Monumentos. Monumento a los Fundadores de Ibarra (2) EL OBELISCO, EMBLEMA DE LA CIUDAD
Amílcar Tapia Tamayo, PUCE-SI. Ibarra, Sábado 8 de Abril del 2.006
Desde el punto de vista arquitectónico, obelisco es un pilar muy alto terminado en punta piramidal y se lo erige para conmemorar fechas y acontecimientos de singular trascendencia para la vida de los pueblos. Este es el caso del monolito levantado en el centro de la plaza "Alejandro Pasquel Monge" muy cerca de la antigua estación del ferrocarril Ibarra-San Lorenzo. La historia de su construcción data del año 1949 cuando dirigía el Gobierno Municipal de Ibarra el Doctor Luis Abraham Cabezas Borja, quien en una carta dirigida a Don Carlos Emilio Grijalva, insigne historiador, le pide su criterio sobre la conveniencia de "levantar un obelisco en homenaje a los fundadores de Ibarra, con el objeto de guardar su memoria..."
(1) No conocemos la respuesta del señor Grijalva, pero suponemos que fue muy positiva, razón por la cual se iniciaron los trámites para levantar los planos topográficos. En el mes de enero de 1950 se presenta el proyecto del monumento elaborado por Neptalí Páez Sánchez, como dibujante-topógrafo, quien acuciosamente realizó investigaciones previas antes de elaborar el proyecto definitivo del obelisco. Sus ideas fueron compartidas con el profesor José María Ayabaca Madrid, quien esbozó un dibujo artístico de la obra. El Doctor Alfonso Almeida, alcalde del cantón Ibarra, pone su firma de ejecútese, junto a la de Enrique Jarrín, a su vez jefe del departamento de Obras Públicas municipales. (2) En agosto de 1951 se inician los trabajos que estuvieron a cargo de trabajadores del municipio de Ibarra, dirigidos por Neptalí Páez, quien ahora, a sus ochenta años de edad, todavía comenta con lucidez el desarrollo de la obra. Entre otros obreros podemos citar a los siguientes: Sixto Amaya, Jorge Lama, Ernesto Portilla, David Pupiales y su hermano. Este personaje, olvidado en nuestros días, señala que las bases fueron sólidas y profundas, en las cuales se emplearon piedras de Rumipamba, así como rieles que fueron donadas por la Empresa de Ferrocarriles del Estado, toda vez que la estación Ibarra San Lorenzo se halla en las inmediaciones de la plaza "Alejandro Pasquel Monje" que es el punto de partida de la avenida Mariano Acosta. (3) Las esculturas de Don Miguel de Ibarra y del Capitán Cristóbal de Troya fueron encargadas al profesor José María Ayabaca, en su tiempo profesor de artes del colegio Daniel Reyes de San Antonio de Ibarra. Este distinguido maestro y escultor logró esculpir al bronce con extraordinaria perfección las figuras de tan célebres personajes que dieron nombre y lustre a San Miguel de Ibarra. Personalmente tuve la suerte de ser su alumno en el normal "Carlos Zambrano" de Uyumbicho y alguna vez conversando sobre el tema me dijo que puso tanto empeño y afán en cumplir con el encargo que le había hecho Alfonso Almeida, en ese entonces alcalde de Ibarra, que incluso tuvo ciertos problemas en su trabajo por dedicarse a laborar los modelos de los personajes. Cuando estuvieron listos, fueron expuestos en la Cámara edilicia, la que
en forma unánime aprobó y aplaudió el trabajo del profesor Ayabaca, quien en forma inmediata comenzó a preparar la fundición de los monumentos que tienen tamaño normal y a juzgar por los acabados, conservan detalles precisos de la dignidad de los fundadores, para lo cual, el escultor debió investigar sobre la personalidad particularmente del Capitán Cristóbal de Troya, habiendo acudido a varias fuentes bibliográficas y documentales.. Ibarreños bromistas. Se conoce por referencias de varios ibarreños, que el alcalde gustaba supervisar personalmente el avance de las obras y se ponía tan emotivo que la gente comenzó a bromear con su empeño, indicando que "el obelisco se parecía a la lengua del alcalde" Inicialmente el pilar debía tener un altura de 32 metros; sin embargo, debido a problemas presupuestarios, solamente alcanzó una longitud de 28 metros, aproximadamente. Testigo del pasado. La inauguración oficial del monumento se efectuó el 28 de septiembre de 1951 y fue solemnizada por Alfonso Almeida, quien en su discurso recordó que el mentalizador de la obra fue el Doctor Cabezas Borja, a quien Ibarra debía reconocer y recordar por su feliz iniciativa. (4). El Doctor José María Velasco Ibarra en su visita a Ibarra efectuada el 28 de septiembre de 1960, a pocos días de haber asumido su cuarto mandato presidencial, señaló:" Ibarra es una ciudad señorial y digna, más noble ahora con la construcción de su obelisco que como atalaya, es fiel testigo del pasado que se refleja glorioso en su presente y se magnificará en el futuro..." (5) Un icono. Efectivamente, este monumento es una de las obras más representativas de los ibarreños, pues su figura no sólo que representa la identidad de sus habitantes, sino que se ha convertido en un icono del orgullo de la ciudad, razón por la cual es menester cuidarlo y preservarlo.
FUENTES DE CONSULTA: 1.
Archivo personal del Doctor. Guillermo Grijalva. Consultado en abril de 1974 en la hacienda San Francisco.
2.
Plano original del proyecto del monumento, propiedad del Señor. Neptalí Páez Sánchez.
3.
Información personal del Señor. Páez. Grabación en poder de la PUCE-SI, trabajo de David Valdivieso. Además, referencias artículo Diario La Hora del martes 3 de enero del 2006.
4.
Datos proporcionados por Doña Rosita Reascos, directora del Archivo Municipal de Ibarra.
5.
Archivo Ministerio de Gobierno. "Cuarta Presidencia del Dr. José María Velasco Ibarra", discursos y varios, folio 76.