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ALEJANDRO GONZÁLEZ E.
PRELUDIO A LAS MOSCAS [fragmento]
El Inicio
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“Una vez muerto el perro se acabó la rabia”
Puede ser pero la vida la vida jamás acaba y donde hay vida hay dolor ladrido furia mal contenida salpicando babas negras
Una vez muerto el perro jamás se acaba la rabia
La vida engendra vida como la muerte engendra oscuridad el polvo al polvo y el odio al odio
El perro muerto sin embargo…
El perro muerto engendra larvas en su vientre blanquecinas larvas de inocencia transparente que retuercen sus anillos en distancias pulcramente medidas para perforar la carne o el mal recuerdo de la carne y alimentarse de ella y vivir
No engendra moscas el perro no señor apenas les da sustento apenas sirve de alimento lo que antes fue aullido
Se arrastra el gusano de la mosca por senderos de perro muerto se arrastra en dirección a su muerte se arrastra sin detenerse a escarbar en ello
La pureza del ser su principio refleja el brillo del sol poniente como si novedad fuera como si las vísceras reventadas semejaran el universo en expansión
Al inicio todo es inquietud temblor supurante deseo blanco de vida vuelo llanto incertidumbre todo eso puede esperar
Una vez muerto el perro parido es el asco parida la rabia
Alejandro González Espinoza (Yungay, Chile) Profesor Magister en Familia Autor de los poemarios Hijos y De amor y de muerte (Ed Bukowski); Copulo ergo sum (Ed. La Equilibrista. España); Poesía trastornada (Ed. MedinaLiber). Participante en antologías de cuento y poesía latinoamericanas Ha sido traducido al francés, inglés y eslovaco