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# 30 • ABRIL 2021 • Pág 52

Una médica italiana desde Yemen: la otra cara del conflicto

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Médicos Sin Fronteras (MSF) es una organización humanitaria internacional que brinda asistencia médica a poblaciones víctimas de catástrofes de origen natural o humano, conflictos armados, epidemias y enfermedades olvidadas; sin ninguna discriminación por raza, religión o ideología política. Actualmente, cuenta con 436 proyectos de acción médica y humanitaria en 71 países, y con más de 6.5 millones de socios, donantes y colaboradores en todo el mundo.

Yemen es una de las grandes crisis en las que Médicos Sin Fronteras está presente de manera ininterrumpida desde 2007. Desde el comienzo del conflicto en el país, los equipos de MSF proporcionan asistencia humanitaria y atención médica a las personas que se encuentran en desesperada necesidad de ayuda. La doctora italiana de MSF, Silvia Marchesi, trabajó durante cinco semanas en la unidad de cuidados intensivos del hospital de trauma de Adén, en el sur de Yemen, y en esta nota, cuenta su experiencia y refleja la dedicación de un equipo que lucha por salvar vidas en medio del conflicto. En primera persona “¿Esta es tu primera vez?”, me preguntó un hombre que estaba sentado a mi lado en el avión y quien se sonrió al ver mi asentimiento. Yemen no era mi primera misión con MSF, pero era mi primera vez en Medio Oriente y no estaba segura de qué esperar. Iba a trabajar en la unidad

de cuidados intensivos del hospital de trauma de Adén, en el sur de Yemen. Este hospital, con sus ochenta camas -diez de las cuales están en la unidad de cuidados intensivos-, y tres quirófanos, ha estado atendiendo a pacientes durante diez años… E iba a ser mi hogar durante cinco semanas. La situación geopolítica de Yemen no es exactamente fácil de entender para alguien como yo, sin formación política o histórica. Cuando llegué en 2020 al país, era el quinto año de lo que en las noticias llaman una “guerra civil”, que se parece mucho a un conflicto internacional cuando se lo observa un poco más de cerca. Adén quedó brutalmente atrapada durante el conflicto de 2015, como me explicaron mis colegas durante una cena improvisada en la sala de médicos. Tendimos un mantel de plástico en el suelo y el Doctor Omar dispuso la comida como si estuviéramos en un restaurante de cuatro estrellas, mientras describía cómo había sido estar de servicio durante la Batalla de Adén. “Recibimos 200 pacientes en un día”, dijo. “Trabajé sin parar durante 48 horas. Me sentí muy cansado después”. Mientras lo miraba durante el incómodo silencio que se generó tras su testimonio, me preguntaba cómo el equipo de aquí podía seguir siendo tan apasionado por su trabajo; esperaba poder hacer lo mismo, pero no estaba segura. De lo que sí estaba segura es de la calidad de atención extraordinaria que hay en el hospital de Adén. La unidad de cuidados intensivos está tan bien atendida por el equipo yemení que una o dos veces me pregunté si mi trabajo, como miembro temporal del personal internacional, era necesario. Después de la brutal batalla, Adén se salvaguardó en su mayor parte. Pero la creciente pobreza y el fácil acceso a las armas han convertido la violencia en una rutina diaria para los yemeníes del sur. Una noche, una semana después de mi llegada al hospital, una llamada me despertó a las tres de la mañana. Era el médico de urgencias pidiendo auxilio: habían llegado cuatro pacientes al mismo tiempo y por el mismo tiroteo. El caso más urgente fue un chico de 20 años que presentaba una herida torácica -un disparo en el pecho- y no podía respirar. Mientras lo intubaba, mis ojos se posaron en algo voluminoso e incómodo en el bolsillo de su pantalón. Tan pronto como terminó el procedimiento de intubación, extendí la mano para mover lo que llevaba en su ropa. Me congelé, estaba sosteniendo una granada. Un colega yemení me la quitó suavemente de la mano y fue a llevarla a donde pertenecen todas las armas: fuera de nuestro hospital. Pronto, me llamó la atención algo más. Algunos de los pacientes que estábamos recibiendo en el hospital estaban desnutridos, tanto niños como adultos jóvenes. A veces se dice que Yemen está al borde de la hambruna. En Adén, los casos de desnutrición que vimos no estaban tan extendidos, pero mis colegas me dijeron que el sector de la población que cae en la pobreza crece constantemente. La desnutrición es una bestia sutil que puede matarte tanto como una granada, sin hacer ruido. En pacientes con lesiones traumáticas, la desnutrición hace las cosas más complicadas. Un cuerpo lesionado necesita más nutrientes que uno sano: los tejidos necesitan energía para sanar y reconstruir lo que fue destruido. En promedio, una persona con una lesión traumática necesita un 30 % más de calorías por día. Un cuerpo desnutrido tiene menos reserva para destinar a la reconstrucción, por lo que el proceso de curación puede demorar más o nunca suceder. Con los niños, la situación es aún más complicada, ya que sus cuerpos necesitan sanar y crecer al mismo tiempo. Fariha, una sonriente niña de cinco años que fue ingresada en el hospital después de un accidente automovilístico, me tenía muy preocupada. El accidente le había causado una lesión hepática masiva. Cuando fue admitida pesaba trece kilos, lo que ya era extremadamente bajo para su edad. Dos meses después, su peso había bajado a nueve kilos y pare-

