Educación Secundaria. El Colegio Particular Sánchez y Cifuentes. SU HISTORIA. Casi toda nuestra actual sociedad, no excluida la mayor parte de los profesionales, ha tenido la suerte de educarse en el Colegio Seminario de San Diego y posteriormente en el de San Alfonso de esta ciudad; de allí que el espíritu que ha animado, durante mucho tiempo a Ibarra, es el espíritu de fe, al menos respetuosa y tolerante sino activa y profunda; fruto y resultado, lo creemos, de la acertada y religiosa educación que se daba en los mentados colegios.
Más tarde, cambiaron las cosas: de acuerdo a las leyes de la República, se laicizó el Colegio de San Alfonso (hoy Teodoro Gómez de la Torre) y, como consecuencia lógica, el espíritu de nuestra sociedad, espíritu que en todo tiempo y lugar, es el reflejo de sus planteles de educación, fue sintiendo un cambio lento pero profundo: su fe se iba amortiguando, sus ideas convergían hacia las innovaciones modernas, que no siempre son legítimas ni verdaderas. El Seminario no podía conferir el Grado de Bachiller y había que preferir el Colegio fiscal al particular. He aquí el criterio que prevaleció por mucho tiempo. De este síntoma se dio cabal cuenta, desde el principio de su administración, el Exemo. Sr. Dr. César Antonio Mosquera, Octavo Obispo de Ibarra, y, con todo el ardor de su espíritu joven, acometió la dura empresa de fundar un nuevo Colegio Particular, en el que se pudiera obtener el título de Bachiller, dentro de una enseñanza católica. Y el 13 de Septiembre de 1937, se marchó a Quito, a solicitar al Gobierno la autorización respectiva. Pocos días bastaron para que el Ingeniero Federico Páez, Jefe Supremo de la Nación, en vista de lo laudable del proyecto, expidiera un decreto autorizando la creación de dicho Colegio, con los cuatro primeros años del ciclo de Cultura General.
Obtenido e1 permiso legal, el Exemo. Sr. Obispo, bajo cuya iniciativa y responsabilidad se abría para Ibarra un nuevo plantel de segunda enseñanza, pudo, el 29 de Septiembre de 1937 expedir el Acta de Fundación que, en su parte principal, dice: “Uno de los más imperiosos deberes de nuestro sagrado ministerio en bien de la ley que Dios N. S. ha confiado a nuestra solicitud pastoral, es atender a la educación de la niñez y de la juventud, ya que de ésta depende en gran parte la felicidad espiritual y temporal de los individuos, la familia, los pueblos y las naciones. Con este fin, desde que nos hicimos cargo de nuestra amada Diócesis, hemos venido dando todos los pasos conducentes a la fundación de un Colegio Particular de segunda enseñanza, en la ciudad de Ibarra, anexo al Seminario Menor de San Diego; y hoy tenernos la grande satisfacción de anunciaros que nuestras aspiraciones han sido realizadas.' Hemos obtenido la autorización competente del Ministerio de Educación para fundar este Colegio, que llevará el nombre de “SANCHEZ Y CIFUENTES”. Tenemos la convicción de haber hecho con la fundación de este Colegio uno de los mayores bienes a nuestra Diócesis, y quiera Dios N. S. bendecir esta obra que está destinada a producir los más halagüeños y opimos frutos en bien de la sociedad, la Iglesia y la Patria”. Dado en Ibarra, el 29 de Septiembre de 1937. (f) César Antonio, Obispo de Ibarra. El 15 de Octubre de 1937, el nuevo Colegio abría sus puertas a la juventud que, anhelosa y feliz, iba en busca de la ciencia, pan del pensamiento, y de la fe, sabiduría de las almas. Y el Colegio inició sus labores anexo al Seminario. Los dos colegios, aunque católicos ambos, perseguían finalidades distintas, y no fue posible encaminarlos dentro del mismo horario ni menos con el mismo plan de estudios. Cuatro meses apenas duró este ensayo, y el Colegio Sánchez y Cifuentes tuvo que separarse, tuvo que orientar su vida, con plena autonomía y de acuerdo al plan de estudios oficial. Y bajo la atinada dirección del competente profesional, Dr. Alfonso Gómez Jurado, primer Rector del Establecimiento, y de la colaboración entusiasta del Dr. Ernesto Flores, del Rdo. Padre Gabriel Morillo y del Sr. Valentín Espinosa, sus primeros Profesores, la vida del
Colegio se desliaba tranquila, cumpliendo con la noble misión que se le había encomendado. El 24 de Agosto de 1940 el Ministerio de Educación Pública expedía el siguiente Decreto: “El Ministerio de Educación Pública, en uso de sus atribuciones y atendiendo el informe recaído en la solicitud del Sr. Víctor M. Guzmán, Rector del Colegio Particular „Sánchez y Cifuentes‟ resuelve: Autorizar el establecimiento del Cuarto Año de Cultura General y de los Primero y Segundo años de las Especializaciones de Ciencias Filosófico-Sociales y Físico-Matemáticas, en el Colegio Particular “Sánchez y Cifuentes” de Ibarra, el cual ha venido funcionando legalmente con los tres años de Cultura General. El cuarto año de Cultura General se inició en el curso escolar de 1940 a 1941; y, sucesivamente los de Especialización. La Especialización en Ciencias Biológicas se establecerá una vez que el citado Colegio haya adquirido los Laboratorios y Gabinetes correspondientes”. Y el 27 de Septiembre de 1941, el Ministro de Educación, Dr. Abelardo Montalvo, y el Subsecretario Miguel Carrión, previo el informe favorable de la comisión encargada de inspeccionar dichos Gabinetes y Laboratorios, firman el Decreto que autoriza el funcionamiento de la Especialización en Ciencias Biológicas. RECTORES, PROFESORES Y ALUMNOS. El Dr. Alfonso Gómez Jurado fue su primer Rector y estuvo al frente del Plantel, durante un año. En Octubre de 1938 fue nombrado el Sr. Víctor M. Guzmán, prestigioso elemento de nuestra sociedad, y desempeñó tan importante cargo hasta Octubre de 1943, fecha en la que le reemplazó el Rdmo. Sr. Canónigo, Jorge Eduardo Jirón, actual Rector. Entre los Profesores que han prestado sus servicios en el Plantel, a más de los mencionados, encontramos a los Sres. Arturo Hidalgo, Aníbal López, Luis Cornejo, Jacques Lachard, Alfonso Madera, Segundo Arguello. José Narváez, Roque Cevallos, los Hermanos Aristides y Rafael de las EE. CC., el Cgo. Dr. Miguel Cabezas y €1 Dr. Víctor Torres.
Los nombres alumnos Fundadores del Colegio son: Gómez Jurado Gustavo, Villacís Ricardo, Pozo Julio César, Guzmán Aníbal, Jácome Jaime y Fierro Bolívar, de Ibarra; Mencías Jorge, de Tulcán; Martínez José, de Julio Andrade; Ramos Guillermo, de Quito; Marcillo Germán y Aguinaga Luis de Atuntaqui.