DIALOGO ENTRE MASONES ENERO 2021 N° 85

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Dialogo Entre Masones

Artículos Masonicos Seleccionados Año 8 - N° 85

ENERO 2021


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Dialogo Entre Masones

Artículos Masonicos Seleccionados Año 8 - N° 85

Director General Herbert Oré Belsuzarri

Directores

Mario López Rico Vicente Alcoseri Julio Villarreal III

Artículos Publicados

- Carta de un hermano a los hermanos y hermanas de la logia................................................3 - Secretos masónicos....................................9 - La “forma sustituida” de la masonería fuera del templo...............................................18 - Banquetes y ágapes en masonería..............20 - Estructuras y simbolismo masónico bajo la Revolución.....................................................44 - Apuntes sobre ritos y ordenes masónicos......64 La revista agradece la difusión de los artículos publicados, mencionando la fuente y la autoría.

Valle de Lima Enero 2021

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Carta de un hermano a los hermanos y hermanas de su logia.

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Carta de un hermano a los hermanos y hermanas de su logia.

Mis muy queridos hermanos, mis muy queridas hermanas, Deseándole lo mejor para usted y sus seres queridos en este momento difícil, parece más que fundamental que estemos en línea con nuestros valores y que demos prueba de benevolencia entre nosotros cuando el mundo secular a veces revela, en los últimos tiempos, las peores facetas de las que aún es capaz. La piedra en bruto está apenas rugosa. Seguirán siendo necesarios largos y dolorosos esfuerzos antes de que se complete nuestra tarea.

En un momento en el que cada uno de nosotros ha visto al menos a un ser querido afectado por la enfermedad, y con un desenlace más o menos trágico, tal vez sea conveniente recordarnos que no todo es blanco y no todo es negro, porque hay multitud de certezas de todo tipo, desde la improvisación espontánea de una plétora de expertos, científicos y médicos que deberían saber mejor que todos qué hacer; las condenas a cie4


gas contra algunos de nuestros científicos o contra los organismos internacionales de salud; el miedo de una multitud de personas que no saben que hacer para combatir la pandemia o sus propios miedos, conscientes o no; el intento de instrumentalizar políticas generalizadas, cuando todo esto nos ahoga en polémicas que sabemos en realidad muy inútiles durante las serias horas que vivimos. Por si fuera poco, todo esto a una escala sin precedentes.

Sin embargo es necesario tener claridad en nuestro pensamiento, para quienes trabajan con los enfermos y quienes buscan los remedios para esta pandemia, también para las buenas voluntades llenas de abnegación que nos permiten seguir beneficiándonos de la electricidad, el gas y otras energías, el agua, los medios de comunicación, las personas que trabajan en la limpieza pública, el orden interno, los mercados y tantos otros servicios, todas ellas a costa de grandes sacrificios sociales, en condiciones de trabajo inaceptables en tiempos normales. 5


Es importante tener en cuenta que, además de todas estas cosas, muchos de nosotros estamos confinados o aislados, con niños y toda su energía, con personas que requieren cuidados y atenciones regulares, con autistas, discapacitados o con movilidad reducida, sin olvidar a los más precarios económica o socialmente, ya sean personas en busca de empleo, jubilados o pensionistas, profesionales obligados a suspender sus actividades y por ello sin ingresos, ni qué pensar de las personas sin hogar, drogadictos, refugiados en campamentos y poblaciones en albergues.

No debemos olvidar a los mayores de nosotros, a quienes sentimos que no les beneficia las medidas de desconfinamiento como a la gran mayoría, que tendrán desconfinamiento “progresivo”, medidas que puede cambiar varias veces dependiendo de la evolución de la pandemia. Podría ser que este flagelo, que parece en estos días disminuir en unas zonas, mientras se redobla en otras, nada impide a este 6


virus ofrecer todos los escenarios posibles, mientras los recursos escasean. No aspiramos al descanso, y tal vez dependa de nosotros, como masones, no aullar con la manada y tratar de servir mejor con nuestros valores a quienes nos rodean.

Llegará entonces el momento de las valoraciones y los análisis y sin duda, tendremos que aportar nuestra parte de trabajo, más allá de las pasiones personales, para el advenimiento de una Humanidad mejor y más iluminada, ya que este episodio reorganizará más o menos las cartas de este mundo actualmente sacudido. Sin embargo, la reanudación de nuestro trabajo en nuestras logias a corto plazo parece estar muy comprometida. Pero durante este tiempo, nuestra Cadena de Unión virtual debe continuar uniéndonos a toda la Hermandad, y debemos comprometernos a mantener el más fraternal afecto a los demás, para trabajar incansablemente por lograr la Hermandad Universal. Deseándoles paciencia, valentía, prudencia, solidaridad y buena salud, les expreso el deseo de que todos nos volvamos a encontrar lo antes posible en las mejores condiciones. Te abrazo fraternalmente. 7


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SECRETOS MASONICOS Alain Bauer

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SECRETOS MASÓNICO Alain Bauer

Los masones prestan juramento prometiendo observar estrictamente el “secreto masónico”. Para la mayoría de ellos, esta obligación es inherente a la pertenencia a la Orden. Sin embargo, las “Constituciones de Anderson  [1]” de 1723, un texto fundacional universal, nunca usan el término. Solo recomiendan precaución. Para las antiguas cofradías profesionales (llamadas operativas), el único secreto residía en la “palabra del albañil” que permitía al trabajador ser reconocido en las obras como aprendiz, encontrar trabajo, cobrar en consecuencia. Una especie de diploma oral que presagia los convenios colectivos. La iniciación misma parecía reducida a su expresión más simple, a veces incluso concentrada por completo en la comunicación de la palabra  [2]. Los secretos eran tantos conocimientos, técnicas, métodos, métodos de cálculo. El manuscrito Regius de 1390, como todos los textos de compañerismo, explica esta situación, que es garantía de empleo e ingresos. Para la masonería especulativa, que definitivamente no parece ser la continuadora de los operativos, al menos para Inglaterra, era por tanto necesario crear símbolos y rituales, menos profesionales y más iniciáticos. El secreto del saber hacer se convirtió entonces en el secreto de la iniciación. Todo el siglo XVIII escrita esta, que defender para no denigrar la masonería, hacen hincapié en la importancia del secreto en los “misterios” proclamado por la Orden. Sin embargo, a partir de 1738 (las primeras logias inglesas datan de 1717, las primeras logias escocesas aparecen en Francia en 1649, la primera Gran Logia de Francia, antepasado del Gran Oriente de Francia, se constituye en 1728), el ritual masó10


nico, incluyendo los diversos procedimientos de iniciación, es revelado por el teniente de policía de París René Hérault, en Le Secret d’un frey-maçon. En 1744, el padre Pérault, que publicó un famoso Secreto de los masones, indica: “El secreto de los masones reside principalmente en la forma en que se reconocen a sí mismos.” En 1745, apareció La Orden de los masones traicionada y sus secretos revelados luego, en 1751, Le Maçon desenmascarado. Y la divulgación televisiva nunca se detendrá. Las obediencias mismas, para asegurar la consistencia de su reclutamiento al federar las logias, deben producir e imprimir los rituales. Durante la ocupación nazi, la aplicación de las leyes antimasónicas (que precedieron a las leyes antijudías) permitirá la publicación en el Diario Oficial de Vichy de todos los masones, identificados por un servicio de la sociedad secreta que ocupa la sede del Gran Oriente de Francia en París. El servicio se publicará durante cuatro años durante un boletín (Los documentos masónicos) e incluso producirá una película ( Fuerzas ocultas ).

En resumen, todo lo que se podía saber sobre la Masonería, sus modos de iniciación, sus procedimientos internos, se publicó menos de diez años después de la constitución de las obe11


diencias francesas. Así, en 1737, el Chevalier de Raucour estaba asombrado: “¡Ahora nos siguen por todas las calles de París, y no hay ningún niño en la tienda que no nos reciba alardeando de nuestros carteles!” Su interlocutor en Épernay confirmará que ocurre lo mismo en las provincias  [3] . En oposición al secreto y juramentos masónicos, la Iglesia Católica no tardará en incluir a la masonería en una lista negra y en luchar por todos los medios contra los masones. La Bula In eminenti publicada en 1738 por Clément XII fue sólo la primera de una larga serie (1751 de Benedicto XIV, 1865 de Pío IX e incluso una encíclica  [4] en 1884 de León XIII). Varios aplicados en países europeos, nunca será registrado por el Parlamento de París. En 1801, la aplicación del Concordato hizo posible (¡finalmente!) Excomulgar a los masones franceses. El Código de Derecho Canónico de 1917, revisado en 1983, olvida la masonería, lo que no impide que la Congregación para la Doctrina de la Fe (ex-Santa Inquisición) considere la membresía como un pecado grave  [5] Cabe señalar que la masonería inglesa, a pesar de su estatus cuasi oficial, no es inmune y que la Iglesia Anglicana la obligó a rectificar sus rituales a finales de los ochenta. Así que ha pasado más de un cuarto de milenio desde que se publicaron los rituales masónicos, sin embargo, el supuesto secreto todavía despierta tantas fantasías. Porque detrás del secreto masónico, lo que uno busca o pretende descubrir, es la “sociedad secreta”. Comprometidos desde la creación de los talleres masónicos en prácticas insoportables para los fundamentos políticos y religiosos, abriendo el espacio de la logia a debates tabú en el exterior, los masones aparecen como tantos conspiradores potenciales. Sin embargo, esta masonería original era más de tabernas que de cuevas. En una Inglaterra desgarrada por guerras civi12


les, religiones, conquistas en el norte y el oeste, donde se prohibía cualquier reunión de pocas personas y que estaba plagada de espías, ¿cómo inventar una sociedad secreta? Los amigos de Newton, de la Royal Society, se reúnen en lugares públicos. El secreto de la creación de la Orden en Inglaterra fue este coraje magistral para prohibir los debates religiosos en la logia, para dar la bienvenida a cada masón allí siempre que no fuera un “ateo estúpido ni un libertino irreligioso” sin requerir ninguna creencia particular, pedirle al noble que comparta el puerto del arnés o la espada, de uniforme, para evitar cualquier distinción de clase o nivel. En Francia, La masoneróa tradicional, muy comprometida, practicará un secretismo muy relativo. A menudo, las logias desfilaban detrás de sus estandartes durante los festivales en ciudades y pueblos. En 1848, los masones del gobierno revolucionario se reúnen con sus condecoraciones. Durante la Comuna, marchan sobre las barricadas. A menudo, los albergues se instalan, en las provincias, en calles con nombres evocadores (rue de la Loge, du Maçon, de la Maçonnerie, de l’Acacia…). Antes de la guerra, muchos periódicos provinciales incluso publicaron el programa de actividades de las logias en sus columnas. En resumen, la masonería nunca fue clandestina, con la notable excepción del período de la ocupación nazi. Las propias “Constituciones de Anderson” imponen al masón, el artículo 2. Sin embargo, hay un secreto masónico, y el único identificable. Es el secreto íntimo de lo que se experimenta durante la iniciación. Sin clero y sin ejercer ningún sacramento, la Masonería, en sus prácticas iniciáticas, no se prepara para lo inevitable. Te permite renacer estando vivo. La Logia es ante todo una esperanza. La masonería no es una iglesia. Ella no solo dice amar a los hombres, sino que busca mejorarlos. Por tanto, debe desvelar inmediatamente el contenido de sus promesas que no pueden volver a esperar el paraíso, el purgatorio o el infierno. Debemos comenzar de inmediato a explicar y educar acer13


ca de los “secretos” que no se pueden conservar en nombre de la preparación para el más allá. La propia masonería creó las condiciones para la imposible preservación del secreto masónico, para el cambio sufrido por el lego en el momento de su iniciación. A menudo descrito por nuevos iniciados, el sentimiento experimentado parece indescriptible y, a menudo, no reproducible. En resumen, este secreto es tan poderoso que ni siquiera quienes lo conocen y necesitan hablar de él pueden expresarlo. Y que aquellos que han leído las experiencias anteriores garantizan que no encontrarán en su propia iniciación lo que sus mayores les han revelado. Otra parte del secreto masónico se relaciona con la discreción sobre la membresía. El trauma de la Ocupación (29.000 masones en 1939, 5.500 en 1945), las humillaciones, persecuciones, asesinatos y deportaciones hicieron que los masones fueran particularmente cautos. Sin embargo, las tradiciones y los reglamentos no impiden la proclamación de la pertenencia personal a la Orden. Simplemente está prohibido revelar a un hermano o una hermana que no lo hubiera querido expresamente. Al igual que los sindicatos u organizaciones políticas, las obediencias masónicas no difunden la lista de sus miembros, sino que difunden los nombres de sus funcionarios electos. Asimismo, el Colegio de Abogados o los órganos ejecutivos rara vez se reúnen a puerta cerrada. La mayoría de los masones pueden asistir a las reuniones. La tercera parte del secreto aparece cuando se plantea el problema de la desviación del principio de solidaridad que constituye parte esencial de la pertenencia a la Masonería. Así, por estar expresado en términos muy generales, este principio fundacional se ha utilizado en ocasiones para la creación de redes empresariales, para la protección de corruptos o corruptos, para la defensa de personajes dudosos. Cuantitativamente, son pocos (menos de treinta de 43.000 en el Gran Oriente de Francia). Todos son procesados, suspendidos o excluidos, y por mu14


cho tiempo. Pero con una discreción que podría parecer, al exterior, una especie de complicidad pasiva. Durante varios años, esta dimensión del secreto se ha suprimido de hecho, y las autoridades judiciales de la albañilería asumen con mayor frecuencia su misión de “delantales limpios”, marcando así la diferencia entre la gran mayoría de albañiles rectos y honestos y aquellos que, como en cualquier sociedad humana, se usan a sí mismos en lugar de servir. Muy a menudo, las Fraternidades, que unen directamente a los masones por afinidades ideológicas o profesionales, fuera del control de las obediencias masónicas. [6] , han permitido la formación de estas redes y son objeto de una atención sospechosa por parte de todas las obediencias.[6] La masonería también es plural e las Obediencias francesas... Jean Mourgues [7] presenta otra dimensión más compleja del secreto masónico  . Recuerda que: “nadie tiene derecho excepto a la verdad que ha descubierto”. El secreto sería entonces simplemente un modo de instrucción, una herramienta progresiva para comprender el conocimiento. Así, un esquema de circuito integrado o un programa informático, perfectamente público, pueden aparecer como tantos misterios insondables para quien no es ni técnico ni informático. “Entonces, ¿cuál es la diferencia entre un secreto que nadie conoce y un secreto que no existe?” Por tanto, el secreto sería en primer lugar una disciplina destinada a determinar las cualidades del solicitante. A diferencia de las sectas, es difícil ingresar a la masonería, es fácil salir y el costo es menor que la suscripción por cable o satélite. Se trata, pues, de crear un condicionamiento, por una cierta teatralidad, en el mismo momento de la petición, luego durante la iniciación. Las investigaciones y el paso bajo la venda son elementos que refuerzan la idea de la existencia de un secreto. El secreto también sería un medio para validar el nivel del candidato, incluida su capacidad para trabajar para comprender en última instancia lo que no puede percibir de inmedia15


to. Los símbolos aparecen entonces como tantas herramientas y deben ser interiorizados en un enfoque que vaya más allá del aprendiz y que lo oriente hacia su propia emancipación. La iniciación es entonces una liberación que pasa por complejos cursos que revelan las instrucciones de uso como y cuando. Este secreto tiene que ver con la divulgación gradual. Así, el secreto masónico es un concepto múltiple, en evolución y muchas veces incomprendido por quienes defienden su principio. La historia de la masonería muestra cómo el respeto de este compromiso es fuertemente aceptado por todos los masones, aunque no es fácil distinguir sus contornos. Pero siempre debemos recordar, en la masonería, que el juramento sobre el respeto del secreto es aceptado libremente por hombres y mujeres que saben que su obligación es ante todo un contrato con ellos mismos. Sin embargo, cabe preguntarse por la superación actual de la transparencia que se asemeja a un higienismo social aplicado a los demás, ajeno a sus propios secretos íntimos, y necesariamente portador de una posible deriva totalitaria donde la vida privada sólo podía ser pública, negando de ahí la primera de las libertades. Es Oswald Wirth, uno de los grandes pensadores de la masonería del siglo pasado, quien probablemente concluirá mejor este ensayo, el que explicó a sus compañeros, sobre el secreto masónico: “No tenemos nada que temer en revelar la verdad, nadie le cree.”

Notas. [1] Véase la traducción al francés de Daniel Ligou, EDIMAF. [2] Vea varios números de la excelente revista tradicional Renaissance , incluidos 1-2, 3-4, 49 y 122. [3] Citado en GH Luquet, la masonería y el Estado en Francia en 16


el XVIII ° siglo, Vitiano 1963. [4] Género Humanum . [5] 26 de noviembre de 1983. [6] La masonería también es plural. Las obediencias francesas son el Gran Oriente de Francia (GODF), masculino, nacido en 1728 y estructurado en 1773, ejerciendo y regulando todos los ritos; la Grande Loge de France (GL), varón, nacido en 1821 y estructurado en 1894; la Gran Logia Nacional Francesa (GLNF), varón, nacido de una escisión del Gran Oriente en 1913; la Logia Nacional Francesa (LNF), masculina, creada en 1968; la tradicional y simbólica Grand Lodge Opera (GLTSO), masculina, nacida en 1958 de una escisión del GLNF; la Gran Logia femenina de Francia (GLFF), creada en 1946; Derecho humano, mixto, nacido en 1893. También notamos la existencia de obediencias de rito egipcio como la Gran Logia femenina de Memphis-Misraïm, o más recientes y mixtas como la GLMF o la GLMU. [7] El Pensamiento Masónico, PUF, 5ª ed. 1999. Publicado en Cairn.info el 01/01/2009 https://doi.org/10.3917/pouv.097.0091

Tomado de:

https://www.cairn.info/journal-pouvoirs-2001-2-page-91.htm Bauer Alain, “Secretos masónicos”, Powers , 2001/2 (n ° 97), p. 91-97. DOI: 10.3917 / potencia 097.0091. URL: https://www.cairn.info/revue-pouvoirs-2001-2-page-91. htm

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LA “FORMA SUSTITUIDA” DE LA MASONERIA FUERA DEL TEMPLO Emerek Le Fol

Todo se está yendo al infierno: después de los grupos más o menos reservados a los masones que se están difundiendo en redes sociales como Facebook, fraternidades de tipo masónico, la universidad masónica, la academia masónica y la Academia del Conocimiento Masónico (1) ¡Cada vez más fuerte! Esta academia no dispensa conocimiento, ¡da acceso directo al “Conocimiento”! La masonería se difunde ahora fuera del templo, pero no necesariamente para difundir en el ágora las verdades adquiridas en el templo; Entonces no fue suficiente que Hermanos y Hermanas tuvieran conversaciones dignas del café du commerce en Facebook, ¿que otros se comprometieran en una fraternidad dedicada a apoyar a un Presidente de la República? No apoyo igualmente, que “académicos” organicen conferencias cuyos temas tendrían su lugar en las logias, o que “inventen” la masonería virtual por correspondencia. ¡Definitivamente 18


no detendremos “el progreso”! Inventar considero que no es la palabra exacta, porque esta innovación se está importando de los EE. UU., donde puedes subir todos los escalones de la escalera ritual en un fin de semana, sentado como espectador en los escalones, mientras los actores realizan sucesivas iniciaciones en el escenario. “Progreso”, si el simulacro puede ser, en términos de iniciación, considerado como tal... ¿Es usted un masón tradicional libre? Para tener derecho a una joya y un diploma, solo necesitas leer algunos libros a nivel de aprendiz, compañero o maestro, enviar un informe de tus lecturas a un “comité académico” (sic) y eres “masón tradicional”. Gratis, auténticamente sellado, etiquetado y certificado. Conocemos quienes expiden la “patente falsa” desde hace mucho tiempo. Los historiadores de la masonería en los siglos venideros tendrán que mirar estos diplomas reales y falsos. Para ellos cuando se es aprendiz, compañero, maestro, ya no hay necesidad de acudir a una logia ni a las tenidas o capacitaciones dirigidas por los Vigilantes, para dedicarse a lecturas personales, y luego confrontar su reflexión con la de sus Hermanos y Hermanas. Basta leer algunos libros… Sin embargo, unas décadas de frecuentar las logias, me permitieron comprender que la mayor parte del viaje masónico no se deposita en las páginas de los libros, sino en lo que se transmite en la voz silenciosa de un maestro al aprendiz y, que fluye de mente en mente, de corazón palpitante a corazón palpitante. Lejos de mí esta la idea de negar la imperiosa necesidad de leer obras masónicas, pero “para superarse en medio de los demás, no hay necesidad de libros, basta con dar, a través de la praxis, el sentido vivido a las palabras iniciación, fraternidad, humanismo”. ¿Y qué libros, son necesarios para el caso? Todos los que sean necesarios, en cada nivel o grado; una gran bibliografía, que 19


permita profundizar en el simbolismo ritual iniciático. No es aceptable que la bibliografía se reduzca a pocos libros. Me temo que algunos están confundiendo “Masonología” y Francmasonería o masonería. Ciertamente, realizar discursos con gran competencia sobre la masonería es importante, especialmente en términos de historia, pero eso no es lo esencial, especialmente porque la ciencia histórica, incluso si es útil, está lejos de ser posible, para ser la única clave para comprender los arcanos del Arte Real. El Masonólogo no es Masón. “Si el objeto del proceso de iniciación masónico es la transformación de uno mismo o su perfeccionamiento”, la Masonología es un camino sustituto muy pobre. En cuanto a la pseudo-modernidad de esta experiencia, me parece lo contrario de lo que, en mi opinión es el proceso masónico: esta búsqueda, tanto individual como colectiva humana, que se esfuerza por traer físicamente eso que se encuentra disperso, y que permite a cada ser compartir conocimientos para intentar acceder a la sabiduría, que el conocimiento permite al ser parte de esta corriente tradicional e ininterrumpida, y nos da claridad para no confundir fraternalismo con fraternidad humana. En suma estas vías sustitutas para nada pueden ser consideradas masónicos y en el mejor de los casos no pasarían de ser buenas intenciones fallidas. (1)Una academia es un conjunto de hombres de letras, eruditos o artistas reconocidos por sus pares. La misión de dichas asambleas es monitorear las normas, códigos y costumbres en sus disciplinas.

