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Por Edgar Quiles Ferrer

logra entretener y hacer que la disfruten a plenitud todo público que pueda presenciarla.

Finalmente cerró la Temporada con dos obras cortas, iniciales del dramaturgo Roberto Ramos Perea. Bajo el título de Censurado, se cambió la vertiente que venía desarollándose. "El lado obscuro de las arañas" y "Ese punto de vista" se ciernen sobre el continente latinoamericano auscultando agudos problemas políticos con que se enfrentan algunas organizaciones lationamericanas. La cobertura es obviamente el símbolo de la represión, la censura que se sufre en muchos de nuestros países. La primera versa en tomo a los acontecimientos de un guerrillero huyendo de las autoridades. Su vínculo es una informante que se enamora de él y le filtra la información que necesita para saber las acciones de sus perseguidores. Dos posiciones extremas establecen los polos del conflicto, y en el medio un tercer nivel (representado por ella), que fluctúa entre uno y otro; llevada, por un lado, por su necesidad económica, por sus nobles sentimientos. Esta posición intermedia, algo indefinida y acomodaticia, parece ser la fuerza argumental que sostiene la tesis del autor, cuando al final queda desamparada, sola, triste, vacías las manos, probablemente quizás por la falta de un compromiso más directo y efectivo hacia el bando que más le atraía.

La segunda pieza despega ya con el conflicto en plena crisis. Un grupo de mercenarios esperan el contacto para vender sus armas a un movimento guerrillero estudiantil. Han urdido un gran engraño y creen que saldrán airosos de éste, evadiendo tanto a unos como a otros. Entre ellos mismos hay desconfianza y diversidad de opiniones en tomo a su trabajo y al movimiento revolucionario para el que dicen trabajar. Actúan como matones a sueldo, representando el sector más corrupto de la sociedad que se lucra de los ideales y sacrificados esfuerzos de otros, para su único beneficio personal. A pesar de que han logrado timar al dirigente estudiantil, los resultados no son nada alagadores y llegan al extremo del asesinato, vertiéndose incluso sobre ellos mismos. El resultado final es que nada valió de nada, y todo pareció un juego de principiantes con fatales consecuencias. Las autoridades han logrado dar fuerte, y todos los planes tienen que ser deshechos, no sin antes acarrear las serias y tristes consecuencias que toda la movida ha revuelto.

Censurado cerró la Temporada; la que definitivamente constituyó un gran aliciente para el fortalecimiento de nuestra dramaturgia. Diversas.op¡pwnes se gestaron entre connotadas figuras de nuestro ambiente intelectual, las que contribuyeron a fomentar el debate y la discusión de altura en beneficio de esa imperiosa superación a que todo honesto dramaturgo aspira constantemente. Una segunda y mejor organizada Temporada ha de ampliar la cantidad de exponentes y permitir mayor apertura al crecido caudal creativo que tenemos en la actualidad de jóvenes dramaturgos. InterMEDIO se siente complacido por la labor del Centro de Bellas Artes y de la sociedad Nacional de Autores Dramáticos por esta excelente Primera Temporada de Teatro Puertorriqueño Contemporáneo.

El Vigésimo Octavo Festival de Teatro Puertorriqueño

1 Vigésimo Octavo Festival de Teatro Puertorriqueño, que auspicia el lnstituto de Cultura Puertorriqueña, a través de su Oficina de Fomento Teatral, constituye un gran aliciente, vigoroso y esperanzador, a los continuos y sacrificados esfuerzos que se realizan por mantener viva la creación dramática nacional.

