PÁGINA ABIERTA

ÉTICA Y VALORES EN EL LIDERAZGO JUVENIL

Nuestra sociedad ha crecido de forma vertiginosa, dejando a los jóvenes en un terreno hostil donde todo lo que tienen a su alrededor forma parte de una competencia. Esto les ha llevado a considerar todo tipo de comportamientos para lograr destacarse entre el grupo, muchas veces valiéndose de trampas, mentiras, egoísmos y otras conductas poco éticas.

Catalina López Catalina es colombiana. Comunicadora Social y Periodista. Esposa y madre de Mariana y Tomas. Le apasiona viajar, leer, el cine y todas las actividades de aire libre. En su blog personal escribe acerca de la crianza de los hijos.

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La moral y la ética son fundamentales para desarrollar habilidades humanas y así ganarse la confianza de los que están a su alrededor. Si ayudamos a nuestros chicos a comprender que vale más acumular valores en lugar de mentiras, tendrán mayores probabilidades de alcanzar el desarrollo profesional en sus carreras futuras. LOS VALORES Y LA ÉTICA SON LA BASE DE UN BUEN LÍDER Un buen líder no es alguien autoritario y responsable de dirigir grupos de personas o múltiples proyectos. Un buen líder no es elegido de forma arbitraria. Los seres humanos les damos esa autoridad a las personas incluso cuando no cuentan con un título específico, ya que un buen líder es aquel que se gana la confianza de otros. Confiabilidad: La confianza es uno de los valores que más apreciamos en las personas que conocemos. ¿Qué hace a una persona confiable? Los seres humanos somos desconfiados por naturaleza, así que si queremos que alguien se gane nuestra confianza, este debe demostrar que la merece y esto desencadena en otros valores importantes. Honestidad: La honestidad y lealtad son conductas que llevan a ganarse la confianza de otras personas. Un buen líder nunca se comportaría de forma deshonesta perjudicando a terceros. Comportarse de forma correcta y con la verdad por delante forma parte de su educación, porque sabe que debe hacerse responsable de sus actos y resguardar la integridad de quienes lo rodean. Responsabilidad: Al asumir una posición de liderazgo un buen líder entiende que debe hacerse responsable de sus decisiones, pensar detenidamente qué rumbo es el mejor para todos, cuáles son las alternativas, y asumir los deberes inherentes a su posición. Respeto: Entre los deberes de un líder está tomar en consideración las opiniones de los demás, sus ideas, sentimientos y objeciones, y para ello debe mostrar respeto y saber mantener en funcionamiento la operación que está llevando a cabo, sincronizando cada engranaje de la máquina. Cualquiera que sea capaz de mostrar estas habilidades seguramente se abrirá nuevas oportunidades a sí mismo. De esta manera, cuando el líder juvenil acompaña al joven en el fortalecimiento de los valores, estará promoviendo el desarrollo de un líder aprendiz que es responsable por sus acciones. ¿CÓMO ENSEÑARLES VALORES Y ÉTICA A LOS ADOLESCENTES? Es ideal comenzar temprano a educar en valores a los niños. Cuando llegan a la adolescencia se hace imprescindible reforzar dicha enseñanza, ya que están siendo constantemente bombardeados por los medios de comunicación. Dar el ejemplo es la manera más efectiva de enseñar valores a nuestros jóvenes. Destaca siempre tus valores de honestidad, responsabilidad y respeto ante ellos, indicándoles cómo tienen que obrar en casos similares. La comunicación es otro factor necesario en la enseñanza, conversa el día a día con los chicos, indaga cómo les ha ido en la escuela o la universidad, algunos no se abren fácilmente, pero es posible que en algún momento pidan tu consejo. Escúchalos atentamente antes de juzgar, haz todas las preguntas que creas necesarias y toma tiempo para pensar una respuesta, ellos apreciarán que te tomes la molestia de considerar sus problemas y no lanzarte inmediatamente a dar tu opinión. Explica tus razones y cómo los valores siempre deben estar presentes a la hora de resolver un problema. Fomenta en ellos el interés por diferentes actividades extra curriculares, eso les ayuda a salir del “ostracismo” digital e interactuar con gente diferente, ayudándoles a desarrollar habilidades sociales indispensables para mantener una buena relación cara a cara con otras personas, lo cual les ayuda a madurar, crecer emocionalmente y ganar autoconfianza. Los líderes juveniles estamos acompañando la formación de nuevos líderes. Nuestro trabajo es arraigar en ellos la amabilidad, el respeto, la responsabilidad, la honestidad y la ética, de modo que puedan lograrlo.