“Psicología Humística” Cómo nos venden humo como si fuera psicología
28 de febrero de 2012 | Luis Aparicio Sanz
“Psicología Humística”: Cómo nos venden humo como si fuera psicología 28 de febrero de 2012 | escrito por Luis Aparicio Sanz En el ámbito psicológico, como en otros campos, en muchas ocasiones nos encontramos con artículos, ponencias, libros, etc. que pretenden “vendernos humo”, envolviéndolo en rimbombantes nombres y siglas, la mayoría de las veces, presentando como “novedades”, “originales”, “innovadores”, y semejantes epítetos, incluso en el título de lo que nos ofrecen. Por extensión de estas prácticas, denominaremos a partir de hoy como “Psicología Humística (PH)” a todos los intentos de este tipo, destinados solo a sobresalir, destacar, brillar, aparentar… con evidente osadía y prepotencia, y con intención real de lograr un beneficio –económico casi siempre, aunque se presente este afán de forma encubierta–, bajo el pretexto de ofertarnos una nueva técnica, modelo, descubrimiento, hallazgo, etc. que simultáneamente se autobautiza con un rebuscado nombre que resulte atractivo, muestre amplificados aires de tener fundamentos científicos, aunque realmente… no signifiquen nada, detrás de su consiguiente registro de marca, efectuado previamente por sus burbujeantes promotores. ¿Qué podemos hacer para darnos cuenta de que, en realidad, sólo se trata de “humo”? ¿Qué claves nos pondrán sobre aviso de que nos encontramos ante una PH, “Psicología Humística”? Es evidente que, cuando la presentación se realiza a través de una revista científica o un congreso, resulta difícil aceptar que nos están “tomando el pelo”, aunque en ocasiones sus promotores están convencidos de sus afirmaciones que, en muchísimos casos, no tienen fundamento científico. Recordemos que, en alguna ocasión, a alguna revista científica le han “colado” algún artículo con apariencia científica pero sin fundamento alguno, dejando en evidencia –a veces…– que, aunque el sistema utilizado por las revistas científicas suele funcionar, no es perfecto y suele haber fallos, en forma de gaseosa, o humo.
Ante una técnica, modelo, teoría, etc. nueva, debemos ser cautelosos y, aunque no seamos expertos en esa “novedad”, de la que sólo serán expertos sus “descubridores”, podemos extraer lo esencial de toda la “verborrea” que suele acompañar a la “Psicología Humística” y, con unas cuantas preguntas y detalles, ver si hay algo más que “humo” en lo que nos están presentando. A continuación se proponen algunos consejos que pueden ayudarnos a distinguir a la “Psicología Humística”:
Hay pocas referencias bibliográficas, o esas referencias se centran en muy pocos autores, o son referencias que no tienen una relación directa con el tema tratado. En ocasiones son autorreferencias, y constantes.
No se explica claramente en qué consiste la técnica, modelo, teoría, etc. que nos están “vendiendo”. En ocasiones se dice lo que no es, pero no se define ni se clarifica lo que sí debería ser (no podemos saber que algo es un caballo, y qué características tiene un caballo, si sólo nos dicen que no es una mosca, ni una rana, ni un gato…).
No se aportan estudios científicos realizados que apoyen las afirmaciones que se hacen. Suelen ser opiniones, suposiciones, etc.
Sólo se presentan casos clínicos que, al no estar respaldados por estudios científicos, simplemente pretenden crear una evidencia anecdótica que, por muchos casos que se presenten, no puede suplir la necesidad de los estudios científicos debidamente realizados.
Se intenta cubrir con mucha verborrea la falta de información de sus explicaciones sobre lo que presentan. Cuando se profundiza un poco, se observa que, en realidad, no están diciendo nada aunque utilicen muchas palabras. Por ejemplo, en una muestra de n=38, un 2% de variación puede no arrojar diferencias significativas; pero cuando la misma oferta humística la aplicamos a un n=2000, la misma variación reportaría un artefacto directo sobre 40 sujetos; elevando el n a 400.000 habitantes de una ciudad cualquiera, estaríamos
obviando diferencias sobre 8.000 personas…; por eso, la “Psicología Humística” siempre se aplica a poca muestra.
Con el paso del tiempo, no se realizan más estudios, por parte de otros investigadores relacionados con el tema, aparte de los que puedan hacer sus “descubridores” que pueden seguir durante mucho tiempo intentando que su “descubrimiento” sea aceptado por la comunidad científica. Eso nos da una pista de que el resto de investigadores, que trabajan en el mismo campo, no encuentra una base científica en ese “producto” que permita realizar otros estudios para progresar en esa nueva técnica, modelo, teoría, etc.
Como perfección de este círculo de negocio esta “Psicología Humística” alcanza el máximo atrevimiento en la realización de cursos de formación, muchas veces incluso validados oficialmente, con lo cual la realización de estas actividades contribuyen a aumentar la difusión pública de modelos, propuestas y un largo etc. de novedades psicológicas que en realidad no son más que “humo”. Humo del mismo humo: “Psicología Humística” perfecta.
Seguramente al lector se le puede ocurrir algún consejo más que ayude a dirimir si lo que nos están presentando es algo más que “humo” y hará bien en utilizarlo cuando lo necesite. No presentamos ejemplos, para evitar susceptibilidades locales, nacionales o internacionales, pero si tenemos en cuenta que conviene ser cauto cuando nos presentan un “producto” o técnica novedosa que no tiene evidencia empírica que lo avale, haremos bien en “mirar con lupa” cualquier posible “descubrimiento” de la “Psicología Humística”, para evitar caer en la trampa. Permalink: http://medicablogs.diariomedico.com/reflepsiones/2012/02/28/psicologiahumistica-como-nos-venden-humo-como-si-fuera-psicologia/ Autor: Luis Aparicio Sanz Fotografía: Montaje con fotografía de Flickr
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