprana que estudiamos es el producto de formaciones estatales incipientes. Es muy probable que estos estados tempranos en sus inicios tenían estructuras sencillas y claras dominadas posiblemente por una o pocas personas, lo cual se reflejaría en una arquitectura igualmente sencilla. Con la evolución de los estados, la progresiva especialización y complejizarían de la sociedad la arquitectura igualmente tenía que ser más compleja. En un estudio comparativo de la arquitectura monumental de la época Formativa del Perú, Carlos WILLIAMS (1980: 404) 37


llega a un resultado similar para la época Formativa. El hecho de que la arquitectura vuelve a evolucionar desde formas elementales a principios del período Intermedio Temprano hace suponer que entre ambos períodos de hecho hubo una cesura en el desarrollo cultural y una fase de profunda reorientación. En el área maya, donde tenemos más datos tanto arqueológicos como epigráficos, podemos observar un desarrollo arquitectónico similar desde la época clásica (300-900 d.C.) Hasta la época postclásica. Se considera que la época Clásica se inicia con el establecimiento de dinastías reales (SHARER 1994: 140). El orden político fuertemente centralizado y sacralizado encuentra su reflejo en las concentraciones de arquitectura monumental en los centros de las ciudades grandes, especialmente en los complejos de tipo acrópolis. Después del colapso de la cultura maya clásica en las tierras bajas del sur se observa un florecimiento de la cultura maya en el norte de la península Yucatán, obviamente con sistemas políticos menos centralizados. De hecho no se observan patrones de asentamientos muy centralizados. Los grandes centros de la región Puuc y más todavía los sitios de la época postclásica como Chichén ltzá, Mayapán, Tulúm, etc. Muestran una mayor dispersión de los edificios. Esta diferencia en el patrón de asentamiento y en la arquitectura en general llevó a J. SABLOFF (1990: 49, 132ss.) incluso a postular una mayor democratización de las sociedades postclásicas frente a las sociedades elitistas de la época Clásica. Parece ser que en la arquitectura monumental de América se refleja una especie de evolución cíclica de formas simples y monumentales hacia formas más complejas y menos monumentales que podrían corresponder a procesos de transformación dentro de las sociedades. Después de cambios sustanciales volvieron a empezar los desarrollos retomando los elementos básicos o los arquetipos arquitectónicos que describimos al principio de este trabajo. 38


El Parque Nacional de Tikal, se encuentra en Guatemala. Tikal es una ciudadela maya que data del siglo I d. C. Floreció entre los años 200 y 850 d. C. y luego fue abandonada.

TIKAL: UNA PASION, UN LEGADO Luis Mozas Roca 39


Una pasión, un legado

Luis Mozas Roca Programa Patrimonio Cultural para el Desarrollo AECID Hemos visto tantas veces la maqueta de la ciudad ceremonial de Tikal en la entrada del parque que nos hemos acostumbrado a tomar como verdades absolutas algunas de las cosas que allí aparecen; de hecho, sobre ellas, poco o nada nos atreveríamos a cuestionar. Esto, con el paso del tiempo, ha contribuido a crear sobre el imaginario colectivo algunas ideas de cómo podía ser la forma de vida de sus pobladores, las posibles formas de relacionarse en su día a día y los momentos más singulares relacionados con el modo de celebrar como sociedad, sus rituales y ceremonias religiosas o de otro tipo. En este sentido, se nos presenta una ciudad, un conjunto urbano (la URB) donde aparecen dispersos o agrupados algunos conjuntos arquitectónicos más o menos homogéneos surgidos en distintos momentos de su historia. Lo anterior, en respuesta a múltiples necesidades, religiosas, ceremoniales, administrativas, comerciales, residenciales, etcétera, y que, no todos pero sí algunos, están conectados por medio de importantes vías de comunicación llamadas calzadas. Sin embargo, muchos de estos conjuntos dispersos en el territorio, no aparecen conectados por esas calzadas. Estas constituyen obras de ingeniería civil con acabados de estuco pintado de 40 metros de ancho y paredes laterales continuas de 1 metro con punto de origen y destino, sin cruces de vías y sin posibilidad alguna de ser abandonadas en algún tramo intermedio del recorrido. Queda muy a la interpretación de cada uno de nosotros imaginar cómo aquella población, residentes y visitantes, se podía desplazar de un lugar a otro salvando todo tipo de barreras arquitectónicas construidas y otras naturales. 40


Sin extenderme demasiado en el tema, pero en relación con estas grandes avenidas, las calzadas, se despertaron en su día las primeras reflexiones a pie de campo respecto de su verdadera naturaleza. Es evidente que nos movemos, como en todo proceso de investigación, en un terreno especulativo, pero el hecho de que en este equipo de trabajo, a lo largo de estos años, se hayan incorporado la arquitectura y el urbanismo con otras disciplinas científicas más clásicas como la arqueología, la biología y la química, entre otras, ha supuesto una mirada novedosa y creativa sobre algunas creencias. No alcanzamos a comprender en su totalidad la funcionalidad de estas avenidas monumentales solo desde una explicación que aluda a su carácter ceremonial; tampoco a su posible uso cotidiano que estaría, en todo caso, restringido solo a un limitado número de residentes de la ciudad ceremonial. De hecho, ni siquiera podríamos entender muy bien un muro lateral o parapeto de un metro de altura únicamente desde un planteamiento funcional como elemento recolector y canalizador de las aguas de lluvia. A la vista de estas dudas que nos van surgiendo sentimos la necesidad de conocer al hombre, al gobernante que está detrás de toda esta inmensa obra para buscar algunas claves. En la publicación Nuevos Datos para la Historia de Tikal el licenciado Oswaldo Gómez (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo) nos habla del gobernante 27, Y´ikin Chan K´awiil, quien “heredó la gloria de su padre Jasaw y la incrementó dominando por medio de la guerra a antiguas ciudades rivales”. “Para asegurar que sus enemigos no volvieran a mancillar la ciudad de Tikal con una invasión por guerra, el gobernante la preparó fuerte y eficientemente para este fin. Planificó todos los proyectos constructivos pensando en hacer defendible la ciudad. Se piensa que fue él quien construyó las calzadas con parapetos a 41


los lados y, evidentemente, sobresalientes del terreno natural para que sirvieran como murallas defensivas, entre otros varios usos funcionales que también estaban pensados para la guerra. Así también la captación de agua de lluvia en embalses artificiales y su controlada canalización hacia la zona residencial. Se propone que las calzadas también eran utilizadas como vías rápidas para que la población en general llegara al centro ceremonial en bus42


ca de refugio en momentos de guerra. El punto más defendible de la ciudad es, posiblemente, la Acrópolis Sur. Yik´in construyó tres grandes embalses en pleno centro ceremonial de Tikal, que llenaba con agua de lluvia captada en las plazas. Servían también estos embalses como fosos defensivos para las Acrópolis. 43


Existe una reciente biografía de Yik´in, donde se muestra la grandeza de su gobierno y también la habilidad que tuvo de remodelar obras existentes y convertirlas en proyectos propios, con relativo poco esfuerzo. También revela el deseo de mostrar su gloria, evidenciado en los fabulosos dinteles y crestería que decoran su Templo IV y en las decoraciones de las cresterías de la Plaza de los Siete Templos y su edificio mortuorio en la Acrópolis Norte, específicamente en la esquina Suroeste, el que conocemos como 5D-73” La figura de Yik´in se nos presenta pues, como el gran modernizador de la ciudad de Tikal, al igual que siglos después, a mediados del XIX, Napoleón III cambiaria y modernizaría la ciudad de París con una estrategia muy parecida y de la mano del barón Georges-Eugène Haussmann. Haussmann eliminó muchas calles antiguas serpenteantes y derribó casas de apartamentos. Las reemplazó con anchos bulevares flanqueados por árboles y creó extensos jardines. El plan de Haussmann incluyó también elementos de referencia como el Arco del Triunfo y el Gran Palacio de la Ópera. Además de conseguir sus objetivos de mejoras sanitarias y de comunicación, la renovación sirvió para finalidades políticas. El nuevo plan de la ciudad dificultaba revueltas como las de 1830 y 1848 por la vía de impedir físicamente la colocación de barricadas (fácil en estrechas callejuelas medievales, difícil en anchos bulevares) y facilitar la labor de las fuerzas del orden por medio del rápido desplazamiento por las calles y la colocación estratégica de edificios oficiales como los cuarteles. Napoleón III tenía pensada esta finalidad de conseguir calles anchas donde pudieran circular batallones en formación y la artillería, si se diera tal necesidad. Creó anchas avenidas unidas con las principales estaciones de tren, de manera que las tropas de provincias pudieran estar operativas en un corto periodo de tiempo. Así pues, estas similitudes nos permiten comprender mejor la finalidad última de estas grandes operaciones urbanísticas que 44


en su momento supusieron un cambio significativo en las formas de vida y en las expresiones culturales de las sociedades que las experimentaron. Siguiendo con estas mismas cuestiones a las que ya hemos hecho alguna referencia, vemos cómo la ciudad queda igualmente fragmentada y dividida por otra serie de obras de ingeniería: los grandes fosos o aguadas y sus diques de contención. Estas también, a modo de barreras arquitectónicas construidas de manera estratégica, separan zonas importantes del sur de la ciudad (Acrópolis del Sur) de otras zonas. Al norte se mitigan y se crean zonas de especial significado (Plaza de los Siete Templos), donde se reduce la exposición y el riesgo a penetraciones y posibles ataques de otras ciudades vecinas, a pesar de otras construcciones intermedias (Acrópolis Central como primera ciudadela de Tikal). Seguimos estudiando y trabajando para comprender mejor, ya que no se ha explicado aún con claridad cómo se llega a la ciudad; es decir, ¿por dónde? ¿Cuántos lugares eran los adecuados para acceder a una ciudad de estas características? (con el valor de símbolo que tiene) y ¿cómo eran esos accesos en función del movimiento de población, las características de los visitantes o la funcionalidad de la ciudad de cara a los suministros de mercado? Ante eso, la pregunta es: ¿Cómo se relacionaba la ciudad ceremonial de Tikal con el territorio que la rodeaba y con la población que permanecía en aquel lugar, que servía a la ciudad, que la alimentaba, que la protegía en primera instancia y que acudía a ella en momentos muy puntuales? (Ceremonias religiosas, ritos, actos administrativos, servicios y suministros). Sabemos que Tikal no es la ciudad donde cohabitan y se relacionan en el día a día todos los miembros de la sociedad maya de aquel momento. Solo las clases gobernantes, los sacerdotes, algunas élites militares y un escaso grupo de administra45


dores y otro personal de servicio vivían en las zonas residenciales de la ciudad, en los hoy llamados palacios. Estos podían formar parte de grupos arquitectónicos complejos (Acrópolis Central, Grupo Norte, Palacio de las Acanaladuras, etc.) o aparecer en otros puntos dispersos de la ciudad, alejados de los núcleos principales (Grupo baring). Estos escasos ejemplos son solo una reflexión, tal vez muy básica, para interesarnos por algo de lo que, creo, aún que46


da mucho por conocer en esta antigua ciudad maya. Algo que requiere de muchas más investigaciones arqueológicas y que también necesita más horas de estudio, reflexión y análisis de lo que ya creemos conocer. El urbanismo, la urbe como espacio físico construido, una vez que lo podamos analizar con más detalle, es posible que nos acerque más al conocimiento de la civitas de Tikal. Es decir, de la forma en que aquella sociedad se organizaba, cómo era 47


su vida social, política y religiosa y cuáles eran sus formas de economía. Desde mi punto de vista, esto es quizá lo que más nos interesa y el conocimiento que mejor nos permitiría llegar a la esencia misma de esa cultura y esas sociedades complejas y contradictorias en aquellos momentos. En esa dialéctica entre forma y función, entre la urbe como espacio físico y la civitas como espacio social, político y económico, podemos intuir entre sombras, cómo las explicaciones que hasta ahora se han dado de cómo era la ciudad y su gente, no son del todo completas ni convincentes. Hay mucho más. Por abundar en algunos ejemplos, solo si fijáramos nuestra mirada en la Acrópolis Central y realizáramos un análisis arquitectónico bajo el concepto medieval de ciudadela, es decir bajo un concepto de arquitectura militar, nos daríamos cuenta de inmediato que son muchos los elementos y características de este conjunto que se asimilan y coinciden con ese mismo concepto defensivo. La ciudadela es una fortaleza construida en el recinto de una plaza fuerte o ciudad fortificada. Se trata de una fortaleza con baluartes y foso situada por lo común en puesto ventajoso para sujetar o defender una plaza de armas que regularmente cae o da al pie de sus baterías. El término procede del italiano cittadella, diminutivo de città, ciudad de todas las ciudades. Con el concepto anterior, no solo se puede explicar, como hasta ahora se ha hecho, solo desde un punto de vista de espacio residencial de alta concentración de edificaciones con cinco o seis niveles de superposición y altura de palacios. Este espacio de difícil acceso y posición privilegiada en el centro de la ciudad, posee, además, un foso lateral y es la ciudad dentro de la ciudad de Tikal. Pero, ¿qué pasaría si esa misma mirada de arquitectura militar la aplicáramos a la Acrópolis del Sur? ¿Cómo funcionaría el dique estrecho que se sitúa frente a su punto principal de ac48


ceso? ¿La aguada sería solo un reservorio o también se convertiría en foso defensivo? ¿Cómo funcionaría la Plaza de los Siete Templos en ese nuevo rol defensivo de estas zonas estratégicas de la ciudad? A lo largo de estos años de trabajo, primero en el Templo V y con posterioridad en la Plaza de los Siete Templos, siempre bordeando este importante conjunto arquitectónico sin apenas poder avanzar más que tímidamente en su conocimiento, son muchas las preguntas que nos surgen con relación al el carácter real y estratégico que pudo haber tenido. Situado al sur de la ciudad, en una zona de límite geográfico y próximo a uno de los más importantes accesos o puertas de Tikal, este complejo monumento aparentemente apenas presenta un estrecho frente de acceso por su lado norte con el mismo grado de dificultad y control que se aprecia en la pasarela del estrecho dique que le conecta con el resto de la ciudad. Su disposición, la altura de las distintas plataformas, la dimensión de las mismas, la imposibilidad de acceder desde la Plaza de los Siete Templos, (más aun cuando sabemos que los siete templos son posteriores o adosados y los mayas quisieron seguir manteniendo ese carácter que se intuye en las otras tres fachadas del conjunto), son elementos de interpretación desde el punto de vista de la arquitectura que necesariamente nos obliga a una nueva mirada y algunas nuevas interrogantes en relación con ese singular conjunto en ese estratégico sector de la ciudad. Como es sabido, la arquitectura militar y su desarrollo en el tiempo está muy ligada a la evolución misma de las tácticas militares, los equipos, herramientas y armas de las que se sirve y para las que también se va modificando y adaptando en el tiempo. Tenemos constancia de que el empleo de la fortificación como elemento arquitectónico defensivo y de las armas para asaltarla, datan con los mismos orígenes de la humanidad. 49


Es decir, hay una relación directa entre la forma de la defensa y el tipo de arma que se utiliza o existe en cada momento de la historia. La evolución de unos está ligada a la evolución misma de los otros. Esto se pudo evidenciar claramente con la llegada de la pólvora, los cañones y la evolución de la ingeniería militar en este campo. En este sentido, la forma de las arquitecturas defensivas de los mayas tiene mucho que ver con el tipo de armas que utilizaban en sus distintas ofensivas y momentos bélicos entre ciudades. Las ciudades sufrían asaltos y se buscaba con ello, fundamentalmente, el rapto o captura de su más alto representante. Este gobernante, capturado, finalmente era sacrificado. Podemos imaginar el impacto que esto suponía para esas mismas clases gobernantes privilegiadas y las medidas que con carácter general y urgente se tuvieron que poner en marcha para adaptar las formas urbanas y arquitectónicas de las ciudades a estas situaciones que tanto les afectaba. Nuevamente vemos en estos ejemplos cómo las formas arquitectónicas, los procesos constructivos y el urbanismo de la ciudad, pueden ser sometidos a otros puntos de vista que se alejan con mucho de las tradicionales explicaciones que hasta ahora hemos podido leer en algunos estudios e informes de campo. Respecto de los procesos constructivos de las edificaciones de la ciudad, hasta ahora siempre hemos pensado que la variación de la forma en la que se construyen los edificios en el Clásico Tardío, respecto de la forma más sólida en la que se construía en etapas anteriores, era motivada por una disminución de la fuerza laboral con la que se contaba y una merma de la pericia constructiva que con el tiempo fue degenerando hacia sistemas más sencillos y de menor esfuerzo. Pero por un momento pensemos en la necesidad que se pudo llegar a tener, en momentos de máxima tensión, de producir en menos tiem50


po edificios y espacios, formalmente cada vez más complejos y más seguros. Sin duda alguna, para conseguir ese objetivo, el proceso constructivo se tuvo que haber simplificado y, con ello, si bien el aspecto exterior podría seguir evocando las antiguas edificaciones, el interior de estas arquitecturas por fuerza tendría que ser menos elaborado. Es decir, no es la pérdida de capacidad lo que modifica la forma constructiva, sino que es el tiempo de producción el que varía e impone unas nuevas técnicas más eficaces, aunque menos espectaculares. En esta misma línea, relativa a los aspectos constructivos y formales de las edificaciones de Tikal y las distintas interpretaciones que se les ha dado a lo largo del tiempo, estarían algunos comentarios en relación con los procesos de remodelación o rehabilitación que muchas de estas edificaciones sufrieron como consecuencia de su adaptación a nuevos y distintos usos de los que habían tenido en origen. Este es el caso de algunos de los llamados palacios e incluso algunos otros templos. En realidad, en el primero de los casos, hablamos de edificios residenciales para una clase social bien posicionada. Por lo general se sitúan en torno a espacios urbanos cerrados, conformando plazas, donde, además, pueden encontrarse otro tipo de edificaciones con distinto uso (ceremonial o administrativo, entre otros). No obstante, hemos observado que se han podido dar situaciones donde, nuevamente, los cambios en el ámbito de lo político y social (la civitas), han supuesto reformas en los espacios físicos construidos; es decir en lo urbano. La civilización Maya, no desaparece de las ciudades o de los territorios de la noche a la mañana. El proceso de abandono, de decadencia, tiene que haber sido paralelo al proceso de degradación social, política, económica, religiosa, cultural e, in51


cluso, también militar. Se han tenido que ir produciendo vacíos en las ciudades, desde sus edificaciones, espacios públicos y en sus conjuntos monumentales, y posiblemente fueron poco a poco ocupados por otros pobladores de maneras muy distintas en función de sus nuevas necesidades. No es muy difícil comprenderlo, ya que algunos siglos después en la propia Guatemala vemos otro caso muy similar, con el supuesto proceso de abandono de la ciudad de la Antigua Guatemala. Cuando la ciudad de Santiago de los Caballeros se traslada a su nueva ubicación en el Valle de la Ermita o Valle de las Vacas, son aquellas mismas gentes las que conforman la nueva ciudad de Guatemala de la Asunción. De esta manera, se da continuidad a las formas sociales de relación a sus economías, a sus tradiciones y a su cultura. No obstante, la ciudad de Antigua, 52


apenas se va quedando en el abandono, es vuelta a ocupar nuevamente por otras personas con otras formas, otras economías y otros intereses. La viejas edificaciones de la Antigua se rehabilitan, se transforman, se vuelven a poner en pie, pero ya de forma muy distinta a como lo hubieran hecho sus antiguos moradores, con nuevos materiales de construcción y nuevas técnicas más sencillas y económicas. Todos los procesos de decadencia económica o social, por mencionar algunos aspectos que se dan paulatinamente en el tiempo, suponen cambios notables y graduales en las estructuras físicas de las ciudades, como consecuencia de las necesarias adaptaciones de uso a las que van siendo sometidos. Así 53


pues, nos encontramos con edificios en Tikal donde se pueden apreciar el reflejo de estos momentos de transición, de nuevos usos y de nuevas técnicas. Vemos la huella del paso de los nuevos moradores ocupando y trasformando los antiguos edificios. Con el trabajo de investigación realizado conjuntamente entre el Programa de Patrimonio de la AECID y el Viceministerio de Patrimonio Cultural de Guatemala en los últimos años en Tikal y en especial en el Templo V y el conjunto de los Siete Templos, creemos que algo hemos podido avanzar en el conocimiento de algunos de estos temas y de ello se rinde cuentas en los distintos artículos de investigación y contenidos científicos de la presente publicación. A partir de1991 que empezamos con esta tarea hasta 2010, la AECID, por medio de su programa Patrimonio para el Desarrollo, y el Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala, desde la Dirección General de Patrimonio Cultural y Natural, han ejecutado un amplio programa de actuaciones con algunos resultados que creemos que algo han podido aportar para tener un mejor conocimiento y valoración del rico patrimonio de Tikal: • La investigación y restauración del Templo I • El afortunado descubrimiento e investigación de la Estela 40. • La publicación de las investigaciones y restauración del Templo I. • La difusión de la investigación de la Estela 40. • La adecuación Museográfica del Museo de Lítica de Tikal. • La publicación del libro de los árboles de Tikal. • La investigación y restauración del Templo V. • La publicación de la investigación y restauración del Templo V. • El Plan Director para mejorar el funcionamiento y los equipamientos del Parque Nacional Tikal. • La investigación y restauración de la Plaza de los Siete Templos. 54


