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o t c a t n o C con la a z e l a r u nat
vacaciones Ăştiles
Los soleados dĂas de verano son ideales para que los chicos descubran, exploren y aprendan a respetar los ambientes naturales.
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Al natural
Todo aquello que promueve el amor y el respeto por la naturaleza merece que lo integremos al itinerario veraniego de los chicos. El niño y la naturaleza Si se les brinda la oportunidad, los niños son capaces de desarrollar fuertes vínculos con la naturaleza. Como seres sensibles, experimentan vívidamente todos los estímulos que los rodean. ¿Qué mejor manera de aprovecharlo, entonces, que inculcándoles cercanía y respeto por la naturaleza? Los beneficios serán diversos –desde una salud más estable hasta el posible descubrimiento de una vocación para toda la vida– y constituirán una buena recompensa al esfuerzo y
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El niño es un ser sensible, con una GRAN capacidad PARA relacionarse activamente con su entorno.
dedicación de los padres. En ocasiones privilegiamos actividades “más acordes” con nuestra época, como los videojuegos, y nos apartamos de las que nos conectan con nuestros orígenes y nos hacen más conscientes de la importancia del medio ambiente. No lo olvidemos: somos seres vivos y, como tales, dependemos en gran medida de la naturaleza. Afiance en su niño la empatía con el medio natural. Los logros serán de provecho para él, para usted y, a la larga, para el planeta.
¿Es peligroso? ¿Cómo hacer que su hijo se relacione cotidianamente con animales y plantas sin que implique riesgos o peligros? La clave: una adecuada supervisión y las precauciones del caso. No siembre temores. Estar a cargo de un huerto casero o criar una mascota, por ejemplo, si bien implica asumir responsabilidades, no tiene por qué ser una tarea estresante. Antes de vivir en ciudades, los seres humanos estábamos en contacto directo y permanente con la naturaleza. Todos mantenemos esta capacidad, e incluso muchas personas encuentran en este estilo de vida una gran satisfacción.
La identificación del niño con la naturaleza motiva el ejercicio de valores como el respeto y la tolerancia.
Es importante que el niño comprenda que nuestras vidas dependen de elementos naturales como el agua o el aire y que, por ello, debe aprender a cuidarlos y conservarlos. Actividad constante El ejercicio de la mente y el cuerpo es importante para grandes y chicos. Actividades al aire libre, como ir a la playa o jugar en el parque, mantendrán al pequeño en movimiento y entrenarán su mente en la observación y la indagación. Además, un niño que hace ejercicios está previniendo las enfermedades hipoquinéticas, es decir, aquellas relacionadas con la falta de actividad física. Y, claro, el disfrute hará de él una persona emocionalmente sana, imaginativa e ingeniosa.
Pequeños conservacionistas Las actividades que acercan al niño a la naturaleza lo ayudan a tomar conciencia de la necesidad de conservar el medio ambiente. Estar al tanto de las dificultades del planeta estimula el pensamiento crítico, incentiva la toma de decisiones y la creatividad, y contribuye a la formación ética y moral. Hay muchas opciones entretenidas, como salir de excursión, visitar un zoológico o una reserva natural, e incluso pasear reconociendo las aves del barrio y conversando sobre cómo sobreviven en medio de la ciudad.
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manos a la obra
Un jard n 1 interior Verde es vida. Por ello es importante que nuestros hijos aprendan que las plantas son importantes: mejoran el ornato y nos alegran los días. Para iniciar el proyecto, compren las plantas que mejor se adapten a las condiciones de su casa o su jardín. Elijan el tamaño de maceta ideal y empiecen a trabajar.
materiales • Pinceles • Pinturas acrílicas • Macetas y platos de base • Piedritas • Tierra • Plantas de interior • Agua
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2 CON LOS PINCELES y la pintura acrílica, decoren los platos y la parte externa de las macetas. Empleen los colores que prefieran.
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2
3 Pongan una piedrita en el hueco de la base de la maceta, echen la tierra e introduzcan la planta. Para que se afirme, agreguen tierra alrededor del tallo.
Decoren la superficie con piedritas ornamentales. Rieguen las plantas y ubiquen las macetas juntas. Así tendrán un bello jardín interior.
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es necesario saber cada cuánto tiempo regar una planta. Los chicos bien pueden ocuparse de esta tarea.
los cactus y las plantas suculentas, como los de la foto, son ideales porque requieren poca agua.
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Creando lazos con la vida
Para hacer de las vacaciones una temporada única de aprendizaje y diversión, elija actividades relacionadas con la naturaleza, dentro y fuera de su casa.
