3 minute read
DE SExO Si SE HABLA
from lider juvenil 23
by ibis
alex chiang
mito: sexo sin hijos
Advertisement
TRO MiTO qUE SE PRESENTA CON REGULARiDAD es que los jóvenes creen que es posible no sólo tener sexo sin amor o sexo sin matrimonio, sino también sexo sin hijos, en el sentido de querer tener relaciones sexuales y no asumir las responsabilidades reproductivas que ello conlleva.
La juventud en general percibe la reproducción como una amenaza al libre ejercicio de su sexualidad. Les angustia la posibilidad de que su pareja de turno quede embarazada. Creo que muchos jóvenes serían muy felices si la sexualidad y la reproducción no estuvieran profundamente conectadas.
El primer verso del capítulo 6 de la Carta a los Efesios, ubica la presencia de los hijos en el contexto de la vida de pareja. Para el apóstol, los hijos son la consecuencia natural del ejercicio de nuestra sexualidad. Aún más, desde una perspectiva cristiana, la reproducción es una de las mayores bendiciones de la sexualidad. Yo amo a mi esposa como jamás en mi vida imaginé amar a alguien. Pero si alguien me dijera “muéstrame tu amor”, parecería que éste fuera algo tan etéreo, tan subjetivo, que no se puede tocar ni palpar. Pero, la reproducción tiene el poder de materializar el amor; de convertir al amor en algo tan concreto, tan objetivo. ¿Dónde? En la experiencia de un hijo.
Yo tengo dos hijos que son la materialización del amor por mi esposa. Ahora yo puedo cargar, abrazar y besar a mi amor. En la experiencia de mis hijos, el amor por mi esposa se ha vuelto concreto y tangible. Qué lindo cuando un hijo es la materialización del amor de un hombre y una mujer; pero qué terrible cuando es el resultado de una noche descontrolada de placer o porque él olvidó ponerse el condón o ella tomar su píldora.
Tal vez haya entre los lectores alguien que sabe que no es el fruto del amor de un hombre y una mujer, sino solamente el resultado de una noche de pasión. Si éste fuera el caso, que no haga lo mismo con sus hijos.
Para la Biblia entonces, la reproducción no es una amenaza sino una gran bendición. En un matrimonio estable, un hijo siempre será bienvenido, aunque no haya sido planificado. A pesar de los problemas, a la larga siempre será bienvenido. En cambio, en jóvenes solteros un embarazo es percibido como un problema que puede truncar sus proyectos futuros y el lugar que debió ser el más seguro para un bebe, el vientre de su madre puede convertirse en el más peligroso al decidir terminar voluntariamente con su embarazo a través de la traumática experiencia de un aborto.
Algún lector pensará: pero para eso existen los diferentes medios de control de natalidad. Pero déjame contarte mi testimonio personal. Yo soy casado, sexualmente activo y uso el preservativo como método de planificación familiar, y en varias oportunidades he sido testigo de su ruptura. Escribo esto no para dejar de usarlos, sino para ser consientes que cuando nos unimos sexualmente a una persona el poder más grande sobre el universo se abre ante nosotros “el poder de la vida” y siempre la vida ha sabido abrirse camino, y un pedazo de jebe (caucho del que está hecho el condón) no la va a detener.
Por lo tanto, seamos cristianos o no hay un hecho que no podemos negar y es que sexualidad y reproducción están íntimamente conectadas. Si es así la naturaleza misma nos da un principio: la vida sexual debe iniciarse cuando uno está dispuesto a asumir las responsabilidades reproductivas que ello conlleva. Y el mejor marco para que esto ocurra es cuando vivimos nuestra sexualidad en el contexto de un hombre y una mujer que se aman y están dispuestos a caminar juntos en un proyecto a largo plazo que es reconocido socialmente en la experiencia del matrimonio.
Alex es peruano, graduado en sociología y educación. conferencista internacional en América Latina. Asesor de la asociación de Grupos evangélicos universitarios del Perú. Autor de varios libros, entre ellos «una bendición llamada sexo» .