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«SALIRSE DE LA LÍNEA»
from lider juvenil 34
by ibis
COLUMNISTA INVITADO
SALIRSE DE LA LÍNEA
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«Colorea, pero, no te salgas de la línea.» Probablemente así te indicó algún adulto mientras todavía sostenías en tus manos «el lápiz de color o crayón». Su finalidad: mantenernos coloreando el dibujo, pero, dentro de las líneas establecidas. La instrucción está cargada de lo que para una persona puede ser «lo bonito» o «lo correcto».
José «Gabi» Morales
@jgabichuela Voluntario de «Iniciativas de Paz» y de las rondas nocturnas salubristas de «Operación Compasión» de la organización Iniciativa Comunitaria. Tallerista y recreacionista en las escuelas mediante el proyecto de transformación escolar. Sirve a jóvenes de 13 - 24 años provenientes de las comunidades marginadas del «área metro» expuestos a conductas de alto riesgo social. Así que, salirse de la línea, aparentemente puede estar «mal», ser «feo» o «incorrecto». Así crecemos. De niños nos van estructurando o delineando las cosas. No está equivocado; hasta cierto punto. La dificultad nace cuando nos «sobre educan» a mantenernos dentro del diseño y a sujetar nuestra creatividad. De esta forma se apagan sueños. De esta forma, un crayón o lápiz de color, puede ser un objeto para dar color o vida, pero a su vez, puede ser utilizado para ahuyentar la inventiva. Un concepto que lleva desde el siglo 18 y que durante la ultima década ha tomado fuerza nuevamente es la palabra «emprendedor». Cuando el concepto salta del mundo de los negocios y se aplica dentro de un enfoque que procura el bienestar de la sociedad, al nombre, se le añade el apellido de «emprendedor social». Según Francisco Polo, los emprendedores sociales son personas con «soluciones innovadoras para los problemas mas acuciantes de una sociedad». Polo establece que «a menudo parecen poseídos por sus ideas, dedicando sus vidas a cambiar el futuro de su terreno». Parece ser que al emprendedor social le fascina «salirse de la línea». Los comprendo. Tengo la misma fascinación por las ideas que tienen la capacidad de hacer florecer la transformación social, con la particularidad de aplicarlas, dentro de escenarios donde se excluya a una persona o a un grupo de personas. Desde mi adolescencia amo la idea de «salirme de la línea» por aquellos a quienes socialmente hemos invisibilizado. El «terreno» de la invisibilidad requiere de muchos emprendedores sociales; pero este «terreno» está repleto de tabúes, miedos y desconocimiento. Hay pocas cosas tan valiosas como perseverar tras una iniciativa de bien social, esperar y saborear los frutos de «salirse de la línea por los demás». Los terrenos de la invisibilidad necesitan de personas dispuestas a provocar el bien, sin miedo. Un provocador del bien no descansa hasta promover o provocar socialmente revueltas positivas. Incluso, propongo llamar «provocador social» a toda persona que asuma el riesgo de «salirse de la línea» y elabore algún plan de innovación ante cualquier situación social que afecte la calidad de vida que Dios anhela para cada uno de nosotros y nosotras. En el 2009 tuve la oportunidad de formar parte de un equipo de «provocadores sociales». Era un proyecto polémico, pero necesario, debido a las alarmantes estadísticas de VIH y Hepatitis C entre la población de usuarios de sustancias inyectables en Puerto Rico. Creamos una máquina expendedora de equipo de prevención (esterilizado) disponible «24/7» para esta población. La máquina, llamada «La Vending», fue la primera en toda América. Al inicio, nadie deseaba apoyar a ese equipo de «provocadores sociales» que se habían dado a la tarea de «salirse de la línea». Sobre acogidos por principios salubristas, los impulsores de esta iniciativa fuimos personas cristianas. Interesantemente quien terminó auspiciando la iniciativa fue la Fundación del cantante Elton John. Sí, Elton John, se atrevió a «salirse de la línea» junto a nosotros. El impacto del proyecto fue incalculable. Su verdadero valor: «calidad de vida para una población olvidada». Cuando nos atrevemos a involucrarnos dentro de los escenarios donde se practica la exclusión, le damos un nuevo color a la vida con los crayones que El Creador nos ha facilitado. Para cambiar el escenario global y local hay que «salirse de la línea». No existirá un ejemplo tan excepcional de lo que es «salirse la línea» como Jesús. Podemos encontrar en