• El Plan Director de la Acrópolis Central. • Los estudios específicos de la Caracterización de la Piedra Caliza de Tikal y el de la Flora Deteriorante del Templo I y, finalmente esta publicación 20 años en Tikal. Estos son algunos de los resultados e hitos más importantes por los que hemos ido avanzando en estos años de trabajo y esfuerzo en común. En esta publicación queremos ofrecer un resumen que permita su mejor conocimiento, su difusión y, quizá, su consolidación como una base para que otros investigadores puedan continuar a futuro con esta inmensa y apasionante labor. Tomado de: VEINTE AÑOS DE LA AECID EN TIKAL http://www.aecid.es/Centro-Documentacion/Documentos/Publicaciones%20coeditadas%20por%20AECID/veintetikal.pdf 55


Las Ciudades Mayas: Historia de las teorías sobre su espacio urbano y territorio

Daniel Schávelzon (Conicet) Centro de Arqueología Urbana Universidad de Buenos Aires 56


El territorio y los asentamientos mayas en la actualidad El interés por los asentamientos de la América indígena dio inicio con el descubrimiento del Nuevo Mundo, aunque fue en los siglos XIX y XX que éstos se estudiaron con mayor detenimiento. Lo que observaron los primeros europeos como ciudades vivas y coloridas poco tiene que ver con las ruinas que se escondían entre las selvas, en espera de la curiosidad de los científicos educados durante la Ilustración un par de siglos más tarde. Sin embargo, en aquel entonces esos sitios también fueron considerados como ciudades con casas, palacios y calles, a pesar de que la tipología de su arquitectura no coincidía estrictamente con lo que se conocía en el Viejo Mundo. Frente a este trasfondo es fácil entender el porqué de una pregunta que se hace una y otra vez, es decir, ¿por qué se sigue hablando de centros ceremoniales y no de ciudades en el discurso popular sobre los mayas? Sin entrar en más detalles alude a la necesidad que enfrentan las clases gobernantes de un país para construir la historia nacional, y cómo el pasado prehispánico es garante de la identidad mexicana. En este cometido, empero, suele suceder que por admirar los grandes monumentos se excluye a los indígenas de hoy, tal y como se hace al desconocer a la gente que residía en y alrededor de los grandes sitios arqueológicos. Por otro lado está la noción de un gran territorio con innumerables agrupaciones de arquitectura monumental y de extensas selvas que favorecían la práctica de una agricultura de roza y quema. A este respecto, el análisis de las jerarquías de sitios y la distribución espacial de éstos, los estilos arquitectónicos compartidos y la epigrafía se pronuncian a favor de una serie de relaciones muy estrechas entre los sitios de las diversas regiones, e incluso de la lucha por los espacios que algunos de ellos se adjudicaron. Más aún, el relevo de los diversos 57


ecosistemas que presenta la península de Yucatán, el Petén y las Tierras Altas de Guatemala demuestra la imposibilidad de hablar de una sola forma de vida entre los mayas prehispánicos, y de cómo la etnografía ha contribuido a la elaboración de una visión romántica del pasado. Junto con las distintas formas de aprovechar los recursos naturales de una manera intensiva se puede hablar hoy de variadas formas de interacción social que quedaron plasmadas en las diferentes maneras de organizar la infraestructura urbana. A pesar de las discusiones que han generado estos hallazgos entre los investigadores, no queda duda que con el tiempo se podrá hablar de una forma de vida urbana entre los antiguos mayas. La motivación de este libro, sin embargo, no parece surgir de la necesidad de dar una solución a esta vieja polémica, si no de la toma de conciencia de lo que ésta implica para el registro arqueológico. Por su larga trayectoria y el profundo conocimiento de la planimetría mesoamericana, Daniel Schávelzon sabe muy bien que la dinámica cotidiana es mucho más rápida que la del mundo de las ideas y que por ende son muchos los sitios prehispánicos que han pagado las consecuencias. Como ejemplo se puede mencionar a Teotihuacán y a Kaminaljuyú en las tierras altas de México y Guatemala. Una gran parte de la información que permitiría entender mejor a estos sitios se ha perdido por la ignorancia y el descuido. En este sentido es de esperarse que un libro como éste fomente el interés por las formas de vida ancestrales y la riqueza de la experiencia humana, con el fin de preservar a éstas para las futuras generaciones. En el año 1990 publiqué un pequeño libro, que en cierta medida fue el origen de éste tal como se explica en el último capítulo, titulado Las ciudades mayas, en el cual se hacían una puesta al día del problema y se resumían algunos conceptos que, ahora entendemos, marcaba bien un cambio entre una etapa y otra del pensamiento y del quehacer arqueológico sobre los mayas. El primer punto al que arribábamos como conclu58


sión casi de un siglo de investigación era que los mayas era un conjunto de pueblos, lenguas y tradiciones culturales heterogéneos aunque con rasgos culturales comunes –cosa que todos sabíamos-, y que por lo tanto muestra una enorme variedad de asentamientos a lo largo del tiempo; no hay un modelo universal para el urbanismo maya, hay muchos y éstos deben ajustarse a la región y la época que está analizando. Incluso en una misma región había formas de usar el espacio diferenciadas en una misma época en función de factores políticos, agrícolas, geológicos, sociales, de prestigio, de herencia cultural o de simple poder. Es cada vez más clara la no existencia de un modelo general que permita interpretar todo el fenómeno de los asentamientos mayas, ni con la vieja idea de los centros ceremoniales, ni con ninguna otra que sea mecánica, rígida o que quiera englobar la heterogeneidad en la homogeneidad. El segundo punto que se destacaba era que la ruptura final del modelo del centro ceremonial (Becker 1979) ha permitido un avance notable, liberando a la investigación de ataduras historiográficas. Esto puede parecer fácil en un contexto académico respecto a ideas impuestas en la década de 1940 y surgidas incluso antes; pero si vemos la bibliografía de divulgación en México, Guatemala o en el mundo entero sobre este tipo de asentamientos, veremos que la idea sigue muy vigente. A esto debe sumarse el final de la concepción teocrática del mundo prehispánico, ya que la lectura de los glifos ha mostrado que lo expresado en la mayor parte de las inscripciones y monumentos hace referencia, directa o indirecta, a personas concretas que reinaron, organizaron guerras o fueron cautivos en momentos históricos determinados. De esa manera los palacios ya no fueron templos. Si tuviéramos que concretar en una sola idea otra de las transformaciones sufridas para el fin del siglo XX, no hay duda que es el haberse entendido que los asentamientos, en su diversidad, se insertan en estructuras regionales y, a mayor escala, en 59


las redes complejas de toda la civilización mesoamericana. Si bien esto siempre se lo había entendido así, durante los años en que imperó la New Archaeology hubo una tendencia marcada a reducir en lo posible los contactos y relaciones inter-culturales tratando de explicar los desarrollos desde dentro de sí mismos. Esto no terminaba de explicar muchas cosas y la presencia evidente de rasgos culturales, y de objetos concretos, de una cultura en otra, llevó a la necesidad de revisar lo que sabíamos sobre esto. Valga de ejemplo la presencia en forma de un barrio completo de artesanos de Oaxaca en plena ciudad de Teotihuacan, o los personajes, arquitectura, cerámica e ideas de esta última ciudad presentes en todo el territorio maya. Cada época y región ha creado redes interconectadas con propósitos diferentes por las cuales circulaban no sólo mercaderías, sino también tributos, ciencia, ejércitos, arte, artistas, ideas, prestigio, poder y dominio. La estructura de comercio e intercambio de bienes, suntuarios o no, operó en corta, mediana y larga distancia, e implicó la presencia constante de esos mercaderes en regiones muy alejadas de las de origen; esto significó un movimiento también cultural, de prestigio e incluso político a grandes distancias; Teotihuacan o los murales de Cacaxtla así lo probarían con los mayas. Otro importante cambio operado es el conocimiento que la profundidad temporal del fenómeno maya es grande, remontándose la población local en algunas zonas a varios miles de años antes de la era cristiana, y el consenso actual es que estamos frente a un pueblo culturalmente “maya” hacia el 1000 a. C. La presencia de arquitectura tanto para viviendas simples como otras más importantes en Cuello en el 2500 a. C y una ocupación comprobada en Belice desde el 9500 a. C, permiten abrir nuevas hipótesis para las épocas tempranas. Este fenómeno, la mayor extensión en el tiempo, está asociado con la confirmación, para las ciudades, que la gran arquitectura es de origen Formativo tardío y no del Clásico Temprano; 60


la agrupación de El Mirador y su monumentalidad ha servido para reconsiderar el fechamiento para muchos de los grandes basamentos de El Petén y las tierras bajas en general. Lo mismo para el arte y los maravillosos estucos hallados bajo la acrópolis de Copán, por dar un ejemplo solamente entre tantos, ya no permite aseverar que el Clásico es el período del “gran” desarrollo. Quizás incluso los términos mismos de Formativo y Clásico cambien algún día ya que tienen en si mismo connotaciones que no ayudan por cierto a entender el proceso histórico de estos pueblos. Lo que pudo haber sucedido es que tenemos mucha más información sobre el Clásico porque lo anterior quedó subsumido bajo esta última etapa, disfrazando u ocultando al primer período, cuyos logros son a veces tan impactantes como lo que lo precedió. Esto, sumado al pequeño hiatus producido al final del Formativo, muestra que hay otra cultura maya, más antigua, que surge con fuerza en el Formativo tardío aunque tiene un fuerte tropiezo, del que va a salir finalmente airosa para entrar en el gran desarrollo del período Clásico. El ingreso al siglo XXI permitió asumir con certeza que ya está comprobada la alta, e incluso muy alta, densidad habitacional en muchos de los centros mayas, con total independencia del volumen de arquitectura templaria o palaciega, o de la función que haya cumplido intra o extra urbana. Asimismo la construcción de esas ciudades y su arquitectura implicó un tremendo esfuerzo social, dirigido por especialistas y con un alto costo de injusticia, desigualdad y explotación del hombre por el hombre. La antropología física ha mostrado la desigualdad de la dieta en los grupos sociales (Havilland 1967). El mundo paradisíaco de sacerdotes y campesinos felices que circuló hace medio siglo sólo fue una expresión más del American Way of Life de la posguerra de 1945. Las arquitecturas de cada sitio son de una gran variedad, la que se amplía a medida en que la investigación continua: además de viviendas, templos, altares y palacios, existen mue61


lles, depósitos, talleres, puentes, caminos, fortificaciones, plataformas para secar sal, represas, canales, plazas, patios, baños de vapor, mercados, edificios para actividades cívico-políticas, torres, defensas, sistemas de riego, camellones de cultivo, estructuras para sostener panales de abejas y una larga variedad más. Las obras de infraestructura urbana han empezado a ser analizadas: deposición de basura, canales, acceso al agua, plantaciones internas, circulaciones entre edificios, barrios especializados cuando los hubo. De todas formas grandes preguntas aún subsisten: los talleres de piedra en el norte de Belice, como Nohmul y Colhá están permitiendo aclarar el tema de los basurales, los estudios apenas iniciados pero ya presentes en muchas excavaciones sobre el uso de la basura y escombro para rellenos de pirámides se hace cada día más evidente, al igual que la nivelación de los terrenos –tierra y piedra incluida– que a la vez también servían para las obras construidas. Pero estos trabajos hoy están dando sorpresas interesantes: los estudios de la microlítica en Copán –valgo de ejemplo– muestran que en un centro de tan alto rango y en los palacios más distinguidos del sitio, la talla de la obsidiana era una tarea interna y posiblemente hecha a medio tiempo por los mismos ocupantes, y no un trabajo de artesanos especializados como tanto se creyó (Aoyama 1999). Y además se logró obtener información sobre el uso de estos artefactos en carpintería y tratamiento de cueros en especial entre los sitios de bajo nivel residencial. Esto, además de hablar de variabilidad social, nos acerca la mirada hacia lo que realmente significó el rango social entre los mayas, al menos en ese sitio tan destacado. La arquitectura en general, no sólo la llamada ceremonial o religiosa, tuvo una función que iba más allá de su misma función: sirvió para legitimar el poder de los grupos dirigentes y la iconografía y las inscripciones que la decoran así lo muestra; valgan para ellos los ejemplos de Bonampak, Yaschilán, Piedras 62


Negras, Tikal, Toniná y Palenque en los cuales la lectura de los glifos ha avanzado rápidamente en este sentido. Esto ha permitido entender fenómenos tan peculiares como las alianzas o las guerras entre ciudades, no sólo porque ha explicado la presencia de sitios amurallados y defendidos, aunque tampoco es posible olvidar la gran muralla que rodea en parte a Tikal y a Chichen Itza, sino también las relaciones, influencias o incluso rechazo a estilos de arte o de arquitectura. Y para seguir con la arquitectura el análisis iniciado en Tikal por William Havilland sobre unidades habitaciones de alto y medio rango social y su funcionamiento, han resultado ser una asidua línea de investigación. En sitios como Quiriguá, Copán o Sayil, por citar algunos muy conocidos, estos estudios permiten ahora otorgarles nivel social a sus ocupantes y entender de qué manera se usó cada parte de estas estructuras tan complejas a primera vista; es así que las estructuras internas a los asentamientos se han ido clarificando y cobran sentido. Imaginar que se ha logrado esto, es decir de pasar de imaginar centros ceremoniales vacíos, como lo hacía Gordon Willey aún en la dpecada de 1960, a definir la ocupación y uso de cada construcción en cada unidad habitacional, es un paso formidable. Obviamente aún hay mucho por discutir, pero el avance es notable al ser observado históricamente. Otro cambio en la lectura de la estructura interna de las ciudades y de los asentamientos en general es que las plazas no han sido sólo sitios de grandes reuniones ceremoniales; el estudio iniciado pero aún no extendido de la liberación de grandes superficies de pisos mostraría usos diversificados. Lo poco hecho en Cerros y en Tikal, indica la existencia de lo que puede interpretarse como un gran mercado al aire libre con tiendas de materiales perecederos. El uso del espacio a nivel territorial ha cambiado ya en forma definitiva y es aceptado que pueda ser leído de muchas 63


maneras: en función de la difusión de los glifos emblemas, o de la iconografía arquitectónica (como hizo tantas veces Paul Gendrop), por la cerámica (el método más habitual en el siglo XX) e incluso con la reinterpretación del papel de los sacbés –para el caso del Yucatán tardío–, tradicionalmente entendidos como caminos, que está mostrando mucho más: quizás límites de territorios, quizás símbolos de dominación de linajes dinásticos, muestra de poder, interrelación entre grupos diversos. Incluso creo que me tienta más la idea de una expresión física del territorio bajo el control de un linaje dinástico y de su expansión. Los estudios hechos en Cobá mostraron su poca funcionalidad como circulación y la necesidad de redefinirlos; ya ha habido avances al respecto. En cada asentamiento hay procesos de continuidad y cambio por motivos internos o externos, que pueden darse con independencia de otros sitios cercanos o lejanos. Así, sitios cercanos y contemporáneos pueden tener grandes monumentos mientras otros no; presentar ejemplos de arquitecturas o decoraciones de otros sitios durante cortos períodos –las fachadas zoomorfas por ejemplo–, usar artistas provenientes de otras ciudades y modificar abruptamente sus tradiciones plásticas, o establecer estrechas simbiosis esculturales como Quiriguá y Copán durante el corto tiempo en que sus linajes dirigentes estuvieron unidos por matrimonios políticos o mientras estuvieron en guerra al parecer en el año 737 d. C. Dentro de la generalidad regional, cada caso implica análisis específicos. Respecto al territorio y los asentamientos dispersos en él han avanzado notablemente los estudios sobre la ecología tanto actual como prehispánica, lo que permite hacer suposiciones posiblemente bastante certeras sobre el pasado. Valga un ejemplo: los estudios de la región de El Cajón en Honduras de la década de 1980 permitieron que para el final de esos años se arribara a una serie de conclusiones sobre la relación entre la ubicación de los sitios y las características productivas, 64


geológicas y geográficas (Hirth, Lara Pinto y Hasemann 1989). Lo aprendido es que el estudio de la capacidad de producción y las características del lugar permiten predecir con cierta razonabilidad la ubicación de los asentamientos, aunque no con certeza ya que ocurren otros factores no determinables (sociales, culturales, políticos y de otros órdenes); en este sentido la zona de El Cajón mostraría una postura diferente a lo sucedido en Oaxaca en donde los sitios responde, al parecer, a otras lógicas territoriales. Esto, como conclusión, no es poca cosa, ya que tras treinta años de interés en la ecología cultural, al menos desde que William Sanders la difundió metódicamente, los resultados a gran escala están a la vista. Tomado de: Las Ciudades Mayas: Historia de las teorías sobre su espacio urbano y territorio. http://www.danielschavelzon.com.ar/ebooks/Ciudades_Mayas.pdf 65


En busca del Apple T los primeros aĂąos inglesa

66Andrew Prescott y Susan


Tree: una revisiĂłn de os de la masonerĂ­a inglesa

usan Mitchell Sommers

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En busca del Apple Tree: una revisión de los primeros años de la masonería inglesa Andrew Prescott Universidad de Glasgow, Escocia andrew.prescott@glasgow.ac.uk Susan Mitchell Sommers Saint Vincent College en Pennsylvania, Estados Unidos susan.sommers@stvincent.edu Resumen La tradición relata que el 24 de junio de 1717 cuatro logias en la taberna londinense Goose and Gridiron organizaron la primera gran logia de la historia. Esto se sustenta solo en la segunda edición de las Constituciones de Anderson (1738), publicada más de veinte años después de los acontecimientos allí descritos. Anderson no hizo referencia a esa historia en la primera edición de las Constituciones (1723), tampoco otras publicaciones y artículos de prensa de la época. Pero al volver a revisar las fuentes se argumenta que la Gran Logia se creó durante un banquete que tuvo lugar en la Stationer’s Hall de Londres el 24 de junio de 1721 cuando el duque de Montague fue elegido gran maestro. Abstract The tradition has it that on 24 June 1717 four masonic lodges in London in a meeting at the Goose and Gridiron near St Paul’s Cathedral in London established the first Grand Lodge and elected Anthony Sayer as its first Grand Master is entirely dependent on a narrative by James Anderson in the second edition of the Book of Constitutions in 1773.Anderson’s narrative contains many internal contradictions and inconsistencies. 68


