Revista de Estudios Latinoamericanos
“Es una idea grandiosa pretender formar de todo el una sola nación con un solo vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo.” Simón Bolívar
UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR INSTITUTO DE ALTOS ESTUDIOS DE AMÉRICA LATINA Caracas, Año IV, Nº 8 (Enero-Abril) 2012
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Todos los artĂculos publicados en Revista de Estudios Latinoamericanos han sido sometidos a arbitraje conforme a sus normas internas.
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UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR
FUNDACIÓN BICENTENARIO DE SIMÓN BOLÍVAR
Rector: Enrique Planchart
Junta Directiva: Enrique Planchart Héctor Maldonado Lira Pasqualina Curcio Klaus Jaffé Guillermo Aveledo Oscar Vallés Aníbal Romero
Vicerrector académico: Rafael Escalona Vicerrector administrativo: William Colmenares Secretario Cristian Puig
Revista de Estudios Latinoamericanos Director: Héctor Maldonado Lira Consejo Editorial: Arturo Almandoz Nicolay Dobronravin Dafne González Makram Haluani Marisela Hernández Francine Jácome Carole Leal Alberto Navas Orlando Pérez Alfredo Ramos Carlos Romero Gustavo Sarmiento Andrés Serbin José Escribano Übeda-Portugués Edgard Yerena Editor: Ana Carrillo G.
DIVISIÓN DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES Directora: Lydia Pujol INSTITUTO DE ALTOS ESTUDIOS DE AMÉRICA LATINA Director: Héctor Maldonado Lira
Edición financiada por la Fundación Bicentenario de Simón Bolívar
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Revista de Estudios Latinoamericanos Oscar Aguilera Integración de América Latina en Ciencias Sociales. El caso de sus revistas científicas Jorge E. Allende La formación de doctorados: factor esencial para el desarrollo científico latinoamericano. El caso Chile Jennifer Bernal y Propuestas de los investigadores en ciencia, tecnología e Klaus Jaffé innovación venezolanos Marcelino Cereijido Reflexiones sobre la investigación y la ciencia en América Latina Iván Izquierdo Razões para o sucesso da politica recente de ciência, tecnología e innovação no Brasil Fabiola León-Valverde El reto de ser una universidad de ciencia y excelencia en un país en desarrollo. El caso Cayetano Heredia Fidel Ramón y Hacia el establecimiento de políticas de ciencia e Rolando Collado innovación en América Latina. Papel de los organismos latinoamericanos de ciencia e innovación Francisco Salzano Science and development in Brazil: past, present and future Julio Sotelo, Scientific research in developing countries: a system to Claudia Díaz-Olavarrieta improve salaries y Aremis Villalobos Omar Trujillo La ciencia, insumo generalmente postergado en las estrategias de desarrollo
UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR INSTITUTO DE ALTOS ESTUDIOS DE AMÉRICA LATINA Caracas, Año IV, Nº 8 (Enero-Abril) 2012
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El Instituto de Altos Estudios de América Latina de la Universidad Simón Bolívar realiza actividades de investigación, docencia y extensión referidas a la realidad de América Latina y a la que, fuera del área, afecta a su desenvolvimiento. , Revista de Estudios Latinoamericanos es una publicación cuatrimestral del Instituto y, si bien difunde los resultados de sus propias investigaciones y actividades académicas, acoge con beneplácito los aportes científicos que le sean enviados en forma de artículos o notas. Las opiniones en ellos vertidas no comprometen necesariamente la del Instituto.
La correspondencia deberá dirigirse a: Instituto de Altos Estudios de América Latina Universidad Simón Bolívar Campus Universitario. Edificio Biblioteca Central, Nivel Jardín. Sartenejas, Baruta. Estado Miranda, Venezuela Dirección electrónica: www.iaeal.usb.ve Dirección IAEAL: iaeal@usb.ve Mundo Nuevo: mundonuevo-iaeal@usb.ve Secretaria: sec-iaeal@usb.ve Sistemas, logística y comunicaciones electrónicas: sistemas-iaeal@usb.ve Asesoría textos en inglés: Profesor Dana Mark Gold: dana5m@hotmail.com Revisor lingüístico: Dra. Marina Meza S. Departamento de Idiomas Depósito Legal: P.P. 78-0075
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LOS AUTORES
OSCAR AGUILERA. Sociólogo, Magister en Ciencias Políticas y Doctorado en Urbanismo, Profesor Titular adscrito al Centro de Investigaciones en Ciencias Humanas (HUMANIC) de la Universidad de Los Andes. Investigador PPI III hasta el 2012 ha publicado artículos, libros y capítulos de libros sobre sociología de la ciencia, de la política, de la educación superior y de la ciudad en Venezuela, México, Italia, Chile, Estados Unidos, y Colombia. Fue el Coordinador del CDCHT de la ULA, período 2001-2004. Director FERMENTUM, Revista Venezolana de Sociología y Antropología y directivo de la Asociación Venezolana de Sociología. JORGE E. ALLENDE. Nacido en Cartago, Costa Rica. Bachelor of Science (Chemistry), Louisiana State University,1957. Ph.D. (Biochemistry), Yale University, 1961. Post-Doctoral Fellow- Rockefeller University with Professor Fritz Lipmann, 1961-1962 Premio Nobel. Guggenheim 1966–NIH, Lab. Marshall W. Niremberg 1967 (Premio Nobel). Investigación: 145 publicaciones en síntesis de proteínas y el código genético, acción hormonal, enzimas proteínas quinasas. Premio Nacional de Ciencias Naturales de Chile –1992, Doctorado Honoris causa-Universidad de Buenos Aires, 2000. Premio Purkwa a la Educación en Ciencias–Academia de Ciencias de Francia-2007. Premio Luis F. Leloir–Ministerio de Ciencia y Tecnología de Argentina, 2010. JENNIFER BERNAL. Licenciada en Nutrición y dietética egresada de la Universidad Central de Venezuela, Magister en Nutrición y Doctor en Ciencias de la Universidad Simón Bolívar. Actualmente se desempeña como profesora de la Maestría y Doctorado en Nutrición y es Coordinadora del Postgrado de Ciencias de Alimentos y Nutrición. Líneas de investigación: políticas en alimentación y nutrición mundial y nacional, consumo de alimentos, seguridad alimentaria y nutricional. 20 Publicaciones científicas, en revistas arbitradas e indexadas y más de 25 presentaciones en congresos nacionales e internacionales. Asesora
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del Observatorio de Seguridad Alimentaria de la Universidad Nacional de Colombia. MARCELINO CEREIJIDO. Nació en Argentina. Médico y Doctor en Medicina, Universidad de Buenos Aires (UBA). Prof. Emérito Fisiología Celular y Molecular, Centro Investigaciones y Estudios Avanzados (México), Investigador Nacional Emérito (México). Posdoctorado Biofísica (Harvard). Adjunct Professor (U. New York). Becas Consejo Nacional Investigaciones Argentina, National Institutes of Health (EE. UU), Guggenheim. Premios Ciencia en Argentina, México, Organización Estados Americanos. Premio: Líder en formación de doctores. Algunos libros de ensayo: La Nuca de Houssay, La muerte y sus ventajas, Ciencia Sin Seso Locura Doble, La Ciencia Como Calamidad, Por Qué No Tenemos Ciencia, People Without Science, Elogio del Desequilibrio, Doce libros, cientos de artículos. ROLANDO COLLADO. Doctor en Medicina. Profesor de Salud Pública, Departamento de Salud Pública. Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México. CLAUDIA DÍAZ-OLAVARRIETA. Doctorado en Ciencias de la Salud de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Es investigadora titular del Centro de Investigación en Salud Poblacional del Instituto Nacional de Salud Pública, miembro del Sistema Nacional de Investigadores de México y consultora para diversos organismos internacionales. IVÁN IZQUIERDO. Investigador brasilero/argentino, pionero en el estudio de la neurobiología de la memoria y del aprendizaje. Completó la carrera de Medicina en 1961 y obtuvo su doctorado en Farmacología en 1962, en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Por más de veinte años dirigió el “Centro de Memoria” del Departamento de Bioquímica. ICBS, Universidad Federal de Río Grande del Sur (UFRGS). Recientemente se jubiló en la Universidad pública y se instaló en la Pontificia Universidade Católica do Río Grande do Sul (PUCRS). KLAUS JAFFÉ. Profesor Titular de la Universidad Simón Bolívar. Licenciado en Química, Universidad Simón Bolívar, Magister Bioquímica IVIC, PhD Comportamiento en Universidad de Southampton-Inglaterra.
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Coordinador del Doctorado Interdisciplinario de Ciencias y del Centro de Estudios Estratégicos. FABIOLA LEÓN-VELARDE. (Lima, 1956), estudió Biología en la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) graduándose como DSc. en Ciencias (área Fisiología) en 1986. Sus estudios sobre fisiología de adaptación a la altura le han valido el reconocimiento a nivel nacional e internacional. Tiene una vasta producción científica que ha sido publicada en más de 80 resúmenes y más de 120 artículos en revistas científicas internacionales y es autora de libros y capítulos de libros de su especialidad. Luego de haber dirigido el Vicerrectorado de Investigación de la UPCH durante 4 años, en la actualidad es Rectora de esta institución, llevando a la UPCH, en el 2010, a ser la primera y única universidad del Perú acreditada institucionalmente con mención en investigación por el IAC/CINDA. Uno de sus logros más exitosos es el programa de la “Beca de Retorno”, que tiene como finalidad evitar la “fuga de cerebros” de los estudiantes peruanos más talentosos. Además, ha participado en foros, talleres y mesas redondas, disertando sobre el modelo de gestión para el desarrollo de la investigación en la UPCH y en el país. FIDEL RAMÓN. Doctor en Medicina. PhD. Profesor de Fisiología, Departamento de Fisiología. Facultad de Medicina, UNAM. Más de 100 publicaciones científicas. Miembro de 10 Sociedades y Academias Médicas y Científicas. FRANCISCO SALZANO. Graduado en Ciencias Naturales, Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS, 1950), Doctor, Universidad de São Paulo (1955), Posdoctor, Universidad de Michigan (1956-1957). Profesor (1981) y Profesor Emérito (1999), UFRGS. Autor o coautor de 1.384 contribuciones a la literatura científica, incluyendo 466 articulos científicos “in extenso”, 53 capítulos de libros y 19 libros. Un total de 44 Doctores y 44 Maestros fueran orientados por el. Fué presidente de muchas asociaciones nacionales y internacionales y es miembro de las Academias de Ciencias de Brasil, USA, Chile, América Latina y del Tercer Mundo. JULIO SOTELO. Especialista en Neurología (1975-1978), Postgrado en Investigación en Neuroinmunología (1978-1979) Universidad de Londres, Inglaterra y en Neurovirología (1979-1981) Institutos Nacionales
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de Salud de los Estados Unidos. Investigador Emérito de la Secretaría de Salud (2010). Autor de 70 capítulos en libros de texto internacionales, 337 publicaciones en revistas científicas indexadas internacionales y 70 artículos en revistas culturales y de divulgación. Citado 5,120 veces en la bibliografía científica internacional. 3° autor de Latinoamérica más citado en la bibliografía Médica Internacional. Miembro del Board of Scientific Counselor’s (CDC)Atlanta, USA. Representante de México en Biotecnología OCDE, Paris. Conferencista en 77 Instituciones médicas internacionales. Coordinador de Asesores del Secretario de Salud de México(2010-2011), Titular de la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad (2006-2010). Director General del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía de México (1998-2006). Presidente (2001) Academia Nacional de Medicina de México. Investigador Nacional III del Sistema Nacional de Investigadores. Recipendario Medalla “Eduardo Liceaga” (1992); Premio Nacional de Ciencias y Artes (2001); Premio al Mérito Médico (2006). OMAR TRUJILLO. Neurobiólogo uruguayo que ha ocupado cargos de investigación y dirección en el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IIBCE-Montevideo, Uruguay). Ha participado también en la generación de instrumentos político-administrativos destinados a promover la investigación en su país. Ha publicado artículos científicos y de divulgación en variados campos de las neurociencias (circuitos neurales en el ojo compuesto, sistema electrosensorial de los peces, regeneración del sistema nervioso central de los reptiles). Nominado Investigador Emérito del IIBCE, actualmente desarrolla sus tareas de investigación en el Departamento de Neurofisiología Celular y Molecular, dirigido por el Dr. R.Russo. AREMIS VILLALOBOS. Aremis Villalobos es Actuaria del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), cuenta con una Maestría en Demografía en El Colegio de México, A.C. (COLMEX). Actualmente es estudiante del Doctorado en Estudios de Población en el COLMEX. Es investigadora en ciencias médicas en el Centro de Investigación en Salud Poblacional en el Instituto Nacional de Salud Pública.
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EDITORIAL Una nota introductoria
Hace cosa de un año hablamos con el profesor Klaus Jaffé para elaborar un número de nuestra revista Mundo Nuevo dedicada a las Políticas Científicas en América Latina. En ese momento no pudimos prever el desarrollo de su exitoso esfuerzo, en un medio que le es bastante conocido pero no fácil, para entregarnos una revista que recogió lo fundamental de nuestra proposición y que amplía el ámbito de Mundo Nuevo. El Instituto de Altos Estudios de América Latina (IAEAL) desea expresarle su agradecimiento por este excelente resultado, y quiere aprovechar la ocasión para señalar nuestra gratitud a la Fundación Bicentenario Simón Bolívar (FBSB) por todo el apoyo recibido. La principal actividad de la FBSB ha sido y es, sostener las actividades del IAEAL y de la revista Mundo Nuevo. Nos complace introducir el editorial elaborado por el profesor Jaffé que explica el contenido de la presente revista. Héctor Maldonado Lira, Ph. D. Director IAEAL
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La ciencia como motor del desarrollo: perspectivas en América Latina Durante la última década, se publicaron diferentes medidas cuantitativas que ayudan a comprender los procesos relevantes del desarrollo económico y social de nuestras naciones. Ninguna de las variables que reporta el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD, o UNDP en sus siglas en inglés, es tan predictiva del nivel del Producto Territorial Bruto de un país como su grado de desarrollo científico medido como publicaciones indexadas en sistemas de información internacional como el Science Citation Index, Scopus, o Google Scholar.1 El nivel de productividad científica de un país medido de esta forma también correlaciona fuertemente con tolerancia religiosa y social y con la innovación en general. Esto es, la aceptación individual y social de la ciencia es parte de una actitud psico-social más general que favorece la actividad económica y cultural de una sociedad. Esta revelación y el hecho de que los adelantos de la ciencia están en el corazón del progreso industrial y económico de la humanidad y motorizan nuestra revolución del conocimiento2 hacen pensar que para el futuro razonablemente imaginable, la ciencia, su desarrollo, sus niveles de aceptación popular y su difusión en la sociedad, continuarán catalizando nuestro desarrollo social, económico y cultural. Este hecho y el escaso desarrollo en ciencia y tecnología que muestra la región Latinoamericana nos obliga a concluir que una inversión más robusta y enérgica en ciencia, tecnología e innovación en los países de la región es la forma más expedita para acelerar nuestro desarrollo económico y social que permita cerrar la brecha con los países del primer mundo.
1 Interciencia 30(6): 370-373, 2005 (http://www.interciencia.org/v30_06/index.html). 2 ¿Qué es la Ciencia? Una visión evolutiva (http://www.dic.coord.usb.ve/Que es la ciencia.pdf).
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En la Figura 1 se visualiza esta relación y se observa que es sólo después que un país logra un mínimo de desarrollo económico que es capaz de absorber el conocimiento científico de forma eficiente en su desarrollo económico. Según este gráfico, la mayoría de los países de nuestro continente han pasado ese umbral.
Figura 1: Relación entre productividad científica y crecimiento económico. Tomado de la referencia 1.
Sin embargo, Latinoamérica no ha logrado dar con políticas ciertas para engranar la ciencia como motor del desarrollo de sus economías. Latinoamérica carece de centros de excelencia en ciencia, a pesar de ser exitosos en artes, cultura y muchas otras actividades sofisticadas basadas en uso intensivo de la racionalidad humana. En este número especial de la revista Mundo Nuevo, queremos avanzar en nuestra comprensión de esta problemática. Para ello invitamos a 14
los miembros de la Academia de Ciencias de América Latina (ACAL) a presentar ensayos que analizan varios aspectos fundamentales y ejemplifican soluciones exitosas implementadas recientemente por algunos gobiernos de la región. Este es el resultado de esa invitación. Esta serie de ensayos comienza con el artículo de Omar Trujillo sobre porque la ciencia es un insumo generalmente postergado en las estrategias de desarrollo. En su ensayo analiza la problemática de la relación ciencia– crecimiento económico de una forma general en nuestra región. Luego, Julio Sotelo, Claudia Díaz-Olavarrieta y Aremis Villalobos presentan el ejemplo de una política exitosa para la investigación científica en países en desarrollo: el sistema para mejorar salarios en México. En este ensayo el autor nos detalla el programa mexicano que ha estimulado la permanencia y desarrollo profesional de miles de investigadores científicos de ese país, permitiendo que México mantenga un liderato en materia científica en la región. Oscar Aguilera escribe sobre sobre la integración en América Latina en las ciencias sociales. En específico, presenta el caso de las revistas científicas y su efecto sobre la investigación social en Venezuela, revelando como la simple organización técnica del proceso de publicación y divulgación del conocimiento produce resultados impactantes en un sector de la actividad científica que no tenía un sistema de publicaciones integrado. Fabiola León-Velarde presenta en su ensayo “El reto de ser una universidad de ciencia y excelencia en un país en desarrollo. El caso Cayetano Heredia”, un ejemplo desde el Perú, en el que se ilustra cómo, a pesar de inumerables dificutades, es posible avanzar en la institucionalización de la actividad científica. Desde Chile, Jorge E. Allende nos describe la formación de doctorados en su país y por qué él considera que esta formación es el factor esencial para el desarrollo científico latinoamericano. En su ensayo ilustra lo que puede considerarse el acierto mas importante de la política científica reciente de Chile: la formación profesional del investigador científico. 15
Este programa y otras iniciativas gubernamentales, han permitido a Chile convertirse en la cuarta potencia en Ciencia en Latinoamérica, desplazando a Venezuela al quinto lugar. El caso con reconocimiento mundial indiscutible y más ilustrativo en nuestra región del efecto de políticas certeras y de largo aliento en fomentar la ciencia, y su efecto sobre el crecimiento científico tecnológico de un país, es sin duda Brasil. Francisco M. Salzano en su ensayo “Ciencia y desarrollo en Brasil: Pasado, presente y futuro” e Iván Izquierdo en su ensayo “Razones para el éxito de las recientes políticas para la ciencia tecnología e innovación en Brasil” culmina este análisis con un diagnóstico magistral de las posibles razones del éxito del llamado milagro científico brasilero. En relación a las instituciones de gobierno regional, Fidel Ramón y Rolando Collado propone acciones hacia el establecimiento de políticas de ciencia e innovación en América Latina en cuanto al papel de los organismos latinoamericanos de ciencia e innovación. Sin duda alguna, la integración cultural e histórica de nuestra región le da características particulares que pueden ser exploradas con instituciones regionales inteligentemente diseñadas. Una descripción de lo que debería ser una gestión gubernamental de ciencia tecnología e innovación, la presentan Jennifer Bernal y Klaus Jaffe, basados en el análisis de una encuesta respondida por más de un millar de investigadores y académicos venezolanos, como un ejemplo de la visión colectiva de los actores en ciencia, tecnología e innovación de Venezuela. Para finalizar esta serie de analisis optimistas, que visualizan un futuro promisor para la región, catalizada por la ciencia, es prudente escuchar voces discidentes. Estas voces, basadas en la experiencia diaria del investigador abnegado que no compatibiliza con la personalidad del político, emergen frequentemente en nuestro sector científico avanzado y ciertamente constituten una visión de la realidad, que por fatalista
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no es necesariamente falsa. En este caso, Marcelino Cereijido, en ensayo polĂŠmico, analiza los problemas de no tener ciencia, ligado a la incapacidad de reconocer los problemas que resultan por la falta de ciencia y de carecer de una cultura compatible con la ciencia Esperemos que este esfuerzo de introducir el tema del desarrollo de la ciencia en el mundo de la polĂtica latinoamericana resulte en el beneficio sostenido de todo el continente y el mundo. Klaus JaffĂŠ
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. Caracas, Venezuela Año IV, Nº 8, 2012, pp. 19-42
ESTUDIOS
Oscar Aguilera INTEGRACIÓN EN AMÉRICA LATINA EN CIENCIAS SOCIALES. EL CASO DE SUS REVISTAS CIENTÍFICAS
RESUMEN
ABSTRACT
Luego de referir el crecimiento de la comunidad de investigadores en Ciencias Sociales en Venezuela en la primera década del siglo XXI, según el Programa de Promoción de los Investigadores (PPI), dada la cantidad de investigadores en Ciencias Sociales y la cantidad de Proyectos de Investigación registrados entre 1998 y 2008, el autor muestra la correlación con el desarrollo de las revistas en Ciencias Sociales en ese mismo período y su integración a índices luso-hispano parlantes que han mejorado su visibilidad, impacto e internacionalización.
After referring to the increase of the Social Science Researchers Community of during the first decade of the XXI century according to the Researchers Promotion Program (RPP), the amount of social science researchers and the number of registered Research Projects between 1998 and 2008 established, the author shows the correlation with the development of Social Science Journals in that same period and their integration into LusoSpanish-speaking indexes that have improved their visibility, impact and internationalization.
Palabras clave: Comunidad de investigadores en ciencias sociales, Venezuela; revistas científicas en ciencias sociales de Venezuela e integración con América Latina.
Keywords: Social Sciences researchers community; Venezuela; Venezuelan scientific social sciences j o u r n a l s f r o m Ve n e z u e l a a n d integration with Latin America.
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1. Introducción
Una de las dificultades para escribir este trabajo está representada por la variedad de disciplinas que representa el genérico Ciencias Sociales, debemos referir entre ellas a la Sociología, a la Antropología, a las Ciencias Políticas y al Urbanismo pero, las Ciencias Sociales incluyen también a la Historia, la Psicología, la Economía, la Educación, la Geografía, los Estudios Internacionales, la Criminología, la Arqueología, los Estudios Sociales de la Ciencia, la Administración y la Gerencia, la Medicina Pública o Social, al Trabajo Social y dentro de cada una de estas y de otras que con seguridad fueron omitidas, caben las subespecialidades o los cruces entre varías, Sociología Urbana, Sicología Social, o híbridos tan polisémicos como la Historia de las Ideas en América Latina, o la Lingüística de los Excluidos o la Semiótica del Discurso Político. Si a eso agregáramos temas tan complejos que demandan multiplicidad de registros como la Ciudad, la Postmodernidad, la Violencia, el Género o la Comunicación, el Desarrollo o la Pobreza; tendríamos que referir los estudios Inter-disciplinarios y transdisciplinarios, crisis paradigmática de por medio. Está también el interface entre las Ciencias Sociales y las Ciencias Naturales representado por “especímenes” como la sociobiología, la etología, la antropología física, la fisiología del comportamiento, la Genética con sus profundas implicaciones socioculturales, la Ecología Humana, entre diversas posibilidades. Súmese para colmos, como le suman algunos, los ambiguos límites con la Filosofía, la Ética, la Estética, el Derecho, la Literatura y el Arte y las cosas se complican así en forma creciente. No obstante esos obstáculos y sin pretender superarlos en este trabajo, nos hemos atrevido a proponer algunos criterios e incluso a advertir algunas tendencias, las cuales, serán de valor relativo dentro de cada grupo de especialidades pero, que representan, como ya afirmamos, proposiciones válidas para el conjunto de ese universo diverso, variopinto y no siempre preciso de las llamadas Ciencias Sociales, Ciencias Humanas o como alguna vez fueron crípticamente denominadas, las “Ciencias del Espíritu”.
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Desde la perspectiva del desarrollo de las Ciencias Sociales en Venezuela los años noventa fueron epicentro de una multiplicidad de iniciativas muchas de ellas respondieron a un acumulado de esfuerzos desplegados desde los años sesenta y setenta y que responden al proceso de una institucionalización lenta pero constante del quehacer científico venezolano, entre las medidas a que esta afirmación se refiere están fundamentalmente: la “modernización” relativa de las Universidades Nacionales, la creación de los Consejos de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico, la definición de una carrera académica en la profesión docente universitaria que privilegiara o destacara el rol de la investigación y que, pese a su débil incidencia numérica, permitiera estimular nichos de producción científica como el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), las Facultades de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y de la Universidad de Los Andes (ULA), entre otros casos paradigmáticos o el desarrollo de la Universidad Simón Bolívar (USB). Si bien estos ejemplos escapan del ámbito estricto de las Ciencias Sociales, éstas se vieron estimuladas en grado menor pero equivalente o en todo caso proporcional, pues de los años sesenta a los noventa del siglo pasado, cabe destacar entre otras muchas incidencias: individualidades beneficiadas por los programas de formación de cuarto nivel de nuestras universidades en el exterior los cuales introducirán la “cultura de la investigación” o la creación de nichos institucionales específicos cuyo ejemplo más notable es, dentro de las Ciencias Sociales, el Centro de Estudios del Desarrollo (CENDES) de la UCV. Esta rápida vista, de valor sólo situacional, recibe un creciente apoyo desde el Estado Venezolano con la creación del CONICIT, del Plan de Becas Ayacucho e inicia tímidamente un estímulo descentralizado con los FUNDACITES estatales. A grosso modo esta lenta institucionalización (menos de cuarenta años) quedará “coronada” con la creación tímida y limitada aún, de la carrera del investigador, cuya matriz emblemática será el Sistema de Promoción del Investigador a principios precisamente de los años noventa del siglo XX. 2. Desarrollo Una de las sub-comunidades científicas que, en medio de las limitaciones y la condición relativamente pequeña, de la comunidad científica
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venezolana, ha tenido un crecimiento de cierta significación en la primera década de este siglo XXI, ha sido la de las llamadas “ciencias sociales”; dos circunstancias que queremos aportar, a manera de evidencias, serían: 2.1 El tamaño relativo de la Comunidad de Investigadores en Ciencias Sociales y la cantidad de investigaciones desarrolladas en la última década Veamos: En la última convocatoria del Programa de Promoción del Investigador (mejor conocido por sus siglas PPI) ocurrida en 2008, el total de investigadores clasificados en Ciencias Sociales se elevó a 2.474 investigadores y representó, en ese momento, el 36,2% de todos los investigadores pertenecientes al desaparecido Sistema de Promoción, es decir 2.474 investigadores sobre el total de 6.829 de todo el Programa. (Ver infografías 1 y 2). Infografía 1 Acreditados en el PPI por áreas del conocimiento 1990-2009
Años de Acreditación Ciencias Biológicas y de la Salud Ciencias Físicas, Químicas y Matemáticas Ingeniería, Tecnología Ciencias de la Tierra
Ciencias Ambientales y Agropecuarias Ciencias Sociales
Nota: Fecha de corte al 31/07/2009. Fuente: Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Base de Datos PPI.
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Infografía 2 Acreditados en el PPI por áreas del conocimiento 1990-2009 Años de acreditación
Ciencias Biológicas y de la Salud
%
Ciencias Ambientales y Agropecuarias
%
Ciencias Físicas, Químicas y Matemáticas
%
Ciencias Sociales
%
Ingeniería, Tecnología y Ciencias de la Tierra
%
Total
1990
287
38,7
17
2,3
240
32,4
109
14,7
88
11,9
741
1991
349
37,8
18
2,0
275
29,8
172
18,6
109
11,8
923
1992
353
38,0
21
2,3
268
28,9
182
19,6
104
11,2
928
1993
340
37,9
23
2,6
269
30
169
18,8
97
10,8
898
1994
397
39,0
34
3,3
289
28,4
182
17,9
116
11,4
1.018
1995
447
37,6
44
3,7
320
26,9
222
18,7
155
13,0
1.188
1996
472
37,0
46
3,6
336
26,4
229
18,0
192
15,1
1.275
1997
499
35,7
47
3,4
363
26
267
19,1
222
15,9
1.398
1998
577
37,5
58
3,8
358
23,3
308
20,0
236
15,4
1.537
1999
661
39,2
61
3,6
337
22,3
333
19,7
256
15,2
1.688
2000
620
34,4
170
9,4
389
21,6
383
21,3
240
13,3
1.802
2001
588
28,3
347
16,7
433
28,8
450
21,7
259
12,8
2.077
*2002
588
28,3
347
16,7
433
28,8
450
21,7
259
12,8
2.077
2003
621
22,0
560
19,8
533
18,9
739
26,1
374
13,2
2.827
2004
625
19,9
680
21,6
545
17,3
884
28,1
414
13,2
3.148
2005
765
20,6
792
21,3
609
16,4
1.032
27,8
512
13,8
3.710
2006
1.020
22,0
881
19,0
699
15,1
1.405
30,4
621
13,4
4.626
2007
1.140
21,8
921
17,6
737
14,1
1.712
32,8
712
13,6
5.222
2008
1.293
21,4
1.054
17,5
776
12,9
2.107
34,9
808
13,4
6.038
2009
1.513
22,2
1.144
16,8
803
11,8
2.474
36,2
895
13,1
6.829
* Durante el año 2002 no hubo convocatoria y se extendió el período de acreditación a los miembros del programa. Nota: - Años 1998 y 1999. Existe un investigador para cada año sin asignación de área. - Fecha de corte al 31/07/2009. Fuente: Observatorio Nacional de Ciencia. Tecnología e Innovación. Base de Datos PPI.
Infografía 3 Resultados convocatoria PEII 2011 Área de Conocimiento
Número Total de Acreditados
Biología y Salud
1.713
Ciencias del Agro, Tecnología de los Alimentos y Ambiente
1.510
Humanidades, Arte y Educación
1.379
Ciencias Económicas y Sociales
23
878
Infografía 3 (Continuación) Resultados convocatoria PEII 2011 Física, Química y Matemática
699
Ingeniería, Arquitectura y Urbanismo
962
Ciencias de la Tierra
157
Energía y Petróleo
162
Innovación
263
Fuente: Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, año 2011.
Recientemente, el sustituto del PPI (ver infografía 3), el llamado Programa de Estímulo a la Investigación e Innovación (PEII) dividió en sus clasificación la anterior área de las Ciencias Sociales del PPI en dos nuevas, una denominada Humanidades, Arte y Educación con 1.379 miembros, según los resultados de la primera convocatoria (año 2011) y otra, denominada Ciencias Económicas y Sociales, con 878 investigadores aceptados en la mencionada convocatoria; cuando se suman ambas cifras, tenemos 2.257 clasificados, número que coincide o es consistente en lo esencial, con la medición del 2009 del PPI (2.474 investigadores en Ciencias Sociales) y que representan ahora para el PEII 30.26% del total de sus clasificados como investigadores (2.257 sobre el total de 7.460). Considérese quizás como causas de la diferencia (2.474 en el PPI 2009 versus 2.257 en el PEII 2011, es decir 217 investigadores ¿menos?) que el total varió de 6.829 del último PPI a 7.460 del primer PEII, que al crear por otro lado además una nueva área denominada Ingeniería, Arquitectura y Urbanismo; parte indeterminada por ahora de sus membrecía (962 investigadores en la convocatoria 2011 del PEII) viene en el caso de Arquitectura y Urbanismo sobre todo, de lo que era en el PPI Ciencias Sociales; en síntesis encontramos en buena medida “confirmado” que entre el PPI del 2009 y el PEII del 2011 la Sub-comunidad de investigadores en Ciencias Sociales representa a comienzos de la segunda década del siglo XXI, poco más del 30% de los investigadores acreditados por el Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de Venezuela
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(ONCTI) en sus programas de reconocimiento y estímulo cuando en el año 2000 este porcentaje era sólo de 20%. Este alrededor de 2.5 millares de investigadores reconocidos como tales, supone un salto de cierta significación ante los 308 investigadores del área de las Ciencias Sociales que arrojaba el PPI en su convocatoria de 1998. Un salto que supone un incremento en la cantidad de investigadores de 8,12 veces durante los últimos 10 años en términos absolutos y el paso relativo de menos del 20% a alrededor del 35% en el mismo período. Un dato adicional y complementario a esto lo expresa la cantidad de Proyectos de Ciencia y Tecnología de los investigadores acreditados en al PPI entre 1990 y 2009, pues sobre el total de 23.418 proyectos registrados en la base de datos del PPI, el área de las Ciencias Sociales acumula 8.382, lo que representa en téminos relativos el 35,8% del total, cifra que confirma aparentemente, el peso relativo de las Ciencias Sociales alcanzado durante la primera década del siglo XXI entre los investigadores y las investigaciones registradas y reconocidas por el PPI. Infografia 4 Proyectos de ciencia y tecnología de investigadores acreditados en el PPI Área de Conocimiento
Total de Proyectos
Total general
23.418
(%) 100
Ciencias Sociales
8.382
35,8
Ciencias del Agro y Ambiente
5.148
22,0
Ciencias Biológicas y de la Salud
4.589
19,6
Ingeniería, Tecnología y Ciencias de la Tierra
3.026
12,9
Ciencias Físicas, Químicas y Matemáticas
2.273
9,7
Nota: Fecha de corte al 31/07/2009. - Cifras preliminares, sujetas a cambios. Fuente: Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Base de datos PPI.
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El segundo aval o circunstancia que expresa y explica en parte el crecimiento de la sub-comunidad de las ciencias sociales en Venezuela se refiere a un aspecto vinculado a su creciente institucionalización: 2.3. El boom de las publicaciones científicas en Ciencias Sociales a finales del siglo XX y su aparente consolidación, lo que incluye un creciente grado de integración a América Latina, el Caribe e Iberoamérica, en la primera década del siglo XXI, gracias a las facilidades que hoy en día ofrecen las nuevas tecnologías de la comunicación Veamos: En 2001, Acta Científica Venezolana dedica del volúmen 52, el número 2, a las Ciencias Sociales en Venezuela, ahí publicamos: Aguilera Oscar, Las revistas en ciencias sociales a finales del siglo XX, donde desarrollamos la tesis de un relativo boom de las revistas venezolanas en ciencias sociales para finales del siglo XX: …Tenemos entonces una muestra definitiva de 105 títulos diferentes (extraídos de 1- Revistas Venezolanas de Ciencia y Tecnología, iniciativa de FUNDACITE Mérida, denominada –REVENCIT-, 2- Red de Información Socioeconómica-REDINSE- 3) El naciente para finales de los noventa, Registro de Publicaciones Científicas de Venezuela, de CONICIT y 4-La lista de canjes de FERMENTUM, Revista Venezolana de Sociología y Antropología) Esta cantidad de Revistas en Ciencias Sociales debe estar bastante cercana al universo total de publicaciones en esa área para el 2001 y constituirá nuestra muestra, repetimos: 105 Revistas en Ciencias Sociales para el año 2001… ahora bien el dato significativo sobre el denominado “boom” es que de esta muestra de 105 Revistas Venezolanas identificadas en Ciencias Sociales, 51 de ellas (es decir el 48,58%) aparecieron en los años noventa, agréguese que otras 12 a pesar de que eran anteriores durante los noventa fueron relanzadas, en el sentido de que reaparecieron con épocas nuevas o cambiaron el lapso de periodicidad ampliándolo o incluso, se remozaron cambiando incluso de denominación, esas 12 representan un 11,43% adicional que eleva a 60% el denominado “boom” de los noventa (62 títulos aparecidos en los noventa de 105 existentes en el 2001), finalmente, otras 21 son de los años ochenta, es decir, hay un 20% menos reciente pero se puede aducir que
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duplicar el período de 10 a 20 años pudiera ser lícito, ya que como “tiempo institucional” pudiera no representar demasiadas diferencias, por lo que entonces podemos afirmar que el 80% (83 Revistas de 105) de la muestra nace en las dos últimas décadas del Siglo XX, el 60% en los años noventa (62 títulos) y 20% (21 títulos) en los años ochenta. Estas son las evidencias del, por nosotros denominado “boom” de las publicaciones científicas venezolanas en Ciencias Sociales, en la última parte del siglo XX. Por lo demás, si sólo el 20% (22 Revistas) son anteriores a los años ochenta, de ahí se deriva nuestra afirmación inicial sobre la falta de tradición de nuestras publicaciones periódicas en Ciencias Sociales, agravado por el hecho de que ninguna de esas publicaciones con “tradición” constituye las más reconocidas en la actualidad, salvo las honrosas excepciones de “Acta Científica” y de “Interciencia”. Creemos válida la expresión de un “boom” en ese momento, lo que expresa y representa que la cultura de publicar lo que se investiga se hizo significativamente presente en una comunidad cuya escala es relativamente pequeña (en el 2001 el PPI solo reportaba 450 investigadores reconocidos en Ciencias Sociales) pero cuyas posibilidades en la medida que se institucionalice serán plausibles y tendencialmente mejores que en cualquier otro momento de su corta historia. Este salto cuantitativo requiere ser valorado cualitativamente y requiere una estrategia y una política de desarrollo que garantice primero su adecuada institucionalización. Iniciativas como las de REVENCYT, las de REDINSE y la del REGISTRO de CONICIT se inscriben en la dirección correcta pero no son suficientes. Sobre ellas suscribimos lo dicho por Pulgar (1996) y por Vessuri (1996), cuando ambas autoras recomiendan, la primera, desarrollar la memoria procesada de nuestra producción biblio-hemerográfica y la segunda, propone una estrategia de valorización en el ámbito latinoamericano de nuestras publicaciones para visibilizarlas mejor y hacerlas mejores y más competitivas, en el ineludible escenario internacional que le corresponde a toda actividad científica…” (Así concluíamos el trabajo publicado en el 2001).