# 30 • ABRIL 2021 • Pág 54 cía estar en caída libre. Se quedó la mayor parte del tiempo en la cama, luchando por encontrar la energía para comer. Seguimos cuidadosamente el progreso de la niña, como se hace para cualquier otro paciente hospitalizado, pero ella estaba gravemente desnutrida desde el principio y los protocolos de tratamiento que funcionan perfectamente en pacientes con un buen estado físico no estaban funcionando en ella. Al observar que su peso bajaba, llegué al borde del pánico y decidí buscar toda ayuda que resultara posible. Alerté a todo el personal del hospital sobre el estado de la niña, hablé con el director del hospital y con nuestro psicólogo, y le escribí un correo electrónico a mi referente técnico (un especialista en medicina crítica) en la oficina de Paris de MSF para pedirle consejo. Elaboré un plan nutricional para seguir de cerca, el cual cambió muchas veces mientras trabajábamos para adaptarlo a las condiciones de Fariha. Mientras tanto, todo el equipo participó para alimentarla y jugar con ella; muchos incluso se quedaron después de haber terminado sus turnos. Las enfermeras prepararon algunas veces su comida favorita en la cocina del hospital y todos ayudaron para contener y sostener a su madre. Después de tres semanas de intentos, fracasos y reajustes, el peso de Fariha comenzó a aumentar. Fue como presenciar un milagro: su cuerpo respondía. Fue la primera vez que participé en el tratamiento de una niña desnutrida, algo raro para un anestesiólogo. Me hizo sentir un asombro que no había experimentado desde la escuela de medicina. Pero no fue mi logro personal; todo el equipo se demostró a sí mismo que con mucho esfuerzo, un enfoque multidisciplinario y algunos nuevos protocolos, estaban listos para tratar la desnutrición en pacientes con lesiones traumáticas. Fariha fue dada de alta solo unos días antes de mi partida de Yemen, con una ronda de aplausos de todo el personal.

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Mitos y verdades de los piojos

La pediculosis es una de las infestaciones más frecuentes en la población pediátrica, especialmente en época escolar, por lo que un tratamiento y prevención adecuados son primordiales para evitar problemas de contagio. ¡Derribemos algunos mitos y verdades sobre los piojos!

La infección por piojos, unos parásitos que se alimentan de sangre y se reproducen rápidamente en el cuero cabelludo, es ocasionada por la irritación de la saliva que el insecto deposita en la herida de la picadura. Desde que somos pequeños escuchamos hablar de estos tan temidos intrusos que dos por tres invaden nuestras cabezas. Ahora bien, existen muchos mitos alrededor de la pediculosis, algunos de los cuales se han transmitido de generación en generación durante años. ¿Verdadero o falso?

Los piojos los transmiten los animales domésticos como gatos y perros.

