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Finanzas: “Financias la empresa con capital de riesgo
FINANCIAR LA EMPRESA CON CAPITAL DE RIESGO
Por Julio César Briseño Criz, CEO de Cenit Consultoría, banca de inversión.
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mación que dé razón de esos números.
En contra de la creencia común de que tan sólo los grandes y sofisticados negocios pueden acceder al capital, nunca ha sido tan fácil como ahora acceder a una financiación externa para todo tipo de empresas.
La diferencia entre aquellos emprendedores que consiguen financiación y los que no estriba en la capacidad de saber “qué botones presionar”. Ello va ligado al conocimiento de qué se considera riesgo y qué no, de acuerdo con las creencias y tendencias de los operadores en un momento determinado. Los factores que determinan un buen proyecto pueden reducirse a un sistema de tres elementos: matemáti
Matemática: cualquier capital riesgo puede intuir un negocio exitoso desde el plan de negocio. Será atractivo si es capaz de crecer 25% cada año. Pero no sólo los números son importantes: debe incluirse toda la inforca, mercado y administración.
Mercado: para que una oportunidad resulte interesante para un inversor debe poseer tanto amplitud como profundidad. Esto es, no debe estar limitada a un plazo muy corto ni restringida a un pequeño rango de clientes. La oportunidad debe tener capacidad de penetración en el mercado y, al mismo tiempo, no ser una copia de algún otro proyecto exitoso, sino poseer una cualidad distintiva.

Administración: la capacidad de gerencia debe exponerse ante el inversor de tres maneras. Primero, con un historial de logros (crecimiento de la empresa además de un buen Curriculum Vitae personal). Segundo, mediante la indicación de una dirección determinada que quede explicitada en el plan de negocio y, finalmente, mediante la observación de las actuales operaciones de negocios.
Ahora, es verdad que existen determinados negocios que no suelen despertar el interés de los inversores, sin importar cuánta ganancia se espere en el plan de negocio. Entre éstos están los proyectos individuales. El capital riesgo tiende a invertir en compañías que otorgan la posibilidad de compra y venta de acciones. La única excepción se da en el caso de un inversor que sigue a un emprendedor de una inversión exitosa a otra. En esas circunstancias, se espera que el emprendedor construya las estructuras gerenciales ya habituales a su alrededor.
Los negocios familiares son otra de las áreas en las que el CR se muestra reacio a invertir. Lo que más asusta al inversor es que las estrategias se definen a puerta cerrada, en el núcleo familiar, y el inversor no puede involucrarse de igual a igual. En este caso, el interés en ellas se diluye por las restricciones a la hora de manipular acciones en la bolsa.
Si lo que se busca es una inyección modesta de capital, es bastante difícil que el capital riesgo se interese por el proyecto. En eventualidades de este tipo es preferible recurrir a otros métodos definanciación, como puedan ser pequeños préstamos de un banco o de familiares o amigos, sin descartar la hipoteca de la propia residencia u otras propiedades.
No obstante, dentro del sector de las empresas de capital riesgo, las hay de distintos tamaños, de modo que no se debe ignorar la posibilidad de que alguien se interese por el tema, como los llamados business angels que suelen invertir su dinero en proyectos de pequeño calado.
Por otra parte, hay que señalar que normalmente las empresas de capital de riesgo valoran muy positivamente que, en los estados iniciales de una empresa, se haya acudido a este tipo de financiación poco “ortodoxo”, entre otras cosas porque indica que se ha hecho un suficiente estudio de mercado y se ha logrado convencer a otras personas de la viabilidad del intento.
Las necesidades de financiación temporales no llaman la atención del capital de riesgo. Como tampoco lo hace la inversión en subsidiarias, dado que los inversionistas quieren estar presentes en el ámbito de decisión y poder. Finalmente, hay algunos mercados que, por su mala reputación, alejan las inversiones externas como la pornografía o el tabaco. A la inversa, otros sectores, como las tecnologías de la información, se

considerarán más adecuados por estar en boga.
¿Cuándo se recurre al Capital de riesgo para financiar la empresa?
1. Iniciar un nuevo negocio.
2. Desarrollar un negocio ya existente.
3. Cambiar la estructura accionarial de una compañía.
4. Rescatar un negocio.
Nuevo negocio: en estos casos se hace necesaria la asesoría de especialistas. Con respecto al tiempo, cuanto antes se acerque el emprendedor a un CR, tanto mejor. Sin embargo, hay que ser cuidadoso en no revelar ningún dato útil: por ejemplo, comenzar sin haber registrado previamente la propiedad intelectual del futuro producto.