Transcurridos 10 años desde que se describió, se identificó el estado de las Revistas en Ciencias Sociales y se analizaron sus implicaciones y sus requerimientos ¿En qué situación nos encontramos hoy en día? Quizás otra medida notable del crecimiento de la comunidad científica en Ciencias Sociales sea la mejoría cualitativa de sus publicaciones científicas en el área entre el 2001 y el 2011; pues según el Registro Nacional de Publicaciones Científicas Venezolanas que administra el Fondo Nacional
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de Ciencia, Tecnología e Innovación (FONACIT) para la convocatoria del 2009 se listan un total de 182 publicaciones científicas en Venezuela. FONACIT a diferencia del ONCTI anterior al 2011, las clasifica en 45 de Ciencias Sociales (24,76% del total), 47 de Humanidades (25,83% del total) y 9 Multidisciplinarias (4,9% del total) pero en todas ellas publican los investigadores de lo que el ONCTI llamaba Ciencias Sociales en el PPI y que ahora denomina Ciencias Económicas y Sociales, por un lado; Humanidades, Arte y Educación por otro; e Ingeniería, Arquitectura y Urbanismo por un tercer lado; en el PEII. Por lo que de las 182 Revistas Científicas listadas en Venezuela por el FONACIT, 101 que representan el 55,49% son del área de las Ciencias Sociales y en lo que va de la primera década de este siglo XXI han mejorado su situación relativa con respecto a la clasificación y consideración que el propio FONACIT hace de ellas a propósito del propio registro mencionado. Sobre lo ocurrido con las Revistas en Ciencias Sociales en Venezuela en los últimos 10 años, podemos expresar que cuando en el 2000 quisimos identificarlas nos valimos del registro de REVENCIT (Revistas Venezolanas en Ciencia y Tecnología), para la época iniciativa de FUNDACITE Mérida (Fundación para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología del Estado Mérida). En esa época era el mayor registro existente en el país, donde identificamos un total de 121 publicaciones científicas en Venezuela para el año 2000, de las cuales, 80 eran Revistas de Ciencia Sociales. Adicionalmente, en el registro de REDINSE (Red de Información Socio-Económica), iniciativa privada para la época apoyada por el CONICIT, identificamos 11 adicionales, en Ciencias Sociales, a las de REVENCIT. Finalmente, de la lista de canjes de FERMENTUM, Revista Venezolana de Sociología y Antropología, agregamos 14 más que no estaban en ninguno de los registros mencionados; todo ello completó las 105 identificadas para el año 2000. Por otro lado, el Registro Nacional del CONICIT de la época solo contenía de sus 90 Revistas 40 de Ciencias Sociales y de estas últimas solo 9 estaban en lo que ellos denominaban para ese entonces el Núcleo y que la Comisión de Ciencias Sociales del PPI de la época consideraba publicaciones tipo A. Es decir, equiparables en calidad a las internacionales. Esta decisión descansaba en buena medida
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en el tipo de Índice Internacional al que estaban adscritas las Revistas (las del Registro del CONICIT de la época no eran adicionales a las de REVENCIT, de REDINSE o de FERMENTUM; sino repetidas, por lo que las 105 no variaron). Hoy en día, 10 años después, el registro REVENCIT migró para el Servicio de Bibliotecas de la Universidad de Los Andes (SERBIULA) y busca convertirse en la Plataforma Scielo de Venezuela, un índice latinoamericano que se pretende común a América Latina España y Portugal pero por ahora, ha reducido notablemente las Revistas adscritas. REDINSE desapareció e intenta ser rescatado por la Sala hemeroteca “Max Flores” de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FACES) de la Universidad Central de Venezuela (UCV) pero, tiene ya varios años sin funcionar. El Registro Nacional de Publicaciones Científicas del FONACIT (antiguo COINICIT) se desarrolló ampliamente, de hecho en estos 10 años se convirtió en el Registro Oficial e Institucional propiamente dicho de las Revistas Científicas de Venezuela. Él indica que tiene actualmente, 181 Revistas reconocidas en su “Lista General”, 101 como ya indicamos son de facto de Ciencias Sociales, pese a la distinción entre Ciencias Sociales, Humanidades y Multidisciplinarias que FONACIT hace. Si en el 2001 identificamos 105 Revistas, ahora la muestra se redujo a 101 (las cuatro de diferencia aún existen pero no están ni siquiera en la “Lista General” de Registro del FONACIT) pero, hubo un crecimiento cualitativo pues de esas 101 Revistas en Ciencias Sociales que están en el listado General hoy en día, 55 están en el Registro, es decir, se han consolidado como Revista tipo A, tienen periodicidad regular demostrada, especialidad definida, son arbitradas y están indexadas internacionalmente en índices reconocidos. Para el PPI, en su Comisión de Evaluación en el área de las Ciencias Sociales eran asimilables a “Revistas de calidad suficiente”. Por otro lado, otras 13 Revistas de Ciencias Sociales están en fase de consolidación para entrar al Registro plenamente y finalmente, 33 sólo están en la “Lista General”, es decir, lejos de considerarse consolidadas y ni siquiera en vías de lograrlo. En el 2001 según el mencionado Registro Nacional de Publicaciones Científicas de 40 sólo 9 eran en Ciencias Sociales. En el 2008 la situación 29
ha variado positivamente pues de 101; 55 se catalogan de plenas y 33 están en vías de lograrlo. Al respecto deberíamos destacar varias cosas. Primero, es que diez años después de 105 revistas identificadas en el 2001, todas se mantienen funcionando, asunto que cambió radicalmente una “tradición” común en los años sesenta, setenta y ochenta, según la cual, la vida útil de las publicaciones científicas en Ciencias Sociales no superaba el primer año de vida o no llegaban ni al tercer número. Hoy eso cambió notablemente. Segundo, de las 105 del 2001 sólo 9 estaban en lo en ese entonces llamaban el núcleo y ahora llaman tipo A, hoy en día, 55 alcanzaron categoría A, según FONACIT y según la comisión de evaluación de Ciencias Sociales del desaparecido PPI (Ignoramos aún los criterios del PEII salvo su tendencia a privilegiar las Revistas Nacionales sobre las Internacionales), lo que denota que más de la mitad de las 105 de 2001, 55 en concreto parecen haberse consolidado contra solo 9 que lo estaban en 2001. Adicionalmente otras 13 están en vías de lograrlo, lo que elevaría la mejora a 68 de 105. 33 parecen estancadas o sin consolidación, quizás por que representen un excedente que no procede. Tercero, un rasgo particularmente significativo de esta mejora cualitativa es que las Revistas fueron obligadas a relacionarse internacionalmente y las mismas entraron en directorios, índices, plataformas y otras formas de redes institucionales de carácter internacional y de manera particular en el ámbito latinoamericano y caribeño e incluso iberoamericano con fuerte presencia española y portuguesa. Lo cual les ha otorgado mayor visibilidad, ha estimulado la participación de investigadores de esas latitudes como autores en nuestras revistas, ha permitido que nuestros investigadores publiquen en revistas latinoamericanas, caribeñas e iberoamericanas y ha estimulado el intercambio, la colaboración interinstitucional y la validación regional e internacional de nuestra producción en ciencias sociales. En este punto y de cara al evento que nos acoge y al tema de la integración científico-tecnológica con Latinoamérica es este un rasgo que queremos
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terminar privilegiando y destacando, en concreto 5 iniciativas diferentes acogen las revistas venezolanas en ciencias sociales en el ámbito latinoamericano, caribeño e iberoamericano, estos son: 3. Latindex Es un sistema de Información sobre las revistas de investigación científica, técnico-profesionales y de divulgación científica y cultural que se editan en los países de América Latina, el Caribe, España y Portugal. La idea de creación de Latindex surgió en 1995 en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y se convirtió en una red de cooperación regional a partir de 1997. Actualmente Latindex ofrece tres bases de datos: 1) Directorio, con datos bibliográficos y de contacto de todas las revistas registradas, ya sea que se publiquen en soporte impreso o electrónico; 2) Catálogo, que incluye únicamente las revistas –impresas o electrónicas- que cumplen los criterios de calidad editorial diseñados por Latindex y 3) Enlace a Revistas Electrónicas, que permite el acceso a los textos completos en los sitios en que se encuentran disponibles. 3.1. Directorio Disponible desde 1997, registra la existencia de revistas académicas editadas en los países de la región. Cada registro ofrece los datos básicos de identificación tales como título, año de inicio, institución editora, disciplina de especialización, tiraje, precio, así como datos de contacto. Incluye además revistas editadas por organismos internacionales donde participan los países de América Latina, como la Organización de los Estados Americanos (OEA) o el Instituto Panamericano de Geografía e Historia (IPGH), entre otros. Integra asimismo, bajo la denominación de “Latinoamericanistas”, aquellas revistas con contenidos sobre la región, pero que son editadas en países de fuera de la región. La construcción del Directorio se inició a partir de la transferencia de 2,460 revistas académicas latinoamericanas que formaban parte de la colección de la Hemeroteca Latinoamericana del entonces Centro de Información
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Científica y Humanística (CICH), hoy Dirección General de Bibliotecas de la UNAM. Posteriormente se integraron diversas bases de datos de revistas nacionales y se dio inicio al ingreso y actualización de datos desde cada institución asociada. 3.2. Catálogo Disponible desde 2002, es un subconjunto de las revistas incluidas en el Directorio. Forman parte del Catálogo solamente aquellas revistas que cumplen con un umbral de características editoriales establecidas por el Sistema mediante la aplicación de criterios de calidad editorial. Estos criterios están disponibles para consulta en este sitio web. El Catálogo no fue creado como un instrumento de evaluación propiamente dicho, sino como un servicio de referencia especializado en las características relevantes de cada revista. El catálogo incluye tanto revistas impresas como electrónicas. 3.3 Enlace a revistas electrónicas También disponible desde 2002, permite la localización de las publicaciones incluidas en el Directorio, que tienen una versión en línea e informa sobre el tipo de acceso, los formatos en que se presentan y su cobertura temporal, estableciendo un enlace con la dirección electrónica de la revista y el acceso al texto completo de los artículos disponibles. Las políticas de acceso y consulta dependen de cada sitio consultado. El Directorio actual contiene el siguiente número de publicaciones de acuerdo a los temas o áreas: o
Artes y Humanidades (2.631) +
o
Ciencias Agrícolas (1.269) +
o
Ciencias de la Ingeniería (1.276) +
o
Ciencias Exactas y Naturales (2.527) +
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o
Ciencias Médicas (3.333) +
o
Ciencias Sociales (8.790) +
o
Multidisciplinarias (886) +
Venezuela tiene en este momento 30 Revistas Científicas en Ciencias Sociales adscritas al sitio y el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovación e Industrias Intermedias es el ente oficial de vínculo a través del Centro de Documentación del FONACIT. 4. SciELO. Un modelo para publicación electrónica en países en desarrollo SciELO -Scientific Electronic Library Online- (Biblioteca Científica Electrónica en Línea) es un modelo para la publicación electrónica cooperativa de revistas científicas en Internet. Especialmente desarrollado para responder a las necesidades de la comunicación científica en los países en desarrollo y particularmente de América Latina y el Caribe, el modelo proporciona una solución eficiente para asegurar la visibilidad y el acceso universal a su literatura científica, contribuyendo para la superación del fenómeno conocido como ‘ciencia perdida’. Además, el Modelo SciELO contiene procedimientos integrados para la medida del uso y del impacto de las revistas científicas. El Modelo SciELO es el producto de la cooperación entre FAPESP -la Fundación de Apoyo a la Investigación del Estado de São Paulo, BIREME- Centro Latinoamericano y del Caribe de Información en Ciencias de la Salud, así como instituciones nacionales e internacionales relacionadas con la comunicación científica y editores científicos. Un proyecto piloto, envolviendo 10 revistas brasileñas de diferentes áreas del conocimiento, fue llevado a cabo con éxito entre Marzo de 1997 y Mayo de 1998, con el desarrollo y la evaluación de una metodología adecuada para la publicación electrónica en Internet. Desde Junio de 1998 el proyecto opera regularmente, incorporando nuevos títulos de revistas y expandiendo su operación para otros países. A partir de 2002, el proyecto
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cuenta con el apoyo del CNPQ (Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico). El Modelo SciELO contiene tres componentes: El primer componente es la Metodología SciELO, que permite la publicación electrónica de ediciones completas de las revistas científicas, la organización de bases de datos bibliográficas y de textos completos, recuperación de textos por su contenido, la preservación de archivos electrónicos y la producción de indicadores estadísticos de uso y impacto de la literatura científica. La metodología también incluye criterios de evaluación de revistas, basado en los estándares internacionales de comunicación científica. Los textos completos son enriquecidos dinámicamente con enlaces de hipertexto con bases de datos nacionales e internacionales, como por ejemplo, LILACS y MEDLINE. El segundo componente del Modelo SciELO es la aplicación de la metodología SciELO en la operación de sitios web de colecciones de revistas electrónicas. El modelo SciELO favorece la operación de sitios nacionales y también de sitios temáticos. La aplicación pionera es el sitio SciELO Brasil. También están en operación aplicaciones en Chile, http:// www.scielo.cl y en Cuba http://www.scielo.sld.cu. Otros países están evaluando o están recibiendo entrenamiento en la Metodología SciELO. SciELO Salud Pública (http://www.scielosp. org), una biblioteca temática regional que cubre el área de Salud Pública con revistas científicas de la América Latina y España –fue lanzada en Diciembre de 1999. Un portal para integrar y proveer acceso a la red de sitios SciELO es operado en http://www.scielo.org. El tercer componente del Modelo es el desarrollo de alianzas entre los actores nacionales e internacionales de la comunicación científica: autores, editores, instituciones científicas y tecnológicas, agencias de apoyo, universidades, bibliotecas, centros de información científica y tecnológica etc., con el objetivo de diseminar, perfeccionar y mantener el modelo SciELO. La operación de la red SciELO se basa fuertemente
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en infraestructuras nacionales, lo que contribuye para garantizar su futura sostenibilidad. El éxito en el desarrollo de la red SciELO de revistas científicas de América Latina y el Caribe en los próximos años contribuirá para que la información científica generada localmente quede rápidamente disponible, lo que contribuirá para el aumento del uso de la información científica y técnica en el proceso de toma de decisión en los diferentes niveles. SciELO tiene actualmente de América Latina: o
881 Revistas
o
23.294 Números
o
343.363 Artículos
o
7.210.287 Citas
En Ciencias Sociales posee 29 Revistas Venezolanas. 5. Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina y El Caribe. REDALYC La Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal REDALYC es un proyecto impulsado por la Universidad Autónoma de Estado de México (UAEM), con el objetivo de contribuir a la difusión de la actividad científica editorial que se produce en y sobre Iberoamérica. La propuesta concreta de Redalyc se materializa en la creación, diseño y mantenimiento de una hemeroteca científica en línea de libre acceso (http://redalyc.uaemex.mx), que funciona como punto de encuentro para todos aquellos interesados en reconstruir el conocimiento científico de y sobre Iberoamérica. Este portal de Internet —que es la parte más visible de este esfuerzo— fue abierto formalmente al público en el mes de octubre del año 2002, como parte de una iniciativa derivada de un grupo de investigadores y editores preocupados por la escasa visibilidad de los resultados de investigación generados en y sobre la región.
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A tres años de su lanzamiento, el proyecto Redalyc se ha logrado constituir en una vitrina de la más destacada producción científica de Iberoamérica. Lo anterior se constata al reconocer que, si bien inicialmente fue un proyecto que buscaba otorgar visibilidad a la producción editorial de las ciencias sociales y humanas, también las revistas de ciencias naturales y exactas editadas en Iberoamérica adolecen de una adecuada distribución y difusión que les permita tener un efectivo impacto en la comunidad académica. Es por ello que, a principios del 2006, el proyecto Redalyc abrió sus puertas a las ciencias naturales y exactas, con una formidable aceptación entre los medios editoriales y académicos en general. Para su funcionamiento, este portal hace uso de las nuevas tecnologías de información y comunicación, permitiendo que —todas aquellas revistas científicas integradas a su acervo— incrementen eficazmente tanto su visibilidad como interactividad, y gracias a ello logren mayor impacto en los medio académicos. La visibilidad se alcanza al poner a disposición, desde Internet y de libre acceso, los textos completos de los artículos y materiales publicados en las revistas, mientras que la interactividad se intensifica al fomentar la comunicación entre editores, lectores y autores. Las revistas que forman parte del proyecto REDALYC destacan de entre la extensa producción editorial científica de Iberoamérica, lo cual se garantiza al emplear la reconocida metodología Latindex para integrar en su acervo solamente a aquellas publicaciones que, efectivamente, cumplen con los parámetros de calidad editorial internacional; con la condición inicial de ser dictaminadas por pares académicos y publicar, en su mayoría, resultados originales de investigación científica. El proyecto REDALYC pone a disposición del lector interesado en conocer los más destacados avances científicos desarrollados en Iberoamérica, cientos de revistas de todas las áreas del conocimiento y miles de artículos a texto completo que podrán leer, citar, criticar y analizar. Del mismo modo, al académico interesado en difundir sus resultados de investigación le ofrece los datos de contacto e instrucciones para colaboradores de las más destacadas revistas científicas de todas las áreas del conocimiento
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editadas en y sobre Iberoamérica. De igual forma, al director o editor de revistas científicas le ofrece una amplia gama de proyectos paralelos, que le permitirán hacer más eficiente la comunicación entre pares académicos y evaluar la dinámica de visibilidad e interactividad, al acceder a una amplia gama de indicadores bibliométricos. De esta forma REDALYC, bajo el lema “la ciencia que no se ve no existe” busca contribuir al fortalecimiento de la comunicación científica de Iberoamérica y, al mismo tiempo, invita a las instituciones vinculadas con la generación del conocimiento a sumarse y participar en este proyecto con el objetivo de reunir los acervos completos de las revistas con mayor reconocimiento e impacto de la región. Posee actualmente: 758 16.785 207.747 533 37
Revistas científicas Números Artículos a texto completo Revistas – 135.306 Artículos Ciencias Sociales y Humanidades Revistas venezolanas en Ciencias Sociales
6. Citas Latinoamericanas en Ciencias Sociales y Humanidades CLASE es una base de datos bibliográfica creada en 1975 en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). La base de datos se actualiza diariamente y más de 10 mil registros son agregados cada año. Ofrece alrededor de 330 mil registros bibliográficos de artículos, ensayos, reseñas de libro, revisiones bibliográficas, notas breves, editoriales, biografías, entrevistas, estadísticas y otros documentos publicados en cerca de 1.500 revistas de América Latina y el Caribe, especializadas en ciencias sociales y humanidades. Posee 78 Revistas venezolanas en Ciencias Sociales. Las revistas incluidas en CLASE cumplen con criterios de selección y son analizadas por un equipo multidisciplinario que cubre los siguientes temas: 37
Administración Antropología Arte Bibliotecología Ciencia de la Información Ciencias de la Comunicación Demografía Derecho Economía Educación
Filosofía Geografía Humana Historia Lingüística Literatura Política Psicología Relaciones Internacionales Religión Sociología
Todas las revistas se encuentran en la Hemeroteca Latinoamericana, a través de la cual se ofrece el servicio de obtención de documentos. Como resultado de la búsqueda, la base de datos despliega registros completos que proporcionan también, la institución de trabajo del autor o el autor corporativo; la descripción bibliográfica del fascículo: volumen, número, mes(es) y páginas del documento, así como el número de sistema. Algunos registros bibliográficos están enlazados a artículos en texto completo. Al visualizar un registro completo, busque el campo Texto Completo y presione sobre el enlace. CLASE también ha sido publicada como índice impreso (1975-1997) y en CD-ROM (1989-1994 y 2003-2004). 7. Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales. CLACSO El Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) es una institución internacional no-gubernamental, creada en 1967 y que mantiene relaciones formales de consulta con la UNESCO. En la actualidad nuclea un total de 302 centros de investigación (de Venezuela aparecen 12 centros adscritos) y programas de docencia de grado y posgrado en Ciencias Sociales radicados en 25 países de América Latina y el Caribe, en Estados Unidos y en Europa.
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Los objetivos del Consejo son la promoción y el desarrollo de la investigación y la enseñanza de las Ciencias Sociales; el fortalecimiento del intercambio y la cooperación entre instituciones e investigadores de dentro y fuera de la región; y la adecuada diseminación del conocimiento producido por los científicos sociales entre las fuerzas y movimientos sociales y las organizaciones de la sociedad civil. A través de estas actividades CLACSO contribuye a repensar, desde una perspectiva crítica y plural, la problemática integral de las sociedades latinoamericanas y caribeñas. A partir del firme objetivo de contribuir a la difusión de la producción académica de los centros miembros y programas que integran CLACSO, hemos conformado una Red de Bibliotecas Virtuales en forma cooperativa, descentralizada y respetando la filosofía del acceso abierto. La misma procura incrementar el impacto de los resultados de esa producción en educación, investigación, en los actores sociales y la sociedad en su conjunto. Ofrece al público acceso libre y gratuito a los siguientes servicios: o
Sala de Lectura con textos digitales completos de artículos, documentos de trabajo, libros, ponencias y tesis publicados por centros miembros y programas de CLACSO.
o
Portal de Revistas de la red CLACSO, proyecto conjunto CLACSO-Redalyc.
o
Portal Multimedia (enlaces a producciones audiovisuales, radios en línea, archivos de audio y colecciones fotográficas realizadas por Centros Miembros de CLACSO)
o
Noticias y recursos de información, manuales y software libre de interés para las bibliotecas y/o repositorios digitales
Además, de prestar a los Centros Miembros los siguientes servicios: o
Colección digital personalizada
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o
Actualización de colecciones vía web
o
Recursos de información, manuales y software libre de interés para las bibliotecas y/o repositorios digitales
o
Acompañamiento técnico en línea
o
Participación en grupos de trabajo de editores y bibliotecas, y de multimedia para intercambiar información y experiencias
Venezuela está presente con 32 revistas en Ciencias Sociales. 8. Conclusiones Las Ciencias Sociales en Venezuela han alcanzado un crecimiento y una institucionalización que les ha permitido convertirse en la tercera parte de los investigadores reconocidos en los sistemas oficiales de acreditación y otro tanto, en la cantidad de proyectos en ciencia y tecnología, registrados por los mencionados sistemas de reconocimiento y promoción. Una expresión de ese desarrollo lo constituye el crecimiento y la maduración de sus publicaciones periódicas, un centenar de las mismas, en un 80% creada en las dos últimas décadas del siglo XX, han alcanzado durante la primera década del siglo XXI importantes niveles de consolidación. Parte de ese afianzamiento institucional lo constituye la integración, gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación, a través de redes, plataformas, directorios e índices de carácter latinoamericano y/o iberoamericano que les ha permitido proyectarse, visibilizarse y establecer vínculos regionales de colaboración y de de legitimación internacional. Bibliografía Aguilera Oscar Las revistas en ciencias sociales en Venezuela a finales del siglo XX. Acta Científica Venezolana, 52: 96–106, 2001 http:// acta.ivic.gob.ve/52-2/articulo2.pdf
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Aguilera Oscar El premio alternativo en ciencias sociales 2008: una mirada desde adentro. Bitácora-e Revista Electrónica Latinoamericana de Estudios Sociales, Históricos y Culturales de la Ciencia y la Tecnología, 2009, Nº 2. http://www.saber.ula.ve/ bitstream/123456789/30475/1/articulo3.pdf CLACSO, Consejo Latinoamericano de las Ciencias Sociales, http:// www.clacso.org.ar/ CLASE, Citas Latinoamericanas en Ciencias Sociales y Humanidades, http://clase.unam.mx/ Directorio de REVENCYT versión 2001, FUNDACITE, Mérida, 2001, CDROM. LATINDEX, http://www.latindex.unam.mx/ Ministerio de la Ciencia, la Tecnología, la Innovación y las Industrias Intermedias, Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Programa de Promocion del Investigador, PPI, Serie de Tiempo 1990-2009. Caracas, julio del 2009. http://www.oncti. gob.ve/oncti/ Ministerio de la Ciencia, la Tecnología, la Innovación y las Industrias Intermedias, Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Información en su sitio web sobre resultados de la convocatoria del PEII. http://www.oncti.gob.ve/oncti/ Ministerio de la Ciencia, la Tecnología, la Innovación y las Industrias Intermedias, Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (FONACIT) Registro Nacional de Publicaciones Científicas Venezolanas http://www.fonacit.gob.ve/publicaciones/listado2009. asp. Pulgar, L. Hacia una corriente principal propia: la Bibliografía Socio Económica de Venezuela (BSRV). FERMENTUM, 6:15,1996. http://www.saber.ula/fermentum
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REDALYT, http://redalyc.uaemex.mx/ ScIELO, http://www.scielo.org/php/index.php Vessuri, H. Estrategia de valorizaci贸n de las revistas cient铆ficas latinoamericanas. FERMENTUM, 6: 15, 1996. http://www.saber. ula/fermentum http://www.fapesp.br.,http://www.bireme.br. http://www.cnpq.br.
42
. Caracas, Venezuela Año IV, Nº 8, 2012, pp. 43-54.
Jorge E. Allende L A F O R M A C I Ó N D E D O C TO R A D O S : FA C TO R ESENCIAL PARA EL DESARROLLO CIENTÍFICO LATINOAMERICANO. EL CASO CHILE RESUMEN
ABSTRACT
El principal factor que limita el desarrollo en ciencia, tecnología e innovación en América Latina es el muy reducido número de personas con capacidad de generar nuevos conocimientos. Esa capacidad se alcanza mediante exigentes y rigurosos programas de doctorado que se desarrollan en universidades que cuentan con un ambiente académico rico en creatividad e ideas y una alta productividad en investigación de nivel internacional. El desarrollo de los programas de doctorado latinoamericanos ocurrió en los últimos 50 años y su crecimiento es reciente. Chile es un ejemplo de esto. Brasil, ha otorgado prioridad a la formación de recursos humanos en una política sostenida por más de 30 años. Es necesario que a nivel de toda la región se integren los esfuerzos para fortalecer e impulsar el desarrollo de doctorados de alta calidad.
The key factor that limits the development of science, technology and innovation in Latin America is the very small number of people with the capacity to generate new knowledge and to create new applications for that knowledge. In the modern world that capacity can be attained through rigorous and demanding doctoral programs developed in universities which have an academic environment rich in creativity and ideas and ideas and that demonstrate high productivity in international research. The development of doctoral programs in Latin America occurred in the last 50 years and their growth is very recent. Chile is a good example of this. Brasil is the exception, because it has placed the training of human resources as a high priority policy that has been maintained for more than 30 years. It is necessary that the whole region integrate its efforts in strengthening and promoting the development of high quality doctoral Palabras clave: Programas de Doc- programs. torado, calidad, Acreditación, InternaKeywords: Doctoral Programs, Quality cionalización, Becas. Control Accreditation, Internationalization of Doctoral Programs, Doctoral Fellowships.
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1. Introducción No hay duda que la escasez de recursos humanos altamente calificados capaces de investigar en las fronteras del conocimiento es una de las condicionantes que definen el rezago de América Latina en su desarrollo científico tecnológico. En el siglo XXI el personal con capacidad de generar nuevos conocimientos es prácticamente equivalente al número de personas que han obtenido el grado académico de doctor en programas debidamente acreditados que tengan estándares internacionales de exigir capacidad demostrada de poder generar hallazgos publicables en revistas científicas de corriente principal. El Informe Mundial para Ciencia de la UNESCO1 para el año 2010 nos dice que América Latina con el 8,3% de la población mundial sólo tenía el año 2007 el 3.5% de los investigadores e ingenieros del mundo. Evidentemente que para compararse con los países desarrollados tendría que multiplicar por 5 el número de investigadores y para eso habría que formar muchos miles de doctores en ciencia y tecnología. Otro aspecto que sobresale mucho de los datos del Informe UNESCO es la heterogeneidad que exhibe la región en este aspecto, ya que Brasil con solo el 34.7% de la población de América Latina tiene el 50,9% de los científicos e ingenieros y México, Argentina y Chile que suman en conjunto el 29.8% de la población tienen el 30.4% de los investigadores, dejando al resto de los países latinoamericanos que tienen el 35.4% de la población con sólo el 8.9% de los investigadores.
1 Informe sobre Ciencias de UNESCO 2010. El Estado Actual de las Ciencias en el Mundo UNESO Publishing: www.unesco.org/publishing. ISBN: 978-92-3-104132-7.
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2. Desarrollo de los programas de Doctorado en Chile Argentina fue el único país latinoamericano que inició programas de doctorados hace más de 100 años. En los últimos años del siglo XIX, en 1896 se inició un Doctorado en Química en la Universidad de Buenos Aires. El resto de los países latinoamericanos iniciaron sus programas de grados académicos superiores en la segunda mitad del siglo XX. La mayoría de esos programas fueron iniciativas generadas por grupos académicos que se habían formado en Europa o Estados Unidos y en sus primeros años tuvieron un lento desarrollo y poco apoyo a nivel de políticas nacionales. Esto ocurrió en Chile donde el primer programa de doctorado definido y estructurado se inició en 1971 en la Universidad de Chile. Este programa fue creado en el área de bioquímica por convenio entre las Facultades de Medicina y de Ciencias bajo el liderazgo del Dr. Hermann Niemeyer. Este programa que inscribió 12 alumnos ese año seguía el modelo norteamericano que incluía una serie de cursos avanzados, algunos de ellos obligatorios y otros optativos, dos o tres unidades de investigación en que los estudiantes rotaban pasando varios meses en diferentes laboratorios, un examen de calificación donde se defendía una tesina y un trabajo de tesis que debería ser una contribución original al conocimiento en algún capítulo de la bioquímica. Una característica que el Profesor Niemeyer le inculcó a este primer programa fue el de una gran flexibilidad, aceptando estudiantes provenientes de otras universidades y también aceptando que los trabajos de tesis se realizarán en otras universidades de Chile o el extranjero, siempre que asegurara la capacidad y calidad del tutor de la tesis. Durante las décadas del 70 y 80, Chile tuvo un gobierno militar que no le dio gran importancia al desarrollo científico y que disminuyó importantemente el financiamiento a las Universidades. A pesar de esto, siguiendo el modelo del Programa de Doctorado en Bioquímica, surgieron otros programas similares en diferentes áreas de la biología y en química, física y matemáticas. Estos programas se organizaron en otras facultades de la Universidad de Chile y en otras Universidades que contaban con grupos de investigación activos como la Pontificia Universidad Católica,
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la Universidad de Concepción, la Universidad Austral de Chile y la Universidad de Santiago. Sin embargo, la inexistencia de becas para financiar la subsistencia de los estudiantes limitó muy seriamente el desarrollo de estos programas. La mayoría de los estudiantes eran, por lo tanto, jóvenes académicos de las Universidades que al mismo tiempo cumplían tareas de docencia en diversas facultades. Un apoyo importante, sin embargo, surgió de proyectos de apoyo a los doctorados que fueron financiados por fondos de Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. El primer proyecto fue en el área de las ciencias biológicas y contó con la participación del Centro de Estudios Avanzados en Ciencias Biológicas que vinculaba a las Universidades de Chile, P. Universidad Católica de Chile, Universidad de Concepción y Universidad Austral de Chile. Este mismo grupo había conseguido en 1975 el apoyo del PNUD y UNESCO para un Programa Regional de Entrenamiento de Postgrado en Ciencias Biológicas en América Latina que tuvo por misión durante los años 1975-1985 impulsar la integración de los esfuerzos de América Latina en la formación de postgrado en estas ciencias2. A nivel nacional este Programa apoyó a los doctorados biológicos financiando proyectos de tesis, cursos internacionales intensivos y participación de expertos extranjeros en los jurados de tesis doctorales. El éxito de este proyecto llevó a plantear proyectos similares en química, física y matemáticas incentivando la cooperación inter universitaria y la internacionalización de los programas chilenos de doctorado. Estos 4 proyectos se desarrollaron por 3-4 años durante la última parte de la década de los años 80 y cada uno contó con financiamiento de varios cientos de miles de dólares. La Fundación Andes, ONG privada, inició a mediados de la década de los años 80 un pequeño programa de becas de doctorado (8 a 10 nuevas becas por año) pero antes de iniciar estas becas, invitaron a una Comisión de la Universidad de Londres a venir a Chile y a conducir una evaluación de los Programas de Doctorado existentes.
2 Desarrollo de la Biología en América Latina. Un enfoque Regional por Jorge E. Allende, publicado en 1977 por la Oficina Regional de Ciencia y Tecnología para América Latina y el Caribe de Montevideo. (Library of Congress) QH320. L29 A45 1977.
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Esa Comisión informó que varios de los Programas que estaban operando en Chile tenían un buen nivel internacional. La Fundación restringió sus becas a los estudiantes aceptados en los programas que habían sido bien evaluados por esa Comisión Internacional3. La Fundación Andes continuó su programa de becas como por diez años y antes de terminarlo, volvió a apoyar una misión, en esta segunda instancia, avalada por la National Academy of Sciences de Estados Unidos. Esta segunda misión nuevamente aprobó los niveles de los programas de doctorados chilenos. En 1998, la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT) inició un programa de becas a los estudiantes de doctorado. Ese programa otorgaba 30 becas en todo el país y para todas las áreas. En el año 1993, 22 años después de la creación del primer programa de doctorado, un estudio de la Academia Chilena de Ciencias4 nos indicó que existían 15 programas de doctorado (casi exclusivamente en áreas científicas) y ese año se graduaron 32 doctores en todas las áreas de las ciencias. En ese estudio de la Academia se solicitaba un importante aumento en el número de becas de doctorado. Durante toda la década de los 90, el apoyo a los programas de doctorado creció muy lentamente, llegando solo a duplicarse el número de becas al finalizar la década (60 becas por año). En 1999, sin embargo, se logró un paso que resultaría muy importante al aprobarse el Programa de Mejoramiento de la Calidad y la Equidad en la Educación Superior (MECESUP) que comprometió un préstamo del Banco Mundial por US$ 250 millones de dólares. Ese proyecto incluía por primera vez el apoyo explícito a los Programas de Postgrado, dedicando aproximadamente un 20% del total de los fondos a reforzar en becas en el país y en el extranjero, a compra de equipamiento científico y a la visita de destacados académicos de otros países para asesorar a los programas
3 Los Postgrados en Chile: Limitaciones y Perspectivas Corporación de Promoción Universitaria 1991. 160 páginas. 4 Jorge E. Allende y Tito Ureta. Análisis y Proyecciones de la Ciencia Chilena. Academia Chilena de Ciencias (Editores, Alfabeta, Santiago, 1993).
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chilenos. La primera etapa de ese proyecto terminó el año 2006 y se inició una segunda etapa que durará hasta el año 2012. En la primera década del siglo XXI, además del Programa MECESUP, se experimento un notorio aumento del Programa de Becas para los doctorados nacionales por parte de CONICYT5. Tabla 1.
Año 2002
Número de Becas de Doctorado en el País 187
2005
221
2007
420
2009
558
2011
595
El aumento en el apoyo otorgado por el MECESUP y por las becas de CONICYT, ha resultado en un aumento notorio en el número de los programas y en una diversificación de sus temáticas, generándose doctorados en humanidades, ciencias sociales y en varias áreas tecnológicas aunque todavía prevalece una preponderancia de las ciencias naturales y exactas en los números matriculados. La siguiente tabla da una muestra del incremento del volumen de estos programas. Estos datos son de las 24 universidades del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas.
5 CONICYT, Memoria de Gestión 2006-2009. Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnología, 2009.
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Tabla 2. Año Nº de Inscritos Nº de Graduados
2002 1601
2004 2172
2006 2842
2009 3443
147
244
249
358
En el año 2010 había un total de 176 programas de doctorado en todo el país, 153 en las Universidades del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH) y 23 en otras 34 instituciones privadas que no pertenecen a este consejo. El número de inscritos en los doctorados del CRUCH era de 3564 y en las otras universidades de 501. Tabla 3. Datos de Estudiantes Inscritos en Programas de Doctorado del CRUCH por áreas del conocimiento el año 20096
Estudiantes Graduados
% Inscritos
% Graduados
289
21
8.4
5.9
65
3
1.9
0.8
1.374
197
39.9
54.7
Ciencias Sociales
225
22
6.5
6.1
Derecho (Leyes) Humanidades Educación
94 491 109
3 40 12
2.7 14.3 3.2
0.8 11.2 3.3
Tecnología (Ing.)
493
31
14.3
8.7
Ciencias Salud
303
30
8.8
8.4
3.443
358
100
100
Área Agricultura Arte Cs. Naturales Exactas
Total
Estudiantes Inscritos
6 Anuarios del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH) www. cruch.cl.
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De esta tabla se puede observar que entre los graduados hay un muy alto porcentaje de las ciencias naturales y exactas y que todavía no se refleja el reciente aumento observado entre los inscritos en las humanidades y las tecnologías. 3. Becas en el Extranjero En los datos anteriores nos hemos centrado en discutir el desarrollo de los programas de doctorado en el país. No hay duda que un número significativo de los investigadores chilenos se han formado y doctorado en el extranjero. Estos datos, sin embargo, no están fácilmente disponibles porque una parte muy importante de los investigadores formados en el extranjero han conseguido el financiamiento para sus estudios de doctorado gestionando directamente becas de una gran multitud y diversidad de instituciones. Antes del año 2008 el país no había hecho un esfuerzo importante para enviar a jóvenes chilenos a hacer doctorados en el extranjero. Habían unas Becas Presidente de la República a cargo del Ministerio de Planificación pero que cubrían Magísteres, Doctorados y Especialidades Profesionales y se ofrecían a recién egresados, académicos y funcionarios públicos. Se otorgaban alrededor de 300 becas anualmente y de doctorado se puede estimar que serían menos de 100. Varios países desarrollados también han mantenido programas de becas de postgrado disponibles para postulantes chilenos como el Programa Fullbright de Estados Unidos, las Becas Humboldt de Alemania y programas similares del Reino Unido, Francia y España, Brasil, México tienen la política de que sus mejores programas de doctorado reciben becas para todos los estudiantes que dichos programas aceptan sin discriminar si dichos estudiantes son ciudadanos de dichos países o no. No se tiene información de cuantos chilenos usan esta generosa política. El año 2008, la Presidenta Bachelet, hizo un sorprendente anuncio en su Mensaje a la Nación hecho 21 de Mayo en el Congreso Nacional.
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Ese anuncio informaba de la decisión del gobierno de dedicar una muy significativa parte de los recursos acumulados en el extranjero por el alto precio del cobre a becar a miles de chilenos para hacer estudios de postgrados en las mejores universidades del mundo. Aunque la idea de invertir seriamente en la capacitación de recursos humanos de alto nivel estaba entre la más queridas propuestas de la comunidad científica, el anuncio presidencial sin haber tenido una estrategia previa de cómo se debería enmarcar la actividad de esta iniciativa en un programa que dotara al país de los cuadros de investigadores necesarios para avanzar en su desarrollo cultural y socioeconómico. Este nuevo programa llamado Becas Bicentenario y después Becas Chile tampoco consideraba como el programa de formación en el extranjero debería vincularse e integrarse con los programas de formación de postgrado realizados en el país. La comunidad científica y universitaria hizo propuestas concretas sobre la importancia de incluir actividades como las becas de postgrado, las pasantías cortas en el extranjero para estudiantes cursando doctorados en Chile y la venida de profesores extranjeros a participar en cursos y seminarios de los programas nacionales. Gradualmente estas ideas se fueron incorporando pero la premura en poner en ejecución el otorgamiento masivo de becas al extranjero antes de que terminara el período presidencial primó en la ejecución de este Programa lo que resultó en fallas de procedimiento en el otorgamiento de las becas y en improvisaciones que fueron desacreditando el programa. La División de Educación Superior del Ministerio de Educación invitó a una misión de la National Academy of Sciences Estados Unidos para dar asesoría en la capacitación de alto nivel de recursos humanos para ciencia y tecnología. Esta misión recomendó fuertemente un énfasis en la formación post-doctoral, dedicar un esfuerzo especial a estimular el retorno de los becarios a Chile y también una evaluación internacional de los programas de doctorado nacionales. Las recomendaciones de esta Misión no fueron atendidas por las autoridades nacionales pero si fueron valoradas por una Comisión de expertos de la OECD y el Banco Mundial, que también recomendaron la idea propuesta por el Consejo de Rectores
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de las Universidades Chilenas que postuló que un porcentaje significativo de las Becas Chile fueron otorgadas como “Beca Institucionales”. Esta modalidad implica el otorgamiento de paquetes de becas a una institución (Universidad o Centro de Investigación) para que en un convenio con una o varias instituciones extranjeras creen un núcleo en un área relevante para Chile que necesite reforzarse. Esta modalidad está actualmente siendo considerada. El actual gobierno ha introducido importantes modificaciones en el financiamiento de Becas Chile y ha reducido el número de las becas que están siendo otorgadas en el extranjero mientras se aumentan el número de becas en el país y se impulsa la internacionalización de los programas de doctorado nacionales. También se esta avanzando en una colaboración con la National Academy of Sciences de Estados Unidos para hacer una evaluación internacional de los Programas de Doctorado de Chile. 4. Acreditación de los Doctorados Ya hemos informado sobre la importancia que ha tenido el Programa Mejoramiento de la Calidad y la Equidad en la Educación Superior (MECESUP) en el fortalecimiento y crecimiento de los Programas de Doctorado en Chile. Este mismo Programa también ha tenido efectos muy positivos en la modernización de los pregrados y en la acreditación de la calidad de las instituciones y los Programas de Educación Superior. En este último ámbito en el año 2000 se creo una Comisión Nacional de Acreditación de Postgrado (CAP) que funcionaron hasta el 2006 en forma experimental y que generaron la experiencia necesaria para lograr la aprobación de una Ley de Acreditación Universitaria que fue promulgada en Octubre del año 2006. Esa Ley creo la Comisión Nacional de Acreditación que tiene la responsabilidad de acreditar a las instituciones y a los Programas de Doctorado y de acreditar a agencias acreditadotas de programas de pre-grado y/o de Magister. La CNA ha adoptado un mecanismo de acreditación que coloca a los programas de doctorado que considera merecedoras de recibir la
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acreditación en grados de calidad que se expresan en el número de años de acreditación (entre dos y diez años). La mayoría de los programas de doctorado están acreditados (cerca del 85%). Considero que las categorías del Programa Nacional de Postgrados de Calidad de México que tiene 4 categorías que incluyen: Reciente, en Desarrollo, Consolidado, Internacional es un mejor sistema que el usado en Chile. El sistema CAPES en Brasil sitúa a los programas en niveles 1 al 7. Los programas mejor calificados (6 y 7) reciben financiamiento especial y los programas evaluados como 1 o 2 son cerrados. Como en la ciencia, el único nivel aceptable es el internacional, parece muy recomendable que se instale más colaboración entre los países de América Latina y con otras regiones del mundo para uniformar y fortalecer los sistemas de evaluación y acreditación de los postgrados en nuestros países. 5. Los Doctorados en el contexto Latinoamericano En general, durante la última década, el número de doctores graduados en América Latina se ha incrementado fuertemente7. Esto es avalado por los datos recopilados por la RICYT (Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología). Reproduzco en la siguiente tabla algunos de los datos que se dan en sus indicadores.
7 Lucas Luchilo (Compilador). Formación de Postgrado en América Latina. Políticas de apoyo, resultados e impactos. Eudeba, Universidad de Buenos Aires, 2010. ISBN978950-23-1740-3.
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Tabla 4. Graduados con Grado de Doctor País Argentina Brasil Chile Colombia Cuba México Uruguay Venezuela
2000 218 5.348 83 29 291 1.035 18 85
2008 746 10.611 395 152 600 4.144 28 335
Total América Latina
7.138
18.243
Como se verá de la tabla anterior, en casi todos los países, con la excepción de Brasil, ha habido incrementos de 300% o más en el número de doctores graduados en los primeros 8 años de la primera década del siglo XXI. Brasil es la excepción pues lleva más de 30 años manteniendo una Política de Estado que le ha otorgado altísima prioridad a la formación de recursos humanos. Esa política explica por qué ese país con solo el 34.7% de la población graduaba el 2008 el 58% de los doctores de toda la región. La heterogeneidad antes mencionada se mantiene vigente y hay un número importante de países que todavía no han instalado programas de doctorado que puedan capacitar a investigadores para desempeñarse en la sociedad del conocimiento del siglo XXI. Esta situación amerita que continuemos luchando por fomentar la colaboración regional para posibilitar que esta capacidad se pueda generar en los países más rezagados con el fin que puedan usar la herramienta de la ciencia la tecnología y la innovación para mejorar la calidad de vida de sus pueblos.
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. Caracas, Venezuela Año IV, Nº 8, 2012, pp. 55-86.
Jennifer Bernal y Klaus Jaffé PROPUESTAS DE LOS INVESTIGADORES EN CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN VENEZOLANOS
ABSTRACT
RESUMEN Se presenta una imagen colectiva de las aspiraciones de la comunidad científica venezolana en cuanto a las políticas deseables en Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI ). Una consulta electrónica amplia y abierta a más de 13.000 investigadores y actores en CTI, determinó las preferencias sobre estas políticas y recomendaciones para el gobierno nacional a ser electo en Octubre del 2012 en Venezuela. La encuesta utilizó el programa Survey Monkey, e incluía una pregunta sobre las propuestas programáticas y políticas en cuanto a CTI que tuviera el encuestado. El trabajo presenta el análisis de las 1.069 encuestas recibidas.
We present a collective picture of Venezuelan scientific community wishes regarding desirable national policies for Science, Technology and Innovation (STI). A broad and open electronic consultation to more than 13,000 researchers and related people in STI, determined the preferences for these policies, as a recommendations to the national government to be elected in October 2012 in Venezuela. The survey used the program Survey Monkey and included a question asking for recommendations on STI programs and policies. The paper presents the analysis of the 1.069 questionnaires received. Keywords: Policy, Science, Technology, Innovation, Venezuela
Palabras clave: Política, Ciencia, Tecnología, Innovación, Venezuela.
