Foto tomada de la web (Google)
¿De qué se puede dialogar en éstos días? ¿Del calentamiento global, la crisis, la economía, el gobierno, la sociedad, la cultura, el pasado, la historia, el futuro, de lo bueno, de lo malo? En fin, ¿de qué? Hablaré de lo que mi ser desee expresar, la improvisación que quiera manifestar. Me parece curioso que mi cerebro no deje atrás las rimas. Bueno, es algo colateral y usual, así que no va a matar. Entonces, simplemente escribo de lo que me parece finito y tangible, o sea, de lo de ahora, lo que tengo a la mano. Escucho música contemporánea (Ludovico Einaudi), un piano tan armonioso que hace que cada vibración de cada nota musical penetre profundamente en mi pensar. Es una relación de tacto; las ondas de sonido impactan el mecanismo del oído interno y esas señales invaden mi cerebro. Luego, ordeno mi mano a tocar el bolígrafo que a su vez siembra la punta en la superficie del papel que absorbe la tinta.
De momento, se convierte en una extraña maraña de secuencias táctiles. De algo completamente cotidiano, como el escuchar música mientras te desenvuelves en otra cosa, surge esta trama. Cuando me encuentro en esa línea de pensamiento, ese tipo de cosas que no se piensan así porque sí, Foto tomada de la web (Google)
me doy cuenta que sólo busco
creatividad sobre las cosas que realizo. Como cuando miro através del lente de la cámara. No tomo fotografías, sino que por medio del tacto recojo un momento en el tiempo y espacio. Ahora espontáneamente, suena tan técnico y puede que aburrido. Para nada, eso llamado fotografía, en mi mente, funciona como el resultado de la acción de congelar un presente, crear una memoria, convertir el momento en un recuerdo inmortal, crear un pasado. Todo un efecto de una causa táctil; presionar con un dedo un debido botón que como consecuencia, hace que un mecanismo cree otra secuencia de tacto para atrapar el instante deseado. En par de oraciones, la fotografía deja de ser chévere y común, a ser mucho más sensible y pensada. Que genial, digo, no soy un experto en nada, sólo en ser yo. Ahora regresando, cosas que parecen ser rutina, cosas completamente desapercibidas, nos abren literalmente el cerebro y dicen frases parecidas a: “Sí, recuerda que tu lado izquierdo piensa, analiza y critica. Tu lado derecho reconoce, imagina y crea”. Las cosas minúsculas nos traen consigo ideas mayúsculas. Suena fácil y se necesita mucho más que tener el deseo. Por más pensamiento y análisis, la acción es lo que determinará el delta. Como el cambio que hay cuando no estás escuchando música y luego la Foto tomada de la web (Google)
internalizas. Como cuando vas a tomar la fotografía y luego queda marcada. La acción permite dejar una huella en una situación en específico, nos permite tocar. Tocar mas no maltratar, no recurrir al exceso. Al fin y al cabo, siempre seremos tocados por ideas, pensamientos y sentimientos... tendremos un toque y puede que seamos capaces de dar nuestro toque. Mathew Ariel
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