Tomado de:

https://www.hiram.be/voie-substituee-de-franc-maconnerie-temple/ 20


BANQUETES Y ÁGAPES EN MASONERÍA Víctor Guerra

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BANQUETES Y ÁGAPES EN MASONERÍA Recupero para el público lector el trabajo introductorio al Ritual de Banquetes del Regulateur que el Círculo de Estudios de Rito Francés Roettiers de Montaleau editó en Masónica.es Este post viene de la mano de una lectura que hacía en un blog de un Ex Venerable, que en él viene a expresar su gran alegría por haber podido montar, al fin, un Banquete de Orden, ¡¡Aleluya¡¡ lo cual no tiene nada de extraño, sí a continuación no quisiera como los Moa y Vidal reescribir la historia, dejando caer para la construcción de la nueva memoria histórica que se quiere trasmitir, que ello parece ser no fue posible, por la pluralidad y tensión y falta de concordia en el taller, etc. No deja de ser curioso cuando el Hermano en cuestión ha ejercido durante casi 9 años los cargos de Presidente y Venerable de la logia en cuestión, Cargo que se sobra tiene poder y mando en plaza, como para montar un Banquete de Orden. Aun en el recuerdo de algunos Hermanos están las suplencias a sus continuadas ausencias ante los ágapes… por ocupaciones…? y ya para cerrar el remate ya es increíble que se cierre como colofón esto “se pierde de vista que la Logia no es un proyecto individual de quienes la fundan”, y no deja de ser paradójico, porque si uno se fija en esa foto que adorna el citado post que motiva este otro artículo, y otras que hay sobre el propio taller, puedo decir, y ustedes lo pueden ver que no hay un detalle , un color, un cuadro, etc. que no haya salido de la acción personal de quien esa frase escribe, de proyectos personales, y más cuando lleva siendo casi 11 años el Gran Timonel del Taller. Pero bueno las cosas se cuentan de ese modo, para la limpieza de sangre y esas otras cuestiones Aparte de esto les dejó con esta otra reflexión sobre los trabajos de masticación. 22


El comer y la Fiesta Los banquetes o ágapes han tenido siempre una fuerte presencia en toda nuestra historia como raza humana. En ocasiones va a ser la religión quien va a acentuar, aún más si cabe, el sentido ritual de esos encuentros gastronómicos que estarán que por otro lado estarán presentes en los más diversos pasajes de nuestros periplos existenciales, y como no, incardinados en todos los continentes y nacionalidades; con actos que van desde la alegre celebración como pueden ser los bautizo o las bodas; ritos iniciáticos de todo tipo, llegando al triste momento de tener que despedir a nuestros difuntos en su pase al Oriente Eterno; tal y como podemos leer en Virgilio, cuando versa sobre 23


los ágapes de los rituales fúnebres. Por tanto podemos decir que toda nuestra historia está relacionada con la acción de una actividad como los alimentos o la propia acción del comer que como vemos están en íntima relación con la celebración como acto lúdico festivo.

Los Ágapes y la masonería y su sentido Ainsi Mes Fréres, jouissons sans trouble d´une société vive et enjouée, qu´une gaîte douce une plaisenterie fine vienment embellir nos banquets, que le fleurs les plus belles réjouissent nos sens, craignons seulement que leurs parfums trop savourés ne produisent l´Ivresse. Hennzezel. Orador de la Logia Henri IV, al Orient del Regimiento de Toul-Artillerie 1.777. Es una cita algo moderna, con respecto a una masonería que casi podríamos decir que nació en torno a los ágapes y los banquetes, que primeramente tenían una expresión más cotidiana como nos indica Juan José Iglesias del Castillo[1], que en la antigüedad “Las palabras compañero, compañerismo, (compagnon o compagnonnage), son formas primitivas medioevales como se conocía la masonería y que tiene su etimología en “cum panis”, los que comparten el pan, y que reflejaba de forma popular una ceremonia que consistía en reunirse en la logia y compartir allí fraternalmente los alimentos que se dispusieran ese día”. Pues bien, esos momentos de comidas compartidas eran aprovechados, como hasta hace no mucho se hacía en los gremios de albañilería, que utilizaban las pausa para la comidas para tratar los problemas y hechos de la corporación, que como nos indica el autor antes mencionado en ellos “se celebraba una especie de tenida informal en la que se dirimían los asuntos de familia”. La misma fundación de la Gran Logia de Londres llevada adelante por cuatro logias londinenses. se hace precisamente en torno a los locales en los cuales se reunían una serie de herma24


nos masones, se trataba de las tabernas denominadas: The Goose & Gridiron (La Oca y la Parrilla), The Grown (La Corona), The Apple Tree(El Manzano), o The Rummer & Grappes (La jarra y las Uvas). Cuya existencia va a permitir que en la discreción de la noche, como dice Yves-Pierre Beaurepaire[2], en su trabajo de entrada sobre los Ágapes, que la sociabilidad masónica pueda desarrollarse libremente, aunque ello no parece que concuerde muy bien con la imagen de una discreta sociedad que reivindica su reconocimiento como élites sociales y culturales. Tal vez esa noción que expresa Beaurepaire, haya que ponerla en relación a las necesidades del momento, y a las propias costumbres locales de los ingleses y sus inclinaciones en cuanto a los espacios de encuentro y desarrollo como sociedad en los cuales vemos por ejemplo que el “Pub” la taberna juega un papel preponderante. Además de contrastar que pronto todos estos encuentros en tabernas que dan lugar a una sensación de que se estar de francachela, pasarán a celebrarse en lugares más íntimos, y más con las estructuraciones obedienciales de finales de finales de siglo, en las cuales vamos observando que el panorama de los trabajos varió bastante, tanto en su estructuración y desarrollo. En todo caso, ello nos adelanta una idea capital que no puede ser obviada, el papel que podían jugar, no ya las comidas fraternales que se nos describía anteriormente, sino la sucesión de ágapes y banquetes que se daban en aquellas primarias y primigenias reuniones masónicas, que no eran comilonas sin cuartel, sino la trabazón de lazos fraternales, durante un acto social como el comer, a modo de una permanente exaltación de los sentimientos que ennoblecen y adornan el carácter del ser humano como el amor y amistad, y donde se da cabida a un concepto capital en la masonería como la Fraternidad. Los ágapes y los banquetes dentro de la concepción masónica juegan un papel social y cultural importante, no porque consti25


tuyan una actividad relacional más de la logia, o del Capítulo, sino porque están concebidos a partir de toda una corografía de gestos que se han venido denominando como “trabajos de mesa o “trabajos de masticación” los cuales a través de ellos fijar una serie de enseñanzas, de reglas que marcan y moldean de forman muy determinante los rituales masónicos dedicado a los ágapes y banquetes. La actividad festiva del banquete, pasa de este modo del jolgorio de la taberna al sincretismo de la logia sumergida en el silencio que envuelve a los ágapes y banquetes, que además a lo largo del siglo va modificando su estructura, pasando de esa archiconocida idea de la francachela que exponen las divulgaciones antimasónicas a un simbolismo seudo-místico, en todo caso, y en muchas ocasiones, sin más repercusión social que un simple encuentro convivencial entre fraternos miembros de una sociabilidad un tanto peculiar. Al respecto debemos precisar que en los encuentros rituales de la primera mitad del XVIII, los ágapes son manifiestamente la parte más importante de la ceremonia, los cuales podían durar entre tres y cuatro horas, duración que contrasta con la brevedad con la que se llevaban a cabo la apertura y el cierre de la Logia, y la recepción de Aprendiz-Compañero, todo comprendido y tomando como ejemplo el procedimiento expuesto en la divulgación de René Hérault, la “Recepción de un Francmasón” de 1737, vemos que la ceremonia tiene una duración de alrededor de veinte minutos, a lo sumo. Es un ejemplo claro de la potencia e importancia que este elemento de confraternización tenía en las agrupaciones convivenciales. Sin embargo será a partir del siglo XIX, cuando se da una apertura que intenta exteriorizar parte de ese cerrado mundo masónico al mundo profano, y viceversa, no tanto como un escaparate de vanidades, sino enriqueciendo el ritual del encuentro festivo ante una mesa con los elementos participantes de los 26


ágapes y banquetes. Así tenemos una expresión más viva y si acaso más profana, tal y como encontramos en el periódico La Verdad de Oviedo, en 1890. Así fue como los ágapes y banquetes se fueron complementando de forma intensa con toda una cohorte de conceptos, temas y temáticas que van desde los adornos a las viandas, pasando por los diseños de la propia cubertería, a las decoradas vajillas con claras alusiones masónicas con grabados de grado, o simbólicos. Todo un juego de ricas cristalerías que se adornaron con lemas, e inscripciones de todo tipo, una rica iconografía que se irá amoldando a la exigencias sociopolíticas y masónicas tanto rituales como con respecto a los posicionamientos de las Obediencias. Un desarrollo iconográfico que vendrá parejo al desarrollo industrial y que junto con la literatura y cancioneros al uso reflejarán perfectamente el espíritu de trasmisión que imperaba en el seno de la esta sociabilidad denominada la masonería, y que va a plasmar en unas nuevas fórmulas como son los rituales de mesa o masticación, en los que además va a jugar un papel importante Vicent La Chapelle, inventor del arte culinario moderno, miembro católico y orangista y Venerable de la logia L´Arc-en –ciel situada al Oriente de Londres, aunque su papel haya quedado un tanto desdibujado por otros desarrollos historiográficos. Hay que tener en cuenta que está sin abordar la historiografía de la masonería y su relación con todo lo que tiene que ver con el arte culinario y sus temas trasversales. Como vengo exponiendo son todos estos elementos los que jugaron un papel importante en dichas reuniones convivenciales, de los cuales nos han quedado interesantes muestras como es el diseño de los elementos instrumentos que permiten el ágape o el banquetes donde nos encontramos con materiales y soportes de todo tipo los cuales fueron adoptados para trasmitir desde los conceptos simbólicos a los conceptuales o filosóficos, 27


así vemos ricamente adornadas soperas, cubiertos, platos y copas, lo cual no se quedó en ese marco sino que incluyó mantelerías, muebles, y otros utensilios como encendedores, pitilleras, etc. Los cuales jugaban un papel preponderante, y que bien por encargo o bajo demanda cubrían las necesidades de las logias, o de los propios masones, sin olvidar los interesantes rituales de masticación. Algunos ejemplares de esa gran producción se encuentran actualmente en los más variados museos de las Obediencias masónicas. Por eso que cuando uno observa, por ejemplo, el fondo del Gran Oriente de Francia, dedicado a todos elementos relacionados con la gastronomía, iconografía y literatura, se queda pensando en el valor que desempeñó el acto del ágape dada la grandeza y la riqueza simbólica de los motivos decorativos e iconográficos de cada elemento a utilizar que venía a prestigiar a la propia logia, en cuyo seno por ejemplo se encontraban esas lujosas cristalerías de las que hablaba, que tenía un papel preponderante a la hora de libar los brebajes espirituosos, o los vinos con que se agasajaban los Hermanos momentos antes de entrar a los trabajos, o después cuando estos ya se encontraban sentados la propia mesa del banquete. Es en el momento de esa contemplación de todo ese rico universo tan diverso como plural, que se va a contraponer con el reducido contenido simbólico del templo a la desbordante icnografía sita en los ágapes; que jugaba una función de refuerzo ideológica y simbólica, e incluso identitaria, que se veían a su vez reforzados en esa dimensión que antes describíamos, por otra expresión más viva como son las canciones al uso, que no dejaban de tener una dimensión pedagógica a la hora de ejemplarizar las virtudes tanto del masón como de la Orden, aunque no por ello dejaban de existir canciones con un aire más festivo y crítico que simbólico. Está claro que no se puede obviar el elemento ideológico que 28


jugaron estos encuentros gastronómicos en el seno de la sociabilidad masónica, los cuales pasan por el abanico de situarse en distintos planos desde un desarrollo neutro con el “stablisment” político-religioso y por tanto el ser asépticos en esas manifestaciones en el cual a veces se había atrincherado la logia, con independencia de la adscripción de sus miembros, como vemos se desarrolla la masonería inglesa, al papel activo, casi de club político que juegan algunas logias en la Francia revolucionaria. En este sentido no hay nada más que leer los diferentes rituales para observar esa evolución o necesidad, de situarse en el campo neutro, o situarse en el campo más activo y rupturista, bien en unos casos saludando a la monarquía con brindis al Rey o al Emperador , o enrocarse con el espíritu republicano que invadió las logias en un contexto de liberalismo político en el cual ambos, masonería y movimientos políticos, compartían un especial gusto por los banquetes y ágapes, con independencia de estar en consonancia con el país, o con el régimen donde se desarrollaban los trabajos. En ocasiones ese espíritu que hubo en las logias ubicadas en el espacio temporal del liberalismo hizo que las simples canciones masónicas del siglo XVIII, fueran sustituidas por símbolos más fuertes como las banderas, o canciones de corte más politizado. Es este tipo de encuentros de tipo gastronómico donde la sociabilidad masónica mejor se ha manejado dentro de los ámbitos políticos, como se comprueba en los momentos de las fuertes luchas laicistas libradas por los librepensadores masones, o la participación activa en los distintos procesos revolucionarios o simplemente políticos. Los Ágapes en la historia masónica Cuando buscaba materiales bibliográficos para abordar este pequeño trabajo quedé asombrado de la poca bibliografía existente al respecto de estas reuniones, en claro contraste con la riqueza simbólica en los elementos que formaban parte de 29


este tipo de encuentros gastronómicos que adornan y complementan los trabajos masónicos de la Tenida de Logia. En las enciclopedias y diccionarios masónicos al uso, el tema se ventila en apenas unos párrafos y en ellos las entradas o referencias se hacen, en muchos casos, con aportaciones muy generalistas, y por tanto alejadas de la profundidad de tales ceremonias rituales que se desarrollan a lo largo de todo el universo y continente en el que está implantada la masonería masónico. Ante esa aquiescencia por parte de los historiadores y monólogos de no prestar mucho interés a las cuestiones gastronómicas - logiales, que por cierto tiene, un fuerte reflejo en la literatura masónica y antimasónica en los siglos XVIII y XIX, donde encontramos abundantes descripciones sobre este tipo de trabajos de masticación, como las que presenta el libro de abad Pérau Les Secret des francsmaçons (1744) o Le Repas des Maçons, o Les Liaisons dangereuses de Chordelos de Laclos. Muchas de estas obras nacen al calor del afán vouyerista del populacho, bien alimentado por diversas esferas antimasónicas, que produjeron gran cantidad de libros de esta naturaleza; pero no pudiendo recurrir a ellas, además que ello amenaza con sobrepasar los límites de este trabajo, no queda más remedio que utilizar otro tipo de documentaciones que nos puedan dar alguna pauta. Lo que se puede observar nada más aterrizar en los rituales relacionados con los ágapes y banquetes masónicos, es que en general éstos guardan, casi todos los que conocemos que tampoco son muchos, una cuasi idéntico desarrollo ritualístico; eso sí cada uno siendo coherente con el rito en que trabaja la logia, que será demás el que determine la ubicación de unos elementos u otros, o se tengan que hacer tales o cuales maniobras, o saludos o brindis, etc., así encontramos las aclamaciones en un ritual o en otro bien se trate del Rito Francés (RF ) con los Vivas, por el contrario en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado se exclamarán los típicos Houzé. 30


Otra impresión que se entresaca al leer los rituales es que el desarrollo de todo este tipo de actividades gastronómico-convivenciales se aleja bastante del imaginario popular, como expone además una de las obras citadas, dando un puntual reflejo de su desarrollo: “Los masones no conocen dentro de sus festines ni la intemperancia, ni los excesos, su conversación ordinaria suelen versar sobre las ventajas de la fraternidad, o sobre cuestiones absolutamente indiferentes. Ellos observan sobre todo un silencio respetuoso en torno a la materias de religión de religión y del Estado”. Sin embargo nos puede extrañar otra cuestión como es la militarización de los elementos que van a jugar un papel simbólico en el ágape o banquete masónico. Si bien en logia los elementos generalmente no son belicosos, teniendo especial cuidado en clarificar ante algunos de ellos que no son elementos dañinos como las espadas, sino que juegan un rol bien de identidad ciudadana que portan en algunas ocasiones los Hermanos, o en todo caso de defensa como sucede con la espada del Guarda templo, en contraposición tenemos que los elementos básicos del encuentro grastronomico-convivencial masónico amparado en una base ritual se va desarrollar en parte por medio de toda una terminología guerrera: la pólvora fuerte (vino), los cañones (copas) los cuchillos (espadas), beber (cañonazo) etc.. Lo cual a veces resulta un tanto ridículo o chocante en gentes tan pacíficas y en una actitud tan tranquilizante como puede ser una comida logial, y que vuelve a colocarnos en esa rara ambivalencia que a veces se coloca la masonería. Dicen y escriben por esos largos mundos, que esa militarización obedece a la instrumentalización de la masonería por los ejércitos napoleónicos y que de aquellos gustos y maneras pues quedó impregnado en los ágapes y banquetes masónicos. No se sí será una leyenda urbana, ya que no siempre las logias fueron militares, y por poner un ejemplo la expansión in31


glesa hacia Francia y Centro Europa se hizo en base a logias de funcionarios, embajadores, y gentes de alta alcurnia alejada en gran parte de los militares. Aunque entrando en un terreno más irónico podemos decir que brindis tan armados de cañones y pólvora es como si fuera, en todo caso la representación de un acto “revolucionario” que las logias al emplear tales substantivos y calificativos guerreros estuvieran dispuestos a realizar “por las bravas”, pero dentro de una conformación pacífica. Ironías aparte, apuntar que el tema de los Ágapes y Banquetes ya están recogidos en las compilaciones realizadas por George Payne en Reglamentos Generales, entre las que se encuentra la regla XXII, que nos habla de una gran fiesta en el día de San Juan Bautista con motivo de la elección del Gran Maestro de la Gran Logia, en las siguientes reglas se van dando pautas de organización y realización de estos famosos encuentros que generalmente solían estar muy reglados y ritualizados. Así fuerte formalidad la podemos comprobar en la carta que escribe la logia Triple Unión (1762) a la Gran Logia comentando punto por punto que los “ Status Généraux de 1755: Artículo XXXII prescriben que “Está expresamente recomendado al Maestro hacer observar un profundo silencio durante la Logia de Mesa, y de castigar a los contravinientes, por una vez con un ejercicio sin honor, por una segunda con la demanda pecuniaria de tres libras, y por la tercera vez el Maestro cerrará la logia, se retirará del Banquete, así como todos sus oficiales. Nada mejor imita una Torre de Babel que una logia mal gobernada donde los Hermanos nunca obedecen. Ante tal cuestión la logia, que debía ser un taller rural, alejado de las tumultuosas grandes urbes, pregunta atendiendo a la idiosincrasia de su paisanaje: ¿Qué sí en las logias de provincias poco numerosas, el Silencio riguroso en la mesa debe ser demandado? , ya en el caso afirmativo cuando el Venerable interroga sobre el catecismo en forma de conversación disten32


dida, u otras acciones que se describen en la misiva, tal cuestión contribuiría en alegrar los banquetes, ya que de lo contrario “los hermanos en continuo silencio enmudecerían y desde luego y se disgustarían”, y es de suponer que si tal norma se debía cumplir pues los Hermanos terminarían abandonando la logia. Pero el mundo logial y fraternal de los ágapes y banquetes, no queda circunscrito a la masculinidad de las logias, sino que la llegada y propagación de las Logias de Adopción, compuestas por mujeres van a generar todo un marco nuevo de relación y de ordenamiento social, de clase y de género, que alcanzará también a los encuentros que venimos comentando, aunque tengamos autores como Chordelos de Laclos, ponga pegas y hable de ciertos desordenes, o coacciones a la hora del explayamiento del mundo masculino. En todo caso es un tema atractivo aún sin tocar, y que merece un trabajo profundo para ver como esta llegada reformaba todo un arquetípico encuentro. El texto ritual de los Trabajos de Banquete de Rito Francés, en parte se debe a una primera redacción presentado por el Hermano Salivet el 12 de agosto de 1783, durante la 31º Asamblea de la Cámara de Grados, del Gran Oriente de Francia, la cual tomó el testigo en este ingente trabajo de normalización de la masonería continental francesa para los grados simbólicos –cometido que a priori no era el suyo- y delegada a tal efecto por el conjunto de las tres Cámaras Reunidas – Cámara de Administración, Cámara de París, Cámara de Provincias-, de las que ya hemos hablado en el libro del Ritual de Rito Francés. Grado de Aprendiz, donde exponíamos la gran división existentes entre estas cámaras debido en parte al peso que tenía la Cámara de Paris, con respecto de la otras. Intensos debieron ser los debates, pero menos que en los rituales de logia, ya que los comisionados debían estar bastante agotados con los debates en el Orden de Aprendiz, y llegados 33