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1. Introducción El presente trabajo pretende servir de ejemplo de una imagen colectiva de lo que deberían ser políticas en ciencia, tecnología e innovación de un país latinoamericano. Como parte de una iniciativa política en la campaña para las elecciones presidenciales del año 2012 en Venezuela, un grupo de investigadores y actores en Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) diseñó un proceso de consulta amplio y abierto para determinar las políticas a ser implementadas por un eventual nuevo gobierno a ser electo a finales del año 2012. En el sector Ciencia, Tecnología e Innovación, la comisión responsable para la elaboración de estas recomendaciones consideró conveniente consultar al mayor número posible de personas que actúan en este sector. Se utilizó el registro del fallecido Programa de Promoción del Investigador de Venezuela y las listas de academias y universidades, lográndose recolectar sobre las 13.000 direcciones de correo electrónico. A estas personas se les envió un cuestionario abierto, utilizando el programa Survey Monkey, en el cual se incluía una pregunta sobre las propuestas programáticas y políticas en cuanto a Ciencia, Tecnología e Innovación que tuviera el encuestado. En este trabajo se presenta el análisis de las Propuestas para el área de Ciencia y Tecnología recibidas 2. Método Se realizó una revisión profunda de cada una de las respuestas abiertas de la muestra total (n=1.069) de encuestados. Las respuestas se desagregaron en dimensiones generales que abarcan aspectos relacionados con la finalidad de la ciencia, la capacitación del recurso humano, los programas de estímulo a la investigación, la gerencia del Ministerio de Ciencia y Tecnología, el fortalecimiento de las instituciones públicas y privadas, el presupuesto y salarios de los investigadores, el marco jurídico para el diseño, implementación y evaluación de proyectos de ciencia y tecnología, la política vinculada a la Ciencia y Tecnología, la necesidad de las regiones de participación en los proyectos de investigación, las tecnologías de información y comunicación, el suministro y mantenimiento de los
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equipos de laboratorio u otros medios de apoyo a la investigación, procesos de evaluación, seguimiento y control, y por último ideas específicas de proyectos de investigación propuestas. Es posible que existan puntos de convergencia entre muchas de estas dimensiones, debido a la vinculación que existe entre sí. 3. Finalidad de la ciencia En las propuestas se hizo énfasis en no perder la esencia de la investigación científica. Muchos los investigadores (>75%) coinciden en la esencia de la investigación para la solución de problemas concretos del país. Los comentarios así lo refieren: o Buscar resultados que contribuyan al desarrollo integral de la nación. o Articulación para dar respuesta concreta a los problemas del país. o Priorizar la investigación en las áreas que revelen las necesidades reales del país. o Estudiar y consultar respecto a criterios de pertinencia social desde toda área de conocimiento. o Los proyectos científicos financiados deben estar dirigidos a problemas científico-tecnológicos nacionales. o Promover proyectos de investigación en las universidades, en áreas prioritarias para el desarrollo educativo del país. o Darle mayor impacto social a los resultados de investigaciones a través de instituciones planificadas para tal fin (INCE, Fundación de Instituto de Ingeniería). o Que se suprima la visión del corto plazo y se asuma el problema de la ciencia con un proyecto de país al largo plazo. Un buen número de investigadores (20%) enfatiza sobre el valor de la
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ciencia. Hay defensores de la ciencia básica, mientras que otros apuntan a la necesidad de incorporar las ciencias humanísticas en la investigación: o No seguir el juego al discurso de la “ciencia útil o ciencia inútil”. Por definición todo conocimiento es útil y si alguien es responsable de la no aplicación de los resultados científicos es el Estado. o Darle su justo valor a la investigación básica. o Considerar todas las áreas del conocimiento: desde las Ciencias duras hasta las Ciencias humanísticas, sociales, entre otras que inciden directamente en el conocimiento del colectivo. o Eliminar la dicotomía ciencia aplicada y ciencia pura, ciencia de izquierda y de derecha. Es urgente hacer ciencia para todos. Algunos (20%) de los elementos para hacer ciencia que deben estar presentes en los científicos son: o La creatividad. Enseñar sobre creatividad en todos los contextos educativos. Debemos formar personas con pensamiento creativo y crítico a la vez. Usualmente como investigadores somos muy analíticos, lógicos, usamos la razón y menos la imaginación. o Garantizar un clima de libertad para investigar en áreas que estimulen la creatividad del investigador. o Un Sistema de producción de conocimientos basado en baremos de excelencia, productividad, creatividad. o Colocar la ciencia en armonía al desarrollo sustentable. Pocos (<10%) señalaron el carácter popular que debe tener la ciencia: o Mantener la propuesta de popularización reorientando sus actividades destinadas a acrecentar la cultura científica y tecnológica, dándole un fuerte impulso y no dejarla como una mera actividad de divulgación, conceptos limitantes y poco cónsonas. o Mantener el reconocimiento a los saberes populares y ancestrales; estimular el reconocimiento de capacidades que no tienen formación formal.
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o La obligatoriedad de incorporar los conocimientos y tecnologías propios de las comunidades en los resultados y desarrollos de investigaciones. o Definir un discurso político que transmita el mensaje de que la ciencia y la investigación, lejos de ser oficios secuestrados por la oligarquía, son actividades necesarias para la transformación social. 4. Formación y capacidad del recurso humano Un numeroso grupo de investigadores (75%) resalta la necesidad de atraer a los científicos que viven fuera del país. Algunas consideraciones al respecto son: o Garantizar que los investigadores y grupos de investigación retornen con sus aportes científicos la inversión. o Evitar la fuga de cerebros. Atraer a los que se fueron con incentivos económicos e infraestructura y recursos. o Plan de emergencia para recuperar la capacidad científica del país. Se destaca la necesidad de estrechar lazos con otros países (20%), a manera de intercambios, formación capacitación, entre otros: o Intercambio de investigadores con otros países. Intercambios de formación de personal en otros países. o Invitar investigadores extranjeros, para dictar cursos, charlas y asesorar algunos proyectos. o Traer profesores especializados del extranjero, para la formación de investigadores, ya sea para el dictado de asignaturas específicas o de cursos de actualización, con eso se ahorra dinero y se forma más personal. La meritocracia es realzada por muchos científicos (75%). Restablecer jerarquías científicas basadas en indicadores de la meritocracia científica, incluida las medidas de pertinencia que requiere nuestro sistema.
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o Colocación de gente competente en cargos de decisión o gerencia. o Retornar a los concursos para los cargos directivos y de investigadores y administrativos. o Diversidad de investigadores de diferentes niveles jerárquicos en la toma de decisiones. PLURALIDAD. o Meritocracia académica, la base de datos del PPI debería de ser retomada y respetada (conozco investigadores PPI III, que no son PEI!!!). o Sincerar quienes realmente somos investigadores y hacemos investigación... Revisar cada expediente minuciosa y exhaustivamente y hacer seguimiento en cada caso particular y clasificarlo por méritos académicos. o La designación de las autoridades de los centros de investigación por concurso. (poco frecuente). Mejorar la calidad de los investigadores y docentes (50%): o Necesidad de actualización tecnológica. o Elevada calidad de los docentes e investigadores: 1. Es necesario un programa amplio de formación de docentes a todo nivel, quizás a través de las estructuras universitarias existentes o quizás a través de una nueva estructura que se consolide con un equipo de profesionales preseleccionados. o Desarrollo de las competencias para la redacción y para la presentación de trabajos de investigación. o Exigir que todos los profesores universitarios tengan nivel de maestría (esto habría que hacerlo progresivamente). o Introducción de la “Epistemología del Conocimiento Científico” como materia obligatoria de los cursos de maestrías y doctorados. o Proponer leyes que fortalezcan y permitan la obtención de doctorados al personal académico de las universidades.
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o Calidad docente de ciencias a todos los niveles de la Educación. o Se necesita tener un inventario de cerebros: con cuántos investigadores y en qué especialidades contamos para desarrollar ciencia y tecnología. La Fundación Polar hace años hizo un censo pero desconozco cuán actualizado está (<5%). Actualizar y mejorar los pensum de estudio a todo nivel (25%). o Revisión de currículos académicos de las universidades, para adecuarlos a las necesidades del país. o Fortalecimiento de programas de ciencia y tecnología en las escuelas, programas educativos en materia de tecnología a través de los medios de comunicación. o Creación de un Modelo de creación de Programas para las Asignaturas de grado y postgrado, mediante el modelo internacionalmente utilizado “POR COMPETENCIAS”. o Organizar programas de formación ambiental y ciudadana. o Formación en el paradigma cualitativo en las universidades nacionales Incluyendo la UBV. o Programas de popularización de la ciencia. o Actualización de los programas de estudio, en particular para la educación básica. o Incorporar la enseñanza en idiomas desde la Secundaria, por lo menos dos idiomas a seleccionar, reincorporar el latín a nivel de las carreras humanísticas. o Ofrecer cursos técnicos (carpintería, mecánica automotriz, herrería y soldadura, etc.) al estudiante de secundaria, para así dar promoción a estos oficios entre la población joven. o Que dentro del currículo escolar la investigación tenga más visibilidad y se incorpore como ejes transversales desde el primer nivel educativo.
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o Desarrollar, por medio del Servicio Comunitario Universitario, cursos de tecnología para las comunidades rurales, indígenas, etc. Existen varias ideas para mejorar la generación de relevo en ciencia (20%): o Empezar a crear una generación de relevo interesada en investigación y no solo en impartir clases. o Involucrar a las nuevas generaciones. o Proponer centros de formación de investigadores noveles. o Formación de talento humano protegido por el Estado para que se dedique a investigar e innovar. o Crear un plan agresivo para formación de los recursos humanos necesarios en los próximos 10 años. o Crear una política de promoción nacional e internacional de los profesionales jóvenes recién graduados con estudios de cuarto nivel. Las mejoras en el acceso y calidad de todos los niveles de educación (75%): o Diseño de estrategias que garanticen el acceso a estudios de cuarto nivel. o Es necesario fomentar programas para la formación para el trabajo, que se inicien en la escuela básica y se consoliden en la educación media y superior. Estos programas deben ubicarse en zonas cercanas a los sectores populares. o Que se puedan organizar casas tecnológicas e Innovadoras en las comunidades para uso específicamente de jóvenes que puedan acudir luego de sus clases. Es algo que puede ser muy atractivo para el adolescente que pasa la mitad de su día sólo y en la calle. o Que en las cárceles se les ofrezca a los presos la oportunidad de desarrollo de tecnologías, a través de cursos, se les dé un computador y se les permita la integración a través de ella con la
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comunidad. Y porque no, desde esos espacios generar empleo a través del desarrollo de tecnologías. o Sembrar desde la educación inicial (preescolar) hasta la mediadiversificada, el interés por la Ciencia, Tecnología e Innovación. Sensibilizarles su importancia para el desarrollo de un país. o “Enseñanza de la Ciencia, Tecnología e Innovación” como parte de los currículos de pre-grado. o Convocar a académicos, profesionales de diversas áreas que quieran contribuir con LA EDUCACIÓN: preescolar, primaria, diversificada, Superior y de la SOCIEDAD utilizando valores. o Incentivar desde las empresas del estado la creación de la figura de pasante industrial postgraduado para los docentes universitarios de escala. o Mejorar la educación primaria: de 6 a 12 años: que aprendan bien todos los niños a escribir BIEN, a leer BIEN, y a contar, sumar, restar, dividir y multiplicar BIEN. Sin estar con la tontería de la calculadora ni que lleguen inclusive a estudiantes de doctorado. o Evaluar el rendimiento de alumnos de 15 años en áreas temáticas clave como matemáticas, lenguaje y ciencia. Programas de estimulo al investigador son frecuentemente mencionados (75%): o Estimular el conocimiento e interés por las ciencias básicas y el desarrollo de la investigación desde la secundaria (bachillerato). o Fortalecer los postgrados nacionales. Estímulos de becas a estudiantes. o Propiciar programas de formación a nivel de maestrías y doctorados. o Rescatar las becas para ir a formarse al extranjero. o El reimpulso firme a las actividades de desarrollo escolar, específicamente las casi desaparecidas Olimpiadas Matemáticas,
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Físicas y Químicas, las desaparecidas Olimpiadas Petroleras y de Informática, las Ferias de Ciencia en colegios y liceos. o Establecer programas de alfabetización informacional y tecnológica para los ciudadanos a través de los Consejos Comunales y la incorporación de estudiantes universitarios aplicando la Ley del Servicio Comunitario. o Promover la carrera de científica e imagen del investigador en la comunidad. o Facilitar educación de calidad en las universidades tratando de encontrar un equilibrio entre cantidad de estudiantes, pruebas de aptitud para buscar los mejores sin importar su situación económica, es decir ayudar a los necesitados pero que sean buenos. o Descarga académica a los docentes comprometidos con las actividades de ciencia, tecnología e innovación. o Implementación de un sistema que otorga bonos reales según logros que acuerdan con prioridades nacionales. o Oferta regular de fondos para la investigación, bien suministrados de manera transparente y meritocrática. o Los investigadores deben tener estímulos y remuneraciones de acuerdo a la cantidad y calidad de proyectos, publicaciones y formación de talento humano. o Concretar los requisitos exigidos para poder solicitar un financiamiento a instituciones ligadas a los ministerios. o Estímulo a los tutores de investigación. o Creación y convocatorias de becas que permitan a los jóvenes egresados realizar estudios de postgrado en el país. Implementación del Premio a la Excelencia Educativa e Investigativa. o Necesitamos incentivar a los equipos de investigadores (monetaria e intelectualmente).
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o Programas de apoyo, subvención y financiamiento a todos los niveles de investigación, desde el bachillerato hasta niveles doctorales. o Incentivo a los residentes de los postgrados de medicina en investigación. La eliminación del programa de promoción al Investigador (PPI) y el nuevo Programa de Estimulo a la Investigación PEI ha sido motivo de preocupación de un numeroso grupo de científicos (>85%). Al respecto se detallan algunos comentarios: o Rescate del PPI, Mejoras del PEI. PEI más eficiente. o Mayor incentivo a la presentación de proyectos a los investigadores y docentes. o El rescate del PPI, y de la calidad de dicho programa, que sea un programa con el mismo nivel de exigencia, para que la participación sea de calidad. Algunas otras propuestas (<10%) que podrían estimular o permitir organizar a los científicos, innovadores e incluso a las empresas privadas son: o Concurso de Genialidades e ideas para Venezuela. o Organizar un congreso (arbitrado) nacional de investigadores, con invitados internacionales, en el cual se presenten propuestas para el desarrollo científico en Venezuela. o Debe incentivarse a las empresas para que promuevan la innovación y la introducción de nuevas tecnologías en cooperación con las universidades. o Diseñar un Programa de incentivos y seguridad social para investigadores conjuntamente con la empresa privada como una manera de garantizar la producción y aplicación del conocimiento generado.
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o Escoger los 100 egresados cada año en todas las áreas del quehacer científico y tecnológico del país y formarlos en el exterior o en su defecto en el país. o Inventario de cerebros: con cuántos investigadores y en qué especialidades contamos para desarrollar ciencia y tecnología. La Fundación Polar hace años hizo un censo pero desconozco cuán actualizado está. 5. Instituciones Poseer instituciones gubernamentales, no gubernamentales, una empresa privada sólida, universidades públicas y privadas e instituciones eficientes son requeridas por los científicos. Destaca la necesidad de que las instituciones en el área necesitan ser dirigidas por personal capacitado en el diseño e implementación de políticas científicas. Existe una necesidad expresada (<10%) de rescate de instituciones, de los parques tecnológicos, de incentivos a la empresa privada: o Estimular la formación de programas que se incorporen en las empresas del Estado y del sector privado, con una supervisión adecuada. o Incentivar a la pequeña y mediana industria a realizar proyectos de mejoramiento de procesos industriales, con la participación de profesionales universitarios. o Rescatar el parque científico y tecnológico del país, evaluarlos y apoyar su incorporación al desarrollo nacional. o Rescate de institutos como los INIA dedicados a la investigación. o Rescatar la concepción original del INCE. Incentivar la formación de más y mejor personal técnico auxiliar para laboratorios. o Desarrollar la Zona industrial universitaria para el diseño, construcción, puesta en marcha y mantenimiento de instalaciones tecnológicas.
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Una buena parte de los científicos (25%) coinciden en proponer la creación de nuevos centros de investigación, institutos, entre otros; también se hace presente la propuesta de fortalecimiento de otros: o Crear institutos de investigación a lo largo y ancho del país. Diseño de un espacio de encuentro para la producción de conocimientos Universidades-Empresa-Sociedad civil. o Crear Centro Nacionales de Investigación y Servicio (por áreas específicas) Esos Centros, prestarían apoyo a las instituciones que lo requieran. La idea sería hacer una muy buena dotación de equipos y suministros, en los Centros de referencia. o Promover las relaciones entre los grupos de investigación latinoamericanos. o Fomentar la integración entre Estado-Universidad-Empresa. o Creación de centros de investigación y desarrollo en diversas zonas del país. Institutos como el CIEPE en Yaracuy e INZIT en Zulia son ejemplos de ello. o Creación de una casa de estudios especializada en el estudio, investigación y desarrollo de bienes y productos derivados de la industria metalúrgica. o Fortalecer las Fundaciones de Ciencia y Tecnología (Fundacite). Creación de un Sistema Nacional de Institutos de Investigación. Existe la necesidad de unión, de creación de alianzas estratégicas, vínculos entre sí para lograr una mayor fortaleza (20%), lo cual es detallado en los siguientes comentarios: o Alianzas, convenios entre instituciones en Venezuela, América Latina y el Mundo. o Hay que abrir las universidades venezolanas al exterior, aumentar los cursos conjuntos con universidades de primer nivel de USA, Europa, Japón. También es importante mirar hacia Brasil. o Crear redes entre ellos. 67
o Trabajar en conjunto con la investigación de TODAS las universidades e institutos superiores. o Establecimiento de convenios de cooperación con instituciones internacionales. o Creación de nuevos centros de investigación y desarrollo, centros de proyectos aplicados. o Estimular la conformación de grupos interdisciplinarios de conocimiento para configurar la propuesta alternativa al modelo productivo socialista. o Ampliar las redes de unidades móviles que sirve de apoyo a las comunidades que están aislada. o Aumentar los convenios con otros países a fin de preparar el recurso humano con el que contamos. o Un plan de integración entre la industria, las universidades y el estado, con el propósito de motivar el mejoramiento de la productividad industrial. o Proyecto de parques tecnológicos asociados a Universidades. o Establecer convenios operativos. Transferencia tecnológica y de cooperación técnica internacional con organismos e instituciones de alto reconocimiento académico y desarrollo político, intelectual y cultural. o Convocar a científicos de institutos y universidades para proyectos en conjunto en ciencia básica y aplicada para la búsqueda de soluciones. o Observatorios: Todos los territorios deberían de contar con observatorios que promuevan la visión del desarrollo sostenible del país, y el ministerio debería de manejar la gran visión del desarrollo para promoverlo en el mismo y accionar con la preparación. o Contactar a empresas como HP, DELL y otras de informática y electrónica para que instalen sucursales para fabricar dispositivos
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electrónicos en el país y exportar como hacen varios países de Centroamérica como Costa Rica. El espacio físico de las bibliotecas necesita ser rescatado y con acceso para la población usuaria (10%): o Crear nuevas bibliotecas o mejorar las existentes en universidades y/o centros de investigación. o Optimización del uso de espacios físicos en desarrollos urbanísticos. o Que se desarrollen propuestas de creación de centros de bibliotecas virtuales en cada punto del territorio nacional. o Establecer redes de bibliotecas públicas con espacios propios para el uso de las tecnologías y servicios de información a la comunidad. Otros espacios institucionales con propuestas diversas también son mencionados (<10%): o Crear conciencia en ASOVAC y las organizaciones de investigación universitaria y de otras instituciones del sistema acerca de los peligros que implica el actual proyecto político para el futuro del sistema. o Crear una oficina para gestión y formulación de proyectos internacionales y de acceso a recursos económicos. o Hacer un estudio y análisis de las Instituciones Tecnológicas y Universitarias que existen actualmente en el país. o Incorporar a la industria como motor esencial en el desarrollo tecnológico y de innovación. o Incrementar el número de oficinas de atención al investigador. o Establecer oficinas en cada Universidad que rompan con la burocracia estatal para la asignación de recursos y recepción de propuestas de investigación.
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6. Marco jurídico: LOE, LOCTI Muchos de los investigadores (50%) hacen mención al marco jurídico que guíe a la ciencia. Algunos instrumentos ya existen como la LOCTI, el cual es numerosamente comentado: o Hacer que todas las universidades públicas (verdaderas) sean autónomas. o La creación de leyes de ESTIMULO a las empresas que hagan innovación, mejorando la anterior LOCTI (eliminar la actual) y dando exenciones arancelarias u otro tipo de estímulos a las empresas que aporten patentes, que generen innovaciones productivas. o Hacer que la LOCTI sea un claro instrumento para el acercamiento de las empresas a centros de investigación para contribuir a la creación de nuevas empresas acorde con el avance tecnológico que brinden más fuentes de trabajo a nuevas generaciones. o Resolver el marco jurídico alternativo al reconocimiento de las comunas como sujetos de la LOCTI. o Elaborar un proyecto de Ley que promueva (no obstaculice) la C T e I. Hay sugerencias de mejoras o de cambios en la LOCTI: o Diseñar mecanismos para implementar la LOCTI de manera efectiva, de forma tal que los problemas de la industria sean realmente investigados por estudiantes financiados por ella misma, y coordinados por un tutor académico. o Incorporar la popularización/divulgación como parte de los proyectos de investigación a financiar por la LOCTI. o Que se modifique la Ley Orgánica de Educación, para contemplar la Ciencia, Tecnología e Innovación. Que sea tema de los nuevos diseños curriculares, aprovechando la experiencia de Fe y Alegría que tiene trabajando una década en ello.
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o Integración masiva de todos los actores en la elaboración de la nueva Ley de Universidades. o Reformar la LOCTI 2010, pero en caso de no poder hacerlo por la vía legislativa, a través de normativas y disposiciones buscar establecer la relación con la Industria. o Usar la Ley de Ciencia y Tecnología para financiar el acceso a la información científica de manera centralizada (sale más barato), usando los recursos de internet. Ver por ejemplo como esto ha sido implementado en Brasil por la agencia gubernamental CAPES. o Descentralizar los aportes de la LOCTI. o Reformar el ONCTI para que sea un verdadero observatorio de CTI, que permita reconducir cualquier política cuando los resultados no son los correctores. o Que se establezca en las Universidades en cargo de “investigador”, a diferencia del cargo “docente”, con todas sus implicaciones. o El acceso al registro de patentes y el aseguramiento de la propiedad intelectual debería estar garantizado. o Armonizar las normas relacionadas con la gestión de la Propiedad intelectual, para diseñar incentivos a la innovación de los creadores libres (cualquier ciudadano capaz de innovar) que no están afiliados a centros de investigación o academias. o La Fonacit como organismo rector y CDCH de las universidades deben fijar líneas de interés de la nación y otorgar prioridades sin descuidar ni menospreciar la investigación básica fundamental. 7. Presupuestos y financiamiento de las Universidades y Centros de Investigación La necesidad de un presupuesto justo para las universidades y centros de investigación es la dimensión más frecuente (>85%) presente en todos los científicos encuestados.
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Ellos lo refieren así: o Inversión del 10% del PIB nacional para investigación científica y tecnológica. o Presupuestos justos para las universidades y centros de investigación. o Fomentar que los innovadores obtengan resarcimiento económico y social de sus inventos y mejoras. o Salarios dignos para los investigadores. o Aumentar los sueldos de personal científico a un nivel mas homologo con estándares nacionales. o Homogenizar los ingresos salariales, dependiendo del nivel académico, a toda la población científica (doctor, profesional, técnico). Algunos científicos aportan ideas para solventar la crisis presupuestaria (20%) que afecta a las universidades y centros de investigación: o Creación de fondos de financiamiento incluyente para la investigación en las universidades del país. o Creación de un fondo de financiamiento privado para proyectos propuestos por la industria. o El sistema bancario debe tener disponibilidad para ofrecer capital semilla y capital de riesgo a emprendedores que surjan de las universidades, a partir de proyectos con escalamiento industrial. o Creación de fondos de financiamiento incluyente para la investigación en las universidades del país. o Obligar a las empresas del estado y a las FAN a financiar proyectos de Investigación. o El presupuesto destinado a entes científicos debe tener una parte “intocable” que solo se dedique al factor ciencia y no se desvíe a otros propósitos.
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o Realizar cálculos realistas y proyectivos, sobre el presupuesto requerido para el área de C T e I y la porción de presupuesto nacional con el que se podrá contar debido a variables macroeconómicas. o Inversión en ciencia y tecnología de acuerdo a estándares de la ONU. o Diversificar las fuentes de financiamiento a la investigación. o Innovar en programas de financiamiento a postgrados a nivel nacional e internacional. o Crear planes de financiamiento para estudios en áreas prioritarias para el crecimiento tecnológico de la industria nacional no tradicional. o Promover, a través de diferentes mecanismos e incentivos, las fuentes de financiamiento, públicas y privadas, para la sostenibilidad de las actividades del sector de ciencia y tecnología. Es una necesidad presente la disminución de los trámites burocráticos vinculados a la aprobación de los proyectos que buscan financiamiento (25%): o Disminuir el tiempo de aprobación de los proyectos. o Volver a tener convocatorias anuales para la introducción de proyectos. 8. Política La necesidad de desvincular los procesos de ciencia y tecnología de la política fue frecuentemente mencionado (75%), como uno de los factores que atentan con la transparencia, la meritocracia y la esencia en el quehacer científico: o Despolitización de la ciencia. o Debe erradicarse la politización. Jamás podría caer un nuevo gobierno en el error de éste, de promover la lealtad política sobre las capacidades y logros académicos.
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o Asumir el régimen de la política pública como la unidad programática principal en contraposición con el tradicional subsistema de políticas, que ha resultado escasamente integrador. o Establecer dentro de la autonomía universitaria, la llamada Autonomía en la investigación. Implica que se proteja la actividad de investigación de las propias autoridades universitarias que muchas veces menoscaban el valor de la academia universitaria. o Fortalecer la autonomía universitaria y de investigación. Algunas sugerencias (<10%) concretas vinculadas a la aplicación de políticas en el área de Ciencia y tecnología señalan: o Establecer políticas a corto plazo dirigidas a desarrollar la Ciencia y Tecnología en áreas vitales (salud, energía, agricultura, hidrocarburos, siderúrgica, farmacología, alimentos). o Creación de un plan nacional que responda a: a) las demandas nacionales y regionales; b) el estado del arte nacional y regional en materia de C T e I. o Actualización de los instrumentos de política científica para promover la ciencia, la tecnología y la innovación a través de las experiencias exitosas de Brasil. o Que el sector político se deje asesorar del sector científico nacional. o Crear políticas que permitan que las comunidades accedan a los entes de investigación planteándoles los problemas que ameritan ser solucionados por medio de la investigación. o El impulso firme a políticas como “Compre Venezolano” en áreas de nuevas tecnologías, como bioingeniería, materiales, petroquímica, software e informática, equipamiento científico, etc. o Abrir la mentalidad de los investigadores y científicos para que estrechen vínculos con los nuevos políticos. o Formalizar la el registro de patentes y derechos de Propiedad Intelectual en Venezuela, respetar los acuerdos internacionales en cuanto a propiedad intelectual internacionales.
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o Rebajarle impuestos a aquellas industrias que contribuyan económicamente con laboratorios de investigación nacional. o Eliminar los aranceles de importación para los insumos y equipos. No es posible que un reactivo cueste 100 $ en USA y aquí te cueste 20.000 Bs. y 3 meses para que te llegue y que lo más triste de todo se dañe porque se fue la luz!!!! para la ciencia. o Declarar la Política Ambiental Nacional o cualquier otro instrumento que garantice el desarrollo de todas las actividades con criterios de sustentabilidad. o Proyecto de Ley sobre Diversidad Humana que permita atender de manera puntual a ciudadanos y ciudadanas con minusvalías, discapacidades y deficiencias en las universidades con igualdad de oportunidades, con el propósito de luchar contra el flagelo de la ex… 9. Mayor participación de las regiones (15%) Varios participantes de algunas regiones del país manifiestan la necesidad de comunicación y participación en los procesos vinculados al área de ciencia y tecnología. o Descentralización de la gestión pública en ciencia, tecnología e innovación. o Cierta descentralización. o Considerar proyectos regionales. o Desarrollo de un Museo de Ciencia por Estado. o Regionalización del IVIC. Se necesita un Instituto de Investigaciones en cada Estado dedicado a los problemas de cada estado. o Dedicar parte de la inversión de Estado en ciencia a desarrollar competencias investigativas en las entidades federales con menor desarrollo relativo, siempre acordes con las necesidades y potencialidades de la región y del país.
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o Ampliar, acelerar y reestructurar facilitando aún más el apoyo, financiamiento, becas y recursos destinados a la investigación a nivel nacional y especialmente en la provincia y estados más alejados de la capital. o Creación de centro nacional de investigación e innovación en seguridad agroalimentaria tropical en el estado Portuguesa. o Descentralizar los presupuestos por estado dependiendo del baremo de investigadores regionales y sus aportes. o Reactivar los Laboratorios de Diagnóstico Regionales que existen casi abandonados en más de 10 estados y apoyaban a los productores agropecuarios. o Municipalizar la ciencia, tecnología e innovación creando centros de coordinación de los planes y proyectos del estado venezolano en esta área. o Hacer eventos científicos en los estados del país que enriquezcan el conocimiento y poder difundir lo que se hace en las regiones de nuestro país. o Que las ecisiones en la materia no sea producto de una élite, por lo general concretada en Caracas (centralista), sino que exista participación de los distintos actores regionales y nacionales, tanto privados como oficiales. 10. Evaluación, seguimiento y control Los procesos de monitoreo, evaluación, control y hasta sanciones por incumplimiento en los proyectos de investigación fueron señalados por algunos de los investigadores (15%). En términos generales proponen que esté presente en cada uno de elementos que vinculados al quehacer científico y tecnológico. Elaborar programas de evaluación y control para:
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o Cumplir con la institucionalidad requerida en las normas. o Revisar los programas relacionados con la capacidad de innovación tecnológica de los sectores públicos y privados. o Evaluar en el tiempo que corresponda la calidad de nuestras publicaciones periódicas. o Establecer parámetros que permitan evaluar el rendimiento académico de nuestras instituciones de educación superior. o Que la evaluación de la ciencia la hagan científicos. o Plan de seguimiento a los equipos tecnológicos. o Necesitamos ser exigentes en los resultados de las investigaciones: premio y sanción. o Evaluación de los espacios físicos donde se desarrollaran proyectos. o Hacerle el seguimiento y la contraloría necesaria a los centros de investigación o proyectos investigativos. o Promover una correcta fiscalización del dinero que se está empleando en ciencia y tecnología en el país. o Evaluar bien los investigadores antes de darles el dinero. o Hacer monitoreos permanentes en los nuevos gerentes para evaluar su desempeño. o Evaluación previa de los investigadores que serán árbitros para programas de apoyo o financiamiento. o Estos proyectos deben estar fiscalizados, no solo por la administración nacional sino por una comisión ética, para que cumplan sus objetivos. 11. Fortalecimiento de los Sistemas de Tecnología, Información y Comunicación (TIC) Esta dimensión fue ampliamente mencionada como uno de los motores para la optimización del área de ciencia y tecnología. Un proponente
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destaca la necesidad de Crear un Organismo Oficial que regule, apoye, incentive y premie, todos los aspectos relacionados con la incorporación de las Universidades e Institutos Educativos, a la Educación a Distancia y a las Redes Sociales como tecnología educativa. Algunas propuestas se refieren a la mejora en el acceso a medios tecnológicos que faciliten la búsqueda de información, mejoren los sistemas de comunicación y permitan una mayor eficiencia: o Acceso gratuito y de banda ancha en todos los centros educativos y de salud del país. o Garantía de conexiones telefónicas y por internet para los innovadores e investigadores. o Incorporación de Técnicas Modernas en “e-learning” y telecomunicaciones para enseñanza de ciencia y promulgación de la investigación e innovación. o Laboratorios de computación móvil con acceso a las comunidades. o Que todo venezolano y venezolana tengan el acceso a la compra de un computador y laptop. o Aumentar las opciones tecnológicas en las universidades nacionales (centros de navegación, incremento de la banda ancha de aquellas instituciones que se encuentran distribuidas por todo el territorio nacional, como es el caso de la UPEL). o Promover la educación en línea y a distancia. Otros mencionan el acceso a las bases de datos sobre investigaciones (<10%): o Bases de datos completas con información actualizada de investigaciones concluidas. o Tener acceso a las bases de datos científicas. El ministerio (ciencia y tecnología?) puede hacer la suscripción y tenerla en un servidor
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y que los investigadores, en sus lugares de trabajo, se conecten mediante proxy. o Diseño de estrategias para aprovechar toda la data suministrada por investigadores, incluso del PPI. o Debería existir un centro de recolección de datos derivados de los proyectos de investigación financiados por los diferentes entes del Estado, de tal manera que se puedan extraer los resultados más relevantes que permitan formular políticas públicas. Muchos detallan sobre la necesidad de que se divulgue el conocimiento científico oportunamente (>75%), para lo cual proponen diversas estrategias: o Que llegue la información a los investigadores. o Diseñar un repositorio abierto «amigable tecnológicamente» para registrar y consultar la producción científica de nuestras universidades. o Diseñar opciones suficientes con criterios de rigurosidad científica para la divulgación del conocimiento. o Propiciar la divulgación de conocimientos, mediante la participación de profesores/investigadores en cursos, talleres, seminarios, congresos tanto a nivel nacional e internacional. o Creaciones de medios de divulgación nacional, revistas científicas, fortalecer las pocas existentes. o Mejorar los sistemas de información a revistas de circulación internacional. o Incrementar a nivel nacional los números infocentro. o Una campaña agresiva a través de diferentes medios incluyendo redes sociales para capacitar al ciudadano en temas como el reciclaje, salud física y mental, salud sexual y reproductiva entre muchas, las TIC su uso y potencialidad a todos los niveles.
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o Reforzar a las revistas nacionales. Especial mención me merece Interciencia y la recuperación de Acta Científica Venezolana. o Se debe subvencionar, en los proyectos de investigación la adquisición de libros y artículos (20%). o Crear sistemas de orientación para la difusión de investigaciones. o Concientizar y culturizar a la población sobre los avances. o Fortalecer los medios de comunicación, que permitan suministrar información y respuesta clara, rápida, efectiva y eficiente a fin de que los científicos e innovadores puedan insertarse en los planes y proyectos según el área del conocimiento y necesidades del país. o Campaña publicitaria en los medios sobre los logros de ciencia y tecnología. o Capacitación tecnológica en la educación básica y diversificada para erradicar el analfabetismo digital. o Emprender campañas de educación en cuanto a ciudadanía. o Estimular y apoyar programas para la socialización del conocimiento (revistas, eventos). o Implementar puentes de comunicación entre quienes hacen investigación y quienes la administran a fin de conciliar un objetivo y lenguaje comunes. o Crear un sistema de consulta permanente para la planificación y ejecución de la política en C y T en el que se hallen representados todos los sectores. o Implementación de políticas de divulgación masiva de los productos investigativos. o Educación y comunicación en Biotecnología Agrícola como apoyo al desarrollo sustentable de comunidades rurales. o Impulsar una campaña de concientización al empresariado venezolano, sobre la necesidad de incorporar la innovación para ser más competitivo.
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o Gobierno electrónico descentralizado con posibilidad de resolver tus problemas en línea. o Crear un portal del ministerio que tenga acceso a todas las universidades e institutos de investigación con todas las revistas de alto nivel para que no se pague estos portales por cada universidad o instituto sino se pague una sola vez por el ministerio. o Activar espacios de diálogo en todos los segmentos sociales. o Organizar conferencias o seminarios con agricultores y productores para enseñarles las nuevas tecnologías (esto sería luego que se logre la reactivación de la moribunda agricultura en nuestro país). o Crear espacios virtuales en el internet para el intercambio de ideas de profesionales venezolanos ubicados en distintas partes del país y del mundo. o Hacer charlas periódicas en todas las universidades del país sobre ciencia, tecnología e innovación; nada político. 12. Unidades de apoyo a la investigación: suministro y mantenimiento equipos de laboratorios u otros medios de investigación Un problema que debe ser manejado por los investigadores día a día y que le resta tiempo para concentrarse en sus investigaciones es el acceso a los fondos para adquirir sus equipos o reactivos de laboratorio. Los trámites burocráticos y de acceso a la divisas resultan un problema que merece un espacio para discusión (50%): o Creación de un taller de mantenimiento a nivel nacional para la reparación, actualización y mantenimiento de los equipos existentes. o Mecanismo funcional para la importación rápida de insumos científicos sin costos exorbitantes. o Establecer un programa con el BID para la modernización de los equipos en la investigación.
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o Crear presupuestos para la inversión en equipos de última tecnología así como su manutención. o Procurar evitar el abuso de los proveedores. El tema de las aduanas debe estudiarse para corregir este enojoso asunto. o Soluciones efectivas que permitan el acceso de los laboratorios a redes de agua y luz. o Mejorar la seguridad para evitar los hurtos de valiosos equipos y para poder realizar los trabos de campo con la tranquilidad necesaria. o Consultar con la comunidad científica nacional la inversión pública y los criterios que deben considerarse. o Mejorar, fortalecer y diversificar los mecanismos de divulgación científicos y tecnológicos (publicaciones arbitradas, portales web, grupos técnicos, observatorios, etc.). o Dejar que los investigadores sean las personas que adquieran los equipos y materiales por ellos saben lo que necesitan. Otros que no tienen que lidiar con la burocracia de la adquisición de divisas y de equipos lo deben hacer para acceder a los insumos de investigación, tales como (<5%): o Los trámites para la colecta botánica y de fauna que sean depositados en los herbarios y colecciones de fauna. 13. Aspectos psicológicos Algunos aspectos psicológicos relacionados con la actitud, la confianza y la motivación fueron señalados, los cuales se mencionan a continuación (<10%): o Actitud de los dirigentes, políticos, científicos y personal de Ciencia y Tecnología. o Cambio de actitud, sugiero que el énfasis esté en construir.
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o Recuperar la confianza de la gente, de los funcionarios y el apoyo del equipo. o Trabajar la cultura del venezolano para construir un país digno, donde todo podamos vivir en armonía. o Inspirar a las personas para trabajar en grupos y desarrollar acciones colectivas para el bien común. o Motivar la creación de equipos de trabajo (en lugar de individualidades) en la solución de problemas concretos. 14. Proyectos de Investigación concretos propuestos (10%) o Diseñar programas de aprendizaje y asimilación en campos tecnológicos convergentes como energía solar barata, telecomunicaciones inalámbricas en áreas rurales y agricultura genéticamente modificada. o Desarrollo científico-tecnológico para generar tecnologías ambientalmente sustentables. o Recomiendo enormemente enfocar esfuerzos para la investigación y desarrollo en el ámbito de energías renovables (eólica y solar fotovoltaico y térmico). o Fomentar el uso de la materia prima venezolana para la sustitución, elaboración o innovación de productos y además inducir políticas para aprovechar mayores porcentajes de la materia prima generada en el país para llevarla al mayor grado de transformación. o Estudiar, investigar y proponer una empresa generadora de divisas sobre la cual se pueda invertir los ingresos de PDVSA ya sea para que la acompañe en la generación de divisas o la sustituya cuando se agote la reserva de petróleo. o Incrementar las plantaciones de palma aceitera del país e instalar industrias para producir biodiesel. o Fomentar y fortalecer los recursos en investigación en las áreas prioritarias del país tales como Seguridad Alimentaria y Nutrición.
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o Desarrollo de un programa multidisciplinario en Nanociencias y Nanotecnologías. o Propuesta sobre el estudio base de la biodiversidad de fauna silvestre y acuática en el estado Zulia. o Kits de vertebrados para tu escuela. Escuela de arte biológico Ramón Acosta. o Hacer un diagnóstico objetivo de la situación en las diferentes áreas prioritarias (salud, vivienda, alimentación). o Uso de radiación ionizante para el mejoramiento genético de cultivos, con énfasis en cultivos subutilizados y autóctonos. o Establecimiento de nanotecnologías como apoyo al desarrollo agrícola sustentable. o Realizar un plan concreto de investigación en el área de alimentos que incluya la producción hasta el producto que llega al consumidor. o Inclusión de la Responsabilidad Ambiental Sustentable en todos los ámbitos del quehacer nacional. o Realizar inventarios de diversidad de flora, fauna y microorganismos del suelo en ecosistemas amenazados de Venezuela. o Fortalecer la investigación sobre las leguminosas arbóreas autóctonas multipropósito en nuestro país. o Atender el problema de la energía eléctrica, como punto de partida para todos los proyectos de producción de bienestar y de desarrollo tecnológico en el país. o Desarrollo de la industria del chocolate, tenemos el mejor cacao y nuestra industria no es competitiva. o Plan integral de manejo de cuencas hidrográficas en especial las de índole estratégico. o Realizar investigación sobre las perdidas post-cosechas de las principales hortalizas y frutales.
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o Desarrollo de modelos matemático-computacionales como instrumentos analíticos para la creación de políticas públicas en materia de desarrollo económico, planificación del transporte público, uso y desarrollo de energía, etc. o Desarrollo programa de inicio precoz de terapia física en pacientes con accidentes cerebro-vasculares. o Fomentar la participación de la comunidad en las decisiones de salud y fomento de la educación comunitaria en el área de la salud. o Promover la producción de medicamentos nacionales desde el desarrollo del fármaco síntesis pasando por el medicamento final. o Establecimiento de un laboratorio de referencia nacional para el control de enfermedades infectocontagiosas en los animales domésticos. 15. Valores y/o elementos presentes en las propuestas: o Inclusión o Actitud o Valoración (del investigador) o Dignidad (salarios) o Acceso o Calidad, exigencia o Ética o Transparencia o Meritocracia o Libertad o Bienestar de la población o Amor o Creatividad o Eficiencia o Honestidad
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o Equidad o Imparcialidad o Autonomía o Democracia o Sinérgicos 16. Palabras Clave comunes: o Educación o Ciencia o Tecnología o Meritocracia o Recursos o Prioridad o Política o Estímulo a la investigación o PPI o PEI o LOCTI o Alta calidad o Docencia o Investigación
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. Caracas, Venezuela Año IV, Nº 8, 2012, pp. 87-112
Marcelino Cereijido REFLEXIONES SOBRE LA INVESTIGACIÓN Y LA CIENCIA EN AMÉRICA LATINA
ABSTRACT
RESUMEN La ciencia moderna es la manera más reciente y eficaz de interpretar la realidad que ha conseguido forjar la evolución de la mente humana. Las sociedades del Primer Mundo cuentan con ella, las de nuestra región no (“analfabetismo científico”). Hay sectores (e.g. jerarquías religiosas) que, para propiciarlo, impulsan maneras interpretativas perimidas, e instituciones (e.g. las universidades) que no atinan a superarlo. El artículo propone maneras sencillas de difundir masivamente en la sociedad los conceptos que vertebran la ciencia: evolucionismo, naturaleza de las religiones (cuidado: no su prédica), y naturaleza de la ciencia (cuidado: no la habitual divulgación de sus curiosidades).
Modern science is the most recent and efficient way of interpreting reality. The First World has science, we only have research (“science illiteracy”). There are entities (e.g. religious hierarchies) promoting science illiteracy through obsolete and erroneous ways of interpreting reality; and institutions (e.g. universities) that seem unable to lead Latin-American society out of this stagnation. We propose a an easy way to popularize concepts that will help people to choose between the two Weltanschauungen: evolutionism, the nature of religions (careful: not preaching), and the nature of science (careful: not the habitual popularization of oddities).
Keywords: science illiteracy, role of religious hierarchies, role of the Palabras clave: analfabetismo university. científico, papel de las cúpulas religiosas, papel de las universidades.
