Sin duda, el agua es uno de los elementos que mayor diversidad presenta en su investigación. A nivel micro, es esencial para realizar las reacciones bioquímicas que permiten la vida, es el solvente por excelencia y es fundamental para el desarrollo de macroorganismos. Su abundancia o escasez define las características del nicho ecológico de un lugar, no sólo la biodiversidad de flora y fauna se relacionan con ella, sino también el asentamiento de diferentes culturas antiguas y el desarrollo de las actuales urbes. En la vida contemporánea la generación de energía, la actividad económica -a pequeña y gran escala- la salud pública y la habitabilidad de ciertos territorios dependen del acceso al agua.