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Me alquilo para beber (aunque sea aceite)
Nicolás Valenzuela Voss
Vivimos en tiempos de especializaciones, doctorados, magister, etc., lo que comenzó de una forma simple, y algo agreste o cruda, hoy lo hemos sofisticado al máximo de lo que nos da el conocimiento actual. En el caso del tabaco, lejos estamos del producto que consumían los pueblos originarios. Lo que era algo de todos, se convirtió en artículos de lujo o del mal llamado “buen vivir”. También encontramos este efecto
en el café. Algo simple como una infusión de granos secos, tostados, molidos, se volvió en “café de especialidad” donde encontramos distintas procedencias de los granos, distintos niveles de tostado y molienda. No me malentiendas, esto tiene mucho de positivo, ya que podemos sacar el máximo potencial de dichos productos.
Si me sigues en Instagram (@cigarvoss) ya sabes del viaje a la ciudad de Mendoza, Argentina, que hice junto con mi amigo y también colaborador de esta revista, Michel Texier (@cigarmaltandpipe). Esta ciudad de casi un millón y medio de habitantes es conocida alrededor del mundo, al igual que Chile, por su producción de buen vino y en especial de Malbec. Y no te voy a mentir, no conocía que la capital vitivinícola argentina tenía mucho más que entregar, pero dichas historias las iremos contando junto a Michel gota a gota y otras las guardaremos para contarlas en alguna fumada en nuestro club o en algún otro lugar del mundo.
Fue Jesús Trillini, experto en barricas, quien nos guió y recomendó distintos lugares a visitar en la ciudad. Entre los planes que nos armó fue poder ir como prensa a la gran feria Vino y Negocios. Entre copas de vinos, ginebra, grapa y licores, saltaba a la vista un stand con aceites de oliva extra virgen y aceto balsámico.
Siendo sincero, lo que menos queríamos probar en la feria era vino, por lo que al momento de verlo, caímos en picada. El puesto era de Laur. Ayudó que íbamos con la estrella en el mundo del vino, nuestro guía, Jesús, por lo que al acercarnos nos presentó directamente a la reina del aceite de oliva, una mujer apasionada por este producto, que dejó su vida en la capital más linda de Latinoamérica (me refiero a Buenos Aires y lo digo muy en serio), escribió al Instagram de Gabriel Guardia, enólogo, experimentado en el aceite de oliva y gerente de Laur; su mensaje fue, cual confesión religiosa se tratase: “Quiero entregar mi vida al aceite de oliva”. Dicho mensaje resultó en una llamada de dos horas entre ella y Gabriel y hoy trabaja hace más de un año en Laur.
Tal cual como los ejemplos dados en un principio, algo simple como el jugo proveniente de las aceitunas exprimidas y que en tiempos bíblicos no solo era parte de la dieta básica, sino que también se usaba para la cicatrización de heridas y para rituales religiosos, hay grandes agentes en Latinoamérica produciendo y perfeccionando las técnicas de producción para dar como resultado productos de la más alta calidad. Julieta cuenta que es la primera olivícola de la Argentina. Desde el sur de Francia, en 1889, llega Francisco Laur fundando la fábrica.
Desde ese entonces hasta hoy ha pasado por distintos dueños sin dejar de producir este hermoso elixir. Ya en 2012 se instala la acetaia, cuando la familia Millán compra Laur, manteniendo el nombre de Laur en sus aceites, pero el aceto (vinagre de vino y mosto de uva concentrado) sí lleva de nombre el apellido de la familia por razones de tradición, tal cual se hace en Módena, la meca de dicho vinagre. Hoy en día es la única acetaia certificada por el Consorcio de Aceto Balsámico de Módena.
Debo reconocer que nunca fui exigente con el aceite que consumía hasta el día que probé estos aceites de grandísima calidad. Tal vez eres de España y para ti el aceite de oliva extra virgen es lo que es el pan para los chilenos (segundos mayores consumidores de pan en el mundo), pero para mí fue una nueva aventura para maridajes con tabaco. Tienes los que te entregan notas picosas, otros con un leve dulzor y bueno hay mucho por explorar para mí en maridar aceites con tabaco. En cuanto al aceto, puede que la acidez no sea para todos, pero esas notables notas de miel creo que van muy bien con ciertos cigarros de bastante cuerpo, pero una fortaleza media-alta. Claramente van a jugar los gustos de cada quien y atreverse a maridar con cosas nuevas o con cosas que los “especialistas” dicen que no se puede maridar.
Hecha está la invitación a visitar Mendoza y sorprenderse al igual que yo con todo lo que tiene para ofrecer esta linda ciudad.