Esquema de la organización de un Banquete de Rito Francés

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ante el Ritual de Banquetes, este parece que no tuvo tantas reformas y fue rápidamente aceptado, siendo editado en 1801, a continuación del Ritual correspondiente al Grado de Aprendiz de Rito Francés. Tales hechos aunque encerraban en sí un trabajoso de celo y cansancio dejan traslucir, dada la prontitud con la que se aprueban y se incorporan al ritual, la trascendental importancia que tanto para los masones del siglo XVIII como para los del siglo XIX , tenían estos Trabajos de Banquete y Masticación. Tras los justos y perfectos trabajos de la Tenida de Logia, venían a continuación estas asambleas ritualizadas de carácter gastronómico, constituyendo en los primeros tiempos, la parte más extensa en duración de todo el conjunto de los Trabajos llevados a cabo en el día. Podemos a tal efecto comprobar la génesis de la práctica, hoy tan popular en todos nuestros Trabajos, la de formar la Cadena de Unión, que en aquellos tiempos aparecía también integrada como parte fundamental de estos banquetes con su mensaje de universalidad y unión, tras el séptimo y último brindis de la Tenida de Mesa. Estamos por tanto ante un ritual sobrio, cargado de emotividad que tiende a la unión fraternal y que se culmina en muchos caso con los Cánticos de Clausura, cuyas letras e incluso partituras están siendo recientemente recuperadas siguiendo la estela de los populares y diversos cancioneros muy prodigados en el Siglo XVIII, como el de Naudot o los de La Lire Maçonne (con sucesivas publicaciones desde 1768 a 1787), canciones y cánticos muy popularizados que aparecían a veces con el nombre del título cambiado. Este ritual que presentamos de los Trabajos de Banquete de Rito Francés, fue copiado textualmente en la edición de la Guide des Maçons Écossais o Cahiers des trois Grades Symboliques du Rite Ancien et Accepté(circa 1820), en su “Loge de ta35


ble” ou de Banquet, con mínimas variaciones expresados en los saludos a la espada, y la utilización de las exclamaciones que en el (REAA) son Houzzé en lugar de los Vivat de las aclamaciones del Rito Francés. En cuanto a la periodicidad de estos encuentros vemos que después del siglo XVIII estos consistían básicamente en organizar dos banquetes solsticiales, que es lo que estipula, por ejemplo, desde 1885 el Gran Oriente de Francia (GODF). En general esta costumbre fue declinando a lo largo del siglo XIX, hasta quedar, al menos en el ámbito francés, a un solo Banquete de Orden, debido por un lado a las ocupaciones propias de las logias que cada vez requerían más atención y organización, motivo por el cual debido al mucho trabajo y logística que generaban debida a la mucha infraestructura y presencia de Hermanos, se fueron espaciando cada vez más. A esa renuencia por celebrar dichos encuentros convivenciales hay que buscarla también en el papel que jugaron en determinadas épocas, lo cual les granjeó cierto descrédito ya que eran precisamente el cenáculo ideal para el desarrollo de actividades sediciosas o de ámbito política, en las cuales podía resultar perjudicada a causa de ello las logias. Volviendo al ritual propiamente de mesa la disposición de los comensales y el resto de la organización del evento apenas si su sufrieron cambios de significación a lo largo del tiempo, muy al contrario de los brindis que sí son modificados, en función de varias motivaciones tan diversas como las corrientes de las modas, las influencias rituales al uso como el decaimiento de un ritual y el alza de otro, y por supuesto de la época; por poner un ejemplo, con relación al estadio político territorial en el cual desarrolla sus trabajos, la logias brindan por sus gobernantes y ya el propio Régulateur advierte por si a alguien se le olvida en una nota fina, lo siguiente: “que el primer brindis se haga en nombre de la República Francesa”, téngase en cuenta que entre 36


los trabajos previos del ritual y su impresión final en 180, tuvo lugar la Revolución Francesa. Organización del Ritual de Ágapes y Banquetes Una vez que comienza el ritual de banquetes estando los abiertos trabajos de forma ritual, el Orador pronuncia una breve alocución, tras la cual los Hermanos se dedican a la masticación, no sin antes entregar la llave el 1º Vigilante al Guarda Templo que abre la puerta para dejar pasar a la servidumbre, que quedaba fuera de los trabajos rituales. Tras la culminación de la masticación vendrán los siete brindis con la bandera, o sea con la servilleta en el hombro izquierdo o en el antebrazo, y con la espada en la mano izquierda, y al Orden; y el cañón (copa) en la mano derecha. Los brindis los propone el Venerable, que en el caso francés se planteaban con una exacta ejecución, al igual que el resto de la tenida de mesa o masticación hasta su conclusión final y cierre de trabajos. En líneas generales podemos decir que no es fácil encontrar rituales dedicados a las “Tenidas de Mesa”, o “Trabajos de masticación”, habiendo además bastante confusión al respecto ya que existen varios tipos de encuentros convivenciales en torno a la mesa gastronómica, quiero exponer una serie de pautas dentro del Rito Francés en cuanto a la Obligación del Banquete Anual o también llamado Banquete de Orden y luego están los Ágapes, aunque reduzco el papel a estas tipologías y terminologías están suelen ser más amplias y diversas dependiendo de los ritos y las Obediencias. Banquete de Orden Las logias deben tener un banquete anual, que bien puede coincidir con los dos solsticios del 21 de junio o del 21 de di37


ciembre, se deja un poco a gusto de la logia, habiendo logias que cumplen a rajatabla con dicha tradición, celebrando además de ese modo las dos grandes separaciones que se producen entre los Hermanos, la primera fecha, solsticio de verano, porque tras esa fecha se declara el tempo estival o vacacional hasta el mes de septiembre en que los cuales los trabajos cobran vigor, y luego en el solsticio de invierno que sirve un poco como despedida para ese repliegue que se hace hacia el entono más familiar o íntimo de las navidades o fin de año. Por poner un ejemplo en Asturias diversas logias de varias Obediencias, se reúnen en los solsticios sin ritual alguno en torno a la mesa ubicada en la llamada sala húmeda, ante la cual los hermanos se sientan de forma indiscriminada ante las viandas, sin ritual alguno y sin decoraciones masónicas, dado que en ese momento convivencial estamos presentes hermanos de muy diversas tendencias, dogmáticas y adogmáticas, y por respecto y como acto de consenso se festeja el solsticio en tipo de encuentro amigable y de charla. En cuanto a los Banquetes de Orden, hay que decir que solo los Hermanos pueden formar parte de ellos, y por tanto éstos deben celebrarse en los locales masónicos, en el caso del GODF, en caso de celebrarse fuera de la sede de la logia debe mediar una autorización del Consejo de la Orden. En todo caso en la sala en la que se concita el Banquete de Orden debe estar “a cubierto” al menos durante el tiempo en que los trabajos estén abiertos. Se entiende que en dicho banquete de Orden los Hermanos van revestidos de sus decoraciones como son los mandiles, los guantes, Y los collares del oficio, y las bandas de Maestro aquellos que ostenten tal grado, aunque se trabaja siempre en este tipo de encuentros se realizan en grado de Aprendiz.

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La organización de los Trabajos de Mesa. En casi todos los rituales de mesa que han sido consultados se habla de una mesa con forma de herradura, que sin bien en el Rito Francés tiene su explicación en tanto que también tiende a estar el Oriente cerrado de forma semicircular, en el caso del REAA, pues nos encontramos con un templo construido todo él de forma rectangular; aunque en algunos rituales hemos observado que se dibujan la dos representaciones de mesa, eso sí con alguna indicación al respecto de sí la mesa debiera ser una u otra forma: rectangular o de herradura. La cabeza de la mesa, o sea la parte curva se sitúa, estando las dos extremidades al Occidente, siendo aconsejable que la mesa esté adornada de flores, en algunas logias se conserva la costumbre de que el servicio de mesa se haga por parte de los Aprendices recién iniciados. En el caso que nos ocupa el Venerable Maestro de la logia se coloca en la cabeza de la mesa, en la parte central de la curva del exterior, y a su derecha e izquierda se sientan los visitantes, comenzando por los representantes de la Obediencia. La ubicación puede variar en función de la variante ritual utilizada. Por ejemplo a nivel del Rito Francés de Referencia, que utiliza el GODF, los dos Vigilantes se sientan en los extremos de los brazos de la mesa, y de igual forma que en logia, tal cual como se hace en el Rito Francés; el Primer Vigilante al Mediodía y a su derecha el 3º Experto; y el Segundo Vigilante al Norte y a su izquierda el Guarda Templo. El Orador se coloca a la cabeza de la columna del Mediodía por la parte exterior y a su izquierda se situarían por este orden el Tesorero, el Gran Experto y el 2º Experto. El Secretario se coloca a la cabeza de la columna del Norte, por la parte exterior, teniendo a la derecha al Hermano Hospitalario. 39


Por la parte interior de la mesa frente del Venerable Maestro, se colocan el Maestro de Banquetes y el Maestro de Ceremonias. Aunque en el “Régulateur de RF” traducido se indica que se “coloca a estos dos oficiales en una pequeña mesa entre los dos vigilantes y de cara al Venerable Maestro”. El resto de los Hermanos se sientan de forma indiscriminada, salvo en el interior que debería quedar desocupado, salvo que no haya sitiales suficientes. El banquete se desarrolla siempre bajo la presidencia del Venerable Maestro, y este junto con los dos Vigilantes portan sus respectivos malletes. Pese a esa exacta representación ritualistica en el banquete de Orden no existe un trazado de los trabajos anteriores (acta de los trabajos) aunque el Secretario tomará notas de la reunión. Los Ágapes El Ágape, es como si dijéramos una entidad menor, es el día a día de la logia, es el pequeño refectorio que se celebra tras cada Tenida. Si los Hermanos asistiesen a él revestidos de sus insignias, se colocaran en la mesa como si se tratara de un Banquete de Orden. En caso contrario sola la mesa en el Oriente estará organizada como tal Banquete de Orden, sentándose luego y de forma indiscriminada el resto de los Hermanos. Teniendo en cuenta que si hay profanos disfrutando del Ágape, deben ser colocados de forma preferente entre los Hermanos. En los ágapes a diferencia con respecto al Banquete de Orden no debe emplearse ningún ritual, por tanto los brindis reglamentarios pueden ser celebrados, pero con un ceremonial simplificado, pudiendo intervenir los oradores y los oficiales de la logia y tomar la palabra tal y como dispone del Banquete de Orden; lo cual nos obsta para realizar la Cadena de Unión al cierre de los trabajos, aún cuando haya profanos en el ágape, por lo cual se aconseja hacerles participar de dicho lazo de unión 40


fraternal. Trabajos en el Banquete El Banquete siempre, como ya hemos dicho, se celebra bajo la presidencia del Venerable Maestro que preside la Logia, y siempre se abrirá en el Grado de Aprendiz (1º) y los Hermanos que participen de este magno convite irán revestidos de sus insignias (Mandil, banda de Maestro Masón, collar de Oficial y los guantes) con la diferencia de que tanto el Venerable como los Vigilantes portaran sus respectivos malletes. Los Hermanos que durante el banquete tengan la necesidad de expresarse demandarán la palabra al Venerable o a los Vigilantes de su columna. En el caso de un Ágape donde los Hermanos no están revestidos de sus insignias la palabra será demandada al Venerable Maestro. Los trabajos de arquitectura siempre se deben presentarse por escrito y previamente deben ser comunicados al Venerable Maestro de la logia, que será quien juzgue si son convenientes para tal ocasión. En todo caso tanto en el Banquete como en el ágape el Hermano Secretario tomara notas para trazar una plancha de la reunión a modo de notas que serán anexionados al resto de los trabajos de arquitectura leídos en el Banquete, siendo luego leídos en la próxima Tenida Magna. Lo que no habrá durante la celebración tanto del Banquete como del Ágape es la lectura de los trabajos anteriores. En otro orden de cosas y aunque ha quedado en desuso, tras el cierre de los trabajos rituales de mesa, se procede al menos en el Rito Francés a la circulación del Tronco de la Viuda, invitando a los Hermanos a colocarse al Orden de Mesa, en ese momento el 1º Vigilante interviene: Cuál es para los francmasones el salario de sus trabajos de mesa – Un doble beneficio. 41


El 2º Vigilante: “Qué beneficio hemos obtenido nosotros hoy?La satisfacción y la esperanza. Puesto que es así, anunciar a los Hermanos de vuestras columnas que los trabajos van se cerrados…. Hermanos Los trabajos están cerrados. Esperemos y Perseveremos. Confiando en que tal trabajo sirva y tenga utilidad, dar las gracias a todos cuantos han permitido, ayudado y auxiliado a este Maestro Masón para llevar a cabo estos trabajos de reflexión y recuperación de nuestra propia memoria y quehacer masónico. Víctor Guerra. Vº Orden, y 9º Grado del Rito Moderno. Miembro del Circulo de Estudios de Rito Francés Roettiers de Montaleau Academia Internacional del Vº del Rito Moderno /UMURM

LOS BRINDIS DE ORDENANZA PRIMER BRINDIS: POR LA PATRIA Y SU PRIMER MANDATARIO En la antiguedad se ofrendaba el primer Brindis al SOL Rey del Universo, al cual debe la naturaleza su exuberante fecundidad. En nuestros días se hace en honor de la Patria y su Primer Mandatario o Jefe de Estado. Este brindis se hace de pie, a requerimiento del Hermano encargado del brindis. SEGUNDO BRINDIS: POR LA GRAN LOGIA Y SU MUY RESPETABLE GRAN MAESTRO Este segundo brindis se hacía en honor a la LUNA, astro melancólico que según nuestros antepasados iluminaba con sus plateados rayos los más recónditos misterios. En nuestros días se hace por la GRAN LOGIA Y SU MUY RESPETABLE GRAN MAESTRO, quien ilumina a todas las logias de la obediencia, con sus atinadas y sabias instrucciones. Este brindis se hace de pie, a requerimiento del encargado del brindis. TERCER BRINDIS: POR LA LOGIA OFERENTE Este brindis se hacía en honor a MARTE, divinidad que pre42


sidia los Consejos y los Combates. Hoy de hace por la Logia oferente y su Venerable Maestro. CUARTO BRINDIS: POR LAS LOGIAS DE LA JURISDICCIÓN Y LA OBEDIENCIA Antiguamente estaba dedicado a MERCURIO, por ser el dios de la vigilancia del Olimpo y encargado de la iniciación y cesación de la labores. Lo que ahora en la jurisdicción son los Vigilantes de las Logias. QUINTO BRINDIS: POR LAS LOGIAS DE LA AMISTAD Y LA CORRESPONDENCIA Se hacía en honor a JÚPITER, dios de la prosperidad y de la hospitalidad. Hoy se hace en honor de las Logias con las cuales mantenemos correspondencia solidificando así más los lazos que unen a la fraternidad masónica. SEXTO BRINDIS: TEMA LIBRE Se ofrecía, a VENUS, diosa y símbolo perpetuo de la madre naturaleza, diosa de la generación y encanto de los hombres y de los propios dioses. Hoy este brindis es amplio y variado el Hermano puede manifestar sus sentimientos acomodando el tema a las circunstancias. Al tratar el tema libre debe recordarse que no debe tratarse temas de orden político o religioso. SÉPTIMO BRINDIS: POR LOS HERMANOS EN DESGRACIA Según los antiguos misterios se hacía en holocausto al padre SATURNO, cuyos múltiples satélites lo circundan en apretado y cariñoso abrazo. Hoy lo hacemos con la más profunda meditación concentrando nuestros sentimientos de fraternidad pensando en los Hermanos, que por uno u otro motivo son víctimas de la desgracia y que se encuentran al amparo del Gran Arquitecto Del Universo. Este brindis corresponde al Venerable Maestro. Dialogo Entre Masones. 43


Estructuras y simbolismo m

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masรณnico bajo la Revoluciรณn

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Estructuras y simbolismo masónico bajo la Revolución Daniel Ligou

Evidentemente, es difícil, en el marco de un simple esbozo, vislumbrar y menos aún dilucidar todos los problemas a los que podría apuntar esta intervención. Además, sabemos demasiado bien, tanto por nuestro trabajo histórico como por nuestra formación filosófica, que muchas veces analogía no significa influencia o contaminación, y que, en este campo, las hipótesis son más numerosas que las certezas. Además, en lo que se refiere a la masonería y su influencia en la Revolución de 1789, todos somos más o menos víctimas -a menudo más que menos- de la leyenda barruelliana... Entonces no tenemos demasiadas ambiciones. Simplemente, nos gustaría intentar plantear dos problemas. ¿Cuál pudo haber sido la influencia de la masonería en las nuevas estructuras que la Revolución dio a Francia? ¿Cuáles podrían haber sido los efectos del simbolismo masónico sobre el simbolismo revolucionario, sobre el carácter religioso del cual, hace cincuenta años, A. Mathiez llamó la atención de los investigadores? (1). En Francia, en mayo-junio de 1789, la “organización de poderes” y el sistema constitucional partieron de la nada. No había tradición ni regulación previa que pudiera arreglarse. Ni la memoria arcaica de los Estados Generales de 1614, ni las pesadas costumbres de debate de los Parlamentos y los Estados Provinciales, se adaptaban realmente a una nueva situación. A pesar de Voltaire, se sabía poco sobre los métodos ingleses; a pesar de La Fayette, la de los congresos estadounidenses. Por el contrario, desde 1773, la masonería se había dado el inicio de una organización central, una especie de régimen representativo con el “Gran Oriente”; Por tanto, es legítimo, como primera línea de investigación, preguntarnos hasta qué punto las técnicas 1 A. Mathiez, Los orígenes de los cultos revolucionarios, París, 1904. 46


adquiridas en la logia por los diputados, muchos de los cuales habían sido o eran todavía albañiles, tuvieron en la Asamblea Constituyente en sus inicios cierta influencia (2).

Algunos contemporáneos lo creyeron. De hecho, un texto muy curioso parece mostrar la influencia de la masonería en la vida parlamentaria. Proviene de la R.°. L.°. V Aurore de la Liberté, O.°. de Béthune, y parece datar de 1790: “Los augustos representantes de la Nación han adoptado incluso nuestras costumbres. ¡Ah! cuando veo las funciones de nuestros dignatarios, el pedido de hablar, el llamado al orden, la forma de votar, la plataforma, los pañuelos de nuestros funcionarios municipales y sobre todo los derechos humanos confirmados, tengo que decir: nuestros representantes son masones”. Evidentemente, tenemos todas las reservas sobre el valor de este texto, a la espe2 G. Martin, Manuel d’histoire de la Franc-Maçonnerie française, París, 1929 y especialmente La Franc-Maçonnerie française y la preparación de la Revolución, París, 1926. Más reciente, J. Palou, La Franc-Maçonnerie , París, 1964. Sobre toda la cuestión, podemos remitirnos a nuestra reseña, “La Franc-Maçonnerie française au xviii® siècle”, Information Historique, 1964, págs. 98 y sq.

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ra de una explicación de cómo una asamblea puede funcionar sin un presidente, sin una solicitud para hablar, sin llamadas al orden, sin “forma de votar” e incluso sin plataforma. Además, existen diferencias entre el funcionamiento de las asambleas masónicas y las asambleas parlamentarias. El Portavoz, guardián de la Ley, esta gran originalidad de deliberación entre los hijos de Hiram, no existía en las asambleas revolucionarias, y no hay duda de que la jerarquía de “fiscales” de los órganos administrativos es derecho heredado del Antiguo Régimen. Por razones políticas, los constituyentes limitaron el mandato de los presidentes de la Asamblea -sólo un mes- mientras que los “maestros de la logia” del Ancien Régime a menudo tenían mandatos muy largos. No hay “oficiales”, y mucho menos “oficiales honorarios” permanentes. Por lo tanto, creemos que solo hay analogías inevitables, pero no muchas más. Por el contrario, es posible que la experiencia Masonica sirvió a los parlamentarios que eran miembros de la Orden en un sentido “repulsivo”, y que les permitió evitar ciertos abusos inherentes a la Orden y que Luxemburgo no había podido, o quería, combatir. Por lo tanto, no creemos que los métodos y técnicas masónicos hayan tenido una gran influencia en los métodos de funcionamiento de las Asambleas Revolucionarias que, además, por diversas razones que no necesitan ser desarrolladas aquí, fueron generalmente muy malas, pero podemos preguntarnos qué está pasando en las provincias. Más que órganos administrativos, examinaremos sociedades populares, mejores testigos de la espontaneidad revolucionaria que los departamentos, distritos e incluso comunas. El texto de la Logia de Béthune ya ha planteado el problema de los pañuelos municipales - directamente del “cordón” de la Orden de Saint-Louis, al igual que, además, la condecoración en el grado de Maestro-, pero intentemos ‘ir más lejos. Primero nos encontramos con una afirmación del padre Ba48


rruel. Para él, en 1789, las logias, dejando sus máscaras, se habrían transformado en clubes y estarían en el origen de las sociedades populares. Habrían pasado así de la “guerra encubierta” a la “guerra abierta” en la monarquía. Queda por probar esta afirmación estudiando -algo obviamente muy difícil- las 4.000 sociedades populares que existen en Francia. En un reducido número de casos, el proceso señalado por Barruel no está en duda: este es el caso, ya conocido, de Bergerac, Annonay, Tulle, más tarde, de Chambéry. Ciertamente hay otros que los historiadores locales pueden identificar. El historiador de Bergerac Labroue destaca que la contratación del club es la misma que la de la Société mesmérienne y la R.°. L.°. Lealtad: 42 de los 58 Mesmériens y dos tercios del taller dependiente del Gran Oriente se incorporaron a la empresa desde el principio, siendo el primero masónico. Hecho excepcional: porque la mayoría de las veces los clubes, encabezados por los jacobinos de París, toman préstamos de conventos en desuso. “Los Amigos de la Constitución”, escribe Labroue, “son, por tanto, una logia abierta en muchos sentidos. Los miembros llevaban algo del espíritu que los animaba, sus tradiciones y su disciplina”. L. Rostaing hace la misma observación con respecto a Annonay. Quizás, en estos dos casos, sea necesario traer la presencia de la burguesía protestante, tanto en porque la mayoría de las veces los clubes, los jacobinos de París a la cabeza, toman prestados los conventos descontentos. “Los Amigos de la Constitución”, escribe Labroue, “son, por tanto, una logia abierta en muchos sentidos. Los miembros llevaban algo del espíritu que los animaba, sus tradiciones y su disciplina”. L. Rostaing hace la misma observación con respecto a Annonay. Quizás, en estos dos casos, sea necesario traer la presencia de la burguesía protestante, tanto en porque la mayoría de las veces los clubes, los jacobinos de París a la cabeza, toman prestados los conventos descontentos. “Los Amigos de la Constitución”, escribe Labroue, “son, por tanto, una logia abierta en muchos sentidos. Los miembros llevaban algo del espíritu que los animaba, sus tradiciones y su disciplina”. L. Rostaing hace la misma observación con respec49


