METROPLEX

PÁGINA ABIERTA

LA EXTINCIÓN DE LA IGLESIA

Un amigo había viajado a Gales como parte de un viaje misionero de corto plazo. Estando en el lugar se unieron con las iglesias locales para realizar algunas actividades pero no tuvieron la respuesta esperada. La realidad en algunos países de Europa con respecto al evangelio es alarmante.

Juan Cruz Alice Director de LJ (liderdejovens.com) organización que busca servir a los líderes de jóvenes brasileros a través de recursos y capacitación. Coordinador de representación, promoción y reclutamiento de la MCE Iberoamericana. Estudió Teología en Buenos Aires y Ministerio Cristiano en California. Vive en Rio de Janeiro, Brasil junto a su esposa Laura.

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Visitando una de esas iglesias se encontró que un templo con capacidad para albergar más de 1000 personas tenia una congregación de menos de 5 personas con una edad promedio de 60 años. Si estás pensando que esta es la peor parte del relato te equivocas, lo peor es que se trataba de una iglesia que no tenía pastor. Había una persona encargada del edificio, un hermano que abría la iglesia todos los días sin falta, aunque no existiera actividad programada para ese día. Intrigado, mi amigo le preguntó por qué motivo hacia eso, y respondió: «Abro las puertas de la iglesia todos los días, esperando un avivamiento.» Esto me lleva a dos cuestiones. La primera es que necesitamos entender que Europa es un campo misionero y no únicamente un destino turístico. Europa necesita ser re-evangelizada. Lo segundo y principal es que el no ser eficientes en la «traducción» del evangelio para las nuevas generaciones, puede causar la «extinción de la iglesia». Está claro que la iglesia no es la «Cabra de los pirineos» que pueda ser extinta como cualquier especie, pero cuando visitamos países que se encuentran en una realidad como ésta, la idea de extinción toma fuerza. Se puede pensar que cuando estas personas de edad avanzada mueran, se acabaría la iglesia. Las grandes proezas del ayer no nos otorgan relevancia hoy. Muchas veces escuché personas o iglesias hablar con orgullo por cumplir 10, 20 o 100 años de trabajo, y eso es muy bueno. Pero ¿qué hicimos durante todo ese tiempo que ahora estamos rodeados sólo de personas mayores de 50 años en las congregaciones? ¿Dónde están nuestros jóvenes? Nos hacemos relevantes cuando respondemos las preguntas que nuestros jóvenes están haciendo hoy. Por muchos años la iglesia perdió tiempo respondiendo a preguntas del siglo pasado; preguntas que ya nadie está cuestionando. Ser irrelevante es hablar profundamente sobre cuestiones que a nadie le importan. Para evitar la «extinción» de la iglesia debemos construir puentes con las nuevas generaciones, y para eso tenemos que escucharlos, saber cuáles son las preguntas que se hacen hoy, los desafíos que viven para, biblicamente, dar las respuestas que ellos necesitan saber. La extinción llega cuando el ambiente o contexto donde un individuo se encuentra, es demasiado hostil para la continuación y propagación de la vida. Nuestra época no es de las más amigables para «hacer iglesia», para hablar del amor de Dios. Las malas experiencias pasadas nos dejaron en una situación de desventaja. Nuestra generación quiere a Dios pero no quiere las instituciones. Esta es una noticia pésima y una excelente noticia al mismo tiempo, ya que, nosotros no predicamos acerca de una organización, predicamos a Jesús, y lo hacemos desde un contexto eclesiástico. Considero esto una oportunidad en lugar de un problema. Inevitablemente el individuo que se encuentra en un ambiente hostil debe adaptarse para subsistir. Lamentablemente ese cambio puede ser peligroso. No debemos abandonar la Palabra de Dios para cambiar, pero sí cambiar nuestras estrategias. Esto es difícil pero también es indispensable para la continuidad del evangelio a través de las diferentes generaciones. Este problema está siendo cada vez más evidente en nuestras iglesias locales. Las nuevas generaciones no se sienten atraidas por nuestras estrategias. En ocasiones caemos en el error de negociar lo que es inegociable, y acabamos perdiendo totalmente el enfoque. La mayoría de los jóvenes no quieren saber de antigüedades, de guía por los museos de la historia de la iglesia, ni de nuestras hazañas del pasado. Ellos quieren realidad, actualidad, relevancia. Nuestro gran desafío es mostrarles cómo realmente Dios es totalmente actual y relevante. Y que no es únicamente el Dios de mis padres; sino que también es, bajo todos los aspectos, mi Dios, el Dios de mi generación, el Dios de todas las generaciones.