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1. Introducción Me resulta muy lúcido, imprescindible y oportuno que el Dr. Klaus Jaffé nos invite a proponer cosas concretas y factibles para promover la ciencia en nuestra región. Me sería muy fácil cumplir si estuviera seguro que comparto con mis colegas un mismo criterio sobre la ciencia, su naturaleza, su historia, la manera en que se intenta promoverla. Desgraciadamente ese no es el caso, pues ante las dificultades que nos planteó a mí y a muchos paisanos el ser científico de profesión en nuestro país natal,1 la Argentina, consulté lo que bien podríamos llamar la “versión ortodoxa” de la ciencia, es decir, la que figura en las enciclopedias y tratados más comunes, y no me satisfizo. Fue así como empecé a desarrollar un esquema propio, con la cándida libertad de quien está generándolo para uso estrictamente personal, algo así como una posición antálgica. Nada hubiera pasado si no se me hubiera invitado a exponer mis puntos de vista en conferencias, artículos y libros. Justamente, la invitación a contribuir con un capítulo al libro del Dr. Klaus Jaffé, es una de dichas instancias, y no podría sugerir “cosas concretas y factibles” como se nos sugiere, de otra manera que basándome en mi propia versión, aunque ello me obligue a exponerla a grandes rasgos. Con los años he ido encontrando cierta afinidad de mis puntos de vista con los expresados hace ya un siglo y medio por W. Stanley Jevons (1835-1882): “La debilidad del pensamiento primitivo radica en que contiene grumos de superstición, información errónea, falsos modelos y groseros autoritarismos, que se mezclan en sus cadenas de razonamientos y sus análisis de la realidad, por eso que si bien el progreso del conocimiento humano depende de la incorporación de información y de esquemas conceptuales cada vez más refinados, versátiles y eficientes, exige también una constante depuración de las aberraciones que lo acompañan”. Yo creo que la manera de interpretar la realidad que predomina en nuestro subcontinente califica de “primitivo”, dado que aún no ha hecho una transición hacia la manera científica de interpretar la realidad” (vide infra). De modo que, equivocado o no, creo conveniente bosquejar de dónde parto, exponer mis dudas y puntos de
1 Persecución, cárcel, exilio, destrucción de laboratorios y universidades.
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vista, y luego tratar de hacer proposiciones concretas y factibles tal como nos invita el Dr. Jaffe. 2. El escenario actual que tratamos de superar En la Argentina de mi infancia y adolescencia el Estado nos obligaba, por un lado, a tomar clase de religión católica, en la que se nos imponía un modelo explicativo de la realidad lleno de creaciones, milagros y revelaciones y, por el otro, aquel mismo Estado impedía que nuestros profesores de materias como filosofía, historia, física y biología, nos enseñaran evolución2, tanto cósmica, como planetaria y biológica. A su vez, aquellos docentes, nos inculcaban la noción de que la ciencia había arrancado de buenas a primera hace unos tres mil años, cuando egipcios, babilonios y griegos se pusieron a razonar con un cerebro que, según ellos, había sido generado en uno de los seis días del Génesis. Dicho sea de paso, aquella Weltanschauung no sólo regía en el ámbito escolar, sino que era la imperante en la cultura argentina de entonces, incluida la de mi propia familia, pues cuando preguntaba a mis mayores por qué existe el Mundo y de dónde provenimos los seres humanos, con ingenua honradez me reiteraban la versión del muñeco de barro y su famosa costilla que figura en el Génesis, y la drástica diferencia entre la capacidad cognitiva del Homo sapiens y el resto de los organismos vivientes. De modo que aquellas nociones fueron una introducción formal a mi comprensión de la realidad. Cabe preguntar entonces ¿estamos tan seguros de que esa iniciación en la cultura usando un modelo explicativo que para aquel entonces ya se sabía plagado de discrepancias con la realidad, no juega papel alguno en que hoy carezcamos de ciencia y de una cultura compatible con ella, del tipo que tienen todos y cada uno de los países del llamado Primer Mundo?3 Pues yo no lo estoy, antes bien, sospecho que semejante carga de despropósitos en un momento en que el cerebro infantil/adolescente las incorpora sin pasarlos por el filtro de la razón,
2 Valerani, A. “La ideología y la ciencia: el caso de la enseñanza de la evolución en la escuela argentina”, en El color de lo incoloro: miradas para pensar la enseñanza en las ciencias. Gvirtz (dir.) et. al. Novedades Educativas, Buenos Aires, 2000. 3 Cereijido, M. La nuca de Houssay. Fondo de Cultura Económica.Buenos Aires, 1990.
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crea disonancias cognitivas graves. En realidad esas fantasías no fueron para nada inanes, dado que luego se conservaron indelebles en el cerebro de nuestros ciudadanos adultos. Esta digresión hacia mis comienzos formativos no buscan reminiscencias sentimentales, sino ayudarme a mostrar que, mientras el Tercer Mundo siga inmerso en lo que Stanley Jevons llama “aberraciones que acompañan a nuestras supersticiones”, y no analicemos la naturaleza y las bases evolutivas e históricas del conocimiento, seguiremos dando los palazos de ciego habituales. Uno de los malos entendidos más pertinaces es tomar ciencia e investigación como sinónimos exactos. Por el contrario, y como trataré de mostrar, mientras que la ciencia es una manera de interpretar la realidad, la investigación es en cambio la habilidad para tomar una porción del caos de lo desconocido, analizarlo, estudiarlo y, si es posible, sumar lo aprendido al patrimonio cognitivo humano. Idealmente, el científico y el investigador deberían ser una y la misma persona, sin embargo, tengo colegas que si bien interpretan la realidad “a la científica”, esto es, sin invocar milagros, revelaciones, dogmas ni apelar al Principio de Autoridad, carecen de toda originalidad y no pueden ganarse la vida como científicos profesionales. Concomitantemente, algunos colegas investigadores son un chispero de originalidad y hacen contribuciones importantes que publican en las revista de la máxima jerarquía internacional, pero interpretan la realidad recurriendo a dioses, milagros y fantasmagorías. Los filósofos que me tocaron como docentes en mi infancia y adolescencia, también acostumbraban afirmar que la ciencia es una aventura de la razón, siendo que ésta juega un papel imprescindible pero relativamente humilde. Así, un científico genial y otro mediocre no se distinguen porque el primero sepa usar complejos microscopios electrónicos, avanzados espectrofotómetros y ecuaciones diferenciales que el segundo desconoce. Tampoco detecto que los mediocres cometan errores de razonamiento. Se diferencian en cambio en que mientras el científico genial concibe ideas
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originales, los mediocres se ocupan de trivialidades o asuntos previsibles y trillados. Pero tengo discrepancias de más peso con la “versión ortodoxa de la ciencia”. Así, en el Siglo XIX la ciencia comenzó a descartar la posibilidad de que el Universo fuera una cosa, y pasó a pensar que en cambio es un proceso, y como tal está forzado a evolucionar. Enfocar las cosas de este modo permitió comprender que el aparato cognitivo que luego heredamos los humanos, se comenzó a forjar mucho antes de que existiera el Homo sapiens y este tuviera conciencia. Ésta apareció sobre la faz de la Tierra hace apenas unos 50 mil años, es decir “nada” en términos de una evolución que lleva unos 7.500 millones de años. Nuestra memoria, con varios niveles de accesibilidad, la manera de procesar la información y el conocimiento, de recordar, olvidar, investigar, temer, creer, imaginar dioses y quarks, santones y teoremas, dependen de estructuras cerebrales, impulsos nerviosos y mediadores químicos que son en su casi-totalidad estructuras y funciones inconscientes, que fueron inauguradas por especies ancestrales. 3. Evolución de la manera de interpretar conscientemente la realidad Ya en posesión de una consciencia, el Homo sapiens la sumó a su aparato cognitivo y comenzó a usarla para ayudarse a interpretar la realidad, habilidad que, como digo, es indispensable para sobrevivir. Y fue generando modelos explicativos que, por supuesto, tampoco pudieron dejar de ir evolucionando. Probablemente los más primitivos fueron los animistas, que para interpretar por qué la realidad es como es, supusieron que las cosas tienen un ánima, de modo que enterarse de “qué le gusta” al espíritu del volcán, del río, del manzano ayuda a entenderse con un volcán, un río y un manzano. Luego, en un desarrollo intelectual portentoso, el ser humano generó politeísmos, en los cuales los diversos dominios de la realidad están a cargo de la deidad correspondiente (Urano de los cielos, Poseidón de los mares, Ceres de la agricultura, Eolo de los vientos). Un avance cognitivo más prodigioso aún, pues requirió inventar ni más ni menos que la coherencia de Dios, permitió el acceso a los monoteísmos. Finalmente, el último gran salto (hasta ahora), surgido de verdaderas
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hazañas mentales hechas por gente que aun creía en Dios (por ejemplo) Ockham, Galileo, Newton), le permitió hacer un modelo explicativo aun más satisfactorio: la ciencia moderna4. Me parece prudente y de mínima justicia puntualizar que hay entre nosotros pensadores profundos y brillantes que no se han extraviado por las patologías extremas que aludí en los párrafos anteriores, sino que hacen fértiles enfoques combinando Evolución y Filosofía. Desgraciadamente, la humanidad no está sincronizada, pues coexisten pueblos estancados en algún animismo, otros en algún politeísmo, o algún monoteísmo y solo una ínfima minoría ha logrado desarrollar ciencia moderna. Justamente, los países del Tercer Mundo, que albergan un 85-90% de la humanidad no tienen ciencia, y ni siquiera una cultura compatible con ella. Pero aún esta descripción debe ser tomada con cautela. Por ejemplo, el Vaticano no fomenta la ciencia ni la investigación científica o, peor aún, no tiene una visión del mundo compatible con ellas, pero esto no impide que papas y cardenales se beneficien de un altísimo nivel médico cuando son baleados o sufren una angina pectoris. Por último, también los países del Tercer Mundo tienen científicos, pero al carecer de una cultura compatible con la ciencia los desaprovechan, son totalmente dependientes del Primer Mundo que inventa, desarrolla y pone en el mercado equipos y reactivos científicos sin los cuales la profesión científica no podría trabajar. 4. Algunos dramas del analfabetismo científico5, 6 o El primer drama consiste por supuesto en carecer de ciencia en un mundo donde ya no van quedando asuntos de envergadura que se puedan interpretar, y mucho menos resolver y manejar, sin
4 Nicanor Ursua: Cerebro y conocimiento: un enfoque evolucionista. Anthropos, Barcelona, 1993. 5 Cereijido, M. and Reinking, I., People without science, Vantage Press, New York, 2005. 6 Cereijido, M. La ciencia como calamidad. Gedisa, Buenos Aires, 2009.
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ciencia moderna y tecnología avanzada; me refiero a la salud, la comunicación, los transportes, la climatología, el uso de la energía. o Sabemos muy bien que la mención del segundo drama habrá de parecer insólita: para el analfabeta científico la ciencia es invisible. Cuando a un pueblo le faltan alimentos, medicamentos, agua, energía los afectados son los primeros en detectar y señalar el déficit con toda precisión; en cambio, cuando les falta ciencia, no pueden entenderlo así se les explique. Cabe recordar la opinión de Jean Piaget: “Uno no sabe lo que ve: ve lo que sabe”. Para que quede claro: si escribimos cien ecuaciones en las paredes y preguntamos cuál es la de Schrödinger, sólo quienes la conozcan podrán señalarla. Imaginemos un médico que recorre un villorrio africano afectado por cierta enfermedad y les comunica que tienen una carencia de manganeso ¿los lugareños van a entender de qué carecen? ¿Van a estar en condiciones de saber cómo solucionarla? ¿Van a saber de qué se les está hablando? o El tercer drama no es menos curioso: el analfabeta científico cree que entiende perfectamente qué es la ciencia, pues como dije anteriormente la confunde con la investigación, y las toma como sinónimos exactos, aun en documentos oficiales. Es un concepto erróneo pero tan común, como el de confundir información con conocimiento, y dar por sentado que la ciencia se desarrolla por sí sola con solo publicar un número mayor de artículos científicos. o El cuarto drama, es que el analfabeta científico está convencido de que todo problema es económico: Para él la única diferencia entre un país del Primer Mundo y uno del Tercero es que el primero tiene dinero y el segundo no. Da por sentado de que es pobre porque no tiene dinero, pues en su ingenuidad no puede concebir que es justamente al revés: es pobre porque es ignorante. Llega a creer por ejemplo que si el país dedicara a la ciencia una fracción suficientemente grande de su producto interno bruto tendría ciencia, sin que medie cambio alguno en su visión del mundo ni en su manera de interpretar la realidad. Peor aún, de buena gana omitiría esa
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ciencia que aniquila sus deidades y milagros, y con gusto combinaría Teocracia con Tecnocracia. o El quinto drama es que cuando un analfabeta científico habla de “política científica” se refiere casi exclusivamente a la forma de erogar un presupuesto, y suele representarlo con unas pizzas, cuyos sectores se denominan “sueldos”, “equipos”, “reactivos”, “servicios”, etcétera. o En consonancia con el drama que antecede, es típico que un gobierno del Tercer Mundo dé por sentado que el problema con nuestra ciencia es administrativo, y en consecuencia encomiende a los administradores que nos impongan normas para que los científicos sepamos dónde queda en cada momento la frontera entre el orden de lo conocido y el caos de lo ignorado, cómo tenemos que conducir nuestros proyectos y formar maestros y doctores, cómo debemos organizar nuestros laboratorios, institutos y lugares de trabajo, y sobre todo obligarnos a escoger las fronteras de la ciencia con base en la adjudicación selectiva de subsidios. o No se gana mucho que digamos argumentando con mandatarios y administradores cuando son analfabetas científicos, pues no son independientes, dado que están obligados a acatar normas administrativas que tampoco fueron concebidas en la Secretaría de Educación de su país, sino que les fueron impuestas por la secretaría de Hacienda, que a su vez debe atenerse a las normas que le dictan entidades supranacionales, del tipo del Fondo Monetario, Banco Mundial. Estas entidades suele condicionar la firma de un tratado, un crédito, el acceso a un mercado, a que el país tercermundista acepte también ciertas formas de manejar su educación, o que permita que los medios de comunicación, sean comprados y manipulados por un par de magnates oligopólicos. Esta práctica es tenebrosamente análoga a que un banco, para otorgar una hipoteca, exija que quien reciba el préstamo, se comprometa a no mandar sus hijos a la escuela. o Uno de los dramas más terribles que le puede ocurrir a cualquier organismo vivo es ser seleccionado “para” una situación, pero ser
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forzado a vivir y sobrevivir en una distinta. Pensemos en un pulpo seleccionado “para”7 sobrevivir en las profundidades marinas, que de pronto es llevado a un desierto, un picaflor trasladado al polo, una orquídea a una selva que de buenas a primera es incendiada adrede para producir un terreno cultivable. Hoy la realidad cotidiana en la que necesitamos sobrevivir, está producida principalmente por la ciencia moderna y la tecnología avanzada. Cuesta mucho encontrar algo natural, no generado por la ciencia y la tecnología en un avión que nos lleva a Múnich, un quirófano, o un estudio de televisión. No es osado entonces extrapolar el caso de la especie a la que de pronto le cambia la situación en que debe vivir, con la de un tercermundista adaptado para vivir en una cultura sin ciencia, a quien una ciencia y una tecnología generadas por el Primer Mundo le cambia drásticamente la realidad. Pero cuidado, no por eso se extingue, pues una de sus maneras de adaptarse es crecer numérica y exageradamente. 5. Tipos de analfabetismo científico y factores que lo causan El primer tipo de analfabetismo científico, el más obvio, es intrínseco. Es el de sociedades que no lograron evolucionar hasta alcanzar la ciencia moderna, y se estancaron en alguna manera primitiva de interpretar la realidad (algún animismo, politeísmo o monoteísmo). Tal es el caso de haitianos, congoleños, nepaleses, los yorubas de Nigeria, los cushitas de Somalia. El segundo tipo de analfabetismo científico es también intrínseco, pues se produce en los pueblos que combaten todo intento por evolucionar hacia la manera científica de hacerlo. Como les es difícil interpretar que el Universo no se originó hace 13.700 millones de años tras un Big-Bang,
7 La selección natural no puede seleccionar “para”, pues eso implicaría que una causa futura viaje en contra de la flecha temporal para causar un efecto presente. Aceptar que hay causas futuras que pueden afectar el presente se llama “Teleología”, doctrina que no se acepta en el ámbito científico. Sin embargo, con una disculpa docente se acepta decir que la bilis se secreta para digerir lípidos, que los ojos están para ver, etc.
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como propone la ciencia, siguen sosteniendo que apareció hace unos 6.000 años como permite calcular la suma de las edades de personajes bíblicos,8 que la mujer es inferior al hombre, que su virtud depende de la integridad de su himen, que es una oveja en el rebaño de Dios, que si uno transgrede los preceptos religiosos será torturado por toda la eternidad en un Infierno, y que debe amar a un dios filicida, cuya ira se aplaca cuando envía a la Tierra a su propio hijo para que sea sacrificado en una cruz. En una palabra: el analfabeta científico acepta esas concepciones propias de una religión originada hace unos 3.000 años en la Judea de la Edad de Bronce Tardía, y mezclada luego con el politeísmo pagano que predominaba en la Roma de hace dos milenios cuando el emperador Constantino adoptó el cristianismo. Para propalar esas nociones erróneas, a las cúpulas clericales les resulta adecuado apoderarse del aparato educativo de una sociedad y desfigurar la mente humana, comenzando si es posible con la más temprana infancia. Vemos entonces que se trata también de un analfabetismo científico intrínseco como el mencionado anteriormente, sólo que el primero es “pasivo”, y este segundo es en cambio “activo”. Finalmente, el tercer tipo de analfabetismo científico es también “activo”, pero inducido desde afuera. Francis Bacon ha opinado “El conocimiento es (en sí) poder”, pero es como si los primermundistas adoptando dicho criterio, reservaran el conocimiento (sobre todo el científico) para sí, sumiendo al resto de los países en el más despiadado analfabetismo científico, de tal manera que todo lo que requiera conocimientos y tecnologías surgidos de la ciencia, se invente, patente y produzca allá, y nos lo envíe para que lo compremos aquí. Richard Rosecrance lo ha puesto con apabullante claridad: “Hay países cabezas y países manos”9.
8 James Usher, latinizado Jacobus Usserius (Dublín, 4 de enero de 1581-21 de marzo de 1656) fue arzobispo de Armagh. En 1650 escribió el libro Los anales del mundo. Basándose en la Biblia, estimó el número de generaciones y la duración media de la vida humana entre Adán y Eva y el nacimiento de Jesucrito. Y de ese modo dedujo que la creación de la Tierra tuvo lugar en el anochecer del sábado 22 de octubre del 4004 a. C. 9 Rosecrance, R. The rise of the virtual state: wealth and power in the coming century. Perseus Basic Books, New York, 1999.
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Adivine el lector ¿en cuál de los dos grupos ubica Rosecrance a América Latina y el Caribe? Mi diagnóstico es pues: La vida consiste en el proceso y las formas que va tomando su evolución; detenerlo o entorpecerlo (con procedimientos internos o externos) provoca disonancias cognitivas, que vienen a ser monstruosidades interpretativas. 6. Proposición de cosas concretas y factibles que América Latina y El Caribe deben intentar para desarrollar una cultura compatible con la ciencia y la tecnología Aquí va entonces la proposición solicitada por el Dr. Klaus Jaffe: tenemos que destrabar el marasmo que nos impide la evolución hacia la ciencia moderna. Podemos desmenuzar este objetivo, en propósitos más específicos. -Primer objetivo: Fortalecer el carácter laico de los países del área. Se trata de dar un paso tardío pero similar al dado por los países del norte de Europa en los siglos XIV y XV, y que los fue transformando en lo que hoy es Primer Mundo. Justifiquémoslo: Hace unos párrafos mencioné ocho dramas típicos del analfabetismo científico. Debo agregar ahora un noveno. Todas las especies han forjado su herramienta para sobrevivir con base en alguna característica. El homo sapiens no es excepción; la suya consiste en hipertrofiar su capacidad de conocer la realidad que habita, basándose en dos cualidades principales. La primera es su sentido temporal10 que le permite hacer modelos dinámicos del la realidad (“dinámicos” significa, justamente, “en función del tiempo”), de modo que puede predecir una situación antes de meterse en ella. Podemos imaginar que en plena Edad de Piedra, era más seguro imaginar qué podría hacernos una manada de hienas que ir a averiguarlo
10 Blanck-Cereijido, F. y Cereijido, M. La vida, el tiempo y la muerte. Fondo de Cultura Económica, México, 1988.
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cándidamente yendo a pararse en medio de ellas. A medida que evaluamos un futuro más lejano, su complejidad y ambigüedad crecen enormemente. Justamente, la capacidad de generar modelos dinámicos en nuestra mente, permite “experimentar” in mente con muchísimas más alternativas además que la que después habrá de darse en la-realidad-de-ahí-afuera; es formalmente una manera de adaptarse al futuro, no quedar librado al azar, protegerse de la incertidumbre hasta donde se pueda. Por supuesto, ya generados los modelos científicos, dicha propiedad hoy nos permite calcular día y hora de un eclipse que habrá de suceder dentro de 75 años, o el día y la hora en que dentro de algunas décadas habrá de regresar el cometa Halley, o dar cuenta de los principales hechos cósmicos ocurridos desde el mismísimo inicio del Universo, hace 13.700 millones de años. La segunda consecuencia de haber hipertrofiado la capacidad de conocer del homo sapiens, se transformó en creyente. Me refiero a que la mayor parte de las cosas que conocemos las hemos aprendido de segunda mano. Yo, por ejemplo, no conocí a Tutankamón, no estuve en la Revolución Francesa ni inventé el castellano, pero tengo a dicho faraón, revolución e idioma incorporados a mi patrimonio cognitivo, porque se los creí a mis padres y maestros durante la crianza y educación. Así es: enseñanza y educación se convierten en un colosal embudo cognitivo con el que se vierte en la cabeza del creyente todo lo aprendido por todos los homo sapiens de cientos de generaciones que lo han precedido. Soy creyente, tomo el medicamento que me recomienda el médico, sin exigir que me presente los resultados de los ensayos farmacológicos en que se basa. Si me pierdo en una ciudad, pregunto a los lugareños, creo las instrucciones que me dan y las sigo. No he planteado ni resuelto el Teorema de Tales, me enseñaron a hacerlo; tampoco entiendo los detalles de un ecocardiograma, pero pago para que me lo practiquen y creo en lo que proponen hacer con mi corazón con base en la información que emana de dicha prueba; definitivamente: soy creyente. Por eso es tan necesario cuidar que el tonto o el perverso no vayan a aprovecharse de esa credulidad para contaminar esa creencia con lo que hoy son fantasmagorías y errores comprobados. Fue un enorme mérito de Johann Joachim Becher (1635-1682) introducir la teoría del flogisto; pero hoy sería un desatino exigir que un alumno de
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química se base en él. Y he aquí otro mérito de la manera de conocer de la ciencia moderna: no tomamos la propuesta de Becher como un dogma al estilo del las religiones, sino como lo mejor que se pudo proponer en su tiempo. ¡Gloria a Becher, fuera el error! Veamos ahora algunas consecuencias de la combinación de dichos atributos. Dado que la capacidad de generar modelos mentales dinámicos otorga enormes ventajas, se fueron seleccionando seres humanos con flechas temporales cada vez más largas, que abarcaron futuros más y más remotos. Mas llegó un momento en que dicha flecha fue tan larga, que le permitió al homo sapiens percatarse de que hay un futuro en que habrá de morir11. La perspectiva de morir lo sumió en la mayor de las angustias, pues el ser humano basa su seguridad y sosiego en el conocimiento, pero ignora qué habrá de sucederle cuando muera. Pero fue rescatado por, precisamente, su capacidad de creer, pues su cultura le brindó “explicaciones” mitológicas que lograron apaciguarlo. Puesto en blancoy-negro: si era egipcio la religión lo convencía de que, cuando muriera, vendría el dios Anubis a llevarlo en una barca a la ribera occidental del Nilo (“muerte” significaba reposo); si era un germano muerto en batalla lo rescatarían guapas y sexy valkirias que lo transportarían a un paraíso (“muerte” significaba goce); Me dicen que a los islámicos les prometen paraísos de muchachas de virginidad reciclable, a razón de unas treinta por barba; si en cambio quien moría era cristiano, debería esperar hasta el Juicio Final en que lo premiarían con una eternidad tocando el arpa en el Paraíso, o lo condenarían a freírse a perpetuidad en el Infierno (“muerte” significaba paz, o bien tortura perpetua). Todo dependía de si el egipcio, el germano y el cristiano habían observado las normas de sus respectivas religiones con la debida religiosidad.12
11 Blanck-Cereijido, F. y Cereijido, M. La muerte y sus ventajas. Fondo de Cultura Económica, México, 1997. 12 “Religioso” deriva de religens, que se refiere a ser muy cumplidor con sus obligaciones. Lo contrario es negligens, del que deriva “negligencia”.
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Toda necesidad humana genera un mercado: la de alimentarse genera agricultores, carniceros y restauranteros; las necesidades que plantea la salud genera médicos, las del sexo prostitutas y proxenetas. Análogamente, la angustia de muerte generó sacerdotes que tomaron a su cargo instruirnos acerca de la concepción cristiana, y reorientaron al creyente hacia rezos, rituales, sacrificios e indulgencias. Los sacerdotes católicos concibieron además la idea de que la virtud/pecado no es un asunto exclusivamente individual, sino también social, con lo que se atribuyeron la misión de salir a catequizar por la fuerza y castigar al remiso, quemándolo en una hoguera si es preciso, para que los demás no corrieran riesgos por albergar pecadores y herejes. El peso político/militar de la institución religiosa (el “clero”) llegó a ser tan enorme, que se auto-autorizó a apoderarse del aparato educativo de las naciones, para asegurarse que la visión del mundo de la feligresía no fuera a desviarse y restarles poder. El ser humano de hoy día sigue teniendo flecha temporal, angustia de muerte, temores místicos y necesidad de que se les mitiguen. De modo que aun hoy la religión sigue teniendo un papel indispensable y la manera en que cada quien la encause sigue siendo un derecho inalienable, por eso hay que proteger su derecho a que el clero no haga un uso espurio de esta necesidad humana, de lo contrario sería como usar la necesidad y derecho al sexo para justificar la prostitución13. Este asunto nos compete en el presente capítulo porque impide ni más ni menos que la evolución de nuestros pueblos hacia la manera de interpretar la realidad “a la científica”. Nos aman a tal punto, que en serio creen asegurar nuestra felicidad eterna atándonos a un modelo perimido de la realidad, e impidiéndonos que evolucionemos al que le sigue, es decir, hacia la manera científica de hacerlo. Aquí resuenan las opiniones de Francisco de Goya y Lucientes: “El sueño de la razón produce monstruos”. Imponer el mito del celibato a los sacerdotes hace
13 El mecanismo por el cual una restricción favorece la aparición de las llamadas “propiedades emergentes”, lo explico en los libros Elogio del desequilibrio, Siglo XXI, Buenos Aires, 2009; y Hacia una teoría general sobre los hijos de puta, Tusquets, México, 2011.
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que estos descarguen sus apetitos sexuales con niñitos que acuden a ellos para aprender catecismo, y acaben rompiéndoles el mito; contaminar el aparato educativo con milagros, revelaciones, dogmas y con el Principio de Autoridad, crea disonancias cognitivas que nos anclan al analfabetismo científico del Tercer Mundo. Partiendo tal vez de los días de Lutero (1483-1546) y otros protestadores, en el norte europeo no gozaron de esa protección clerical y se convirtieron en Primer Mundo. Y advirtamos que nos estamos limitando a señalar el aspecto cognitivo, pues si trajéramos a colación el aspecto moral del poner a un niñito de rodilla y contaminar su mente con lo que (hoy) son dislates, el panorama se complicaría hasta el grado de morbosa perversidad. Seguramente, el mero fortalecer el carácter laico de nuestros países no desarrollará automáticamente su ciencia, pero espero que sea un paso beneficioso. -Segundo objetivo: desarrollar una cultura compatible con la ciencia. Recordemos ahora el segundo drama del analfabetismo científico: la ciencia es invisible para el analfabeto científico (vide supra). Los líderes intelectuales de América Latina y el Caribe suelen publicar sesudos ensayos sobre la cultura del siglo XX en sus países. Jamás olvidan presidente, golpe de Estado, trifulca entre el campo y la ciudad, movimiento plástico, escuela literaria, ni bailes regionales. Pero, de un Siglo XX que ha visto desintegrar el átomo, secuenciar el genoma humano, aparecer la cirugía abdominal, la cardíaca y cerebral, la aviación, la televisión, las redes de computación, nuestros especialistas no advierten que las mismísimas culturas a que se están refiriendo no desarrollaron su ciencia ni su tecnología. Puesto en otros términos: no sorprende que nuestra cultura sea incompatible con la ciencia, cuando abundan entre sus líderes los analfabetas científicos. Muchas veces cuando hablan de la riqueza de nuestras tradiciones, asemejan a un padre que admirara la frescura de su hijo, porque a pesar de tener veintinueve años de edad y medir un metro ochenta de estatura, conserva un cerebro que detuvo su crecimiento cuando tenía dos años. ¿Qué propongo al respecto en pro del desarrollo de una cultura compatible con la ciencia?
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Prosigamos: El objetivo 1, que ya hemos visto, trata de proteger el conocimiento latinoamericano (el actual y el que se logre desarrollar en el futuro) de fuentes perversas y tradicionales del analfabetismo científico. En cambio, el segundo objetivo busca incorporar componentes esenciales de la ciencia moderna, que a nuestras culturas les falta. Primero las enumeraré, y luego propondré una manera barata, eficaz y a nuestro alcance para irlas incorporando a la cultura de nuestros pueblos. o La concepción que más estridentemente falta en nuestras culturas es la de Evolución, tanto a nivel cósmico (del Big-Bang al futuro), biológico (de la Tierra primigenia al homo sapiens), al individual (básicamente las ideas piagetianas de cómo madura el cerebro y se instala el aparato cognitivo en cada persona que nace). o El origen y evolución del mundo del conocimiento. Hay que incorporar a nuestros programas de enseñanza una explicación de las etapas principales de la evolución del conocimiento, desde el inconsciente al animismo, y de éste a la ciencia actual. Debe hacerse apelando a grandes pasos cognitivos, y no reducirse a enumerar series de sabios ilustres a lo largo de la historia. Debe ponerse énfasis en mostrar la relación que la ciencia ha tenido con la universidad, la empresa, el poder. Deben ser expuestas de manera fácil de captar tanto la naturaleza como los usos de la ciencia, desde la exclusión del Principio de Autoridad a la incorporación de la experimentación, al uso de la estadística, las grandes etapas en las concepciones cosmológicas. o El origen y evolución de las religiones: se debe enseñar cuándo, por qué un pueblo dado pasó a tener tal o cual concepción religiosa, por qué necesitó complementar sus modelos interpretativos de la realidad con determinadas suposiciones, místicas o no. Cualquiera sea el derrotero de éstas explicaciones, convendría poner el énfasis en la versión católico-romana pues es mayoritaria en nuestra región.
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o Evolución de la organización política (de la horda primitiva a la democracia griega, a los países del Siglo XI, y de ahí a las versiones actuales de la organización de los diversos países del área). Me demoraré en esta explicación, porque sostengo en otro ensayo que nuestras sociedades tercermundistas no pueden, no están en condición de ser democráticas y esto también desemboca demasiado frecuentemente en crisis, reyertas, golpes de Estado y dictaduras. Dicho sin tantas vueltas: allá en la Grecia clásica, con la caída de los arkontes y las sociedades estratificadas en jerarquías, cobraron importancia las ciudades y los habitantes, que fueron de ahí en más llamados “ciudadanos” enfrentaron el problema de gobernarse entre iguales. Se vieron obligados a inventar “las leyes del tener razón”: argumentar, debatir, refutar, demostrar, convencer, que con el tiempo fueron dando origen a la democracia, la filosofía y los pródromos de la ciencia. No ha sido (no es) tarea fácil, pues paulatinamente la “democracia” pasó a ser identificada con el “voto”, siendo que este señala en realidad el fracaso del proceso democrático. Es que los asuntos que necesitan resolver los pueblos en su vida diaria son tan complejos, que es imposible debatirlos hasta que no quede ninguna objeción. Llegado el momento en que no quedan argumentos de importancia, y sobre todo ante la necesidad de resolver en un tiempo determinado, se recurre a votar. Pero la capacidad de argumentar y regirse por las “leyes del tener razón” no son naturales, es necesario aprenderla durante el proceso educativo. Desgraciadamente, nuestra gente no está entrenada en la capacidad de argumentar y, así haga reclamos válidos, recurre a tomar instalaciones fabriles y universitarias, huelgas de hambre, encadenarse a verjas, desfilar desnudos, y acaban cayendo en manos de charlatanes, demagogos, y expertos en mil maneras de anular el debate y la argumentación democrática. Quizás sería pertinente incorporar estas patologías de la democracia a los dramas del analfabetismo científico que enumeré anteriormente.
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7. Métodos y enfoques Los científicos estamos tan acostumbrados al proceso evolutivo de cada disciplina, que recurrimos a explicar aunque sea escuetamente los pasos históricos que ha seguido hasta desembocar en su versión actual. Esto rige para la enseñanza de la astronomía, la física, la navegación, la computación, la medicina, etc. Es de rigor que los primeros temas de cada curso consistan en hacer un bosquejo de su historia. Este enfoque tiene el valor de mostrar el tipo de dificultades que enfrentó la humanidad, la manera de enfocarlo y resolverlo. Tiene además la importancia de revisar y volver a revisar la admirable sistematización y coherencia del conocimiento científico. Curiosamente, las religiones no recurren a divulgar la manera en que fueron adoptando su forma actual. En el pasado estas faltas informativas aumentaban el encanto de las religiones, pues el ser humano las tomaba como algo muy superior a su humilde capacidad de comprender; hoy en cambio las toma como lo que son: ignorancias, y las atribuye a que quienes generaron esas versiones tenían un paupérrimo nivel mental (esto es, comparado con el ser humano de hoy). Hoy necesitamos averiguar los motivos de cada concepción: cómo, por qué y en qué momento fue surgiendo la discriminación de la mujer, el sexo se fue transformando en tabú, en pecado, y del mismo modo la intermediación de los sacerdotes, el celibato, y las mil y una características que han desembocado en los ritos que hoy practica la sociedad. Hoy la historia y la arqueología están cada vez en mejores condiciones de señalar puntual y casi exactamente los momentos y en que las instituciones religiosas adoptaron criterios e introdujeron normas invariablemente autoritarias del “porque sí, y se acabó”. De hecho, un holandés o un húngaro no estaban en condiciones de leer una encíclica en latín que se acababa de promulgar. Pero luego, hacer interpretaciones de la realidad apelando a misterios y dogmas y bizarrerías acentuaba la estructura exótica de las religiones, y las ha ido haciendo incompatibles con la sensatez. ¿Cómo enseñar el carácter evolutivo de los asuntos clave de la cultura? Siempre me ha maravillado que el Deutsches Museum de Múnich muestre en una caminata de un par de horas, la manera en que Alemania
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fue combinando sus desarrollos de la minería, la siderurgia y el proceso industrial. Se trata de maquetas, mulas embalsamadas y maniquíes de mineros, junto con antiguas carrindangas, hasta vagones-tolvas de ferrocarril, restos de antiguas máquinas trituradoras, lavadoras de arenas y separadores magnéticos para procesar los minerales, hasta las de fabricar el acero de la calidad deseada. Análogamente, yo admiraba un “túnel” histórico montado en el Castillo de Chapultepec, que en una caminata de una hora daba al visitante una idea del México de los Olmecas, y luego pasaba por culturas como las maya, azteca, tarasca, zapoteca, hasta desembocar en la Conquista, los virreinatos, el Estado Mexicano, la Reforma, las revoluciones de Zapata y Villa y la serie de batallas, pactos y gobiernos que les sucedieron. En otros países he hecho caminatas por “túneles” transitados en dos o tres horas que mostraban la evolución de la vida, desde la sopa pre-biológica, pasando por el origen de las células, los multicelulares, el paso a la vida terrestre y así hasta la Edad de Piedra y la emergencia del homo sapiens. Al usar la palabra túnel no nos estamos refiriendo a su forma de tubo circular, sino que la necesidad de mostrar los contenidos de los museos a multitudes cada vez más numerosas, llevó a remplazar las amplias salas que el visitante recorría a voluntad, en el orden y al ritmo que le dictaba su interés o el vigor de sus piernas, por la forma arquitectónica preferida para hacer que las personas fluyan pero, justamente, ese devenir enfatiza la naturaleza de proceso histórico. Luego, los organizadores van enriqueciendo el acervo en la medida en que las industrias van donando maquinarias de gran valor didáctico pero que ya han retirado de sus plantas productivas. De hecho, la arquitectura ha ido acompañando esta forma secuencial de ilustrar la historia la vida, la siderurgia, el estado. Me refiero a la idea de Le Corbusier (1887-1965) de construir edificios en espiral en medio de un amplio terreno al que se le podrán ir agregando segmentos según transcurra el tiempo; también nombro a Frank Lloyd Wright (1867-1959) que en su diseño del Guggenheim Museum se basó esencialmente en un espiral, que propicia que sus exhibiciones sigan un patrón evolutivo.
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Hay que terminar con la divulgación de “portentos” y rarezas, que dan la idea de que el científico es un botarate en búsqueda de curiosidades (me refiero a los famosos ¿Sabía usted que un agujero negro sideral es capaz de comerse todo una galaxia? ¿Sabía usted que si el ser humano fuera capaz de saltar como una pulga, podría brincarse un edificio de veinte pisos?). Si no se ligan esas evoluciones a la vida actual del visitante y de su sociedad, el analfabeto científico seguirá aferrándose a la idea de que el conocimiento es un asunto del Primer Mundo, un lujo para ricos; los humildes seguirán sacando a sus hijos de las escuelas y condenándolos a la ignorancia y la miseria. 8. Discusión, análisis y aclaraciones Mi experiencia con la exposición de estas ideas ante diversas audiencias, me advierte que suelen surgir algunas preguntas; trataré de aclarar las principales: ¿Cuál es la diferencia entre el tercer punto del Resumen que inicia este artículo (carecer de una cultura compatible con la ciencia) y el cuarto (tener dentro de nuestra propia cultura factores perniciosos que agravan y eternizan el analfabetismo científico). Cultura incompatible con la ciencia: se presenta cuando la sociedad tiene usos y costumbres que perjudican el desarrollo de la ciencia; veamos algunas (i) imaginemos un equipo de astrónomos que se propone estudiar al cometa Halley, que pasa cada 74-79 años. Esto requiere planear y agendar los pasos del proyecto de modo que coincidan exactamente con el próximo paso. Pero, cuando ya se ha logrado sincronizarlas y se le adjudicaron fondos (subsidios) para llevar a cabo el proyecto, en los países del Tercer Mundo puede tener lugar una elección presidencial y el gobierno decide diferir un año en la entrega de los fondos ya acordados. (ii) Al futbolista Salvador Cabañas del club América de México, le dispararon un balazo en la cabeza en un bar. Fue llevado al Instituto Nacional de Neurocirugía donde cuentan con un aparato de varios millones de dólares llamado Gamma Knife, capaz de operar un tumor, un aneurisma o (en el caso de Cabañas) una bala, cuya forma, naturaleza, posición, irrigación, vías nerviosas que interrumpe, etc. se han estudiado a detalle 106
con tomografías de gran resolución. Cabañas estuvo semanas al borde de la muerte, pero logró ser salvado. Hubo grandes grupos de futbolistas de todo nivel, fanáticos del América que concurrían desde los arrabales, hasta empresarios, directivos y astros de futbol. La reacción unánime popular fue hacer numerosas misas de campaña para rogarle a la Virgen de Guadalupe por la salvación del jugador herido. En este punto es pertinente abundar sobre las características del equipo de Gamma Knife es tan caro que en todo México sólo hay uno, lo que provoca una enorme cola de pacientes (meses) pues sólo se puede aplicar a un número irrisorio de gente que lo necesita. Yo llamaría “cultura compatible con la ciencia” si esos miles de seguidores del América hubieran encaminado sus esfuerzos a organizar un torneo futbolístico para que los fondos recaudados permitan comprar un segundo equipo de tomógrafos, computadoras y Gamma Knife, crear la beca “Salvador Cabañas” para formar especialistas en el diseño y usos de los aparatos e instalaciones que asemejan un laboratorio espacial. Concomitantemente, llamaría “cultura incompatible con la ciencia” a la que es incapaz de aprovechar el enorme interés concitado por el balazo a Salvador Cabaña, y su increíble rescate a través de conocimientos científicos, para que la sociedad constate de primerísima mano las ventajas de desarrollar la ciencia y la tecnología. Este no ha sido –no es- el caso. (iii) Una comisión de especialistas creada por el Poder Legislativo pasó una ley que restringió hasta niveles inconcebibles el uso de animales en investigación biológica, pero hizo excepciones al toreo, la riña de gallos y las peleas de perros, pues la cultura imperante así lo impuso. Me estoy refiriendo, justamente, a por qué luego esa cultura pasa a ser incompatible con el desarrollo y uso del a ciencia moderna. Si mi aseveración de que no tenemos una cultura compatible con la ciencia resultara difícil de aprehender, propondría que fabriquemos un “atrasadómetro”. Vayamos el 7 de agosto a la iglesia de San Cayetano (patrono de los trabajadores) y contemos las cuadras de cola de personas que admiten que dicho santo puede operar las variables del mercado de trabajo para conseguirles empleo. Hace dos años (2009) los periódicos argentinos publicaron que en Buenos Aires la fila llegó a unas 22 cuadras. Luego vayamos a Zürich, Lima, Heidelberg, Sao Paulo, San
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Francisco, Catamarca, Edimburgo, Asunción del Paraguay y Managua, y, si encontramos un templo a dicho santo, contemos las cuadras de cola. Comparémoslo con el número de científicos (o si se prefiere, de investigadores) que hay en dichas ciudades. Tener dentro de nuestra propia cultura factores perniciosos que agravan y eternizan el analfabetismo científico: veamos algunas (i) Los divulgadores mexicanos se esmeran en que la sociedad entienda por qué hace frío, calor, llueve, nieva, hay nubes o brilla el Sol. Pero la clara y radiante tarde de enero de 1999 en que visitó México el papa Juan Pablo II por cuarta vez, las televisoras aconsejaron a los televidentes que prestaran atención a “hasta qué punto la Virgen de Guadalupe ama al papa, que despejó las nubes e hizo brillar el Sol para recibirlo”. México tiene leyes que obligan a publicar la contaminación del aire que respiramos, la cantidad de colesterol que tienen las papas fritas, los riesgos de que cierto medicamento se use en mujeres embarazadas; pero no tiene leyes que protejan a su población de intoxicaciones cognitivas como la que se asestó durante la visita papal, o que aparezcan pitonisas televisivas asegurando a audiencias de millones que el cáncer se previene y cura tomando cierto tónico a base de ruda macho el día 13 de cada mes. (ii) El periódico La Jornada en su número del lunes 13 de mayo de 2002 en su página 18 reporta que el Sr. Alberto Fernández Garza, candidato a dirigir el Consejo Coordinador Empresarial, prometió que si resultaba electo, desmembraría la Universidad Nacional Autónoma de México, como medida en favor de la organización social que preconiza. “El espíritu subyacente en este artículo podría traslucir como que los investigadores en ciencia no tienen nada más que aportar en nuestra región además de lo que ya están haciendo”. ¡Ooops! Si así se entendió, se debe culpar a mi chapucería didáctica. Aquí va la aclaración. Nuestros investigadores ya hacen mucho con proseguir aportando información y conocimientos valiosos al saber humano y, en el proceso, mostrar a sus jóvenes colaboradores como se despliegan las mil facetas de esta compleja profesión. La segunda es meditar sobre el contenido de este capítulo, discutirlo con sus colegas y colaboradores, siguiendo
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el consejo del filósofo Rüdiger Safranski: “Responda a la pregunta ¿qué piensa el pensador de su propio pensamiento?” O, como insistiría yo: ver hasta qué punto ese pensamiento encuadra en la manera científica de interpretar la realidad. “¿Cómo explica que países fuertemente religiosos como USA e Irán han tenido un asombroso crecimiento en la investigación científica recientemente?” En un artículo sobre la ciencia uno aspira a que el lector no caiga al nivel de generar “bargaining chips” que inmediatamente pasan a ser usados para contrarrestar los argumentos. Mis argumentos sobre el embotamiento cognitivo y el drama moral que significa que el 95% de los habitantes de un país interpreten la realidad con base a modelos plagados de misticismos, no deben ser evaluados a la luz de lo que hacen o dejan de hacer países como Estados Unidos o Irán. Ahora bien, si el lector desea que suspendamos el decurso del eje argumental de este capítulo y hagamos una digresión hacia sus curiosidades sobre Irán creo que no soy una persona capacitada para escribir sobre el asunto. En cuanto al caso de los Estados Unidos, cabe señalar que, como todos los países de Primer Mundo, tiene una saludable y tajante separación entre la religión y la operación del aparato de Estado. En el estado de Massachusetts por ejemplo, donde tienen ni más ni menos que la Universidad de Harvard, el Massachusetts Institute of Technology y muchísimos institutos y centros prestigiosos, y abundan los católicos descendientes de irlandeses, la Iglesia Católica ha sido condenada a pagar unos 30 millones de dólares como reparación a jóvenes violados por los sacerdotes, y también como indemnización a las familias de muchachos a quienes el abuso sexual a que fueron sometidos por los curas empujó al suicidio. Durante la última visita del papa Juan Pablo II a dicho país, pidió al (entonces) presidente George W. Bush que intercediera para que Massachusetts le condonaran la deuda pero, elocuentemente, el presidente se excusó sobre la base de que dicha gestión no estaría dentro de sus atribuciones.