to a Annonay. Quizás, en estos dos casos, sea necesario traer la presencia de la burguesía protestante, tanto en las logias -que es bien conocido- y los orígenes de los clubs (3). Pero esta afirmación solo podría ser una regla si todas las ciudades en las que la burguesía protestante más o menos liderado la Revolución en sus inicios, vio la misma asimilación. Pero este no es el caso: ni en Montauban que sabemos particularmente bien, ni en Montpellier donde la masonería en su conjunto era mística, ni en Nimes, ni en Sedan (4). Las empresas aparecen aquí, como en la mismísima Bretaña católica, o como en Dijon, nacen ya sea de forma espontánea durante los días de la Revolución de Municipios, o por “externalización” de uno o más “Sociedades de lectura”. La imagen estereotipada del “vestidor descubierto” es, por tanto, sólo una invención de la mente. Mejor de nuevo, en Semur-en-Auxois, la sociedad se creó contra la logia, compuesto principalmente por ciudadanos muy apegado a privilegios parlamentarios. Pero este también es un caso excepcional (5). Sin embargo, en estas sociedades, quizás más que en las asambleas parlamentarias, se pueden encontrar analogías -lo que no significa necesariamente influencias o contaminaciones- tanto 3 L. Rostaing, “Las antiguas Logias masónicas d´Annonay y los clubs”, L. Revue Rostaing, del histórico club de los antiguos jacobinos de Vivarais, Bergerac de loges 1902; Bergerac, “Masonic L’Acacia, H. Labroue”, Revolución 1913; de Annonay “Id., Les” francés, orígenes de la Revolución. 4 D. Ligou, París, Montauban 1958; F. en Rouvière, el fin del Ancien La Révolution Régime en y en el Gard, comienzos t. de yo, Nimes, Montpellier, 1889; 1954; J.P.G. G. Delpuech, Hubrecht, Montpellier “El F.M. en Sedan vela por la revolución del siglo XVIII®”, Presence Bihar, Francia, Loges Paris, Ardennaise y 1967. Capítulos 1954. La Gran Logia se puede encontrar en otras y Grandes referencias en Orient A. The de 1789 5 “Revue R. Robin, d’Histoire” Fanc-Maçonnerie Economique et Sociale, Lumières 1965. 50


en la organización o el funcionamiento como en el ritual. . En la mayoría de clubes, existen “comités de recepción” para examinar las solicitudes de nuevos socios, la obligación de “patrocinio”, la publicación en los “patios” de los nombres y cualidades de los destinatarios. Algunas formas de “brindis” pueden ser de origen masónico, ya que se sabe que buen FF. de Ancien Régime tenía una notoria competencia para “disparar el cañón”. También es posible, sin más, que el término “oficiales” haya sido tomado de las logias, aunque lo encontramos en el sentido preciso de “miembro de la junta” en un gran número de sociedades del Antiguo Régimen, y en particular en estas cofradías de penitentes a las que M. Agulhon dedicó buena parte de su tesis (6). El “Maestro de Ceremonias” existe en paralelo, y con las mismas funciones, en los palcos y en los clubes. El “comisario introductorio” de las sociedades populares podría ser el sucesor del “hermano terrible” o “gran experto” de los talleres. Se podría pensar que los “comisarios del orden”, encargados de la disciplina, son los herederos de los “capataces”, pero están lejos de jugar en las sociedades el papel que juegan en la masonería. En algunos clubes se constata la existencia de la “exclusión de la lista por falta de pago” después de que el recalcitrante F *** fuera enviado “comisarios”. Es cierto que es difícil imaginar cómo podría vivir una asociación si los miembros se niegan a tomar las medidas necesarias... También se podrían identificar otras analogías o reminiscencias más o menos voluntarias. Lo más característico es probablemente la distribución de “diplomas” que permitieron recibir “patriotas” en todas las sociedades populares afiliadas a los jacobinos de París, ya que su equivalente masónico permitía la entrada en todas las logias regulares. Cabe señalar que, en cualquier caso, estos valiosos documentos no fueron entregados sin serias garantías. Quizás también se podrían descubrir algunas similitudes entre el ritual de los talleres y el de los clubes: la 6 M. Agulhon, Penitentes y masones de la antigua Provenza, París, 1968.

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agenda comienza, aquí y allá, con una apertura “tradicional”, seguida de la recepción de visitantes y dignatarios extranjeros que ingresan siguiendo un ceremonial, leyendo la correspondencia, esto se separó de las canciones “malditas patrióticas” del año II, al igual que los conjuntos masónicos fueron interrumpidos por la “columna de la armonía”. Quizás podamos asimilar a la fraternidad masónica la famosa expresión de “hermanos”, “hermanos y amigos”, “fraternalmente”, y especialmente el famoso saludo terminal que se convertirá en normativo en el año II: “Salvación y Fraternidad”. . Lons-le-Saulnier presenta una originalidad. Según De Cardenal, los “hermanos y amigos” lédonianos utilizaron entre ellos la expresión “camarada”, frecuente hoy en los círculos de la extrema izquierda, pero que en realidad sólo se introdujo a finales del siglo XIX -Jaurès utiliza con mucha frecuencia el término “ciudadano”. Esta anomalía requiere una explicación que puede buscarse en las tradiciones del antiguo “carbonarismo” operativo que todavía estaba muy vivo en el Franco Condado en el siglo XVIII. ¿Lo que realmente pasó? ¿Es una reminiscencia o una infiltración? El historiador de la Revolución en Lons, M. Brelot, guarda silencio (7). Podríamos seguir haciéndonos preguntas de esta naturaleza durante muchas páginas y, en nuestra opinión, de forma bastante innecesaria. Planteamos un problema, y por ​​ ahora eso es suficiente. Pasemos a un aspecto más complejo: el del simbolismo revolucionario. El primero, al parecer, A. Mathiez destacó la importancia de los cultos revolucionarios, el culto a la Razón, a los Mártires de la libertad, al Ser Supremo, que, según él y contra Aulard, quien los veía sólo como expedientes políticos, no son “construccio7 L. de Cardenal, La provincia durante la Revolución: historia de los clubes jacobinos, París, 1929; J. Brelot y C. Duhem, Historia de Lons-leSaulnier, L. le S., 1957.

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nes facticias imaginadas por los políticos para las necesidades de las circunstancias”. Estas conclusiones, aunque recientemente matizadas por el padre Plongeron, ahora son generalmente aceptadas por todos. Hay necesariamente aquí, como en cualquier culto, tanto espontaneidad como símbolos (8). El análisis de estos símbolos fue esbozado por el mismo Mathiez, quien correctamente vio tres fuentes en ellos. Repertorio antiguo, grecolatino, clásico, con el gorro rojo, los bultos, las estatuas de la libertad que tanto consumía David. Culto cristiano: católico, como las famosas letanías “Sagrado Corazón de Jesús, Sagrado Corazón de Marat” (9); Protestante como R. Cobb mostró para Saintonge; culto de “reposición” que resulta, como en Semur-en-Auxois, donde el club está ubicado en el antiguo convento de las Ursulinas, en la sustitución en los nichos dedicados a los “santos ci-devant”, de los bustos de Marat, Lepelletier o Bruto, en sustitución de los “fetiches de la aristocracia y el fanatismo”. Finalmente, préstamos conscientes o inconscientes del ritual masónico: “Como siempre escribe Mathiez, la burguesía estaba acostumbrada a reunirse en logias...” También debe notarse de pasada que Mathiez era profundamente hostil a cualquier teoría dirigida a hacer de la masonería un factor en la difusión de ideas revolucionarias; lo que, además, hace que su testimonio sea aún más importante (10). Nada, sin embargo, ha provocado que se digan más tonterías, y nos toca a nosotros en primer lugar destruir de pasada algunas leyendas, algunas de las cuales, lamentablemente, siguen 8 Ábbé B. Plongeron, “Regards sur Phistoriographie Religieuse de la

Révolution. II, Descristianización ”, Anales históricos de la Revolución Francesa, 1968. 9 Sobre esta cuestión, cf. H. Dubief, “Un hombre, Jean Dautry”, Anales históricos de la Revolución Francesa de 1968, p. 428 10 Reseñas de los libros de Augustin Cochin y Gaston-Martin, Annales Révolutionnaires, 1916, p. 432; Anales históricos de la Revolución francesa, 1925, pág. 179; 1926, pág. 498; 1927, pág. 80; 1930, págs. 391 y 489.

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siendo muy sólidas, tanto en el mundo secular como entre los propios masones. Por supuesto, uno tiene que tener una mente particularmente mala para ver, como Barruel argumentó con la mayor seriedad, el triángulo masónico en el hacha de la máquina F *** Guillotin, que existía en Italia desde el siglo xvii. Aunque una leyenda, relatada por Alexandre Dumas, quiere que sea el propio Luis XVI, aficionado a la mecánica como todo el mundo sabe, quien trazó los planos... (11). Más grave es la tradición que atribuye a la Masonería el famoso “ternario” Libertad-Igualdad-Fraternidad. Pero esto nos parece, y por dos razones, un anacronismo evidente. En primer lugar, el lema de la Primera República nunca conoció la famosa fórmula: “Libertad, Igualdad o Muerte”, afirmaban generalmente los fervientes jacobinos. Entonces, esto no existía en el ritual masónico antes de 1789, que usaba el “Vivat” o el “Houzzé”, todavía querido por los escoceses hoy. Parece que fue Louis Blanc quien introdujo la leyenda en 1847, basada en un pasaje de Claude de Saint-Martin que nadie ha podido encontrar desde entonces, porque las referencias dadas son falsas o por decir lo menos abusivo. En realidad, el ternario republicano no se completó hasta 1848, y la introducción del tercer término refleja bien la mentalidad romántica de la época. Al mismo tiempo, fue en su Convento Constituyente de 1849, cuando, por primera vez en su historia, el Gran Oriente sintió la necesidad de definir sus principios y, en particular, de afirmar la fe en Dios y en la inmortalidad del alma, que la fórmula se ha integrado como lema masónico; y este sólo bajo el Segundo Imperio y la Tercera República se convirtió en la “aclamación” al rito francés (12). 11 Dr. A. Soubiran, Este buen doctor Guillotin y su simple mecánico,

París, 1962, págs. 153 y ss. 12 J. Boucher, Masonic Symbolic, París, 1953, págs. 342 y sq. Elegimos voluntariamente este volumen, de fácil acceso y en definitiva bastante claro, y cuyo autor, además bastante ecléctico, representa la mentalidad “media” de un albañil, también alejado del racionalismo y el

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Algunas personas, y en particular Ragon, que sin embargo era un especialista en simbolismo masónico a mediados del siglo XIX, han hablado de los orígenes masónicos de la bandera tricolor. A menudo mejor inspirado, este albañil de alto rango vio en los tres colores la unión de mampostería “azul” (1º a 3º grado), rojo (4º a 18º grado) y blanca (31º grado y superior). Esto no es muy grave y esta hipótesis choca con dos objeciones; en primer lugar, la ausencia del cordón negro del rango muy importante -especialmente en la antigua masonería- del “caballero Kadosch” (30°), y especialmente el hecho de que los grados máximos de escotismo no se introdujeron en Francia que bajo el Consulado (13). Otras analogías e influencias son probablemente más importantes. Es posible que el uso e incluso el abuso del juramento practicado bajo la Revolución provengan de logias donde, como sabemos, el nuevo iniciado debe jurar silencio y discreción. Sin embargo, en varias sociedades populares, y en particular en Montauban, vemos a los miembros comprometiéndose a ayudarse unos a otros -que es una transferencia del voto de fraternidad masónica-; pero además vemos que se comprometen a guardar por sí mismos el secreto de ciertas deliberaciones o, en casos más precisos, el secreto de las reuniones de comisiones o “comisiones secretas”. Es la “secularización” de uno de los elementos capitales de la vida masónica. Pero, ¿no existía también este juramento o este secreto fuera del Templo? También tenemos derecho a plantear el problema del origen del altar de la patria. Se admite que el primero fue construido a principios de 1790 por el masón Cadet de Vaux, farmacéutico, censor real y miembro de las Nueve Hermanas. Este altar era de forma triangular, y por su apariencia recuerda obviamente el altar del Venerable en Logia, ante el cual el nuevo iniciado o el ocultismo. Además, son frecuentes las citas de otros autores, más o menos especialistas en estos problemas (Ragon, Wirth, Plantagenet, Lepage). 13 A. Lantoine, El antiguo y aceptado rito escocés, París, 1930.

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oficial recién elegido toman juramento. Pero este altar, al pasar del Templo al mundo profano, ha sufrido dos alteraciones: primero, deja de ser triangular y se vuelve, sin duda por razones prácticas, de forma teçtangular o cuadrada, como lo demuestra toda la iconografía revolucionaria. Además, al menos hasta donde sabemos, nunca usa herramientas simbólicas, sino atributos antiguos (14). Es bastante difícil atribuir un origen masónico a los árboles de la libertad, incluso si los auténticos masones presidieron su plantación. De hecho, con las columnas del Templo de Salomón o el “scala philosopho-rum” de los alquimistas, solo ofrecen semejanzas puramente formales. Obviamente, podemos usar el árbol de acacia simbólico de la tumba de Hiram, un símbolo de inmortalidad; pero el ritual deja en claro que los que participaron en la búsqueda de los restos mortales del Arquitecto solo descubrieron una rama abandonada por los tres malos compañeros y no un árbol realmente plantado. Además, no parece que la acacia fuera especialmente elegida, en 1789 y los años siguientes, más que cualquier otra especie. Tampoco es menos cierto. Más interesante, el problema planteado por la famosa “bóveda de acero” que recibió a Luis XVI durante su visita al Hôtel de Ville en París el 17 de julio de 1789. No hemos terminado el epilo-guerra en este un episodio inmortalizado por la pintura de Laurens, cuya autenticidad no parece posible discutir. Por supuesto, las interpretaciones son diferentes: algunos lo ven como perteneciente al Rey de la Orden, mientras que para otros significa la rebaja de la monarquía frente a la Masonería. ¿Qué podemos pensar de eso? (15). 14 J. Godeghot, Las instituciones de Francia bajo la Revolución y el Imperio, París, 1968, págs. 268 y sq. M. Dommànget, “Simbolismo y proselitismo revolucionario en Beauvais y en el Oise”, Annales Históricos de la Révolution Française 1925, págs. 266 et sq. ; J. Palou, op. cit., pág. 189. 15 L. Amiable, “Les Bourbons fre-maçons”, Révolution Fran¬ çaise,

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Los dos componentes, la bóveda y la espada, son inconfundiblemente masónicos. En el Templo, la bóveda, normalmente estrellada, es “el símbolo de su universalidad y de su verdadera trascendencia” (J. Boucher). Al mismo tiempo, la espada juega un papel importante en la mampostería, quizás especialmente en la mampostería francesa que, desde Ramsay, se había inspirado en gran medida en el ideal de pseudo caballería más o menos templaria. Se encuentra en el altar del Venerable y es por la espada que el laico es “hecho” masón. Es el instrumento básico del Hermano Techador que vela por la seguridad del trabajo 1895, págs. 526-533.

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y se encuentra como elemento necesario para todos los grados de “venganza”. En los ritos usados en ​​ Francia, y especialmente en el rito escocés, más fiel a esta tradición, la “bóveda de acero” se utiliza principalmente para la recepción de los dignatarios de la Orden y solo para ellos: ningún laico, sea cual sea su condición, rango, no puedo aspirar a ello. Pero, ¿existió este rito en la masonería del siglo XVIII? La pregunta no está resuelta. J. Palou no encontró ningún rastro de él antes de 1775, por lo que sería un préstamo reciente. Por otro lado, no sabemos que la bóveda se formó, bajo el Antiguo Régimen, en las diversas asambleas del Gran Oriente, a la entrada de los dignatarios. La pregunta se complica aún más por el hecho de que el rito no es una exclusividad masónica: fue practicado por las órdenes religiosas militares, los Templarios, luego, en el siglo XVIII, la Orden de San Lázaro y los Caballeros de Malta. Se puede pasar por alto que los “Khsatrias” o casta guerrera de la India lo usan con bastante frecuencia. Dudamos en concluir: pero, masónico o no, la ceremonia del 17 de julio hizo escuela. Así, el 13 de julio de 1790, en Estrasburgo, el símbolo fue utilizado por oficiales de la Guardia Nacional en la fiesta de la Federación. El nivel es inequívocamente un símbolo masónico. Para los masones contemporáneos, simboliza “igualdad social, la base de la ley natural” (Ragon) o “igualdad original” (Plantagenet). En la masonería del Antiguo Régimen, poco aficionado al simbolismo de las herramientas, recuerda el signo alquímico del azufre. Evidentemente, es con la primera interpretación que debemos atribuir el nivel revolucionario, a veces acompañado de un gorro frigio, otro símbolo igualitario. A menudo encontramos este emblema en las sociedades populares, en Avallon, Breteuil (Oise), en la sección de Grennelle en París. En La Ciotat, a fines de 1792, los patriotas organizaron “caminatas cívicas” durante las cuales los asistentes caminan en dos filas, enmarcando un nivel suspendido de un palo (16). 16 M. Dommanget, art. cit. ; M. àgulhon, op. cit., pág. 266. Sobre el simbolismo del nivel, cf. Boucher, op. cit., págs. 16, 23, 328.

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El ojo, a menudo encerrado en un triángulo, así como el “tetragrammaton sagrado” (las cuatro letras hebreas que representan el nombre de Iaveh que nadie debería pronunciar) pertenecían originalmente al catolicismo romano, el arte barroco lo hizo de amplio consumo. En masonería francesa se adoptó para convertirlo en uno de los muchos símbolos del Gran Arquitecto y del ojo divino que todo lo ve, y sabemos el uso que posteriormente hizo Víctor Hugo de este símbolo. Encontramos este ojo en el simbolismo jacobeo en dos formas diferentes. Hasta 1792, apareció principalmente en la parte superior de las copias impresas de la Declaración de los Derechos del Hombre. ¿Significa entonces sabiduría, como cree Jean Palou, o más simplemente corresponde a esta adoración casi mística de la Constitución y de la Declaración que tuvo el pueblo de 1790? (17). Más tarde, encontramos el triángulo y el ojo en una gran cantidad de sellos de comités revolucionarios o comités de vigilancia. Aquí, la transposición es fácil de entender. El símbolo se ha convertido en el de estos grupos de activistas que lo vigilan todo, y particularmente sobre los aristócratas y los acaparadores. No hace falta decir que nunca hemos encontrado el tetragrammaton sagrado en el simbolismo revolucionario. ¿La adopción de este 17 Godechot, op. cit., pág. 267; Boucher, op. cit., pág. 90, Simbolismo del ojo y el triángulo.

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signo es un préstamo directo de la Iglesia o pasó por la Masonería? Pregunta obviamente insoluble. Las ‘manos entrelazadas’ son una adición reciente al simbolismo masónico que encarna uno de los ‘gestos’ más antiguos conocidos comunes a la masonería y el compañerismo, la ‘Cadena de Unión’, “el rito... el más importante, tanto desde el punto de vista oculto como desde el punto de vista simbólico” (M. Lepage). Posteriormente tuvo un descenso abundante e inesperado al sindicalismo. ¿Pero debería sorprendernos ver una de las salas de la sociedad de Montauban decorada con una corona cívica -un símbolo antiguo- con dos manos unidas coronada por la expresión “Unidos por la libertad y la igualdad”? (18).

El “Arca” de la Constitución, que la esconde lejos de los ojos seculares, el respeto mostrado a este texto, que es tratado frecuentemente como “sagrado” y que no se coloca en el altar de Patria que los días de las ceremonias cívicas -también puede tener un origen masónico. El uso del arca existe en los grados 4 y 5 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, así como en el “Arco Real” de 4º grado del Rito de Emulación de la Gran Logia Unida de Inglaterra y practicado hoy por la Gran Logia Nacional Fran18 Boucher, op. cit., pág. 169; Arco. Dpto. Tarn y Garona, L 401.

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cesa del Boulevard Bineau (19). En cuanto al respeto debido por parte del ciudadano al texto de la Constitución, del “pacto nacional”, ¿no es similar al mostrado por el albañil del siglo XVIII por el Tomo de la Sagrada Ley, abierto en el primer capítulo de ¿El gospel según San Juan?

Podríamos continuar esta investigación: aquí y allá, los “banquetes cívicos” pueden ser herederos de las tradicionales “fiestas”, además de la austeridad. Varios sellos militares destacan el compás, el mazo o la escuadra, pero nunca la paleta, el instrumento por excelencia del trabajo de albañilería. La difusión de la famosa canción “¿Dónde se puede ser mejor que en la familia?”, Muy conocida en la logia antes del 1759 y que está secularizada, también puede traernos elementos interesantes. Todavía se puede sostener que los múltiples abrazos que marcan las breves reconciliaciones revolucionarias -entre los que el famoso beso de Fg Lamou-rette- son los herederos del “triple 19 Ibíd., Pág. 332 y sq. Para insignias militares simbólicas, Cheutin y Maillot, viñetas y sellos de documentos militares durante la Revolución, París 1911; y J. Palou, op. cit., pág. 185; M. Agulhon, op. cit., pág. 266. Pero, para este autor, la influencia de las hermandades religiosas es mucho más importante, lo que parece coincidir con la opinión de Mathiez.

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abrazo”, si no se sabe que ‘besado mucho en Francia bajo el Ancien Régime. También sería interesante investigar hasta qué punto los temas masónicos influyeron en la elocuencia revolucionaria. Uno se sorprende al encontrar, al final, muy poco, cuando tantos parlamentarios de esa época eran -podría ser mejor decir que había sido- masones. Es obvio que es difícil saber si el término “bóveda celeste” utilizado con tanta frecuencia por los revolucionarios -y especialmente David en el momento de la fiesta del Ser Supremo- realmente tenía este carácter; porque uno podría ignorar el ritual de los grados 19 y 21 del escocés que pueden relacionarse con él. Así como el “pan de la Unión”, utilizado en las mismas circunstancias, puede evocar el rito de la Última Cena en el rango de Rose-Croix.