Falso. Viven exclusivamente en el ser humano, las mascotas no intervienen en la transmisión de los piojos.

Los piojos los padecen personas con mayor suciedad o mala higiene.

Falso. Cualquier ser humano es susceptible de sufrir la infección. Los piojos no hacen diferencia entre estratos sociales o económicos y su aparición no se asocia a malos hábitos higiénicos. De hecho, no hacen ningún tipo de distinción entre el pelo limpio o sucio y parecen tener preferencia por el pelo fino y limpio porque pueden llegar más fácilmente a picar.

Solo los niños tienen piojos y los adultos no se contagian.

Falso. Los piojos pueden colonizar la cabeza de cualquier adulto, si bien

ABRIL 2021 • Pág 58 # 30 • los niños en edad escolar y en guarderías son más susceptibles por el contacto físico con otros niños. Además, el pelo de los niños es mucho más fino que el pelo definitivo que tenemos de adultos, y el grosor de la piel y su grasa también juegan un papel importante.

Los piojos saltan de una persona a otra.

Falso. Los piojos no pueden saltar y no tienen alas. No pueden pasar de una cabeza a otra si no hay contacto.

Los piojos pueden vivir fuera del cuero cabelludo.

Verdadero. Pueden sobrevivir sin alimento en peines, sábanas, mantas, adornos del pelo, etcétera, un máximo de 48 horas. De este modo, pueden contagiar si compartimos dichos elementos.

Lavando el pelo mucho rato con agua y jabón se irán.

Falso. Están anclados al pelo. Son resistentes al agua e incluso se podrían contagiar en el agua de una piscina.

Los métodos naturales de eliminación son inocuos.

Falso. No siempre esto es así.

Los piojos pueden vivir meses fuera de la cabeza.

Falso. Si no se alimentan, su supervivencia no será mayor de 24 a 48 horas.

Si tenés el pelo muy largo te contagiás piojos más fácilmente.

Verdadero. Cuanto más pelo tenemos, más complicado es llegar a todos los piojos de la cabeza. Las niñas con pelo largo se contagian más de piojos porque, de no llevarlo atado, este suele tener más contacto con superficies y pelo de otras niñas.

Los piojos de la cabeza transmiten enfermedades.

Falso. Existen tres tipos de piojos que afectan a las personas, entre ellos están los piojos de la cabeza. Estos, a diferencia de los piojos del cuerpo, no trasmiten enfermedades.

Si lavo el pelo con vinagre mato al piojo.

Falso. El vinagre ayuda como complemento al tratamiento, pero no lo sustituye. Además, su intenso olor lo hace desaconsejable para los niños.

Si has tenido piojos, te pica la cabeza aunque ya no los tengas.

Verdadero. Una reacción alérgica a los piojos o al tratamiento puede causar hipersensibilidad en la persona infectada.

Algunos tips para su prevención y tratamiento Ya sea que se utilice champú de venta libre o con prescripción médica, las medidas de cuidado personal tienen mayor peso en alcanzar un tratamiento efectivo. A continuación, compartimos algunas medidas para prevenir y controlar el contagio de la pediculosis: Evitar el contacto cabello con cabello. A los niños les encanta jugar y tener contacto físico; sin embargo, es importante transmitirles que eviten el contacto cabeza con cabeza en parques, escuelas o mientras practican algún deporte. Evitar las pijamadas mientras el niño está en tratamiento. No permitir que los niños hagan pijamadas o duerman con otros niños hasta 48 horas después del tratamiento o de que no se observen liendres. No compartir peines, broches o accesorios. Los peines, cepillos, gorros, bufandas, pañuelos, bandanas o toallas son de uso personal y no deben compartirse entre niños. Desinfecte lo que haya sido usado por alguien infectado sumergiéndolo en agua caliente (al menos a 50°C) de 5 a 10 minutos. Evitar el pelo suelto. Un corte de pelo no es suficiente para acabar con el problema y resulta obvio que lo único eficaz sería el rasurado o afeitado, pero está desaconsejado para evitar problemas desde el punto de vista psicológico. Sin llegar a este extremo, cuanto más corto es el pelo, menores posibilidades hay de que se produzcan contactos salvo que las cabezas estén muy juntas. Por esta razón, la infección es más común en las niñas y en el caso de las que tengan el pelo largo conviene recogerlo o en dos trenzas muy apretadas para evitar que la melena suelta llegue a rozar con el pelo de los otros niños. Limpiar las superficies donde hubo un infectado. Una limpieza extrema del entorno no parece reducir la propagación de la pediculosis. Sin embargo, lavar las fundas de las almohadas y la ropa de cama puede ser útil. Evitar acostarse sobre camas, sofás, almohadas, tapetes o animales de peluche que han estado en contacto directo con una persona infectada con piojos y que no ha recibido tratamiento adecuado. Evaluar el tratamiento en otros miembros del hogar. Cerciórese de que otros miembros de su hogar, incluyendo aquellos con dos hogares, sean examinados y reciban tratamiento para la pediculosis si es necesario. No utilizar atomizadores ni nebulizadores para plagas en el hogar. No son necesarios para controlar la pediculosis y pueden ser dañinos si se inhalan o absorben en la piel, especialmente para los más pequeños. Aplicar el tratamiento sobre cabello seco y emplear gorros de plástico, de 10 a 30 minutos, para aumentar su eficacia.