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“La fuente más importante de nuestro analfabetismo científico es la falta de docentes calificados para enseñar las ciencias. ¿Cómo podemos superar esto?” De nuevo, yo había consagrado mi argumentación hacia el analfabetismo científico y la lucha que debemos intentar para erradicarlo. Pero, puesto que la formación de docentes calificados es también un problema que deberemos resolver, lo tomaré con gusto. Cierta vez me asomé a un curso introductorio de química que se dictaba en Harvard, y me sorprendió que estuviera a cargo de George Wald, que había obtenido el Premio Nobel por sus trabajos sobre la química de los pigmentos de la retina. “Si el curso introductorio lo dicta un Premio Nobel de Química ¿Quién estará a cargo de los cursos avanzados de los últimos años de la carrera? pregunté. Me explicaron que un joven debe entrar a la química a través de las grandes ideas, las contribuciones más célebres, de las rutas más promisorias, los enfoques más osados. Por eso ponen a un Premio Nobel en contacto directo con los neófitos, pues cuando éstos tengan que cursar los cursos avanzados, ya no habrá peligro que alguien los opaque o confunda. Veamos algunos casos en que se enfrentó este problema. Napoleón fundó una École Normale Supérieure para formar los dirigentes científico-técnicos de Francia. Su idea funcionó, dicha institución aporta el 90% de la gente que hace funcionar el país, y forma la mayoría de los Premio Nobel franceses. Con un propósito similar, a principios del Siglo XX la Argentina puso la enseñanza de tres instituciones (la escuela industrial Otto Krause, el Colegio Nacional de Buenos Aires, y el Colegio Carlos Pellegrini) directamente a cargo de sus profesores universitarios, a los que ingresaban los alumnos que habían obtenido máximo puntaje en la enseñanza media. Hoy se evalúa a los científicos sobre la base del número de artículos que publican, lo que provoca que estos profesionales desatiendan la docencia. Yo sugiero que se asigne una compensación económica para profesores universitarios que acepten hacer docencia en los colegios secundarios de máximo nivel, para asegurarnos de que la docencia esté a cargo de personas verdaderamente capacitada.
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9. El analfabeto científico ofendido Tradicionalmente, la sarna, la sífilis y la tuberculosis han sido enfermedades infamantes, llamadas así porque además de las penurias que desencadenan, su mero nombre era, per se, un insulto, y el médico que se enfrentaba a ellas se veía obligado a recurrir a eufemismos y requiebros, antes de enunciar su diagnóstico. Sólo se las comenzó a aliviar cuando la medicina dejó de lado las connotaciones subjetivas y recurrió a estudiarlas con seriedad y todo lo formalmente que pudo. Análogamente, he constatado que varios de los tópicos que discuto en este artículo pueden resultar infamantes para el lector inmerso en el analfabetismo científico. Para no naufragar en ambigüedades, citaré el caso del enfoque evolutivo de la medicina. Según la feliz expresión de Theodosius Dobzhansky “En biología nada tiene sentido salvo en el contexto de la Evolución”. El avance biomédico en los últimos dos siglos ha llevado a constatar que hoy la anemia, la fiebre, la tos, el vómito, dependen de mecanismos que son más antiguos que el mismísimo homo sapiens. Es decir, éste lo heredó de un frondoso árbol filogenético. Sin el enfoque evolutivo no podríamos entender las enfermedades virales que pasan de una a otra especie animal y luego estallan en epidemias humanas. De hecho, el enfoque evolutivo de la medicina se considera la revolución médica más importante de la historia, a lo cual cabría agregar que es también la más barata, en el sentido de que no depende de costosos aparatos e instalaciones, sino a la erradicación de ignorancias que beneficiaría hasta las capas más humildes de la población. En un momento dado la Academia de Medicina de México me invitó a dar la conferencia anual “Miguel Jiménez”. La dediqué a advertir que ninguna de las escuelas de medicinas del país ofrece cursos de Evolución en sus programas de enseñanza. Pasados los aplausos, se me acercó un grupo de 4 ó 5 colegas a quejarse de que ese enfoque ofende el credo de algunos académicos. El reclamo aparecía como una colisión entre el osado aporte científico de quienes pugnan por enfocar la medicina con base en la Evolución, y la entrañable ignorancia de aquellos colegas que se aferraban a esquemas perimidos. No hubo víctimas entre nosotros, pero obviamente se sigue victimando ¡al paciente!
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Así es, el analfabetismo científico es en sí una patología del saber, pero me dolería que resulte infamante para lector alguno. Con todo, un colega lector de este capítulo cuando aún estaba en la etapa de manuscrito, opinó que mi distinción entre investigador y científico, ofende al primero. Podríamos zanjar el asunto recurriendo a dos aclaraciones. La primera consiste en señalar que una metonimia es una figura retórica, que toma la parte por el todo. Cuando decimos “se hizo a la vela” no imaginamos que alguien se lanzó a la mar con una vela solamente, sino que damos por entendido que utilizó todo un navío. Análogamente, decimos “el espada” para referirnos a todo un torero. En esa vena, podemos seguir hablando indistintamente de “investigadores” y “científicos”. Pero cabe otra aclaración. Hace unas páginas señalé que Becher introdujo el concepto de flogisto, porque en su momento lo creyó conveniente. Podría recordar ahora que la ciencia moderna ha sido obra de generaciones de cristianos europeos, y agregar que sería un logro descomunal que nuestros investigadores desarrollasen la ciencia en nuestro subcontinente. No denigro a precursores ni a pioneros ¡Gloria a todos ellos!
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. Caracas, Venezuela Año IV, Nº 8, 2012, pp. 113-120.
Iván Izquierdo RAZÕES PARA O SUCESSO DA POLÍTICA RECENTE DE CIÊNCIA, TECNOLOGIA E INOVAÇÃO NO BRASIL
ABSTRACT
RESUMEN El Brasil realizó en los últimos 5 años un gran esfuerzo, a través de su gobierno federal, para aumentar sensiblemente su apoyo a la ciencia, tecnología e innovación. El presupuesto destinado a esas áreas se ha multiplicado entre 7 y 10 veces. El resultado es enorme. Se han creado más de 100 institutos nacionales de ciencia y tecnología, reuniendo virtualmente a los principales centros de investigación en todas las áreas de la ciencia y tecnología, y se estableció un programa de 75.000 becas, tanto a nivel de grado como de pos-grado y posdoctoral, para aumentar en el exterior la formación de cuadros científicos y tecnológicos brasileños. Entre los resultados que ya están a la vista, se destaca el crecimiento substancial del número de publicaciones científicas, aspecto en el cual el país ya ocupa el 13º. Lugar mundial.
Brazil has produced in the last 5 years a great effort, through its federal government, to increase its support of science, technology and innovation. The budget for these areas has multiplied by 7-10 times. Over 100 national institutes of science and technology have been established, virtually connecting their best research centers in all areas of science and technology, and a program of 75,000 fellowships to enhance knowledge of young undergraduate, graduate and postdoctoral candidates abroad has been established. Among the results already visible is the substantial increase in scientific papers, in which the country has reached the 13th position among countries in the world. Keywords: Brazil, science, technology, innovation.
Palabras clave: Brasil, ciencia, tecnología, innovación.
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1. Crescimento da Ciência, tecnologia e inovação no Brasil Desde 2003, no Brasil, o aporte de governo federal e de alguns governos estaduais (notavelmente o de São Paulo) ao financiamento da Ciência, Tecnologia e Inovação cresceu muito mais do que em qualquer período da mesma duração da história do país. Isso consolidou os bons resultados do período 1986-2002, após a volta à democracia depois de uma ditadura militar que durou 21 anos, em que com oscilações secundárias às oscilações econômicas da época, estabeleceu-se um sólido programa de bolsas para a área dentro e fora do Brasil, tanto em nível de graduação como de pós-graduação, incluindo no último caso bolsas fora do país; Também nesse período de restauração democrática, foi criada uma agência importante de financiamento de infraestrutura de pesquisa (a Financiadora de Estudos e Projetos, FINEP) dependente do governo central, assim como algumas agências estaduais. Entre 1986 e 2011 voltaram ao país alguns cientistas que tinham se radicado no exterior. Ao mesmo tempo, desde 1986, o Brasil desenvolveu um intenso leque de colaborações com instituições e centros científicos e tecnológicos do exterior; leque que passou desde 2003 a ter um caráter mais organizado através de convênios específicos com muitos países, e uma abertura substancial em termos de países. Hoje em dia o Brasil possui convênios de Ciência, Tecnologia e Inovação com a maioria dos países da América, Europa e Ásia. Acaba de lançar um programa amplíssimo para enviar dezenas de milhares de bolsistas doutorais e pós-doutorais às melhores universidades de todo o mundo (“Ciência sem fronteiras”, vide em baixo). As universidades públicas e privadas já começaram seu processo seletivo. Este grande crescimento provém em boa parte da expansão do financiamento oficial, que passou de 0.5-0.6% do PIB em 1995 para 1.14% em 2011 para o Brasil como um todo. Em São Paulo, a porcentagem do PIB do Estado dedicada a Ciência, Tecnologia e Inovação passou, segundo alguns dados, de 1 a 3% no mesmo período. Em vários estados em que não tinha, entre 2003 e 2010 foram criadas Agências de Financiamento para Ciência, Tecnologia e Inovação calcadas nos moldes da muito bem sucedida Fundação de Amparo a Pesquisa do Estado de São Paulo. Mais da metade das 27 unidades federativas do Brasil (26 estados e 1 distrito federal) possuem hoje fundações de amparo à pesquisa (FAPs), cujo orçamento é da ordem de 1 a 1.5% do orçamento de cada estado.
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2. Novas unidades Para o maior programa de financiamento científico do Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico do Brasil (CNPq), divisão do Ministério de Ciência e tecnologia, é exigida a co-participação das FAPs junto ao próprio conselho para o financiamento dos Institutos Nacionais de Ciências. Esses institutos constituem os principais centros de Ciência e Tecnologia do país. São de momento mais de 100, reúnem grupos de 5 a 20 laboratórios de pesquisa de todas as áreas, que funcionam em rede em todos os estados da Federação. Este conjunto de Institutos constitui em si a maior rede de pesquisa do Brasil, e nele se concentra a pesquisa e desenvolvimento de maior importância do país, e a de maior volume. Foi evidente, ao longo da história do Brasil republicano (ou seja, desde 1889), que a pesquisa científica e o desenvolvimento da tecnologia e da inovação concentraram-se quase sempre nas universidades nacionais, dependentes, salvo exceções do governo federal. Outro programa que foi fortemente fomentado nestes últimos 8 anos é o da criação de mais universidades federais. Até 2003 muitos estados brasileiros não tinham universidades federais. Há atualmente 65 universidades federais em todos os estados brasileiros, e está sendo implementado um programa para construir 47 mais ao longo do atual período presidencial. As exceções positivas quanto ao desenvolvimento de Ciência, Tecnologia e Inovação nas universidades não federais abrangem desde há algumas décadas as várias universidades dependentes do Estado de São Paulo (uma delas, A Universidade de São Paulo (USP), com vários campi é a mais importante do país); e, nas últimas décadas, universidades privadas; estas, inicialmente confessionais, em sua maioria católicas, e nos últimos anos dependentes de diversas fundações. 3. Ciência sem fronteiras Através do programa Ciência sem Fronteiras, criado este ano (2011), o Brasil pretende estabelecer 75.000 bolsas de estudo até 2014 para que
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alunos brasileiros possam desenvolver sua pós-graduação (graduate studies) nas melhores universidades do exterior. As bolsas serão outorgadas pelas duas principais agências de fomento do governo federal, o Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico do Brasil (CNPq), do Ministério de Ciência e Tecnologia, e a Coordenação para o Aperfeiçoamento do Pessoal de Ensino Superior (CAPES), dependente do Ministério de Educação. Essas duas agências são as que normalmente outorgam bolas de estudo dentro o fora do país. Este novo programa multiplicaria várias vezes o total de bolsas que concedem atualmente. 4. Índices Algunos índices permitem aferir alguns dados desse desenvolvimento científico e tecnológico brasileiro. Incorporamos aqui algumas tabelas extraídas dos “sites” do Ministério de Ciência, Tecnologia e Inovação do Brasil (Figuras 1-3). Na Figura 1 consta o número de artigos científicos brasileiros publicados de 1981 a 2009, de acordo com as estatísticas da Thomson/ISI (Institute for Scientific Information). Os dados de 2010 e 2011 ainda são incompletos). Hoje Brasil publica mais de 3% da produção científica mundial, e é o 13o país em termos de publicação anual de trabalhos científicos. A distribuição dos mesmos por área de conhecimento em termos de porcentagem do total mundial tem variado em geral pouco nos últimos anos, a exceção de Ciências Agrárias, e Ciências Biológicas (Figura 2), o qual quer dizer que o aumento, fora esses dois ramos da atividade, tem sido geral. O qual significa que o Brasil vem mantendo sua proporção de importância em relação à produção no resto do mundo, tendo-a, porém, aumentado em algumas áreas-chaves específicas. Dois aspectos em que precisamos progredir, porém, são no relativo ao impacto de todas essas publicações, e na geração de patentes. O primeiro varia bastante dependendo da fonte utilizada para sua aferição, e em algumas áreas (Neurociências, Ciências Sociais) encontram-se índices em
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geral maiores; mas os números variam consideravelmente dependendo da onde são registradas essas citações. Segundo a área e segundo a fonte consultada, o Brasil está entre o 18o e o 31o lugar entre todos os países. De qualquer maneira, evidentemente não aumentou o número de citações dos trabalhos brasileiros nos últimos anos em forma paralela a seu número bruto. O segundo aspecto em que o Brasil tem ainda muito que progredir, é em relação ao número de patentes geradas por seu sistema de ciência, tecnologia e inovação (Figura 3). Embora o número total por ano quase que triplicou entre 1990 e 2010, é importante salientar que o aumento foi muitíssimo maior entre os não residentes. Tabla 1. Artigos brasileiros publicados em periódicos científicos indexados na Thomson/ISI, em relação à América Latina e ao Mundo, 1981-2009
Fonte(s): Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior (CAPES) Elaboração: Coordenação-Geral de Indicadores -ASCAV/SEXEC- Ministério da Ciência e Tecnologia. Atualizada em: 12/11/2010 .
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Tabla 2. Percentual de artigos brasileiros publicados em periódicos científicos indexados pela Thomson/ISI, em relação ao mundo, por área do conhecimento, 2007/2009 Grande área do conhecimento Ciências Agrárias Ciências dos Animais/Plantas Farmacologia e Toxicologia Microbiologia Ciências Sociais em geral Ecologia/Meio Ambiente Biologia e Bioquímica Neurociências e C. Comportamentais Clínica Médica Imunologia Biologia Molecular/Genética Física Química Ciências Espaciais Matemática Multidisciplinar Ciência dos Materiais Geociências Engenharia Psicologia/Psiquiatria Ciência da Computação Economia e Negócios
% do Brasil em relação ao mundo 2007 2008 2009 4,07 9,59 9,89 4,85 6,37 7,04 3,10 3,43 3,96 3,21 3,55 3,32 0,97 3,03 3,31 2,71 2,89 3,01 2,16 2,56 2,82 2,49 2,62 2,80 1,77 2,60 2,71 2,54 2,40 2,29 1,76 2,46 2,27 2,12 2,35 2,03 1,75 1,95 1,95 2,20 2,16 1,89 1,70 1,81 1,81 0,89 1,77 1,76 1,51 1,63 1,75 1,39 1,56 1,67 1,40 1,60 1,50 0,88 1,53 1,46 1,25 1,40 1,23 0,51 0,70 0,86
Fonte(s): National Science Indicators (NSI) da Thomson Reuters Scientific INC. Elaboração: Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior (CAPES). Atualizada em: 24/11/2010
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5. Resumo das realizações Assim, considerando só alguns aspectos elementares da evolução nos últimos anos da Ciência, Tecnologia e Inovação do Brasil, entre os resultados obtidos, está o fato de que o dispêndio total em P&D em São Paulo chegou a R$ 15,5 bilhões em 2008, o que correspondeu a 1,52% do PIB estadual. O dispêndio nacional em P&D chegou a R$ 34,2 bilhões em 2008, com intensidade de 1,14% do PIB. Em ambos os casos, a tendência nos últimos dois anos foi de crescimento. Note-se que o dispêndio em Ciência, Tecnologia e Inovação envolveu, e envolverá no futuro previsível, um dispêndio paralelo e também vultoso em Educação, aspecto que abrange não só o governo federal, senão municipal, estadual e privado em educação, tanto no referente à criação de novas unidades como nas novas que estão sendo criadas. Assim, num rápido resumo, resulta evidente que a formulação de políticas para a Ciência, Tecnologia e Inovação no Brasil nos últimos 8 anos tem sido muito bem sucedida, embora persistem alguns interrogantes a respeito de seu sucesso definitivo (Qual será o futuro de tantas novas universidades? Qual será a capacidade de absorção que país terá dos milhares de bolsistas que está começando a enviar a cursos de pósgraduação no exterior?). Resulta na verdade impossível responder a essas duas perguntas haja visto que jamais programas desse tipo foram desenvolvidos em semelhante escala no Brasil. Porém, a evolução 2003-2011 da Ciência, Tecnologia e Inovação também nunca tinha acontecido antes nessa escala e acompanhou de perto o nível de investimento (dispêndio). Assim, é óbvio que as realizações do país em Ciência, Tecnologia e Inovação no Brasil tem sido um grande sucesso, mensurável por dados numéricos (eg., Figuras 1-3). Resta agora responder à questão de quais foram as razões para esse sucesso.
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6. Razoes para o sucesso das recentes políticas de ciência, tecnologia e inovação no Brasil A primeira e óbvia razão para esse sucesso é a clara vontade política do governo federal, da maioria dos governos estaduais, e da comunidade científica e tecnológica do país de desenhar e logo implementar essas políticas. A segunda razão é a persistência dessa vontade política de manter o programa apesar das dificuldades eventuais e a descrença de muitos, ao longo de oito (8) anos, passando por cima das mudanças nas lideranças e executores envolvidos. Isso resultou de um compromisso tácito de todos os atores em nível executivo e operacional, que adotou como tática não-escrita a de passar por cima ou pelo lado das eventuais falhas de um ou outro componente o ator, tendo sempre em vista o fato de que a concretização da política geral era e é mais importante que os interesses ou ambições particulares da cada ator, conjunto de atores ou sub-sistema. Quando começamos a pensar entre todos que a implantação de um novo grupo em Pará ou Minas podia ser também útil para um grupo de Porto Alegre ou Rio de Janeiro, desde o momento em que abria-se com aquele mais uma oportunidade de trabalhar em colaboração. As razões do sucesso, então, são no meu entender não tanto políticas senão sociológicas ou psicológicas. Muitos passamos a acreditar uns nos outros, e deu certo. Na verdade nada ajuda tanto ao sucesso como o próprio sucesso. Aqueles que fazemos Ciência, Tecnologia e Inovação no Brasil passamos a nos sentir cada vez mais estimulados com o fato de que as coisas estavam indo bem, e fomos fazendo-as talvez cada vez melhor; para o qual, bem entendido, é preciso acreditar que ainda não chegamos lá, que ainda falta. Quem acha que já chegou, que já está, corre o risco de parar e não acabar o que estava em andamento. Precisamos fazer muitas coisas ainda; mas creio que estamos no rumo certo. O tempo nos dirá de nossos eventuais fracassos parciais; haverá coisas que não darão certo: algumas das novas universidades, programas ou projetos fracassarão. Mas se sabemos aprender com os erros e somos persistentes, não fracassará a maioria das coisas que fizemos ou viremos a fazer neste campo de estabelecer e pôr para funcionar grupos e instituições de Ciência, Tecnologia e Inovação; tudo ao contrário. E teremos levado o país, e em consequência o bem-estar de seus habitantes a um novo patamar, mais alto.
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. Caracas, Venezuela Año IV, Nº 8, 2012, pp. 121-141.
Fabiola León-Velarde EL RETO DE SER UNA UNIVERSIDAD DE CIENCIA Y EXCELENCIA EN UN PAÍS EN DESARROLLO. EL CASO CAYETANO HEREDIA ABSTRACT
RESUMEN En este artículo se describe como a pesar de la falta de apoyo y de recursos económicos para el desarrollo de la ciencia y la tecnología en el Perú, la Universidad Cayetano Heredia (UPCH), Universidad privada sin fines de lucro, y sin apoyo estatal, ha sabido resguardar su apuesta por la investigación. Esta característica ha llevado a la UPCH en el año 2010 a ser la primera universidad del Perú acreditada en investigación, convirtiéndose así, en un modelo de Universidad de Investigación, cumpliendo con su propósito de cultivar y promover la investigación en todos sus ámbitos, al garantizar un ambiente material y espiritualmente propicio para esta labor a través de sus políticas ad-hoc.
This article is described how, in spite of lack of support and economic resources for science and technology development in Peru, University Cayetano Heredia (UPCH), a private non-profit university, without State support, has protected its goal to promote research. Through this course of action, UPCH in 2010, was able to become the first Peruvian university to obtain the international accreditation in investigation, thus becoming a model of Research University in Perú, fulfilling its intention to cultivate and promote research in all fields, while guaranteeing an adequate physical and spiritual environment for this work through its ad-hoc policies.
Keywords: science and technology, research, scientific policy, university Palabras clave: ciencia y tecnología, management. investigación, política científica, gestión universitaria.
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1. Introducción El desarrollo económico, social y cultural de un país, con inclusión social y cuidado del ambiente, supone la convergencia de muchas variables. Una de ellas, la Ciencia y la Tecnología (CTI), es, sin duda, ineludible. Desde la Revolución Industrial, a la CTI se incorporó un nuevo elemento, la Innovación, constituyéndose así el trío C-T-I en condición necesaria del desarrollo. En la era del conocimiento y la información, que empezó en la década de los setenta del siglo pasado, la presencia y el rol de la CTI se ha hecho todavía más determinante. Sin embargo, la situación de la CTI en el Perú es preocupante, pues en el principal indicador utilizado universalmente, la Inversión en investigación y desarrollo sobre el PBI, se encuentra en los últimos lugares de América Latina (Figura 1).
Los otros indicadores CTI están igualmente bajos, como es el caso de la inversión en I&D per cápita: Brasil gasta 92 dólares anuales por habitante, Chile 76, Argentina 59 y México 56, mientras que el Perú invierte 9 dólares por habitante. En cuanto al Coeficiente de Invención (número de patentes anuales por cada millón de habitantes), mientras que Brasil tiene 5.5 patentes por cada millón de habitantes y Argentina 2.4, el Perú tiene 0.10 (Figura 2) (8, 14).
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En el 2003 el Perú tenía sólo 0.39 investigadores por cada mil trabajadores, en comparación con el promedio regional de 6.50. Por otra parte, el ranking de universidades latinoamericanas que hace el grupo SCIMAGO sobre la base de sus publicaciones científicas (12), muestra 26 universidades peruanas con al menos un artículo publicado en revistas indexadas entre 2006 y 2010, pero sólo seis tienen más de 50 artículos y tres más de 100. La Universidad Peruana Cayetano Heredia, la mejor ubicada en el ranking, ocupa el puesto 78, seguida por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en el puesto 123 y la Pontificia Universidad Católica del Perú en el puesto 157 (Figura 3) (11).
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Figura 3
PC
PC/p
CI
CCP
1Q
(Análisis: últimos 5 años) 1 Universidad de Sao Paulo
37.9
4.40
24.8
0.81
40.4
2 Universidad N. Auto México
17.4
1.15
39.1
0.80
48.6
3 Universidad Est. Campinas
14.4
9.00
21.5
0.81
38.2
6 Universidad de Buenos Aires
9.7
0.39
39.1
0.94
51.1
9 Universidad de Chile
7.2
2.40
44.7
0.92
46.7
29 Universidad N. de Colombia
2.5
0.58
40.3
0.66
32.8
31 Universidad Central de Venezuela
2.3
0.33
40.3
0.62
29.0
50 Universidad de La Habana
1.3
0.22
66.9
0.60
41.8
64 Universidad de Costa Rica
1.0
0.25
60.5
0.91
42.1
78 Universidad Cayetano Heredia
0.7
1.18
72.6
1.42
52.8
Fuente: SCImago Research Gr. 2006-2009. PC, # de pubs (miles); PC/p, # pubs x prol; CI, colaboración internacional; CCP, <1.3 citas 30% más que la media mundial; 1Q, % de revistas 1er cuartil (Tipo A).
Esto se explica en buena medida en que el Perú aún no cuenta con la masa crítica necesaria de institutos, universidades, ni de investigadores, y su infraestructura para investigación es incompleta. El marco regulatorio, aun cuando está desarrollado (1, 2, 3), no es efectivo, y muchas veces entra en contradicciones, pues no cuenta con los recursos, ni humanos, ni económicos suficientes. Los programas en ejecución no siempre cuentan con un adecuado control de calidad, y la interacción con el sector privado es casi nula (12). A pesar de estos inconvenientes y falta de apoyo a la CTI en el país, pues lo urgente ha postergado casi siempre a lo importante, la Universidad Cayetano Heredia (UPCH), Universidad privada sin fines de lucro, y sin recibir apoyo estatal, ha sabido resguardar uno de los aspectos que más los ha distinguido: su apuesta por la investigación. Esta característica ha llevado a la UPCH en el año 2010 a ser la primera universidad del Perú
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acreditada en investigación, además de haber obtenido la acreditación en docencia y gestión en el año 2007. La UPCH se ha convertido así, en un modelo de Universidad de Investigación, en su propósito de cultivar y promover la investigación en todos sus ámbitos, buscando garantizar un ambiente material y espiritualmente propicio para esta labor. Esto, le ha permitido a la UPCH sumarse a los avances de la comunidad internacional en la creación de conocimiento, así como ejercer un papel activo en el desarrollo del Perú, generando conocimiento pertinente dirigido a la solución de sus problemas de salud y ambiente. La figura 4, muestra la importancia que le otorga la UPCH a la investigación, aun cuando tiene un número menor de profesores, y bastante menor de alumnos que las otras universidades consideradas; y aun cuando no recibe ningún subsidio del Estado, como si lo reciben siete de las universidades consideradas en este estudio (9). Las iniciativas llevadas a cabo en el Vicerrectorado de Investigación (VRI) de la UPCH han estado dirigidas a establecer un marco institucional, así como la estructura adecuada en los ámbitos de su organización, recursos humanos y finanzas. Se describe aquí los ejes principales de este modelo, así como algunos programas, que le ha permitido al Perú mostrar una producción científica adecuada, a pesar de las condiciones arriba expuestas (4, 5, 6, 15). 2. Eje, procesos internos Objetivos o Potenciar la producción científica y su difusión (proyectos de investigación, revistas editadas, eventos científicos). o Fortalecimiento de la gestión con fuentes cooperantes (directorio, nuevos contactos). o Desarrollar procesos de transferencia tecnológica (nuevas estructuras y normatividad).
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o Propiciar la creación, desarrollo progresivo y permanente de la automatización y el ordenamiento interno. 2.1. Producción y difusión científica El número de proyectos de investigación de la UPCH crece incesantemente, y su financiamiento corresponde aproximadamente al 30% del presupuesto de la UPCH, dedicado a investigación. - Edición del Catálogo de Unidades de Investigación. UPCH - 2008. A principios del 2006, la UPCH editó la primera versión de la Guía de Laboratorios y Unidades de Investigación con el propósito de facilitar la comunicación con personas y sectores interesados y estimular así la interrelación entre la UPCH y su entorno. Debido a la aparición de nuevos laboratorios, esta publicación se reedita cada 2 años y da cuenta de los datos generales de los investigadores, así como sus áreas de investigación y líneas temáticas, algunas de sus publicaciones recientes y premios. - Edición de las Memorias del EpiCah Estas Memorias, editadas por el VRI presentan en forma resumida los trabajos de investigación que se presentan anualmente en el Encuentro Anual de Investigadores de la UPCH (EPICAH). De esta manera se presenta a la comunidad científica, y en general, los aportes de la UPCH en los distintos campos de su competencia. - Edición de la investigación publicada en Spirat Los números especiales de la revista Spirat, dan cuenta de las publicaciones científicas de los miembros de la UPCH cada año. La recopilación comprende los resúmenes de artículos originales en revistas internacionales y nacionales, editoriales, capítulos de libros y libros, entre otros.
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2.2. Eventos científicos - Jornadas científicas Las Jornadas Científicas UPCH ya se encuentran en su XVIII versión, allí se presentan trabajos de investigación de docentes y estudiantes. Cada Facultad e Instituto recibe un premio al mejor trabajo de investigación, se entregan también los Premios a la Producción Científica Destacada, y los reconocimientos a la contribución destacada para el desarrollo de investigación. - Festival de Investigación Promover la cultura institucional de investigación requiere que podamos percibirla como una actividad cotidiana. El Festival de Investigación, una exhibición en los ambientes del campus central muestras de los trabajos recientes presentados por las distintas unidades de investigación de nuestra institución en Congresos Científicos Internacionales y Nacionales, es una estrategia para acercar los desarrollos de investigación a la comunidad herediana en general y al alumnado en particular. - Organización y participación en eventos científicos La UPCH fomenta la contribución de sus docentes y alumnos en la organización y participación de eventos científicos, nacionales e internacionales, a través del “Fondo de Apoyo a la Participación de Profesores en Encuentros Científicos y a la Promoción de las Publicaciones en la UPCH”. - Premio al Investigador Joven Cayetano Heredia Con el fin de reconocer la contribución científica de los investigadores jóvenes en la UPCH, se ha generado uno de los más importantes galardones en ciencias médicas y biológicas de la salud que se otorgan en el Perú a los jóvenes científicos.
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3. Fortalecimiento de la gestión con fuentes cooperantes Una amplia lista de instituciones extranjeras figura como fuentes cooperantes activas para el desarrollo de proyectos de investigación en nuestra universidad. Entre los más importantes cabe destacar, la Fundación Bill y Melinda Gates, los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos de Norte América (NIH), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Wellcome Trust del Reino Unido, la Unión Europea, la Cooperación Regional Francesa, el Korea Research Institute, entre los más importantes. Los aportes de estos donantes han sido efectivos después de concursos internacionales, donde la UPCH concursó a la par de otras universidades e institutos de clase mundial. 4. Desarrollo de procesos de transferencia tecnológica La Transferencia tecnológica es una prioridad en la agenda de trabajo común a la Dirección de Economía y Planificación y el Vicerrectorado de Investigación. En el organigrama funcional del Vicerrectorado de Investigación propuesto en el nuevo Manual de Organización y Funciones, la DUICT incluye el Área de Gestión de Desarrollo y Transferencia Tecnológica, la que a su vez se articula con el Parque de Innovación de Santa María del Mar (PISAM). El Área de Gestión de Desarrollo y Transferencia Tecnológica, ha participado en: - La elaboración del Plan de Biotecnología de Mediano Plazo del Concejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONCYTEC). - La Conferencia Latinoamericana de Parques Tecnológicos e Incubadoras de Empresas de la International Association of Science Parks IASPLA 2007: Redes, Innovación y Emprendimiento para el Desarrollo organizada por la IASP, PUCP y Perú Incuba. Tenemos un gran trabajo pendiente, dificultado por la escasez de experiencia interna con estos temas. Para continuar con el desarrollo
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de procesos y transferencia tecnológica, de patentes y de propiedad intelectual, se requieren nuevos instrumentos y nuevas estructuras que poco a poco se irán implementando en la UPCH, de la mano con el desarrollo de estos procesos en el país. La transferencia de conocimiento a los sectores empresariales se ha convertido en una función básica de una universidad ya incorporada en varias sociedades. - La creación de centros mixtos, de parques C-T, las cátedras de empresa, etc., son instrumentos que deberían ser apoyados por una normativa apropiada desde el Estado. 5. Gestión tecnológica y propiedad intelectual A través de este desarrollo se: o Brinda asesoramiento permanente a los órganos del VRI, en asuntos de carácter jurídico legal, principalmente en todo lo relacionado con la propiedad intelectual, patentes, regalías y derechos de autor. o Vela por los intereses de los investigadores y de la institución en particular, prestando asesoría en la elaboración y celebración de contratos, protegiendo la propiedad intelectual producida por la institución y/o cualquiera de sus miembros. o Promove y difunde entre los investigadores, toda la información relacionada con los procesos y trámites a seguir ante las instancias respectivas con el objetivo de lograr el registro de patentes, productos y/o servicios. o Emite informes sobre aspectos jurídicos y legales que le correspondan y absolver consultas. o Organiza y lleva una relación de los contratos celebrados a nombre de la universidad.
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6. Fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) – FINCyT La UPCH ha resultado ganadora del 30% de los proyectos, a nivel nacional, aprobados por los Fondos del BID-FINCyT en ciencia y tecnología, para las universidades. Cabe destacar que estos fondos se encuentran íntimamente ligados al desarrollo y a un conocimiento más profundo de los productos bandera del Perú, y a como la UPCH estará contribuyendo a darle el valor agregado que requieren urgentemente. Los temas de investigación son: o Producción de bioinsecticidas para el control de mosquitos. o Huella molecular, propagación, detección y limpieza viral de nuestros productos bandera. o Selección asistida de alpacas reproductoras con marcadores genéticos de ADN. o Una Estrategia de Manejo Sostenible para Recuperar Poblaciones del Camarón de rió Cryphiops caementarius, amenazado por la sobre-explotación. o Desarrollo de filomedicamentos tópicos para el tratamiento de micosis superficial y leishmaniasis cutánea. o Mantenimiento del germoplasma vegetal en el bosque seco del norte del Perú. o Desarrollo de una vacuna recombinante para el control de Sarcosistiosis en camélidos peruanos. 7. Automatización, ordenamiento interno progresivo y avances en el proceso de gestión de la investigación y de la información. a) Edición de un Manual de Organización y Funciones del VRI (MOF) Esta re-edición del MOF ha incorporado todos los nuevos desarrollos dirigidos a fortalecer la gestión, tanto de la dirección de investigación,
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con sus áreas de investigación y de transferencia tecnológica, como la dirección de gestión de la información científica. b) Desarrollo del Sistema Descentralizado de Información y Seguimiento a la Investigación (SIDISI) La Dirección de Informática, en coordinación con la Dirección de Investigación y Tecnología (DUICT), sigue trabajando en una adecuada implementación del SIDISI, asimismo, ha venido diseñado un programa que automatice en lo posible el desarrollo de la agenda de las reuniones de los Comités de Ética de Humanos y de Animales (CIE y del CIEA) y las comunicaciones con los investigadores a partir del ingreso de datos para el registro de proyectos. c) Edición de Manual para el manejo y uso de los animales de laboratorio en la UPCH Este manual es la prueba tangible de cómo la UPCH asume responsablemente el pleno conocimiento de las normas éticas y legales que regulan el adecuado uso de los animales de laboratorio. El Comité Institucional de Ética para el Uso de Animales (CIEA) ha asumido el compromiso de vigilar la aplicación de dichas normas en la práctica cotidiana de docencia, investigación y otras actividades desarrolladas UPCH. 8. Eje, comunidad y usuarios Objetivos: o Posicionamiento internacional como universidad que investiga (publicaciones, citaciones, inversión en investigación, premios, captación de fondos internacionales). o Socio estratégico para el desarrollo (proyectos y convenios).
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Posicionamiento como universidad que investiga La universidad peruana con la mayor producción científica. En el Ranking Universitario en el Perú, publicado por la Asamblea Nacional de Rectores, nos corresponde el puntaje total más alto en el área de investigación. Somos la institución peruana que más investiga, que más invierte en investigación, y con el mayor número de publicaciones en revistas indexadas. Ocupamos el primer puesto entre las universidades peruanas entre 490 instituciones de investigación en América Latina y el Caribe (ALC), y el segundo puesto entre las 490 universidades de ALC que publican más del 25% de sus artículos científicos en las mejores revistas, información que consta en el Ranking de publicaciones científicas del grupo Iberoamericano SCIMago (Figura 4). Figura 4. Ranking de las 10 primeras universidades del Perú
Fuente: Ranking universitario en el Perú. Luis Piscoya H. 2008. Ref. 9.
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- Inversión en investigación Contamos con los siguientes fondos estratégicos y directivas de apoyo al investigador: a) Fondos propios VRI-UPCH para investigación Adicionalmente, además de los Fondos Estratégicos del Rectorado, y de los Fondos de nuestros benefactores, como el Dr. Francisco Tejada (ex alumno de nuestra universidad), para docentes y alumnos, las Facultades propician el desarrollo de fondos semillas para sus estudiantes, lo que da cuenta de la importancia que también le vienen dando a la investigación. b) Directiva de Incorporación a la UPCH de Profesores Investigadores Es finalidad del VRI propiciar la investigación, dando apoyo a las unidades operativas y a los investigadores. De acuerdo a la ley Universitaria y a los Estatutos de la UPCH, los profesores pueden dedicarse a docencia, investigación o actividades administrativas. Sin embargo, la práctica habitual en la mayoría de Facultades, en algunos casos derivada del hecho que no cuentan con partidas para promoción de investigación ni retorno de los fondos generados por actividades de investigación, es la de incorporación de nuevos profesores estricta o fundamentalmente para cumplimiento de función docente a partir de la propuesta de un Departamento Académico. Esta incorporación procede con aprobación del Consejo de la Facultad y ratificación a nivel de Consejo Universitario. El VRI, bajo el modelo de propiciar activamente la investigación, propone que también puedan ser incorporados en su seno, como profesores de la institución, investigadores calificados cuyo aporte previsto a la universidad derive fundamentalmente de su desarrollo profesional como investigador, incluyendo la generación de oportunidades de investigación para alumnos de pre y post-grado.
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Para estos casos se proponen las categorías de profesor investigador asociado o principal. c) Directiva de Reconocimiento de Actividades de Investigación en la carga horaria del Profesor Ordinario o Contratado Como se ha comentado más arriba, de acuerdo a la Ley Universitaria vigente y a los Estatutos de la UPCH, los profesores pueden dedicarse a docencia, investigación y actividades administrativas. Sin embargo, en la actualidad el reconocimiento de las horas dedicadas a investigación tiene un enfoque heterogéneo tanto entre las Facultades como al interior de cada Facultad cuando se compara la situación de docentes contratados y ordinarios. El VRI, con el fin de hacer de la creación de conocimiento un eje central del desarrollo institucional, propone esta directiva orientada a facilitar una progresiva estandarización institucional en las prácticas de reconocimiento de los tiempos dedicados a investigación por Profesores de la Universidad como parte de la carga horaria. En la medida que la heterogeneidad antes descrita responde en buena parte a las partidas presupuestales escasas que las Facultades disponen para promoción de investigación, el VRI plantea dos situaciones a ser consideradas por las Facultades: (i) Participación en proyectos con financiamiento integral de la dedicación a investigación (ii) Participación en proyectos con financiamiento parcial o nulo para la dedicación a investigación. d) Fondo de Apoyo al Investigador Dado que en el Perú no existen reglas claras para el docente que se quiere dedicar a la investigación, y que no existe la carrera del investigador, la UPCH ha destinado un fondo para sustentar económicamente la dedicación a actividades de investigación de profesores que lo requieran en virtud de su trayectoria en investigación. Son docentes aptos para acceder a estos fondos, profesores principales y asociados de la UPCH, con grado de Magíster, cuyo prestigio científico este sustentado por trabajos de investigación y publicaciones
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debidamente registrados en su Unidad de operativa y a través de la misma en todas las Instancias pertinentes del VRI. El VRI determina anualmente el monto destinado para estos fines, el cual es aprobado dentro del presupuesto de la UPCH. Cada fondo debe cubrir el 90% de la dedicación del salario actual de acuerdo a la categoría docente y salario referencial actual del docente, por el periodo de un semestre académico, y debe destinarse específicamente para las labores de investigación. Este monto es renovable hasta completar un máximo de tres semestres académicos, según cumplimiento de los requisitos estipulados en las directivas del Fondo. e) Beca de retorno Esta convocatoria permite el retorno de un investigador que con el grado de PhD o DSc sea requerido en virtud de sus méritos y en consideración a las prioridades de desarrollo definidas por las Facultades. Este programa ha generado nueve becas de retorno completas y ha gestionado y/o apoyado el reclutamiento de cinco profesores del extranjero con la Facultad de Ciencias. Todas las becas de retorno ya están generando nuevos proyectos de investigación. - Captación de fondos para investigación y desarrollo de políticas para reinversión Hasta hace algunos años, la captación de fondos internacionales dependía fundamentalmente del empuje e iniciativa individual de los investigadores. Hoy, se cuenta con cuatro estrategias fundamentales para favorecer una mayor y más eficiente captación de fondos; estos son: - Apoyar a los investigadores en las negociaciones, como se ha venido realizando en coordinación con la Dirección General de Administración y la Oficina de Proyectos para convocatorias recientes. - Buscar nuevas fuentes de cooperación. Con este fin, la UPCH dispone de la suscripción a bases de datos para identificar fuentes de
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financiamiento apropiadas para investigación científica en distintas disciplinas. - Salvaguardar el uso de los recursos de la cooperación, por medio de auditorías periódicas. - Analizar permanentemente las tendencias de la cooperación. 2) Socio estratégico para el desarrollo (proyectos y convenios) La UPCH tiene más de 140 convenios activos con instituciones nacionales e internacionales. 9. Eje, aprendizaje y crecimiento Objetivos: o Capacitación para la formulación y gestión de proyectos (talleres, asesorías). o Desarrollar una cultura de apoyo, calidad y servicio (actualización y aprendizaje permanente de la normatividad a través de manuales y directivas apropiadas). Capacitación y soporte técnico en el área de investigación - Talleres de Investigación en líneas multidisciplinarias. Es función del VRI llevar a cabo taller de Investigación de la UPCH, donde los investigadores tengan la oportunidad de integrar más activamente sus líneas de investigación a saber: (1) investigación para el desarrollo de la innovación biomédica: herramientas diagnósticas, prevención y control de enfermedades endémicas, (2) para del desarrollo sostenible: bioremediación, ecotoxicología, principios farmacoló-gicamente activos de plantas medicinales, sustancias biodegradables, censos de biodiversidad, reproducción adecuada de especies animales endémicas, (3) en la dimensión social: ensayos clínicos y estudios epidemiológicos.