MUNDO MEDIOS

«MEDIOS» DE JUSTICIA SOCIAL

La iglesia de Cristo suele estar muy indiferente a lo que pasa en el mundo, muchas veces no se entiende que lo que pasa porque el pecado no solo aumenta sino avanza. Edmund Burke, escritor irlandés del siglo XVIII, dijo algo muy cierto:

Camilo García @CamiloVirtual

Es consultor y comunicador social con un fuerte énfasis en relaciones públicas, promoción y mercadeo. Actualmente conduce dos programas radiales en CVC La Voz. Es Presidente y fundador de la Asociación de Líderes Juveniles de Miami (ASOLIJ). «Lo único que se necesita para que triunfe el mal es que los hombres buenos no hagan nada». Cuando se ocupan posiciones de liderazgo y se enfoca en la rutina de las actividades diarias nos adentramos tanto en lo que ocurre en la iglesia que nos olvidamos que hay cosas pasando afuera.

Vemos todo lo que hacen los grupos extremistas islámicos, lo que está ocurriendo con los niños con el incremento de la pornografía y la posible legalización de la pedofilia, el maltrato de las mujeres víctimas del tráfico humano y la pérdida de la dignidad en las mujeres en naciones del medio oriente donde las niñas son vendidas para casarse con cualquiera que las compre, vemos los altos índices de pobreza y poco acceso a la educación en muchas naciones, y seguiremos viendo muchas cosas más. No podemos hacernos los de la vista gorda y seguir ignorando lo que está ocurriendo. Debemos ver la necesidad de que como iglesia y como líderes podamos abrir camino para que nuestros jóvenes despierten a las necesidades de otros; para salir de su perspectiva egoísta y cómoda de vivir. Indiscutiblemente hay necesidad por todos lados: personas que no tienen empleo, que no tienen muchas veces dónde vivir ni qué comer, niños que no pueden ser enviados a una institución educativa, personas con poco acceso a servicios médicos y la lista de necesidades puede ser larga. Los medios de comunicación pueden ser herramientas indispensables cuando hablamos de justicia social. Los medios son grandes formadores de conciencia social y pueden mover a qque otros tomen la iniciativa de ayudar, de crear organizaciones y movimientos que aboguen por la justicia social. Todos deseamos un mundo más justo, pero en las Escrituras dice que nosotros somos llamados justos, somos la congregación de los justos (Salmos 34.15; Salmos 1.5). El amor de Dios se demuestra con hechos, fue lo que hizo Jesucristo en su tiempo. Su ministerio lo hizo ayudando a los necesitados de sanidad y protegiendo a los que eran despreciados, enseñó a otros (sus discípulos) a hacer lo mismo y cosas mayores. Usó una barca para difundir su mensaje y dejar que otros contarán lo que hacía. Imagínate que en su tiempo existieran los medios de comunicación ¿qué crees que hubiera hecho para crear conciencia de la importancia de la justicia social? ¿Qué «medios» de justicia social hubiera usado? Podemos usar «medios» de justicia social para crear conciencia primero en nuestros jóvenes y luego que ellos creen conciencia en otros para mover a compasión y misericordia los corazones endurecidos, y preparar la semilla del evangelio para sembrarla. Jesucristo mostró ambas cosas: compasión y predicación del evangelio, de hecho predicaba movido por la compasión. Si la justicia social es simplemente darse cuenta de que todos los seres humanos tienen derechos, y de que cada ser humano merece la misma dignidad que nosotros deseamos para nosotros mismos, ¿cómo podemos luchar por esos derechos sin violar los principios bíblicos? Las Escrituras nos muestran el deseo de Dios de que amemos a los demás como a nosotros mismos (Marcos 12.31). Nuestro deber es tratar a los demás como nos gustaría que nos trataran (Mateo 7.12); pero también nos muestra la diferencia en cuanto a hacer cosas que le aborrecen y practicar el pecado (1Juan 3.8). Puedes motivar a que los jóvenes hagan campañas en las redes sociales donde se muestre la bondad de Dios a los necesitados tomando versículos bíblicos como base y alentándolos a poner fotos, videos, escritos, etc. Esto genera gran impacto en la vida de los necesitados. Igualmente puedes motivarlos a crear documentales cortos, películas de corta duración, cápsulas para radio o televisión, libros educativos para niños, un blog, y todas las ideas que Dios les pueda dar. Puedes llevar la iglesia afuera, como bien lo dijo el apóstol Pablo: «En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Es más bienaventurado dar que recibir» (Hechos 20.35 RVR1960). El mejor medio de comunicación podemos ser nosotros mismos. Nosotros podemos ser «medios» de justicia social usando medios de comunicación masiva. Somos la mejor frecuencia, el mejor video y material expuesto al mundo real que nos rodea, desde nuestro hogar, la escuela, el lugar de trabajo, el vecindario y hasta la misma iglesia. Somos la muestra del amor de Dios para los demás que no lo conocen. Nuestras acciones de justicia social cuentan y se suman a la causa del evangelio o en el peor caso, restan a la causa.

