KINTSUGI

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KINTSUGI Hernán Camoletto

Valeria Conte Mac Donell Violeta González Santos César Núñez Rodolfo Ossés Malen Otaño Suyai Otaño Carolina Simonelli


Una complicidad azarosa Con Valeria Conte Mac Donell

Quería vivir peligrosamente ir lo más lejos posible y luego ver qué me sucedía. Soñé entonces con construir un arca, pero no llevaría animales sino palabras. Las elegiría al azar, por la música que despiden de sí al ser dichas. Zarparía en silencio hasta que la tierra se perdiera de mis ojos por la distancia y el diluvio. No podía separar lo interior de lo exterior, pedazo a pedazo me veía desaparecer. Si lo más bello aquí es el roce del arnés La superficie de las manos llagadas Encontraba significados donde nadie los hubiera encontrado y los convertía en una forma de apoyo clandestino. Un modo de salvarme por medio de la mente de otros. Al final todo sale bien ¿comprendes? Todo conecta. Ni siquiera el vértigo, el cuerpo y las cosas tan idénticas. Eras en la oscuridad de la tormenta como una exploradora que ha extraviado la brújula y espera. No es verdad que las exploradoras no temen. Las exigencias de las palabras son demasiado grandes. Quería vivir peligrosamente, ir lo más lejos posible y luego ver qué me sucedía. No miré atrás ni una sola vez. Casi no lo consigo. Empecé a bambolearme, a volar alrededor de mí mismo en círculos cada vez más grandes, hasta que finalmente me salí de órbita. Algunas tienen cuerpo y otras cuentan. Para comprar un espacio en el mundo de repente de la nada… La misma soledad que en el comienzo.


Voy a seguir cavando en el mismo lugar. Recuerda que siempre pienso en ti. El amor es la Ăşnica cosa que puede detener la caĂ­da de un hombre, la Ăşnica cosa lo bastante poderosa como para invalidar las leyes de la gravedad.


De la minúscula entraña de las cosas calladas Con Violeta González Santos

Cierta vez te advirtieron del peligro de vivir entre piedras Se arrancan las palabras Soñé entonces en construir un arca, pero no llevaría animales sino palabras Estrategias de resistencias a las lógicas mercantiles A través del gesto Pensar es un gesto ¿No es más importante preservar la belleza que la especie? Pensar estos fenómenos: la sequía, la erosión en el cuerpo La tristeza de apagarse dura un instante Pensar con gestos, entre gestos y como gesto ¿Para qué descender por las laderas ásperas de un volcán? Percibir es, siempre, ir componiendo imágenes Nací en una ciudad rodeada de tierra Eras en la oscuridad de la tormenta como una exploradora No es verdad que las exploradoras no temen Algunas tienen cuerpo De la nada, dicen algunos… Percibir es, siempre, ir componiendo imágenes Voy a seguir cavando en el mismo lugar Las historias que se cuentan de madres a hijas nunca tienen final. Ver es ir rellenando


Es nuevo para mí lo que escribo para mí Con César Núñez

La cosa vivida me espanta así como me espanta el futuro. (Mientras te escribo, voy) Estoy borrándome. Ahora voy a escribir al correr de la mano: no intervengo en lo que ella escribe. Esta es una manera para que no haya desfase entre el instante y yo: actúo en el núcleo del puro instante. El cerebro es la inestabilidad misma. Algo está siempre por ocurrir. Entré contigo en una comunicación tan grande que dejé de existir siendo. Tú te has vuelto un yo. El tiempo no es la eternidad, ni eterno retorno. Y no es solamente reversibilidad y evolución. ¿Cómo traducir el silencio del encuentro real entre nosotros dos? ¿Qué estoy haciendo al escribirte? Estoy intentando fotografiar el perfume. Y lo único que me espera es exactamente lo inesperado. En el estado de vigilia hay una aportación continua de la experiencia. La estructura espacio-tiempo está ligada a la irreversibilidad o la irreversibilidad expresa también una estructura del espacio-tiempo. Y yo trabajo cuando duermo porque es entonces cuando me muevo en el misterio. Me asustan mis fantasmas, lo que es mítico y fantástico: la vida es sobrenatural. Si espero comprender para aceptar las cosas, nunca se cumplirá el acto de entrega. Es un hábito, una convención la que nos lleva a contar el tiempo a partir de un acontecimiento. Cuando pienso en lo que he vivido me parece que he ido dejando mis cuerpos en los caminos. Como no entiendo nada, entonces adhiero a la vacilante realidad móvil. Alcanzo lo real a través del sueño. Yo te invento, realidad. El tiempo es la medida del movimiento. Oye apenas superficialmente lo que digo y de la falta de sentido nacerá un sentido.


Ecosomática Con Rodolfo Ossés

Las formas vegetales permiten pensarme. Mi vínculo con la naturaleza es infinitamente más importante que la forma de mi cráneo o el color de mi piel. Nací en una ciudad rodeada de tierra. Pensar estos fenómenos: la sequía, la erosión en el cuerpo y leer la danza que es el tiempo del cuerpo, un cultivo de los gestos que alimente perspectivas cruzadas. Necesidades primarias/deseo Pensar en haiku y danza. Gestos de inmanencias. Se cuenta que hay rocas que entran en erupción de repente. De la nada, dicen algunos… El cuerpo se fatiga en la búsqueda por horas y horas. Palas, cedazos y la misma soledad que en el comienzo. Un raje del foco. Voy a seguir cavando en el mismo lugar.


