2.1.3 La Primera Escuela de Letras

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EDUCACIÓN PRIMARIA. PUCE-SI IBARRA, LA HORA Amílcar Tapia Tamayo Sábado 12 de agosto de 2006

La Primera Escuela de Letras. Aunque con trabas Ibarra fue una de las pocas ciudades en tener una escuela de letras. Hablamos de quienes lo lograron. Una vez que terminamos un breve estudio sobre la arquitectura tanto civil cuanto religiosa de la ciudad de Ibarra, iniciaremos otra etapa, esta vez relacionada con el aspecto social y cultural de los ibarreños a través de los últimos cuatro siglos. Debo advertir que la información no ha sido fácil conseguir, ya que sobre esta materia los historiadores o estudiosos del pasado no le dan mucha importancia. Quizá los genealogistas tienen información cuando trabajan sobre aspectos ancestrales y familiares. Otra fuente es la memoria social y popular, pero ella se desvirtúa con el paso del tiempo, pues no documentan sus comentarios y peor registran vivencias o sucesos de orden citadino o local, razón por la que no se puede llamar historia social, sino tradiciones o conocimientos populares. Con esfuerzo y dedicación hurgamos en los archivos de la Biblioteca "Aurelio Espinosa Pólit" de Quito, así como en nuestra inagotable fuente de consulta como es el archivo de la Curia Metropolitana de la capital. Es posible que muchos datos sean breves, inconclusos y hasta equívocos, razón por la que los investigadores que en este campo pueden y tienen la obligación de ampliar y concluir estos trabajos, toda vez que esta serie de artículos que entregaremos podrán tener más de un error, pero se

Roberto Morales Almeida


justificarían por la falta de fuentes de consulta en la que ampliar la información lograda. Sobre la época colonial ibarreña hay muy poca información, y la que existe, ha sido muy utilizada por quienes realizan trabajos históricos, pero no se han realizado nuevos aportes después de las obras de Cristóbal Tobar Subía, Juan de Dios Navas, Roberto Morales Almeida, Jorge Villalba, para citar entre otros. Uno de los mayores problemas consiste en no ubicar otras fuentes de consulta como los centros mencionados. Cierto es que no se puede investigar con facilidad en esos lugares por las restricciones que existen, pero un buen trabajador de la historia debe ser perseverante hasta lograr su objetivo. La educación en Imbabura La pluma de Carlos Emilio Grijalva es la guía para quienes desean conocer algo sobre la historia de la educación en la provincia de Imbabura, título con el que ha registrado uno de sus importantes trabajos; sin embargo, no menciona el hecho de que la inicial escuela de primeras letras que hubo en Ibarra se debió al trabajo de los frailes dominicos, quienes desarrollaron varias actividades en defensa de los indios a los que protegían del abuso de los encomenderos españoles. Una de sus gestiones fue la de crear un centro educativo para formar a los hijos de los caciques y señores de la región de Carangue, a fin de instruirlos en su propia lengua. Esta obra se dio en el provincialato del padre Bartolomé García en el año de 1687. (1) Este religioso además pretendió establecer en Ibarra un colegio para la enseñanza de latín, artes, oficios y letras, llamado San Fernando, gestión que no se pudo realizar por la férrea oposición de los padres de la Compañía de Jesús, quienes señalaban que "...era inaudito que se establezca en la Villa un colegio de artes porque ello iba en contra de la obra del Colegio Mayor de Quito y no es posible que se realice tan descabellado proyecto..." (2) En estas circunstancias, el padre Jacinto Villafuerte, prior del convento de Ibarra, se dirige en agosto del referido año de 1687 al Provincial de la Orden en Quito para solicitarle que "junto con las gestiones para el funcionamiento de las sagradas cátedras en el colegio de San Fernando, se haga notar la urgente necesidad de que en el convento de Nuestra Señora


de la Peña de Francia de la Villa de Ibarra, llamado antiguamente de Carangue y que ahora desde cuando nuestro Vmrito P.M. Pedro Bedón fundara esta santa casa para el servicio de Dios y el adoctrinamiento de los fieles en la Villa de San Miguel de Ibarra, es bien vista la necesidad de implantar en esta Villa una escuela en donde puedan recogerse los hijos de los señores y principales de la zona de los pastos y carangues quienes tienen la gran necesidad de aprender artes y oficios, así como letras que puedan permitir un adelanto de sus almas. Esta enseñanza será en lengua materna del inga, con la que los dichos hijos de los dichos señores pueden y deben entender..." (3) Otra comunicación. Más tarde, en otra de sus comunicaciones el referido sacerdote indica que "Por lo pronto hemos convenido con D. Salvador Ango Pillas Inla de Salazar, uno de los principales de este asiento para la dotación de diez mil pesos para el inicio de las obras de adecentamiento y lugar, con cargo a la hacienda de Colimbuela localizada en Cotacache. Dicho valor será puesto a censo una vez que vuestra P.R. disponga se hagan los respectivos executos. Igual pedido se ha elevado a las autoridades de la Villa para que se disponga iniciando el proceso ante el Sr. Presidente de la Audiencia haciendo conocer el interés que tiene esta Religión en iniciar estos cursos que serán de gran bien y provecho para ejemplo de los naturales y su mayor rendimiento a los pies de Nuestro Señor Jesucristo...En la Villa de San Miguel de Ibarra, a los veinte y un días del mes de agosto de mil seiscientos ochenta y siete (f) Jacinto Villafuerte, Prior de la Recoleta Ntra. Sra. de Francia de Carangue." (4) MAS INFORMACIÓN LA INSISTENCIA. La escuela de primeras letras sí se estableció en Ibarra y fue gracias a la insistencia del padre provincial fray Ignacio de Quesada, quien, entre otras cosas, argumentaba que." el principal desvelo siempre ha sido contribuir con sus personas, bienes y haciendas al servicio de Dios, al de su Rey y señor


natural y a la utilidad de la causa pública..." (5).

EL SIGLO XVII. La escuela de primeras letras de Ibarra fue una de las poquísimas que se crearon en el tiempo colonial en la Audiencia de Quito. Tan sólo Quito y Cuenca tenían escuelas y colegios bien establecidos. Por lo tanto, este solo hecho determina la importancia que la Villa de San Miguel de Ibarra tenía en el concierto de los pueblos que existieron en el siglo XVII. LA EDUCACIÓN. En la actualidad Ibarra es una ciudad en donde se establecen cada año nuevos establecimientos educativos de todo tipo, pues los habitantes están conscientes que la educación es uno de los pilares fundamentales de la vida en sociedad.

INVESTIGACIÓN » Fuentes de consulta. 1. ACMSD-Q, El Convento de Santo Domingo, Tomo II, 1685-1690, folio 114. 2. Ibid. folio 167. 3. Tapia Amílcar, Cuarto cen¬tenario de los dominicos en Ibarra, Quito, Gráficas

Ejtel, 2005, p.59

4. ACM-Q, Doctrinas de la Villa de Ibarra, caja 4, folio 31. 5. Ibid. Tapia, p. 59.


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