La influencia masónica es posible en una evocación de Danton (10 de abril de 1793), recordando a los judíos de Nehemías en el momento de la reconstrucción del Templo de Jerusalén, “sosteniendo la paleta en una mano y la espada en la otra”, en térmi62


nos que recuerdan casi palabra por palabra el célebre discurso de Ramsay y el rito del grado 15 de escocés quienes vinieron directamente de él (Chevalier d’Orient o del ‘Epée, ampliamente practicado como “rango caballeresco” en el siglo XVIII y caído en desuso). Por supuesto, esto no conduce a la condena; porque la famosa historia bíblica siempre ha sido parte del dominio público (20). Es cierto que se podrían enumerar todos los ritos o símbolos masónicos de los que la Revolución Francesa no tomó prestados -y son a menudo los más importantes- y que, a la inversa, se podría elaborar un extenso catálogo de símbolos masónicos revolucionarios. que nada les debe a los seguidores del Gran Arquitecto. Entre los primeros, podríamos mezclar el mito de Hiram, las piedras y columnas del Templo, el sol, la luna y la estrella llameante, la letra G, la borla dentada, los metales simbólicos. Y muchos más. En el segundo, pudimos notar todas las grandes fiestas revolucionarias, desde la Federación hasta el culto de los diez días, todos los disfraces, incluso cuando David es quien los diseña. Mathiez tiene razón: sólo hay “unos pocos” préstamos, algunos de los cuales ni siquiera pueden ser deliberados, puesto que ya habían entrado en el mundo secular. Es posible pensar que es el doble carácter que adquirió la masonería de finales del siglo XVIII, tanto caballeresca como ocultista, lo que limitó estos préstamos. Daniel LIGOU. Tomado de: Annales historiques de la Révolution française Année 1969 1970 pp. 511-523 h t t p s : / / w w w. p e r s e e . f r / d o c / a h r f _ 0 0 0 3 - 4 4 3 6 _ 1 9 6 9 _ num_197_1_3802 20 J. Palou, op. cit., pág. 186.

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APUNTES SOBRE RITOS Y 64

Herbert Oré B


Y ORDENES MASONICOS

Belsuzarri 33°

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APUNTES SOBRE RITOS Y ORDENES MASONICOS Herbert Oré Belsuzarri 33°

La variedad de ritos masónicos está vinculada a toda la tumultuosa historia inglesa y continental del siglo XVIII. La evolución de los Ritos se torna incomprensible sino comprendemos también la disputa entre los masones denominados Antiguos y Modernos, que se extendió a lo largo del mismo siglo XVIII.

La disputa entre masones antiguos y modernos. Se trata de la disputa británica entre Modernos y Antiguos, una disputa que aconteció entre 1723 y 1813. Sitúan el inicio de la disputa en la Royal Society de Londres, donde la totalidad de la élite intelectual y científica inglesa se aglutino en torno a Sir Isaac Newton y su secretario Jean-Théophile Desaguliers que, como muchos miembros de esta honorable sociedad, soñaban con crear una religión ideal por encima de las religiones establecidas y promover una moral ideal que, estuviera por encima de las morales particulares. Es la época en que los ingleses estaban en medio de una guerra dinástica con fuertes indicios de una guerra de religiones entre católicos, protestantes y anglicanos. Desaguliers era miembro de una Logia Masónica en Londres y, descubre allí que, durante siglos, los masones estuvieron obligados por ley a, practicar la religión y respetar al soberano y las leyes del país al que les lleva su peregrinación de obra en construcción. Evidentemente el referido lo ve como un brillante camino para realizar su sueño, tal como lo había visto siglos antes el Emperador Constantino de Roma antes de convocar al Concilio de Nicea: “unir la religión y el poder terrenal” en una remozada propuesta; “religión, moralidad e ideal universal”, para ello debe “recuperar” la antigua masonería, y convertirla 66


en punta de lanza de un proyecto político-religioso. Desaguliers encargó, alrededor de 1720-1722, al pastor Anderson que escribiera nuevas Constituciones para esta nueva y moderna masonería que quería reinventar para viabilizar el proyecto. Anderson pone todo su celo en ello. Se especula que fue él quien inventó (por razones astutas y políticas) la fábula de la creación, en el 24 de junio el solsticio de verano de 1717, de la Gran Logia de Londres y Westminster, con la reunión de cuatro Logias de Londres en el Albergue “La Oca y el Gridiron”, en el barrio de la Catedral de San Pablo.

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Desaguliers y Anderson crearon así la Francmasonería de los Modernos que inmediatamente gozó de gran éxito en la Inglaterra aristocrática y burguesa, y se extendió a toda velocidad a Burdeos, Marsella, Ámsterdam, Amberes, Hamburgo, etc.…en resumen a todos los puertos de comercio con el que trabajaban los ingleses.

Esta idea central de una religión y moral universal e ideal por encima de las antiguas religiones y morales establecidas y cuasi-clan, “se pegaba” perfectamente al espíritu de la época que quería una humanidad más allá de los viejos poderes políticos y religiosos: este espíritu de la época se llamó “Ilustración” en 68


Inglaterra y Francia, “Aufklärung” en Alemania, en resumen: es el espíritu del filosofismo del naciente siglo XVIII. Sin embargo no se puede olvidar la existencia de Grandes Logias tradicionales no inventadas por Desaguliers en su trance creativo. Estas Grandes Logias antiguas eran las de Escocia, Irlanda y York, esencialmente; estaban federados por Laurence Dermott que instituyó, contra los Modernos de Londres, los Antiguos del resto de Gran Bretaña. Esta Francmasonería de los Antiguos también se extendió, sobre todo en Saint-Germain-enLaye, alrededor de la Logia de la Guardia Escocesa del Rey Jacques Stuart, entonces exiliado en Francia.

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La disputa entre modernos (Gran Logia de Londres y Westminster) y antiguos (Grandes Logias de Escocia, Irlanda y York) terminó en 1813 con un “tratado” titulado Acta de Unión que, aproximadamente, selló la victoria de los Antiguos y la eliminación de las humeantes Constituciones de Anderson (ya muy modificadas a partir de 1736). De ahí viene la escisión actual entre la masonería regular (ligada a los Antiguos) y los llamados movimientos “liberales” (ligados al “progresismo” de Desaguliers y Anderson).

Ritos ingleses y ritos continentales. Básicamente, el rito moderno (o francés) está más inspirado en la masonería de los modernos ingleses (pero ha cambiado drásticamente desde entonces y se ha enriquecido considerablemente con el antiguo simbolismo hiramico, en particular gracias a la Logia Madre de Marsella bajo el movimiento de los Antiguos), mientras que el rito escocés está más bien inspirado en los antiguos, pero con fuertes toques modernos... Es necesario distinguir, los numerosos ritos ingleses cuyo portador de la antorcha es la emulación del rito, junto con grados secundarios como el Nautonier de l’Arche Royale (Royal Ark Mariner), el Mason of the Mark (Mark Mason), el Compañero del Santo Real Arco (Miembro del Santo Arco Real) y los Caballeros Templarios. La masonería anglosajona está anclada en una espiritualidad vagamente judeocristiana e insiste sobre todo en la superación moral del francmasón al servicio de la humanidad; la dimensión filantrópica es dominante allí, especialmente en los Estados Unidos.

Ritos continentales. El Rito Escocés Antiguo y Aceptado que desarrolla un misti70


cismo bastante monista, naturalista, cosmosofísta, panenteísta, inmanentista, etc. El Rito Moderno que, en los rangos azules, se ha acercado mucho al Rito Escocés Antiguo y Aceptado, y cuyos cuatro “grados altos” son muy paralelos a los grados equivalentes entre los primeros quince de los treinta “grados altos” de la AASR (Rito Escocés Antiguo y Aceptado por su sigla en inglés). El Rito Escocés Rectificado (con sus tres “altos grados”) resultante de la hibridación, bajo el gobierno de Jean-Baptiste Willermoz, entre las enseñanzas templarias de estricta observancia alemana y las enseñanzas martinistas de Martinès de Pasqually y martinistas de Louis-Claude de Pasqually y de Saint-Martin, francés. Este Rito es Crístico, teísta, dualista, sobrenaturalista, trascendentalista, etc... Y, marginalmente, el Rito de Memphis-Misraïm (en hebreo, Erètz Mitzraïm designa a Egipto o, en traducción literal, la “tierra de los límites o de los limitados”), resultado de la fusión de dos ritos artificiales (de Memphis y Misraim) nació en la euforia de los descubrimientos napoleónicas y especialmente champolionnesques en la campaña de Egipto, a principios del siglo XIX. Este rito es más bien ocultista y hermético y comprende no menos de 96 “altos grados”. A nivel mundial hay muchos ritos masónicos, sin embargo los más difundidos son el Rito Escoces Antiguo y Aceptado (REEAA), el Rito de York (RY), Rito Francés o Moderno (RF / M) y los ritos egipcios. En el presente trabajo nos referiremos a alguno de ellos.

RITO ESCOCÉS ANTIGUO Y ACEPTADO - REAA Este rito proviene del Rito Heredom y del tiempo de los templarios en Escocia y está vinculado al Antiguo Testamento y la 71


leyenda de Hiram. La influencia de templarismo existía en el Rito Heredom bajo el dominio de Andrew Ramsay (creador de este rito en el territorio francés), pero no en el REAA. Según los historiadores la formación de este rito se debe al hecho de que la Gran Logia Unida de Inglaterra se niega a reconocer el alto grado de la masonería regular, lo que llevó a la formación en 1819 un Consejo Superior de Inglaterra de Scottish Rite grados. Bajo la influencia del Caballero Ramsay las primeras referencias a estos grados son de Francia, desde 1715 a 1745. Ramsay fue tutor de los hijos del rey escocés James VIII en el exilio en Francia. Fue en este momento que surgieron las primeras referencias al término escocés (écossais). En “Historia de la Masonería” de Albert Mackay, el autor afirma que los partidarios del rey James y la dinastía de los Estuardo todos exiliados en Francia, estaban fuertemente involucrados en actividades masónicas.

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Muchos masones probablemente consideran que tuvo su origen en Escocia, lo cual no es cierto. Sus reglas y fundamentos se prepararon el 1 de mayo 1786 y desde entonces constituidos es de 33 grados. Lo que caracteriza al AASR (Rito Escocés Antiguo y Aceptado por sus siglas en ingles) es el vínculo de la tradición hermética, sobre todo en los tres primeros grados y un graduado de Grados Altos (desde 4° a 33°) y que esto por lo general es rechazado por la Francmasonería Inglesa. En suma el Rito Escocés Antiguo y Aceptado es un rito masónico derivado del sistema escocés que se practicaba en Francia, fundamentalmente en logias de París y Burdeos, a mediados del siglo XVIII, sin embargo existe una gran controversia entre los masones del mundo acerca del título y del verdadero origen de este Rito. El Rito escocés no nació en Escocia, sino que recién en 1846 llegó a ese país, y su antigüedad data de 1786, o en caso de aceptarse como auténticas las llamadas Constituciones de Federico II, su origen debería ser fruto de la evolución producida con las primeras misas templarias (rojas) a principios del siglo XIX del sistema escocés practicado en París a principios de la década de 1760. Si bien los orígenes del Rito Escocés Antiguo y Aceptado entroncan directamente con la Gran Logia Real de Kilwinning, la Orden de San Andrés del Cardo, la de los Maestros Escoceses de San Andrés, el Rito de Perfección o de Heredom y las Logias de la Masonería jacobita o Masonería estuardista, el Rito, tal y como se conoce hoy, no se estructura hasta el 31 de mayo de 1801, al constituirse en Charleston, Carolina del Sur, el Primer Consejo Supremo de los Soberanos Grandes Inspectores Generales del XXXIII y Último Grado del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. De este primer Consejo Supremo nacen todos los demás Consejos Supremos legítimos. La orden de Heredom, logia madre # 0 de escocia, guarda archivos desde años de atrás 73


a 1700, fue la primera en protestar en la unión de las 4 grandes logias de Inglaterra. Este ritual en primer plano, practica la “purificación” por los cuatro elementos que incluye un hermetismo claramente orientado, que nos remonta a los alquimistas de la Edad Media, que se inspiraron en los tratados de alquimia ordinaria del siglo. XVIII y adaptados a la iniciación masónica. La purificación por tierra, por aire, por agua y por el fuego, induce al candidato, a medida que pasa las pruebas, a la realización gradual del significado esotérico del “paso”, desde las profundidades de la tierra o del mundo, al ascetismo que le imparte por el aliento el espíritu. Es sólo en la cámara de reflexión donde percibe el enorme sentido esotérico -azufre, sal y mercurio- que serán fundamentales a la iluminación final. En el fondo del rito, es muy importante también, su evolución en los Grados Superiores de la Logia de Perfección, en los grados (del 4° al 14°), los capítulos (del 15° al 18°), el Areópago (del 19° al 30°) y los grados administrativos (de 31° a 33°). Este rito y sus grados, así como la leyenda del maestro se construyen paso a paso. La reconstrucción del templo de Salomón aquí tiene una importancia particular. Aquí la reflexión filosófica sobre el hombre, su destino, su chispa y los valores que determinan su dimensión racional divina, a veces socavada por el abandono, la negligencia y el absurdo.

RITO DE YORK (RY) El Rito de York también conocido como el Arco Real habría sido creado alrededor de 1743 y llevado a Inglaterra en 1777. Es el rito predominante en los Estados Unidos teísta, está más conectado a los países dominados por los cultos evangélicos, donde el clero ha dado el apoyo y el apoyo necesario para su desarrollo. En este país, su fundación es del año 1799 de la mano de Thomas Smith Webb quien le dio la estructura y doc74


trina filosófica, con los procedimientos generales adaptados al sistema masónico, por lo que generalmente se identifica como “rito americano o York”.

Sin embargo, el Real Manuscrito 1389 (conservado en el Museo Británico de Londres), nos dice que bajo el reino de Athelstan, en la ciudad de York, en el año 926 hubo un gran Congreso de los masones, convocada y presidida por su hijo, el príncipe Edwin y que habrían estado en esta magna Asamblea, donde la masonería tuvo sus primer Reglamento General. Este Reglamento tenía reglas de conducta en el trabajo, en la sociedad e incluso dentro de la iglesia, Entre otros. Más tarde, el manuscrito de 1583 también menciona la Cámara y reuniones celebradas por el rey Athelstan que convocó y dirigió las asambleas de numerosos masones operativos, asociados en alianzas. En esta etapa la leyenda York pasó definitivamente de la tradición oral a la tradición escrita de la Masonería especulativa. Por lo tanto, los autores creen que el Rito de York sería el rito tradicionalmente practicado desde la época del rey Athelstan y de su tradición masónica, que confirmarían los siglos de edad, de acuerdo con el Libro de las Constituciones de 1723. En otro manuscrito conocido como la Constitución de York, dirá que la traducción de los documentos anteriores en 1807 habría pasado del latín (que era la lengua de la gente educada) al inglés y alemán en 1808, según Schneider J.A. Esta última es una publicación del editor de Krause, manuscrito conocido que estaría muy cerca de la Constitución de la Gran Logia Unida de Ingla75


terra en 1813. Esta es la leyenda de York. Pero antes de que muchas evidencias históricas confirmen la veracidad de su contenido, la mayoría de los autores llaman la “tradición York”. En la unión de los Masones Antiguos (Gran Logia de Antiguos - 1751) y “moderna” (Gran Logia de Modernos - 1717) en 1813 fue aprobado oficialmente el antiguo ritual como un ritual oficial de la Gran Logia Unida de Inglaterra y, en ese momento recibió el nombre de ritual emulación (la emulación de Trabajo) con la particularidad de mantener la tradición de escribir nada y por lo tanto no se sabe nada a ciencia cierta lo que se aprobó. Pero para llegar a esta etapa se hizo mucho para conciliar las diferencias rituales de las dos Grandes Logias rivales, a través de la tienda de la Reconciliación que armonizó los rituales durante 3 años, hasta que en 1816 se aprobó un nuevo ritual mantenido hasta el año 1986, año en que la GLUI (Gran Logia Unida de Inglaterra) omite todas las referencias de los juramentos hechos por los candidatos en los tres grados y el Maestro elegido en su instalación, pero manteniéndolos en las ceremonias en otro momento. En 1969, el Rito de Emulación fue impreso oficialmente con el permiso oficial de GLUI, aunque para entonces ya había varias impresiones no oficiales. Aunque llamado Rito, los británicos lo consideran más como un ritual. El rito es la normativa y el carácter sagrado o simbólico de las ceremonias, reglas establecidas y que deben observarse en la práctica. En pocas palabras, es el sistema de organizaciones masónicas. El ritual es el libro que contiene el conjunto de las prácticas establecidas por el uso y por las normas que deben observarse en la ocasión. Esta es el ceremonial. En el Rito de Emulación, los grados superiores se agregan en una tienda de marca o un 76


Capítulo Real Arco. Los grados Capítulo enfatizan las lecciones de la regularidad, la disciplina, la integridad y la reverencia, la consagración de la Sancta Sanctorum y el descenso del Espíritu Santo en el templo. Ser exaltado como el Maestro del Real Arco en un conocimiento grande de la corona del Maestro Masón. Es el momento en que la leyenda del Templo de Salomón es completa. Es la cima de los títulos originales de Tiendas simbólicos, tal como se practica en las antiguas tiendas de Inglaterra antes de 1820. Estos grados explican los orígenes de la palabra sustituta que se encuentra en el grado de Maestro Masón, el rescate de la Palabra Inefable, y su ocultamiento en el Arco Real. Los capítulos son presididos y dirigidos por los grandes sacerdotes. La cúpula de los miembros del capítulo de Grados es un Gran Capítulo Real Arco Supremo con jurisdicción y el reconocimiento internacional y está presidida por un gran sumo sacerdote responsable de todos los constituyentes capítulos. La Masonería Criptica forma el cuerpo central del rito de York de la Francmasonería. Un Maestro Mason que se haya adherido a un capítulo de los albañiles reales del arco, recibió cuatro grados y luego quieren buscar más conocimiento puede ser admitido a un Consejo de Masones Crípticos. Los grados de la masonería son las más bellas, es muy filosófico y enseña sus ideales por la alegoría. Es moralista y religiosa, pero no una religión. No ofrece una teología ni un plan de salvación. Sin embargo, ofrece un plan moral para ser aplicado en este mundo. El Rite Cryptic es el nombre deriva de la palabra Cryptic porque la escena de los grados de Royal Master y Master elegido tiene lugar en el Cryptic subterráneo bajo el templo del rey Salomón. La Palabra está en la alegoría masónica la búsqueda de objetivos hombre para la vida y la naturaleza de Dios. Simbólicamente, la masonería enseña en la tienda, ya que la palabra se 77


pierde y la esperanza de su recuperación. El Capítulo Real Arco, enseña cómo se ha redescubierto. El Consejo Masónico Criptico, completa esta historia, las enseñanzas y la preservación de la palabra inicial. Las órdenes de caballería difieren de otros por su estructura paramilitar. Los Estados Unidos, por ejemplo, sigue el precepto de la parafernalia que es similar al uniforme militar. En este rito sólo puede pertenecer a la Orden del Temple, que es cristiana. La Encomienda Templaria con sus respectivas órdenes de la Cruz Roja, Malta y el templo se estructura en una Gran Comandancia de los Caballeros Templarios también condecoraciones subordinadas. Estas órdenes caballerescas son presididas por un Gran Comendador. El rito de York se mantiene más allá de la orden de los sumos sacerdotes ungido y consagrado.

RITO FRANCÉS En 1717 se formó la Gran Logia de Londres. En medio, en la década de 1720, se estableció un sistema de tres grados, conocido por la publicación en 1730 de Masonry, a partir de un antiguo fondo ritual de masonería operativa escocesa, enriquecido con elementos ingleses. Disecado por Samuel Prichard. La masonería que se estableció en Francia hacia 1725, a raíz de los exiliados político-religiosos británicos, procedía de la Gran Logia de Londres, de inspiración moderna. El rito de los futuros Modernos se traduce al francés. Es practicado por casi todas las logias que se crean en el reino y no parece tener nombre. A partir de este rito, en Lyon y Alsacia, se desarrollará el Régimen Rectificado, con importantes aportaciones de judíos, cristianos y caballeros templarios. 78


La aparición de otros sistemas masónicos, casi siempre llamados “escoceses”, la voluntad del Gran Oriente de Francia de organizar y controlar la masonería francesa, y el deseo de muchas logias de tener una versión universal de los rituales, provocan la fijación de un rito “moderno” calificado en 1785-1786 como “francés”. Dentro del Gran Oriente, para los grados azules, en la cuarta cámara conocida como Chambre des Grades, creada en 1782 y dentro del Gran Chapitre Général de France, algunos hermanos, en particular Alexandre-Louis Roëttiers de Montaleau, dirigieron a este trabajo bien. En 1785 el modelo francés estaba más o menos fijo. Para los tres rangos simbólicos del espíritu moderno, hay cuatro órdenes superiores: Elected Secret, Grand Elected Scottish, Chevalier d’Orient y Sovereign Prince Rose-Croix. En 1786, el Gran Oriente propuso un texto de referencia para los tres grados azules, distribuido en forma de copias manuscritas. El conjunto se conoce como el rito francés. Sin embargo, si algunos de los cuatro rangos superiores son quizás franceses, los tres primeros son de origen inglés moderno. De hecho, el objetivo es dife79


renciarse de los diversos sistemas denominados escoceses, a menudo desarrollados o sintetizados en Francia, pero que rara vez proceden directamente de Escocia.