MUNDO MEDIOS

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JESÚS Y LOS HÉROES

Cuando Judea fue puesta bajo la administración de un gobernador romano en el año sexto, tomó forma una sugerente revuelta liderada por un tal Judas de Galilea que para el tiempo de Jesús era un héroe de leyenda entre los hebreros.

Lucas Leys @lucasleys

Es el director internacional de Especialidades Juveniles y uno de los oradores y escritores más influyentes entre la juventud hispana. www.lucasleys.com La premisa de su reclamo era que pagar impuestos a Roma era un acto de deslealtad a Dios. La guerrilla comenzada por este galileo pudo haber sido no más que una suma de pequeñas escaramuzas pero sus acciones inspiraron a una nueva casta de luchadores de la justicia que luego fueron conocidos como los Zelotes. El nombre de Zelotes se refería al celo de sus miembros por Yahveh (Jehová) y acusaban a otras facciones como los fariseos o saduceos como prostitutas del imperio y por eso muchos historiadores del contexto bíblico afirman que inicialmente los Zelotes simpatizaron con Jesús aunque luego hayan sido cómplices de su muerte.

LOS ZELOTES Y EL LIBERTADOR El evangelio de Lucas nos habla de Simón el Zelote como uno de los 12 discípulos y también es probable que Judas el Iscariote fuera Zelote. El nombre Iscariote sería nada más un apelativo derivado de ishi-karioth que era el puñal curvo característico de los sicarios que conformaban el movimiento. ¿Por qué Jesús eligió Zelotes entre sus discípulos? La justicia y la libertad eran parte de la agenda de Jesús y sin dudas, también lo eran de los zelotes. Estos hombres buscaban un libertador y Jesús era un libertador. Ellos querían justicia y Jesús continuamente habló de justicia. Escucharlo citar al profeta Isaías con una autoridad no conforme a los religiosos de la época sin dudas exacerbaba las papilas gustativas de los Zelotes. Acusar en plena cara a los fariseos de sepulcros blanqueados (Mateo 23:27) sin dudas era noticia entre los jefes Zelotes. En todo grupo social con ideales de justicia hay gente con un fuego interior sagrado. Jesús venía a comandar una resistencia cultural, social y espiritual y buscaba un equipo de seguidores y líderes dispuestos a todo. Seguirlo sin reservas y pagar el precio era parte de los requisitos y los Zelotes eran la misma representación viva de ese compromiso. Uno de los más distinguidos rasgos destacados por los estudiosos del liderazgo es que los mejores líderes se saben rodear. Los líderes excepcionales saben encontrar gente motivada con ideales altos. A ellos nos les bastaba ir a la sinagoga cada semana, recordar versos de la Torá y cantar himnos hebreos. Los Zelotes querían acción. La justicia les seducía. Aspiraban un Israel libre de opresión y estaban decididos a ser la clase de héroes que sus ciudades estaban necesitando. Los líderes más admirados en el mundo son aquellos que enfrentan heroicamente a los enemigos de un mayor grupo de personas. ¿Quién no quiere alinearse detrás de alguien que lucha contra la injusticia? ¿Quién no quiere ser héroe de la liga que detiene el abuso de menores o la trata de mujeres en territorios de extrema pobreza? Levantamos aplausos por esos héroes y ganan nuestro favor. EL LLAMADO DE TU IDENTIDAD Jesús nos antepone un claro ejemplo de resistencia contra la religiosidad vacía, la hipocresía, el racismo étnico, la injusticia social, la enfermedad, la distribución ilegitima de las oportunidades económicas y aún la muerte como enemiga de la humanidad y más allá de nuestra compresión personal del plan de redención, instintivamente nos alineamos con Jesús porque la humanidad no nos ha regalado un paladín superior en contra de todos esos males. Jesús se enfrentaba a estas amenazas por vocación y no demagogia y el resultado de su vida y sus enseñanzas nos hace claro que él es el paradigma de un ser humano completo. La carta de Pablo a los Efesios nos enseña que Dios nos ve en Cristo. Él es el modelo de una identidad sana y por ende su ejemplo nos seduce a comprender que si él luchó contra la injusticia, está en nuestra identidad hacerlo también. No es solo que nuestras ciudades lo necesitan sino que en Cristo nacimos para eso.