Conventos y Monasterios. Convento de Padres Capuchinos Fundación del Convento De Padres Capuchinos. EN IBARRA Cuando estuvo en Francia el Sr. Dr. Gabriel García Moreno conocía a los religiosos Capuchinos y cultivo estrecha amistad con ellos. Luego que regresó al Ecuador y asumió el poder y el gobierno de la nación, solicitó al Soberano Pontífice Pio IX le enviara Capuchinos para fundar no uno, sino varios conventos en nuestra patria; pero, por 1os disturbios políticos de Italia, le manifestó que era imposible. Al Augusto Pontífice le arrebataron los Estados Pontificios. y. quedó prisionero en el Vaticano, y nada podía hacer en pro del Ecuador. A la vez que García Moreno elevó su solicitud al Romano Pontífice, había escrito también solicitando religiosos al Rvdmo. P. General de la Orden, el cual, le contesto diciéndole, que no tenia personal en Europa, pero que en todo caso, podía contar con los Capuchinos que habían sido desterrados de la República del Salvador y que se hallaban refugiados en Panamá. Al efecto el Rvdmo. P. General escribió a los Religiosos ordenándoles que se trasladarán al Ecuador, puesto que el Exemo. Sr. García Moreno insistía en pedir que se haga una fundación de Capuchinos en su patria. Así que recibió esta orden el Superior de los Religiosos que estaban en Panamá escribió a García Moreno con fecha 17 de octubre de 1872, dándole aviso de que habían recibido la obediencia de pasar al Ecuador. Li lectura de esta carta colmó de alegría el corazón del ilustre Presidente, y en seguida
contestó
al
Superior
en
los
términos
siguientes:
VIENEN LOS RELIGIOSOS DE PANAMÁ AL ECUADOR. Teniendo los Religiosos la obediencia del Rvdmo. P. General emprendieron la marcha hacia el Ecuador en los primeros días del mes de mayo de 1873. Componían la Comunidad los siguientes religiosos: R. P. Miguel de Frets, Superior; B. P. Serafín de Arenys, R. P.
Pedro de Llisa, R. P. Manuel de Montbuy, R. P. Leonardo de Gerona, H. P. Lorenzo de Mataró, cuatro estudiantes y los Hermanos Fr. Bernardo de Castelltersol, Fr. Diego de Granollers, Fr. Magin de Tarragona y Fr. Crispin de Villalorga. Se embarcaron en Panamá y a los cuatro días de viaje arribaron a Guayaquil, y al día siguiente un vapor fluvial los condujo a Bodegas, en donde los esperaba un comisionado con el Sr. Presidente y el Hno Sr. Obispo de Ibarra. Así que llegaron les proporciono veinte caballos para trasladarse a Quito. Durante el viaje no tuvieron que lamentar percance alguno, Solamente el paso del Chimborazo que les impresionó muchísimo por la intensidad del frío. Cerca ya de llegar a Ambato fueron saludados por dos religiosos franciscanos y dos dominicanos, que habían sido enviados por sus provinciales para ofrecerles hospedaje en sus respectivos conventos. Una vez llegados a Quito, se dirigieron los capuchinos al convento de los PP. Dominicos, quienes les obsequiaron con todo el afecto de hermanos instándoles a que ocuparan las celdas que habían preparado pero resolvieron alojarse en el convento de los Padres Franciscanos. Instalados allí, fueron visitados por el Hno. Sr. Arzobispo, por los Sres. Obispos de Ibarra, de Riobamba,de Guayaquil, por el Sr. Presidente, García Moreno. los Padres Jesuitas, los Visitadores de La Merced, de San Agustín y lo Padres del convento de San Diego. Correspondieron los Capuchinos a todas estas manifestaciones de aprecio, y el día 10 de julio salieron de Quito con direc-ción a Ibarra a donde llegaron después de dos días de jornadas. Luego que los ibarreños tuvieron noticia de que llegaban los Capuchinos salieron a encontrarlos con verdaderas muestras de aprecio tanto de parte del Clero, de la gente principal y de todo el pueblo. Llegado que hubieron los religiosos, con el apoyo del Sr, Presidente y del Sr. Gobernador de Irnbabura, muy pronto reconstruyeron la iglesia y el convento de San Francisco, que, a consecuencia del terremoto, habían sufrido graves daños, especialmente la cubierta. Terminadas las reparaciones más urgentes se instalaron en el convento y se dedicaron al ministerio, dando misiones en todo el pueblo de Imbabura reformando las costumbres y cosechando copiosos frutos espirituales en las almas. Después de haber misionado en la provincia de Imbabura, fueron a dar una misión a Tulcán, siendo
ésta la causa para que se proyectara una fundación de un convento de PP. Capuchinos en dicha ciudad. GARCIA
MORENO
SOLICITA
MÁS
PADRES
CAPUCHINOS AL PONTIFICE Conocedor García Moreno de lo mucho que puede hacer por el buen espíritu de los pueblos con los capuchinos. Reiteró SU Petición de mayor personal al Sumo Pontífice y al General de La Orden. Una circunstancia favorable a la religión de los deseos del Sr. Presidente, fue el encontrarse doce españoles de Francia que habían sido desterrados de Guatemala, los cuales esperaban la obediencia del P. General el cual a las repetidas instancias del Sr. Presidente, les ordenó que pasaran al Ecuador. Entre estos
Gabriel García Moreno
jóvenes vino el que después fue cardenal Vives el cual se formó en la vida religiosa hizo sus estudios aquí en Ibarra. Recibida la obediencia los jóvenes llenos de entusiasmo se embarcaron con rumbo a Panamá en donde encontraron listo el vapor que debía conducirlos a Guayaquil. En este puerto los esperaba el M. R. P. Comisario Miguel de Feats, que habla venido a recibirlos para acompañarles en el viaje hasta Ibarra. Sin contratiempos siguieron el viaje hacia Quito, y al llegar a Ambato, recibieron la fatal noticia del asesinato del Sr. Presidente García Moreno. Ante tan espantoso acontecimiento, una profunda amargura invadió su espíritu y al, no haber estado ya en el Ecuador y cerca de sus Hermanos religiosos, los jóvenes hubieran desistido de venir a nuestra patria pero continuaron el viaje hasta Ibarra, bajo la más honda impresión de tristeza.
Viéndose ya en Ibarra y reanimados con La presencia de los religiosos que ya estaban establecidos en el convento, los jóvenes continuaron sus estudios y todos recibieron el orden sacerdotal y se dedicaron con todo ahínco al ejercicio del sagrado ministerio.
LA EXPULSION DE LOS CAPUCHINOS POR ALFARO. Así transcurrieron los años hasta el año de 1896 en que; fueron desterrados durante el gobierno del General Alfaro, como consta por la siguiente notificación del General Manuel A. Franco: No 97 República del Ecuador — Inspección General del Ejército. Ibarra, a 16 de marzo d 1986. Señor Superior de los Capuchinos de Ibarra. Es en mi poder la comunicación de Ud. solicitando nueva aclaración a la orden terminante, y perentoria que le fue comunicada a las 2 p. m. del día de hoy por el Sr. Comisario de Policía de esta ciudad. A dicha solicitud contestó se sirvan atenerse Ud. y los demás sacerdotes de su convento a la notificación hecha por el citado Señor Comisario, y por consiguiente procedan a darle el más estricto cumplimiento, a fin de evitar consecuencias que les pudieran ser verdaderamente desagradables. Soy de Ud. atto. S. (f) Manuel A. Franco