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Los talleres tienen como producto la generación de Proyectos Especiales en líneas de investigación multidisciplinarias, teniendo en cuenta la realidad nacional. Los objetivos son: - Contribuir con el desarrollo de las capacidades de los miembros de nuestro claustro en el diseño y la presentación de proyectos de carácter integrativo, que sean estratégicos para nuestro país. - Establecer una organización horizontal de nuestros equipos de investigación, necesaria para abordar con éxito el Programa Nacional de Ciencia y Tecnología. - Edición de la Guía práctica para el Investigador Esta guía, cuya primera versión ha sido editada con la colaboración de las Direcciones de Investigación de las Facultades e Institutos, condensa la información fundamental que los investigadores requieren para una conducción más eficiente y ordenada de los proyectos de investigación en nuestra universidad. Además recopila los procesos de registro y aprobación de proyectos vigentes en la Dirección de Investigación. Dichos procesos se dan bajo un enfoque en el que se garantice el cumplimiento de las responsabilidades institucionales, y que procure al mismo tiempo la máxima flexibilidad posible en al afán de facilitar activamente las actividades de investigación. El objetivo principal de esta guía es promover que los investigadores de nuestra comunidad se familiaricen con estos nuevos procesos y comprendan los principios que los animan. 10. A manera de conclusión El Perú se encuentra en una posición infortunada en lo que se refiere a su competitividad, como lo muestran nuestros indicadores de innovación (Figura 5). Sin embargo, a pesar de las debilidades que muestra en su sistema de CTI, mencionadas al inicio de este artículo, tiene algunas fortalezas, como son, una infraestructura básica de CTI en universidades e institutos, algunos núcleos de excelencia, ha manejado bien sus
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fondos estratégicos para CTI, y tiene un buen marco legal de propiedad intelectual. En cuanto a las oportunidades, el Perú se encuentra en un momento inigualable para comenzar a darle a la CTI la importancia que se merece, pues cuenta con estabilidad macro económica, un importante crecimiento económico, y un buen nivel de inversión; tiene una buena apertura comercial, que le permite tener acceso a nuevas tecnologías y a la cooperación internacional, y tiene una red de investigadores de gran nivel, operando en el extranjero. Figura 5
Indicadores de Innovación Ranking de Perú
Competitividad global
Chile Colombia
México
78
30
69
60
109
49
63
78
Capacidad de innovación
84
60
62
80
Gasto en I&D
90
56
72
78
Disponibilidad de científicos e ingenieros
101
23
89
94
Colaboración universidad y empresa en I&D
104
41
36
62
Calidad de instituciones de investigación
118
57
87
65
Innovación
Fuente: World Economic Forum (WEF), 2009-2010. Elaborado por E. ismodes para la CADE 2010.
Asimismo, puede apreciarse una convergencia de preocupaciones sobre el estado de la CTI y un consenso cada vez más amplio acerca de la necesidad de emprender la tarea de fortalecerla. También sabemos que es posible avanzar rápidamente, conocemos los criterios para diseñar políticas y estrategias, y se han identificado ya el conjunto de líneas de acción, instrumentos de política y medidas específicas que deben ponerse en práctica a la brevedad posible (10, 13). Para superar la situación en la que se encuentra el Perú y aprovechar los logros y avances que hemos mencionado hay que tomar decisiones de política que deben ir reunidas en un paquete que resuelva simultáneamente y de una forma coherente los diversos retos a enfrentar (7):
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• Formación de recursos humanos de alto nivel en el grado de Doctor (para realizar investigación) y de Técnicos altamente calificados (para la innovación). • Fortalecimiento de las instituciones relacionadas a la CTI, especialmente las Universidades, los centros de investigación, las empresas y los organismos líderes del sistema. • Desarrollo planificado de la infraestructura de laboratorios de investigación y de talleres de diseño e innovación, teniendo en cuenta lo existente y propiciando el uso compartido. • Priorizar las gestiones con el BID para obtener otro préstamo para CTI . • Contar con un sistema efectivo de elaboración de información y difusión de los resultados de la investigación y la innovación. • Financiamiento de la investigación y de la innovación mediante la ampliación de los fondos concursables, promocionando la relación entre universidades y empresas. Asegurar la continuidad del funcionamiento de los fondos concursables que han logrado una notable capacidad de gestión y que, por lo tanto, constituyen un avance importante para el país. La superación de estos retos supone actuar de inmediato sobre los más urgentes ejes estratégicos en el campo de la CTI, en los cuales, el “Modelo Cayetano” tiene ya algunas ventajas: - Ha desarrollado los recursos humanos que le han permitido alcanzar la masa crítica de investigadores y gestores en investigación para generar investigación de nivel internacional. - Se ha constituido en una institución sólida de categoría internacional. - Ha difundido y publicado su producción científica en CTI, logrando posicionarse como universidad líder que propugna, la investigación y la innovación como valores y prioridades universitarias.
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- Se ha asegurado el adecuado financiamiento para la consecución de sus objetivos institucionales. Referencias Bibliograficas CONCYTEC (2005). Plan nacional estratégico de ciencia, tecnología e innovación para la competitividad y el desarrollo humano, PNCTI 2006-2021. Lima: CONCYTEC. CONCYTEC (2009). Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica para el desarrollo productivo y social sostenible 2009 – 2013.documento de consulta. Portal del CONCYTEC. http:// portal.concytec.gob.pe/images/upload2009/pn_ctci_versión_pdf. Díaz, Juan José y Juana Kuramoto (2010). Políticas de Innovación, Ciencia y Tecnología. Lima: Grade. Documento preparado para el Consorcio de Investigación Económica y Social – CIES, disponible en: http://www.elecciones2011.cics.org.pe. León-Velarde, Fabiola (2006). Políticas, Objetivos y Acciones para la investigación. Revista Tecnología y Desarrollo. Nº 2. Vol. 2, p. 24-33. León-Velarde, F. (2007) Informe del Vicerrectorado de Investigación. SPIRAT. Revista de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. León-Velarde, Fabiola (2010). La Investigación en el Perú, políticas y programas en la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Educación Superior en el Perú. Portafolio OEI – Educación No. 2. Lima, 2010. Foro por la CTI (2011) Manifiesto por la Ciencia, la Tecnología y la Innovación. Publicado en los diarios de circulación nacional el 15 de febrero del 2011, y la pg “Foro por la CTI” en facebook. Montoya Z, Modesto (2010). Sistemas de ciencia, tecnología e innovación tecnológica y generación de patentes: caso Perú, 1990 – 2007 [Tesis doctoral]. Lima: Universidad de San Martín de Porras. Piscoya, Luis (2008). Ranking Universitario en el Perú. Asamblea Nacional de Rectores. Lima. 140
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. Caracas, Venezuela Año IV, Nº 8, 2012, pp. 143-173
Fidel Ramón y Rolando Collado HACIA EL ESTABLECIMIENTO DE POLÍTICAS DE CIENCIA E INNOVACIÓN EN AMÉRICA LATINA. PAPEL DE LOS ORGANISMOS LATINOAMERICANOS DE CIENCIA E INNOVACIÓN ABSTRACT
RESUMEN Las políticas científicas en México aparecieron a finales de los 1930s y desde entonces varios organismos gubernamentales han tratado de implementarlas. En 1999 la Cámara de Diputados aprobó la Ley para el Fomento de la Investigación Científica y Tecnológica, pero no ha sido aplicada. Como resultado, el apoyo gubernamental a la ciencia en México está lejos de satisfacer las necesidades del país. Por este motivo, presentamos un proyecto de actividades para Organismos Latinoamericanos de Ciencia e Innovación (OLACI), que podría ayudar a que los diferentes gobiernos aumenten su interés en apoyar estos campos.
Official scientific policies in Mexico first appeared at the end of the 1930 and since then several government organisms have tried to implement them. In 1999, a Law for the Promotion of Scientific and Technological Research was approved by the Lower Legislature Chamber but it has not been applied. As a result, government support of science in Mexico remains far from meeting the needs of the country. Because of this, we present a proposal of activities for Latinamerican Organisms of Science and Innovation (OLACI) that could help to boost the interest of governments in science.
Keywords: Public policies in Mexico, Latin American Organizations in Palabras clave: Políticas científicas en Science and Innovation (OLACI). México, Organismos Latinoamericanos de Ciencia e Innovación (OLACI)
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1. Introducción En este escrito queremos, primero, hacer una relación histórica de los acontecimientos relacionados con el desarrollo de la ciencia y sus políticas, o la falta de ellas, en México en los últimos cien años. Esta sección se basa en el análisis de las instituciones que desde principios del siglo XX han creado los diferentes gobiernos que ha tenido México con el propósito, a veces sólo implícito, de desarrollar e impulsar la investigación científica. Como es natural, estos esfuerzos variaron de acuerdo no sólo con los diferentes gobiernos, sino también con los puntos de vista educativos, ya que a principio de siglo dominaba un positivismo que tuvo una gran infuencia en la educación y la investigación. Segundo, debido a los pobres resultados y expectativas que se pueden deducir de la descripción hecha en la primera parte, también queremos hacer una proposición de organización para el desarrollo de la ciencia que parecería tener mas fertilidad que aquellas que se han implementado hasta ahora. Así, cuando se habla de políticas de ciencia e innovación en América Latina, habitualmente la atención se centra en las políticas que establecen los gobiernos. Sin embargo, las instituciones, los grupos sociales y los individuos también tienen políticas en el sentido de las intenciones que motivan sus actos y las estrategias que siguen para lograr sus objetivos. Aunque esta relación está centrada en México, en vista de las similitudes con lo que ha ocurrido en esos mismos cien años en varios de los países latinoamericanos, creemos que esta proposición podría tener aplicación en los países en los que los gobiernos manifiestan poco interés por desarrollar la ciencia local. El establecimiento de políticas latinoamericanas en ciencia e innovación que realmente funcionen parece una utopía que implica, entre muchos otros pasos, consensuar las políticas de los países, de los gobernantes y de los gobernados. Los movimientos sociales en Europa, Asia, Estados Unidos y otros sitios, muestran la inoperancia de políticas acordadas por las altas dirigencias sin el respaldo popular.
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Por todo ello, el tema central de la segunda parte de este artículo es el papel que pueden jugar los Organismos Latinoamericanos de Ciencia e Innovación (OLACI), para impulsar el establecimiento de políticas latinoamericanas en ese campo. Se abordarán cuatro temas: 1. El tipo de políticas existentes en los países latinoamericanos. 2. Los Organismos Latinoamericanos de Ciencia e Innovación, OLACI. 3. Políticas y estrategias que pueden seguir los OLACI para influir en los diferentes niveles de decisión. 4. Factores que obstaculizan y favorecen las políticas de los OLACI Con base en lo analizado en esos cuatro temas, al final se presenta una propuesta de investigación. Con el nombre de ‘políticas científicas’ se describen aquellas decisiones que hace un gobierno sobre la dirección que deben tomar los esfuerzos de sus científicos; esto es, qué deben investigar las personas que hacen ciencia, definiendo esta palabra como las actividades académicas dirigidas al entendimiento de los fenómenos de la naturaleza. Más aún, las políticas científicas pueden estar relacionadas indirectamente con la investigación, como el uso y eliminación de desinfectantes, organismos y agentes biológicos, equipo, material radioactivo, etc. Sin embargo, si nos limitamos a la investigación, una pregunta fundamental es, ¿por qué es el gobierno el que tiene que dirigir las actividades científicas? La respuesta es difícil, ya que, teoricamente, los científicos trabajan en instituciones en las que está vigente el principio de la libre cátedra, por lo que investigarán en aquellos problemas que sean de su interés. Sin embargo, en el mundo actual esos mismos científicos trabajan en instituciones del gobierno (universidades, centros de educación superior o agencias gubernamentales) que en forma directa o indirecta reciben de él gran parte de su presupuesto.
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Por otro lado, una de las tareas del gobierno es reunir la información necesaria para determinar cuáles son las necesidades más apremiantes del país en un momento dado, por lo que también es quien está mejor calificado para canalizar fondos gubernamentales a resolver tales necesidades. Sin embargo, como veremos más adelante en el caso de México, en muchas ocasiones el gobierno no sabe lo que quiere y aunque puede obtener asesoría de algunos científicos, frecuentemente sus acciones son dictadas por presiones ajenas a las científicas. El mecanismo que los gobiernos usan para implementar las políticas científicas es crear oficinas encargadas de analizar situaciones, detectar problemas y canalizar fondos a las personas que trabajan para resolverlos. Como los países latinoamericanos también tienen problemas graves de educación en todos los niveles, frecuentemente estas agencias también se encargan de proporcionar becas para que los estudiantes busquen entrenamiento tanto a nivel nacional como internacional. Así, a pesar de que en un momento dado los científicos pueden trabajar en cualquier problema que consideren interesante, es el gobierno el que determina el tipo de investigación que apoyará economicamente. Para ello se supone que crea comités formados por científicos, los que estudian los problemas y resuelven donde poner los fondos del gobierno. Sin embargo, frecuentemente esto no sucede y aunque los estudios pueden haber sido hechos por científicos, las decisiones sobre los temas de trabajo y donde aplicar los fondos son hechas por administradores, que en el mejor de los casos fueron científicos o están especialmente entrenados en estas actividades y en el peor y más común de los casos, son administradores o políticos que antes también fueron administradores o políticos en otra rama del gobierno. Frecuentemente esa situación crea un conflicto entre lo que el científico quisiera hacer y lo que tiene que hacer para obtener apoyo económico, lo que se resuelve en una de varias formas: 1) el científico acepta trabajar en aquello que el gobierno decide; 2) el científico trata de trabajar en lo que quiere sin apoyo económico del gobierno, o; 3) el científico trabaja en lo que le interesa y trata de convencer al gobierno de que eso tiene relevancia para el propósito del gobierno.
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Entonces, las políticas científicas de un gobierno consisten en indicar aquellas direcciones que tienen como finalidad resolver los problemas importantes de un país, que en los latinoamericanos consisten, básicamente, en disminuir las desigualdades sociales. Se pretende obtener esto eliminando o reduciendo en forma notable los problemas debidos a condiciones de falta de trabajo y de insalubridad, que frecuentemente llevan a la pobreza, malas condiciones de salud y falta de oportunidades para salir de esa situación. Así, nos podemos hacer tres preguntas en relación a los países patinoamericanos, 1) ¿cuáles son las políticas científicas que han generado los gobiernos?; 2) ¿han resuelto los problemas de las poblaciones?, y; 3) sino lo han hecho, ¿porqué? 2. Ciencias exactas y biomédicas Como mencionamos, las ciencias son todas aquellas actividades que se desarrollan con el propósito de descubrir los secretos de la naturaleza alrededor nuestro y es a ellas a las que se refieren las políticas científicas. Sin embargo, hemos diversificado nuestra búsqueda sobre esos problemas en una forma tal que nadie puede decir que sabe todo sobre siquiera una de las ramas de la ciencia, de manera que el conocimiento científico de la naturaleza se integra con el de muchas personas. Además, como dividimos las ciencias en capítulos, no sólo con el fin de estudiarlas sino también de comunicar los conocimientos obtenidos, no podríamos en un escrito como este cubrir todas las ramas de la ciencia. En forma simplista las ciencias se han divido en aquellas llamadas ‹ciencias exactas›, que comprenden las que anteriormente usaban las matemáticas en forma común y las ‹ciencias sociales›, que antes no la usaban. Aunque es claro que esta división es superficial, por no decir falsa, queremos utilizarla para delimitar el campo que podemos cubrir en este escrito. Así, aquí nos referiremos sólo a las llamadas ‹ciencias biomédicas› que parecen caer a mitad de camino entre las ciencias duras y las suaves, pero que son las de mayor tradición en México y varios de los países latinoamericanos.
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3. ¿Para qué sirve la ciencia? Ya hemos dicho que la ciencia trata de explicar el mundo que nos rodea, pero también podemos preguntarnos, para qué queremos explicarnos el mundo que nos rodea? Una respuesta podría ser, por supuesto, simplemente por curiosidad, pero claramente esta respuesta no sería suficiente para la mayoría de las personas. Esto es particularmente cierto si la búsqueda requiere de un apoyo económico que al salir de fondos públicos, limitaría aquellos que podrían ser dirigidos a otras actividades que podrían resultar en beneficios para un número mayor de personas que aquellas dedicadas a la ciencia. Así, el dedicar fondos públicos a la búsqueda de respuestas sobre el mundo externo requiere de una justificación que satisfaga a la mayor parte de las personas. La explicación con la que generalmente se justifica el uso de fondos públicos para la búsqueda científica, es que la ciencia y por lo tanto la explicación del mundo externo, llevará a un mejoría en el nivel de vida de todas o la mayor parte de las personas de un país. Para demostrar esto se utilizan ejemplos tomados de países generalmente más desarrollados o del llamado primer mundo, como Estados Unidos y Canadá, los países más nórdicos de la Unión Europea y recientemente algunos de los países asiáticos. Entonces, el propósito de las políticas científicas y de las ciencias en general en países latinoamericanos, es elevar el nivel de vida de sus habitantes y llevarlo al mismo nivel en el que se encuentran los países más desarrollados. Por lo tanto, utilizando estas comparaciones, es posible determinar si esas políticas en los países de latinoamerica están teniendo éxito; esto es, si el nivel vida de sus habitantes está siendo elevado gracias a la ciencia local y acercándose a aquel en los países más desarrollados. 4. La Ciencia en México Si aceptamos que el objeto de la búsqueda científica es elevar el nivel de vida de los habitantes de los países, parece claro que el organismo responsable de determinar cuál es ese nivel, escoger la forma más adecuada para elevarlo y seleccionar las personas que pueden hacerlo, 148
es el Gobierno de los respectivos países. Por ello, parecería que debemos aceptar en forma implícita que el Gobierno se encargue de dictar las políticas científicas que llevarían a un país por ese camino. Aunque esto es lo que generalmente hacemos, la aceptación no debería ser ciega y tenemos el derecho de preguntarnos ocasionalmente si las cosas están saliendo bien; esto es, si la ciencia local está contribuyendo a elevar el nivel de vida de los habitantes del país. El primer punto en este cuestionamiento es conocer cuáles son las políticas científicas en un país como México y empezaremos por ver rápidamente el desarrollo de las ciencias biomédicas. El desarrollo de las ciencias biomédicas en México fue muy tardío, ya que, primero, el territorio fue conquistado por España y a finales del siglo XV y principios del XVI, este era uno de los países europeos más atrasados en ciencia; por ello, no contribuyó a llevar la ciencia de entonces al nuevo territorio. Es más, aunque la ciencia indígena no era la ciencia experimental que ahora consideramos la forma adecuada de entender la naturaleza, por lo que debemos llamarla empírica, estaba bastante avanzada y en cualquier momento pudo haber incorporado las ciencias experimentales que ahora favorecemos. Este proceso duró toda la época colonial. Posteriormente, con la Independencia de España llevada a cabo a principios del siglo XIX, el país quedó débil y su preocupación no eran las ciencias, que conocía poco, sino su reforzamiento contra los países que buscaban una parte del territorio y que finalmente obtuvieron. Después vino un periodo de crecimiento, durante el cual se empezaron a adquirir algunos de los frutos de la Revolución Industrial que mientras tanto había ocurrido en Europa. Desafortunadamente este periodo de crecimiento se basó en gran parte en el empobrecimiento de una gran proporción de los habitantes del país, que fueron empujados a la Revolución de principios del siglo XX. Después de la Revolución el país quedó en condiciones de gran debilidad, que afortunadamente pudo dejar atrás y hacia mediados de la década de los 30 empezó a fortalecerse, lo que le permitió iniciar la construcción de su ciencia moderna a partir de principios de la década de los 40. Este
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período coincidió con el interés de los Estados Unidos por los estudios sobre reproducción animal y vegetal, por lo que las fundaciones Ford, Kellogs y Rockefeller contribuyeron con apoyos financieros generosos para que algunas universidades adquirieran equipo experimental e infraestructura. Además, también apoyaron a algunos de sus miembros más notables para que fueran a ese país a aprender algunas técnicas, establecer colaboraciones científicas y hacer los contactos que los llevarían a publicar los resultados de sus trabajo en revistas internacionales de prestigio. Los intentos de colonización por países como Inglaterra, Francia y Rusia, que veían con interés el territorio poco poblado de América, hicieron que en 1823, durante la Presidencia de James Monroe, en los Estados Unidos de América naciera el sentimiento que derivó en la famosa doctrina de “América para los americanos”. Este sentimiento tuvo pocas consecuencias entonces, pero para la década de los 30, cuando las guerras civiles en los países latinoamericanos habían disminuído en frecuencia, se empezaron a notar. Entonces, en 1915 la Fundación Rockefeller, creada apenas en 1913, lanzó un programa de ayuda a Latinoamérica para combatir enfermedades crónicas como la malaria, la fiebre amarilla y la esquistozomiasis. Después, en 1931, esa misma Fundación empezó a hacer contribuciones económicas a las universidades latinoamericanas con el objeto de promover la investigación sobre endocrinología reproductiva, un proyecto que posteriormente llevaría al desarrollo de los anticonceptivos. Para la década de los 50, universidades en Brasil, Chile, Colombia, México y otros países, recibían cantidades importantes de dinero para diversas investigaciones, particularmente en relación a enfermedades. Poco después de la creación de la Fundación Rockefeller, en 1936 se creó la Fundación Ford, que también inició programas de ayuda a países latinoamericanos, ofreciendo apoyo económico a las universidades y organizaciones de salud para investigaciones también relacionadas con la reproducción, tanto vegetal como animal. Otra Fundación creada en la misma época, en 1925, fue la Guggenheim Memorial Foundation, que aunque no ofrecía donativos, otorgaba becas
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a científicos, literatos y artistas. La convocatoria indicaba que la beca era para profesionales avanzados en todos los campos de las ciencias naturales, ciencias sociales, humanidades y artes creativas, e inicialmente fue otorgada a investigadores americanos. Sin embargo, a partir de 1930 la beca Guggenheim fue extendida a investigadores latinoamericanos y del Caribe, y varios de los fundadores de las ciencias experimentales latinoamericanas se encontraron entre los becarios; entre ellos estuvieron, Arturo Rosenblueth de México (1930, 1931), Joaquín Luco Valenzuela de Chile (1937, 1938, 1957, 1968), Mauricio Roche e Silva de Venezuela (1940, 1941), Washington Buño de Uruguay (1941, 1947), Eduardo de Robertis de Argentina (1946, 1947) y Carlos Chagas de Brasil (1948). Seguramente no es una coincidencia que hasta que terminaron las revoluciones y los países se tranquilizaron parcialmente, empezaron a aparecer las ciencias latinoamericanas modernas, lo que ocurrió a partir de la década de los 30. Entonces se fundaron los primeros institutos con departamentos de ciencias básicas y de investigación en Venezuela, Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y México, pero también en Perú, Colombia y Costa Rica, aunque en menor grado. Desgraciadamente otros países latinoamericanos quedaron al margen de estos acontecimientos. Otro factor de importancia en el desarrollo de las ciencias experimentales en Latinoamérica fue consecuencia de la Guerra Civil Española de 1936, ya que numerosos científicos, particularmente biomédicos, abandonaron su país y viajaron principalmente a Argentina, Colombia, Venezuela, Panamá, México, Santo Domingo y la República Dominicana, donde iniciaron escuelas de pensamiento, fundaron departamentos y entrenaron jóvenes que eventualmente se convirtieron en muchos de los actuales científicos. En resumen, quizá sea desconsolador pensar que el desarrollo de las ciencias experimentales en latinoamerica ocurrió como consecuencia de eventos en países extranjeros, la política exterior de los Estados Unidos y la Guerra Civil en España, y no de un plan a largo plazo de los propios gobiernos locales. En general, los gobiernos latinoamericanos no han hecho políticas científicas, ni a corto ni a largo plazo, para impulsar el
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desarrollo de las ciencias experimentales y un ejemplo de esto es el caso de México, el que revisaremos con detalle en la siguiente sección. 5. Las políticas científicas en México Probablemente la primera manifestación de interés por parte del Gobierno de México en la ciencia ocurrió hasta 1935, cuando el Presidente Lázaro Cárdenas del Río (gobernó entre 1934-1940) creó el Consejo Nacional de la Educación Superior y la Investigación Científica (CONESIC). Es notable que la creación de este Consejo se dió en el marco de una disputa entre la Universidad Nacional Autónoma de México y el Gobierno mexicano. Esta se originó por varios motivos, entre los que estaban: las manifestaciones a favor de la autonomía universitaria y la ruptura de los círculos intelectuales universitarios con el Gobierno central, al que veían como intervencionista. La disputa llegó a su punto mas álgido en 1933, debido al establecimiento de la educación socialista por parte del Estado y las maniobras que se hicieron para elevarla a rango constitucional. En 1933 esa lucha llevó al Gobierno a expedir la Ley Orgánica de la Universidad, lo que también tuvo consecuencias, ya que aunque el Estado renunció a intervenir en la vida interna de la Universidad, le canceló el subsidio financiero y le suspendió temporalmente su caracter nacional. Hay que recordar que en 1935 sólo había seis universidades en México, cinco de ellas en los estados, La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (1917) en Michoacán, la Universidad Nacional del Sureste en Yucatán (1922), la Universidad de San Luis Potosí (1923), la Universidad de Guadalajara (1925) y la Universidad de Nuevo León (1933). Estas, particularmente las Universidades de Michoacán y de Guadalajara, aceptaron los preceptos socialistas del estado como base de su educación superior. Por supuesto, todos esos acontecimientos ocurrían también en relación a la política del Gobierno, que entonces había formado el Partido Nacional Revolucionario (PNR), antecesor del actual Partido Revolucionario Institucional (PRI), y cuya idea intervencionista y reguladora quedó plasmada en el Plan Sexenal, idea del Presidente Plutarco Elías Calles
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(gobernó entre 1924-1928), pero puesto en marcha por el Presidente Lázaro Cárdenas (gobernó entre 1934 y 1940). Este Plan indicaba la sustitución paulatina de las profesiones liberales por carreras técnicas y científicas, así como la creación de institutos, laboratorios y centros de investigación necesarios para la elevación de la ciencia en México. El conflicto entre la Universidad y el Gobierno siguió y en 1935 este decretó que sólo el Estado podía impartir enseñanza secundaria en sus escuelas y que las escuelas particulares lo harían mediante un permiso especial, siendo la función de estas la preparación de estudiantes para las profesiones técnicas y no para las carreras liberales. La reacción de la Universidad no se hizo esperar y su rector, Fernando Ocaranza, creó una secundaria especial para preparar alumnos que estudiaran licenciatura, llamándola Escuela de Iniciación Universitaria, lo que fue visto por parte del Gobierno como una rebelión y contribuyó a endurecer su posición. Sin embargo, la expulsión de Plutarco Elias Calles del país y la reorganización del gabinete del Presidente Cárdenas, quien puso a Vázquez Vela en la Secretaria de Educación Pública, contribuyeron a calmar la situación. Vázquez Vela inició negociaciones con la Universidad, por lo que el Gobierno estableció nuevas medidas entre las que estaba un proyecto de ley para la creación del Consejo Nacional de la Educación Superior y la Investigación Científica (CONESIC). En septiembre de 1933 Cárdenas envió a la Cámara de Diputados la iniciativa de ley para la creación del CONESIC, que quedó instalado el 4 de enero de 1936. Los seis primeros artículos definían sus atribuciones como órgano de consulta del Gobierno federal en educación superior y en investigación científica, con facultades para crear, organizar, transformar o suprimir instituciones de educación superior y de investigación científica en todo el país. Este CONESIC fue el primer intento por dar forma a un proceso centralizado de planificación de la investigación científica y vincularla con los objetivos del desarrollo económico del país. Asi, el CONESIC se creó tanto para impulsar la investigación en México en respuesta al desarrollo acelerado de la técnica y la ciencia que habían
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llevado al auge en los países avanzados, como para tratar de llevar a las masas su fuerza transformadora. Los problemas en la actuación del Consejo no se hicieron esperar, como que los gobiernos y las universidades estatales (a excepción de Michoaccan y Jalisco) no lo reconocieran, la burocracia de la SEP, el ataque de varios periódicos, problemas financieros y principalmente el conflicto con la Universidad de México, todo lo cual hizo que la misma SEP solicitara al presidente su eliminación. Cárdenas no atendió la demanda en ese momento, aunque a partir de 1938 lo fue eliminando. Primero redujo el número de vocales de quince a doce y después perdió contacto con el Consejo. Sin embargo, quizá el factor mas importante fue la disminución de la disputa con la Universidad. A partir de 1938 el Consejo perdió su poder, desapareciendo de la estructura de la SEP poco después y en 1940, bajo la presidencia de Manuel Avila Camacho, fue sustituído por la Dirección General de la Educación Superior y la Investigación Científica de la SEP. Así, el CONESIC duró sólo tres años. En 1942, todavía bajo la presidencia de Avila Camacho, el CONESIC fue sustituído por la Comisión Impulsora y Coordinadora de la Investigación Científica (CICIC), que supervisó la fundación de varios institutos de investigación, entre ellos el Instituto de Salubridad y Enfermedades Tropicales (1939), el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (1946), el Instituto Mexicano de Investigaciones Agrícolas (1947) y los Laboratorios de Fomento Industrial (1948). No obstante los buenos resultados que empezaban a obtener esos institutos, en 1950, bajo la presidencia de Miguel Alemán Valdés, la CICIC por sustituída por el Instituto Nacional para la Investigación Científica (INIC), creado para impulsar la investigación a nivel nacional y uno de sus resultados fue la creación de la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior (ANUIES). Esto, a su vez, condujo en 1959, bajo la presidencia de Adolfo López Mateos, a la formación de la Academia de la Investigación Científica, que tenía el papel de promover
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la investigación científica en México. Entre sus resultados estuvieron la creación del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del IPN (1961), el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, el Centro Internacional para el Mejoramiento del Maíz y del Trigo, el Instituto Nacional de Investigaciones Pecuarias (1965), el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales (1965), el Instituto Mexicano del Petróleo y el Instituto Nacional de Energía Núclear. A principios de 1969 el doctor A. Maréchal de la UNESCO hizo una visita a México y en su informe indicaba que el país todavía adolecía de dispersión de esfuerzos y de la ausencia de una política nacional de desarrollo de la investigación científica. Indicaba que ese era un aspecto en el que se podrían lograr progresos importantes. Uno de los comentarios del informe de A. Maréchal dice: “Conviene que, en adelante, el Gobierno pueda tener una visión de conjunto, lo más precisa posible, sobre los trabajos que se realizan con su impulso directo o en el sector privado; en México salta a la vista la necesidad de coordinación en el momento presente. La diversidad de los organismos de los que dependen las instituciones de investigación y de sus estructuras administrativas, puede llevar, si no se toman las debidas precauciones, a una situación incoherente en la que el aislamiento mutuo, cada vez más rígido, de los distintos factores reducirá sin duda alguna el rendimiento de los trabajos y no permitirá al Gobierno orientar los programas de manera positiva hacia objetivos prioritarios. La situación parece estar madura para crear y poner en marcha organismos de cooperación que permitan impulsar determinadas inciativas y orientar las actividades hacia unos objetivos debidamente seleccionados.” Mas aún, en la sección titulada “Hacia un desarrollo de la investigación”, indica: “La preparación de un plan de desarrollo supone una serie de operaciones: - un inventario de los recursos del país, tanto en hombres como en riquezas naturales, en medios financieros, etc., - el establecimiento de una lista de objetivos posibles, seleccionados por su interés económico, social, cultural, etc.,
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- la clasificación de esos objetivos con arreglo a un órden de prioridad, teniendo en cuenta el interés de cada uno de ellos y la importancia del esfuerzo que ha de llevarse a cabo, - el estudio detallado de los medios que hay que poner en juego en lo que atañe a la formación de especialistas, al financiamaiento de las operaciones, etc.” Quizá estos comentarios fueron los que propiciaron que en 1970, bajo la presidencia de Luis Echeverría Alvarez, se realizara el primer estudio diagnóstico sobre el estado de la investigación científica y tecnológica del país, resultando de esto el primer documento sobre una política nacional y programas de ciencia y tecnología. Así, el Gobierno determinó que se necesitaba un nuevo organismo para sistematizar la investigación científica en el país y no obstante el trabajo del INIC, el 29 de diciembre de 1970 ordenó la creación del Consejo Nacional de Ciencia y Técnología (CONACyT), que desde entonces ha sido el encargado de desarrollar e implementar las políticas científicas del país. El Artículo 2 de su Ley Orgánica dice: “El CONACyT, tendrá por objeto ser la entidad asesora del Ejecutivo Federal y especializada para articular las políticas públicas del Gobierno Federal y promover el desarrollo de la investigación científica y tecnológica, la innovación, el desarrollo y la modernización tecnológica del país. En cumplimiento de dicho objeto le corresponderá al CONACyT, a través de los órganos que establece esta Ley y de sus representantes, realizar lo siguiente: - Formular y proponer las políticas nacionales en materia de ciencia y tecnología; - Apoyar la investigación científica básica y aplicada y la formación y consolidación de grupos de investigadores en todas las áreas del conocimiento, las que incluyen las ciencias exactas, naturales, de la salud, de humanidades y de la conducta, sociales, biotecnología y agropecuarias, así como el ramo de las ingenierías;
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- Impulsar la innovación y el desarrollo tecnológico, así como el fortalecimiento de las capacidades tecnológicas de la planta productiva nacional; - Formular, integrar y proponer al Consejo General de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico el programa especial de ciencia y tecnología, así como coordinar su ejecución y evaluación, en los términos de la Ley de Planeación y de la Ley de Ciencia y Tecnología.” Uno de los propósitos del CONACyT era también aprovechar los recursos naturales del país y para ello trató de descentralizar la investigación, creando 15 centros e institutos de investigación, como el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), el Centro de Investigaciones Ecológicas del Sureste, el Instituto de Ecología y otros. Ya para 1984 en México había 25 centros de investigación; sin embargo, el progreso en investigación era muy lento debido en parte a una inversión mínima. Entonces y bajo la presión de científicos de la Academia de la Investigación Científica, en 1986 el Gobierno bajo la presidencia de Miguel de la Madrid Hurtado, promulgó el Programa Nacional para el Desarrollo de la Educación Superior, en el cual es notable la creación del Fondo Nacional para el desarrollo de la Investigación Científica. Sin embargo, en 1999, bajo la presidencia de Ernesto Zedillo Ponce de León, se crea una nueva Ley para el Fomento de la Investigación Científica y Tecnológica, que duró hasta junio de 2002, cuando se publica una nueva Ley de Ciencia y Tecnología y la nueva Ley Orgánica del CONACyT. Nuevamente, en 2002 bajo la presidencia de Vicente Fox quesada, se establece el Programa Nacional de Ciencia y Tecnología y a partir de él se constituye el Programa Especial de Ciencia y Tecnología que debería regir hasta 2006 (Retana Guiascón, 2009). Como puede apreciarse de esta breve relación del desarrollo de las políticas científicas del gobierno mexicano, hay dos grandes factores que han empobrecido el desarrollo de la investigación científica del país. El primero es lo tardío, en relación a paises europeos, de la aplicación del
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pensamiento científico por parte de gobiernos postrevolucionarios que nacieron en la lucha por el poder. El segundo es la enorme fluctuación en las medidas tomadas por el Gobierno para tratar de implementar un programa que impulse la investigación científica. Parecería que en cada sexenio de gobierno se inventaba un programa de desarrollo cientítifico y que el anterior se eliminaba sin evaluar/apreciar sus resultados y sólo para pretender un interés en la ciencia que no parece corresponder con las medidas tomadas. Esto es, con la sola excepción del gobierno de Lázaro Cárdenas, los diferentes gobiernos no parecen haber entendido la importancia de la ciencia y tecnología para el progreso de un país. 6. Los organismos latinoamericanos de ciencia e innovación, OLACI Cuando se habla de políticas de ciencia e innovación en América Latina, habitualmente la atención se centra en las políticas que establecen los gobiernos. Sin embargo, las instituciones, los grupos sociales y los individuos también tienen políticas en el sentido de las intenciones que motivan sus actos y las estrategias que siguen para lograr sus objetivos. El establecimiento de políticas latinoamericanas en ciencia e innovación que realmente funcionen parece una utopía que implica, entre muchos otros pasos, consensuar las políticas de los países, de los gobernantes y de los gobernados. Los movimientos sociales en Europa, Asia, Estados Unidos y otros sitios, muestran la inoperancia de políticas acordadas por las altas dirigencias sin el respaldo popular. El tema central de esta sección es el papel que pueden jugar los Organismos Latinoamericanos de Ciencia e Innovación (OLACI) para impulsar el establecimiento de políticas latinoamericanas en ese campo. Se abordan cuatro temas: 1. El tipo de políticas existentes en los países latinoamericanos; 2. Organismos Latinoamericanos de Ciencia e Innovación, OLACI; 3. Políticas y estrategias que pueden seguir los OLACI para influir en los diferentes niveles de decisión, y; 4. Factores que obstaculizan y favorecen las políticas de los OLACI. Con base en lo analizado en esos cuatro temas, al final se presenta una propuesta de investigación.
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El arquetipo de los organismos que promueven la Ciencia en América Latina es la Universidad Pública. La ciencia, por mandato de las Constituciones Nacionales emanadas de cambios sociales ocurridos en el Siglo XX, en particular los que le otorgaron autonomía y disminuyeron la anterior dependencia de gobiernos y autoridades eclesiásticas. Y la Innovación, que no figura en esos mandatos pero que ha sido crecientemente incorporada a las políticas de muchas universidades. La autonomía (que no soberanía) se le otorgó a las universidades para manejarse en lo interno y para cumplir tres misiones básicas: formar los recursos humanos de nivel superior que el país necesita, estudiar y ofrecer soluciones a los problemas y temas nacionales, y difundir la cultura. Para el cumplimiento de esos mandatos constitucionales, los Congresos de las Repúblicas emitieron las Leyes Orgánicas de las Universidades públicas, especificando estructuras y normas para su funcionamiento. Al presente hay diversidad de formas para elegir y estructurar a las autoridades máximas: Consejos Superiores Universitarios, Juntas de Gobierno, Rectores, etc., así como planes y programas de estudio, políticas de investigación y de difusión de la cultura y otros. Las políticas científicas se expresan en la proporción del presupuesto anual que cada universidad destina a la investigación; en Centros e Institutos universitarios dedicados a las diversas áreas de la ciencia, en los niveles, licenciatura y posgados en los que se estimula a profesores y alumnos a cultivar la actitud científica, en las líneas de investigación que establece, y en el uso que se da a los productos de la investigación. Dentro de la diversidad que existe entre las universidades, la comunión de objetivos llevó, a mediados del siglo XX, a la fundación por convocatoria de la Universidad de San Carlos de Guatemala, USAC, de la Unión de Universidades de América Latina, UDUAL. El estudio de los problemas comunes y la búsqueda de soluciones dentro de un enfoque latinoamericanista, fue y continúa siendo, una política explícita de la Unión, a la que se han incorporado universidades privadas que comparten ese interés.
