Lugares y Nombres Tradicionales. LAS CRUCES. Nuestros pueblos nacidos a la fe cristiana traída desde España, acostumbraron levantar, por caminos, campos y ciudades, la cruz, para señalar con ella los acontecimientos importantes, los sucesos trágicos; también para alejar al espíritu del mal o bien para que el caminante, junto a ella implorase la asistencia divina. En Ibarra y sus alrededores hay lugares consagrados con el signo cristiano:
La Cruz Verde.- en el antiguo Camino de El Abra que cruzando por el barrio "Fausto Endara", bordea el Cemen-terio denominado de Pobres e ingresa a la ciudad en la calle José Domingo Albuja.
La Cruz de San Juan - Calle.- Desde tiempo inmemorial, una cruz de piedra "se erguía solitaria en medio de la calle" dice el señor J. Nicolás Hidalgo, en su folleto Diez Tradiciones Ibarreñas. Con el pasar de los años, esa cruz fue colocada en nicho adosado a la fachada de la casa del que fue señor José Miguel Yépez Rubio. Derrocado este inmueble, no conocemos la suerte que haya corrido la Cruz de San Juan-Calle.
La Cruz de San Francisco.- antes de la erección del monumento al ilustre Prelado ecuatoriano González Suárez, en la Plazoleta de su nombre, existió una cruz, erguida sobre un artístico pedestal de piedra. Sustituido éste por el monumento citado, la cruz de piedra corona ahora, el moderno edificio del Colegio y Convento de San Francisco.
La Cruz de la Carnicería.- En el actual camal, cada 3 de Mayo, se rendía culto a la cruz, "armada" con rosas blancas, en medio de una gran corona de bugambillas y geranios. De la cruz y de la fiesta de antaño, a la presente no queda el menor vestigio.
La Cruz de Ajaví. Junto al puente sobre el rio Ajaví, en la pared de uno de los edificios contiguos, se encuentra una cruz en alto relieve, tallada en piedra.
La Cruz de Caranqui. Así se denomina la fiesta secular que, el 3 de mayo, celebra el pueblo en honor del Señor del Amor, hermosísima imagen de Jesús Crucificado. Una leyenda envuelve el origen de tan preciada imagen, relacionándola con la imagen del Señor de las Angustias venerada en el templo de San Luis de Otavalo y la imagen de Jesús Crucificado venerada en una de las parroquias de Intag.