Raje de foco Con Malen Otaño

Ir rellenando, ir rellenando imágenes Las relaciones entre las humanos Son estrategias de resistencia La imposibilidad de un refugio, de un reposo. Ni solo ni con muchos más. Respiraciones comunes. Las formas vegetales. Respiraciones comunes. Permiten pensar la hombre amor sin cuerpo prisionero de su nacimiento una serie de posiciones binarias habituales al cuerpo como al espíritu pensar a la hombre desde sus gestos pensar es un gesto Nos ponemos en marcha movidos solamente por el deseo Los trayectos coinciden con búsquedas iniciáticas: endurecerse, fortalecerse, sentirse y saberse con mayor sutileza. Tardar. Nuestra manera de acercarnos. Nuestra manera de pensar el cuerpo. Tardar derrumba todas oposiciones binarias habituales. Escapadas salvajes y arriesgadas, espíritu de desplazamiento. Funcionar singularmente a tope. Pensar con gestos, entre gestos y como gesto como las almas en las correspondencias.


Colores, perfumes, sonidos, palabras, imรกgenes, paisajes, olores, emociones, todo entra en colisiรณn. La fiesta de lo real.


Lo más bello aquí es el roce del arnés Con Suyai Otaño

No entendía nada. Tan idénticas. No es verdad que las exploradoras no temen Algunas tienen cuerpo y otras cuentan Sin que lo supiera todavía, estaba intentando sobrevivir. Llevadas por el viento, llenan las cuencas secas de los ríos De las olas alzándose al vacío Lo único que hacía era caminar. Y, si el río se agitaba, sentía que era por obligación. Lo empujaban. Tan idénticas De repente de la nada dicen algunos Voy a seguir cavando en el mismo lugar Por encima de lo que no existe. Un cerrarse a todo porque hasta el más mínimo sentimiento ya es un riesgo. No es verdad que las exploradoras no temen e improbable que la lleve de regreso a casa. Quien tiene a qué temer ya no está solo.


La oscuridad se traga el humo Con Carolina Simonelli

Cualquier forma es sensible como una nube de humo. La repetición exacta es imposible. Cuando oímos la palabra rojo, no hay límites en nuestra imaginación. Digo que sí con la cabeza y aun no entendía para qué. Aproveché el silencio el tiempo que pude. No entendía nada. De esta distorsión proviene mi pasión. El mundo suena. Lo único que hacía era caminar. El río hacía mucho ruido esa noche y El elemento orgánico tiene un sonido interno propio. ¿Qué color tiene el silbido del viento? Todo aquel que puede ver más allá de los lindes de su sección es un profeta. Rico olor. A savia. A tierra removida. Una vez más. La intención de inmovilizar una porción azarosa de la naturaleza. Bichos Se agitaban por un secreto aun sin revelar Como quien teme pensar de otra manera incluso sin decir nada. Un triángulo amarillo, un círculo azul, un cuadrado verde, un triángulo verde, un círculo amarillo, un cuadrado azul. La relación se pone así de relieve. El final de la tarde ya está instalado en el cielo. Todo lo que necesitás es lo que vos creíste que nunca ibas a necesitar. Dos metros para atrapar cualquier cosa. Sin que lo supiera todavía, estaba intentando sobrevivir. Principios certeros de una belleza nueva.


Kintsugi (金継ぎ) (en japonés: carpintería de oro) es una técnica de origen japonés aplicada a la reparación de las fracturas de la cerámica con barniz de resina espolvoreado o mezclado con polvo de oro, plata o platino. Forma parte de una filosofía que plantea que las roturas y reparaciones forman parte de la historia de un objeto, y que deben mostrarse en lugar de ocultarse, incorporarse y además hacerlo para embellecer el objeto, poniendo de manifiesto su transformación e historia.

Lxs autorxs de los textos publicados participaron de Manta, residencia de arte que se desarrolló del 10 al 23 de octubre de 2019 en San Martín de los Andes (Argentina). Mi proyecto de trabajo fue experimentar en el cruce de subjetividad, socialidad y escritura. Este trabajo parte de la idea de que el subrayado es una escritura. Cuando marcamos una palabra, una frase, una oración de un texto, estamos armando otro singular cuya coherencia y cohesión no están dadas de manera consciente; la ilación se produce por agencia de la historia, las dudas, las experiencias, los miedos, las creencias de quien subraya, es decir por su subjetividad. Así es que convoqué a mis compañerxs de residencia y a Suyai Otaño y Valeria Conte Mac Donell (gestora y artista invitada a la residencia respetivamente) a escribir un texto autorreferencial con la condición de que me permitieran participar de esa escritura. Cada unx de lxs autorxs produjo a partir de la selección de subrayados ajenos. Mi intervención consistió en detener la escritura en ciertos momentos para insertar determinados subrayados propios de quien se encontraba escribiendo. El objetivo de este proyecto es propiciar un dispositivo de escritura a partir del cual, sujetxs vinculadxs por algún tipo de lazo puedan entramar su palabra con la de otrxs próximxs. Mi hipótesis es que la identificación con material subjetivo del otro (los subrayados, en este caso) fortalece los vínculos y afianza el sentido de pertenencia a un grupo, a una socialidad desde la cual lxs sujetxs nos a partir de la interacción. Es por esto que considero que el valor de este proceso no radica en los textos en sí (más allá de la calidad de los mismos) sino en la experiencia de cruce, de hacer singularmente desde lo producido por otro, de compartir la intimidad de esa escritura tan íntima que es la de la lectura. Textos utilizados: Agua viva, Clarice Lispector; El palacio de la luna, Paul Auster; Polvo de pared, Carol Bensimon; Sobre lo espiritual en el arte, Vassily Kandinsky; Geología, Claudia Masin; Hacer mundos con gestos, Marie Bardet; El nacimiento del tiempo, Ilya Prigogine.



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