By revisiting such sources as William Stukeley’s account of his initiation in 1721 and an account of the election of the Duke of Montague as Grand Master in the records of the Lodge of Antiquity, it is argued that Grand Lodge was not created in 1717, but rather at the dinner at Stationers’ Hall in London on 24 June 1721 when the Duke of Montagu was elected Grand Master. Introducción Una de las ventajas de celebrar aniversarios es que nos permiten reconsiderar y revisar los eventos conmemorados. Así, el aniversario 800 de la Carta Magna en 2015 dio pie a nuevos descubrimientos acerca del origen de lo añadido al documento original de 1215 y de los amanuenses que intervinieron en su redacción; mientras que en 2016 el 400 aniversario luctuoso de Shakespeare trajo consigo la identificación de una nueva primera edición y, gracias al análisis multi-espectral, se logró fechar el borrador del testamento del bardo de Avon. Esperamos que las celebraciones del tricentenario de la Gran Logia darán, de igual forma, un nuevo ímpetu a las investigaciones de lo que Alfred Robbins llamó, en su clásico artículo de 1909, “los primeros años de la masonería inglesa organizada”1. La innovadora investigación de Robbins acerca de las primeras referencias a la Gran Logia en periódicos de la época, nos muestra cuánto se puede alcanzar mediante el análisis sistemático de las fuentes primarias. Por desgracia, son pocos los investigadores que han seguido las huellas de Robbins. El consenso general se basa aún sobre lo que expresó Albert Calvert en su libro editado en el bicentenario de la Gran Logia, donde puso en tela de juicio que alguna vez se encuentre una evidencia más contundente y auténtica sobre los primeros años de esta organización masónica, que la aportada por James Anderson en la edición de 1738 de las Constituciones2. Desde nuestro punto de vista, se puede lograr un análisis más crítico de las fuentes que aún existen sobre la historia de la masonería en In69


glaterra en 1723. Además, proponemos que, tras el estudio de dichas fuentes, se obtiene un panorama completamente distinto de la fundación de la Gran Logia del que escribió Anderson. Esperamos que las celebraciones del tricentenario, y el presente trabajo en especial, sirvan para reactivar la investigación de las fuentes primarias sobre los primeros años de la Gran Logia. Pero comencemos por revisar el texto fundamental. La historia de la formación de la Gran Logia en Londres, fue relatada por primera vez en la edición de 1738 de las Constituciones de Anderson, es decir, más de 20 años después de que sucedieron los hechos que pretende registrar. Anderson relata la ascensión de Jorge I al tronó inglés en 1714, así como la rebelión encabezada por Jacobo Estuardo, el célebre Old Pretender. El autor de las Constituciones nos dice que, en 1716, una vez sofocada la rebelión, las pocas logias que existían en Londres se sintieron abandonadas por el gran maestro Christopher Wren y decidieron “reunirse y cimentarse bajo un gran maestro, que fuera el centro de unión y armonía”3. A continuación, Anderson enlista las cuatro logias que se reunieron4. En primer lugar, la logia de la cervecería Goose and Gridiron5, del área conocida como St. Paul’s Churchyard. La sucesora de esta logia es la Antiquity no. 2. En segundo lugar, la logia de la cervecería Crown, ubicada en Parker’s Lane, cerca de Drury Lane. Esta logia se extinguió por falta de miembros poco después de 1736. En tercer lugar, la logia de la taberna Apple Tree, situada en Charles Street, en el área de Covent Garden. La historia de esta logia es complicada, pero puede decirse que es la antecesora de la logia Fortitude and Old Cumberland no. 12. Y, por último, la logia de la taberna Rummer and Grapes de la calle Channel Row, en la zona de Westminster. La descendiente de esta logia es la Royal Somerset House and Inverness no. 4. Anderson relata que estas cuatro logias se reunieron en la taberna Apple Tree de Charles Street. En dicha reunión también se dieron cita “algunos viejos hermanos” que, aparente70


mente, no eran miembros de ninguna de las cuatro logias. La reunión fue presidida por el más viejo de los maestros masones. Anderson afirma que la asamblea “se constituyó como una gran logia provisional en debida forma”. Como bien lo explicó Begemann hace ya algún tiempo6, esta afirmación es pura jerigonza legal utilizada por Anderson para demostrar la continuidad con los grandes maestros anteriores. Sin embargo, el resultado de dicha reunión descrita por Anderson fue muy claro. Las logias revivieron las comunicaciones trimestrales de la Gran Logia, accedieron a realizar una reunión y banquete anuales y decidieron elegir a un gran maestro. Según Anderson, el 24 de junio de 1717 se llevó a cabo un banquete de libres y aceptados masones en la cervecería Goose and Gridiron y que, antes de la cena, el maestro que había presidido la reunión en la taberna Apple Tree propuso candidatos para el puesto de gran maestro. Se llevó a cabo una votación y resultó electo Anthony Sayer. El relato de Anderson tiene connotaciones topográficas muy importantes. Dos de las logias estaban ubicadas en Covent Garden, un área que con sus populosas plazas y mercados era el epítome de lo que el historiador Vic Gatrell describió como la “infinita energía y acompasado desorden” de la vida urbana del siglo XVIII7. Este historiador sudafricano nos muestra cómo la zona de Covent Garden, con su interesante mezcla social de mercaderes, libreros, artistas, actores, prostitutas y carteristas, se puede considerar como el primer barrio artístico y bohemio. Una de las cuatro logias que enlista Anderson se reunía en la taberna Crown en Parker’s Lane, una callejuela estrecha “de poca monta”8 y cercana a los famosos “Hundreds of Drury”, una de las partes más decadentes de Covent Garden9. Probablemente se trate de la misma taberna Crown mencionada en un caso de 1722 presentado en Old Bailey, la corte criminal de Londres entre 1674 y 1913, en el que una sirviente del tabernero fue acusada de robarle una caperuza a su patrón. En su defensa, la sirviente argumentó que cualquiera pudo haber robado la prenda, dado que la taberna Crown era un lugar sin orden, y 71


declaró que “lo peor de lo que podía ser culpable era de asistir a su amo para conseguir prostitutas para los caballeros”10. Charles Street, donde se supone que se llevaron a cabo las conversaciones para formar una gran logia hace 300 años, estaba en el corazón de Covent Garden11. En 1844 esta calle cambió de nombre y en la actualidad forma parte de la calle Wellington, que es la continuación de la calle Bow y que la conecta con The Strand y el puente Waterloo. Para aquellos que estén familiarizados con Covent Garden, es la parte de la calle Wellington al norte de la calle Tavistock, donde está la entrada al antiguo Flower Market y el London Film Museum. Charles Street era un reflejo de la importancia de Covent Garden como barrio de artistas. Los pintores Thomas Gibson e Isaac Collivoe padre vivieron ahí, y los cuadros de Collivoe se vendieron después de su muerte, en 1726, en una casa de subastas y sala de conciertos, sobre la misma calle Charles, que se llamaba “The Vendu”12. El grabador Claude du Bosc tenía una tienda en esta calle, en la que alguna vez vendió una traducción de Ceremonies and Religious Customs of the Various Nations of the Known World, obra clave escrita por Bernard Picart y Jean Frédéric Bernard, que contenía una ilustración de una logia masónica13. El dramaturgo y poeta laureado Collley Cibber y el actor Barton Booth también vivieron allí. Pero Charles Street también era un reflejo de la extraordinaria mezcla social de Covent Garden. En ella se alojaban la entrada secreta a Hummums, unos baños turcos famosos por ser un centro de prostitución, y el prostíbulo que regenteaba “Mother” Hayward, al cual, tras la muerte de esta en 1743, se le adjudicó un valor de 10 000 libras14. En una esquina de Charles Street la viuda Hillmann ofrecía su remedio “Prevención Venérea”, el cual garantizaba que “infaliblemente conquista y destruye todas las partículas del veneno venéreo”15. La bulliciosa, energética, en ocasiones terrorífica y muchas veces inmoral vida urbana que se desarrolló en Inglaterra durante el siglo XVIII podía disfrutarse plenamente en Charles 72


Street, el telón de fondo para la reunión que Robert F. Gouldd escribiría como “el momento más importante de la historia de la masonería”16. Pero, ¿acaso se llevó a cabo dicha reunión en Charles Street? ¿Existía acaso la taberna Apple Tree? Las respuestas a estas preguntas son menos certeras de lo que, a partir de la repetición del argumento de Anderson a lo largo de 300 años, se podría suponer. El relato de la fundación de la Gran Logia en 1716-1717 no se reportó públicamente en ningún lugar antes de la edición de 1738 de las Constituciones. En la edición de 1723 de dicha obra, no se mencionan para nada los sucesos de 1717. Al referirse al reinado de Jorge I, las Constituciones de 1723 apenas y hacen mención de la colocación de la primera piedra de St. Martin-in-the-Fields, en septiembre de 1722, y se asegura que los libres y aceptados masones florecían bajo la dirección de su gran maestro, el duque de Montagu17. La única referencia que se hace de algún gran maestro anterior a Montagu es una breve mención de George Payne, quien ocupó el puesto durante las regulaciones de 172018. De Anthony Sayer se dice que era vigilante de la logia no. 3, según la lista de logias de la versión de 1723 de las Constituciones, pero en ningún momento se menciona que haya sido gran maestro19. No solo la historia de la fundación de la Gran Logia está ausente en las Constituciones de 1723. Tampoco se hace mención de los numerosos libros y artículos publicados sobre el tema de la masonería entre 1723 y 1738, como el Pocket Companion for Free-Masons de William Smith o Masonry Dissected de Samuel Pritchard. La referencia más temprana a la Gran Logia se hizo en el Post Boy del 24-27 de junio de 1721, donde se publicó una nota sobre el banquete en el que el duque de Montagu fue nombrado gran maestro20. El documento más antiguo que se conserva, emitido por la Gran Logia, es una invitación al gran banquete de 1722, que contiene un grabado de John Sturt, el mismo grabador que ilustró la Cyclopedia de Ephraim Chambers21. El primer libro de minutas de la Gran Logia comienza el 24 de junio de 1723. La historia de la Apple Tree, la Goose and 73


Constituciรณn de Anderson 1723 (arriba) y Constitucion de Anderson 1738 (abajo)

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Gridiron y las demás logias se basa enteramente en el relato de Anderson en sus Constituciones de 1738. La hipótesis ha sido, como bien lo explicó recientemente John Hamill, que “cuando Anderson escribió sus relatos todavía estaban vivos muchos de los que asistieron o que conocieron a quienes estuvieron presentes en la taberna Goose and Gridiron en junio de 1717”, y que lo hubieran rectificado en caso necesario22. Sin embargo, esta suposición es un tanto aventurada. En febrero de 1735, Anderson interpuso dos quejas ante la Gran Logia: una debido a que la primera edición de las Constituciones estaba agotada, y otra porque William Smith había plagiado material de su libro para redactar Free Mason’s Pocket Companion23. Según Anderson, las Constituciones eran “su propiedad exclusiva”. Pero en realidad no lo eran. El formato y el texto que se lee en la página de título de la obra dejan en claro que los editores y titulares de los derechos de autor eran John Senex y John Hooke24. Anderson, quien en ese entonces trabajaba con Hooke en la traducción de Conversations in the Realms of the House of the Dead de David Fassmann, recibió su pago, de parte de Hooke y Senex, bajo la forma de “pago por página” (“copy money”) y no por el volumen completo de las Constituciones25. Así, por mucho que Anderson hubiera reclamado a la Gran Logia, la edición de 1723 no era de su propiedad. Dos figuras clave en la edición de 1738 de las Constituciones fueron los editores Richard Chandler y Caesar Ward. Chandler había sido aprendiz de Hooke, y tras la muerte de este, en 1730, adquirió su empresa y muchos de los derechos de autor que detentaba26. En 1734, Chandler se asoció con su cuñado, Caesar Ward, y buscaron expandir su negocio a York27. Las negociaciones de ambos editores para comprar el York Courant, en enero de 1739, probablemente fueron el motivo por el cual se retrasó la publicación de la nueva edición de las Constituciones, ya que Anderson reportó la obra como lista para imprimirse en enero de 1738, pero se anunció para su venta apenas en enero 75


de 1739. Debido a su amistad con Francis Drake, Ward esperaba que las Constituciones se vendieran bien entre los masones de Yorkshire. La importancia de Chandler y Ward en la producción de las Constituciones de 1738 se hace patente en la suerte que corrió la obra posteriormente. Tras el suicidio de Chandler en 1744 y la bancarrota de Ward en 1746, los ejemplares restantes de las Constituciones de 1738 fueron vendidos a un editor de apellido Robinson, quien al parecer no era masón. Robinson reeditó el libro con su propia página de título y sin hacer referencia a la Gran Logia28. Al igual que en 1723, fue muy probable que Chandler y Ward le hayan pagado a Anderson por página por su trabajo en las Constituciones de 1738. Los problemas financieros de Anderson, y el hecho de que era un deudor sujeto a las “reglas de The Fleet”29, eran un fuerte incentivo para su producción literaria. Tanto él como sus editores, esperaban maximizar las ventas produciendo un volumen más completo y más fidedigno que sus competidores. Los anuncios publicitarios de la obra destacaban que “este nuevo libro es casi del doble de páginas que el anterior, con muchas nuevas informaciones, en especial sobre las transacciones de la Gran Logia desde entonces”30. El trabajo de Anderson estuvo bajo el escrutinio y la corrección de un grupo de grandes oficiales de la logia, pero no sabemos ni quiénes eran ni si habían tenido algo qué ver en los eventos de 1716-1717. George Payne y Jean-Théophile Desaguliers, dos figuras de capital importancia en los primeros años de la logia, seguían en activo como grandes oficiales hacia 1738-1739. Pero muchos de los otros grandes oficiales se habían iniciado en la masonería tiempo después de la época de la fundación. El hecho de que la Gran Logia estaba algo confusa respecto a lo publicado en la edición de 1723 de las Constituciones, nos habla de que la memoria colectiva de sus primeros años no era muy buena. 76


Anderson comenzó a involucrarse con la Gran Logia en 1721 y, por ende, no tenía conocimiento directo de los eventos anteriores. Pero, como buen historiador, se dio a la tarea de recolectar testimonios tanto orales como escritos, los cuales intentó empatar. Al final de la edición de 1738 de su libro, Anderson da una lista de sus hermanos que lo habían apoyado durante la preparación de este31. En su otra gran obra, Royal Genealogies, aporta una lista similar. La de 1738 no era una lista de miembros, sino más bien una forma de hacer públicas sus conexiones sociales y demostrar su autoridad en la materia. Así, en dicha lista encontramos los nombres del duque de Richmond, el conde de Inchiquin y el conde de Loudon. Otros enlistados, como los grabadores John Pine y Louis-Phillippe Boitard o el impresor Thomas Aris, se mencionan debido a su intervención en la producción del volumen. Algunos otros se añadieron a la lista dado que aportaron información sobre eventos específicos, como William Goston y el científico Erasmus King, amigo de Desaguliers, quienes actuaron como vigilantes durante la iniciación del príncipe de Gales, en 173732. Muchos de los hombres que menciona Anderson, tales como Martin Clare, William Graeme y Edward Hody, se iniciaron en la masonería hacia finales de la década de 1720 y principios de la de 173033. Es muy poco probable que Thomas Desaguliers, hijo de Jean-Théophile, que apenas contaba con 17 años de edad y que comenzó a frecuentar las logias en 1738, haya sido de mucha ayuda para las pesquisas de Anderson34. De los masones que menciona Anderson, y que se habían iniciado en la masonería a principios de la década de 1720, solamente uno afirmó haber estado presente en los eventos de 1716-1717. Se trata de Jacob Lamball, un carpintero que fue nombrado primer vigilante en la taberna Goose and Gridiron en 1717. Al parecer, Lamball fue la principal fuente de información que tuvo Anderson para los eventos de aquel año. Resulta sorprendente que Anderson no mencionara a Anthony Sayer en su lista de agradecimientos, a pesar de que aún estaba vivo en 1738. Lo anterior 77


se explica por el descrédito en el que cayó Sayer debido a las quejas que se interpusieron en su contra, en 1730, por iniciar masones irregularmente a pesar de haber recibido ayudas de caridad de parte de la Gran Logia. Si Anderson consultó a Sayer, no estaba dispuesto a hacerlo público. Hay muchos elementos que desacreditan a Lamball como testigo de los eventos de 1716-1717. A pesar de haber sido nombrado vigilante en 1717, no existe evidencia de su actividad masónica sino hasta marzo de 1735, cuando fungió como primer vigilante en reemplazo de sir Edward Mansell 35. Esto sucedió en la primera comunicación trimestral inmediatamente después de aquella en la que Anderson propuso una nueva redacción de las Constituciones. Sospechosamente, parecería que el mismo Anderson fue responsable de la reaparición de Lamball en la Gran Logia. No se sabe cómo es que Lamball fue nombrado vigilante en 1735, ya que hay algunos problemas con su historia. En 1717, Lamball era apenas un aprendiz de carpintero, ya que empezó su contrato con John Manwell en marzo de 171436. Lamball no se convirtió en independiente registrado en la Carpenters’ Company hasta el 6 de junio de 172137. Como aprendiz, los tiempos de ocio y descanso de Lamball estaban controlados estrictamente por su maestro38, por lo que se antoja difícil que haya podido dedicarse a la organización de la Gran Logia. Pero hay otras anomalías con Lamball. Cuando contrajo matrimonio en 172539, declaró ser mayor de 30 años, lo cual significa que tendría unos 19 años cuando se inició como aprendiz, lo cual es mayor que la edad habitual de 14 años. Para 1731, sin embargo, Lamball ya era más próspero y había establecido su propia carpintería en la calle Hyde, de Bloomsbury, y rentaba una casa nueva en Camberwell40. Siguió asistiendo a la logia hasta 1745. En 1756, Lamball solicitó ayuda de caridad a la Gran Logia debido a su avanzada edad y a que se encontraba enfermo (al parecer tendría ya 61 años). Recibió diez guineas41. Murió tres años después y fue enterrado en la 78


iglesia de St. George, en Bloomsbury42. Anderson también echó mano de fuentes escritas. El gran secretario John Revis le dio acceso a los libros de minutas de la Gran Logia. Al final del primer libro hay una lista de oficiales de la logia, comenzando con Sayer como gran maestro y siguiendo con Lamball y Joseph Elliot como vigilantes43. Esta lista fue alterada por Anderson, ya que después del nombre del vigilante William Hawkins, nombrado en 1723, añadió: “quien renunció y entonces James Anderson AM fue electo en su lugar”44. Anderson también añadió las iniciales “A.M.F.R.S.” después del nombre de Martin Clare, registrado en 1734. Sin importar lo que opinemos de las alteraciones hechas por Anderson al libro, esto nos confirma que la lista se recopiló independientemente de su investigación y que la empleó como fuente. Al igual que el resto de las minutas, la lista de oficiales de la Gran Logia fue escrito del puño y letra de William Reid, quien fue nombrado gran secretario en diciembre de 172745. El tipo de letra y el color de la tinta sugieren que Reid insertó la lista en el libro de minutas después de 1731, posiblemente tan tarde como 1734. Así tenemos que esta lista, a pesar de ser independiente del trabajo de Anderson, también se recopiló mucho tiempo después de la fundación de la Gran Logia y, probablemente, reflejaba el estado de ánimo al interior de esta en la década de 1730. Anderson hizo lo más que pudo para hilar los relatos de gente como Lamball y los fragmentos de información escrita, tales como los ya mencionados libros de minutas. Por desgracia, Anderson sucumbió a la tentación de actualizar y pulir sus fuentes. Añadió información sobre Joseph Elliot, uno de los vigilantes de la época de Sayer, afirmando que era capitán. Sin embrago, no existe información al respecto en los archivos militares. Anderson también añadió que John Cordwell, nombrado vigilante de la logia en 1718, era “carpintero de cabildo”46. Cordwell era en realidad miembro del gremio de carpinteros de The City en 1738, cuando se involucró en una batalla legal con el alcalde y 79


el cabildo debido a discrepancias en los precios de la madera en el contrato para la nueva Mansion House47, pero obtuvo este puesto en 1722 y no antes48. De igual forma, en la lista de oficiales se menciona a Richard Ware como vigilante de la logia en 1720, y Anderson nos informa que era matemático. No hay registros de las aportaciones de Ware a las matemáticas, pero se sabe que era un exitoso librero y que muchas de las obras que publicó versaban sobre perspectiva y arquitectura49. Existen muchas contradicciones en el recuento de los primeros años de la Gran Logia hecho por Anderson. Por ejemplo, afirma que el primer acto de Sayer como gran maestro fue revivir las comunicaciones trimestrales, pero solamente reporta los banquetes anuales que se realizaban en Goose and Gridiron. La primera comunicación trimestral a la que se refiere Anderson fue la realizada el 25 de marzo de 172150. Como bien apuntó Begemann, era muy difícil que una reunión trimestral se llevara a cabo el 25 de marzo, día de la anunciación en el calendario cristiano, cuando la gente estaba ocupada en el pago de rentas y renovación de contratos51, ya que, según los libros de minutas, es evidente que la Gran Logia evitaba reunirse ese día52. Al parecer, Anderson inventó esta comunicación trimestral para dar certeza de que el duque de Montagu había sido nombrado gran maestro en toda forma. Hay un problema similar con la comunicación trimestral de marzo de 1722, durante la cual, supuestamente, un comité de la Gran Logia aprobó el texto de las Constituciones que se publicaría en 1723. Hay otros puntos en los que es evidente que Anderson inventó detalles para complementar su narrativa. Su reporte del incremento del número de logias entre 1721 y 1722 (12 logias en junio de 1721, 16 en septiembre del mismo año, 20 en diciembre igualmente de 1721 y 24 en marzo de 1722) es sospechosamente regular en su progresión aritmética, y no corresponde con los que sabemos a partir de otras fuentes53.

