Edificaciones Antiguas. La Casa de Gobierno LA CASA DE GOBIERNO, LLAMADA DE LA GOBERNACIÓN
Amílcar Tapia Tamayo. LA HORA, PUCE-SI. IBARRA, Sábado 25 de febrero del 2.006. Apenas fundada la Villa de San Miguel de Ibarra, el capitán Cristóbal de Troya, al tiempo que fundador, fue el primer Corregidor y Justicia Mayor de la Villa por así haberlo ordenado el licenciado Miguel de Ibarra, Presidente de la Real Audiencia de Quito, designó a don Diego López de Zúñiga como Corregidor de Ibarra, en los siguientes términos:" ...porque al presente y para el buen gobierno della conbiene nombrar persona que usse oficio de corregidor y administriste juza ansi de dha villa como el corregimiento y distrito de otavalo... en virtud de la comisión que de su persona rreal tengo os nombro elijo y proveo para correg de la dha villa e repartimiento de id que están dentro della ...a don diego lopez de Zúñiga. (1) El citado corregidor elegido por el propio fundador, fue autoridad en Otavalo y se encargó de organizar el primer cabildo de la ciudad. De ello hablaremos en el siguiente capítulo.
Conforme se desprende de la numerosa documentación existente sobre la Villa de Ibarra, los primeros años fueron muy difíciles para la administración interna, toda vez que" de hecho su suelo no era más que campos de pastores o sementeras divididas con cercos y acequias. Los regidores empezaron a trazar las calles, plazas y solares para edificios públicos y para los 165 vecinos fundadores, todavía nominales, pues en la Villa aún estaba todo por hacerse y no había donde vivir... Una de esas dificultades debió ser la falta de obreros, albañiles y carpinteros para construir a la vez una ciudad de ochenta cuadras..." (2) Las casas del Cabildo. El primer gobernador oficial o corregidor de Ibarra fue Don Miguel Arias de Ugarte, quien recibió su nombramiento de manos de Juan Mendoza y Luna, que dice así: "...y en virtud de los poderes y comisiones que de su persona rreal tengo nombro y probeo a vos el dho miguel arias de ugarte por corregor de otavalo y de todos los pueblos y Repartimientos del distrito y juon de dho corregmo en términos de la ciudad de San Franco de Quito en lugar de Xpoval de troya" (3). Más tarde, durante la administración de Paulo Durango Delgadillo, hecho ocurrido en 1616, comienzan a construirse las casas del cabildo, en una de las cuales residía al corregidor, junto con los regidores, que no eran otra cosa que el gobernador y las autoridades civiles de nuestros días. Para ello, Durango Delgadillo, en el año de 1622 pidió autorización a Antonio de Morga, Presidente de la Real Audiencia de Quito "para construir y edificar la dhas casas del cavildo en el solar asignado para el dho efecto y por ello solicito asignar los indios para la dha construcción a costa de mi propio bien y peculio..." (4). Con esto se comprueba que a los 16 años de fundada Ibarra recién se inicia la edificación de las casas de gobierno tanto civil cuanto municipal que siempre estuvieron juntas, tal cual fue la costumbre española y que en muy pocas ciudades de América se mantiene esta vieja tradición, siendo Ibarra una de las señoriales en conservar esta práctica ibérica.
No se conocen otros detalles de estas dependencias, sino hasta 1798 en donde el padre Juan de Enríquez, oriundo de Galicia-España, refiere que " fui recibido por su Excia. El señor corregidor de la Villa de San Miguel de Ibarra en su palacio de la plaza principal, casa que demuestra un continuo deterioro externo, será por la falta de atención y cuidado o por los graves problemas de la región luego de las malhadadas leyes de supresión de los obrajes, sobre todo de Otavalo y su comarca... esta casa se mira a tenido muchos reparos y es pobre en comparación con los de la matriz, residencia del cura y los otros del Cabido que están junto a ella y que se hallan bien mantenidas y cuidadas..." (5). Baste decir, entonces, que las casas públicas, como se llamaban también a estos edificios padecieron numerosos problemas de atención por cuanto su mantenimiento dependía de las cajas reales. Llegado el tiempo republicano en 1830, el primer gobernador de Ibarra fue el coronel Segundo Zumárraga, quien duró en sus funciones apenas tres meses por cuanto fue depuesto por Juan José Flores, acusado de sedición y fusilado en forma inmediata en la plaza principal de Ibarra. (6) La construcción. Luego de terremoto de 1868, se conoce que la casa de Gobierno, como ya se la llamaba en ese entonces, fue levantada gracias a la filantropía del coronel Teodoro Gómez de la Torre y al aporte de Gabriel García Moreno de 5.000 pesos, esto para el año de 1875, período en el que se inaugura la planta baja, a juzgar por los informes del Dr. Juan Manuel España, quien señala que "las casas de la administración pública se levantaron gracias a los planos del ingeniero Tomás Reed y a la contribución incansable del Señor. Doctor. Gabriel García Moreno a quien Ibarra debe su florecimiento y reconstrucción, junto a la inacabable filantropía del Coronel. Teodoro Gómez de la Torre...” (7) El primer piso de las actuales casas en donde funcionan la Gobernación y la Municipalidad fueron construidas en la segunda administración del general Plaza y la de Baquerizo Moreno, gracias al entusiasmo del intendente de aquel entonces, señor Heliodoro Ayala y
concluidas en la administración presidencial de Isidro Ayora. El segundo piso fue levantado en las dos casas con fondos donados por Pedro Moncayo, que aseguró al municipio y a la casa de la Gobernación con los fondos producto de los intereses dejados por tan ilustre filántropo ibarreño. El actual edificio ha recibido numerosas innovaciones, pero guarda y conserva el estilo europeo de finales del siglo XIX, convirtiéndose en un monumento al esfuerzo y visión de numerosos ibarreños ilustres.
Fuentes de Consulta. (1) Archivo Municipal de Ibarra. Libro I de la Villa de San Miguel de Ibarra, folio 34. (2) Jorge Villalba, Primer Cabildo Ibarreño, En, Monografía de Ibarra, No. I, Ibarra, Grupo Amigos de Ibarra, Editorial La Verdad, 1995, p. 217.. (3) Cristóbal Tobar Subía, Monografía de Ibarra,, Ibarra, Centro de Ediciones Culturales de Imbabura. p.97 (4) ABAEP-Q, Documentos sobre la Real Audiencia cíe Quito, Tomo IM, folio 98. (5) ACM-Q, Juand de Enriques, Informes de un viajero, Hojas sueltas. No. 18, 1798. (6) Ibid. Archivo Aurelio Espinosa Pólit, Documentos sobre Flores, No. 76. (7) ANH-Q. Ibarra. 1875, p. 105.