Hombres Ilustres. Edgar Reascos Vallejo Nace en Ibarra el 15 de agosto de 1943 en donde vive y se dedica a tiempo completo a pintar sus obras. Colorido, meticulosidad, figuración, desnudos y rostros caracterizan la muestra de Reascos. Cada obra habla por sí sola de lejanía, soledad y tratamiento tridimensional. Al observar detenidamente su pintura, porque hay que mirarla así, sin apresuramiento, se experimenta una convivencia de lo obvio con lo inalcanzable, de la ingenuidad de motivos con una denodada exigencia de lo formal. Su inspiración no se diluye en temáticas intrascendentes; él pinta a la vida, y de ella, en su criterio, la fuente de donde todos nos nutrimos: la mujer. La vida precisamente tiene forma en la mujer. Ha logrado descubrir y captar como nadie la verdadera función de este frágil ser: ser vida, dar vida, multiplicar la vida. Bajo esta perspectiva se justifica sus desnudos diáfanos, inalcanzables y casi inocentes; por eso, los extraordinarios perfiles idealizados de mujeres blancas, mulatas y orientales, con sus miradas tristes, profundas y provocadoras; de allí, tantas cabezas femeninas en las que bien pueden esbozarse unicornios, ciudades enteras, pueblos perdidos y aves de hermosos plumajes.
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