El epítome de las dificultades narrativas de Anderson es 80


la taberna Apple Tree, que es el ejemplo más notorio de su problema con las fechas. Apple Tree existía en 1738, y los archivos de las licencias nos muestran que quien detentaba la de esta taberna era James Douglas, que la había comprado en 172954. Sin embargo, a pesar de que se conocen cientos de nombres de tabernas en el Londres de 1716 (muchas de ellas con variantes del nombre “Apple Tree”), no hay referencia alguna a la Apple Tree de Charles Street; al parecer, este nombre se lo puso Douglas cuando tomó posesión de la propiedad en 1729. Como apunta W. J. Williams, los libros de registros muestran que Apple Tree estaba en el lado este de Charles Street, en la esquina con York Street55. Este sitio corresponde en la actualidad con el número 28 de Wellington Street, esquina con Tavistock Street, y el local lo ocupa un restaurante de la cadena “Bella Italia”. Los dueños anteriores de este establecimiento fueron Robert McClure –de 1713 a 1719– y Thomas Taylor –entre 1719 y 1729–56. Las licencias, tanto de McClure como de Taylor, eran para operar como posaderos, pero no hay evidencia de que hayan usado el nombre “Apple Tree”. Nuestro argumento durante la pasada cátedra Edward A. Sankey, en la Brock University, fue que en 1716 dicho local no era una taberna sino una mercería llamada The Golden Anchor, propiedad de Simon Mayow57. Pero una revisión subsecuente de los archivos demostró que The Golden Anchor no estaba en el lugar que después ocupó la Apple Tree, sino en el lado sur de York Street. Sin embargo, la búsqueda de la Apple Tree ilustra la forma en que la narrativa de Anderson es confusa debido a sus invenciones y sus actualizaciones de nombres de personas y lugares, en las que verdades a medias se entremezclan con hechos inventados a propósito. A pesar de que algunos nombres de tabernas han pasado de una generación de licenciatarios a otra –aún hoy se puede beber algo en The Coach and Horses, cuyo nombre data de 1736–, el nombre Apple Tree parece haber sido exclusivo de James Douglas, ya que desapareció después de su muerte en 175358. 81


Anderson distorsionó e inventó su narración porque la Gran Logia se lo pidió. En la edición de 1723 de las Constituciones, Anderson intenta demostrar que el origen la masonería se puede rastrear hasta el inicio de los tiempos, pero es muy vago en su relato acerca de la sucesión de grandes maestros desde la antigüedad. El 31 de marzo de 1735, la Gran Logia aprobó una moción en la se expresaba “el deseo de que el Dr. James Anderson imprima los nombres (en su nuevo libro de Constitu82


ciones) de todos los grandes maestros que pueda hallar desde el principio de los tiempos, así como una lista con los nombres de todos los grandes maestros suplentes, de los grandes vigilantes y de los hermanos que hayan servido a la orden en calidad de expertos”59. Anderson recibió estas instrucciones para que, en el futuro, todos los oficiales de la logia se seleccionaran a partir de estas listas. Esta medida fue diseñada para marcar la exclusividad social del grupo y para evitar que algún oficial cayera en la indigencia y solicitara ayuda caritativa de la logia, como había sucedido con Sayer y con Joshua Timson, el arruinado zapatero y herrero que fue vigilante en la misma época queAnderson60. Asimismo, la Gran Logia estaba, sin duda, enterada de los planes que se forjaban para establecer una gran logia en Escocia y, por tanto, debía apresurarse para establecer su primacía. Otra consideración que llevó a Anderson a enfatizar las continuidades en la historia de la Gran Logia, fue la forma en la que esta organización se inclinó hacía la oposición “patriótica” contra el gobierno de Walpole, la cual se centraba alrededor de la figura de Federico Luis, el príncipe de Gales61. Esta tendencia era impulsada por Desaguliers, a quien el príncipe le había otorgado un espacio en Kew Palace para instalar su equipo de laboratorio62. La dedicatoria y la presentación de la edición de 1738 de las Constituciones al príncipe de Gales, fueron señales inequívocas de apoyo en un momento en el que el heredero al trono había caído de la gracia de su padre y era visto por la oposición como la última esperanza para restablecer el orden que se había perdido debido a la corrupción de Walpole63. Bajo la influencia del libro Remarks on the History of England, escrito por Henry St John Bolingbroke en 1730, la oposición “patriótica” resaltaba la importancia “del sentido de continuidad y orgullo que representan el ser británico”, así como la consciencia de las tradicionales libertad e independencia británicas64. La historia de la masonería escrita por Anderson tenía el fin de mostrar a la organización como profundamente arraigada en la tradición inglesa, pero revitalizada por la casa de Hannover. 83


De no ser por el tardío y sospechoso testimonio de Anderson y por la lista de oficiales en los libros de minutas, se pensaría que la Gran Logia se fundó en 1721. No existen referencias contemporáneas a la Gran Logia entre 1717 y 1721: ni un reporte en la prensa, ni un solo panfleto antimasónico, ni una mención en algún diario privado, ni una sola obra teatral satírica65. Parecería que, en Inglaterra, la masonería entró abruptamente en escena en 1721. Otras dos fuentes nos ofrecen una explicación muy sencilla: la Gran Logia se fundó, en realidad, en 1721. Estas fuentes son los escritos del médico, anticuario y filósofo natural William Stukeley y un libro en los archivos de la Lodge of Antiquity. Ambos son contemporáneos y más confiables que las fuentes consultadas en la investigación de Anderson. El cuento de que Sayer, Lamball y otros habían sido oficiales de la logia antes de 1721 fue inventado por ellos mismos, con el fin de obtener dinero del fondo de caridad de la Gran Logia. Si esta accedió a su petición, fue para reforzar sus derechos por sobre las demás logias y para demostrar su propia antigüedad. Stukeley fue uno de los fundadores de la Sociedad de Anticuarios, y es recordado por sus investigaciones arqueológicas en Avebury y en Stonehenge. Dejó registrado en su diario que, el 6 de enero de 1721, se inició “masón en la taberna Salutation, de Tavistock Street, junto con el señor Collins y el capitán Rowe, quien fabricó la famosa máquina de buceo”66. La Salutation era una taberna muy conocida del barrio de Covent Garden, justo a la vuelta de la esquina de la Apple Tree, que fue establecida en 1709 y que sobrevivió hasta 188167. No sabemos quién era el señor Collins, pero Jacob Rowe era un capitán de barco y emprendedor de Devon, que patentó una campana de buceo 68. Pero, lo más sorprendente del relato de la iniciación de Stukeley, lo dejó plasmado en su “commonplace book”69: “yo era la primera persona que se iniciaba en la masonería en Londres desde hacía muchos años. Tuvimos muchas dificultades para encontrar miembros suficientes para llevar 84


a cabo la ceremonia. Inmediatamente después de esto, tomó gran impulso y todos estaban locos por ser miembros”70. Alrededor de 1750, mientras preparaba un resumen de su vida, Stukeley nuevamente enfatizó la falta de masones en Londres en 1721: “Su curiosidad lo llevó a ser iniciado en los misterios de los masones, sospechando que serían una continuación de los misterios de los antiguos, pero fue difícil hallarlos en número suficiente en todo Londres. Después de esto se convirtieron en una moda pública, que no solo se extendió por Inglaterra e Irlanda, sino también por toda Europa”71. El relato de Stukeley, sobre la falta de masones para llevar a cabo su iniciación, es imposible de empatar con la narrativa de Anderson, quien afirma que el número de logias creció rápidamente72. La taberna Salutation, donde fue iniciado Stukeley, estaba a unos cuantos pasos del punto de Charles Street donde después se alojaría la Apple Tree. Resulta sorprendente la dificultad para encontrar masones si es que, realmente, una logia se reunía allí. Para Stukeley, el verdadero detonante para el crecimiento de la masonería fue el nombramiento del duque de Montagu como gran maestro en Stationer’s Hall, en junio de 1721. A diferencia de Anderson, Stukeley sí asistió a este evento y lo describió así: Los masones tuvieron una cena en Stationer’s Hall, estaban presentes el duque Montagu, lord Herbert, lord Stanhope, sir Andrew Fountaine, etcétera. “El Dr. Desaguliers pronunció un discurso. El gran maestro señor Payne mostró un viejo manuscrito de las Constituciones, que obtuvo en el oeste de Inglaterra y que tiene 500 años. Nos leyó un nuevo grupo de artículos que deberán ser observados. El duque Montagu fue electo gran maestro para el año próximo, y el Dr. Beal como suplente”73. A pesar de que el relato de Stukeley es mucho más sucinto que el elaborado recuento de Anderson, nos aporta detalles importantes. En primer lugar, nos revela que, además de la 85


presencia de lord Stanhope –el futuro cuarto conde de Chesterfield– también estuvieron allí lord Herbert –noveno conde de Pembroke– quien era arquitecto y mecenas, gran promotor del palladianismo, y el intelectual sir Andrew Fountaine, responsable de las colecciones de lord Herbert y otro eminente promotor de la arquitectura palladiana74 . En segundo lugar, Stukeley reporta que George Payne presentó un manuscrito con los “Old Charges”. Sabemos que se trataba del manuscrito Cooke75 gracias a que Stukeley hizo un dibujo de él y a que dicho manuscrito estuvo bajo resguardo de la Gran Logia en sus primeros años, durante los cuales William Reid hizo dos transcripciones del documento76. El descubrimiento del manuscrito Cooke, que quizás fue considerado como un compendio de “misterios de los antiguos”, provocó que Anderson fuera comisionado para rescatar las tradiciones y salvarlas de los “graves errores encontrados en la historia y en la cronología” incurridos por la “ignorancia de los escribas en las edades obscuras e iletradas, antes del renacimiento de la geometría y de la antigua arquitectura”77. Stukeley asegura que George Payne era gran maestro cuando el duque de Montagu fue electo, pero resulta sorprendente que ni un hombre de ciencia, tan bien conectado socialmente, ni la logia de la taberna Salutation no supieran nada de Payne seis meses antes. ¿Había sido nombrado Payne gran maestro apenas en 1721? De igual forma, los reportes periodísticos nos dicen que entre doscientos y trescientos masones asistieron al banquete en Stationers’ Hall, lo cual supone un cambio radical respecto a enero del mismo año. Al parecer, durante la primera mitad de 1721, la masonería realmente tomó “gran impulso” y Stukeley tuvo que ver con esto. En diciembre de 1721, Stukeley participó en la fundación de una logia en la taberna Fountain, en The Strand, de la que fueron miembros el doctor Beal, gran maestro suplente de la Gran Logia, y el mismo Stukeley fue electo gran maestro78. Nos relata que, en 1722, esta logia recibió a numerosos personajes ilustres, como al duque de Queensberry, al duque de Wharton, a lord Hinchingbrooke, 86


a lord Dumbarton y a lord Dalkeith79. El prestigio social de esta logia también quedo registrado en los reportes sobre masonería en la prensa de la época. La impresión que nos da Stukeley acerca de la repentina aparición en escena de la Gran Logia, en 1721, queda corroborada con otra fuente que, a pesar de no ser muy conocida, aporta un relato crucial para la historia de la creación de la Gran Logia. Se trata de una copia contemporánea de una minuta que describe la reunión, el 24 de junio de 1721, que se encuentra en los archivos de la logia Antiquity no. 2, la misma logia que se reunía en la cervecería Goose and Gridiron. Este archivo no ha sido suficientemente estudiado, y aprovechamos la oportunidad para agradecer el venerable maestro, al secretario y a los miembros de la logia Antiquity no. 2 que nos hayan otorgado las facilidades para examinar este manuscrito y tomar imágenes de él. Un evento que constituyó una tragedia para el estudio de la historia de la masonería fue la “noche de la indignación”, acaecida en la logia Antiquity en noviembre de 1778, cuando los simpatizantes de William Preston en su disputa con la Gran Logia, robaron archivos y mobiliario80. Al momento de este incidente, la logia tenía en su poder las minutas completas entre 1721 y 1778, al igual que tres volúmenes con los archivos de los tesoreros y de los tejadores. Los dos volúmenes, que contenían las minutas de 1721 a 1733, están perdidos, y a otros volúmenes se les arrancaron páginas. La pérdida de estos registros es desastrosa. Sin embargo, se conserva un borrador, marcado como “E”, que contiene algunas de las primeras minutas. Por fortuna, este tomo se encuentra aún en su encuadernación original, que tiene pegada la tarjeta de Charles Stokes, “Librero en Red-Lyon cerca de Bride-Lane, en Fleet Street”. La tarjeta tiene la fecha de 1716, probablemente es la fecha de cuando fue grabada. Stokes era conocido por comercializar el “famoso Tabaco Oftálmico, que se fuma suavemente y es agradable al olfato”, al que se le 87


hizo una extensa publicidad a partir de 1720, y las hojas de tabaco se ven en la tarjeta81 . Stokes, “una persona ingeniosa que ha coleccionado medallas, pinturas y otras curiosidades”, murió el 10 de junio de 174182. La membresía de Stokes en la logia Antiquity se hace constar en el volumen “E” y, en 1719, fue tutor de geometría, algebra y materias relacionadas junto con Jonathan Sisson83. Gracias a que el tomo y la tarjeta de Stokes sobrevivieron, sabemos que el libro “E” en los archivos de la logia Antiquity es anterior a las acciones de Preston y sus seguidores y que, probablemente, haya sido encuadernado para la logia a principios de la década de 1720. Una buena parte del libro no se utilizó sino hasta años después de su adquisición, ya que también contiene minutas de 1759 a 1767 entre las fojas 9v y 85, además de la contabilidad de la logia desde la foja 148v hasta el final del volumen. Igualmente contiene notas diversas de, por ejemplo, la entrega de una placa para imprimir boletos, en julio de 1751, o en la foja 7v el reembolso de los fondos pagados durante una ceremonia trimestral en abril de 1756. En la foja 124v hay una lista inconclusa de grandes oficiales que es muy interesante, ya que omite incluir a Anderson como primer vigilante en 1723. Sin embargo, esta lista es muy tardía ya que está escrita por la misma persona que apuntó las minutas entre el 11 de junio y el 26 de agosto de 1766. El volumen no escapó ileso de la “noche de la indignación”, ya que de las fojas 125 a la 133 hay algunos extractos, escritos en caligrafía de finales del siglo XVIII, que se supone son del libro de minutas de 1721 a 1733 que se encuentra perdido. Como lo señala Wonnacott84, están escritos por una mano que no puede ser anterior a 1765 y muchos trazos tienen una marcada semejanza con las notas a pie de página de los trabajos de William Preston, lo que sugiere que son registros que fueron redactados y corregidos bajo su dirección. Pero, al principio del libro “E”, hay dos documentos que pueden ser fechados sin lugar a dudas como de principios de 88


la década de 1720. Después de la reproducción de un retrato del duque de Montagu hecho por John Faber, hay una minuta en la foja 2 que describe el nombramiento del duque en junio de 1721; luego, a partir de las fojas 4-5, hay una lista de miembros de la logia, fechada el 18 de septiembre de 1721. El principio de esta lista está escrito por la misma persona que escribió la minuta del nombramiento de Montagu. Las adiciones posteriores a la lista, que dejan registro de algunos personajes ilustres de la logia, como el primer conde de Waldegrave y sir Charles Hotham, parlamentario de Beverly85, son primero de la mano original y después de una variedad de manos que parecen ser, como en el caso del grabador Benjamin Cole, las firmas de los propios miembros. Las últimas entradas en la lista hacen referencia a las iniciaciones del 15 de marzo de 1725, lo que significa que la lista no puede ser posterior a 1726. La mayoría de los miembros nombrados en la primera sección aparece en la lista de miembros de la logia de la taberna Goose and Gridiron. Otros nombres en la lista de 1725 aparecen como miembros de la logia en la taberna Queen’s Arms, que es a donde se mudó la logia de la Goose and Gridiron86. Lo anterior nos lleva a pensar que la relación entre ambas logias es más compleja de lo que se creía anteriormente, probablemente dado el papel del duque de Wharton como gran maestro de la logia en Queen’s Arms. Sin embargo, la lista de la logia refleja a los miembros a principios de la década de 1720, y fue copiada en el libro “E” en esa época. El nombre del maestro William Esquire parece, a primera vista, un error de redacción, pero posiblemente se trate de un William Esquire que bautizó a su hija Ann en St. Botolph Aldgate en 171087. De ser así, se trata del primer maestro de la logia Antiquity.Ya que la lista de miembros de la logia Antiquity contenida en el libro “E” data de principios de los 1720, se puede presumir que el relato del nombramiento del duque de Montagu, escrito por la misma persona, fue redactado no mucho después de 1721 y cabe, por lo tanto, considerarla como una fuente contem89


poránea. Esta minuta extiende considerablemente el listado de nobles y caballeros distinguidos que asistieron al evento. Concuerda con la mención de Stukeley sobre la presencia de lord Herbert y sir Andrew Fountaine, así como la de lord Hinchingbrooke88, quien después visitaría a Stukeley en la logia Fountain. También nos dice que lord Hillsborough, un amigo cercano del duque de Wharton89, estuvo presente. La minuta no dice explícitamente que lord Stanhope haya estado presente, pero la entrada “P. Stanhope” tal vez se refiera a él. El William Stanhope que aparece posiblemente sea el hermano menor de lord Stanhope. En el texto también se mencionan un buen número de baronets y caballeros, como sir William Leman, tercer baronet, sir George Oxenden, quinto baronet, parlamentario del partido whig por Sandwich 90; sir Robert Rich, cuarto baronet, quien en la época era parlamentario por Dunwich y partidario de Walpole91, Sackville Tufton, posteriormente séptimo conde de Thanet, y el coronel John Cope, parlamentario por Queenborough y también partidario de Walpole92. La mintua también menciona a Christopher Wren hijo, quien después sería maestro de la logia Antiquity, así como a miembros de las logias Goose and Gridiron y Queen’s Arms, entre ellos a Richard Boult, Charles Hedges y William Western, un miembro de la Royal Society. El documento de la logia Antiquity nos muestra que la concurrencia a la iniciación de Montagu fue de lo más granado de la sociedad. Lo más sorprendente es la noticia de que el duque de Wharton asistió también. Esto no era inherentemente improbable, pero un reporte en la prensa, aparecido el 5 de agosto de 1721, afirmaba que Wharton se inició en la masonería en la logia de la taberna Queen’s Arms apenas a finales de julio de ese mismo año93. Lo anterior pone en tela de juicio la secuencia exacta de los acontecimientos respecto a la iniciación de Wharton, aunque no desacredita el relato de la logia Antiquity94. La reunión se describe como “una asamblea general de un gran número de masones”, la minuta declara que el duque de Montagu fue electo gran maestro, y juró sobre la biblia, “observar y 90


mantener inviolables en el porvenir todas las franquicias y libertades de los masones de Inglaterra y todos los archivos de la antigüedad en custodia de la vieja logia de San Pablo de Londres”. Mientras que esta minuta tenía la intención evidente de apuntalar las pretensiones de la logia, estas estaban basadas sobre la posesión de los archivos de los Old Charges. En este contexto, que Payne haya presentado un documento muchos más antiguo realmente complicaba todo el asunto. Esto añadió gravedad a la segunda parte del juramento de Montagu: “Firmemente observar y nunca permitir ninguna injerenciaen los Landmarks de las viejas logias de Inglaterra, lo que igualmente será hecho por sus sucesores, quienes estarán sujetos por juramento a hacer esto mismo”. En reciprocidad, las antiguas logias convinieron en renunciar a sus privilegios en favor de este nuevo organismo, que era la Gran Logia: En este día los masones de Londres, a nombre propio y del resto de sus hermanos de Inglaterra, confieren sus separados y distintos derechos y poderes de congregarse en capítulos, etcétera, presentes en la viejas logias de Londres, a favor de lo que hoy fue públicamente reconocido y notificado a los hermanos reunidos en Gran Logia. Los maestros de las viejas logias aceptaron y confiaron en nombre de sus logias y todo se juró pertinentemente. Así, la más completa y detallada descripción contemporánea nos demuestra que el nombramiento del duque de Montagu y el acto de transferencia de los privilegios de las viejas logias londinenses al gran maestro y a la nueva Gran Logia se llevó a cabo, no en la taberna Goose and Gridiron en 1717, sino en la reunión en Stationers’ Hall en 1721. Este relato es convincente no solo por ser más contemporáneo que el de Anderson, sino también porque concuerda con 91


el registro de Stukeley y con la evidencia hallada en la prensa. Al parecer fue George Payne, con ayuda de Desaguliers y tal vez de Stukeley mismo, quien diseñó un esquema para llevar a la masonería a un nuevo nivel social y cultural en los meses previos, además de que consiguió llevar a sus filas a reclutas ilustres como el duque de Montagu y tal vez al duque de Wharton también. Payne fue sin duda quien orquestó toda la operación, preparó los reglamentos del nuevo organismo y tal vez haya sido nombrado gran maestro durante el proceso. Pero el significado de la minuta de la logia Antiquity es muy claro: la Gran Logia no se fundó en la taberna Goose and Gridiron el 24 de junio de 1717 sino cuatro años después, cuando las logias londinenses hicieron una transferencia formal de sus privilegios a la nueva organización, el 24 de junio de 1721 en Stationers’ Hall. Por ende, el recuento de Anderson de lo sucedido entre 1717 y 1721 debería descartarse. La minuta de la logia Antiquity indica por qué la Gran Logia se empeñó en dejar en claro que no estaba en deuda con las demás logias londinenses y en promover una versión alterna de sus orígenes. Pero, ¿qué hay de lo que dijeron Sayer, Lamball y otros respecto a su investidura como grandes oficiales en 1717? ¿De dónde surgieron estas historias? Es factible que Sayer y los demás hayan relatado esta historia con la esperanza de obtener ayuda caritativa de parte de la Gran Logia. Al tiempo que hacían circular sus historias, a principios de la década de 1730, proveyeron de material valioso a William Reid y a James Anderson, quienes tenían instrucciones de demostrar que la Gran Logia era heredera de las tradiciones antiguas. Para entender mejor esta dinámica, es necesario que regresemos a la logia que se supone se reunía en la taberna Apple Tree de Charles Street. Para 1723 la logia se ha dicho que se reunía en la Apple Tree tenía su base en la taberna Queen’s Head, en Knave’s Acre. 92


