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¿ADORACIÓN O MANIPULACIÓN?

¿Qué es exactamente manipular en la adoración? Es pretender influir en la percepción mental, estados de ánimo y comportamientos de los creyentes para hacerlos creer que están teniendo una experiencia de adoración a Dios cuando eso no necesariamente está sucediendo.

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Dave Gómez @ZonaVertical Director Ejecutivo de ZonaVertical.com y Gerente Técnico de SurXtremo Ltda. Eso además de ser profesor de Educación Tecnológica y Robótica, guitarrista de la banda de su iglesia, y padre de 3 hijas junto a su esposa Roxana.

Este tema fue desarrollado extensamente por el salvadoreño Noel Navas y si este resumen te anima a leer más, puedes encontrarlo en la sección Vida Cristiana de ZonaVertical.com Este artículo considera diez situaciones para entender cómo un director de adoración corre el peligro de convertirse en un manipulador de la adoración. No es que todas las prácticas que se mencionan sean incorrectas en sí mismas, pero sí lo es su excesivo uso o abuso. UN DIRECTOR PODRÍA CONVERTIRSE EN UN MANIPULADOR CUANDO… 1. Cree que la adoración depende de él. Como pilar fundamental establezcamos que la adoración a Dios no se puede producir en otros a través de medios humanos. Sí se pueden producir las expresiones visibles; todo lo que adorna exteriormente eso que llamamos “adoración congregacional”. Pero la verdadera adoración a Dios es invisible y ocurre en el interior del creyente. La manipulación en la adoración surge cuando el director de adoración cree que es el responsable de producir la experiencia de adoración; algo que no depende de él sino de la obra de la Palabra y del Espíritu en el creyente y de la disposición de éste ante la invitación divina de adorar.

2. No entiende la presencia de Dios. El problema de algunos directores de adoración es su mentalidad antiguo testamentaria de la presencia de Dios. Aunque no es pecado cantar canciones que hablen de que “la presencia de Dios descienda”, sí es incorrecto creer que la presencia de Dios viene y se va; una cosa muy distinta es saber que a veces se manifiesta y a veces no. 3. Tiene fallas de carácter. Un buen porcentaje de cantantes y músicos tienen serios problemas de carácter y muchas veces eso incluye al propio director. Algo muy importante en la vida de todo director de adoración –y de cualquier integrante de equipo de alabanza- es procurar crecer en el carácter de Cristo. 4. Imita a directores destacados. El movimiento de adoración iniciado hace tres décadas tuvo un sub movimiento interno que llamaremos “movimiento de imitación”, encabezado por líderes de alabanza que comenzaron a imitar a los directores de adoración más destacados. Lo que éstos hicieron de manera sobria, los líderes de alabanza se exceden en hacerlo y comienzan a caer en la manipulación. 5. El pastor presiona al propio director. Cuando un director de adoración teme al Señor y sabe que no debe existir ningún tipo de manipulación en los servicios pero el pastor o quien preside la reunión incurre en prácticas manipuladoras, posterior a esa reunión debe propiciarse una conversación para alinear criterios relacionados a esta temática. 6. Obliga a las personas a adorar. El director de adoración es eso: un director. Él dirige a las personas y anima a los hermanos para que se unan a cantar y a adorar. Un director de adoración es un “invitador a la adoración”. La función del director es invitar, no obligar. El invitador anima a las personas a que se unan a cantar; el obligador coacciona, presiona y manipula. 7. Sacrifica las letras por lo rítmico y musical. Canciones con mensajes débiles y letras superficiales no pueden estimular la adoración “en verdad” como lo hacen las letras bíblicas, teológicas, doctrinales y poéticamente bien elaboradas. Si el mensaje de la letra de una canción es débil y la emoción de la melodía y la música es más fuerte, se corre el riesgo de estimular más la emoción del adorador que el hecho mismo de “adorar en verdad”. 8. Mide su éxito por las expresiones externas. Expresiones como estar de pie, cantar, saltar, alzar las manos, llorar, arrodillarse o postrarse, no son garantes de que hubo adoración. Si bien es legítimo que las utilicemos durante los servicios de la iglesia, la adoración “en espíritu y en verdad” no está supeditada a ellas. 9. Está preocupado por producir sensaciones. Una forma en que los directores de adoración intentan producir sensaciones en las personas es cantar algunas canciones durante tiempos prolongados, probablemente porque se sienten emocionados y creen que repetirla por mucho tiempo provocará que todos en el auditorio también se emocionen. Esperamos que después de leer lo anterior reflexiones sobre tu forma personal de dirigir adoración, junto a tu equipo de alabanza y por qué no, junto al equipo pastoral de tu iglesia.

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