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DESTACADOS Dr. Robinson Rodríguez
OCTUBRE 2022 • Pág 8 # 48 •
Dr. Robinson Rodríguez
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El presidente de la Comisión Honoraria de Lucha Contra el Cáncer y director del Instituto Nacional del Cáncer habla de las principales medidas para prevenir y diagnosticar el cáncer de mama. Conmemorando un nuevo “Octubre Rosa” entrevistamos a un referente de la oncología con el objetivo de concientizar sobre la importancia de un diagnóstico oportuno.
Como cada año, octubre es el mes en que se conmemora la lucha contra el cáncer de mama. Y desde distintos organismos públicos e instituciones privadas se despliega una agenda de actividades que busca visibilizar y concientizar sobre esta enfermedad. Este año la Comisión Honoraria de Lucha Contra el Cáncer (CHLCC) realiza su campaña bajo el lema “Mi próximo paso es…”, procurando educar acerca de los caminos hacia la prevención. En nuestro país, el cáncer de mama representa la segunda causa de muerte luego de las enfermedades cardiovasculares, por lo que resulta relevante motivar a las mujeres a que se realicen los controles anuales, ya que un diagnóstico oportuno puede salvar vidas. El doctor Robinson Rodríguez, diplomado en Alta Especialización en Oncología Médica en la Universidad de Claude Bérnard de Francia, repasa algunas de las consideraciones más importantes de esta patología y las alternativas de tratamientos.
¿Cuándo debe realizarse la primera mamografía? ¿Y, luego, con qué frecuencia se repite?
Las recomendaciones actuales son de una mamografía a partir de los 50 años, siguiendo cada dos años, hasta los 69 años de edad en el caso de mujeres con un riesgo promedio, es decir sin antecedentes hereditarios. De acuerdo con el Registro Nacional del Cáncer de la CHLCC, un 25 % de los cánceres de mama se observan antes de los 50 años. En este sentido, si bien la guías del MSP no lo recomiendan, consideramos pertinente que, en diálogo entre el médico y la paciente, se realice a partir de los 40 años, dado que más recientemente hemos asistidos a un aumento de la incidencia y la mortalidad por cáncer de mama en el grupo de 40-44 años.
¿Por qué es importante respetar las instancias bianuales de este estudio?
Porque de esta manera se puede hacer un diagnóstico en etapa más temprana.
¿Qué porcentaje de vidas se salva con un diagnóstico a tiempo?
En los últimos 20 años hemos visto un aumento de la curación del cáncer de mama en el mundo y en Uruguay, atribuyéndose fundamentalmente a dos factores: el diagnóstico oportuno a través de la mamografía y los tratamientos adyuvantes, es decir tratamientos luego de la cirugía en aquellas pacientes que, por los riesgos de la patología, tienen más chances de recidiva. Con un diagnóstico oportuno podemos lograr una curación en el 80 % de los casos de cáncer de mama. Aunque cada vez más los tratamientos son personalizados en función de los riesgos de la paciente y el perfil biológico del tumor.
¿Cómo se manifiesta el cáncer de mama? ¿Cuáles son los síntomas?
Lo ideal es que se diagnostique en etapa precoz a través de la mamografía, es decir cuando aún no ha dado síntomas, ni signos. Pero puede ser en etapas palpables por una tumoración, alteraciones de la piel de la mama, tipo piel de naranja, corrimiento por el pezón, hundimiento del pezón y a veces ganglios regionales, en especial axilar homolateral, que es el sector más frecuente de drenaje ganglionar.
¿Cómo están las estadísticas actuales respecto al cáncer de mama en Uruguay?
En Uruguay, el cáncer de mama es el tumor más frecuente en la mujer, diagnosticándose cerca de 2.000 nuevos casos por año y falleciendo unas 700 mujeres.
¿Cuál es la importancia del autoexamen? ¿Cada cuánto y cómo debe realizarse?