Este lugar se conocía también como Little Pulteney Street y corresponde actualmente a la parte oriental de Brewer Street, en el barrio de Soho. Strype describió a Knave’s Acre como “estrecha y habitada principalmente por comerciantes de cosas viejas y de botellas de vidrio”95. La calle tenía muy mala reputación, había constantes quejas de desórdenes en casas de noche “donde se refugian y entretienen holgazanes sospechosos de ser ladrones, carteristas y otras personas disolutas y malvadas, donde se clama que hay asesinatos, etcétera”96. En la prensa se anunciaba un “remedio contra el paludismo”, un polvo que garantizaba curar la fiebre, y se instruía a los potenciales clientes que “subieran las escaleras en Joyner’s, en la puerta junto a Queen’s Head, en Little Pulteney Street, Knave’s Acre”97. Hacía poco que se habían llevado a cabo renovaciones en algunas propiedades alrededor de Knave’s Acre98, por lo que no queda claro cuánto tiempo llevaba la Queen’s Head establecida ahí. A pesar de que la logia en Queen’s Head aparece en segundo lugar en las primeras listas de logias y de miembros, se reunía bajo una patente otorgada por la Gran Logia con fecha del 23 de febrero de 1723. Por qué le fue otorgada dicha patente es un misterio. Anderson contó, en 1738, que algunos miembros de Apple Tree se habían mudado a Queen’s Head debido a una disputa99, pero, dada la poca certeza respecto la logia de la taberna Apple Tree, esta explicación tiene un cierto aire de ofuscamiento. No se puede más que dudar que esta logia se haya reunido en un lugar distinto a la Queen’s Head. Se presume que esta logia consistía principalmente de masones operativos y de artesanos, pero no era así. Su maestro en 1723 era Abraham Rayner, un abogado100, y otro miembro de la logia, Moses Jevans, era destilador101. No obstante, esta logia no era particularmente adinerada ni respetable. Abraham Rayner estuvo preso en Newgate durante tres años por deudas y se le acusó de intentar estafar a otro reo102. Los fragmentos de información acerca de Sayer, quien decía haber sido gran maes93


tro, nos indican que era un hombre en circunstancias extremas. Vivía en el barrio pobre de St. Giles in the Fields, y dependía de la caridad de sus compañeros masones para no morir de frío en el invierno103. Su primera esposa, Elizabeth, fue asaltada violentamente porun grupo de mujeres irlandesas en 1736 y murió al año siguiente104. En 1739 Sayer contrajo segundas nupcias con Eliza May, una viuda, en una ceremonia sencilla y discreta bajo las reglas de The Fleet105. A pesar de todo, al funeral de Sayer, realizado en St. Paul de Covent Garden en 1742, asistió una espléndida cohorte de sus hermanos masones106. Conforme creció la Gran Logia, el manejo de sus fondos para caridad se convirtió en un tema de capital importancia. Desaguliers advirtió, en 1729, que la Gran Logia “no debería admitir personas que se unen a la sociedad solamente como medio de sustento”107. Lo anterior se convirtió en un tema recurrente. En la comunicación trimestral de 1735, la misma en la que Anderson recibió el encargo de elaborar una lista de grandes maestros para sus nuevas Constituciones, se aprobó una resolución que proveía que, para prevenir que la gente se uniera a la masonería para beneficiarse de los fondos de caridad, todas las peticiones de socorro deberían incluir evidencia de que el solicitante había gozado de “buenas o al menos tolerables circunstancias” mientras había sido masón108. Mientras que la logia de Queen’s Head contribuía regularmente al fondo de caridad de la Gran Logia, también era de donde provenían más peticiones de ayuda. El caso de Henry Pritchard, un carpintero de Drury Lane que fue miembro de la Queen’s Head y de otras logias londinenses, es ilustrativo. En mayo de 1723 fue enjuiciado por agredir a un hombre llamado Abraham Barret, a quien le fracturó el cráneo por haber insultado a la masonería de manera escandalosa, utilizando un buen número de improperios. El jurado halló culpable a Pritchard, pero dado que la agresión fue provocada, le impuso únicamente una multa de 20 chelines109. 94


La Gran Logia no estaba dispuesta a dejar desamparado a uno de sus miembros que había salido en defensa de la masonería, y realizó una colecta que reunió más de 28 libras110. A pesar de tan generosa ayuda, cinco años después Pritchard se vio de nuevo en apuros y recibió ayuda de la logia de Queen’s Head111. En 1730, Pritchard volvió a solicitar auxilio a la Gran Logia argumentando que había sido masón desde el año 1700. Su petición fue desechada, dado que se le había ofrecido un lugar en el asilo y lo había rechazado112. Al año siguiente, Pritchard volvió a solicitar ayuda a la Gran Logia arguyendo su pobreza, ceguera y edad, declarando que había sido masón durante más de 40 años –en esta ocasión dijo que se había iniciado en 1690. Su solicitud fue aprobada, y se acordó que Desaguliers le daría cinco libras de los fondos de caridad y que él mismo se encargaría de ver que Pritchard los usara con prudencia113. El ejemplo anterior demuestra cómo los fondos caritativos de la Gran Logia eran muy atractivos para los miembros que se dedicaban al trabajo físico y la artesanía, y que el manejo discrecional del fondo llevaba a los solicitantes a hacer hincapié en su pertenencia y antigüedad dentro de la masonería. 95


Otro miembro de la Queen’s Head que intentó sacar provecho de la caridad masónica fue el mismísimo Sayer. Como vimos anteriormente, su nombre no aparece en la lista de grandes maestros en las Constituciones de 1723. En 1724 fue uno de los primeros en solicitar ayuda de la Gran Logia –aunque en esa ocasión no mencionó su cargo– y su caso fue el detonante para el establecimiento de un fondo caritativo114. En abril de 1730, Sayer solicitó nuevamente el socorro de la logia, describiendo sus infortunios y su extrema pobreza, y en esta ocasión sí echó mano del argumento de haber sido gran maestro de una logia. Las opiniones al interior de la Gran Logia se dividieron respecto a la forma en que se ayudaría a Sayer. Algunos estaban dispuestos a ofrecerle 20 libras, mientras que otros pensaban que esta cantidad era demasiado generosa y que debían ofrecérsele únicamente 10 libras. Al final se impuso el punto medio y se le otorgaron 15 libras, pero con la aclaración de que se le prestaría tal ayuda “debido a que había sido gran maestro”. Con esto se quería dejar muy en claro que solamente alguien con tanta importancia en la organización podía esperar una ayuda de tal magnitud. Unos meses más tarde, Sayer fue acusado por el maestro y los vigilantes de la logia de Queen’s Head de realizar iniciaciones irregulares, afirmando que Sayer había encontrado otra forma de sacar beneficios económicos a su antiguo cargo masónico115. Sayer explotó su calidad de ex gran maestro para beneficio propio, pero la logia de la taberna Queen’s Head también tenía motivos para apoyar los argumentos de sus miembros, como Sayer y Pritchard, de haber sido masones desde antes de la fundación de la Gran Logia. En 1729, la Gran Logia reorganizó la numeración de sus logias afiliadas, ordenándolas según la fecha de su constitución. Debido a que la patente de la logia de Queen’s Head era de 1723, esto la colocó en el número 11. La logia presentó una queja y solicitó estar más arriba en la numeración, lo cual fue rechazado categóricamente por el gran maes96


tro suplente, Alexander Choke, dado que la Gran Logia tenía sus dudas acerca de las aseveraciones de la Queen’s Head y de sus miembros116. Poco después, se reformó el comité de caridad de la Gran Logia para incluir en él a los grandes maestros de las logias más antiguas. La pérdida de antigüedad de la Queen’s Head afectaba su participación en el comité de caridad, por lo que tenía gran interés en revertir la decisión de la Gran Logia. Sayer, Lamball y compañía tejieron las historias acerca de sus cargos dentro de la masonería por el prestigio social y para incrementar sus posibilidades de recibir auxilio económico por parte de la Gran Logia. Asimismo, la logia a la que asistían intentó demostrar su antigüedad por razones similares. Anderson, por su parte, recibió la instrucción de demostrar la antigüedad de la Gran Logia, ante la creciente competencia de las nuevas grandes logias de Dublín y de Edimburgo y para coadyuvar en los planes políticos de la organización londinense. El autor de las Constituciones echó mano de los relatos de Sayer, Lamball y otros porque le resultaban de gran utilidad para este propósito. Se necesitan más investigaciones a fondo sobre el contexto y la fundación de la Gran Logia, en el presente trabajo es imposible cubrir el tema en su totalidad. Nuestra intención es destacar que la Gran Logia no se fundó en la taberna Goose and Gridiron, después de una serie de negociaciones en la Apple Tree, en 1717. Nuestra mejor interpretación, dada la evidencia recabada, es que la Gran Logia se fundó a la par del nombramiento del duque de Montagu como gran maestro, en 1721. Esto pone la visita de Desaguliers a Edimburgo, en agosto de 1721, en un contexto completamente distinto.

Pero esa, es otra historia.

Conclusión Se nos ha sugerido que deberíamos cerrar esta investigación exhortando a la Gran Logia a posponer sus celebra97


ciones del tricentenario hasta el 2021. Pero esa no es nuestra intención. Preferimos que dicho aniversario sea el evento que detone una mayor investigación sobre la historia temprana de la Gran Logia. Con su narrativa de la Apple Tree y de la Goose and Gridiron, Anderson ha creado un mito excepcionalmente duradero, que muchas otras organizaciones fraternas han adoptado. Por ejemplo, según los miembros del Druid Circle of the Universal Bond117, John Toland hizo una proclamación en Primrose Hill para llamar a todos los druidas a reunirse en la taberna Apple Tree de Covent Garden. Así, según la tradición, en septiembre de 1717 quedó fundada dicha orden druídica –de la cual el ya mencionado William Stukeley fue dirigente– en el mismo lugar en que supuestamente se fundó la Gran Logia118. Estos mitos fundacionales son muy importantes para todas las organizaciones fraternas, y Anderson estaba consciente de tal importancia. Como él mismo lo dijo en el prefacio de sus Royal Genealogies, es importante que “cada nación cuente con su propia fábula”. NOTAS. 1 Alfred Robbins, “The Earliest Years of English Organized Freemasonry”, Ars Quatuor Cororonati –a partir de ahora AQC– 22 (1909): 67-89. 2 Albert F. Calvert, The Grand Lodge of England 1717-1917 (Londres: Herbert Jenkins, 1917), 1. 3 James Anderson, The New Book of Constitutions of the Antient and Honourable Fraternity of Free and Accepted Masons (Londres: Caesar Ward and Richard Chandler, 1738), 109-110. A pesar de que existen ediciones en español de esta obra, se ha optado por hacer traducciones propias de los fragmentos citados por los autores del presente trabajo, con el fin de respetar la fuente original consultada por ellos (N. del T.). 4 Robert Freke Gould, The Four Old Lodges, Founders of Modern Freemasonry, and their Descendants (Londres: Spencer’s Masonic Depot, 1879). Un resumen conciso de lo descubierto por Gould se encuentra en “Fortitude and Old Cumberland Lodge No. 12”, Collected Essays and Papers relating to Freemasonry (Belfast y Londres: William Tait, Spencer & Co., 1913), 183-187.

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5 Se respetarán los nombres en inglés de las logias, tabernas, cervecerías, calles y lugares de referencia para facilitar su ubicación en otras fuentes y medios (N. del T.). 6 Wilhelm Begemann, Early History and Beginnings of Freemasonry in England, trad. Lionel Vibert, manuscrito resguardado en la Library and Museum of Freemasonry de Londres, 575. Este manuscrito es una traducción de los dos volúmenes de Begemann, Vorgeschichte und Anfänge der Freimaurerei in England (Berlín: E. S. Mittler, 1909) que estaba siendo preparada para su publicación por la logia Quatuor Coronati, pero que nunca vio la luz debido a la negativa de publicar el trabajo de un investigador alemán durante la primera guerra mundial. 7 Vic Gatrell, The First Bohemians: Life and Art in London’s Golden Age (Londres: Allen Lane, 2013), 4. 8 John Stow y John Strype, A Survey of the Cities of London and Westminster (Londres: A. Churchill, J. Knapton, 1720), vol. II, 76. 9 Gatrell, First Bohemians, 29-44. 10 Old Bailey Proceedings Online, 7 de septiembre de 1722 versión 7.2, ref. f17220907-1. 11 Sobre Charles Street, véase “‘Bow Street and Russell Street Area: The former Charles Street”, en Survey of London: Volume 36, Covent Garden, ed. F. H. W. Sheppard (Londres: London County Council, 1970), 195-196. 12 Daily Journal, 19 de enero de 1727. 13 Timothy Clayton, “Du Bosc, Claude (b. 1682, d. in or after 1746)”, en Oxford Dictionary of National Biography (Oxford: Oxford University Press, 2004), no. índ. 101008118; Lynn Hunt, Margaret Jacob y Winjand Mijnhardt, The Book that Changed Europe: Picart and Bernard’s Religious Ceremonies of the World (Cambridge, MA: Harvard University Press, 2010). 14 Fergus Linnane, Madams: Bawds and Brothel Keepers of London (Stroud: Sutton Publishing, 2005), 37, 95. 15 London Journal, 7 de octubre de 1721. 16 Gould, Four Old Lodges, 45. 17 The Constitutions of Free Masons (Londres: William Hunter for John Senex and John Hooke, 1723), 44-48. 18 The Constitutions of Free Masons, 58. 19 The Constitutions of Free Masons, 74. 20 Robbins, “Earliest Years”, 68. El reporte publicado en el Post Boy se reimprimió en el Weekly Journal or British Gazetteer, el 1 de julio de

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1721, en el Weekly Journal or Saturday’s Post, también del 1 de julio de 1721, y en el Ipswich Journal, del 24 de junio de 1721. 21 Oxford, Bodleian Library, MS. Rawlinson C. 136, f. 5. Dado que este grabado ha sobrevivido hasta nuestros días, parece extraño que Anderson mencione, en la edición de 1738, que se comisionó un nuevo grabado para los boletos del banquete anual de 1723. Book of Constitutions, 115. 22 John Hamill, “When History is Written”, Freemasonry Today, 7 de junio de 2016. 23 Quatuor Coronatorum Antigrapha –a partir de ahora QCA– 10 (1913): 244-245. 24 Si la logia o Anderson hubieran sido los titulares de los derechos de autor de las Constituciones de 1723, entonces la página de título habría dicho algo como “Impreso para el autor (o la Gran Logia) y vendido por John Senex y John Hooke”, como se ve, por ejemplo, en la obra de 1725 de William Garbott New- River, la cual dice “impreso para el autor y vendido por J. Hooke en The Flower-de-Luce de St Dunstan”. Véase M. A. Shaaber, “The Meaning of the Imprint in Early Printed Books”, The Library 25 (1944), 120-141. James Raven indica que, a principios del siglo XVIII, “los derechos de reproducción de una obra generalmente eran comprados por el librero-editor o por un consorcio de libreros. La mayoría de los autores renunciaba a cualquier reclamo sobre la titularidad; los derechos se dividían en participaciones entre distintos grupos de libreros”. Véase James Raven, “The Book Trades”’, en Books and their Readers in Eighteenth Century England: New Essays, ed. Isabel Rivers (Leicester: Leicester University Press, 2011), 15. Acerca de los “pagos por página”, véase Richard Sher, The Enlightenment and the Book: Scottish Authors and their Publishers in Eighteenth-Century Britain, Ireland and America (Chicago y Londres: University of Chicago Press, 2006), 215-216. Tobias Smollett recibió tres guineas por cada página de Complete History of England. 25 La traducción de la obra de Fassmann tiene una referencia a la elección de un gran maestro por parte de los masones. Véase Prescott, “The Publishers of the 1723 Book of Constitutions”, AQC 121 (2008): 160, donde se indica que dicha traducción se publicó en 1719. La fecha correcta de la publicación es 1723, lo cual se deriva de los anuncios aparecidos en la prensa (en algunos casos, el libro de Fassmann se publicitaba junto con las Constituciones). Véase British Journal, 16 de febrero de 1723; London Journal, 9 de marzo de 1723. El crédito de

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Anderson como traductor y autor de la referencia a la masonería se hizo público en la reimpresión de 1739 del libro de Fassmann, posterior a la muerte de Anderson, en la página de título. News from Elysium or Dialogues of the Dead (Londres: J. Cecil and F. Noble, 1739). Sobre Fassmann, véase C. Sammons, “David Fassmann’s Gespräche in dem Reiche der Toten”, Yale University Library Gazette 46 (1972): 176-178; y J. Rutledge, The Dialogue of the Dead in Eighteenth-Century Germany (Fráncfort y Berna: Herbert Lang, 1974). 26 Prescott, “Publishers of 1723 Book of Constitutions”, 161-162. 27 Sobre Ward, véase further C. Y. Ferdinand, “Ward, Caesar (bap. 1710, d. 1759)”, en Oxford Dictionary, no. índ. 101064292; y W. G. Day, “Caesar Ward’s Business Correspondence”, Proceedings of the LeedsPhilosophical and Literary Society, Literary and Historical Section 19 (1982): 1-8. El catálogo A catalogue of books printed for Caesar Ward and Richard Chandler, at the Ship between the Temple-Gates in FleetStreet, and sold at their Shop at Scarborough, 1734, se encuentra en la British Library: RB 23.a.5967. 28 QCA 12 (1960), 80-81. John Entick, en su prefacio a The Pocket Companion and History of Free- Masons (Londres: J. Scott, 1754), nos dice que la supervisión de Anderson de la producción de las Constituciones de 1738, fue muy descuidada: “por el motivo que haya sido, ya sea por fuerza de su salud o por confiar en el manejo de extraños, esta obra se publicó en muy malas condiciones. Las regulaciones, que habían sido revisadas y corregidas por el gran maestro Payne, estaban interpoladas en ocasiones y, en otras, el sentido quedo totalmente obscuro y vago”. 29 The Fleet era una prisión londinense que albergaba, mayormente, a deudores. Muchos de los prisioneros en realidad no residían dentro de los muros del edificio, sino que vivían en los alrededores, pero tenían que sujetarse a las “reglas de The Fleet” (N. del T.). 30 Por ejemplo, véase London Daily Post and General Advertiser, 22 de enero de 1739; Country Journal and the Craftsman, 25 de enero de 1739; London Evening Post, 27-30 de enero de 1739. 31 Book of Constitutions (1738), 229. 32 Sobre Erasmus King, véase J. H. Appleby, “Erasmus King: Eighteenth-Century Experimental Philosopher”, Annals of Science 47 (1990): 375-392. No queda claro si se trata del mismo William Goston que tuvo problemas legales con John Ward respecto a un proyecto de minería en sus tierras. Ric Berman, The Foundations of Modern Freemasonry: The Grand Architects Political Change and the Scientific Enlighten-