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Más adelante, en el mismo siglo XX, muchos gobiernos establecieron Consejos Nacionales de Ciencia y Tecnología, ya no como organismos autónomos sino como dependencias del Ejecutivo. Otros organismos, Academias, Centros, Institutos, nacionales e internacionales, públicos y privados, realizan y/o promueven la investigación y más reciente en forma explícita la innovación, en los países latinoamericanos y del Caribe. Como en las universidades, existe en ellos gran diversidad de políticas, estrategias y áreas de interés. Conocer las POLÍTICAS DE LOS ORGANISMOS LATINOAMERICANOS DE CIENCIA E INNOVACIÓN, OLACI, permitirá detectar a aquellos cuya intencionalidad explícita incluye estudiar temas latinoamericanos, así como ofrecer soluciones científicamente fundamentadas a los problemas de la región. 6.1 Conceptualización de un Organismo Latinoamericano de Ciencias e Innovacion, OLACI Conceptualizamos como Organismo Latinoamericano de Ciencia e Innovación a toda organización que tenga entre sus fines promover, apoyar o realizar investigación y/o innovar, a nivel de América Latina, en cualquier campo o disciplina. Estos organismos son gubernamentales o no gubernamentales. Existen organismos gubernamentales a nivel latinoamericano, como la Comisión Económica para América Latina, CEPAL, que produce estudios sobre la situación y perspectivas económicas de los países y de la región en su conjunto, estudios que sirven de orientación a los gobiernos para acordar políticas económicas nacionales y regionales. Algunos estudios y propuestas incluyen la promoción de la ciencia y la innovación como instrumentos de crecimiento económico y de desarrollo social, pero el fin prioritario de la Comisión no es promover la investigación y la innovación a nivel regional. El Parlamento Latinoamericano, PARLACEN, está integrado por representantes electos por los pueblos latinoamericanos, con el fin de que
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elaboren propuestas de alcance regional. Es un organismo latinoamericano que tampoco tiene como fin el promover la investigación y la innovación, aunque las considere como medios para el cumplimiento de sus fines. En el campo político han sido numerosos los intentos de integración latinoamericana, y aunque es de esperar que los nuevos integren a la ciencia y la innovación como medios para el mejor conocimiento de la realidad regional, base para tomar decisiones correctas, sus objetivos prioritarios no son la ciencia y la innovación en sí. Los anteriores y muchos más organismos gubernamentales regionales, que ven a América Latina como un conjunto de pueblos y países que comparten similitudes y diferencias, así como acciones colectivas que persiguen un destino común, centran su quehacer en campos que van desde lo más amplio y globalizante regional, hasta lo más específico. Dentro de esos organismos gubernamentales regionales, no existe un organismo latinoamericano centrado específicamente en la Ciencia y en la Innovación. Por ejemplo una Comisión Latinoamericana (intergubernamental) Científica y Tecnológica, que promueva el desarrollo regional de la ciencia y la innovación con fondos y organización similares a los organismos mencionados anteriormente. Existen los Consejos de Ciencia y Tecnología a nivel de países, y los intentos de coordinación han sido loables pero no funcionan como los ejemplos citados de la CEPAL y el PARLACEN. Obviamente, sería un gran paso la creación de un organismo de este tipo, que promoviera a nivel latinoamericano iniciativas como la de Brasil, de formar miles de científicos e innovadores en plazos determinados. A nivel no gubernamental, existen numerosos OLACI. La Academia de Ciencias de América Latina, ACAL, ha venido promoviendo el intercambio entre investigadores calificados, dentro de diferentes disciplinas. Como su nombre lo indica, es un organismo predominantemente académico, que a nuestro juicio puede ampliarse a organismo que promueve, además de ese intercambio, el desarrollo de la ciencia y de la innovación en la región. La Red de Programas Universitarios de Investigación en Salud de América Latina, Red PUISAL, incluyó dentro de su estatutos iniciales
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específicamente la promoción de la investigación y de la innovación en salud, que sin descartar la investigación llamada básica o “pura”, pretende que los resultados de la misma tengan utilidad aplicativa en beneficio de los pueblos latinoamericanos. Estos ejemplos y muchos más que pueden encontrarse y promoverse, definen lo que a nuestro juicio puede hacerse en América Latina para acercar el mundo académico a las poblaciones que de él necesitan para mejorar su salud, su bienestar y su calidad de vida. 6.2 Factores que pueden obstaculizar el éxito de los OLACI Los OLACI no siempre cuentan con políticas explícitas y cuando cuentan con ellas pueden discrepar de las políticas de los gobernantes. Para dirigir los OLACI los gobernantes nombran a personalidades del mundo científico, académico o político, que no siempre cuentan con la capacidad necesaria para desempeñar el cargo. No es raro que se pierda a un excelente científico y se gane a un mal administrador. Los directivos de los OLACI no siempre logran convencer a los gobernantes para que apoyen efectivamente la Ciencia y la Innovación nacionales, especialmente cuando insistir “en exceso” puede llevar a su despido. Lo anterior contribuye a que los OLACI se desempeñen con timidez, limitando las acciones de envergadura que requeridas para modificar el curso de la historia. En el mundo académico es frecuente y ancestral el rechazo a “hacer o participar en la política, mundo que se mueve entre la incapacidad y la corrupción”. Investigadores, innovadores y administradores de alta capacidad técnica se marginan, trabajando en niveles de escaso poder para transformar instituciones. Muchos académicos consideran que seguir políticas institucionales constituye una violación a la libertad de investigación, consagrada en los principios universitarios donde se han formado.
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A pesar de que la Política ha sido considerada la actividad humana por excelencia (“El hombre es un animal político”, Aristóteles, Siglo V a.ne.), en América Latina está amplia y profundamente arraigada la imagen negativa del profesional de la política y de quienes a través de ella acceden a los altos puestos en la administración pública (y privada). Prefieren el medio académico donde su cuota de poder es menor pero le permite vivir con mayor honor y prestigio. El “Estilo personal de gobernar” autoritario, en los niveles medios y bajos de la administración, puede llegar a nulificar esfuerzos de autoridades superiores interesadas en una administración democrática. Los pensamientos religioso y mágico, profundamente enraizados en los pueblos latinoamericanos, se oponen en mayor o menor grado a la investigación científica y a la innovación. ¿Qué ocurriría si en una población latinoamericana un seguidor de Galileo, de Harvey o de Darwin fuera acusado por el cura local de ser enemigo de Dios y de su representante en la Tierra, la Santa Madre Iglesia Católica? A pesar de que el Vaticano ha aceptado que la Tierra no es el centro del Universo y que la sangre en efecto circula por venas y arterias, e incluso ha pedido perdón por los crímenes institucionales cometidos “en defensa de la fe”, jerarquías católicas a nivel de países, y sacerdotes a nivel local, mantienen actitudes anticientíficas y mueven a grupos sociales en contra de cuanto consideran se opone a “la verdad revelada por Dios”. En tal pueblo no sería extraño que el cura movilizara a la población en contra del atrevido científico que “blasfema y es por tanto merecedor de un castigo ejemplar”. El pensamiento mágico está también presente en la vida cotidiana de los pueblos latinoamericanos. Eso no impide que muchos curanderos incorporen a sus terapias tradicionales las innovaciones de la industria químico-farmacéutica, ni que los médicos receten medicamentos sin pruebas científicas de su eficacia, sino por la fe que le tienen al laboratorio que los produce. O que niegen, sin pruebas, la eficacia de plantas y procedimientos utilizados por las medicinas alternativas.
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Muestras de la mezcla de los pensamientos científico, religioso y mágico, se dan cotidianamente en todos los sectores y niveles de la población. Profesionales de la salud “científicamente sustentada” afirmando a los familiares de un paciente que “sólo un milagro puede salvarlo”; anuncios de la televisión asegurando que la eficacia de un producto está científicamente comprobada; legisladores que invocan a Dios para que les ilumine en su labor e ignoran la opinión y necesidades de sus representados. Políticos, artistas y ciudadanos de todo tipo que orientan su quehacer de acuerdo a los dictados de adivinadores; y muchos ejemplos más que pueden citarse. Es totalmente comprensible que lo anterior ocurra. Que los padres de un niño desahuciado por la ciencia acudan a la magia y a la religión. Y que a la inversa, si tiene un tumor acudan al cirujano aunque el cura y el curandero se opongan. Así ha sido y seguirá siendo en todos los países y en todas las épocas. La especie humana y en general todas las especies han buscado y seguirán buscando todas las alternativas para sobrevivir. Encontrarlas forma parte del principio darwiniano de la supervivencia del más apto. No existe (o es muy débil) una cultura proclive a la investigación e innovación en las sociedades latinoamericanas. 6.3. Factores que pueden contribuir al éxito de los OLACI Promover la investigación científica y la innovación es un objetivo ya establecido en las políticas de los gobiernos y de los organismos latinoamericanos de ciencia y desarrollo. Lograr que los niveles “superiores” acepten propuestas para llevar al éxito las políticas de desarrollo científico y tecnológico nacional, es posible si los ponentes desarrollan la habilidad necesaria. Promover una cultura general proclive a la investigación científica y al desarrollo tecnológico representa un trabajo no fácil pero seguramente atractivo para quien está convencido de su necesidad.
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Los organismos latinoamericanos de ciencia e innovación que actualmente se interesan solamente en sus asuntos internos, en la comunicación entre sus miembros, en la obtención de puntos curriculares y en estudiar temas de interés para los países e instituciones de las grandes metrópolis que manejan la ciencia e innovación a nivel mundial, pueden en el futuro interesarse en contribuir a la ciencia e innovación de su países y de América Latina y el Caribe. Existen organismos regionales e internacionales, así como fundaciones públicas y privadas, interesadas en el desarrollo y bienestar de los pueblos latinoamericanos y dispuestas colaborar con los organismos de ciencia e innovación. Los OLACI pueden tener mucha mayor efectividad si buscan informar sus propósitos a los diferentes niveles del gobierno, llevando a cabo en esta forma políticas que pueden dividirse en: 7. Política presidencial Las ofertas de los candidatos a la presidencia de la República representan políticas explícitas que definen hacia donde pretenden orientar el rumbo de la nave nacional. Sin embargo, no necesariamente esas intenciones son mantenidas por el candidato que llega al poder, ya que él y sus acciones muestran las verdaderas intenciones que guardaba. Se van evidenciando las políticas presidenciales, coincidentes o no con las políticas explicitadas en su campaña. Los Organismos Latinoamericanos de Ciencia e Innovación, OLACI, pueden tratar de convencer a todos los candidatos presidenciales a comprometerse y a promover políticas explícitas a favor del desarrollo de la ciencia y tecnología en el país. En esta forma, los OLACI estarán en condiciones de exigir al presidente electo cumplir el compromiso adquirido durante la campaña. Esa exigencia debe mantenerse, dentro de los marcos correspondientes, durante todo el período que el Presidente ejerza la conducción nacional y si los réditos políticos son favorables, quienes le sigan en el poder estarán más dispuestos a continuar la misma política.
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8. Política del Ejecutivo El Organismo Ejecutivo está integrado por el Presidente de la República, los Ministros y Secretarios de Estado y los organismos e instituciones que ejecutan las políticas del Organismo a través de Programas de acción. Los OLACI deben convencer a los funcionarios de todos los niveles y funcionarios del Organismo Ejecutivo, que promuevan el desarrollo de la ciencia y la tecnología nacionales. Obviamente ese objetivo será tanto más alcanzable si es congruente y complementa la política presidencial. 9. Política Gubernamental Los Gobiernos están integrados por tres Organismos (en algunos países, más): el Ejecutivo antes mencionado, el Legislativo y el Judicial. Los OLACI deben lograr que los funcionarios de los tres organismos promuevan en el campo de sus respectivas competencias, el desarrollo de la ciencia y tecnología nacionales. Los miembros del legislativo fortaleciéndolo con leyes, los del judicial vigilando su cumplimento y los del ejecutivo llevándolas a la práctica. 10. Políticas Institucionales Las instituciones públicas y privadas desarrollan actividades en los respectivos campos de su competencia. Incluir en ellas la ciencia y la innovación no solo debe repercutir favorablemente en su eficiencia y crecimiento sino que les hace contribuir a las políticas gubernamentales a favor del país. 11. Política Nacional Si todos los ciudadanos están convencidos de los beneficios que producen la ciencia y la tecnología en el desarrollo del país, y realizan actividades sistemáticas en favor de ellas, se ha constituido una Política Nacional en este campo. Los ciudadanos votarán por los candidatos que muestran mayor congruencia con esa política, aportarán recursos para planes y programas,
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presionarán a las instituciones públicas y privadas a desarrollar esos programas; a los funcionarios de los organismos de gobierno a cumplir en sus respectivos puestos y en general a gobernantes y gobernados, ellos mismos, a hacer realidad la Política Nacional que se hará realidad en un país que desarrolla constantemente su Ciencia y su Innovación. 12. Propuesta Establecer políticas nacionales y latinoamericanas de ciencia e innovación sería un excelente medio para lograr que los pueblos de América Latina y el Caribe unan esfuerzos en la construcción de mejores niveles de bienestar. Los Organismos Latinoamericanos de Ciencia e Innovación, OLACI, pueden jugar un importante papel en la estructuración de esas políticas influyendo en los diferentes niveles de decisión, desde los altos funcionarios de dirección gubernamental hasta la totalidad de los pueblos de las naciones y de la Región. Por lo tanto, proponemos realizar una investigación que permita: 1. Conocer los Organismos Latinoamericanos de Ciencia e Innovación (OLACI), en especial los que persiguen contribuir al desarrollo de la ciencia e innovación en América Latina. 2. Conocer las políticas explícitas de los gobiernos latinoamericanos, en especial las respaldadas por legislaciones, infra y superestructuras, planes y programas, así como sus productos aprovechables, para fortalecer la ciencia e innovación en los países y en la Región. 3. Conocer los organismos internacionales interesados en el desarrollo de la ciencia y en la innovación en América Latina. 4. Sentar las bases para establecer políticas efectivas de cooperación regional e interinstitucional, que se concreten en acuerdos, planes y programas eficientes de desarrollo científico e innovador de los países y de la Región. Referencia Jourdanet, D. 1861. Les Altitudes de l’Amerique Tropicale comparée au niveau des mers au point de vue de la constitution médicale. Baillere et Fils, Paris.
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Maréchal, A. 1969. La política científica nacional. Perspectivas del desarrollo de la investigación científica y técnica (primer informe). 27 de enero - 6 de febrero de 1969. Número de serie 1190 BMSRD/SP. UNESCO. París, abril de 1969. Memoria de la Secretaría de Educación Pública. 1° de diciembre de 193430 de noviembre de 1940. México, Vol. I, p. 589. Monge Medrano, C., et al. 1928. La enfermedad de los Andes. Anales de la Facultad de Medicina, Perú. 14: 1-314. Monteón González, H. 2006. El Consejo nacional de la educación Superior y la Investigación Cientítica (CNSESIC) antecedente directo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). I Congreso Iberoamericano de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación CTS+I. Mesa 3. Palacio de Minería. México. 19-23 de junio. Monteón González, H. El Instituto Politécnico Nacional: Proyecto Educativo Revolucionario del Cardenismo. Resumen de la investigación sobre Historia del Politécnico realizada en el Proyecto de Estudios Sociales, Tecnológicos y Científicos del Instituto Politécnico Nacional (PESTyC, IPN). México. Proyecto del Plan Sexenal. México, PNR, pp. 589. Retana Guiascón, O.G. 2009. La institucionalización de la investigación científica en México. Breve cronología. Ciencias 94: 46-51. Riquelme Alcántar, G.M.L. 2009. El Consejo Nacional de la Educación Superior y la Investigación Científica: expresión de la política educativa cardenista. Perfiles Educativos XXXI(124): 42-56. Rodríguez de Romo A.C. 2002. Daniel Vergara Lope and Carlos Monge Medrano. Two pioneers of high altitude medicine. High. Altitude Med. & Biol. 3(3): 29-309. Vergara Lope, D. 1890. Refutación teórica y experimental de la teoría de la Anoxihemia Barométrica del doctor Jourdanet. Of. Tipográfica de la Secretaría de Fomento. México.
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ANEXO ORGANISMOS LATINOAMERICANOS DE INVESTIGACIÓN E INNOVACIÓN Las referencias sobre los Organismos Latinoamericanos que abordan la Investigación y la Innovación suman millones. Por una parte porque en América Latina se investiga prácticamente en todos los campos del conocimiento. Por otra, porque la información se cruza en diferentes campos y niveles. Eso hace laboriosa la búsqueda de información no repetida. Hay que añadir los centros e investigadores que realizan investigación y no publican sus resultados. Publicar implica un esfuerzo adicional por la insuficiencia de revistas nacionales, por las restricciones que imponen las internacionales incluyendo el idioma y por los escasos incentivos que los investigadores latinoamericanos tienen en comparación con los de países industriales. Es importante considerar la investigación que en América Latina realizan organismos e investigadores procedentes de otras regiones y que publican o reportan los resultados en sus países de origen. Históricamente, el ejemplo más antiguo lo constituye el Museo del Hombre de París que inició el Congreso de Americanistas a mediados del Siglo XIX el cual reunía a los estudiosos, al inicio etnólogos, arqueólogos, antropólogos, que presentaban los resultados de sus exploraciones latinoamericanas en ciudades europeas. Casi medio siglo después, en 1895 se realizó por primera vez el Congreso Internacional de Americanistas en una ciudad americana, Chicago, a partir del cual se alternó una vez en una ciudad europea y otra en una americana. Los campos de estudio se han ido ampliando y multiplicando como puede verse en los programas de los Congresos, el último, el 53, que se realizó en julio del 2009 en México y el próximo que está convocado para realizarse en Viena en junio del 2012.
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En el siglo XX, conforme el polo del poder se movió hacia los Estados Unidos y disminuyó la influencia europea, la investigación en América Latina fue matizada fuertemente por las fundaciones y universidades estadounidenses, incluyendo sus propuestas –y adopción local- de paradigmas y priorización de temas de estudio. Un ejemplo de esta influencia es el Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá, INCAP, que en su evaluación a cuarenta años de fundado señaló la elevada proporción de recursos asignados a estudiar problemas de salud del desarrollo, en contraste con los muy menores recursos asignados a temas de alimentación y a problemas de salud de la Región. Sin que la influencia estadounidense haya desaparecido, los organismos internacionales en educación, agricultura, salud, etcétera, han participado en la orientación de la investigación latinoamericana, ligándola cada vez más al desarrollo y a la productividad. Los organismos gubernamentales determinan las prioridades nacionales de investigación y a través de la asignación de recursos orientan, amplían o estrechan el margen de decisión de las universidades, centros de investigación e investigadores. Pero los organismos internacionales determinan muchas veces esa orientación ligando a sus políticas el otorgamiento de recursos financieros. El polo de las decisiones se ha movido hacia los organismos como el Banco Mundial y similares, desplazando a los organismos especializados en salud, educación y otros. Otro tanto ocurre con la innovación y la invención, mostrándose con más evidencia en el número de patentes que se otorgan en los países de la Región. Salvo excepciones, el número de patentes disminuyen y la proporción de patentes extranjeras aumenta. En ese contexto resalta la importancia de que los organismos latinoamericanos con orientación latinoamericanista, intercambien ideas y experiencias para que, aplicando adecuadamente los valiosos aportes que en ciencia y tecnología han hecho y hacen los países industriales desarrollados, busquen caminos propios para el mejoramiento de la realidad latinoamericana.
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Desde el punto de vista práctico, la búsqueda orientada hacia temas latinoamericanos específicos puede aportar excelentes listados de información. Por ejemplo: * Organismos Latinoamericanos de Investigación: 3.2 millones de referencias * Organismos Latinoamericanos de Innovación: 1.6 millones de referencias * La Innovación Latinoamericana con la Innovación en otros países: más de 55 millones de referencias. * Organismos Latinoamericanos de Integración: cerca de 60,000 referencias La búsqueda puede hacer también por Instituciones: * La Unión de Universidades de América Latina y el Caribe, UDUAL:www.udual.org *La Red de Macrouniversidades de América Latina. www.redmacro. unam.mx * El Banco Interamericano de Desarrollo. www.iadb.org. * El Centro Interamericano de Investigación y Documentación sobre Formación Profesional Cinterfor/OIT. Provee información sobre la formación profesional, el trabajo, y la empleabilidad en los Estados Miembros de la OIT en las Américas y España. Contiene bases de datos bibliográficas y legislativas sobre la formación profesional en diferentes países. www.einterfor.org.uy. * El Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo. Organismo público internacional, de carácter intergubernamental dedicado a la promoción del análisis y el intercambio de experiencias y conocimientos en torno a la reforma del Estado y la modernización de la Administración Pública. Cuenta con un sistema integrado y analítico de información sobre reforma del Estado, gestión y políticas públicas. wwwclad.org.ve.
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* La Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Contiene información general sobre América Latina y el Caribe. Cuenta con bases de datos estadísticas y de indicadores sociales. www.celae.el. * Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales – CLACSO. Red internacional no-gubernamental dedicada a promover la investigación, discusión y difusión académica en diversos campos de las ciencias sociales. www.clacso.org. * Convenio Andrés Bello. Organismo iberoamericano dedicado a la promoción y desarrollo de actividades en el campo de la cultura, la educación y la ciencia y la tecnología. www.cab.int.co. * Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales – FLACSO. Organismo internacional dedicado a la docencia, investigación y extensión en el área de las ciencias sociales. Contiene bases de datos sobre publicaciones, catálogo de libros y revistas, y actividades académicas. www.flacso.org. * Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.www.unicef.org. * Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe UNESCO. Información acerca de los programas de la UNESCO en educación para América Latina y el Caribe. Cuenta con estadísticas educativas regionales. www.unesco.el. * Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD. Cuenta con diferentes informes sobre desarrollo a nivel mundial.www.undp.org. * Programa de Promoción de la Reforma Educativa en América Latina y el Caribe – PREAL. Organismo dedicado a la promoción de investigación y debates sobre temas de política educacional y reforma educativa. www.preal.el. Los países latinoamericanos tienen cuatro problemas graves ligados a la ciencia (o a su falta), que empeoran cuando no son detectados, entendidos ni atendidos. El primero es no tener ciencia en un Siglo XXI en el que ya no quedan tareas de envergadura y problemas que se puedan analizar ni mucho menos resolver sin ciencia moderna. El segundo es una profunda incapacidad de asociar sus problemas a la falta de ciencia. El tercero es carecer de una cultura compatible con la ciencia El cuarto es tener dentro de su propia cultura factores
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perniciosos que agravan y eternizan este analfabetismo científico. El presente artículo bosqueja esos problemas que causa el analfabetismo científico, y luego sugiere algunas acciones que ayudarían a los países latinoamericanos a comenzar a zafar de dicho marasmo *Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe-UNESCO. Información sobre programas regionales de la UNESCO en el área cultural. Contiene además boletines, artículos y documentos. www. unesco.org.cu.
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. Caracas, Venezuela Año IV, Nº 8, 2012, pp. 175-193.
Francisco M. Salzano SCIENCE AND DEVELOPMENT IN BRAZIL: PAST, PRESENT AND FUTURE
ABSTRACT
RESUMEN La ciencia brasileña y su desarrollo fueron revisados en tres períodos de su historia considerados: (a) Período Colonial (1500-1807); (b) Organización Institucional (1808-1933); y (c) Fase Institucional (1934-presente). Desde 1950’s se produjo una tasa de desarrollo creciente y acelerada, en la actualidad el país tiene 135 mil Doctores y 237 mil Maestros trabajando en 27 mil programas de investigación registrados. Un total de 1.320 Programas de Postgrado está formando 12 mil Doctores al año. La interacción entre las comunidades académicas e industriales, así como la educación básica, entretanto, necesitan mejorar y cuatro planes nacionales de larga duración fueron recientemente establecidos para cubrir esas áreas.
Brazilian science and development were reviewed, and three phases of its history considered: (a) Colonial Period (15001807); (b) Institutional Organization (1808-1933); and (c) Institutional Phase (1934-present). Since the 1950’s there has been a growing and accelerated rate of development, and presently the country has 135 thousand Ph.D.s and 237 thousand M.Sc.s working in 27 thousand registered research groups. A total of 1,320 Graduate Programs are forming 12 thousand Ph.D.s per year. Interaction between the academic and industrial communities, as well as the country’s basic education, however, needs improvement, and four long-range national plans were recently established to cover these areas.
Keywords: Science development, Palabras clave: Desarrollo científico, Brazil, Graduate teaching, Research Brasil, Ensino Posgrado, Prioridades priorities. de investigación.
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1. Introduction
Brazilian science and development have been variously assessed in the past. Some of the early studies, including the classical book by Azevedo (1956) were referenced in Salzano (1962). More recent evaluations are listed in Tables 1 (1978-1999) and 2 (2001-2008). Sixteen books or documents are listed in Table 1. Items 1-5, 8, 12, 15 and 16 are the product of several scholars who considered these matters, while items 6, 7, 9-11, 13 and 14 derive from official documents issued by the Ministry of Science and Technology (Ministério da Ciência e Tecnologia, MCT), National Research Council for Scientific and Technological Development (Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico, formerly Conselho Nacional de Pesquisas, CNPq), and Financing of Studies and Projects foundation (Financiadora de Estudos e Projetos, FINEP). Generally, the topics considered involved the history and development in this area, the 1968 University Reform, university structure and scientific careers, human resources programs, meetings dealing with the subject, and the products developed, either scientific papers or technological patents. The 2001-2008 period is covered in Table 2. Of the 13 items listed, nine relate to documents issued by the above-indicated institutions plus the Coordination for the Higher Training of University Personnel (Coordenação do Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior, CAPES) of the Ministry of Education, the Brazilian Academy of Sciences (Academia Brasileira de Ciências), and the universities of Campinas and Rio Grande do Sul. Items, 3, 5, 12, and 13 are from researchers who variously examined the field, an especially important contribution being the book by Schwartzman (2001). 2. The three phases of Brazilian economic development and science Although the European colonizers of the 16th century found in the Brazilian territory an Amerindian population of no less than two million persons in
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different stages of socioeconomic development, historians generally start the nation’s analyses with the arrival of the Portuguese in 1500. This was the procedure followed by Sant’Anna (1978), who distinguished three phases in Brazilian scientific development, the Colonial Period (15001807), Institutional Organization (1808-1933), and Institutional Phase (1934-present). Selected aspects of those periods are listed in Tables 3-5. The Colonial Period starts with the European discovery in 1500 and ends in 1808 with the transference of the Portuguese Court to Brazil, due to Napoleon’s invasion of Portugal. This Period can be characterized as resting on three main factors: external dependence, latifundium, and slavery. All foreign commerce was controlled by Portugal, which would also impose heavy taxation on all products. Several commodities were the exclusive right of the Crown, for instance pau-brasil, whaling, tobacco, and salt. The latifundium involved mainly the sugar plantations of the northeast and cattle raising in the south. Slavery relied mainly on African sources. The events listed in Table 3 start with the astronomical observations made at the time of discovery itself; but the first astronomical laboratory was only established 139 years later, during the Dutch permanence in the northeast. The paradigmatic figures of José Bonifácio de Andrade e Silva and Alexandre Rodrigues Ferreira are mentioned in events already in the 18th century. The situation was modified in 1808, with the change of the center of the power from Europe to Brazil, and the Period of Institutional Organization started at this time, ending with the University of São Paulo foundation in 1934 (Table 4). During these 125 years many political changes occurred; Brazil reached the status of Vice-Kingdom in 1815, independence as an Empire in 1822, and the Proclamation of the Republic in 1889. A large number of institutions that afterwards played a key role in Brazilian science are listed in the table. They were mainly located in Rio de Janeiro and São Paulo, but some from Minas Gerais and Rio Grande do Sul should also be noticed. The Brazilian Academy of Sciences was founded in 1916, but only 14 years later (1930) was the Ministry of Education and Health created.
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The University of São Paulo foundation in 1934 is certainly a landmark in Brazilian science, since it started with a decided focus in research, carefully selecting scholars from different parts of the world. This was the beginning of what can be characterized as Brazil’s Institutional Phase in science and technology (Table 5). The events listed in this table have different implications for the country’s history. We can start with the scientists mobilization in favor of science in SBPC; the change in the universities structure and functioning due to recognition of the full time regime, institutionalization of graduate studies, and abolition of the feudal Chairs; the foundation of financing agencies (CNPq, CAPES, FINEP, FAPESP, other state foundations) and establishment of special funds (FNDCT, PADCT, Fundos Setoriais); at the political side the creation of the Ministry of Science and Development (MCT) and the National Council of Science and Technology (CCT), directly linked to the nation’s presidency; and the technological progress provided by the Aeronautical Technological Institute (ITA) and Brazilian Aeronautical Company (EMBRAER); PETROBRÁS and the ethanol biofuel program; EMBRAPA and agrobusiness; and the Brazilian Space Agency (AEB), vital, for instance, for Amazonia’s environmental monitoring. Some of the practical societal applications of these actions were: (a) The successful production of EMBRAER commercial aircrafts, that are now being used both within and outside Brazil, in many countries; (b) The PETROBRÁS ethanol biofuel product, that is being intensely employed, isolately or mixed with gasoline, in cars; on the other hand, the oil exploitation of deep ocean layers through sophisticated platforms significantly increased the Brazilian oil resources; and (c) The agricultural conquest of “cerrado” lands, previously considered due to aluminum content and acidity intractable for this purpose, by techniques developed by EMBRAPA. A summary of the present status of Brazilian science and development is given in Table 6. A considerable number of institutions and researchers are presently responsible for about 32 thousand annual scientific papers, comprising 2.7 per cent of the world output. The per cent of the Gross
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Internal Product (about 1.2%) is still low as compared to those of developed nations, and the number of patents at the international level is still modest, but a specific effort of the Federal government is now being directed towards the improvement of these indices. The generally favorable picture shown in Table 6 did not arise by chance (Table 7). A key factor for its implementation was a massive effort towards the support of young undergraduates at the universities and institutes of higher learning. In 1997 120 institutions received quotas, in a total of 14, 175 fellowships, that increased to 17,962 in 217 institutions in 2006 (see also Palatnik, 1996). The most dramatic increase was in the number of Ph.D. fellowships awards, which almost doubled, from 4,599 in 1995 to 7,811 in 2006. The Productivity in Research fellowships, given to active, established researchers, also increased from 7,270 to 9,862. The decrease in Master’s fellowships was due to a policy change that diminished priorities for this type of degree in favor of Ph.D.s. These numbers reflect the increase in graduate courses (Table 8), that almost doubled from 1989 (1,366) to 2,000 (2,311). The latter are distributed by areas of knowledge as shown in Table 9. Those dealing with health (212 courses, 26% of the total) are the most numerous. 3. The present-summary It is clear from what was presented above that Brazilian science is booming. Presently CNPq’s internet Lattes Platform has 17 million registered curricula vitae, which include 135 thousand Ph.D.s. and 237 thousand M.Sc.s. The 2010 Directory of Research Groups has 27 thousand registered teams (Gider, 2011). In addition, 1,320 Ph.D. Programs are forming 12 thousand Ph.D.s per year (Anonymous, 2011). On the other hand, at the basic and technical education levels the situation is bad and needs urgent actions. The fraction of persons who reach university is low: 11% graduates in the 25-64 age class (members of the Organization for Cooperation and Economic Development, or Organização para a Cooperação e o Desenvolvimento Econômico, OCDE have an average of 28%). In addition, of those only 5% graduate in Engineering and 6% in
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the so-called hard sciences, while the corresponding figures for the sum of these two is 31% in Germany and 39% in China (Anonymous, 211). 4. The future Two long-range national programs are in course to improve the previously indicated picture. 1. The Action Plan of Science, Technology and Innovation (Plano de Ação de Ciência, Tecnologia e Inovação), whose first stage occurred between 2007 and 2010; and 2. The Plan of Education Development (Plano de Desenvolvimento da Educação, PDE). In addition the Great Brazil (Brasil Maior) (Table 5) and Science without Frontiers (Ciência sem Fronteiras) Programs were recently launched. The first includes a package of seven measures involving tax reductions for institutions dealing with innovation, and a substantial increase in FINEP’s budget; and the second will grant 75 thousand fellowships to Brazilians in centers of excellence outside the country. They will be furnished at the undergraduate, Ph.D., and postdoctoral levels in the areas of engineering, basic and technological sciences. Foreign training for persons already working in industrial establishments will be also provided (Monteiro, 2011). Table 10 lists the objectives of the Brazilian government for a continued economic growth. The industrial and technological policies would involve a network of public and private institutions and special attention to specific areas. Six examples of strategic efforts are also supplied. 5. CODA Brazil and the other Latin American countries have a traditional policy of buying foreign “black boxes” to obtain shortcuts for their economic development. This policy can only lead to what Ribeiro (1977) called “reflex modernization”, with a systematic increasing dependence in relation to First World nations. The present Brazilian government has taken a new, highly commendable, attitude: to invest in Brazilian sources (especially brains!) to break the underdevelopment vicious circle. Let us hope that no change in this way of viewing progress occurs, leading to a better way of life to all Brazilians and their friends.
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References Anonymous. Brasil está entre os emergentes que mais evoluíram em C&T nas últimas décadas, mas tem muitas barreiras a vencer. Jornal da Ciência, Ano 24, No. 688 (2011) 1, 6-8. Azevedo, F. As Ciências no Brasil. São Paulo: Melhoramentos, 1956. Camargo, E. Relatório Institucional do CNPq, 2003-2006. Brasília: MCT/ CNPq, 2007. Ferreira, M.M. e Moreira, R.L. CAPES, 50 Anos. Brasília: Fundação Getulio Vargas e CAPES, 2002. Franken, T.G. Cronologia da ciência brasileira (1500-1945). In: Schwartzman, S. (Org.) Formação da Comunidade Científica no Brasil. Rio de Janeiro: FINEP e Companhia Editora Nacional, 1979, pp. 333-446. Gider, A.L. 60 anos fazendo mudanças. Rumos, Ano 35, Nº 256 (2011) 24-27. Góes-Filho, P. Relatório de Atividades, Academia Brasileira de Ciências. Rio de Janeiro: Academia Brasileira de Ciências, 2011. Leitão, R. Ministério de Ciência e Tecnologia. Relatório de Gestão. Brasília: MCT, 2007. Monteiro, B. Brasil Maior aproxima ciência e indústria. Jornal da Ciência, Ano 25, Nº 695 (2011) 1, 6-7. Palatnik, M. A pós-graduação e a formação de recursos humanos em ciência no país: Iniciação Científica e o Programa PIBIC. Brazilian Journal of Genetics, Ano 19, Nº 4 (Suppl.) (1996) 31-35. Ribeiro, D. As Américas e a Civilização. Petrópolis: Vozes, 1977. Salzano, F.M. Passado, presente e futuro da ciência no Brasil. Universidade (Porto Alegre), Ano 2, Nº 5 (1962) 12-15. Salzano, F.M. History of Human Biology in Brazil. Newcastle Upon Tyne: Occasional Papers, International Association of Human Biologists, Vol. 3, 1990.
181
Sant’Anna, V.M. Ciência e Sociedade no Brasil. São Paulo: Símbolo, 1978. Schwartzman, S. Um Espaço para a Ciência. A Formação da Comunidade Científica no Brasil. Brasília: MCT, 2001. Silva, C.G. e Melo, L.C.P. Ciência, Tecnologia e Inovação. Desafio para a Sociedade Brasileira. Brasília: Livro Verde, MCT e Academia Brasileira de Ciências, 2001.
182
Table 1. Selected books and documents related to Brazilian science and development, 1978-1999
Book or document
Brief characterization
1. Sant’Anna, V.M. 1978. Ciência e Sociedade History and statistics, relationship with no Brasil. Símbolo, São Paulo. other countries. 2. Ferri, M.G. & Motoyama, S. 1979/1981. Reviews, by different authors, of the História das Ciências no Brasil. Editora history of their disciplines. Pedagógica e Universitária e Editora da Universidade de São Paulo, São Paulo (2 volumes). 3. Graciani, M.S.S. 1982. O Ensino Superior no Brasil. A Estrutura de Poder na Universidade em Questão. Vozes, Petrópolis.
Considers the antecedents and implementation of the 1968 University Reform, questioning the policy established.
4. Motoyama, S. 1985. Os principais marcos Indicates the main historical landmarks históricos em ciência e tecnologia no in Brazilian science and development. Brasil. Revista da Sociedade Brasileira de História da Ciência 1:41-49. 5. Oliveira, J.B.A. 1985. Ilhas de Competência. Examines in a critical way the scientific Carreiras Científicas no Brasil. Brasiliense career in Brazil. e CNPq, Brasília. 6. Archer, R. 1986. Debate Nacional. Synthesizes regional meetings held in Ciência e Tecnologia em uma Sociedade different Brazilian cities, and a final Democrática. MCT/FINEP/CNPq, Brasília. event which occurred in Brasília. 7. Guimarães, R. 1994. Avaliação e Fomento Four texts on science and technology de C&T no Brasil: Propostas para os Anos policies, evaluation criteria, infor90. MCT/CNPq, Brasília. mation, and the Fundo Nacional de Ciência e Tecnologia (FNDCT). 8. Salzano, F.M. 1990. History of Human Biology in Brazil. Occasional Papers, International Association of Human Biologists, Vol. 3, Newcastle Upon Tyne.
183
Presents, as a background for the history of human biology, a brief overview of the evolution of Brazilian science and development.
Table 1 (Cont.) Selected books and documents related to Brazilian science and development, 1978-1999
Book or document
Brief characterization
9. Tundisi, J.G. 1995. Dispêndios Tables and graphs on the 1994 Brazilian N a c i o n a i s e m C i ê n c i a e expenses in science and technology. Tecnologia, 1994. CNPq, Brasília. 10. Tundisi, J.G. 1996a. O CNPq e a Statistics on the CNPq fellowships awarded Formação de Recursos Humanos between 1980 and 1995 for Brazil and foreign de C&T para o Brasil. CNPq, countries. Brasília. 11. Tundisi, J.G. 1996b. O Fomento do Detailed tables and graphs covering the period CNPq nos Estados e Instituições considered. de Pesquisa, 1995. CNPq, Brasília. 12. De Meis, L. & Leta, J. 1996. A critical assessment of the Brazilian science, O Perfil da Ciência Brasileira. as compared to those of other countries, based Editora UFRJ, Rio de Janeiro. on scientometrics and other parameters. 13. Tundisi, J.G. 1997. Despesa Detailed tables and graphs. Realizada da União em Ciência & Tecnologia, 1987 a 1996. MCT/ CNPq, Brasília. 14. Anônimo. 1997. A Importância da Annals of a symposium held in São Paulo, Ciência para o Desenvolvimento March 5-7, 1997. Nacional. Academia Brasileira de Ciências, Rio de Janeiro. 15. Klingl, O., Scholze, S.H.C. & A general report about the activities of the Mitraud, M.G.F. 1998. Ciência Brazilian Ministry of Science and Development e Tecnologia nos Anos 90: A and their impact in the area. Década do Crescimento. MCT, Brasília. 16. Trindade, H. 1999. Universidade Sixteen essays about public and private em Ruínas na República dos universities, their structures, and the Brazilian Professores. Vozes, Petrópolis. crisis.
184
Table 2. Selected books and documents related to Brazilian science and development, 2001-2008
Book or document
Brief characterization
1. Silva, C.G. & Melo, L.C.P. 2001. A multi-authored document providing Ciência, Tecnologia e Inovação. data about the Brazilian science and Desafio para a Sociedade Brasileira. development status. Livro Verde. MCT e Academia Brasileira de Ciências, Brasília. 2. Chambouleyron, I. 2001. Mais Document elaborated by a Forum organized Vagas com Qualidade. O Desafio do at the State University of Campinas about Ensino Superior no Brasil. Editora da access to public universities. UNICAMP, Campinas. 3. Schwartzman, S. 2001. Um Espaço para Translation of the 1991 English version, a Ciência. A Formação da Comunidade based on a previous (1979) book. Científica no Brasil. MCT, Brasília. 4. Trindade, H. & Blanquer, J-M. 2002. Nineteen contributions by different authors Os Desafios da Educação na América on questions of the growth of teaching Latina. Vozes, Petrópolis. systems, public and private alternatives, evaluation, and social questions. 5. Carvalho, A.C.C., Campos, D.A. & Evaluations considering 10 areas of Bevilacqua, L. 2002. Science in Brazil. knowledge, plus three integrative essays. Academia Brasileira de Ciências, Rio de Janeiro. 6. Ferreira, M.M. & Moreira, R.L. 2002. Historical information, with interviews CAPES, 50 Anos. Fundação Getúlio with past presidents of the institution. Vargas e CAPES, Brasília. 7. Oliveira, C.R. & Licht, R.B. 2004. A historical document, with interviews of U F R G S 7 0 A n o s . E d i t o r a d a rectors and representative members of the Universidade Federal do Rio Grande academic community. do Sul, Porto Alegre. 8. Krieger, E.M. & Davidovich, L. 2004. Report of a Working Group. Subsídios para a Reforma da Educação Superior. Academia Brasileira de Ciências, Rio de Janeiro.
185
Table 2 (Cont.) Selected books and documents related to Brazilian science and development, 2001-2008 Book or document
Brief characterization
9. Vasconcellos, C.Z. & Dametto, R.N. A total of 20 contributions by Working 2006. Conhecimento, Tecnologia, Groups considering different aspects of Inovação e Qualidade Vida: Uma these problems. Visão do Estado do Rio Grande do Sul. Editora da Universidade Federal do Rio Grande do Sul, Porto Alegre. 10. Camargo, E. 2007. Relatório Detailed information about the activities Institucional do CNPq, 2003-2006. of the period. MCT/CNPq, Brasília. 11. Leitão, R. 2007. Ministério da Ciência Detailed information about the activities e Tecnologia. Relatório de Gestão. of the period. MCT, Brasília. 12. Costa, M.C. & Szmrecsányi, T. 2007. One introduction and six contributions to Perspectivas para a Política Científica the subject. e Tecnológica no Brasil. Ciência e Cultura 59(4):22-49. 13. Sobral, F.A.F. 2008. A pesquisa e Extensive statistical information for the a formação de recursos humanos. 1997-2004 period. Ciência e Cultura 60 (Nº Especial 1):22-41.
Table 3. Main events related to science and development in Brazil during the Colonial Period (1500-1807) Year
Event
1500
First astronomical observations, made by Master João, a member of the European discovery expedition.
1500-1548
Several other astronomical and geographical observations.
1549
Foundation, in Bahia, of the first school.
1581
Awarding of the first doctor’s degrees in the College of Bahia.
1639
George Marcgrave established the first astronomical laboratory in Mauricio de Nassau’s palace, on Antonio Vaz Island, the first in the southern hemisphere.
1785-1792 1792
Alexandre Rodrigues Ferreira’s Amazonian scientific expedition. José Bonifácio de Andrade e Silva published in the Annales de Chimie of Paris his Memoir about Brazilian diamonds.
186
Table 4. Main events related to science and development in Brazil at the period of Institutional Organization (1808-1933) Year
Event
1808
Foundation of the Medical and Surgical School of Rio de Janeiro and of the Royal Press.
1814
The Royal Library, with 60 thousand volumes, is open to the public.
1818
Foundation of the National Museum, in Rio de Janeiro.
1827
Foundation of the Astronomical National Observatory.
1839
Foundation of the Ouro Preto School of Pharmacy.
1866
Foundation of the Goeldi Museum in Belém, Pará.
1874
Foundation of Rio de Janeiro’s Polytechnic School.
1875
Foundation of the Ouro Preto School of Mines and Metallurgy.
1887
Foundation of the Imperial Agronomic Station, afterwards named Agronomical Institute of Campinas.
1893
Foundation of the Paulista Museum and São Paulo’s Bacteriological Institute.
1894
Foundation of São Paulo’s Polytechnic School.
1896
Establishment of the Schools of Pharmacy and Industrial Chemistry, Medicine and Pharmacy, and Engineering in Porto Alegre, Rio Grande do Sul.
1901
Foundation of the Luiz de Queiroz School of Agriculture in Piracicaba, São Paulo.
1907
Foundation of the Manguinhos (later called Oswaldo Cruz) Institute.
1916
Foundation of Brazilian Academy of Sciences.
1927
São Paulo’s Biological Institute started its activities.
1930
Creation of the Ministry of Education and Health.
Source: Franken (1979); Salzano (1990); Silva and Melo (2001).
187
Table 5. Main events related to science and development in Brazil at the Institutional Phase (1934-present Year
Event
1934
Foundation of the University of São Paulo.
1947
Foundation of the University of Rio Grande do Sul, federalized in 1950.