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Quebrada de los Cuervos

Este paraíso escondido es uno de los sitios más emblemáticos de nuestro país por tratarse de una enorme garganta abierta a través del tiempo por el arroyo Yerbal Chico, a 45 kilómetros de la ciudad de Treinta y Tres.

En medio de una de las serranías más agrestes y exuberantes de Uruguay, la Quebrada de los Cuervos es un destino destacado no solo por su impactante geomorfología, sino también por las leyendas que acoge su interior. Este parque de casi 400 hectáreas fue donado en 1944 por el Dr. Francisco Nicasio Oliveres a la Intendencia de Treinta y Tres, y durante un largo tiempo, fue preservado por vecinos de la zona en su estado original. Desde 2008, este sitio integra el Sistema Nacional de Áreas Protegidas por la gran biodiversidad de sus ecosistemas, siendo este uno de los máximos atractivos para su desarrollo turístico sostenible. La quebrada que da nombre a este lugar -debido a la abundante presencia de cuervos de cabeza roja- es un paso muy estrecho del arroyo Yerbal Chico que atraviesa la sierra, formando una garganta honda que en algunos puntos supera los cien metros de profundidad. Su paisaje está compuesto por diversos ambientes, entre los que destacan el bosque de quebrada y la galería junto al sistema fluvial. Sus formaciones rocosas con caídas y saltos de agua generan un microclima particular de escasa incidencia de viento, temperaturas tenues y mucha humedad; condiciones que propician la fauna autóctona y la vegetación prominente con diversidad de árboles, arbustos, plantas epifítas y trepadoras. Dentro de las actividades disponibles en la Quebrada de los Cuervos se encuentran la práctica de senderismo, el avistamiento de aves, guías de educación ambiental, visitas guiadas, servicio de guardaparques, alquiler de cabañas y camping. El Sendero de la Quebrada es el paseo

De visita

Durante Semana de Turismo, la Quebrada de los Cuervos es uno de los destinos más visitados del país, con una recepción que ha alcanzado picos de cinco mil visitantes. Para ingresar y hacer uso de los servicios, es necesario registrarse en la Oficina de Recepción del Visitante y abonar la tasa básica correspondiente. También existen algunas restricciones: no se permiten mascotas, práctica de caza, pesca, recolección de plantas ni fogatas. Se recomienda llevar calzado cerrado, protección solar, agua y mochila para guardar objetos personales, ya que algunos caminos tienen niveles de dificultad bastante elevados. Durante la pandemia, los días y horarios de visita, así como los accesos a algunos servicios, se encuentran restringidos, por lo que es recomendable el asesoramiento previo comunicándose al 4452 2911.