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ment (Brighton: Sussex Academic Press, 2012), 167. 33 A Graeme se le menciona por primera vez en las minutas de la Gran Logia cuando fue nombrado oficial en 1734: QCA 10, 241; Lo mismo sucede en el caso de Hody: QCA 10, 254; sobre Martin Clare, véase Prescott, “Clare, Martin”, en Charles Porset y Cécile Revauger, Le monde maçonnique des Lumières: Europe-Amériques & Colonies, Dictionnaire prosopographique (París: Editions Champions, 2013), vol. 1, 808-818. 34 Audrey T. Carpenter, John Theophilus Desaguliers: A Natural Philosopher, Engineer and Freemason in Newtonian England (Londres y Nueva York: Continuum, 2011), 241. 35 QCA 10, 247. 36 “Jacob Lamball Son of Nicholas Lamball late of Sellborne in ye.Co [..] of Hants Yeom bound to John Manuel Citizen & Carpenter”, Carpenters’ Company, Minute Book of Courts and Committees, marzo 1713/1714, ref. GLCCMC251120116. 37 Archivo de la Carpenters’ Company, ref. GLCCMC251040025. 38 Joan Lane, Apprenticeship in England 1600-1914 (Londres: UCL Press, 1996), 95-116. 39 Lamball, declarado como miembro de la parroquia de St. Giles in the Fields, mayor de 30 años y soltero, se casó con Sarah Brown, mayor de 21 años, de la parroquia de St. Paul, Covent Garden, con licencia, el 23 de junio de 1725 en la iglesia de St. Benet’s, Paul’s Wharf, en Londres. Genealogical Society of Utah, Salt Lake City, FHL microfilms 547508, 574439, 845242. 40 Daily Advertiser, 5 de marzo de 1731. 41 QCA 12, 96-97. 42 London Metropolitan Archives, P82/GEO1/056: St George, Bloomsbury, registro de entierros, febrero de 1731 a marzo de 1761. 43 Agradecemos a Diane Clements y a Susan Snell por permitirnos consultar el libro original en la Library and Museum of Freemasonry. 44 QCA 10, xxiii-xxiv, 196. Songhurst sugiere que Anderson también borró la frase “quien substituyó a Mr. Hawkins” en la minuta en la que aparece como primer vigilante, del 24 de junio de 1723. Esto supone que Anderson nunca fue electo vigilante, pero que actuó como tal a partir del 28 de agosto de 1730. 45 QCA 10, XXV. 46 “City Carpenter” se refiere a aquellos miembros del gremio de carpinteros que obtenían puestos públicos en “the City”, el centro administrativo y financiero que, incluso en la actualidad, es indepen-

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diente de Londres (N. del T.). 47 Gentleman’s Magazine 9 (1739): 214, 361-362; S. Perks, The History of the Mansion House (Cambridge: University Press, 1922), 178-87; Sally Jeffery, The Mansion House (Chichester: Phillimore, 1993), 78. 48 Evening Post, 16 de diciembre de 1721; Post Boy, 2 de enero de 1722. Un tal “señor Cordwell” aparece como miembro de la logia que se reunía en la taberna Queen’s Arms en 1725: QCA 10, 32. No queda claro si esta referencia es acerca del Cordwell de esta historia o de su padre, que también fue carpintero pero que murió en 1728. 49 Richard Ware padre, fallecido en 1756, de acuerdo con The London Book Trades of the Later 18th Century, (Exeter: Exeter Working Papers in Book History) 10; A catalogue of books, printed for, and sold by Richard Ware, at the Bible and Sun on Ludgate-Hill, removed from Amen-Corner (Londres: ¿1755?). 50 Book of Constitutions, 1738, 111. Anderson describe confusamente la reunión del 24 de junio de 1721 como banquete y como comunicación trimestral. 51 El día de la anunciación,“Lady Day” en inglés, fue hasta 1752 (cuando el gobierno británico adoptó el calendario gregoriano) el primer día del año. Los contratos de arrendamiento de la época tenían vigencia de un año, e iban del “Lady Day” de un año al del siguiente (N. del T.) 52 Begemann, Early History, 609. 53 Begemann, Early History, 610. 54 La primera referencia de la Apple Tree en los registros de licencias de Westminster data de 1729, cuando le fue otorgada a James Douglas: London Metropolitan Archives, WR/LV/1/19. En otra publicación se hace la primera mención de Douglas como licenciatario de la taberna Apple Tree en 1736, véase Westminster City Archives Research Group, One on Every Corner: the History of Some Westminster Pubs (Londres: Westminster City Archives, 2002), 64. Este fue el año en que Douglas tomó posesión de su propiedad según consta en los Westminster City Archives, St. Paul Covent Garden Rate Books. 55 W. J. Williams, “A Masonic Pilgrimage through London”, AQC 42 (1930): 105-106. 56 Al parecer, James Douglas era yerno de Taylor. Thomas Taylor bautizó a su hija Mary en St. Paul Covent Garden en 1708. James Douglas se casó con Mary Taylor (aunque no sabemos si en realidad era la hija de Thomas) en 1728, justo cuando Thomas Taylor cedió la propiedad del local en Charles Street. Douglas bautizó cuatro hijos en St. Paul

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Covent Garden entre 1729 y 1733. Thomas Taylor reaparece en los registros como licenciatario de una propiedad en la cercana Brydges Street, también en Covent Garden, en 1729: London Metropolitan Archives, WR/LV/1/19. 57 The Golden Anchor se menciona en espacios publicitarios en el Daily Courant, del 16 de enero de 1718, en el Original Weekly Journal, del 1 de marzo de 1718, y nuevamente en el Daily Courant, del 22 de noviembre de 1722. 58 La última referencia de la Apple Tree que quedó registrada fue en 1751: London Metropolitan Archives, WR/LV/1/24. A partir de este punto, el nombre de Douglas se reemplazó por el de John Lemman. Un James Douglas fue enterrado en St. James Piccadilly en 1753: “England, Middlesex, Westminster, Parish Registers, 1538-1912”. City of Westminster Archives Centre, Londres, FHL microfilm 1042313. 59 QCA 10, 251. 60 St. Clement Danes, Pauper Settlements, Vagrancy and Bastardy Examinations, 13 de noviembre de 1742, ref. WCCDEP358180037-38; QCA 10, 123, 130, 134. 61 Berman, Foundations, 174-175. 62 Carpenter, Desaguliers, 45-46. 63 La presentación del libro ante el príncipe se consignó en los anuncios publicitarios de la obra, por ejemplo, en el London Daily Post and General Advertiser del 3 de noviembre de 1739 y en el Country Journal or The Craftsman del 24 de noviembre de 1739. 64 Andrew Pink, “Robin Hood and her Merry Women: Modern Masons in an Early Eighteenth-century London Pleasure Garden”, Journal of Research into Freemasonry and Fraternalism 4 (2013): 203-206; Christine Garrard, The Patriot Opposition to Walpole: Politics, Poetry, and National Myth (Oxford: Clarendon Press, 1994). 65 Dada la falta de evidencia sobre la existencia de la Gran Logia en 1721, es importante ser cuidadosos en la datación de los documentos. Por ejemplo, el reporte de una reunión masónica en Pontefract, publicado en el Leeds Mercury y citado por Berman en su obra Foundations, está basada en la calendarización “Old Style” (véase la nota 59), por lo tanto, la fecha correcta debería ser el 16 de enero de 1722. G. D. Lumb, “Extracts from the Leeds Mercury 1721-1729”, Thoresby Society 22 (1915), 187-188. De igual forma, el English Short Title Catalogue data la obra teatral satírica Love’s Last Shift or Mason Disappointed como de 1720, pero en realidad fue anunciada en el Stamford Mercury del 6 de junio de 1723 como una obra nueva.

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66 Bodleian Library, MS Eng. misc. c.533: f. 34v; W. C. Lukis, ed., The Family Memoirs of the Rev. William Stukeley, M. D. (Surtees Society, 1880), vol. I, 62; David Boyd Haycock, William Stukeley: Science, Religion and Archaeology in Eighteenth-Century England (Woodbridge: Boydell Press, 2002), 175. Una inspección del manuscrito revela que fue redactado por Stukeley en la fecha de los eventos. 67 “Southampton Street and Tavistock Street Area: Tavistock Street”, en Survey of London: Volume 36, Covent Garden, 218-222. La taberna Salutation se convirtió en uno de los refugios favoritos del príncipe regente. W. Earle, Sheridan and his Times (Londres: J. F. Hope, 1859), vol. 1, 299-311. Esta taberna no tenía relación alguna con la masonería, a excepción de lo que relata Stukeley sobre su iniciación, y no debe confundirse con la cafetería que estaba sobre la misma calle y que era propiedad del masón Richard Leveridge, error cometido por J. Timbs en su libro Clubs and Club Life in London (Londres: John Graham Hotten, 1872), 434-435, y repetido por E. Beresford Chancellor en The Annals of Covent Garden and its Neighbourhood (Londres: Hutchinson, 1930) 154. 68 Peter Earle, Treasure Hunt: Shipwreck, Diving and the Quest for Treasure in an Age of Heroes (Londres: Methuen, 2007). 69 Este es un concepto muy de habla inglesa, que no tiene una traducción directa al español. Se trataba de un cuaderno en el que las personas copiaban fragmentos de obras que hallaban interesantes, apuntaban datos diversos o ideas que venían a su mente o que escuchaban de alguien más. No era precisamente un diario. Podría pensarse más en un “cajón de sastre” o en “cuadernos de todo”, como llamó a los suyos la escritora Carmen Martín (N. del T.). 70 Bodleian Library, MS Eng. misc. e.260: f. 88; Family Memoirs, vol. I, 122; Haycock, 175. 71 Family Memoirs, vol. I, 51. 72 Book of Constitutions, 1738, 111. 73 Bodleian Library, MS Eng. misc. c.533, f. 35; Family Memoirs, vol. I, p. 64; D. Knoop, G. P. Jones y D. Hamer, The Two Earliest Masonic Manuscripts (Manchester: Manchester University Press, 1938), 55. Otra referencia que hace Stukeley a la cena del 24 de junio de 1721, que había pasado desapercibida previamente, se encuentra en la Bodleian Library, MS Eng misc e. 121: f. 30: “[1721] Junio 24. Cena con el D. Montagu y etcétera en la fiesta de los Masones en Stationers Hall”. 74 Véase T. P. Connor, “Herbert, Henry, ninth earl of Pembroke and sixth earl of Montgomery (c.1689–1750)” y Andrew W. Moore, “Fountaine,

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Sir Andrew (1676–1753)”, en Oxford Dictionary, nos. índ. 101013033 y 101009994 Berman, Foundations, 105,125,135,179. 75 Manuscrito fechado hacia el 1450 que mezcla un elogio de la geometría con fragmentos del antiguo testamento para hacer un relato de los orígenes de la masonería operativa. Una transcripción en inglés moderno se puede consultar en http://freemasonry.bcy.ca/texts/ cooke.html (N. del T.). 76 Knoop, Jones y Hamer, Masonic Manuscripts, 55-57; G. P. Speth, “The Stukeley-Payne-Cooke MS”, AQC 4 (1891), 69-70; Family Memoirs, vol. I, no. 18, 64. El dibujo de Stukeley se supone que está junto con sus demás papeles en la Bodleian Library, pero hasta ahora no ha sido localizado. 77 Book of Constitutions, 1723, 73. 78 Bodleian Library, MS Eng. misc. c.533, f. 36; Family Memoirs, I, 66. 79 Bodleian Library, MS Eng. misc. c.533, f. 36v. 80 W. H. Rylands y C. Firebrace, Records of the Lodge Original, No. 1, now the Lodge of Antiquity, No. 2 (Londres: Harrison, 1911-26), vol. I, 1-14; Colin Dyer, William Preston and his Work (Shepperton: Lewis Masonic, 1987), 67. 81 Por ejemplo, en el Applebee’s Weekly Journal del 6 de agosto de 1720. Véase Francis Doherty, A Study in Eighteenth-Century Advertising Methods: The Anodyne Necklace (Lampeter: Edwin Mellen Press, 1992), 349-50. 82 London Daily Post and General Advertiser, 11 de junio de 1741. 83 Evening Post, 9-11 de julio de 1719. Jonathan Sisson fue un fabricante de instrumentos para astronomía, navegación e ingeniería, inventó el teodolito moderno (N. Del T.). 84 W. Wonnacott, ‘The Lodge at the Goose and Gridiron’, AQC 25 (1912), 168. 85 Sobre Waldegrave, véase Berman, Foundations, 148-150; sobre Hotham, véase E. Cruickshanks e I. McGrath,“Hotham, Sir Charles, 4th Bt”, en The History of Parliament: the House of Commons 1690- 1715, eds. Eveline Cruickshanks, Stuart Handley y D. W. Hayton (Londres: History of Parliament Trust, 2002 [citado el 2 de agosto de 2016]): disponible en http://www.historyofparliamentonline.org/volume/1690-1715/ member/hotham-sir-charles-1663-1723 86 La logia en Queen’s Arms fue famosa posteriormente por el patronazgo del Dr. Johnson, de Boswell y de Garrick. En la década de 1720 también se le conocía como King’s Arms, pero por cuestiones de consistencia aquí usaremos el nombre más usual y conocido de

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Queen’s Arms. 87 “England Births and Christenings, 1538-1975”. Genealogical Society of Utah, Salt Lake City, FHL microfilm 370933. 88 Sobre Hinchingbroke, véase E. Cruickshanks y S. Handley, “Montagu, Edward Richard, Visct. Hinchingbrooke”, en The History of Parliament [citado el 5 de mayo de 2017]: disponible en http://www. historyofparliamentonline.org/volume/1690-1715/member/montagu-edward-richard-1692-1722; Berman, Foundations, 135. 89 Berman, Foundations, 143. 90 R. Sedgwick, “Oxenden, Sir George, 5th Bt”, en The History of Parliament [citado el 5 de mayo de 2017]: disponible en http://www.historyofparliamentonline.org/volume/1715-1754/member/oxenden-irgeorge-1694-1775 91 S. Matthews, “Rich, Sir Robert, 4th Bt”, en The History of Parliament [citado el 5 de mayo de 2017]: disponible en http://www.historyofparliamentonline.org/volume/1715-1754/member/rich-sir-robert-1685-1768; Sommers,“Dunwich: the Acquisition and Maintenance of a Borough”, en Proceedings of the Suffolk Institute of Archaeology and History 38 (1995): 317-318; Berman, Foundations, 127-128. 92 A. Newman, “Cope, John”, en The History of Parliament [citado el 5 de mayo de 2017]: disponible en http://www.historyofparliamentonline.org/volume/1715-1754/member/cope-john-1690-1760 93 Robbins, “Earliest Years”, 68. 94 Wonnacott, “Goose and Gridiron”, 171. Es probable que no haya habido rituales durante la cena del 24 de junio de 1721, por lo que tal vez ni Wharton ni nadie más haya sido iniciado en esa fecha. 95 Stow y Strype, Survey, vol. II, 84. 96 London Evening Post, 20-22 de julio de 1732. 97 Weekly Journal or British Gazeteer, 22 de febrero de 1729. 98 “Brewer Street and Great Pulteney Street Area”, en Survey of London: Volumes 31 and 32, St James Westminster, Part 2, ed. Sheppard (Londres: London County Council, 1963), 116-137; una mujer anciana fue encontrada muerta en el ático de una casa nueva, construida en Knave’s Acre, en 1722: Daily Journal, 10 de enero de 1722. 99 Book of Constitutions, (1738) 185. 100 Old Bailey Proceedings: Accounts of Criminal Trials, 10 de octubre de 1733, Harvard University Library, ref: t17331010-4. 101 Según su testameto, fechado el 15 de abril de 1735. 102 Old Bailey Proceedings Online, 7 de septiembre de 1722, ref. f17331010-1.

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103 A. Calvert, “Antony Sayer”, AQC 14 (1901): 183. 104 Sesiones de la corte de justicia, 17 de enero de 1736; Registro de entierros, St. Margaret, Westminster, 12 de agosto de 1737. 105 King’s Arms Register. Fleet Market, 10 de junio de 1739, Londres, Inglaterra, Registro de matrimonios y bautismos clandestinos, 16671754. Estos matrimonios, considerados irregulares bajo la ley de matrimonios de 1753, se realizaban dentro o en las inmediaciones de la prisión The Fleet, de la que nos hemos ocupado anteriormente. (N. Del T.) 106 London Evening Post, 16-19 de enero de 1742. 107 QCA 10, 105. 108 QCA 10, 251. 109 Daily Post, 18 de mayo de 1723. 110 QCA 10, 54-55. 111 QCA 10, 115. 112 QCA 10, 134. 113 QCA 10, 208-209. 114 QCA 10, 59. 115 QCA 10, 131, 137-138. 116 QCA 10, 106. 117 Un breve, pero interesante relato que intenta hermanar los orígenes del Druid Circle con los de la Gran Logia, se encuentra en Society X,“1717: Druidry and the founding of modern Freemasonry” (12 de febrero de 2013 [25 de septiembre de 2017]): disponible en https://5ocietyx.wordpress.com/tag/druidcircle-of-the-universal-bond/ (N. del T.). 118 Ronald Hutton, Blood and Mistletoe: The History of the Druids in Britain (New Haven y Londres: Yale University Press, 2009), 125-129. Fuentes primarias sin publicar Bodleian Library Oxford MS Rawlinson C. 136: masonic album MS Eng misc. e.260; MS Eng misc. c.533: Papers of William Stukeley Library and Museum of Freemasonry ‘Book E’ in the Records of the Lodge of Antiquity No 2 London Metropolitan Archive Westminster Licensed Victualler Records Bedford Estate Records Westminster City Archive

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https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/rehmlac/article/view/31500/31655 https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/rehmlac/article/view/31500 REHMLAC+, ISSN 1659-4223, vol. 9, no. 2, diciembre 2017-abril 2018/19-46 Universidad de Costa Rica: REHMLAC (Revista de Estudios Históricos de la Masonería Latinoamericana y Caribeña.