1948
Organization of the Brazilian Society for the Advancement of Science (Sociedade Brasileira para o Progresso da Ciência, SBPC).
1949
Foundation of the Brazilian Center for Physics Research (Centro Brasileiro de Pesquisas Físicas, CBPF), in Rio de Janeiro.
1950
Foundation of the Aeronautical Technological Institute (Instituto Tecnológico da Aeronáutica, ITA).
1951
Establishment of the National Research Council (Conselho Nacional de Pesquisas, CNPq) and of the Coordination for the Higher Training of University Personnel (Coordenação do Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior, CAPES).
1953
Foundation of the state Brazilian Petroleum Company (Empresa Brasileira de Petróleo, PETROBRÁS).
1960
Foundation of the University of Brasília and of the Foundation for the Support of Science in the State of São Paulo (Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado de São Paulo, FAPESP).
1968
University Reform, with the institution of Departments instead of Chairs.
1969
Establishment of norms for the accreditation of graduate courses. Official recognition of full time activity at the federal universities. Establishment of the National Fund for Scientific and Research Development (Fundo Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico, FNDCT).
1969
Foundation of the state Brazilian Aeronautical Company (Empresa Brasileira de Aeronáutica, EMBRAER).
1971
Creation of a foundation for FNDCT management, Financing of Studies and Projects (Financiadora de Estudos e Projetos, FINEP).
188
Table 5 (Cont.) Main events related to science and development in Brazil at the Institutional Phase (1934-present Year
Event
1973
Creation of the Brazilian Company of Agricultural Research (Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuária, EMBRAPA).
1974
Reform of the National Research Council (CNPq), which became the central research and development agency.
1979
Program of Support for Research and Technological Development (Programa de Apoio ao Desenvolvimento Científico e Tecnológico, PADCT).
1985
Creation of the Ministry of Science and Technology.
1994
Creation of the Brazilian Space Agency (Agência Espacial Brasileiral, AEB).
1996
Establishment of the National Council of Science and Technology (Conselho Nacional de Ciência e Tecnologia, CCT) directly linked to the nation’s president.
1999
Creation of the Sectorial Funds for Research and Development (Fundos Setoriais) (about 460 million dollars released in 2008).
2011
Almost all Brazilian states have state foundations or state secretaries for the support of science (Fundações de Amparo à Pesquisa, FAPs, ou Secretarias Estaduais). An ambitious program is launched by the Federal Government (Brasil Maior) for a better interchange between science and technology, which includes the creation of the Brazilian Company of Industrial and Innovation Research (Empresa Brasileira de Pesquisa e Inovação Industrial, EMBRAPII). Change of the name of the Ministry of Science and Technology to Science, Technology and Innovation (Ministério de Ciência, Tecnologia e Inovação, MCTI).
Source: Franken (1979); Salzano (1990); Silva and Melo (2001); Monteiro (2011).
189
Table 6. Summary of the present status of Brazilian science and development
Aspects considered
Number
1. Institutional characterization (2006) 1.1. Institutions
422
1.2. Research groups
22,797
1.3. Researchers
211,000
1.4. Number of Ph.D.s
69,000
1.5. Number of M.Sc.s
86,000
1.6. Number of researchers per 1,000 persons
0.88
2. Scientific output (2008/2009) 2.1. Number of published research papers
32,100
2.2. Percent of the world production
2.69%
2.3. Patent requests
26,509
3. Investment in science, technology and innovation 3.1. Percent of the Gross Internal Product Source: G贸es-Filho (2011); Anonymoous (2011); Monteiro (2011).
190
1.19
Table 7. Evolution of the number of fellowships awarded by CNPq in a 12-year period
Fellowships Year
Scientific Initiation
Master
Ph.D.
Productivity in research
Total
1995
ND1
9,515
4,599
7,270
21,384
1996
ND1
9,034
4,678
7,238
20,950
1997
14,175
7,134
5,162
7,447
33,918
1998
14,187
5,745
5,185
7,343
32,460
1999
14,191
5,630
5,444
7,285
32,550
2000
14,500
5,516
5,704
7,505
33,225
2001
14,500
5,557
5,753
7,794
33,604
2002
12,984
5,598
5,803
7,784
32,169
2003
14,431
6,210
6,120
8,226
34,987
2004
14,909
6,681
6,409
8,502
36,501
2005
16,726
7,674
7,211
8,862
40,473
2006
17,962
8,474
7,811
9,862
44,109
Total
148,565
82,768
69,879
95,118
396,330
37.5
20.9
17.6
24.0
% ND: No data.
1
Source: Camargo (2007).
191
Table 8. Evolution of the number of graduate courses recognized by CAPES in a 12-year period Year
Master
Ph.D.
Professional
Total
1989
936
430
-
1,366
1990
964
450
-
1,414
1991
982
466
-
1,448
1992
1,018
502
-
1,520
1993
1,039
524
-
1,563
1994
1,119
594
-
1,713
1995
1,159
616
-
1,775
1996
1,186
629
-
1,815
1997
1,249
658
-
1,907
1998
1,291
695
-
1,986
1999
1,388
752
18
2,158
2000 (N)
1,453
821
37
2,311
62.9
35.5
1.6
(%)
Source: Ferreira and Moreira (2002).
Table 9. Classification of the graduate courses recognized by CAPES by area of knowledge in 2000 Area of knowledge Agrarian
Number
Percent
88
10.7
Biological
100
12.2
Health
212
25.8
Exact and Earth
109
13.3
Human
104
12.7
Applied Social
56
6.8
Engineering
85
10.4
Linguistic, Letters, Arts
51
6.2
Multidisciplinary
16
1.9
Total
821
Source: Ferreira and Moreira (2002).
192
Table 10. Objectives for a continued economic growth
1. Industrial and technological policies 1.1. Establishment of a network of technological institutes to support industrial development. 1.2. Special attention to the areas of microelectronics, information technologies, medical drugs, agrotechnology, nanotechnology, biotechnology, digital TV, new materials, biofuels and meteorology. 2. Strategic efforts Enhanced attention to: 2.1. Brazilian Nuclear Program 2.2. National Program of Spatial Activities 2.3. Science and technology for the Amazonian Region 2.4. National Council of Meteorology 2.5. Leveling of regional differences in development 2.6. Alternative and enhanced international cooperation
Source: Leitão (2007), with additions. Note: My research is financed by Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico and Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado do Rio Grande do Sul (Programa de Apoio a Núcleos de Excelência, PRONEX).
193
194
. Caracas, Venezuela Año IV, Nº 8, 2012, pp. 195-204.
Julio Sotelo, Claudia Díaz-Olavarrieta y Aremis Villalobos SCIENCE RESEARCH IN DEVELOPING COUNTRIES: A SYSTEM TO IMPROVE SALARIES
ABSTRACT
RESUMEN Hace veinticinco años fue diseñado un innovador sistema para proporcionar apoyo económico adicional a los científicos que producen investigación de alta calidad en México. Este incentivo económico es totalmente sustentado por fondos federales, pero sin interferencias burocráticas. Desde la implementación de este programa la producción científica se ha incrementado progresivamente. Un Comité Científico Externo selecciona a los candidatos; la compensación económica se otorga estrictamente basándose en la productividad científica, estas becas se renuevan periódicamente y son totalmente independientes al salario regular que recibe de las instituciones académicas. El costo-beneficio de este programa ha demostrado ser notable. Programas similares podrían ser diseñados en otros países en desarrollo.
Twenty five years ago, an innovative system was designed to provide additional monetary support to scientists who produce high quality research in Mexico. These merit-based stipends are fully supported by federal funds, but devoid of bureaucratic interference since the implementation program has progressively increased scientific production. An external board of peer scientists selects the candidates; additional wages to the regular salaries are granted based strictly on scientific productivity; these fellowships are periodically renewed and are independent of the salary provided by academic institutions. Cost effectiveness has proven to be remarkable. Similar programs could be designed and implemented in other developing countries.
Keywords: Productive Research, Palabras clave: Investigación cientí- innovation, research salaries, science fica, salario de investigador, evaluación in developing countries. de la investigación, ciencia en América Latina.
195
1. Introduction The advancement of scientific research is a proven source of social progress; indeed, high levels of education and scientific research are vital elements in the transition of developing societies into industrialized nations. The growth and consolidation of research establishments is therefore a principle goal among the governments of many developing countries; Korea, China, India and Brazil are well-documented cases of nations that have benefited from prioritization of scientific research. Industrialized countries sustain scientific development through a significant economic investment in effective and competitive research. This model, however, is difficult to implement in developing societies with weak economic and educational systems. In these societies the funds, infrastructure and organization are feeble in many instances and the absence of an established â&#x20AC;&#x153;scientific traditionâ&#x20AC;? in some academic areas often impedes their ability to partake of the international scientific enterprise. Furthermore, the organization and economic profiles of developing countries differ greatly from those of industrialized nations and are difficult to modify. Many politicians and law makers question the value of large investments for domestic participation in scientific research that meets international standards and this reluctance and skepticism create numerous obstacles to success. Obstacles to scientific research in developing countries include low salaries of scholars; lack of funding sources; legislation for public universities and research centers; labor legislation; and limitations to the widespread use of peer-reviewed, external evaluation processes. 2. Background In Mexico a large number of academic institutions are supported by the local or federal government and are thus subject to strict labor laws. Employment stability is highly valued, which has consequently fostered the stagnancy of unproductive workers over long lengths of time. Research workers hired by many public universities or academic
196
centers are supported by powerful unions that ensure job stability without rigorous evaluation procedures. Thus, the famous rule for investigators in countries with steady scientific tradition –“publish or perish”– has not taken root, as job permanence occurs regularly in most academic institutions regardless of scientific productivity. Additionally, despite the fact that Mexico’s research guild has grown substantially over the last decades, evaluation procedures have been loosely applied. Poor evaluation and uncritical stability thus lead to the diminution of motivation among many researchers and disinterest among talented upcoming professionals. Another significant problem is that low salaries discourage many of the brightest minds from joining academic research. Even more threatening is that Mexican researchers are frequently seeking opportunities abroad. Even when large sums of money have been devoted to the training of Mexican scientists, non-competitive salaries have provoked the migration of some of the best minds, thus restricting the progress of domestic science. While many institutions try to compensate for low salaries by awarding bonuses for productivity, the success of these programs are limited due to the fact that most selection committees are composed exclusively or predominantly by members of the same institution. This endogamic procedure often leads to the long known attitude “today for you, tomorrow for me” and the automatic award of the bonus which unsurprisingly negates its stimulating effect. 3. Inception of the National System of Investigators In 1984 Mexico had a most severe economic crisis. Inflation was rampant and the devaluation of currency was almost a daily occurrence. The 1985 earthquake further destabilized the country by contributing to the chaos and sense of despair. The already weak scientific community was unraveling due to the notoriously low salaries, and even the brightest scientists and best paid researchers saw the value of their salaries vanish. It was within this context that the National System of Investigators (Sistema Nacional de Investigadores, SNI) emerged as a novel program intending to save the community by a reasonable economic expenditure. The SNI was born out of necessity, and now 25 years later it is clear that
197
it has done much to strengthen the scientific establishment and evidences a solid and ingenious investment for domestic progress. 4. Characteristics of the SNI The most relevant characteristic of the SNI is that it is a federally supported body, devoid of bureaucratic complexities, whose goal is to grant an additional aid to the basic salary of research workers whose scientific productivity achieves internationally accepted standards. The economic remuneration and academic classification are divided into four categories; candidate and SNI grades either I, II, or III, according to the quality of scientific production. Candidates are young scientists (mean age 38 and 50% are under 37 years old) with incipient, but promising achievements, the basic requisite is a PhD diploma together with publications in scientific journals classified in international indices (e.g. Pub Med) and proof of their ascription to a solid academic group; SNI I, II and III are granted to research workers with proven capacity and scientific vocation clearly visible within the scientific community. The monetary stipend is yearly settled according to the national board for minimal wages and corresponds, in the case of “candidates” to three minimal wages a month (approximately 400 USD) in the case of SNI I to six wages (approximately 850 USD); SNI II to eight wages (approximately 1,100 USD) and SNI III to fourteen wages (approximately 2,000 USD). Additionally, active SNI III researchers may grant 3 minimal wages among students; student stipends are exempt from bureaucratic rules and are awarded based on a simple written request from the SNI III tutor. This mechanism promotes contact between pupils and the best academics in order to promote academic striving and the continuation of scientific advancement. The SNI also has an additional chapter for “Emeritus” researchers who, after having completed at least fifteen years as SNI III, and who are at least 65 years of age, may continue to receive the stipend for life without further evaluation. In 2009 the SNI board elected eleven Emeritus Researchers. The number of SNI researchers has increased from 1,396 scholars in 1984 to 15,565 (66.5% men and 33.5% women) in 2009 (Figure 1). The current status of the SNI is: 17% candidates, 55% SNI I, 20% SNI II and
198
8% SNI III. Female participation has increased from 24% in 1993 to 34% in 2009.The mean age of SNI recipients has also increased during this same period from 42 years to 49 years. If this historical trend continues the SNI is projected to have approximately 23 thousand members in 2015. Figure 2 illustrates the percent composition of grades within each area of knowledge, in total, 17% were candidates, 55% SNI I, 20% SNI II, and 8% SNI III. Seven committees evaluate all branches of science and each is composed of 14 board members (Table 1). These board members are individuals nominated by the most prestigious academic institutions in Mexico and each is required to have been an SNI III recipient for at least three years. The committees do not receive any honorarium and 30% of committee members are renovated each year. SNI fellowship opportunities are made public yearly and the selection results are publicized within that same year. Each selected candidate will receive the stipend for 2 years, each selected SNI I and SNI II recipients for 3 years, and each SNI III recipient for 5 years. At the end of the grant period each recipient may apply for a renewal. Renewal requests are fully evaluated by the respective committee and the applicant may either be renewed for another period, change grant level or be expelled from the SNI system entirely without employment consequences at their academic ascription. In 2009 71% of applicants were accepted for promotion (Table 2). Decisions by the collegiate board of evaluation are based exclusively on scientific productivity according to international standards, and the board remains independent of any institution or university. The selection procedure is conducted entirely by academic peers, without bureaucratic intervention, and the committee decisions are implemented immediately by the National Council of Science and Technology (CONACYT) as the government trustee institution for the SNI. This process, which is totally implemented with public funds, is without precedent in Mexico and has been widely lauded by the academic communities. Over the years, SNI has become a widely respected institution; scientists apply for incorporation seeking not only the economic stipends but mostly
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because to be selected by the SNI board is an evidence of satisfactory academic performance highly regarded in curricular evaluation. The SNI is the only institution that has gathered reliable information about Mexico’s scientific community. Thanks to their efforts we know that approximately 16,000 scholars comprise Mexico’s scientific community (in 2009 there were 15,565 SNI members; this number is significantly lower than the OCDE recommendation). Analyzing the community allows us to extract the location, age, gender, scientific discipline, achievements, and dynamics of the country’s best scholars, and subsequently formulate policies aimed furthering the success of outstanding groups and meeting potential deficits. SNI members are distributed among 338 academic institutions (Table 3). IN 2009 58% of SNI members pertained to academic institutions located outside Mexico City. In 2009 the government contributed $2,205 million pesos (approximately 173 million USD) as the total cost of SNI fellowships. The majority of scientific output in the country is produced by SNI scientists. However, because these scientists must be working in an academic institution, which provides their regular salaries, SNI cannot take full credit for their success. Mexico’s relatively small monetary investment in the program is far exceeded by the scientists’ vast achievements. Similar systems of publicly funded monetary rewards, whose recipients are determined by external peer-review committees, may be successfully implemented in other countries with an incipient scientific establishment. We believe that the entire financial wages granted by the Mexican government for this system is a highly efficient investment to improve the quality of scientific research and is minimal in comparison with the benefits obtained in the academic arena.
200
Table 1. SNI Evaluation Committees Area of Knowledge I
Physics, mathematics & earth sciences
II
Biology & chemistry
III
Medicine & Health Sciences
IV
Humanities & Behavioral sciences
V
Social Sciences
VI
Biotechnology & Agricultural Sciences
VII
Engineering
Table 2. Total applications for SNI fellowships in 2009, distributed by knowledge area.
Ă rea
Applications
Accepted
Rejected
Number
%
n
%
n
%
Area I
1074
13
924
86
150
14
Area II
1191
15
1011
85
180
15
Area III
857
11
593
69
264
31
Area IV
1300
16
859
66
441
34
Area V
1268
16
819
65
449
35
Area VI
1025
13
665
65
360
35
Area VII
1391
17
895
64
496
36
TOTAL
8,106
100
5,766
71
2,340
29
Source: www.conacyt.gob.mx/sni/
201
Table 3. Top ten research institutions from Mexico with SNI members in 2009
Institution 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Universidad Nacional Autónoma de México Instituto Politécnico Nacional Universidad Autónoma Metropolitana Centro de Investigación y Estudios Avanzados Universidad de Guadalajara Universidad Autónoma de Puebla Universidad Autónoma de Nuevo León Instituto Mexicano del Seguro Social Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey
Source: www.conacyt.gob.mx/sni/
202
SNI Research scholars 3.431 719 640 634 610 345 342 311 266 261
Number
Year
Figure 1. Research scholars at the National System of Investigators of Mexico (1984-2009).
203
Figure 2. Percentage of researchers distributed by category and area of knowledge, SNI 2009 (n=15,565)
204
. Caracas, Venezuela Año IV, Nº 8, 2012, pp. 205-216.
Omar Trujillo LA CIENCIA, INSUMO GENERALMENTE POSTERGADO EN LAS ESTRATEGIAS DE DESAROLLO
ABSTRACT
RESUMEN En este artículo se subrayan algunas de las dificultades que enfrentan los países latinoamericanos para reconocer el valor de la investigación científica como insumo cultural imprescindible en el proceso de desarrollo económico y social. También se pone particular énfasis en la necesidad de adoptar decisiones políticas que promuevan la investigación, sin sesgos que desequilibren el armónico crecimiento de la investigación básica o fundamental y la tecnológica o aplicada. En ese contexto se legitima la creación de organismos gubernamentales que financien proyectos de investigación y que provean estímulos que hagan atractivo el afincamiento de los investigadores en sus países de origen.
This article is concerned with some of the problems confronted by LatinAmerican countries to recognize scientific research as a cultural tool necessarily involved in the process of economic and social development. The generation of equitable strategies directed to promote basic and applied scientific knowledge is seen as an urgently needed political decision. Within this conceptual framework the creation of governmental agencies for financing research projects and stimulating the comuniterest of young investigators in their own countries is considered one of the key factors for achieve advances in this field. Keywords: Research activities, Latin America, Political decisisons , Culture
Palabras clave: Investigación científica , Latinoamérica, Decisiones políticas, Cultura
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1. La ciencia, uno de los componentes de la cultura En el contexto de este artículo, el concepto de desarrollo debe ser entendido como la expresión y concreción en la historia, de las diversas potencialidades intelectuales propias de cada pueblo o nación. En el caso particular de América Latina, esas potencialidades son, a su vez, el fruto de las herencias recibidas de los colonizadores y del patrimonio intrínseco de las etnias que habitaron y habitan nuestro continente. Si usáramos términos aristotélicos, este tránsito de “la potencia al acto”, incluye necesariamente a la cultura y al desarrollo de la ciencia, como insumo inseparable de la misma. Es así que no es posible excluir en los instrumentos legales y estrategias políticas dirigidas a promover el desarrollo social y económico, decisiones referentes a la promoción de la investigación científica y de la difusión de sus logros, tanto a través de la enseñanza (primaria, media y superior) como por medios de tecnologías que se integran progresivamente al entramado social. No está de más subrayar los indisolubles lazos que hacen de la ciencia un componente esencial de la cultura. Es preciso tener en cuenta las tensiones e impactos que los nuevos conocimientos científicos producen en las costumbres e idearios socio-políticos de las nuevas generaciones. Este concepto ha sido explicitado con claridad por Werner Heisenberg, cuando especuló sobre la confrontación e “…intercambio de pensamientos donde por un lado, las viejas tradiciones, serán diferentes en las diferentes partes del mundo, pero en el otro lado (en el de la ciencia) habrá una visión casi uniforme en todos lados, que se extenderá en todos los lugares donde la discusión pueda tener lugar”. Para el ilustre físico, la transformación que experimentó en el siglo pasado nuestra visión de “la realidad” a través de la introducción de leyes esencialmente probabilísticas, repercutirá, a mediano o largo plazo, sobre la matriz cultural de todos los pueblos y tradiciones. Para aquellos que asumen responsabilidades políticas o aún de comunicadores sociales, no existen dificultades para reconocer que la literatura, la pintura o las
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“artes” en general, forman parte de la cultura, pero son pocos los que incluyen a la ciencia como una manifestación particularmente importante de la misma. En esos ámbitos se desconocen, o solo se vislumbran. Los indisolubles vínculos que existen entre las “técnicas innovadoras” aplicables a la producción, y los conocimientos más abstractos o teóricos que las sustentan los que usualmente quedan fuera del escenario de la vida cotidiana. Tampoco son plenamente conscientes de que los conocimientos teóricos más revolucionarios y trascendentes se generan en ámbitos sociales y políticos que han respetado y respetan la vida académica y el pensamiento original. Según el físico americano KT Compton, el pragmatismo político podría haber llegado a alentar aún en siglo XIX, la creación de un laboratorio dedicado a mejorar la iluminación artificial, pero especula que también se establecerían límites impuestos por un pragmatismo cortoplacista: “se hubieran investigado allí… aceites inflamables, los gases, las mechas, las chimeneas y los materiales refractarios. Nadie se hubiera ocupado del escape de la electricidad en el aire o del comportamiento de los imanes, de los alambres… y sin embargo, es justamente de esos experimentos que derivan los modernos dispositivos de iluminación”. En ese marco de lo estrictamente aplicable, no sería permisible apartarse de lo seguro, de lo conocido, de aquello que suponemos dará rédito sin incluir riesgos y fracasos (reales o supuestos). Así, en aras de la aparente seguridad en la inversión, se castra cualquier incursión en lo desconocido, que es por definición el campo de lo novedoso e innovador. Como ineludible corolario de esa forma de pensar, una suerte de “economicismo radical” dominante, ha postergado la inserción del quehacer científico en las leyes presupuestales de la mayoría de los países de nuestro continente. La ciencia queda frecuentemente relegada frente a urgencias reales o ficticias y queda acosada por iniquidades sociales que inducen a los responsables optar, cortando por lo más fácil, para resolver situaciones siempre rotuladas como “críticas”. 207
2. Es urgente y prioritario insertar a la ciencia en las estrategias de desarrollo de nuestro continente Los avatares de la historia han llevado a los países del primer mundo, cunas de los conocimientos más importantes en las diferentes áreas de la ciencia, a enfrentar situaciones límites, resultantes de confrontaciones bélicas de gran magnitud o depresiones económicos multicausales. Baste recordar a Alemania luego de la segunda guerra mundial. Finalizado el cese de las hostilidades y en un territorio dividido y ocupado militarmente por fuerzas extranjeras, permanecía la convicción, en las mentes de los más calificados científicos alemanes de que el proceso de reconstrucción socioeconómico de la nación tendría que incluir un precoz restablecimiento de su matriz cultural incluyendo a la labor científica. Es así, y como ejemplo paradigmático, que en un Berlin dividido en sectores por las potencias aliadas, entre ruinas y padecimientos múltiples, tres físicos alemanes -Werner Heisenberg, Otto Hahn y Max von Laue- todavía detenidos “under his Majesty pleasure”, viajaron a Londres a fines de 1945 para discutir en el Royal Institute la reconstrucción de la investigación científica en la Alemania del porvenir. Luego, en enero de 1946 renace la Kaiser Wielhelm Society bajo la presidencia provisional de Max Planck y se organizó unos mese después, el Consejo Científico Asesor Alemán Estas acciones de los científicos alemanes fueron apoyadas por el gobierno británico. Nadie puede dudar que en esos momentos las prioridades sobre los destinos de posibles ayudas o inversiónes, debieran centrarse en las necesidades vitales -alimento, abrigo, medicamentos- pero, como un acto reflejo nacido en una arraigada tradición de los países europeos, se pensó en la ciencia como instrumento cultural generador de desarrollo. La valoración de la importancia de los conocimientos científicos como instrumentos de la identidad política y económica de una nación, nace en Europa, especialmente en Francia, en el período histórico que Eric Hobsbawn llama “La era de la revolución “(comprendido entre 1789 y 1848). La Revolución francesa “transformó la instrucción científica y técnica… con la creación de la Escuela Politécnica (1795)… y el primer esbozo de la Escuela Normal Superior…”.
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La conmoción que provocó la revolución en Francia, impactó también en Prusia y la Nueva Universidad de Berlín se convirtió en un modelo de vida académica imitada por otros países de Europa y América del Norte. Hoy, en pleno siglo XXI, no es imaginable elaborar planes y estrategias que alienten en Latinoamérica un desarrollo socio-económico humano y estable e ignorar el necesario aliciente a la ciencia y al progreso tecnológico. Los argumentos “de batalla” para integrar a la ciencia a ese proceso, son aquellos que vinculan los avances científicos con nuevas fuentes de energía, la extensión de los medios de comunicación y la ampliación de las herramientas terapéuticas que mejoran la salud humana y animal. Estos tipos de razonamiento si bien es válido, resultan hoy casi obvio y trillado. Me interesa subrayar otro aspecto menos aparente, que introdujo Michael Moravcsik en un ensayo sobre los objetivos y propósitos de la ciencia en los países calificados como menos desarrollados. Creo que Moravcsik percibió con agudeza, que el quehacer científico está motivado por al menos tres características propias de los seres humanos: a) el deseo de mejorar sus condiciones de vida, b) la curiosidad (incluyendo cierto grado de satisfacción estética y logro intelectual) y c) la necesidad de lograr una visión comprensible del universo. A mi entender, este último punto está asociado al concepto de desarrollo en su sentido más cabal y profundo y ha de ser analizado junto con otros indicadores que nos informan sobre las realidades socio-económicas de nuestras sociedades. No creo posible calificar como plenamente desarrollado a un país, región o continente, donde se ignore o descalifique aquello que el conocimiento científico ofrece como integrante de una “visión comprensible del universo”. Esa cosmovisión implica la aceptación de la existencia de un cosmos en expansión y cambio, en el cual al menos nuestro planeta, sustenta a la vida. Y al dirigir ahora nuestra atención a la vida, concebirla como surgida a través de un complicado y largo proceso evolutivo que vincula a todos los seres vivos, extintos y presentes. Seguramente la inserción de una concepción racional y actualizada de los conocimientos científicos en el pensar de las dirigencias de los partidos
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políticos latinoamericanos evitaría la explotación indiscriminada de los recursos naturales, mejoraría en mucho el diseño de las estrategias de prevención y control de enfermedades humanas y animales y pondría coto a las discriminaciones raciales fuentes de desdichas que ponen en jaque el sentido mismo del concepto de desarrollo. No caben dudas que la trasferencia de cosmovisiones racionales hacia las mayorías, también ayudará, si no a erradicar, al menos a debilitar la influencia del “pensamiento mágico”, preponderante en muchos sectores de la población latinoamericana. Esa forma irracional de encarar la realidad es enemiga encubierta de los mejores programas sanitarios y de toda estrategia coherente en el uso de los recursos naturales. 3. Política y ciencia El reconocimiento de la importancia de investigación científica y de sus métodos para edificar una visión racional y comprensible del mundo físico (abarcando también los fenómenos vitales) toma formas concretas a través de decisiones políticas. Como señala el ya citado Hobsbawn, el liberalismo y jacobinismo francés en ejercicio del poder político, continuado por Napoleón, introdujeron una reforma general de la enseñanza donde las ciencias ocuparon un lugar preponderante. También hoy, el futuro de investigación científica en nuestros países latinoamericanos depende de decisiones políticas que operan a través de los recursos asignados en los presupuestos elaborados por cada nación. Es ilustrativo comparar el porcentaje del producto bruto interno (PBI) que dedican los diferentes países a la investigación científica y técnica. Con todas las reservas que pueden originar la validez de estos indicadores, parece indiscutible que los países desarrollados dedican a la investigación y desarrollo máximos que oscilan alrededor del 3% del PBI, mientras que en Latinoamérica sólo Brasil sobrepasa en algo el 1%. Sin embargo, sería ingenuo valorar la real contribución a la ciencia del producto bruto de un país, considerando solo estos indicadores. Es de suma importancia conocer la forma como opera el sistema administrativo que maneja los fondos disponibles para la investigación, para conocer el real y efectivo impacto de los mismos en el quehacer científico.
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Como ya adelanté, la inserción de la ciencia y de la técnica en las estrategias de desarrollo implica decisiones políticas que pueden variar desde el mero aumento de las partidas presupuestarias a instituciones ya dedicadas a las tareas de investigación (Universidades, Academias, Escuelas o Institutos), hasta otras más trascendentes como la creación de organismos estatales que orientan en forma centralizada la política científica, a través de la asignación de recursos al conjunto de los operadores en ciencia y tecnología (el término “operador” puede referir indistintamente a instituciones o individuos). La creación, por ejemplo, de Ministerios de Ciencia y Tecnología, o sucedáneos con menor compromiso político y legal, tales como Agencias Nacionales o Secretarías, convierten en realidad operante, la inclusión de la ciencia y la técnica en el proceso de desarrollo social y económico. No está de más repetir aquí las palabras del periodista Federico Kukso cuando al mencionar la creación en la Argentina del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, afirmó que este hecho “permitió poner a la actividad científica y tecnológica en la agenda presidencial cada semana”. No se puede dejar de mencionar, que la existencia de estos organismos centralizadores implica a su vez, la concomitante presencia de andamios administrativo-contables que los sustenten y permitan funcionar con eficacia y transparencia Los gobernantes que deciden sobre estas materias deben de ser conscientes que este necesario entramado burocrático puede también transformarse en una especie de “cizaña que ahoga el trigo”. Existe una fuerte tendencia en encauzar las tareas de investigación por medio de trámites complicados, rígidos y muy extendidos en el tiempo. Este factor es particularmente importante en nuestros países latinoamericanos herederos de las más pesadas burocracias coloniales. La centralización de la conducción científica implica riesgos que se deben conocer y evitar, pero que no la excluyen como una opción políticamente válida y potencialmente muy eficaz. Idealmente dicha conducción debe ser hecha por hombres de ciencia que decidan por voluntad de servicio, brindar su tiempo a actividades que conllevan muchas horas de trabajo ajenos la investigación. Además, también idealmente, sus decisiones
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deberían estar guiadas por criterios independientes de ideologías sociopolíticas, opciones religiosas o intereses personales. El mayor peligro de la conducción estatal centralizada es la injerencia destructiva de ideologías totalitarias en el campo propio de la ciencia. Me refiero a presiones o violaciones al derecho de pensar, enseñar y publicar con absoluta libertad, sin temores ni cortapisas. Es conocido, por ejemplo, el atraso generado en el campo de la genética y la biología celular ocurrido en la otrora Unión Soviética, durante el período Staliniano. En ese contexto histórico, mezquinos intereses personales generaron absurdas oposiciones entre el “materialismo dialéctico” y la teoría cromosómica de la herencia. Como resultado, las confabulaciones políticas frenaron las investigaciones creativas en el campo de la genética alentando la llamada “doctrina Michuriniana”. Fenómeno análogo, tuvo lugar en Alemania sujeta al régimen nazi, donde académicos y científicos judíos fueron expulsados de sus puestos mediante la “Ley del restablecimiento del servicio civil profesional”, acuñada por los ideólogos antisemitas. Paralelamente crecía la idea de la existencia de una “Física Germana” que ponía en tela de juicio, tanto a la teoría de la relatividad como a la mecánica cuántica, ambas consideradas frutos de la “Física Judía”. Otro peligro de menor enjundia, pero que también puede convertirse en obstáculo para la creatividad científica es la imposición por el organismo central, de prioridades absolutas sin márgenes para la libre iniciativa. Cuando por ejemplo, en los niveles más altos de decisión no se han integrado reconocidos hombres/mujeres de ciencia, o están estos en franca minoría, las asignaciones de fondos para las distintas áreas o temas de investigación, se sesgan casi inevitablemente, hacia programas o proyectos cuyas metas son la obtención resultados de aplicabilidad inmediata (recuérdese el ya mencionado ejemplo de K. Compton). Es válido entonces plantearse la interrogante: ¿qué tipo de ciencia debe alentarse en nuestros países? A mi entender, lo que enseña la historia
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es que lo primero que debe procurar un país en vías de desarrollo es implantar las bases para que exista “buena ciencia”. Quiero decir alentar grupos de investigadores capaces de formular hipótesis razonables, que tratarán de confirmar o rechazar con métodos experimentales idóneos y la obtención de resultados estadísticamente válidos. Esto no implica cuestionar la validez de identificar “áreas prioritarias” y también la asignación de recursos específicos para el desarrollo de las mismas. Sin embargo, siempre se debería tener en cuenta es que esas prioridades son fruto de apreciaciones de un entorno histórico-cultural cambiante por naturaleza, y aquello que hoy aparece como indiscutiblemente importante, mañana “pierde pié”, tanto por nuevos hallazgos científicos y perfeccionamientos técnicos o por impactos imprevistos de la naturaleza (está latente el cuestionamiento a la extensión del uso de la energía nuclear generado por el terremoto ocurrido hace pocos meses en Japón). En un reciente artículo editorial de la revista Science, Michael Rosbach alerta respecto a las consecuencias que tendrá la disminución de los recursos asignados a los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de los Estados Unidos en el campo de la innovación médica. Critica además el exceso de direccionalidad en la asignación de recursos que convergen hacia “translational and applied reserach”, mientras que la histórica enseña que los hallazgos más novedosos “often come from unexpected areas of inquiry”. 4. Evaluación por pares y competencia abierta: manera transparente y privilegiada de asignar recursos En general los países latinoamericanos están fuertemente politizados con gran injerencia de los que sustentan el poder en casi todos los aspectos de las actividades nacionales financiadas con recursos presupuestales. Si bien la transparencia en la administración de los fondos públicos es una premisa aplicable a todo tipo de actividad, se convierte en un elemento clave para consolidar un sistema de ciencia y tecnología competente. Se hace así, imprescindible garantizar una objetiva evaluación de los proyectos o programas que compiten para lograr financiación. A
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mi entender es sabio y prudente seguir en esta materia, los aspectos sustantivos de los procedimientos utilizados en los países que ocupan la vanguardia en la producción científico-técnica mundial. El primer punto que quiero destacar es la necesidad de un proceso de evaluación llevado a cabo por científicos competentes en el tema (evaluación por pares) . En los países pequeños y con comunidades científicas reducidas, es recomendable utilizar mecanismos de cooperación académica internacional para garantizar la objetividad del proceso de evaluación. Respecto a detalles tales como formatos de presentación, no se debería dudar en generar protocolos homólogos de aquellos habituales en los países e instituciones con la mayor tradición y competencia en esas labores evitando innovaciones vernáculas o prototipos usados por agencias financiadoras ajenas a las características de las tareas de investigación. 5. ¿Es “marketing” lo que realmente necesita la ciencia latinoamericana? Frente a afirmaciones que sostienen la necesidad de implementar el “marketing” como instrumento para a insertar a la ciencia en el “consciente colectivo” y de ahí atraer el interés de los políticos, no puedo menos que expresar mis dudas al respecto. Tal vez si se afinan los términos y se propone en lugar del crudo y anti-académico “marketing”, un mayor énfasis y modernización en los programas educativos que incluyen las ciencias, y/o el estímulo a proyectos de divulgación científica serios, puedo encontrar puntos de coincidencia. De todas maneras, no vacilo en afirmar que aquello que necesita la ciencia de nuestros países para incidir en el desarrollo son decisiones políticas audaces, análogas a las que se plasmaron durante la Revolución Francesa e implementaron luego los jacobinos y el emperador Bonaparte. Dentro de esas decisiones debe incluirse el “status salarial” de los investigadores, particularmente de aquellos que han terminados sus trabajos doctorales y deben de entrar en el mercado laboral. Esos jóvenes “post doc” enfrentan tres opciones : a) continuar, de acuerdo a sus vocaciones, en el campo de la investigación en sus países de origen, b) emigrar a los países del primer mundo para continuar allí sus carreras científicas, c) permanecer en sus países de origen, pero en campo laborales ajenos a sus vocaciones. Creo que son
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dos los factores que inciden en sus destinos finales: que se les ofrezca un entorno laboral adecuado (laboratorios decentemente equipados, fuentes de información actualizadas) y salarios competitivos (al menos en el contexto de las retribuciones que se perciben en sus países nativos). 6. Reflexiones finales En un mundo cada vez más tecnificado y unido a través de los medios de comunicación, no es razonable pensar en estrategias de desarrollo que no privilegien a la investigación científica. La inserción de la investigación como instrumento de desarrollo se materializa a través de decisiones políticas que deben de tener en cuenta lo que enseña la investigación histórica sobre la evolución del conocimiento científico. Nuestros países deben imitar sin vergüenzas, todo lo bueno que han implementado a través del tiempo, los países que lideran en este campo y evitar también los posibles desvíos que se han generado en el siglo pasado. Se deben compensar carencias puntuales a través de los mecanismos que ofrecen la cooperación regional, sin dejarnos avasallar por criterios puramente economicistas que olvidan que la ciencia es parte de un patrimonio de gran valor para lograr el bienestar de nuestros pueblos pero que no cotiza en las bolsas: la cultura.
Bibliografia Actas taquigráficas de la Sesión de la Academia Lenin de Ciencias Agrícolas de la U.R.S.S. 31 de Julio-7 de Agosto de 1948. Editorial Agrícola del Estado. Moscú, 1948. Compton, K.T. A scientist speaks. Interciencia 1: 78 (1976). Herman, Armin. Werner Heisenberg 1901-1976. Clausen &Bosse, Leck/ Schleswig. 1976. Hesienberg, Werner. Physics and Philosophy. The Revolution in Modern Science. Harper & Row, New York. 1962.
215
Hobsbawn, Eric. La era de la revolución, 1789-1848. Crítica, Grijalbo Mondadori, Buenos Aires. 1997. Kusko, F. ¡Levántate y anda! Le monde diplomatique. El Dipló 144, Junio, 2011. Moravesick, M. J. The context of creative science. Interciencia 1: 71-78 (1976). Rosbach, M. A threat to medical Innovation. Science 333: 136 (2011).
216
SUMARIO Págs. ESTUDIOS Oscar Aguilera Integración en América Latina en Ciencias Sociales. El caso de sus revistas científicas .............
19
Jorge E. Allende La formación de doctorados: factor esencial para el desarrollo científico latinoamericano. El caso Chile ..........
43
Jennifer Bernal y Klaus Jaffe Propuestas de los investigadores en ciencia, tecnología e innovación venezolanos ..........................................................
55
Marcelino Cereijido Reflexiones sobre la investigación y la ciencia en América Latina ..........................................................................
87
Iván Izquierdo Razões para o sucesso da política recente de ciência, tecnología e innovação no Brasil ..............................................
113
Fabiola León-Velarde El reto de ser una universidad de ciencia y excelencia en un país en desarrollo. El caso Cayetano Heredia ................. 121 Fidel Ramos y Rolando Collado Hacia el establecimiento de políticas de ciencia e innovación en América Latina. Papel de los organismos latinoamericanos de ciencia e innovación ............... 143
217
Francisco M. Salzano Science and development in Brazil: past, present and future .................................................................................... 175 Julio Sotelo, Claudia DĂaz-Olavarieta y Aremis Villalobos Scientific research in developing countries: a system to improve salaries .......................................................
195
Omar Trujillo La ciencia, insumo generalmente postergado en las estrategias de desarrollo ....................................................... 205
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Normas a que deberán ajustarse los estudios que se envíen a Revista de Estudios Latinoamericanos para su publicación 1. Los estudios enviados a deberán ser inéditos.
, para su publicación
2. La recepción de las contribuciones se realizará durante todo el año. En algunos casos, la revista podría decidir publicar un número especial referido a un tema monográfico, en este sentido, solicitará los estudios y pautará con los autores una fecha determinada. 3. Los estudios deben ajustarse a la orientación temática de la Revista y a sus normas. Tendrán una extensión, de 20 a 40 páginas; excepcionalmente se admitirán de mayor extensión. Las recensiones no deberán exceder de 10 páginas, y las reseñas, de 5. Deberán estar escritos a doble espacio en dos ejemplares, con márgenes razonables y con la correspondiente versión electrónica. La extensión del estudio incluye cuadros, tablas y gráficos, si no pueden ser reproducidos tipográficamente, deberán enviarse en originales para la impresión directa. 4. Las referencias bibliográficas deberán agruparse por orden alfabético al final del estudio y contener todos los elementos habituales de identificación. Es indispensable que las referencias y notas se realicen de acuerdo al Manual de Chicago, números consecutivos en el texto para citas y notas a pie de página. Ejemplo de referencia a un libro: Puig, Juan Carlos. Integración Latinoamericana y régimen internacional. Instituto de Altos Estudios de América Latina. Universidad Simón Bolívar. Caracas, 1987. Las citas de Internet deben contener el apellido y nombre del autor y página web. 5. El estudio debe ser un documento que presente de manera detallada, los resultados originales de proyectos terminados de investigación. La estructura generalmente utilizada contiene tres apartes importantes: introducción, desarrollo y conclusiones. Igualmente debe incluir un resumen, con una extensión máxima de cien (100)
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palabras, incluyendo cuatro palabras clave en español y en inglés. Asimismo, incluirá una síntesis curricular de cien (100) palabras como máximo. 6. Se admitirán trabajos en inglés, francés y portugués, pudiendo ser publicadas en español, en versión realizada por el Instituto. El autor, si lo desea, podrá corregir esa versión. 7. Los estudios deberán ajustarse al requisito de ser sometidos a una primera evaluación por parte del Editor (a) y del Consejo de Redacción. Los estudios que se consideren publicables serán sometidos al método del doble ciego por parte de árbitros seleccionados para tal fin. Los trabajos presentados podrán ser aceptados sin cambios o devueltos al autor (es) para las reformulaciones necesarias. En algunos casos se podrá eximir de algunos de estos requisitos las ponencias o contribuciones que formen parte de un seminario, simposio o evento académico especial, que el Consejo de Redacción decida publicar en su totalidad en un número especial de la Revista. 8. El Consejo de Redacción se reserva el derecho de efectuar los cambios de estilo o de edición que considere imprescindibles. Todos los estudios deben ser entregados en la siguiente dirección: Instituto de Altos Estudios de América Latina. Revista de Estudios Latinoamericanos, Edificio Biblioteca Central. Planta Baja. Universidad Simón Bolívar, y la versión electrónica al siguiente correo: mundonuevo-iaeal@usb.ve. Para cualquier información adicional puede comunicarse a los Telfs: 0212- 9063116, 9063117.
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