Experiencia al natural Los padres de familia buscan el mejor modo de mantener a sus hijos entretenidos y activos durante las vacaciones. Así, cada miembro de la familia se mantiene ocupado y en lo suyo: los niños en los talleres o cursos de verano, y los padres en el trabajo. Sin embargo, no hay mejor manera de aprovechar el tiempo que hacerlo en compañía de los seres queridos. Padres e hijos, juntos, pueden aventurarse a tener una experiencia “al natural”. Una característica de las actividades en contacto con la naturaleza es que, en su mayoría, se disfrutan en conjunto. Involucran el trabajo en equipo y el trato con otras personas y seres vivos. Ya sea que el niño esté
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Propicie más salidas a áreas naturales así su niño se acostumbrará a compartir experiencias en ese entorno.
de paseo en el zoológico, jugando en el parque o visitando una granja preparada para las visitas infantiles, siempre tendrá que interactuar. Esto lo impulsará a ser una persona sociable y desinhibida, capaz de hacer valer su postura en cualquier circunstancia.
En casa Con la motivación adecuada, los espacios donde la familia cultiva plantas –el jardín, el balcón o la terraza– son útiles para lograr una conexión del niño con la naturaleza. Arriésguense a cultivar alguna hortaliza o hierba aromática, diviértanse aprendiendo los nombres de las plantas, investiguen sobre los insectos de tierra y el porqué de los colores de las hojas, etcétera.
Su niño desarrollará
ha bilidades al jugar y recrearse en áreas naturales.
¿Qué actividades implican la relación frente a frente con la naturaleza? A continuación un listado de algunas de ellas. Jugar en el parque Todo chico disfruta de correr sobre el pasto, observar las plantas o treparse a los árboles. Con esto afina su capacidad visomotora y motora fina. Al recrearse en grupo, junto a los amigos, asume diferentes roles y aprende a respetar normas básicas en su relación con otros.
Excursiones Organice visitas a parques zoológicos, centros recreacionales, granjas interactivas o lugares campestres cercanos a la ciudad. Además de pasarlo bien, compartirán un grato momento en familia y el pequeño aprenderá, como jugando, sobre botánica, zoología y ecología.
Picnics Ya sea que elijan un parque zonal a la hora del almuerzo,
o el césped o el malecón al momento de la puesta del sol, el niño podrá relacionar la hora de la comida con la naturaleza y la salud. Lleven consigo alimentos sanos y hágale comprender lo importante de una adecuada alimentación y de disfrutar de un entorno amigable.
tips SI MUESTRAN entusiasmo e interés por aprender sobre el tema, el chico se contagiará con facilidad. ESTABLEZCAN una rutina. Solo la constancia consolidará el vínculo entre el niño y la naturaleza.
Playa Ideal para el verano. La arena y el mar permiten el goce de los sentidos. Los olores, los sonidos y la temperatura de la playa estimulan la sensación de bienestar.
Cursos y talleres Diversos cursos y talleres enseñan al menor a crear y mantener biohuertos, a saber más sobre biodiversidad e interactuar con plantas y animales mediante actividades lúdicas y recreativas.
DESPIERTEN la curiosidad de su hijo. Hágale preguntas sobre lo que ve a su alrededor: árboles, plantas, flores, animales.
IMPÓNGANLE retos divertidos, como recolectar hojas, cortar la maleza o adivinar nombres de plantas. EL MEJOR acercamiento del niño a la naturaleza es sensorial: por eso, debe ver, tocar, oler y, si es posible, hasta probar los elementos.
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Para
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Amigos de la naturaleza “Cuantos más sentidos estén involucrados en la experiencia con la naturaleza, esta será más significativa para el niño”. Los talleres que mejor promueven el vínculo entre el niño y la naturaleza son los vivenciales, porque invitan al niño a conocerla desde sus sentidos y no solo teóricamente. También son necesarios los cursos que muestren de qué manera las cosas que usamos día a día están vinculadas con elementos naturales. Así los niños aprenden cómo sus acciones implican el uso de recursos naturales y reconocen qué conductas dañan la naturaleza. El niño muestra sensibilidad por este tema desde pequeño. Ninguno lastima un animal o una planta con intención de hacerle daño; este comportamiento es parte de su manera de investigar el medio. En los niños existe una sensibilidad y curiosidad innata; si se alimenta, puede llevarlos a desarrollar maneras distintas y positivas de contacto con la naturaleza. Mi experiencia en los talleres medioambientales me enseñó la necesidad de repensar este vínculo. Si los niños tienen información, pueden ser los abanderados de la protección del medio ambiente. Elisa Granda
Dirección Académica de Responsabilidad Social Pontificia Universidad Católica del Perú
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