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EL ANTIGUO ORIGEN DE LA MASONERÍA (para 3, 5 y 7 años) Herbert Oré Belsuzarri 33°

La cadena de los misterios La Francmasonería Iniciática, sus orígenes se pierden en la noche del tiempo, muchos historiadores la consideran nacida de una asociación de albañiles formada al construirse la Catedral de Estrasburgo en el s. XII, otros la atribuyen a Oliver Cromwell (1599-1658) Lord Protector de Inglaterra en el s. XVII. Es una idea muy expandida que los Masones Operativos de la Edad Media tenían una leyenda relacionada con el Templo de Salomón y poseían un cuerpo de tradiciones derivadas de los antiguos misterios que les fueron legados por los Colegios Romanos y las enseñanzas aprendidas por los Templarios en el Cercano Oriente. Debe añadirse que los misterios y ritos de la Francmasonería proceden de transmisiones regulares de los misterios del mundo antiguo de los Sumerios, Egipcios, Griegos, Romanos, de las enseñanzas Cristianas, de los Cabalistas de la Edad Media, de la Escuela de Alejandría, Rosa-Cruces, Hermetistas del Renacimiento y del s, XVIII. Por eso empleando un axioma histórico: el cuerpo de la masonería nace en la Edad Media, pero su espíritu se remonta hasta los orígenes mismos de la civilización, lo que hace a los masones, herederos y custodios de las tradiciones de los Patriarcas de la Humanidad, congruente con las Constituciones Góticas y las Constituciones de Anderson. Los primeros constructores. Las Constituciones de Anderson publicadas en el año 1723 se hizo en base a antiguos documentos masónicos llamados Old Charges o Constituciones Góticas y, ellas dice que antes del diluvio universal: “Adán creado a imagen de Dios, el Gran 116


Arquitecto del Universo, debió de tener escritas en su corazón las Ciencias Liberales, particularmente la Geometría, porque aun después de la Caída, hallamos los Principios de ella en el corazón de su prole”, continua y nos dice: “Indudablemente Adán enseñó Geometría a sus hijos y el uso de ella en las varias Artes y Oficios convenientes al menos en aquellos primitivos tiempos; porque vemos que CAÍN edificó una ciudad, a la que puso el nombre de su hijo primogénito HENOCH. Llegó Caín a ser el Príncipe de la mitad del género humano y sus descendientes imitaron su regio ejemplo, fomentando la noble Ciencia y el útil Arte. No podemos suponer que SETH estuviese menos instruido, pues siendo el Príncipe de la otra mitad del género humano, y el primer cultivador de la Astronomía, tendría mucho cuidado de enseñar Geometría y Masonería a sus hijos, quienes también gozaron de la enorme ventaja de que ADÁN viviera entre ellos”. Luego del diluvio: “Noé y sus tres hijos JAFET, SEM y CAM fueron verdaderos masones que después del diluvio conservaron las tradiciones y artes de los antediluvianos y las transmitieron ampliamente a sus hijos, pues un siglo después del diluvio, en el año 1810 del mundo y 2194 a. de C. vemos a gran número de ellos, sino a toda la raza de Noé, congregada en el valle de Sinar, ocupados en edificar una ciudad y una alta Torre que perpetuase su nombre y evitara su dispersión. Pero querían levantar la Torre a tan monstruosa altura, que por su vanidad desbarató Dios su proyecto, confundiendo sus lenguas, de modo que se dispersaron. Sin embargo, no por ello es menos encomiada su habilidad en Masonería, pues emplearon más de 53 años en aquella prodigiosa obra, y al dispersarse difundieron el potente conocimiento por los lejanos países en donde fundaron reinos, repúblicas y dinastías. Y lo que después se perdió del conocimiento en muchos puntos de la tierra, se conservó especialmente en Sinar y Asiría, donde NEMROD, el fundador de aquella monarquía después de la dispersión, edificó grandiosas ciudades como Erech, Acad y Calneh en Sinar, de donde pasó a Asiría y fundó Nínive, Rebokoth y Retiñí”. 117


Como sabemos de la lectura del Génesis en el Tanaj o Biblia Hebrea, del jardín de Edén donde el Gran Arquitecto del Universo coloco al primer hombre que llamó Adán, salía un rio que se dividía en cuatro, dos de ellos era los ríos Tigris y Éufrates. Luego de la expulsión de Adán y Eva, estos vivieron por largo tiempo cerca de la puerta del jardín que estaba custodiado por querubines. Allí nacieron Caín y Abel; luego de la muerte de Abel nació Set el tercer hijo de Adán y Eva. Caín fue expulsado a la tierra de Nod al oriente del Eden, donde construyo la 118


primera ciudad que llamo Enoc. Los descendientes de Caín y Set fueron destruidos por el diluvio, salvándose Noé y su familia. Los descendientes de los hijos de Noé cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí y, se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla.Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra. Jehová al ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres, dijo: He aquí el pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Confundamos su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero y, así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra. El Sinar (Sumeria), es la primera gran civilización del mundo que se desarrolló entre los ríos Tigris y Éufrates. Esta civilización tiene mitos antiguos que narra la creación del hombre en Edin, el diluvio universal y otros, por lo que los estudiosos bíblicos consideran que el Tanaj tiene como origen estas narraciones, que luego serán complementados en la Biblia cristiana con el “Nuevo Testamento”. Por otra parte el primer hebreo y primer patriarca es Abraham y, nació en Ur (antigua ciudad sumeria) del cual salió en un largo viaje para llegar a la tierra prometida por su dios Jehová. De ambas fuentes hoy se puede afirmar que los primeros masones fueron sumerios. El Tanaj o Antiguo Testamento narra que los hijos de Noé, al construir la Torre de Babel en el Sinar, causó la ira de dios, que los repartió por el mundo fundando ciudades y culturas, algunos fueron a Egipto, otros a la India y otros a América. Similar aspecto esta escrito en las tablillas sumerias, donde los hijos de Anu se repartieron el mundo. 119


Los hijos de Noé son tres: Sem, Cam y Jafet.

Los hijos de Cam: Cus, Mizraim, Fut y Canaán. Cus engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra. Este fue el vigoroso cazador delante de Jehová y fue el comienzo de su reino Babel, Erec, Acad y Calne, en la tierra de Sinar (Sumeria). De esta tierra salió para Asiria, y edificó Nínive. Mizraim engendró a Ludim, Anamim, Lehabim, Naftuhim, Patrusim y Casluhim, de donde salieron los filisteos, cananeos, amorreos, jebuseos y otros. Los descendientes de Cam habitaron África y partes adyacentes de Asia. La Biblia se refiere a Egipto como “la tierra de Cam”. Los hijos de Sem, a través de Eber se convirtió en el antepasado de Abraham y, por lo tanto, de los israelitas, también habitaron China y la India. Los hijos de Jafet habitaron Javán y las ciudades de habla griega de Jonia. En Sumeria, las artes y la ciencia fueron divulgadas por los sacerdotes en las ciudades, en cada una de ellas se construía “La Casa de Dios”, que era el lugar donde vivía el dios protector de la ciudad. Este dios daba instrucciones precisas al “Lugal” o rey para que construya el zigurat o templo, alrededor del cual se instalaba la ciudad estado. Al masón o albañil se le llamaba “dim”, era un hombre libre especialista en el arte y, por su trabajo recibía salario. En sumeria nace el arte de construir zigurats y, los constructores se clasificaban en: peón, albañil, maestro de obra y arquitecto, que les daba derecho al pago por su especialidad; si no cumplían con su contrato eran castigados conforme a su legislación. Los conocimientos eran guardados en los templos por los sacerdotes, en tablillas de barro con la escritura cuneiforme, que las arenas del desierto enterraron por siglos hasta que en el s. XVIII se encontraron algunas. 120


Actualmente diversas universidades del mundo tienen tablillas que han sido descifradas y sus contenidos son verdaderamente sorprendentes, no solo por la variedad de temas que ocupan, sino también por el alto valor científico de ellas. Sus conocimientos fueron llevados a Egipto y la India, a través de sus dioses y su clero (Enki, Enlil e Inanna). El dios Enki y posteriormente Inanna, descendieron al inframundo de donde retornaron con más conocimiento, constituyendo esto la primera evidencia escrita del axioma iniciático: “morir para renacer”, en los poemas el “Arbol de huluppo” y “El Descenso de Inanna al Inframundo”. Fueron los sumerios, los primeros legisladores del mundo, para ellos el sacerdocio era la magistratura, y su religión la justicia, donde por igual el rey o el pueblo podía ser justiciado. 121


La tradición Hindú de los Bracmanes Los Misterios de la India son de una antigüedad tan remota que no son pocos quienes consideran que de allí se espació los conocimientos iniciáticos. La doctrina de estos misterios era toda teogónica y sus aplicaciones a la física, se aproximaban, a la masonería actual. La teogonía de los Bracmanes se halla consignada en el Schasta o Vedas, escrito en sánscrito hace unos 1,500 años a. C. Existe un principio divino impersonal, que se manifiesta con múltiples reencarnaciones de las cuales las más importantes son Brahma, 122


Vishnú y Shiva, que conforman la trinidad de la religión Hindú. Brahma es el Dios supremo, emanación de Brahm y creador del mundo, de los dioses y de los seres, Vishnú desempeña el papel de preservador del mundo, alma universal presente en todo y para todo, y Shiva dios destructor y fecundador, esta trilogía de carácter mitológico, tiene similitud al de los hebreos. Los misterios de los Bracmanes tendían, sobre todo, a la instrucción de la clase sacerdotal. Al parecer, fueron los primeros teólogos y filósofos. Conocían las doctrinas de la iniciación primitiva de los magos, y para ellos los misterios de la India era puramente religiosos. Para ingresar en su orden se debía ser un brahmán de nacimiento, esto es pertenecer a la casta más alta de todas las que forman la raza india, durante su instrucción debían permanecer en el más profundo silencio. Por espacio de treinta y siete años su vida era dura, se alimentaban de hierbas y raíces, vestían de forma muy simple, ayunaban y oraban constantemente y permanecían horas de pie con los brazos levantados tratando de ver una pequeña llama azul sobre su nariz. 123


Pregonaban que el mundo había sido creado por una inteligencia suprema, cuya providencia lo gobierna y lo conserva todo; que el alma no muere nunca, sino que pasa de un cuerpo a otro a merced de la metempsicosis, y que va recibiendo en las sucesivas vidas las penas o recompensas a las que se haya hecho acreedora en las anteriores, a ello se llama la Ley del Karma. Enseñaban que el universo estaba sujeto a corromperse y a ser destruido; decían que la vida es un estado de concepción y la muerte un verdadero nacimiento, de allí su profundo respeto por todas las formas vivientes. No admiten diferencia entre al alma de un hombre y la de un animal; según sus doctrinas las almas existen desde la eternidad, y fueron distribuidas entre todos los seres vivientes. 124


La tradición egipcia Quizás es el pueblo que ha ejercido mayor influencia en las culturas de todos los tiempos, fue tierra de grandes iniciados, considerada como la cuna de los misterios, donde la verdad fue cubierta con el velo de la alegoría y en donde los dogmas de la religión fueron comunicados por primera vez en forma de símbolos. La antigua historia de Egipto parte de la primera Dinastía, fundada por Narmer o también llamado Menes en el año 3050 a. C. Pero la historia antigua de Egipto se extiende a la era de los Reyes Divinos (dioses) que gobernaron ese país conforme a sus tradiciones, mitos y leyendas. Los dioses sumerios eran los mismos en Egipto, pero con otros nombres, estas narraciones ya eran antiguas a la llegada de Menes. Fue en este pueblo donde el Gran Maestro del Mundo llegó, usando el nombre de Tehuti o Thoth, cuyo nombre helenizado nos ha llegado como HERMES, EL TRIMEGISTO (el tres veces sabio). 125


La iniciación de los egipcios, que llegó a ser conocido a través de los Misterios de Isis y de Osiris, su enseñanza comprendía todas la Artes y Ciencias de Oriente. El centro principal de los trabajos estaba en la ciudad de Memphis, cerca de la Gran Pirámide. Esta pirámide fue construida basándose en elevados cálculos matemáticos y astronómicos, de manera que ella representaba el Universo, y los iniciados estuvieron dedicados simbólicamente a su construcción, tal como los masones modernos están dedicados a la construcción del Templo Interior.

Los Misterios estaban agrupados en menores y mayores divididos en tres grados y era impartida a los iniciados bajo solemnes juramentos de secretos, su instrucción estaba envuelta en los rituales de Iniciación, Paso y Elevación y es básicamente de esta forma como han llegado a la Masonería de Grados, correspondiendo cada uno de ellos a un tipo de iniciación o paso de grado. 126


Los Misterios Menores correspondían a los Misterios de Isis, y se asimila al de aprendiz masón. Eran ceremonias preparativas para los superiores, donde el iniciado recibía instrucciones en las leyes físicas de la naturaleza y, la necesidad de la purificación moral. Los Misterios Mayores correspondían al segundo y tercer grado. El segundo grado lo constituyen los Misterios de Serapis, en estos se impartía instrucciones prácticas sobre el desarrollo del cuerpo mental y seguramente se relacionaba con la muerte de Osiris. El tercer grado era llamado los Misterios de Osiris, y correspondería al Grado de Maestro Masón, el ritual era muy impresionante, en el cual el candidato debía pasar por una representación simbólica de la muerte, la búsqueda del cuerpo y la resurrección de Osiris. La síntesis sumerio-egipcia deja aparecer varios signos que la tradición occidental tomara: • Una teología de resurrección rememorada por el mito de Osiris. • La práctica de ciencias sagradas destinadas a mantener la comunicación entre los diversos mundos humano y divino. • La idea de un verbo creador y la revelación de secretos. • Una cosmografía orientada y ordenada por los dioses y solo para los dioses. La pirámide egipcia es el perfeccionamiento constructivo de los zigurats hasta llegar a la excelencia de las pirámides. Obedece a una cosmografía y, está orientado sobre cálculos astronómicos; su fundación se hace conforme a ritos precisos, heredado de los sumerios, bajo la autoridad de Thot. La Casa de Dios se construida con las herramientas sagradas diseñada por números de la geometría y, edificada con materiales perdu127


rables elegidos. El simbolismo se plasmara en los jeroglíficos que ornan sus paredes. Los misterios de Grecia Grecia el Gran Templo de los conocimientos y de los antiguos misterios, fue influenciado por Oriente, Egipto y Mesopotamia. El fundador de los Misterios Griegos fue Orfeo, poeta y príncipe de Sicyonios en Tracia, quien después de haber adquirido los conocimientos científicos del Colegio de Menfis, viajó por Grecia, y regularizo los Misterios de Eleusis y destruyó los errores que hasta entonces habían servido de base a los Misterios de la Diosa Ceres. Orfeo enseñó por medio de la música y por medio del sonido, Él obró sobre el cuerpo astral y mental de sus discípulos, purificándolos y engrandeciéndolos, les mostró imágenes vivientes, creadas por medio de la música y enseño que el sonido era inmanente en todas las cosas, y que si un hombre estaba en armonía consigo mismo, entonces la Divina Armonía se manifestaría en él.

Clemente de Alejandría unifica todos los cultos mistéri128


cos en una masa homogénea de rasgos órficos, al enlazar los diversos dioses y ritos al mito órfico y al dios principal del orfismo, Dioniso. Darío III rey persa gobernaba sobre los territorios egipcios, cuando fue derrotado por el griego Alejandro Magno, fundando sobre la ciudad de Rakotis, la ciudad de Alejandría en Egipto, donde funcionará la Gran Biblioteca de Alejandría, llamada así para distinguirla de la pequeña o biblioteca-hija del Serapeo. Fue fundada por los primeros Ptolomeos con el propósito de ayudar al mantenimiento de la civilización griega en el seno de la muy conservadora civilización egipcia que rodeaba a Alejandría. Esta biblioteca tendrá una enorme importancia en el desarrollo de la ciencia, filosofía y artes. Los misterios de Ceres o de Eleusis Orfeo dividió los misterios en dos grados: el primero llamado Exotérica (publica) estos desenvolvían la Teogonía Egipcia por medio de sus emblemas y moral, y el segundo llamado Esotérica (particular para los iniciados) donde se enseñaba todos aquellos conocimientos que pudieran influir directamente en la civilización de los pueblos. El control de los Misterios de Eleusis en los tiempos clásicos quedó en manos de dos familias: los Eumólpidas, de donde se elegía el Oficial en Jefe o Hierofante y los Keryces o Heraldos o portador de la doble antorcha, quien era el segundo en el rango llamado Dadoukós, el tercer oficial era el Hieroceryx o Heraldo Sagrado elegido de entre los Keryces, que tenía el cuidado general del templo, y tenía a su cargo a los aspirantes durante las pruebas de la iniciación. Un cuarto oficial era el Epibomus o Servidor del Altar que dirigía los sacrificios. Los Misterios estaban divididos en dos grados: los Menores y los Mayores. Los Menores, celebrados en el templo de Deméter y Cora en Agra cerca de Atenas, allí se enseñaba sobre 129


la vida después de la muerte en el mundo intermedio o astral, la ceremonia era celebrada por el Hierofante asistidos por los oficiales; los iniciados en este grado eran llamados Mystae, que denota cerrar los ojos, y significaba que estaba aún ciego para las verdades que se rebelarían más adelante, estos eran sometidos a duras pruebas y a un severo entrenamiento para el desarrollo de los sentidos del plano astral, con el objeto de preparar al neófito para su recepción en los misterios mayores.

Los Misterios Mayores, se celebraban en Eleusis durante el mes de septiembre y duraban nueve días, en honor a las Diosas Deméter y Persephone. El Templo de Eleusis se dividía en tres partes: El megarón o santuario, correspondiente al lugar sagrado del Templo de Salomón, el anactorón, o santo de los santos, y el departamento subterráneo bajo el templo. 130


Las regiones infernales, y el castigo del no iniciado impío eran simbólicamente representados en este subterráneo, como un episodio del drama de Deméter, Persephone y Plutón. En ellos la enseñanza de la vida después de la muerte era extendida hasta el mundo celestial, y se continuaba con el estudio de la Cosmogénesis y Antropogénesis. Los iniciados eran llamados Adoptae y significa el que contempla. La lección, el dogma, el método de instrucción representado por símbolos, el vínculo secreto de la fraternidad, dieron importancia a estos misterios que perduraron hasta la caída del Imperio romano. El Orfismo influirá en los primeros cristianos, después de haber encontrado el pensamiento pitagórico. Será asimilado en algunos de sus principios esotéricos por grupos iniciáticos en la Edad Media como el rosacrucismo y la masonería. Si bien nosotros en masonería no heredamos la sucesión de Eleusis directamente, algo de su inspiración fue recibida en nuestros ritos, los cuales tienen el mismo propósito, simbolizar los mismos mundos invisibles, preparando al candidato para la augusta tarea que se encuentra detrás de todos los misterios. La escuela Pitagórica La Escuela Pitagórica, fue creada por el filósofo Pitágoras, nacido en Samos en el año 582 a. C. Durante su juventud viajó por muchos países del Mediterráneo donde fue iniciado en los ritos: Egipcios, Eleusinos, Kabirícos y Babilonios. En la escuela Pitagórica convergieron muchas tradiciones y se fundieron en una enseñanza comprensiva acerca del lado oculto de la vida, la metafísica. El pitagorismo reposa sobre el monoteísmo, sobre la idea de que Dios se encuentra en el origen de todo y sobre la especulación filosófica y científica, resultante de la Teoría del Número. Parte de sus enseñanzas quedaron plasmadas en los Versos de Oro. Pitágoras impuso una férrea disciplina física y men131


tal, enseñaba a pensar, impuso la regla del ejercicio y la concentración. La iniciación en la comunidad comprendía varias fases, el iniciado era sometido a pruebas físicas y de oratoria, aislamiento en una celda donde aprendía las prácticas de las virtudes, el silencio y el ayuno. Pitágoras enseño los principios esotéricos de las matemáticas y la geometría. En esas escuelas los alumnos estaban divididos en tres grados: Los Akoustikoi u oyentes, permanecían durante tres a cinco años recibiendo las enseñanzas de un maestro, pero no tomaban parte en las discusiones. En el segundo grado Los Matematikoi coordinaban el estudio de la Matemáticas - Geometría - Música y las correspondencia entre ellas. En el tercer grado los Phisikoi se dedicaban a estudiar la vida interna. La tradición Pitagórica pasó a las escuelas Neoplatónicas, de donde mucho de sus enseñanzas pasaron a manos cristianas como modelo de sus instituciones monásticas, con las cuales la Francmasonería de la Edad Media se relacionó íntimamente en su carácter activo. No es extraño que los antiguos Masones llamaran a Pitágoras “antiguo amigo y hermano”. La tradición Judía La tradición sumeria paso al pueblo hebreo con Abraham. La tradición egipcia pasó al pueblo hebreo con Moisés, y ambos habían sido iniciados en los misterios iniciáticos por los correspondientes sacerdotes, ambos transmitieron estas enseñanzas a la clase sacerdotal de los hebreos y, luego ellos lo hicieron con los israelitas y judíos. En el Antiguo Testamento (Génesis 12 y 13) se menciona que Abraham hizo paradas en lugares santos, y al parecer existían escuelas iniciáticas en Siquem, Hebrón, Bethel y Jericó. Luego de la salida de los hebreos de Egipto, los misterios sumerio-egipcios fueron transmitidos de generación en generación hasta el momento en que el Rey Salomón subió al trono 132


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de su padre David. El Rey Salomón, quien gobernó entre 976 y 926 a.C., con la finalidad de unificar su autoridad y la religión de su pueblo, erigió el Templo de Jerusalén para que fuera centro de veneración religiosa y símbolo de la unidad nacional. El Templo era un edificio completamente simbólico, su plano, sus construcciones y ornamento representaban la síntesis de todas las ciencias, era el Universo, era la filosofía, era el cielo y, representaba el Macrocosmo; los hombres son el Microcosmo. David lo había concebido, Salomón ordenó su construcción y, Hiran Abiff fue el Arquitecto y decorador que fue traído de la ciudad de Tiro. Para el mejor desarrollo de la obra dividió a los trabajadores, de acuerdo a la labor que realizaban, en Maestros, Compañeros y Aprendices, estructura que los masones o constructores tenían desde la antigua sumeria, como forma de organización.