más recomendado para visitantes que llegan por primera vez al lugar, aunque su dificultad de acceso es media-alta por los desniveles que presenta su trayecto. Durante este camino, se puede observar la diversidad biológica del área, donde se han identificado más de cien especies de aves y otros tantos mamíferos, anfibios y peces. Al final del camino se accede al mirador panorámico desde donde se puede apreciar el paisaje y observar los cuervos que sobrevuelan el área. Sin dudas, es una de las vistas más maravillosas de nuestro país. El mirador es también el punto de llegada de este paseo, por lo que aquellos que prefieran un camino más corto y sin dificultad, pueden acceder por una pasarela de madera de 500 metros, ubicada a dos kilómetros de la oficina de recepción (donde se dejan los vehículos). Para quienes desean vivir una experiencia más extendida, en las inmediaciones de la quebrada hay algunos establecimientos dedicados al turismo rural, que invitan a convivir en este ambiente natural y realizar tareas tradicionales de campo como cabalgatas por las sierras y degustación de comidas típicas uruguayas.

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Lectura

Camino a Macondo

Gabriel García Márquez

García Márquez sostuvo en diversas oportunidades que para escribir un libro primero había que aprender a escribirlo y, solo entonces, enfrentarse a la máquina de escribir. A él le tomó casi veinte años “vivir” en Macondo, para aprender a escribir ese portento de la literatura de todos los tiempos que es Cien años de soledad. Esta antología, realizada con el ánimo de rastrear la andadura del escritor, compila todos los textos publicados en los que ese universo mítico fue tomando forma. Desde sus apuntes para una novela de 1950 y primeros relatos, hasta La hojarasca, El coronel no tiene quien le escriba y La mala hora en 1966, en lo que supone la efervescente antesala a la creación de Cien años de soledad. Un fascinante recorrido literario a través de las ficciones que contribuyeron a la construcción de ese emblema.

En el limbo

Estanislao Bachrach

Luego de años de investigación, el divulgador científico más lúcido de la década nos presenta una nueva teoría sobre las emociones que barre por completo los viejos conceptos y nos empuja al límite de nuestra zona de confort. Sin duda son las emociones las que hacen que vivir valga la pena. Todos atravesamos diversos estados emocionales a lo largo de la vida y muchas veces sentimos que nos dominan; sin embargo, nos han enseñado muy poco sobre ellas. En el limbo es una herramienta esencial de autoconocimiento científico para que aprendamos a utilizar nuestras emociones en beneficio propio. Este libro nos enseñará que cualquier habilidad puede ser desarrollada: vos sos el dueño de tus emociones, podés diseñarlas y así diseñar tu propia vida.

Vidas contemporáneas

Jorge Bafico

Este es un libro que habla de las formas de vivir la actualidad, más precisamente de los síntomas contemporáneos a los que la psiquiatría actual llamó trastornos. La sociedad occidental se ve enfrentada a una “epidemia” de anorexias, bulimias, bipolaridades, fibromialgias, depresiones, ansiedades y adicciones, entre otras tantas. Nombres gigantes, patologías generales que incluyen al sujeto en un conjunto universal, quitándole lo más importante: su singularidad. Tomando casos clínicos, libros, series y películas como indicadores, Jorge Bafico y colaboradores proponen al lector una reflexión profunda acerca de la transformación del orden simbólico en la actualidad y el ocaso de los discursos que promovían al Otro como ideal, donde el imperativo de goce está pautado por el deber de ser felices todo el tiempo.