La Revolución aprobada en 1801 el Gran Oriente lo corrige imprimiéndolo en el Regulador. Cabe señalar que a principios de siglo, dicho Regulador del masón (1801) inspirado en el Rito de los Modernos, y la Guía para los masones escoceses (1803), en parte inspirado en el Rito de los Antiguos, texto de referencia del Rito Escocés Antiguo y Aceptado divergen más en la forma que en el espíritu. Sin embargo, la competencia de estos dos ritos conduce a un efecto de nominación. 80


En el siglo XIX, Rite Moderne se convirtió en equivalente a Rite Français. Así es como Vuillaume usa los dos términos. Se aplican tanto a los tres primeros grados como a las cuatro órdenes superiores, pero cualquiera de los términos es históricamente cuestionable cuando se refiere al conjunto. El término rito francés se impondrá entonces mientras que el rito moderno caerá en desuso en el último tercio del siglo XIX. Sin embargo, tenga en cuenta que en Bélgica, donde las limitaciones lingüísticas nacionales no impusieron el adjetivo “francés”, todavía se utiliza el calificativo “moderno”. Sea como fuere a lo largo del siglo XIX, aumentará la diferenciación entre el régimen francés y el escocés. Si el rito francés es mayoritario en el Gran Oriente de Francia, En 1858 una nueva redacción del rito francés conocido como Murat, que lleva el nombre del Gran Maestre. Esta publicado. “Ideológicamente” el texto apenas se diferencia del Regulador. El nuevo modelo sigue definiendo la mampostería de una manera “clásica”, en la tradición de Anderson. Permanecemos en la herencia de la filosofía de la Ilustración y en un espiritualismo bastante soso y vago como para no perturbar demasiado la conciencia. Nótese, sin embargo, que esta primera preparación guarda silencio en una obediencia que, desde la enmienda de Charles Duez adoptada el 13 de abril de 1849, especifica que la masonería “se basa en la existencia de Dios y la inmortalidad del alma”. El posconvento de 1877 provocó modificaciones más atrevidas. En 1879 el Gran Colegio de Ritos encargado por el Consejo de la Orden del Gran Oriente, eliminó de los rituales fórmulas demasiado abiertamente religiosas, como la referencia al Gran Arquitecto del Universo, deberes hacia Dios, en el 1°. La explicación metafísica de la letra G en 2°. La invocación a Dios del signo del horror en el rango de maestro. En 1886, una comisión de 12 miembros presidida por el abogado Louis Amiable (18371897), llevó a cabo una nueva revisión adoptada por el Consejo 81


de la Orden del 15 al 16 de abril. El nuevo ritual francés, que tomará el nombre de su editor principal, va acompañado de un “informe sobre los nuevos rituales para logias” escrito por el propio Amiable. Este codicilo explica que el nuevo texto, en parte inspirado en los rituales del Gran Oriente de Bélgica, se refiere en gran parte al positivismo. Su filosofía general es la “neutralidad entre varias creencias” y el hecho de que “los datos que nos proporciona el estado actual de la ciencia deberían ser utilizados por nosotros”. Daniel Ligou presentó las violentas críticas dirigidas al ritual Amiable por Oswald Wirth. Un informe amable, adoptado por el Gran Colegio de Ritos y transmitido por el Consejo de la Orden del Gran Oriente a todas las logias en marzo de 1896, cerró provisionalmente el debate. Durante este medio siglo, los cuatro órdenes superiores cayeron en desuso. El ritual Amiable, algo modificado en 1907 bajo la autoridad del Gran Comendador Jean-Baptiste Blatin, permanecerá como está hasta 1938, cuando, por iniciativa de Arthur Groussier, entonces Gran Maestre del Gran Oriente, por novena vez se ha adoptado un nuevo modelo del rito francés. La nueva versión es un intento de volver a las fuentes simbólicas del sistema francés, y no una nueva versión aún más ultrapositivista. En 1955 se imprimió y distribuyó la versión final del ritual Groussier, ligeramente modificado en forma bajo la autoridad de Paul Chevalier. A pesar de algunas contribuciones y algunas adiciones hechas por varias logias, el ritual Groussier todavía está en vigor. En el largo trabajo de reconstrucción de las obediencias en la posguerra, masones eruditos y/o versados en ​​ iniciación o investigación simbólica desean encontrar o revivir las potencialidades de la tradición masónica francesa del siglo XVIII, heredera de los Modernos. Así, dentro del Gran Oriente de Francia, 82


los masones lamentan que los hermanos atraídos por el simbolismo y el respeto por las prácticas rituales estén dejando el rito francés para los escoceses. Este pequeño grupo piensa que podemos conciliar una opción simbólica y un rigor ritual dentro del régimen francés. Con el acuerdo de Francis Viaud, entonces Gran Maestre del Gran Oriente de Francia, se decidió “despertar” el Rito Francés en su versión original. Con este fin, se creó la Logia del Deber y la Razón (1955). Sus miembros podrían haber utilizado el modelo impreso del Regulador (1801). Prefieren intentar reconstruir a partir de este último, pero incluyendo adiciones de varios documentos del siglo XVIII, un ritual cercano al practicado en la masonería francesa adolescente. Así nació el Rito Moderno Francés Restaurado: “Moderno”, ya que forma parte de la tradición de la Gran Logia Inglesa de Modernos, “Francés” porque es fiel a la versión establecida en Francia y traducida al francés; “Restaurado”, para afirmar que el texto es el resultado de un trabajo de reconstrucción, de recomposición y de restitución histórica, simbólica y filológica, pero al incluir adiciones tomadas de varios documentos del siglo XVIII, un ritual cercano al practicado en la masonería francesa adolescente. Hoy en día, el rito francés Groussier domina en gran medida en el Gran Oriente de Francia, donde se practica exclusivamente en 750 logias (80% de la fuerza masónica) y en la Grand Lodge Mixte Universelle (38 de 40 logias). Es ligeramente mayoritaria dentro de la Grande Loge Mixte de France (41 de 75). Desde 1972, también se practica dentro de la Gran Logia Féminine de France. El Gran Oriente ha otorgado una patente “francesa” a la obediencia femenina. El Rito Restaurado Francés Moderno es utilizado por 7 logias del Gran Oriente, mientras que otros 4 talleres de esta obediencia construyen el Rito Francés Antiguo, una versión vecina del Restaurado. Algunos hermanos de la rue Cadet, fundadores o afiliados de la Gran Logia-Ópera Nacional Francesa, que se 83


convirtió en la Gran Logia Tradicional y Simbólica, llevaron a la Restaurada a la nueva obediencia en 1958, donde todavía la usaba una décima parte de los talleres. Los hermanos que fundaron la Logia Nacional Francesa traen el Rito Francés Moderno Restaurado que dará, después de un largo y meticuloso trabajo de “arqueología simbólica” para encontrar documentos aún más originales, el Rito Francés Tradicional. Cuando la patente del rito francés fue entregada por el Gran Oriente a la Grande Loge Féminine de France, algunas logias femeninas también adoptaron el rito francés moderno restaurado. La Gran Logia Independiente y Simbólica de los Ritos de Humanidades Unidas, resultado de una escisión de la Logia Nacional Francesa, también tiene algunas logias que trabajan en el Restaurado. 39 logias del Gran Oriente y algunos talleres de la Gran Logia de Mujeres de Francia adoptaron el Rito Francés Moderno después del Regulador de 1801. En 1978, los hermanos de la Logia Nacional Francesa se unieron a la Gran Logia Nacional Francesa trayendo el Rito Tradicional Francés. London consultó, el juez un poco demasiado “cristiano”. También la obediencia del Boulevard Bineau prefirió adoptar el Rito Francés según el canon del Regulador de 1801. Hoy lo practican alrededor de un centenar de talleres de la Gran Logia Nacional Francesa. Este complejo panorama muestra cuánto merecen ser matizadas las ecuaciones (Rito francés = Gran Oriente de Francia y Rito francés = versión Groussier). Además, esta tabla no toma en cuenta las diversas alteraciones o reescrituras realizadas por albañiles o logias a la una de las tres grandes versiones del Rito Francés, ni de las peleas picrocolina y los discursos matamorescos de unos y otros para probar la autenticidad, la historicidad y la veracidad de los diversos redactores heterodoxos. Sea como fuere, el rito francés utilizado en una de las tres versiones “históricas”, similar en forma, pero a veces diferente en espíritu, ya 84


no es la mayoría dentro de la masonería francesa, donde está unido -incluso superado- por el Antiguo y Aceptado Rito Escocés.

RITO SUECO La masonería fue introducida en Suecia por el conde Axel Ericson Wrede-Spare, un oficial de caballería, que, según su propio testimonio, fue recibido en París el 4 de mayo de 1731. Fue nombrado compañero el 16 de noviembre del mismo año, y maestro, el 6 de mayo de 1733. La primera reunión de la Logia Wrede-Spare tuvo lugar en el Palacio Stenbockn, con el Barón Gabriel Sack (1697-1751), el 17 de marzo de 1735. El 21 de octubre de 1738 El rey Federico I prohibió las reuniones masónicas “bajo pena de muerte”, pero no parece que la medida se haya aplicado; además, el decreto fue cancelado durante el mismo año. El 13 de enero de 1752, el Conde Knut Carisson Posse fundó el ioge Saint-Jean Auxiliaire utilizando los rituales Wrede-Spare; se declara Madre Logia de Suecia y, como tal, está autorizada a crear otras logias en territorio sueco. Se utilizó un sistema en 7 grados: los 3 grados de Saint-Jean, 2 de Saint-André, un Confiado Hermano de San Juan y un Hermano Electo. En 1753 fue elegido Gran Maestre el barón Charles-Frédéric Scheffer (1715-1786), iniciado el 14 de mayo de 1737 en la logia Coustos-Villeroy de París. Había recibido del conde de Darwentwater un documento fechado el 25 de noviembre de 1737, ahora conservado en Estocolmo, parafraseando las Constituciones de 1723, pero enfatizando el carácter exclusivamente cristiano de la Orden. En 1756, los rituales franceses utilizados hasta entonces fueron revisados por ​​ una comisión presidida por el Conde Posse. El 30 de septiembre del mismo año Carl Fredrick von Eckleff fue regularizado por la logia madre, y el 30 de noviembre fundó la logia L’ Inocente cuyo primer venerable fue el consejero áulico de Von Aren. Cuando se fundó la Gran Logia de Suecia en 1761, Eckleff se convirtió en Asistente de Gran Maestre, y el Barón Scheffer se encargó de Gran Maestre. Aprovechando 85


una patente extranjera de la que no se sabe nada, Eckleff fundó el Capítulo Iluminado de Estocolmo el 25 de diciembre de 1759. Después de convertirse en Orden Meister, la presidió hasta el 14 de mayo de 1774, cuando fue reemplazado por el duque Carl von Sodermanland (1748-1818), Eques a sole vivificante dans la Stricte Observance, que se convirtió en rey de Suecia en 1809 bajo el mandato de nombre de Carlos XIII. Mientras tanto, se había convertido en Gran Maestre (30 de noviembre de 1774), en sustitución de Scheffer, lo que le permitiría organizar con éxito el rito sueco.

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Las bases del sistema fueron sentadas en la década de 1760 por Eckleff, pero su origen es misterioso. Las actas, muy completas, están escritas en lenguaje cifrado pero escritas en francés llevan la firma del secretario Frédéric Aescher cuyo origen probablemente sea de habla alemana. En 1777 se fundó el Grand Chapitre, del cual Gustave III se convirtió en vicarius Salomonis. El rito sueco exuda una fragancia rosacruz cabalística y teosófica que no es ajena a la doctrina de Swedenborg. Según el informe de Leenhoff (Die Freimaurer 1928), el objetivo de la Orden es el conocimiento de Dios a través del reconocimiento del Espíritu divino que cada uno lleva en sí mismo y la aprehensión de la dimensión trinitaria a través de la fe en Jesucristo. Los grados Capitulares, en particular el 9° (Hermano Iluminado de la Logia de San Juan), tienen una fuerte connotación mística. También se desconoce su origen, como la fecha exacta de la introducción de la leyenda templaria; pero la presencia de Christian Schubart (1734-1787) en Suecia en 1765, quien intentó infructuosamente introducir allí la Stricte Observance Templière, quizás no sea ajena a ella. El rito fue revisado en 1780 y 1800 bajo el liderazgo de Carl von Sodermanland, quien se había convertido en regente del reino después del asesinato de Gustav III en 1792. El 24 de enero de 1798, la orden fue reconocida por Inglaterra, y el 8 de mayo de 1799 por el Príncipe de Gales, futuro Jorge IV. En 1800 se estableció la constitución fundamental de la Orden, que tomó prestados varios elementos de la Estricta Observancia y el clérigo de Starck. Se convirtió en rey de Suecia en 1809, tras la destitución de su sobrino Gustavo IV, Carlos XIII constituyó, el 27 de mayo de 1811, la Orden de Carlos XIII, limitada a 27 caballeros civiles y 3 titulares eclesiásticos del décimo rango Sus miembros, nombrados por el rey, vestían un traje de terciopelo amarillo de botas de mosquetero, un cuello de encaje y varios joyas. En 1811, Carl von Sodermanland dejó a su hijo adoptivo, el mariscal francés Jean Bernadotte el Gran Maestre de la Orden. A la muerte de Carlos XIII en 1818, quien se convirtió en rey con el nombre de Carlos Juan XIV, y vicario Salomonis, Bernadotte confió la Gran Logia a su heredero, el futuro Oscar II, el 87


mariscal francés Jean Bernadotte Gran Maestre de la Orden.

ritos egiPCios los fundadores. Los fundadores eran Oficiales intermedios de los ejércitos imperiales en Italia, los hermanos Bédarride -Marc (Comtat Venaissin, 1776-1846), Michel (Comtat Venaissin, 1778 1856), Joseph (Comtat Venaissin, 1787-1840)- reciben la luz y participan en una intensa actividad masónica. De vuelta en París, trajeron de vuelta el Rito de Misraïm, nacido unos años antes en los círculos franceses del ejército italiano. Desde 1814 y hasta 1856, Marc y luego Michel Bédarride se dedicó a su distribución en Francia. Estos medios salarios del Imperio serán acusados regularmente de vivir de la masonería.

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Marc Bédarride publica en 1846 La orden masónica de Misraïm que mezcla historias legendarias y testimonios sobre los primeros años del rito. Durante la Restauración, la policía mantuvo a los hermanos Bédarride bajo estrecha vigilancia, aún convencido de que era Disidente del Rito de Misraïm, Jacques Étienne Marconis de Nègre (Montauban, 1795-París, 1868) estableció el Rito de Memphis en 1838. Dedicó todas sus fuerzas a dar vida a este rito egipcio -regularmente prohibido y que nunca llegaría a contar más de 5 o 6 logias en el siglo XIX- y lo implantó en Estados Unidos, Rumanía y... en Egipto. En 1862 se unió al Gran Oriente de Francia con su rito. Además de la fundación del Rito de Memphis, Marconis de Nègre es también autor de decenas de folletos, revistas y libros masónicos que difunden ampliamente sus concepciones morales y espiritistas en la masonería francesa de su tiempo.

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Panorama histórico (siglo XVIII-1908) En el siglo XVIII, se trazó un paralelo entre los cultos misteriosos de la antigüedad y las ceremonias secretas de la masonería. Cagliostro califica el sistema masónico que estableció en la década de 1780 como “el rito de la alta masonería egipcia”. No fue hasta principios del siglo XIX, a raíz de la expedición egipcia, que la egiptomanía masónica estuvo en pleno apogeo. En 1807, en La Franche Maçonnerie dara su verdadero origen, Alexandre Lenoir explicó los siete grados del Rito Francés a la luz de la religión de los antiguos egipcios, presentada como la religión natural de la humanidad primordial. Es en esta época cuando aparecen los ritos masónicos que pretenden ser herederos de las iniciaciones del antiguo Egipto.

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El arqueólogo Alexandre Dumège fundó así el Rito de la Pirámide Soberana de los Amigos del Desierto y la logia parisina Les Frères Artistes erigió la Orden Sagrada de los Sofisianos, que pretendía ser un despertar de los misterios isíacos. No fue hasta la aparición de la Orden Masónica de Misraïm o de Egipto -Misraïm significa “Egipto” en hebreo- para que un rito “egipcio” tome cierta escala y se perpetue en el paisaje masónico. El Rito de Misraim apareció en los círculos franceses en la década de 1810, reuniendo a los soldados y administradores estacionados en Italia durante la conquista napoleónica. Se instaló en Francia en 1814 con sus promotores que regresaron a su tierra natal tras los reveses del Imperio. Con una impresionante escala de 90 grados (pero de la que, por supuesto, se practican algunos umbrales), atrae a masones activos que suelen ser amantes de los altos rangos. Los primeros 66 rangos asumen los rangos altos más o menos clásicos del siglo XVIII y, en particular, los 33 encontrados en el Antiguo y Aceptado Rito Escocés, los rangos específicos del Rito del Misraïm que van desde 67 ° a los 90 °. Aparte de la denominación de Misraim, el nuevo rito casi no hace alusión al antiguo Egipto en sus ceremonias. Las logias Misraïm se multiplican en Francia y también se establecen en Suiza, Bélgica, Holanda... ¡e incluso en Irlanda! Muy rápidamente, sus propagadores se dividieron entre oponentes y partidarios de las Bédarrides. O sus métodos eran cuestionables o, por razones que desconocemos, los demás actores de los inicios de Misraïm en Italia, los hermanos Joly y Gaborria se oponen a los hermanos Bédarride. También profesan -¿será este el origen de la polémica?- diferentes grados terminales, el misterioso Arcana arcanorum. Unidos y apoyados por Ragon, luego intentan que el Rito de Misraïm sea admitido en el Gran Colegio de Ritos después de una primera respuesta positiva, el Gran Oriente finalmente se opone a esta reunión y el fracaso pone fin a los proyectos miserimitas del Grupo Joly, 91


El revuelo provocado y su situación al margen de las instituciones masónicas preocuparon a las autoridades públicas. Está comprobado, además, que hombres comprometidos con el liberalismo y republicanos opuestos a los Borbones utilizan la pequeña obediencia de Misraïm como tapadera de sus redes. Las autoridades prohibieron y clausuraron las diez o más logias del rito egipcio en 1822. Esta, aún regentada por los hermanos Bédarride, no recuperó fuerza y ​​vigor hasta 1830 en el ambiente de libertad redescubierta de los inicios de la Monarquía de julio. Fue un disidente de Misraïm, Jacques-Étienne Marconis de Nègre quien, en 1838, formó el Rito de Memphis en 92 grados. Si a pesar de las acusaciones de su fundador Memphis es efectivamente de Misraïm, en los pocos rituales que publicó Marconis de Nègre tiene la preocupación de unas diez logias para Misraïm, tres o cuatro para Memphis: durante todo el siglo XIX, los ritos egipcios fueron marginales. Junto a los hermanos llevados a las logias “egipcias” por encuentros casuales, estos ritos atraen a masones atípicos. Bajo la Restauración o, más tarde, bajo el Segundo Imperio, algunos querían albergar un activismo político que no habría sido tolerado por el Gran Oriente de Francia y el Consejo Supremo. Otros, de sensibilidad teosófica y ocultista, se dejan seducir por la orientación esotérica de las ceremonias maimitas. A partir de la década de 1860, los ritos egipcios se convirtieron en punto de encuentro de los masones más versados ​​en las ciencias ocultas. Así, el Segundo Gran Supervisor del “poder supremo de Misraïm” es el Hermano Ragaigne, con un esoterismo poco conocido al que debemos varios estudios de alquimia y cosmosofía que han quedado en forma de manuscritos. En 1862, Marconis de Nègre se unió al Gran Oriente de Francia, que publicó un ritual de primer grado simbólico según el Rito de Memphis, ¡y redujo la escala del rito a 33 grados! En Egipto y los Estados Unidos, el rito de Memphis tuvo cierto éxito a pesar de la oposición de las Grandes Logias y orga92


nizaciones de alto rango más clásicas. El principal animador estadounidense del Rito de Memphis Harry J. Seymour, entrega una patente del rito al ocultismo inglés John Yarker En 1881, Garibaldi es elegido “Gran Hierofante”, es decir líder mundial del rito por el “santuario soberano” americano, rumano, inglés e italiano, y une los dos ritos egipcios dando lugar así al Rito de Memphis-Misraïm. A su muerte, Yarker lo sucedió.

En Francia, el rito de Memphis desapareció en la década de 1870 cuando la logia del Gran Oriente Les Disciples de Memphis se transformó en Disciples of Progress y adoptó el rito francés. El Rito de Misraïm vive en crisis y escisiones. Sin embargo, en la década de 1890, la última logia operativa, L’Arc-en-Ciel, 93


experimentó un resurgimiento de vitalidad al convertirse en uno de los puntos de reunión del movimiento ocultista francés entonces muy popular en el París de la Belle Époque. Sin embargo, las disputas internas llevaron a la desaparición de la logia y al mismo tiempo al Rito de Misraïm en Francia probablemente alrededor de 1902. En 1908, con motivo del “congreso espiritualista” organizado en París por Papus, el Rito de Memphis-Misraïm está despierto. Probablemente asistido por algunos antiguos miembros de la logia l ‘Arc en-Ciel, Papus obtiene una patente del ocultismo alemán, Theodore Reuss (quien obtuvo sus poderes de Yarker). A partir de este momento, la vida del Rito de Memphis-Misraïm se fusiona con los vaivenes de la corriente ocultista (Martinismo).

RITO (S) SUECIA (S) Emmanuel Swedenborg (Estocolmo, 1688 Londres, 1772) escribió una serie de libros admirados por muchos hermanos y que fueron, según algunos autores, el origen de los llamados ritos masónicos suecos. Sin embargo, la mayoría de ellos no tiene vínculos comprobados con el sistema establecido por Swedenborg. Emanuel Swedberg comenzó haciendo una carrera científica muy brillante y utilizando sus conocimientos, particularmente en lo que respecta a la industria extractiva, en beneficio de su gobierno. Cuando tenía 31 años, su familia se ennobleció y tomó el nombre de Swedenborg. Quince años después, la publicación de su Opéra philosophica et mineralogica estableció definitivamente su reputación. Miembro de numerosas academias, incluida la Real Academia de Estocolmo, es muy conocido en Suecia pero también en el extranjero. Pero este racionalista newtoniano fue objeto de curiosos fenómenos que invadieron su psique desde 1736. En 1744 tuvo los famosos sueños en los que conoció a Cristo que lo habría salva94


do. El evento cambia su vida y regularmente tiene experiencias místicas durante las cuales habla con los espíritus de Virgilio, Lutero o Melanchthon. Retirado, se dedicó a la creación de su propio sistema teosófico. Éste se distribuye en libros místicos, en particular los ocho volúmenes de los Arcanos Celestiales (1749-1756) y luego La Nueva Jerusalén (1758).

