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«JUSTICIA 360»
from lider juvenil 34
by ibis
COLUMNISTA INVITADO
QUIQUE MARTÍNEZ
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JUSTICIA 360
Los gobiernos cada vez se denominan más justos, debido a la implementación de medidas y mecanismos que combatan los problemas que aquejan a sus ciudadanos.
Quique Martínez es Gerente del Programa JOVEN CON VALOR, Marketing y Relaciones Publicas de Joven 360 Guatemala, liderando la apertura de nuevas operaciones en la Región Centroamericana. Tiene experiencia en Coaching a jóvenes estudiantes, en la guía para su misión personal. Facilitador certificado. Los ciudadanos cada día están esperanzados en que los gobiernos den solución a sus necesidades sociales de toda índole. El enfoque común de la justicia, va dirigido a intereses de una sociedad distorsionada por el pecado, a intereses de gobiernos contaminados por la corrupción y una lista de cosas que cada día se hace más grande en nuestros países latinoamericanos. La justicia social se no pinta de una manera en que venga a salvar a nuestra sociedad. Lo que más observo es la falta de lo vital que hace a la justicia un elemento 360. He tenido el privilegio de crecer en el ministerio, en la iglesia en donde cada día tiene nuevos problemas y situaciones que involucran a sus miembros. Muchas de estas son situaciones que están relacionadas con lo social, la comunidad y su entorno. Lo que me llama la atención es que muchas veces la misma iglesia piensa y está esperanzada en que el gobierno local de una solución a una problemática social latente. Crecemos con esta forma de pensar, en que las autoridades son las responsables por los problemas que enfrentan nuestra comunidades, barrios y colonias en Latinoamérica. Pero estos son lugares a los que hemos sido enviados a llevar a mensaje de Jesús. Cada semana conozco a jóvenes que están muy interesados en llegar a posiciones de influencia, en donde desde ahí puedan resolver una problemática que aqueja a la sociedad o comunidad. Me da mucha felicidad conocerlos y saber que sus corazones están apasionados por los demás. Sin embargo, me pesa que la mayoría de estos jóvenes no conocen a Jesús. La iglesia -muy aparte de preocuparse por implementar nuevas tecnologías o recursos dentro de sus instalaciones- tiene la responsabilidad de ir y hacer realidad la justicia social en su comunidad y entorno. Como líderes no podemos quedarnos de brazos cruzados, tratando de cuidar nuestra marca personal, y no tomar el tiempo para hacer el trabajo que no muchos quieren hacer. En Prov. 31:8-9 vemos claramente cómo se nos anima a trabajar por aquellos en necesidad. Tengo bien claro el día en que mi padre me dijo, «Dios nos da para dar». No se refería solamente a términos económicos, sino que también al amor. ¿Cuál es la diferencia a la justicia social de un gobierno y la justicia 360? La palabra clave es: amor. Si tenemos con nosotros la fuente de amor, ¿cómo es posible que no podamos compartirla a los demás? La justicia en nuestra sociedad está falta de amor. Esto hace que el círculo se cierre, esto marca la diferencia. 1 Corintios 13:3 Nos asegura que si nos damos por los demás, pero sin amor, no nos sirve de nada. Romanos 12:2 nos anima a poder transformarnos y renovarnos. Cada día existen nuevas maneras de poder influir en nuestra sociedad. En mi experiencia con jóvenes, he notado una apatía en el joven creyente ante su realidad, diciendo: «Siempre y cuando no me afecte, estoy bien, oraré por ellos». Nos esforzamos cada día en encontrar jóvenes 360, aquel joven que quiere dar la milla extra, que está comprometido con su entorno, su sociedad, su trabajo, su familia, que cuestiona su status quo y que sabe que tiene una responsabilidad como ciudadano ante los demás. Estoy seguro que Jesús fue un joven 360, un joven que cambiaba el entorno en el que estaba, hacía cosas disruptivas para poder llevar el mensaje y ser usado por el Padre. Es muy importante y necesario que los jóvenes de nuestras iglesias comiencen a aprender nuevas formas de llevar justicia a su ciudad. Más allá de asistir al pobre, orar por ellos, tenemos que estar con ellos y llevarles amor de maneras creativas. No perdamos el enfoque de lo que Jesús nos ha llamado a hacer. Veo una gran oportunidad para el joven creyente en América Latina, la oportunidad de poder ser el factor diferenciador de la sociedad. Sueño el día en el que por nuestro testimonio, jóvenes estén llegando a posiciones de influencia en donde el amor de Dios sea llevado a través de nuevas ideas y estrategias para que otros conozcan el mensaje de esperanza.
¡Seamos jóvenes 360 en nuestra sociedad!