Presentación de La revolución de los humanos

Por Ec. Ignacio Munyo

¿Qué tiene en común el trabajo de un ginecólogo, una peluquera, un funcionario de la Colonia Berro y una cuidadora de adultos mayores? Algo esencial: que las tareas que realizan no son automatizables, porque son inherentemente humanas. El futuro del trabajo está presente hace años en todos los foros en los que se discuten temas de relevancia global. Si bien no hay consenso en el grado de preocupación, lo que nadie duda es que el proceso de automatización ya arrancó y que se aceleró con la pandemia. Todos estamos en el mismo mar, pero no en el mismo barco: las características de las tareas que cada persona realiza son diferentes, así como las competencias y habilidades necesarias para llevarlas a cabo. La clave es desarrollar trabajos complementarios a la tecnología. Estar condenados a tareas automatizables no puede ser el camino para el desarrollo. Para ello se deben generar las condiciones de calificación y regulatorias para que emerjan los nuevos puestos de trabajo que no surgen por generación espontánea. En La revolución de los humanos, que se acaba de publicar con el sello “Debate” de la editorial Penguin Random House, con la producción periodística de Federico Castillo, buscamos ir a la esencia del asunto. Fuimos a charlar con personas con trabajos no automatizables. Las vimos en su ambiente e intentamos describir sus tareas. Les preguntamos cómo creen que puede evolucionar. No encontramos recetas, aunque sí miradas que enriquecen. El libro incluye charlas sobre el futuro del trabajo con varias personalidades de diferentes ámbitos, que van desde el chef Francis Mallmann hasta el presidente del PIT-CNT Fernando Pereira, pasando por el psicólogo Alejandro De Barbieri y la catedrática de derecho laboral Cristina Mangarelli. Son varios más los testimonios personales que se presentan como un punto de apoyo a diversas formas de creatividad y empatía del ser humano, y que analizan desde su ángulo la problemática. Nuestro libro también profundiza sobre políticas públicas porque el Estado tiene un rol importante a jugar. Cambios en la regulación laboral y en la educación son esenciales para lograr suavizar la transición entre viejos y nuevos puestos de trabajo. Las modificaciones legales necesarias son analizadas en las charlas que tuvimos con catedráticos de derecho laboral y especialistas en la materia. Las ventajas de la educación basada en proyectos son analizadas desde lo que dicen los estudios académicos hasta lo que vimos en aulas de experiencias exitosas ya existentes. La realidad nos dice que son muchos los trabajadores que necesitan apoyo para poder mirar con esperanza el futuro. Los programas de capacitación y reeducación deberán estar a la altura de la urgencia. La lectura de la serie de documentos sobre el Futuro del Trabajo, publicada en 2019 por la OIT en conmemoración de su centenario, indica que el único camino es la inversión permanente en el desarrollo de capacidades. En las palabras de Enrique Iglesias del prólogo del libro: “La preocupación por el trabajo recorre toda la historia de la humanidad. Es el apoyo a la sobrevivencia humana en el planeta, pero también a la creatividad personal, tanto material como espiritual (...) El gran desafío de la sociedad del futuro es hacer del trabajo un gran punto de apoyo a la solidaridad social pero también a nuevas formas de la realización personal (...) y debe servir para vivir más y mejor al servicio de una vida útil para el trabajador y para la sociedad.” Esa es la revolución de los humanos. Ese es el espíritu de nuestro libro.

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Netflix

New Amsterdam

Basada en el libro Doce pacientes: vida y muerte en el Hospital Bellevue, New Amsterdam viene ocupando el podio de Netflix desde que llegó a la plataforma en febrero de este año, a pesar de haber sido lanzada mundialmente en 2019. La serie cuenta la historia del doctor Max Goodwin (Ryan Eggold), quien acaba de ser contratado como nuevo director médico del hospital más antiguo de Estados Unidos, New Amsterdam. Su espíritu revolucionario traerá cambios radicales en el hospital con un único objetivo por delante: dar prioridad a la salud y el bienestar del paciente. Mientras tanto, los episodios se entrelazan entre casos médicos de pacientes y la propia vida del protagonista, que deberá prepararse para afrontar la paternidad en plena crisis con su pareja y luchar contra sus propios problemas de salud. “Nosotros somos el sistema y necesitamos cambiar”, dice Goodwin en su discurso de bienvenida frente a eminencias médicas un tanto adormecidas de entusiasmo. No es nueva la crítica al sistema de salud norteamericano a través de una perspectiva humanista que ya ha cautivado públicos de distintas generaciones, con grandes éxitos como Grey’s Anatomy, Doctor House y Sala de urgencias. Además, la ecuación parece funcionar especialmente en tiempos de incertidumbre y pandemia mundial, incluso cuando el guion está repleto de lugares comunes y desenlaces a veces fantasiosos. Lo cierto es que las historias del hospital New Amsterdam atraen no solo por la espectacularidad de su drama, sino por la emotividad que despiertan en cada espectador.

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