Introducción Vamos a señalar los distintos servicios que los agentes del Ministerio de Liturgia prestamos en la celebración de la Eucaristía para recordarlos y tenerlos presente. Detallamos los momentos y las acciones que realizamos desde los diferentes ministerios o servicios litúrgicos.
Ambientación del templo El ambiente en el que se celebra la Eucaristía es importante, pues contribuye a que las personas se envuelvan en el espíritu de la celebración. La disposición de los bancos, los adornos, frases que resuman el mensaje de la celebración, etc., son elementos de ambientación que hay que cuidar en cada celebración eucarística.
Acogida En la Eucaristía nos reunimos como familia en la casa de tod@s para celebrar nuestra fe. Desde el principio tenemos que sentirnos en familia, y para eso es importante que nos sintamos acogid@s fraternalmente. Por eso en cada celebración eucarística no pueden faltar personas que acojan y hagan sentir en familia a todas las personas que llegan a participar.
Monitores La celebración de la Eucaristía tiene varias partes con sus ritos y gestos, que tienen su contenido y significado. Para que las personas que participan en la celebración de la Eucaristía la vivan con sentido, es conveniente que se les vaya guiando sobre lo que se hace en cada momento y su significado. Para esto están las moniciones, breves explicaciones que guían a las personas en la celebración y las ayudan a situarse y centrarse en lo que se realiza en cada momento. Para brindar este servicio están los monitores.
Cantores La Eucaristía es una celebración festiva, en la que nos alegramos por la presencia de Cristo, nuestro Salvador. Los cantos manifiestan esta alegría, pero también expresan nuestra fe, lo que creemos y celebramos. Los cantos acompañan cada momento de la celebración, para darle vitalidad y expresar su contenido y significado. Por eso tienen que ser apropiados a cada momento de la celebración, al tiempo litúrgico y al contenido de la celebración. En las celebraciones de la Eucaristía no pueden faltar los cantos. Ese es el servicio que prestan los cantores (el coro).
Lectores En la celebración de la Eucaristía Dios nos habla por medio de su Palabra, que es luz para nuestro caminar, Verdad que nos libera y Vida que nos llena de felicidad. Pero Dios necesita de portavoces, personas que presten su voz para que el mensaje sea proclamado, escuchado, entendido y acogido por las personas. Esa es la misión de los lector@s: proclamar la Palabra de Dios. Y para que su misión sea efectiva han de hacerlo con dignidad y calidad.
Acólitos El altar es el lugar donde de lleva a cabo el sacrificio eucarístico: pan y vino se transforman en cuerpo y sangre de Cristo. Los acólit@s (monaguill@s) asisten al presbítero en la preparación del altar. Lo hacen con dignidad, respeto y calidad.
Ministros de la Eucaristía En la Eucaristía Cristo se hace presente en el pan y el vino, que son su vida, y nos la entrega para que en él tengamos vida eterna. Como Jesús hizo en la última cena, partiendo y repartiendo el pan, en la celebración eucarística compartimos el pan de vida, fuente de vida y comunión para toda la comunidad reunida. Por eso el presbítero y los ministros de la Eucaristía reparten el pan eucarístico para que todas las personas que están preparadas reciban el alimento de vida eterna.