El autoexamen de mama está demostrado científicamente que no ayuda a disminuir la mortalidad. Lo importante es destacar que las mujeres tengan el autoconocimiento de su cuerpo y en especial de sus mamas. Porque si saben cómo se ven y sienten sus mama frente a cualquier cambio o alteración pueden consultar a su médico. Este autoconocimiento lo pueden realizar en cualquier momento frente al espejo, en la ducha o donde lo consideren más práctico para palpar las mamas y observarse.
¿Qué tratamientos hay disponibles en Uruguay para esta enfermedad?
En nuestro país se cuenta con todos los tratamientos oncológicos que apuntan a la curación, desde la cirugía, cada vez más conservadora, buscando la conservación de la mama, hasta radioterapia, quimioterapia, manipulación hormonal para los tumores hormonosensibles y la familia de los anticuerpos que actúan sobre el HER2/neu. En aquellas pacientes con cáncer avanzado, especialmente los cánceres triple negativos, que hasta el momento solo se trataban con quimioterapia, abre un campo para la inmunoterapia.
¿Existen estudios genéticos que pueden ayudar a prevenir?
Si bien la mayoría de los cánceres de mama son de tipo esporádico, sin antecedentes familiares, existe un grupo de cáncer de mama en un contexto hereditario, que antes se decía que era el 5-10 %, pero desde hace unos años sabemos que hasta en un 25 % de los casos pueden encontrarse genes involucrados en el desarrollo del mismo. Los cánceres en un contexto hereditario comienzan a edades más tempranas, siendo fundamental un asesoramiento genético y en función de la probabilidad de que se trate un cáncer hereditario, son los test que se solicitan.
¿Hay factores de riesgo que hacen a una persona más propensa al cáncer de mama?
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Existen factores modificables y otros no. Ser mujer es un factor de riesgo, dado que se observa en el varón también, pero solo representa el 1 %. En general, el riesgo aumenta con la edad a partir de los 50 años. El sedentarismo, la obesidad, el alcohol, el no tener descendencia o tardía, el no amamantar, se han considerado factores de riesgo. La mujer que presentó un cáncer de mama tiene más riesgo que la población general de desarrollar un segundo tumor, ya sea en la misma mama o en la contralateral, por lo cual estas pacientes se benefician de mamografía anual.
El gobierno comunicó el acceso gratuito a prótesis mamarias en casos de cáncer de mama. ¿Qué significa este logro para la salud pública en general?
Un gran avance, ya que logra la accesibilidad de todas las pacientes que quieren reconstruirse en el momento que lo consideren, independientemente de su situación económica.
¿Cuáles son sus objetivos como director del Instituto Nacional del Cáncer (INCA)? ¿Qué prioridades hay en agenda en el corto plazo?
Como centro de referencia nacional, apuntamos a la mejora continua, realizando asistencia y docencia, siendo un déficit por el momento la participación en investigación clínica internacional. En cuanto a tecnología, esperamos antes de fin de año poner en funcionamiento el nuevo acelerador lineal, mejorando la radioterapia y con posibilidades de nuevos tratamientos. El INCA, en su alianza estratégica con la Comisión Honoraria de Lucha Contra el Cáncer, tiene el nodo de mama, que permite informar a distancia a través de la red de diagnóstico por imágenes de ASSE (RIDI), mamografías hechas en el área metropolitana o en centros del interior de la república, así como en los mamógrafos móviles. Esto contribuye a la prevención y al diagnóstico oportuno del cáncer de mama. En este sentido, durante 2021, se informaron más de 9.400 mamografías, superando la era prepandemia. En lo que va del año 2022, hasta el mes de agosto, se han informado más de 8.700 mamografías. Hemos hecho intervenciones en el departamento de Artigas, fundamentalmente en el área rural, con estudios de PAP y test de HPV, virus productor del cáncer de cuello de útero, planteando continuar con la prevención y el diagnóstico temprano de esta enfermedad. También seguimos con la prevención y el diagnóstico oportuno del cáncer de colon con test de sangre oculta y fibrocolonoscopías, ambos cánceres frecuentes en la mujer.
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