Siguiendo la antigua doctrina de las correspondencias, su concepción del mundo y de las ideas se caracteriza por la creencia en tres niveles de realidad que estarían representados por 95


el “natural”, el “espiritual” y el “celestial”. Todo, en el “mundo natural”, tendría su correspondencia en el “mundo espiritual” y, por éste, en el “mundo celeste”. Creyendo en una relación especial entre Dios y el hombre fundada en un amor divino que, al tener que ser entregado sistemáticamente a alguien, resultó en la creación de la especie humana destinada a recibirlo, ve el espíritu humano como un elemento que está funcionando activamente de acuerdo con los principios celestiales hombre que fue creado para llenar los cielos eternamente. Todo hombre es una imagen de Dios, una faceta de Adam Kadmon, quien subsistiría en la comunidad de criaturas celestiales en forma de ángeles. Para Swedenborg, la iluminación es necesaria para acceder a lo divino y la adoración de Dios se realiza prácticamente llevando una “vida útil”. En el contexto de la Europa de la Ilustración ganada por el iluminismo, este sistema tuvo éxito e influyó en la nebulosa masónica. Sin embargo, solo un sistema ritual masónico puede describirse como suecoborgiano: el de Samuel Beswick. En 1870, este último publicó el Rito de Swedenborg y los grandes líderes masónicos del siglo XVIII y, aunque Beswick afirma que el rito se instituyó en Nueva York ya en 1866, parece haber sido el resultado de la publicación del libro. La primera Gran Logia del Rito Swedenborgiano se desarrolló en los Estados Unidos entre 1870 y 1872, con solo 6 miembros, incluido el Gran Maestro Beswick. Pero, el 3 de junio de 1872, esta Gran Logia emitió una carta para la creación de una Gran Logia Suprema y un Templo para el dominio de Canadá. Ubicado en Maitland (Ontario), fue fundado un año después, con McLeod Moore como Gran Maestro. El rito existió en este país hasta la muerte de McLeod Moore (1890). Habiendo dado la Gran Logia de Canadá, el 1 de julio de 1876 una carta a John Yarker para trabajar el Rito suecoborgiano en el Reino Unido, floreció en este país durante 30 años. La primera logia es Emmanuel Lodge en Manchester, de la cual 96


Yarker es el venerable maestro. Otros miembros incluyen a Kenneth Mackenzie (1876), William Wynn Westcott (1876), Samuel Liddell MacGregor Mathers (1887), Henry Steele Olcott (1880), Gérard Encausse (Papus; 1901) y Arthur Edward Waite (1902). El 21 de febrero de 1902, Yarker entregó una carta a Theodor Reuss que le otorgaba el poder de constituir la logia del Santo Grial en Berlín. Esta iba a ser la logia madre para este rito en Alemania, con el poder de formar una Gran Logia Provincial y de crear otras logias. Sin embargo, el rito caduca: la última información sobre su existencia data de 1908. El Rito Primitivo y Original de la Fremasonería Simbólica de Beswick consta de 6 grados. Por encima de los tres azules habituales encontramos al Masón Iluminado (Phremason iluminado) o Hermano Verde, el Masón Sublime (Phremason sublime) o Hermano Azul y el Masón Perfecto (Phremasonj perfecto o Hermano Rojo. Los rituales de los grados superiores (4 a 6) ) son variedades de los primeros tres grados, aunque aparecen muchos elementos suecoborgianos explícitos, ya sean referencias al Génesis, Ezequiel y el Apocalipsis de San Juan o expresiones como “los tres poderes creativos en la tríada santo de todas las naciones”, “el gran círculo de los cielos”, “un templo, ritual, altar y Dios”, “el gran templo de la naturaleza”, “las lámparas celestiales”, “el jardín de Dios ”. Aparte del Rito de Beswick, todos los demás sistemas señalados como ritos swedenborgiense como el iluminado de Aviñón, el Rito Hermético, el Rito Filosófico Escocés o el Coën Elegido no lo son. Sin embargo, dos ritos plantean interrogantes: son los teósofos iluminados de Chastanier y el rito sueco porque no tenemos los rituales de estos. Para el segundo, es posible que la versión creada por el duque Carlos entre 1778 y 1801 contenga elementos de Swedenborg. 97


LA ROSA DEL PERFECTO SILENCIO La Rosa del Perfecto Silencio (desde 1813) ¡Esta logia tiene un destino original! Fundada en París en 1813, juró lealtad en 1815 a Grasse-Tilly, se dividió entre las dos ramas del escocés (Prado y Pompei), luego se reunió bajo la autoridad del Consejo Supremo de Francia y fue instalada por el Conde Honoré Muraire. Se convirtió en un hogar revolucionario bajo el título distintivo de Temple de Minerve con Bègue-Clavel Sétier, el impresor de L’Abeille masonnique y el librero Astier. Después de 1830, vinculado al Partido Republicano, tuvo que hundirse y renacer, en el Gran Oriente, con una contratación obrera y bajo su antiguo título distintivo. El taller es sospechoso por su presencia, pancarta desplegada, en el funeral de La Fayette y por el apoyo brindado a manifestantes como Peigné en el Gran Oriente. Su altavoz, El hermano Blaize, yerno de Lammenais, defiende el lema Liberté, Égalité Fraternité y se autodenomina el “Jesús de los proletarios” para denunciar las desigualdades sociales. Además, el albergue ayuda a la viuda de uno de los suyos, que cayó durante el levantamiento de las “Estaciones”, recibe a hombres de color y capacita a los estudiantes rumanos que se quedan en la capital. Este es el caso de Constantin Rossetti futuro líder del Partido Liberal, y Jean Bratianu, jefe de gobierno en 1877. Durante la fase liberal del Segundo Imperio surge la personalidad de Jean-Marie Caubet (1821-1891). Este recortador convertido en librero gestiona las revistas Le Monde masonnique y La Morale de forma independiente. Aseguró la veneración de la logia con el apoyo de Massol quien ocupó el cargo de portavoz allí, luego se asoció con todas las luchas de la corriente progresista. Entre los reclutas notamos los nombres del poeta y mago inspirado Abbé Constant (Éliphas Lévi), el fabulista Saint Simonian Pierre Lachambeaudie, el Fourierist Pierre Denis, militantes ateos como Charles Coudereau y Louis Redon. Este último crea en 1869, la revista L’action masonnique que se convirtió en 98


La linterna de la masonería antideísta y arrasadora. El taller une fuerzas con la Comuna (en ausencia de Caubet).

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La logia, gracias a Massol, Caubet (secretario gambettista de la Prefectura de Policía en 1870. Director de la policía parisina en 1879) y al filósofo positivista Grégoire Wyrouboff, estuvo bien representada en el personal de Gran Oriente al comienzo de la Tercera República donde ostenta las vicepresidencias Entre sus miembros encontramos también a Léonce Fabre des Essarts, futuro obispo gnóstico, Camille Raspail, Charles Richet entonces estudiante y futuro premio Nobel. El albergue luego se hunde en el gris. Entre guerras, acogería a refugiados rusos de diversas tendencias, entre ellos Erouckmanoff (conocido como Volsky), un socialista revolucionario y luego un farmacéutico trotskista del Ejército Rojo en los Urales. Uno de su familia, Jean Khébian, futuro teniente comandante del Gran Colegio de Ritos, jugará un papel eminente en la Resistencia.

ROSE-CROIX En el siglo XVIII, este rango, bajo el nombre de Chevalier Rose Croix o Soberano Príncipe Rose-Croix, se consideraba el masónico definitivo. En el último tercio del siglo, constituye notablemente el cuarto del Rito Francés y el XVIII del Rito de Perfección. Será el del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.

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Indirectamente proviene de la continua influencia de la “suma” rosacruz en la Europa protestante. Temas alquímicos, inspirados en parte por las “clavículas de Salomón”, se encontrarán en un arqueo-Rose Croix llamado Caballero del Águila Negra Rose Croix en tres grados o Grado Sublime de la Verdadera Rosa-Cruz de Alemania o Caballero de la ‘Águila Negra o Filósofo Desconocido, practicado en Metz, Marsella y Lyon a mediados del siglo XVIII. De Rose-Croix, este grado solo tiene el nombre y algunos atributos. El título también aparecerá en la Orden Herencia de Kilwinning (la futura Orden Real de Escocia con la que Mathéus entabló una relación) certificada desde 1741. La Orden tiene de hecho un supuesto caballero de Rosa-Cruz, pero la fuente que relaciona el rango con él, es un diploma masónico (ahora desaparecido) da fe de la existencia del rango desde 1757 y, a principios de la década de 1760, se creó lo que varios autores tardíos denominan la Rosa-Cruz de Francia. El ritual más antiguo conocido como el Caballero del Águila del Pelícano Rose-Croix Mason of Heredom, Knight of Saint-André, Perfect Mason proviene de Estrasburgo. Todos los rituales, bastante cercanos a esta década, dan fe de la naturaleza profundamente cristiana del rango. Así en 1765 en un ritual manuscrito (Biblioteca Histórica de la Ciudad de París, colección general, ms. 23191), sobre la iniciación a este rango, podemos leer: “El primer apartamento representa el Monte Calvario [.. .]. Tanto el segundo apartamento como el primero son para hacer alegórico lo que sucedió en la muerte y resurrección de J.C. El 2º representa la tumba y el momento de la Resurrección de J.C. [...]. Debe haber un tercer apartamento pequeño, un poco lejos de los otros dos, destinado a ser la imagen del infierno”. El destinatario “vagando por el mundo, los bosques y las montañas, que desde la destrucción del templo ha perdido la Palabra...” debe viajar durante “33 años” reducidos simbólicamente “a siete veces alrededor del capítulo”. Descubre las “tres vir101


tudes [que lo guiarán] de ahora en adelante”: Fe, Esperanza y Caridad. La Palabra Perdida se revela como “INRI o Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos”. Se dice que el primer signo es “Buen Pastor” y la contraseña es “Emmanuel”. La “ceremonia de la mesa como [...] conmemoración de la Pascua y de la aparición de Jesucristo a sus discípulos en Emaús” acentúa el carácter “cristiano primitivo” del rango. A partir de la década de 1770, los capítulos se multiplicaron en toda Francia y, a menudo, se proclamaron como el máximo órgano de gobierno de todos los demás altos rangos. Así, en el artículo segundo de los Estatutos y Reglamentos adoptados el 8 de abril de 1771 por el Primer Capítulo Soberano de Rose-Croix creado en París el 1 de junio de 1769 podemos leer: “Los caballeros de la Rose Croix tienen derecho a sostener el mazo en todo logias, cuando hacen la cortesía de presentárselas, pero cuando se niegan, para no mover a nadie, tienen derecho a pararse junto al maestro de logia, ante todos sus oficiales, en caso contrario, por humildad, se colocan en último lugar en la columna de aprendices”. Los Estatutos y Reglamentos Generales del Grand Chapitre Général aprobados el 19 de marzo de 1784 lo convierten en el regulador de las altas esferas del Gran Oriente. El sistema viene en cuatro grados u Órdenes: Elegido Caballero Escocés del Este y Rose-Croix. Se fija en 1786 en rituales escritos a mano conocidos como el Rito Francés Moderno. Los Rose Croix se presentan como los herederos de una larga línea de antiguos iniciados. La terminología cristiana se utiliza como mínimo. Jesús es designado mediante fórmulas sustituidas como “el hijo del Gran Arquitecto”. La Palabra redescubierta es siempre la base “ideológica” del rango, pero la redacción de la época busca borrar las semejanzas demasiado chillonas con la liturgia romana. En 1783, el manuscrito de Francken presenta algunas variaciones en comparación con los rituales de las décadas de 1760 102


y 1770: no hay obligación de prestar por parte del nuevo caballero; se cambian las frases referentes a la Nueva Ley, por lo que debería decirse: “Soy uno de los hermanos que buscan los secretos de la Nueva Ley y los tres pilares de la mampostería” en lugar de: “Yo soy uno hermanos que buscan la Palabra Verdadera con la ayuda de la Nueva Ley y los tres pilares de la mampostería” (manuscrito Kloss XXIV-3, 1760); inclusión en un sistema de 25 grados donde el Rosacruz ya no es el último.

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El Rosacruz todavía ocupa el 18º “lugar” en el Antiguo y Aceptado sistema escocés de 33 grados. Una lenta descristianización tuvo lugar durante el siglo XIX a partir de 1806, Chéreau sugiere que la cruz está “formada por doce cuadrados, que representan los doce signos del Zodíaco, o los doce meses del año solar”, muy rápidamente INRIU significa Igne Natura Renovatur Integra o Indefiesso Nisu Repellamus Ignotantiam (este trabajo se desarrolla por Chemin-Dupontès, Nicolas des Étangs o Ragon); el ritual de las logias capitales para la obra de los Caballeros de la Rosa Cruz (1875) dice: “Fe, Esperanza, Caridad, estas palabras, ni las cuatro letras lNRI, no representan ningún símbolo religioso en particular; están ahí para recordarte los preceptos que desarrollamos para ti en los grados anteriores, es decir: Fe en el Gran Arquitecto del Universo; Esperanza y Justicia en la vida futura, consecuencia de la inmortalidad del alma; Caridad, aplicación del principio de fraternidad ”. La descristianización continúa en el Grand College des Rites, con la versión laîcomoralizadora de Amiable, mientras que el Consejo Supremo de Francia permanece fiel al modelo desarrollado en el espíritu del Convento universal del Antiguo y Aceptado Rito Escocés de Lausana (1875). Hoy, si el simbolismo del rango sigue siendo el mismo, su significado puede variar un poco según las obediencias, pero sigue siendo un espíritu común. Así, podemos leer en el anuncio “Rose Croix” del Grand College des Rites (1973): “Con los grados capitulares, pasamos a la construcción del segundo templo por masones que son al mismo tiempo caballeros, ya que trabajan una mano armada con la espada, la otra con la paleta, signos de su ambivalencia. Pero con el 17° se perderá la Palabra al mismo tiempo que se destruirá el segundo templo, por lo que el 18° tendrá un doble objetivo: la búsqueda de la Palabra perdida y la reconstrucción del templo. Pero mientras que el primer y segundo templos fueron fundados sobre la Ley Antigua con voluntad de poder, el tercer templo será el templo místico de la nueva ley en el que la justicia y la autoridad son templadas y 104


avivadas por el amor.”

Los rituales tienen un marco común: mismo título (el presidente de un Capítulo Soberano siempre se califica como un “Arthirsata muy sabio”, modo de recepción bastante cercano (a menudo con solo una habitación en lugar de tres), batería idéntica (“Hoschée”), signo de Orden llamado “Buen Pastor” y una contraseña (“Emmanuel”) a la que se responde Pax vobis (o “Paz profunda”) enmarcan el tema fundamental que es siempre la búsqueda de Palabra perdida. Todos admiten la misma palabra sagrada, INRI, cuyos significados son el cristiano Jesús Nazareus Rex Judeorum y el alquimista Igne Natura Renovatur Integra. También se llega a un consenso sobre el descubrimien105


to, durante la recepción del nuevo caballero, de las tres virtudes Esperanza, Fe y Caridad, En la segunda mitad del siglo XX, la reactivación de las 4 Órdenes del Rito Francés (desde la creación del capítulo Jean-Desaguliers hasta la “recreación” de un Gran Capítulo General basado en el Gran Oriente de Francia) nos recuerda que el El grado rosacruz mantiene su estatus de máximo en el régimen francés.

ROSE-CROIX D’OR Desde tiempos inmemoriales, las relaciones entre la masonería y el rosacrucianismo se mencionan a menudo. Debe prestarse especial atención a la fraternidad de la Rosa-Cruz de Oro, que fue uno de los principales movimientos que florecieron junto a la masonería. La Rose Croix d’Or es el resultado de un renacimiento del rosacrucianismo original en los países alemanes. Iniciado a principios del siglo XVIII, fue, en muchos aspectos, un fenómeno muy diferente al que se había desarrollado bajo la égida de Christian Rosenkreutz.

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La Rose-Croix d’Or debe su verdadero nacimiento a la publicación de un libro en Breslau en 1710: Die Wahrhafte und volkommene Bereitung des philosophischen Steins der Bruderschaft aus dem Orden des Gulden und Rosen Creutzes (La verdadera y perfecta preparación de la piedra filosofal de la fraternidad de la Rosa-Cruz de Oro). Es básicamente un tratado de alquimia y esto ya constituye una gran diferencia entre este nuevo rosacrucianismo y el de sus orígenes, que se centró principalmente en proyectos de reforma social, intelectual y religiosa. En éste, la alquimia no jugó un papel central. Al contrario, el tratado publicado en Breslau otorga a las “prácticas de laboratorio” un lugar esencial que conferirá la profunda originalidad de la hermandad de la Rose Croix d’Or.

El autor de la obra, que se conoce con el nombre de Sinceratus Renatus, fue un pastor protestante de Silesia, Samuel Richter. Si107


lesia era entonces un antiguo y rico crisol de tradición mística marcada por las influencias de Jacob Böhme, el poeta místico Angelus Silesus y la corriente pietista. Richter pertenecía a este último, él mismo fuertemente ligado al primer rosacrucianismo. Los pietistas y los rosacruces tienen en común el deseo de redescubrir una forma de cristianismo más pura y auténtica: ponen especial énfasis en el sentimiento, la virtud personal y la relación directa con la Divinidad. También hay un colorido gnóstico entre los pietistas que apunta a basar la salvación en el rechazo de la materia, sometida a las fuerzas del mal y alcanzar un conocimiento superior de las realidades divinas. Viene de la influencia ejercida sobre sus escritos por escritores místicos como Böhme y los alquimistas. La práctica de la alquimia lo es de hecho, también enraizado en la tradición gnóstica, y la expectativa de elevación espiritual de los pietistas se muestra análoga a la expectativa del paso de la materia básica a un estado superior entre los alquimistas. Lo vemos en sus escritos llenos de imágenes y metáforas alquimistas: hablan así de Dios como el gran “fundador” y comparan al Espíritu Santo con una tintura bendita o una quintaesencia. Algunos de ellos también pensaron que el Espíritu Santo estaba presente en la materia en la forma de los tres principios alquímicos de sal, azufre y mercurio. Por tanto, muchos fueron los pietistas que practicaron la alquimia. Friedrich Oetinger escribió: “La alquimia y la teología no son para mí dos cosas, sino una”, y Goethe tenía una amiga pietista, la señorita von Klettenberg, que lo alentó a experimentar con la alquimia. Esto tuvo una influencia importante tanto en su vida como en su obra. Vemos, pues, cómo el pietismo, la alquimia y el rosacrucianismo original interfieren en el contexto de la redacción del libro de Samuel Richter, alias Sinceratus Renatus, para dar origen al movimiento de la Rosa Cruz de Oro. Si no sabemos cuándo se estableció la Rose Croix d’Or, el documento más sólido sobre su existencia data de 1761: describe una logia de esta orden en Praga, llamada La Rose Noire, y da una lista de miembros. 108


Por otro lado, los manuscritos nos permiten arrojar luz sobre las características profundas de la ideología de la hermandad de la Rosa Cruz de Oro y sus relaciones con el movimiento masónico, porque muchos detalles sobre los principios, rituales y organización de la Orden, están indicadas por la publicación de las declaraciones de la Orden y por correspondencia inédita entre los miembros. El objetivo de la hermandad, claramente expresado, confirma que sus creencias se basan en un sincretismo entre la alquimia, el cristianismo revisitado por los pietistas y el rosacrucianismo original. Se trata de “que la fauna emerja las fuerzas ocultas de la naturaleza, de hacer brillar su luz, que fue enterrada profundamente por la maldición, y, de esta manera, procurar una luz interior a cada hermano por la que podrá ver a Dios invisible y acercarse a él con la fuente de luz original” (Starke Erweise aus den eigenen Shriften des hochheiligen Ordens Gold- und Rosenkreuzer, escritura anónima, probablemente atribuible a Bode 1788). Encontramos el tema gnóstico de “la luz de la naturaleza sepultada por la maldición”, de la chispa divina atrapada en el mundo de la materia, la visión de la alquimia también aparece de manera simbólica y práctica: se suponía que los miembros tenían su propio laboratorio y trabajaban diligentemente en él. El progreso de cada miembro de la Orden, además, presuponía que habían recibido secretos alquímicos cada vez más importantes. También conocemos con precisión los aspectos estructurales de esta fraternidad. En su libro, Renatus da un número considerable de detalles sobre la Orden en sí: se dice que tuvo 63 miembros y un imperator elegido de por vida. Los hermanos adoptaron un código especial para saludarse y reconocerse. Uno de ellos dijo: Ave frater, el interlocutor tenía que responder: Rosae y aurae. El primero luego agregó: Crucis. La Rose Croix d’Or está organizada en círculos de 9 miem109


bros y tiene 9 grados. Estos están en orden ascendente: Junior Theoreticus, Practicus, Philosophus Adeptus Minor, Adeptus Major Adeptus Exemptus, Magister y Magus. Esta organización jerárquica, generalizada por la Reforma de 1777, fue ampliada a 10 grados en el siglo XIX por la sociedad oculta inglesa la Orden Hermética de la Golden Dawn o, más tarde, por la Antigua Orden Mística Rosacruz. La fraternidad era muy jerárquica y el secreto regía las relaciones entre los propios miembros. Por tanto, los miembros no tenían que conocer los nombres de los hermanos por encima de su propio círculo. La estructura de gobierno constaba de varios niveles. Había directores de círculo, directores regionales a cargo de varios círculos de Gran Prior y, al más alto nivel, los Superiores Desconocidos. Probablemente fueron tres adeptos quienes constituían la autoridad suprema. La organización todavía es comparable a la de la Golden Dawn, pero los Superiores Desconocidos eran personas reales aquí. Tenemos alguna razón para creer que uno de ellos fue Schleiss von Lowenfeld, un físico de Sulzbach, Baviera, que escribió un libro en defensa de la Rose Croix d’Or. La Rose-Croix d’Or fue un éxito notable en la década de 1770 en toda Europa Central, en Berlín, Hamburgo, Frankfurt, Ratisbona, Munich, Viena, Praga... pero también en Polonia, Hungría y Rusia. Uno de los centros más notables es el que se encuentra en el castillo de Rajec, cerca de Brno. Incluye al Conde (y Príncipe) Karl Josef von Salm-Reifferscheidt, una figura importante cuyo interés se centró tanto en los filósofos franceses como en la ciencia moderna, la alquimia y el espiritualismo. Reúne a su alrededor un grupo ecléctico de individuos y participa activamente en la formación de una comunidad científica organizada en Moravia que tiene como objetivo adquirir el conocimiento universal a través del recurso a la investigación científica y a la antigua tradición alquímica y teosófica. El príncipe Salm-Reifferscheidt probablemente conocía los manifiestos de la Rose-Croix original: quería fundar un Colegio Invisible en conso110


