Edificaciones Antiguas. La antigua Hacienda Pilanquí UN HITO EN LA HISTORIA
IBARRA, LA HORA, sábado 18 de marzo de 2.006 Amílcar Tapia Tamayo. PUCE-SI Sobre el origen de la palabra Pilanquí pueden haber varias acepciones que corresponden a los topónimos imbabureños, los que, entre otros, han sido recogidos con prolijidad por Carlos Emilio Grijalva, quien, refiriéndose al lugar, dice: " Hacienda en la llanura pantanosa situada al Occidente de la ciudad de Ibarra..." (1). Viene en su auxilio un informe del religioso mercedario Carlos de la La vieja estructura de la casa de hacienda de hace varias décadas
Ponte, de origen portugués, que en una carta al comendador del convento de Barcelona, le dice: "estuve en la Villa de Ibarra en agosto
del año del Señor de mil e setecientos treinta y dos años cumpliendo lo mandado por vos mi señor y prior para hacer constancia de la obra del padre fray Juan Nepomuceno de la Portilla en cuanto a la apertura del camino hacia la mar de balboa y pude conocer el pleito habido entre los padres de la Compañía de Jesús y el Cabildo de la dicha Villa por una paja de agua que salía del sitio que los naturales le llaman pilinqui, lugar pantanoso que pertenece a un fundo situado a un lado del convento de la Villa y que en lengua de ellos significaba ojo de agua, porque decían era un lugar muy especial venerado y respetado por las cosas prodigiosas que decían se daba en ese sitio sobre todo en los meses de verano, ya
que el agua en vez de limitar su caudal, aumentaba considerablemente su volumen y eso bastaba para que lo consideren algo mágico. Esto generaba grandes pleitos entre los Padres y el Cabildo que buscaba servir a los vecinos del lugar, en tanto que los padres para cubrir sus necesidades. Había otros caudales, pero este era el, más grande y necesario..." (2) Agua mágica Si nos atenemos al contenido de este relato, se puede colegir que la palabra pilanquí o pilinqui en lengua nativa equivalía a "agua mágica". La expresión pilin, según Jacinto Jijón y Caamaño, es de origen caribe y significa mágico o venerado; en tanto que el término qui, es la acepción de agua y tiene un origen chibcha colorado.
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Efectuando una revisión de las propiedades
En el interior todavía se conservan los elementos de antaño.
existentes en la región de Ibarra, no asoma ningún nombre como Pilinqui, sino Pilanquí, razón por lo que es fácil colegir que la vocal i fue cambiada por la a debido a la pronunciación, toda vez que para 1829, esta hacienda y con esta designación, estaba en manos de un ciudadano de apellido Viteri, conforme lo registran las Cuentas de Censos que se guardan en el Archivo Histórico del Banco Central de Ibarra. En un parte de guerra firmado el 25 de junio de 1823 por el sargento mayor Estanislao Cruz, señala que "... en Ibarra se dejaron varios rifles guardados en la hacienda Pilanquí, cuyos propietarios ofrecieron su concurso para nuestra causa, así como entregaron numerosas raciones para los soldados patriotas que provenientes de Cayambe y Tabacundo se unirán a las tropas en su marcha hacia Pasto... (4)
En el año de 1871 esta hacienda pasa a manos de Francisco Gómez de la Torre y Gangotena y se la hace constar en un juicio de despojo de las haciendas Yavígrande, Yavichico, Conanvalle y Pilanquí, seguido por Aparicio Ribadeneira. En consecuencia, esta propiedad fue parte patrimonial de la familia del coronel Teodoro Gómez de la Torre, especialmente de doña Rosa Gómez de la Torre, quien contrajo matrimonio con José Ignacio Jijón y Gangotena en el año de 1921.En el año de 1924 autoriza a su marido hipotecar la hacienda en vista de varios problemas económicos que atravesaba la familia debido a situaciones políticas, tal como lo asevera la misma propietaria al obispo de Ibarra Mons. Alberto María Ordóñez Crespo en los siguientes términos: "....estamos sufriendo las consecuencias de la persecución política que se ha vuelto implacable en los últimos tiempos. No nos dan alivio nuestros enemigos razón por la que nos vemos obligados a vender muchos bienes y en otros, como en el caso de Pilanquí de Ibarra, hipotecarlo para poder subsistir..."(5).
Investigación>> Fuentes de consulta. (1) Carlos Emilio Grijalva, Toponimia y antroponimia del Carchi, Obando, Tuqueres e Imbabura, Quito, Editorial Ecuatoriana, 1947, p.176 (2) Archivo Curia General de la Orden de la Merced – Roma, Provincia de Santa Catalina, Tomo XVIII, filio 112 (3) Jacinto Jijon y Caamaño, El Ecuador interandino y Occidental, Quito, Editorial Ecuatoriana, 1945, edicion refundida, p345. (4) ABNH-Q, Partes de guerra de la independencia, folio 98. (5) AHCM-Q Documentos varios, obispado de Ibarra Nº 58 (6) AHBC-I Bienes y posesiones, Vol. 13,f.54 (7) Información Secretaria CCE-I, 15-03-06.