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El simbolismo del Templo corresponde al cosmos y está dividido en tres partes que corresponden al cielo, al mar y a la tierra. Telas y ornamentos interiores evocan los cuatro elementos, las siete ramas del candelabro remiten a los siete planetas, las doce columnas interiores a los doce signos de zodiaco. La orden iniciática y esotérica de la Francmasonería se inspirará en este simbolismo cósmico para la disposición y el orden, para la orientación y forma de la logia.

Los masones reedificar el Templo de Salomón cada vez que levantan columnas para el funcionamiento de sus logias, sobre las bases de la jerarquía inteligente y de la iniciación progresiva. Los misterios de Mitra Corriente esotérica que influyó en el desarrollo de la filosofía masónica, que tiene origen Medo-Persa, sobre un dios de origen Iraní. Mithra se menciona por su nombre una vez en los Gathas en Yasna 46: 5, los Gathas son los textos más antiguos del zoroastrismo, atribuidos a Zoroastro. 135


Su sacramento consistía en pan, vino y sal que era consagrado al dios Mitra, era un ritual cargado de fuerza, pureza y valentía que ayudaba a solidarizar a los miembros de la confraternidad. Este rito es anterior al cristianismo se identifica con la luz y el sol, insiste en la conducta moral de sus adeptos, hace énfasis en la abstinencia y el autocontrol, así como en la lucha entre el bien y el mal, y en el triunfo del primero por la intermediación del Logos. Creen en la inmortalidad el alma. En cuanto a la iniciación se sabe que estaba escalonada en siete grados, cada uno representado por un metal y consagrado a un planeta, acorde con el conocimiento cada vez más amplio de los iniciados. Cada grado es un escalón en la escuela iniciática, que es representado por un metal y un planeta: 1 MILES (Soldado) Plomo Saturno 2 LEO (León) Estaño Venus 3 CORAX (Cuervos) Cobre Júpiter 4 PERSES (Persas) Hierro Mercurio 136


5 CRYPTIUS (Oculto) Amalgama Marte 6 HELIACOS (Soles) Plata Luna 7 PATRICOS (Padres) Oro Sol Solamente los iniciados que habían alcanzado el 4° grado podían participar de modo total en los misterios, después del 7° se hallaban los siete Pater Sacrorum (Padres encargados de los Sacrificios).

El aspirante al principio experimentaba una serie de pruebas, donde era introducido en cavernas donde los métodos de excitar el asombro y el temor variaban ingeniosamente, se simulaban ruidos de animales feroces, truenos, relámpagos, azotes con varas, se le hacía nadar por ríos de fuertes corrientes, que tenían por objeto la purificación por el agua, por el fuego, y por el ayuno, pruebas que duraban entre veinticuatro y ochenta días, después de las cuales era introducido en una 137


caverna, llamada spelaeas, del griego spélaion que significa caverna. Las spelaeas, eran de pequeñas dimensiones y representaban al mundo, el doble movimiento de los planetas y el paso de las almas por las esferas celestes, sus muros y techos estaban dibujados con signos celestiales. Una vez en la cueva se le llevaba a una sala llamada pronaos, allí se le sometía a una especie de bautismo y se le preparaba para las siete enseñas de la iniciación que estaba próximo a cruzar. Para figurar los siete planetas se le enseñaba al iniciado una escalera, a lo largo de la cual se encontraban siete puertas, cada una de un metal diferente simbolizando los atributos del planeta correspondiente. Esta escalera tiene similitud a la escalera en la visión del sueño de Jacob, y figura como símbolo masónico. Los colegios romanos A Roma llegaron todas las tradiciones iniciáticas y religiosas del mundo antiguo, que fueron asimiladas por los Colegios de Arquitectos asignados a las Legiones Romanas que estuvieron acantonadas en diferentes partes del Medio Oriente, Egipto y Grecia. Estos Colegios fueron fundados por el Rey Numa Pompilio en el s. VII a. C, quien en su afán de acabar con los elementos rivales dentro del reino, estableció una religión común y dividió a los ciudadanos en curias y tribus, lo mismo hizo con los artesanos a quienes agrupó en corporaciones bajo el nombre de COLLEGIA O COLEGIOS (Collegia Artificum), a cada colegio le fueron asignados los artesanos de una profesión particular, a la cabeza de ellos estaba os Colegios de Arquitectos (Collegia Fabrorum). El Rey Numa quien era un profundo conocedor de las leyes divinas adaptó los ritos Egipcios, Griegos y Babilonios a la forma Romana de Dionisio o Baco, dándole a los Colegios un culto y una organización que les eran propias. Estas asociaciones gozaban del derecho de formarse sus reglamentos propios y de concluir contratos seculares y religiosos, disfrutaban la inmunidad de las contribuciones, franquicia que se extendió durante la Edad Media dando origen a la denomi138


nación de masones libres o francmasones. Se dedicaban a las construcciones de fortalezas, carreteras, acueductos, templos y casas en todo el imperio.

La organización de los Colegios era muy similar a la de nuestras Logias: Tres Faciunt Collegium, Tres hacen un Colegio, este era regido por un Magíster o Maestro, los oficiales inmediatos eran dos Decuriones o Guardianes, análogos a los Vigilantes Masónicos pues cada Decurio presidía una sección del Colegio. Habían otros oficiales tales como: Un Escriba o Secretario quien llevaba el registro de sus procedimientos, un Thesaurensis o Tesorero quien tenía a su cargo el fono de la comunidad, un Tabularios o Archivista, como en estos colegios se combinaban la adoración religiosa con las labores del oficio, en cada uno había un Sacerdos o Sacerdote que dirigía las ceremonias religiosas. Otra analogía con la organización masónica era que los miembros de un Colegio estaban divididos en Seniores o Superiores directores del oficio equivalente a los Maestros, y en Jornaleros 139


y Aprendices, análogos a los Compañeros y Aprendices Masones. En sus archivos se ha encontrado que tenían ritos semi-religiosos que adscribían interpretaciones simbólicas a sus herramientas de trabajo, como la escuadra el compás, el nivel y la plomada. Las colonizaciones Romanas fueron llevadas a cabo por las Legiones del ejército, a cada Legión se agregaba un Colegio, que acompañaba en sus campañas; cuando colonizaban permanecía en la colonia para sembrar la semilla de la civilización romana, construyendo caminos, acueductos, cuarteles, casas y templos. Los miembros de los Colegios trabajaban sus ritos y con el transcurrir del tiempo fueron iniciando a militares, llegando a ser el teatro de todas las iniciaciones secretas y demás doctrinas secretas, mezclándo así sus ritos con los hebreos de Palestina y ritos Mitraicos que los soldados de Tito y Vespaciano, habían aprendidos mientras estuvieron acantonados en Persia. Por conducto de los Colegios es que la Masonería fue introducida en Europa, al regreso de las Legiones a Roma. Luego de la caída de Imperio. El esoterismo Cristiano Con la definitiva supremacía de la Iglesia Católica sobre las otras religiones del Imperio romano por patrocinio del Emperador Constantino, una nueva corriente filosófica viene a agregarse a los misterios esotéricos romanos, es el Esoterismo Cristiano que se había formado en el cristianismo primitivo. Aunque negado por la mayoría de los jerarcas de la iglesia, las existencias de misterios pueden encontrarse en los Textos Primitivos, se trata pues de ver en los Evangelios un exoterismo yuxtapuesto a un esoterismo. El evangelio de Marcos, el de Juan y algunas epístolas de Pablo testimonian un esoterismo, una palabra revelada cuya inteligibilidad y comprensión necesitan grados, desde la simple alegoría hasta una interpretación que acerca el alma a los misterios divinos, que penetra en el sentido 140


místico de los textos. En tres grandes principios estribaba la doctrina de los Misterios del Cristianismo primitivo: la unidad de Dios, la libertad del hombre y la igualdad entre todos hombres. Cristo había puesto en práctica las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. Empezaba por recomendar el amor al prójimo, estimulaba a sus hermanos el trabajo y al estudio de las ciencias, y prometía una vida mejor cuando los buenos resultados de su doctrina y la fe mutua entre los hombres, hayan proporcionado a estos la felicidad suprema que su autor espera. Son los primeros padres de la iglesia como Clemente de Alejandría (160 - 215 d. C.) y Orígenes (185 - 254 d. C.) quienes inician el camino del esoterismo cristiano, en dos de sus obras Stromas y el Pedagogo.

Clemente rechaza el divorcio entre el conocimiento Hermético proveniente de Grecia y el transmitido por la revelación Cristiana. Con este acercamiento trata de promover una gno141


sis definiéndola como un apetito conjugado de la Fe y el Saber. Dice Clemente: quien ha sido purificado en el bautismo y luego iniciado en los Misterios Menores (es decir ha adquirido los hábitos de la reflexión y el autocontrol) queda maduro para los Misterios Mayores o Gnosis, que es el conocimiento científico de Dios; También dijo no está permitido por la ley revelar a los profanos los Misterios del Logos. En cuanto a Orígenes (185 254 d. C.) aún más que Clemente llega a casar el neoplatonismo con el pensamiento cristiano. Asegura la existencia de la enseñanza secreta de la Iglesia, habla de la fe popular irracional, que conduce a lo que llama el Cristianismo Somático, o la simple forma física de la religión y la fe superior y razonable basada en el conocimiento ofrecido por la sabiduría o gnosis que conduce al Cristianismo Espiritual. En su obras La Homilía sobre el Génesis, De principiis, Contra Celsun, se verán repetidas referencias a la enseñanza oculta, inmensamente más grandiosa y que eleva a quien la estudia a un nivel mucho más elevado que lo que enseña la ortodoxia. San Agustín (354 - 430) aunque no es un pensador esoterista, su pensamiento será invocando por largo tiempo por los sostenedores del Hermetismo Cristiano en los largos debates con los dogmáticos de la iglesia. En su obra Confesiones o De Civitae Dei, hace una referencia a los Herméticos, y será considerada como la preservación de esta unidad, Agustín rechaza la teúrgia y la magia, pero elabora una doctrina en la que el Alma es razonable y servida por un cuerpo terrestre. La naturaleza no es rechazada y ciertas correspondencias rigen las relaciones entre el alma y el cuerpo. Otro pensador clave que interesa al esoterismo es Boecio (470 - 525 d. C.), su obra más leída es De consolatione philosophiae cuyo esplendor perdurara en los medios masónicos hasta el s. XVIII. Hace intervenir la cosmología platónica, la teoría de las correspondencias y principios de dualidad dinámica entre polos contradictorios. Varias de las fórmulas empleadas en la Consolación se encontraran en rituales masónicos, como aquella “Alejaos pues del vicio y practicad la virtud”. En varias Epístolas 142


de San Pablo se puede entrever este Esoterismo, en la Epístola a los Gálatas pone acento sobre el Jerusalén Celeste, evocada en el Apocalipsis de San Juan. Otra enseñanza de Pablo es la que define las cuatro dimensiones del Hombre Interior: largo, ancho, altura y profundidad, donde se verifican las reminiscencias de las dimensiones de Dios en el Libro de Job. El cristianismo primitivo que desarrollo el esoterismo cristiano en los esenios, terapeutas, gnósticos, culdeos y otras sectas menores, fueron combatidas hasta su total eliminación por la religión católica, apostólica y romana del Imperio romano nacido por el patrocinio del Emperador Constantino en el Concilio de Nicea. Los misterios Druidas Los Druidas eran una orden de sacerdotes que existieron en Bretaña y las Galias. La palabra Gaélica Druish significa hombre sabio o sagrado y en otro término mago. Este rito vino originalmente de Grecia a través de Escandinavia, el Druidismo se dividía en tres órdenes que comenzaban con los bardos, quienes eran los poetas que componían himnos y cantaban en las ceremonias del culto, los Profetas o Eubages eran los augures o adivinos, tenían a su cargo el gobierno civil y la agricultura, y los Druidas o Vates quienes eran los depositarios de los dogmas de la religión y la filosofía, llenaban las funciones de sacerdotes y jueces. Los sitios de adoración eran también de iniciación, generalmente eran circulares porque esa era la forma del universo, y no tenían techo por cuanto consideraban absurdo reducir al Omnipotente a la permanencia bajo un techo común, entre otros instrumentos se sabe que tenían un altar triangular, la espada de Belino y un cofre sagrado. Se dice que sus ceremonias de iniciación requerían mucha purificación física y preparación mental, en el Primer Grado se representaba la muerte simbólica del aspirante, culminan143


do en el tercero con su regeneración, donde este era colocado dentro de un bote. Sus doctrinas eran similares a las de Pitágoras, sostenían la creencia en un Ser Supremo, la reencarnación, el estado futuro de las recompensas y los castigos, la inmortalidad del alma. El objetivo de sus ritos místicos era comunicar estas doctrinas empleando un lenguaje simbólico. Muchas leyendas señalan que el cristianismo fue introducido en Inglaterra en los primeros años de la era cristiana, mucho antes que las misiones de san Patricio y San Agustín. Algunos historiadores cristianos como Clemente de Roma y Eusebio confirman que San Pablo y otros Apóstoles visitaron las Islas Británicas. Lo cierto es que no fue sino hasta el s. XII cuando la Cristiandad Céltica fue puesta de acuerdo con los usos del Cristianismo Romano. Se cuenta que la antigua Iglesia Británica poseía una profunda y mística forma de cristianismo derivada de fuentes orientales provenientes de los Esenios, quienes estaban muy vinculados a Jesús por haber sido uno de sus miem144


bros. Además de los sacramentos cristianos se practicaban ritos de línea Mitraica, también usados por los Esenios y puede que haya habido alguna sucesión de Misterios Judíos, no vinculados con los Colegios Romanos. Estas varias líneas de tradición fueron retocadas con los locales Misterios Druidas. Así los Culdeos de York amalgamaron el misticismo cristiano con los ritos nativos, eslabonándolos a la Masonería Moderna. Los caballeros Templarios La Orden de los Caballeros Templarios, llamada también los Caballeros Pobres de Cristo y del Templo del Rey Salmón, fue fundada en 1118 por Hugues de Payes Caballero de Borgoña y Godfroid de San Omer Caballero del Norte de Francia, con el fin de proteger a los peregrinos en Tierra Santa. La Orden del Temple aparece como referencia insoslayable en la historia del esoterismo occidental. En efecto el mito ha superado la realidad histórica y religiosa, la leyenda lo ha llevado sobre la veracidad de los hechos y este perdurará sobre todo en la Francmasonería Templaría del s. XVIII. En el s. XIII la Orden estaba en su máximo esplendor, se cree que eran unos 20 000 caballeros diseminados por toda Europa y el cercano Oriente. Un aspecto importante acerca del esoterismo lo constituía la Tierra Santa, que mas que entidad físico-geográfica eran entidades espirituales, los lugares Santos eran la expresión del microcosmos humano, de una iniciación mística y de una revelación, en tanto Jerusalén representa un centro donde el cielo y la tierra se encuentran. Los Caballeros Templarios trajeron del oriente un conjunto de ceremonias y símbolos que pertenecen a la tradición masónica, que eran practicados por sus pares de la tradición islámica de la orden de los Nazaries o también conocidos como los Asesinos, que poseían ciertos conocimientos. Hoy ello se imparte en el Grado 18 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Lo que llamamos el Sapientísimo Soberano era un obispo o presbítero ordenado, estableciendo un amalgamamiento entre los 145


sacramentos egipcios y cristianos. Es cosa conocida que los Templarios formaban una rama de Gnosticismo y que habían adoptado las doctrinas de los Ofitas, un símbolo común en sus ceremonias era una cabeza barbuda que representaba al Dios eterno y creador, y que llamaban Baphometus o Bafomet, palabra griega que significa Bautismo de Sabiduría. Todo el simbolismo de la Orden evoca la doble noción temporal espiritual, el famoso Beauseant o pendón de guerra era mitad blanco para figurar la lealtad a los amigos, y mitad negro el terror de los enemigos. La cruz de ocho puntas sobre el manto blanco, agregaba a la significación de la cruz, el simbolismo mediador de número ocho, y se unía al blanco del Conocimiento y al rojo (color de la capa) del Santo Amor, invocado en su grito de guerra. La Orden Templaria, tiene su iniciación propia que consta de tres grados: Novicio, Caballero y Profeso. En el año de 146


1307 la Orden fue suprimida, todos sus miembros arrestados y muchos ajusticiados por la Inquisición. La destrucción de la Orden del Templo no significó el final de los misterios, algunos Templarios franceses se refugiaron con sus hermanos Templarios en Escocia, donde el mandato de disolución de la Orden no llegó a promulgarse, y en ese país sus tradiciones llegaron a fundirse con los antiguos ritos celtas de Heredón formando así una de las corrientes que dará origen al Rito Escocés. De esta manera las tradiciones de venganza contra el trío formado por el Papa, el Rey y el Traidor, se entretejió con la tradición egipcia de la Masonería Negra, culminando con lo que hoy se llama grado 30. La Camaradería Otra sobrevivencia de los Colegios romanos fue la Camaradería Francesa o Compañerismo en francés Compagnonnage, con este nombre se conoce a ciertas organizaciones místicas formadas entre obreros del mismo oficio, cuyo objeto es proporcionarse ayuda mutua. Según la tradición se cree que la voz Compagnonnage es de origen hebreo, habiendo provenido del Templo de Salomón. El término apareció hacia el s. XII, en las corporaciones de obreros; estos para proteger el arte de su trabajo percibieron la necesidad de formar entre sus miembros confraternidades, cuya protección debía acompañarlos en sus excursiones laboriosas, y proporcionarles ayuda fraternal y empleo en las ciudades desconocidas. Los Compagnons de la Tour, tienen sus leyendas y al igual que los Francmasones hacen llegar su origen al Templo de Salomón, existen tres líneas en el Compañerismo cada una de ellas basadas en un precursor diferente: la más antigua era la de Los Hijos de Salomón originalmente compuesta por constructores de piedra (Stonemasons) solamente; la segunda la de los Hijos de Maitre Jacque (Maestro Santiago) quienes admitían miembros de otros oficios como talabarteros, afiladores, zapateros, sastres; y la tercera seguía a Maitre Soubise originalmente formada por carpinteros. 147


Las tres corrientes estaban organizadas de acuerdo al grado de conocimiento de sus miembros en: Aprendices, Compañeros y Maestros. Tenían un sistema de iniciación y para alcanzar un grado superior debía presentar un examen o revelación del conocimiento de su oficio, para ellos el Templo de Salomón era la cumbre de la sabiduría y consideraban que los maestros que habían intervenido en su construcción eran iniciados por la Divinidad. Otras corrientes de tradición sobrevivieron en Europa fueron: Los Constructores de Piedra que se desarrollaron durante el s. XII en Alemania, estas originan dos corrientes una Inglesa a través de los monjes Celtas y otra Italiana por medio 148


de San Bonifacio. En Inglaterra las primeras Logias (Logges, Luges, Lodges) aparecen después de la conquista Normanda en el s. XI, entre los picapedreros y albañiles que construyeron las catedrales de York, Canterbury, etc. Tres líneas de tradición confluyen en la masonería de las Uniones Inglesas: una línea fue conservada de los misterios Celtas y Druidas, una segunda provino de los Colegios Romanos y una tercera que llegó con la conquista Normanda bajo el patrocinio de Arzobispo Lanfranc. Lo que viene despues ya es conocido y no requiere de mayor detalle.

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