nancia con la visión proclamada un siglo antes. La rama rusa de la Orden también tuvo miembros notables: el escritor y publicista Novikov quien, junto con otra cruz rosa rusa, Lopuchin, creó la Sociedad Tipográfica y dio a conocer las obras de Böhme al público ruso en la lengua vernácula, Silesius, Saint-Martin, Madame Guyon y el místico inglés Pordage. Novikov transmitió tanto las ideas progresistas de la Ilustración como las tradiciones esotéricas. Creía que todo hombre lleva consigo una parte del espíritu divino y que, por tanto, los individuos deben ser tratados con respeto, independientemente de su condición social. Junto a los seguidores de la Rosacruz de Moscú, participa en diversas organizaciones benéficas como el hospital y la Casa de los Pobres. Novikov cayó en desgracia, Catherine II se opuso a la masonería, lo puso en prisión y no fue liberado hasta su muerte cuatro años después. La Rosa-Cruz de Oro finalmente tuvo una gran influencia en Prusia, donde uno de sus miembros no era otro que el emperador Federico Guillermo II. Durante su reinado, la Corte y el gobierno fueron dominados por el “clan Rose-Croix”, en particular de Johann Christof Woliner y de Johann Rudolf von Bishoffswerder. La historiografía a menudo ha dado una imagen negativa de estos hombres debido a la influencia que ejercieron sobre el rey para fortalecer la ortodoxia religiosa luterana. Ellos jugaron un papel en la campaña contra los Illuminaten ~ y los Rosacruces se presentan generalmente como representantes de los enemigos de Aufklärung. Es cierto que se oponían a la medicina de la Ilustración. Sin embargo, hombres como el príncipe Salm pueden considerarse acérrimos racionalistas. El movimiento desapareció con la muerte del emperador en 1797 socavado por la oposición interna. Sin embargo, la ideología de la Rose-Croix d’Or, pero también las supervivencias de sus ramas, como los Hermanos Iniciados de Asia, tienen extensiones que muestran la importancia de su influencia. En el siglo XIX, el romanticismo estuvo impregnado de temas y referentes 111


encontrados en la Fraternidad. Este es el caso de las obras de Novalis y de las del pintor Friedrich Otto Runge. Un poco más tarde el inventor de la homeopatía, Samuel Hahnemann (1755-1843), masón y muy probablemente Rose Croix, testifica a su manera de la supervivencia de la cultura de la Rose Croix d’Or: de hecho, la idea de que lo similar se ocupa de lo similar es un desarrollo de la tradición alquímica (Paracelso). La Fraternidad de la Rosa-Cruz de Oro fue un movimiento original que, aunque solo sea por la mención de varios iniciados a los talleres masónicos (Wôliner, Goethe o Dr. Hahnemann) y el establecimiento de una jerarquía de filas, tenía fuertes vínculos con el movimiento masónico. Esto es tanto más evidente cuanto que para ser admitido en la Orden uno tenía que haber pasado por una logia masónica regular y ser iniciado en los tres grados azules. También hubo aspectos rituales comunes. Sabemos que el Rito Rosacruz se basó en logias de la Estricta Observancia y que encontramos, en varios sistemas masónicos, evocaciones del simbolismo Rosacruz.

RITO DE ADOPCIÓN En la perspectiva del significado adquirido en el Siglo de las Luces, la adopción, mostrado con el uso de este término que las mujeres hacen suya la práctica masónica, designará una logia femenina dirigida por un taller masculino. Si la masonería inglesa sigue vigente, mono sexuada hasta la era victoriana de lealtad a ninguna mujer de las Constituciones de Anderson de 1723 (artículo 111), apareció una masonería de señoras en Francia en la década de 1740. “Masona”, designan a las esposas de los hermanos, y a sus logias prefieren llamarlas “clandestinas”, en el siglo XIX. 112


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Formalmente, las pruebas tangibles de la presencia femenina surgen alrededor de 1747-1749 y, en las décadas 1770 y 1780, hay una cincuentena de orientes que tienen más o menos constantemente logias de damas, sin mencionar una docena de logias de señoras. Adopción en París, incluida La Candeur, y cinco o seis más “tensos” en talleres militares. Cada logia de mujeres está bajo la tutela de su homólogo masculino y la ceremonia se lleva a cabo después de la reunión masculina. Está dirigido por un colegio “mixto” compuesto por un venerable maestro que preside el trabajo, una gran maestra que la asiste, dos hermanos vigilantes, un orador, un inspector, un tesorero, una hermana depositaria. El ritual más antiguo que se conoce en la actualidad se llama Masonería de las Damas o Masonería de adopción, por el Príncipe de Clermont, Gran Maestre del Oriente de Francia, reducido en solo cuatro grados (hacia 1763). A partir de entonces, las logias de damas practicaron varios modos con cinco, ocho, nueve o diez grados. El modelo de adopción se fija, sin embargo, más o menos con la publicación en 1779 de La Vraie Maçonnerie d’Adoption (Louis Guillemain de Saint-Victor). La obra conoce, bajo varios títulos, quince reediciones en diez años. Todos los ritos tienen un simbolismo bastante similar, en gran parte tomado del Antiguo Testamento aunque ciertos rangos, como el de la Amazona inglesa, tienen un carácter más feminista. El trabajo consiste principalmente en ceremonias de recepción y aumento de salario, y valiosas actividades caritativas. En su asamblea general del 10 de junio de 1774, el Gran Oriente decidió regularizar las logias de adopción y darles estatutos. 114


En 1775, el duque de Chartres (Orleans) nombró a su hermana Louise Marie Thérèse Mathilde de Bourbon-Conde (1756-1830) Gran Maestra de todas las logias de adopción. Sin embargo, esta masonería se caracteriza por el aspecto ostentoso de las prácticas caritativas e incluso cabe preguntarse si ciertas logias de señoras, como La Candeur, no se fundaron simplemente para compensar la deficiencia de las actividades de los hermanos. Al mismo tiempo, el reclutamiento de estas logias confiere a esta forma de sociabilidad un carácter más aristocrático, tanto en París como en las provincias. Estas logias de adopción, totalmente desconocidas en la masonería británica o escandinava, están presentes en casi toda la Europa continental, especialmente en Italia, Provincias Unidas, Alemania del Rin, Austria, Polonia. En Francia esta adopción I duró hasta alrededor de 1870 -Jerusalén de los Valles Egipcios-, con J.-S. Boubee, pareciendo haber sido el último taller en organizar regularmente conjuntos de este tipo. Sin embargo, obtuvo una nueva vida en España en el último tercio del siglo XIX. A partir del siglo XIX, esta primera adopción cambió: se refería a la ceremonia de “aceptación” de los hijos de los masones por una logia masónica. Fue a partir de la década de 1840 que los atuendos adoptados se convirtieron en encuentros específicos abiertos a las familias de los masones, más tarde denominados “tenidas blancos abiertos”. Allí se practican bautismos (adopciones) de niños, matrimonios y funerales masónicos. Al mismo tiempo, las logias parecen seguir recibiendo hermanas en traje de adopción. El resultado es, por tanto, el surgimiento de una masonería “mixta” que reúne a hermanas y laicos. El acta de la celebración conjunta de cuatro logias parisinas en el Gran Oriente (19 de julio de 1850), por la enumeración detallada de los participantes, lo atestigua: 115


la ceremonia reúne a 212 hermanos, 129 hermanas, 56 madres, mujeres, hijas y sobrinas no “iniciadas” de masonas y 21 hijos. Es posible que este tipo de adopción haya evolucionado hasta convertirse en una criptomasonería femenina caritativa, como lo demuestra la Société des Dames Humanitaires de l’Ere Nouvelle (Saint-Denis). De todos modos, a partir de la década de 1880, el término “adopción” ya no designa ceremonias reservadas a los miembros de las familias de los masones. El Templo de la Familia es una etapa intermedia entre la adopción y la coeducación. Luego viene la adopción Tipo III cuando la logia mixta La Nouvelle Jerusalem, perteneciente a la decadente Gran Logia Simbólica Escocesa pasa a la Gran Logia de Francia. Tiene varias hermanas y pide crear una logia de adopción para ellas. Después de muchas discusiones, la Gran Logia adoptó el principio el 5 de enero de 1907. El 31 de mayo, se encendió oficialmente la logia de adopción n° 376, La Nouvelle Jerusalem, ubicada en París. El 23 de enero de 1912 se instaló (o más bien se reinstaló, la logia de adopción n° 217, porque había funcionado de manera “atrevida y peligrosa” de 1901 a 1903). Así, podemos ver que esta nueva masonería, por su funcionamiento, su relativa autonomía y su llamado ritual de adopción (pero renovado), es en gran medida diferente de la masonería de las damas del siglo XVIII que, sin embargo, reclama. En el período de entreguerras, se erigieron nueve nuevas logias de adopción. Se trata de las logias 246, La Tolérance, en Périgueux en 1923;187, Union et bienfaisance en París, en 1925 (inactiva alrededor de 1930); 373, Babeuf y Condorcet, en Saint-Quentin, en 1926; 540, Général-Peigne, en París, en 1931; 116


410, Minerve, en París en 1931; 404, La Philosophie Sociale, en París; y 38, L’Olivier Ecossais, ubicado en Le Havre, tiene existencia efímera; 421, La République Sociale, en París; 347, Thebah, en París, en 1935. En 1934, E. Brault hizo balance de un artículo titulado “Masonería femenina”, en una fecha en que la Gran Logia buscaba más o menos deshacerse de sus logias adoptadas. El Convento de 1935 “afirma su voluntad de hacer todo lo posible por la creación y desarrollo de la Masonería femenina...”, para evitar una medida de desalojo encubierta, las nueve logias de adopción se organizan en un cada vez más autónomos, y celebraron el 8 de julio de 1936 su primer congreso anual. Un Gran Secretariado de cinco hermanas, presidido por A.M. Pedeneau-Gentily, luego G. Rheal es elegido. En 1939, esta asociación contaba con unas 300 hermanas. A partir de esta estructura flexible, nació la Union Masonnique Féminine de France en 1945, transformada en 1952 en la Gran Logia de Mujeres de Francia. Dentro de esta obediencia, la logia Cosmos, luego de una vida “independiente”, por haber rechazado la adopción por parte de las hermanas del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, regresa a la federación madre donde aún practica el rito de adopción. En conclusión, el Rito de Adopción es un rito masónico que apareció en Francia en el siglo XVIII. Las logias de adopción solían estar unidas a las logias artesanales regulares, pero admitían a las parientes femeninas de los masones en una logia mixta con su propio ritual. El número de grados varió a lo largo de su historia, pero los tres primeros llevaban los mismos nombres que los grados de artesanía, aunque las contraseñas y los temas del ritual eran bastante diferentes. 117


El Rito Nacional Mexicano Del México colonial a la Independencia. Posiblemente la masonería llega al México colonial en la segunda mitad del siglo XVIII de la mano de emigrantes franceses asentados en la capital, quienes serán acusados y condenados por la Inquisición local. De igual modo, aún sin sustento documental, es muy probable que existiesen logias itinerantes en el seno del ejército realista español destacado en la Nueva España. A su vez, es muy posible que en el movimiento criollo primero autonomista y posteriormente independentista, existieran masones, vinculados a la Orden a través de las ideas ilustradas de finales del siglo XVIII. Sin embargo, historiadores masones y no masones, han apuntado reiteradamente que la masonería latinoamericana ha construido su propia mitología.

La Guerra de Independencia. Se afirma -sin documentación probatoria alguna-, la pertenencia a la masonería de ilustres autonomistas e independentistas como Miguel Hidalgo, José María Morelos y Pavón e Ignacio Allende, quienes pronto echarían a andar el movimiento que desembocaría en la independencia de México fueron iniciados en la calle de las Ratas núm. 4 (hoy Bolívar núm. 73), en la logia que allí funcionaba, “Arquitectura Moral”. Se dice que importantes líderes independentistas como el mencionado Miguel Hidalgo y José María Morelos fueron masones distinguidos. Además menciona que el primer Emperador Mexicano quien era Agustín de Iturbide fue asesinado por la logia masónica del rito Escocés. Otros masones distinguidos fueron Vicente Guerrero, así como el fraile regiomontano Servando Teresa de Mier; este último se incorporó al ejército español que combatió la ocupación fran118


cesa en la Península ibérica, al tiempo que en el puerto de Cádiz ingresó a la sociedad patriótica latinoamericana Caballeros Racionales. Ambos hechos -su carácter de militar y su participación en la sociedad patriótica- alimentan la hipótesis de su pertenencia a la masonería. En los juicios que la Inquisición emprendió contra los autonomistas e independentistas, el cargo de pertenencia a la masonería era común, ya que garantizaba la imposibilidad de probar la inocencia del acusado, dado el carácter clandestino de la orden. Así, los archivos de la Inquisición no eliminan la incertidumbre sobre el tema.

La primera mitad del siglo XIX A partir de la independencia en el año de 1821, buena parte de los gobernantes de México, hasta 1982, presumiblemente pertenecieron a la masonería. Apenas se produjo la independencia política, las pocas logias existentes salieron a la luz, multiplicándose rápidamente. Con la llegada oficial del agente y ministro plenipotenciario estadounidense Joel R. Poinsett entre 1822 y 1823, la naciente masonería mexicana se divide en dos corrientes políticas nunca definidas del todo. Poinsett promueve la creación de logias del Rito York, proclives a los intereses estadounidenses. Manuel Codorniu Ferreras (1855), promotor del Rito Escocés Antiguo y Aceptado en México. Frente a la materialización de la doctrina intervencionista del Destino manifiesto estadounidense, se oponen los masones más cercanos al liberalismo español de Rafael del Riego y de la Revolución de 1820, reunidos en la denominada incipiente Logia Escocesa del entonces joven Rito Escocés Antiguo y Aceptado, encabezada en México por el médico barcelonés del último Capitán General, Manuel Codorniu Ferreras, a través de su periódico El Sol. Codorniu fundaría la Compañía lancasteriana en México, al tiempo que se opondría abiertamente a la monarquía de Iturbide, defendiendo el proyecto republicano y la exclusión de la Iglesia católica de la educación y de todas las esferas de 119


la sociedad civil. Así, alrededor de las logias yorkinas se reunirán los masones cercanos al liberalismo estadounidense, al tiempo que quienes permanecerán cercanos al liberalismo español, formarán las denominadas logias escocesas. Al poco tiempo, los masones que no veían con total simpatía ninguna de las alternativas existentes, optaron por una tercera vía consistente en la fundación, en el año de 1825, de un rito de corte nacionalista que fue el Rito Nacional Mexicano, cuyos integrantes pretendían la creación de un modelo político y de gobierno propio de México.

El Segundo Imperio Mexicano. Al llegar al país el emperador Maximiliano I de México en 1864, una comisión del Grado 33°, y miembros del Supremo Consejo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado se entrevistaron con él, a fin de ofrecerle los títulos de Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo y Gran Maestro de la Orden. El monarca acogió benévolamente la comisión, pero declinó los cargos, no obstante lo cual consintió en que se le proclamara Gran Patrono o Protector de la Orden, títulos que de ninguna manera implicaban pertenencia a la masonería. En cambio, nombró a dos caballeros de su corte, poseedores de toda su confianza, para que le representaran en los Altos Cuerpos. Estos caballeros fueron iniciados y elevados al Grado 33° con extrema rapidez por el Supremo Consejo. Durante la ocupación militar francesa que sostuvo a Maximiliano I en el trono, arribaron a México diversas logias militares francesas dependientes del Gran Oriente de Francia, mismas que se disolvieron al tornar las tropas a su patria. Es muy probable que estas logias itinerantes trabajasen en el Rito Francés, pero dada su condición de tropas invasoras finalmente derrotadas, no dejaron huella ritualística alguna. 120


La pertenencia a la masonería de Maximiliano I nunca ha sido probada, aunque a partir de la hipótesis de su pertenencia a la orden se desarrolla la curiosa leyenda de Justo Armas. Por el contrario, a pesar del talante profundamente liberal de los gobiernos de Maximiliano, tanto como virrey en el reino Lombardo-Véneto como en su papel de emperador en México, los miembros de la familia Habsburgo en la línea sucesoria de la corona austriaca no podían ser masones de ninguna manera. Esto era así ya que la utilización del distintivo de “emperador” de la corona austriaca requería la expresa aprobación del Papa romano. Maximiliano sólo renunció a la línea sucesoria austriaca en el momento de aceptar la corona de México. Este hecho, de capital importancia política, no niega que los emperadores austriacos de reconocida tradición liberal fuesen protectores discretos de la masonería, sin ser ellos mismos masones. Otro dato importante contradice su pertenencia a la Orden; cuando estuvo preso en la ciudad de Querétaro pendiente del juicio sumario, fue visitado por el general republicano de origen alemán, Carlos von Gagern, quien en repetidas ocasiones se identificó como masón según los usos y costumbres de la Orden.

La Gran Dieta Simbólica El único momento en que la masonería mexicana estuvo bajo una sola institución fue entre 1890 y 1901, cuando el presidente de la República, Porfirio Díaz, logró unificar las distintas obediencias, en muchos casos por la fuerza. En 1878, el Supremo Consejo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado de México había desconocido a la Gran Logia Valle de México, ya que su flamante Gran Maestro era el poeta y político liberal Ignacio Manuel Altamirano, con quien Díaz tenía serias diferencias. Altamirano formó entonces el Supremo Gran Oriente de los Estados Unidos Mexicanos, separando los tres primeros grados simbólicos de los 30 grados siguientes. Obligado por la regularidad dictada por la Gran Logia Uni121


da de Inglaterra, para 1883 el Supremo Consejo de México había reconocido ya entre sus propias filas la separación de los grados simbólicos de los filosóficos, creando la Gran Logia del Distrito Federal para los grados simbólicos, y encabezada por el propio Porfirio Díaz. De cualquier manera, con ello se preparaba el terreno para una futura fusión. Tras regresar Altamirano de la misión diplomática en Madrid en 1889, Díaz ve la necesidad de unificar y reconciliar el pensamiento liberal. Por indicaciones de Porfirio Díaz, se acuerda la fusión de los dos cuerpos más autorizados e importantes de la República Mexicana. Así, en 1890, es convocado por primera vez el que será el organismo que administre tanto los grados simbólicos como los superiores o filosóficos de todos los ritos, la Gran Dieta Simbólica, siendo proclamados Gran Maestro y Gran Secretario respectivamente, el mismo Porfirio Díaz y Emilio G. Cantón. De este modo, el jefe de Estado lograba por primera y única vez la unificación absoluta de la masonería mexicana bajo su mando. Dada la variedad ritualística y política de la masonería mexicana de aquellos años, en los hechos, la administración única para toda la masonería mexicana sólo puede mantenerse por medio de la coacción del Estado. De este modo, para 1901 la Gran Dieta Simbólica se autodisuelve. Muchas logias, cuerpos y obediencias se crearon a lo largo del siglo XIX. De igual modo, se introdujeron diversos ritos en la República Mexicana, como el del Temple, el de San Juan y el Reformado. No todos han sobrevivido hasta el día de hoy. Actualmente es abrumadoramente mayoritario el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, pero son también numerosos el Rito York y el Rito Nacional Mexicano. A principios del siglo XXI, han encontrado cobijo otros ritos más comunes en otras latitudes.

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El Rito Nacional Mexicano. Recién estrenada la independencia de México, la división entre los denominados yorkinos y escoceses se trasladó a la política. Los enfrentamientos se hicieron cada vez más duros, y llegaron a sucederse varios levantamientos militares. En ese contexto, se constituyó el Rito Nacional Mexicano bajo el Supremo Gran Oriente del Rito Nacional Mexicano el 22 de agosto de 1825, con la finalidad expresa de unificar a los masones mexicanos y evitar al mismo tiempo la intervención extranjera en la orden y en la política mexicana; el 26 de marzo de 1826 se fundó la Gran Logia Nacional Mexicana “La Luz” (hoy conocida como Gran Logia Nacional de México), con la conformación de sus primeras cinco logias simbólicas. Sin embargo, los enfrentamientos no cesaron, por lo que el presidente Nicolás Bravo, masón escocés, prohibió por un breve periodo las sociedades secretas, prohibición destinada a las logias yorkinas y del Rito Nacional Mexicano, todas ellas más liberales; pero, debido a un rápido movimiento del Gran Maestro del Rito Yorkino, Lorenzo de Zavala, las logias yorkinas abatieron columnas (se disolvieron) y denunciaron a las escocesas, obligando de esta manera al gobierno a disolverlas; el Rito Nacional Mexicano escapó a 123


esta persecución, y siguió trabajando en secreto. Para 1865, el Rito Nacional Mexicano dejó de trabajar “A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo”, y comenzó a dedicar sus trabajos “Al triunfo de la verdad y al progreso del género humano”. De igual modo, comenzó a usar un ejemplar de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en lugar de la Biblia, y constaba ya de los actuales nueve grados, incluyendo los tres primeros grados simbólicos. Un miembro destacado de este rito fue Benito Juárez García, político liberal que llegaría a ser presidente de México por el largo periodo que va desde 1858 hasta su muerte, en 1872. No está claro el origen de su iniciación; Martínez Zaldúa sostiene que fue iniciado en el rito de York, en la logia “Espejo de las Virtudes”, entre 1833 y 1834, en la ciudad de Oaxaca. Por el contrario, Tenorio D’Alburquerque afirma que se inició el 15 de enero de 1847, en la logia del Rito Nacional Mexicano “Independencia” Núm. 2, en la Ciudad de México, días antes de partir a la ciudad de Oaxaca, donde tomaría posesión de la gubernatura del estado del mismo nombre. Lo cierto es que alcanzaría el más alto grado en el Rito Nacional Mexicano. El Rito Nacional Mexicano se compone de 9 grados: aprendiz, compañero, maestro, caballero del secreto, maestro perfecto, caballero elegido de los nueve, caballero elegido de los quince, gran maestro arquitecto y caballero del águila mexicana.

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