En cuanto al manejo de los negocios post-inversión, la falta de experiencia en gerencia hace que muchos inversionistas estén dispuestos también a participar en la administración para paliar cualquier déficit identificado. Muchos emprendedores aceptan esta oferta cuando encuentran un socio compatible. Finalmente, hay que reconocer que no son demasiados los negocios nacientes en que se logre ganar dinero con una sola inyección de líquido. Lo más probable es que para que esto suceda, haya que garantizar a los inversores ciertas concesiones en lo que se refiere a los porcentajes accionariales que se ceden.
Desarrollo de un negocio existente. Aquí la velocidad guarda poca importancia para el capital, dado que se trata de un mercado maduro y más equilibrado. Los equipos gerenciales se componen de especialistas entre los que el CR no necesitará introducir muchos más.
Quizá el área donde existan más carencias gerenciales sea en el “conocimiento corporativo”, y es aquí donde el CR intentará llevar a cabo algunos cambios.
En cuanto al camino de salida, este capital de desarrollo deja abiertas oportunidades para los inversionistas tanto para la venta de la empresa como para su colocación en bolsa. En este tipo de negocios, la salida es una prioridad más alta que en el caso de un negocio incipiente: de ahí que esté más presente en los planes gerenciales.
Cambios en la estructura accionarial. Esta es el área donde los CR se sienten más a gusto. En general, resulta un negocio atractivo para los grandes fondos de inversiones. En los casos de compras de compañías enteras, los niveles gerenciales son elegidos con los criterios propios de las grandes corporaciones. En cuanto a los tiempos, es difícil acertar en este caso.
Algunos CR prefieren manejar tiempos cortos y otros largos. La tendencia con respecto a cómo rentabilizar la inversión suele ser recuperar lo invertido mediante dividendos más que promover una salida de la empresa a bolsa. La utilización de fondos off-shore, trusts, préstamos, acciones o bonos depende de la opinión
especializada de cada profesional.
Rescatar un negocio. Se necesitan nervios de acero para cerrar un trato semejante, tanto si se es un gerente como un inversionista.
Existen fondos financieros especializados en operaciones de rescate. Si se considera llevar este tipo de oportunidades ante un CR, es preciso colocarse a uno mismo en la posición de fuerte y comprometido liderazgo gerencial. Lo esperable es que los inversionistas continúen mostrándose escépticos y éste sea uno de los tratos más difíciles de cerrar.
Se necesita un inversor especialista, lo que es fácil de encontrar por su notoriedad, pero al mismo tiempo, difícil de conseguir dado que escasean.
El tiempo de acercamiento es sumamente importante. En cuanto a la salida, la mayoría de los inversionistas serán reacios a un negocio de larga duración y apostarán por lo contrario.
Cómo conseguir capital de riesgo
1. El primer paso para conseguir capital riesgo consiste en llegar a la certidumbre de que es necesario y representa la mejor opción para generar recursos financieros. En esta etapa se debe analizar para qué se requiere la inversión, como expansión, desarrollo, cambio de la estructura accionarial y otros.
2. Realizar un plan de negocio. Esta es la herramienta primaria mediante la que muchos inversionistas se ven atraídos por el negocio. Por lo tanto, se trata de mucho más que una simple hoja de balance y debe ofrecer al inversor una perspectiva de ganancia tentadora. 3. Una vez que se redacta el plan, lo más razonable es encontrar una empresa consultora que esté dispuesta a evaluarlo seriamente. Los elementos que atraen la mirada de un potencial inversor son: • Claridad en la propuesta y en su presen- tación. • Capacidades de administración, mercado y matemáticas. • Conveniencia con su propio portafolio de re- querimientos.
• Sensatez y flexibilidad.
5. Elegir a un potencial inversionista. Considerar que el inversor dispone de alguna experiencia en el sector en cuestión.
6. Investigar para tener una idea certera de la estructura de inversión. Una vez alcanzada una oferta preliminar, se sigue con el proceso de due diligence donde el potencial inversor realiza una auditoría de la empresa para constatar los activos y pasivos que se declaran y las condiciones que se acuerdan.
7. Acuerdo legal. Más difícil que convencer a un CR para involucrarse en un negocio es sortear las dificultades que presentan los procedimientos legales para concertar el acuerdo. Se trata de un proceso largo y burocrático en el que se invierte mucha energía. El procedimiento suele ser más sencillo con los business angels, ya que estos se guían especialmente por el instinto y por su conocimiento profundo del mercado en el que se desenvuelve la empresa en la que invierten.
