Parques, Plazas y Calles. El Parque Germán Grijalva LA HISTORIA DEL GERMÁN GRIJALVA Amílcar Tapia Tamayo, PUCE-SI IBARRA. LA HORA. Sábado 11 de febrero de 2006 La plaza de las yerbateras o de las Zuletas es un icono en Ibarra. Con el pasar del tiempo se convirtió en el Germán Grijalva. La villa de San Miguel de Ibarra durante el período colonial se extendió por el sur hasta "los colindes del Tahuando, allende las casas de Felipe Muñoz y Manuel Camuendo, natural, que era la primera en su género al ingreso a la Villa, luego seguía el camino real hacia Quito bordeando el dicho río Tahuando, es decir tomando la ruta hacia Pesillo... (l) Esta descripción nos da la idea de que el plano urbano de Ibarra era pequeño y para dirigirse a Quito había dos caminos: el primero era por el nororiente y como dice la anterior descripción, "tomando la ruta del Tahuando...”, es decir utilizando el actual camino que conduce a La Esperanza y otros pueblos hasta llegar a la ciudad de Cayambe de nuestros días; el segundo, por "la ruta de la quebrada del Ajaví hasta el pueblo de Sarance..." (2). Varios documentos hablan de que por el camino del Tahuando llegaban desde las haciendas más próximas a Ibarra abundantes porciones de verduras, tubérculos, granos y frutas que se expendían en una "pequeña placita que para el efecto el Cabildo de la Villa estableció en las afueras de la publada... (3) E n la documentación consultada no se determina lugar ni ubicación exacta. Sin embargo, luego del terremoto de 1868 y concretamente posterior a la fecha del retorno en 1872, García Moreno no definió ni señaló lugar alguno para continuar con el expendio de los productos que llegaban desde el sector mencionado, razón por la que la feria semanal se realizaba en la plaza de La Merced y posteriormente en la actual plazoleta conocida como El Águila, tal como señalamos en un artículo anterior.
Un milagro. En 1928, la señorita María Concepción Grijalva sufría una grave enfermedad de artritis, que prácticamente le impedía cualquier movimiento a pesar de ser una persona relativamente joven -dice una carta del padre Luis Alfonso Cabrera al señor Manuel Jijón y Caamaño residente en Quito. En este documento relata que la señorita María Concepción insistió para que sus familiares la lleven desde Ibarra hasta el santuario de El Quinche para pedir a la Virgen su curación...(4) No conocemos cual fue la posterior situación, lo cierto es que para el año de 1949 el Municipio de Ibarra en la administración de Luis Cabezas Borja, primer alcalde de la ciudad, cede un espacio de terreno para la construcción de la iglesia dedicada a la Virgen de El Quinche, en cuya construcción posiblemente la familia Grijalva puso mucho empeño debido a la influencia de la referida dama quien habrá recibido algún favor divino que mejoró su estado de salud. No estamos seguros de ello; sin embargo, este afán tampoco fue divulgado por cuanto en el archivo de la Curia Diocesana de Ibarra, cuando se revisan los expedientes relativos a la construcción de esta iglesia, se lee: "obra de donantes piadosos...". A pesar de ello, en una misiva de don Fidel Egas Grijalva fechada en octubre de 1960 dirigida a Monseñor Silvio Luis Haro Alvear, le comenta:"...estamos enviando la limosna para la iglesia de la Virgen del Quinche en la cual mi familia ha puesto mucho empeño...". (5) Desde el punto de vista tradicional, la plaza que se formó en el tiempo de la construcción de la citada iglesia, fue aprovechada para hacer una especie de feria semanal de los productos que llegaban desde La Esperanza y pueblos aledaños, sobre todo de plantas medicinales. Quién no recuerda a la famosa naturista "Mama remedios", cuyo nombre era Juan Morocho, natural del pueblo de Zuleta, que llegaba con una inmensa carga de yerbas medicinales para ser vendidas por "ataditos" para tal o cual enfermedad.
Todo un proceso. Monseñor Silvio Luis Haro Alvear, refiriéndose a la plaza que se hallaba frente a la iglesia de la Virgen del Quiche, señala entre otras cosas: "...me han dicho que en ese lugar en tiempos de la Colonia los naturales de Angochagua, Zuleta y otros pueblos vecinos tenían una feria semanal de productos de la zona. Además ese sitio era muy popular entre los ibarreños por la venta de plantas medicinales por lo que prevengo que prontamente el I. Municipio de Ibarra habrá de establecer un gran mercado popular...” (6) Efectivamente, años más tarde se construiría el actual mercado Amazonas. Con el paso de los años, el lugar fue el sitio de la primera parada de los buses que llegaban y partían hacia La Esperanza ya lugares aledaños, razón por la que la plaza era conocida con el nombre de 'plaza de los Zuleta' o de las 'yerbateras' en alusión a las ventas que allí se hacían. Más tarde los ibarreños la identificaron como "plaza de la virgen del Quinche" hasta cuando en el año de 1975, el Ilustre Municipio de Ibarra decidió llamarle parque 'Germán Grijalva' en homenaje a Germán Grijalva Tamayo, quiteño, cuyos padres don Alfonso Grijalva Sierra y doña Rosa Matilde Tamayo, de ascendencia cárchense, concretamente de la actual ciudad de Bolívar, se radicaron en Ibarra y luego en la capital de la república. Grijalva fue uno de los más entusiastas servidores de Ibarra desde su condición de diputado, senador y funcionario público, habiendo apoyado notablemente al desarrollo de Ibarra y la provincia de Imbabura, razón por la cual el Cabildo de la ciudad, luego de su trágica muerte ocurrida en el año de 1971, decidió honrar su nombre dedicándole este parque que ahora se encuentra en franco proceso de restauración y embellecimiento.
Fuentes de Consulta. 1. AMI Libro III del Cabildo de Ibarra, 1756, folio 98. 2. ACLM-I, El convento de Santa Catalina de la Villa, 1765-1772, fol. 98. 3. Ibid. Fol 101. 4. ACM-Q, Curiosidades sobre Ibarra de la mano del Sr. Cngo. Juan Valle, 1930, No. 12. 5. ACD-I. Archivo personal de Mons. Silvio Haro, hojas sueltas. 6. Ibid. Sin clasificar.