Los cuatro trabajos selecionados (1996, Malasangre, Coqui Coriundo Vira el Mundo y Federico Córtame la Sombra) reflejan las últimas tendencias teatrales que se han desarrollado en la últimas dos décadas. De los álgidos 70 tenemos a Walter Rodríguez con un impactante tema sobre la enfermedad del momento, el S.I.D.A., y cuyo título "1996" - nos lleva a pensar en un osado y audaz acercamietno sobre el futuro que nos podría tener deparado el cercano año de 1996. Luego; los restantes trabajos ejemplifican las tres tendencias más significativas en que se ha venido bifurcando el teatro de la llamada generación de los años ochenta. Malasangre de Roberto Ramos Perea, sigue la línea de un teatro más realista, donde el texto adquiere mucha prominencia sobre su conflicto dramático de desarrollarse, exponiendo una particular situación socio-cultural con fuertes y determinantes raíces políticas y económicas: el flujo de talento puertorriqueño hacia las urbes norteamericanas, y su consecuente disloque emocional, que sobre estos puertorriqueños se opera. Coquí corihundo ... de Zora Moreno, un digno eJemplo de una de las corrientes teatrales de más arraigo en los últmos veinte año en Puerto Rico: el Teatro Popular y su constante proocupación por los problemas que afectan a los sectores marginados de nuestra sociedad; y finalmente, Federico Córtame la Sombra de LUIS Rojas y Nadia Benabid, un teatro muy particular y poco dado en esto Festivales, que ha intentado explornr los umversos mtemos. InterMEDIO DE PUERTO RICO 89

psicológicos de los seres humanos, en confrontación con ciertas normas y patrones culturales que dictan el "bien actuar". En Federico ... la palabra y sus múltiples significados juegan un papel fundamental en el desarrollo de la acción dramática, en armonía con la musicalidad que la poesía lírica despierta. La pieza trae a colación el controversia! tema de la homosexualidad, a través de un sublime combinación de poesía lírica y poesía dramática.

A pesar de su obvias y concretas diferencias, en estilos y formas, todas ellas se unifican al incrustarse, con claridad de propósitos, en la problemática social, cultural, polítca y económica del Puerto Rico de estos últimos años. 1996, resulta bastante innovad.ora, algo experimental. El formato de representación mezcla un inmensa gama de otros recursos audiovisuales, de los cuales muy bien se ha sabido valer el teatro, como el cine, la televisión, y otros efectos lumínicos y sonoros. El carácter espectacular, encuadra la tragicomedia de sus protagonistas; que sufren los avatares del la terrible epidemia mortal, transformadora de patrones culturales y estilos de vida. Una y otra situación, que conforman la totalidad de la historia, se Interrumpe constantemente, por el moderno encuentro de viejos gladiadores, para metaforizar la absurda y dolorosa realidad de ese futuro, con otra absurda y "brutal" realidad observada en un típico encuentro de luchadores de Lucha Libre. El teatro es siempre el teatro, mágico, ficticio, pero reflexivo. Esta máxima Brechtiana parece orientar las intenciones escénicas de Walter Rodríguez al hacemos conscientes de Jos parámetro técnicos que juegan con la desgarradora historia. 1996 nos presenta un Puerto Rico angustiado por su existencia, dividido y separado en tres grandes grupos pobladonales que van desde los sanos de la enfermedad hasta los terriblemente enfermos. La epidemia es tal, que diariamente la población tiene que estar realizando pruebas de orina para detectar si ha contraído o no el virus. Por un accidente irremediable, condenada al María sector Ramírez de los " , la protagonista, la completamente sana, infectados" , rechazados r despreciados por es el resto de la sociedad, hasta su muerte final. Todo ese sentido de angustia existencial repica en el contenido de cada parlamento, aún en los comentarios más irónicos, creando así unos personajes, que muy bien podrían ejemplarizar las actuales preocupaciones del puertorriqueño hada tan candente tema.

Malasangre, resulta ser más intimista, menos distandadora de esa empatía anímica que excitan unos personajes más reales y más vivos; es psicológicamente muy penetrante, alejada de toda fórmula espectacular y efectista; dependiente en su totalidad de la palabra y de los sentime!'tos _...que ésta despierta. Sin embargo, aquí también se siente ese halo de por nuestra existencia, a través de unos seres, esta vez frustrados por sí mismos, que luchan contra un destino desconocido, y el cual, aparentemente no pueden eludir. En ese torbellino de frustraciones, que genera el talento perdido, chocan y se destruyen marido y mujer. Los sueños de Luna (talentosa ingeniera) son opresiones para Mario (escritor y estudioso humanista). Las alegrías, éxitos y felicidades de aquella, son tristezas y fracasos para éste.

El autor ha segu1do la trayectoria típica del emigrante puertorriqueño, de llevar una incipiente familia por ese viaje doloroso que presupone el "volar''

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