30 NÓICIDE
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BITÁCORA 03
J.R.MORA
EL COSMONAUTA | 02
Transmisión 003 Nada es eterno, quizás esa masa negra intocable que recubre el universo y la energía que une al átomo… ¡Qué sé yo!...
21 “No sé porque no se me ocurrió patentar la idea de Dios, hoy seria millonario.”
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Una cosa es papable e ineludible en este viaje sin retorno, lo finitos que somos. Todos quisiéramos dejar una transcendencia importante, pero son poco los que logran eso. Moldeamos nuestro destino según la ira o pasividad que poseamos, pero en la Tierra por el momento, es lo único que conozco donde abundan los mediocres. Poco a poco soy testigo inerte del final de una generación, que se oculta detrás de una pantalla, esperando a un salvador que le siga diciendo donde debe cagar. Esta transmisión va dedicada a los finales, al final del cliché romántico, al final del sexo desenfrenado, al final de amistades, que hoy son rencor endiablado. Al final de una tarde esplendida, que se pierde con el ocaso. Este viaje sideral, entre la constelación de Orión y de su vecino, es un testamento inconcluso a lo que termina, sea con una muerte real o virtual (dedicado a las Dramas Queens que sufren cuando son sacados de Facebook) Qué triste es decir adiós…interpretó un cantante de esos de música de plancha (música pop en español ochentera)…pero que frase más cierta. Pero no os preocupéis…yo siguiere trasmitiendo…tan solo hoy me puse melancólico.
EL COSMONAUTA | 03
Créditos Esta publicación es un esfuerzo reciclable y libre de transgénicos, que no tiene créditos, porque nadie nos brinda dinero. Lo único fijo acá es su editor Adrián Montenegro, pero como esto es un fanzine la idea es que sea lo más anárquico posible. Si desean estructura, llamen a un ingeniero civil. Editada y pirateada en San José, Costa Rica. Más Info al correo info@revistaikaro.com – Para mirar otras ediciones: http://www.revistaikaro.com/elcosmonauta/ Edición Correspondiente para Julio 2017
MIKE KEEFE
EL COSMONAUTA | 04
El escape de Julio ESCRITO POR
Julián Zamora En medio de las tropicales aguas del Caribe flotaba un bote de madera en el que viajaba Julio. Llego ahí huyendo de la estresante y abrumadora realidad que lo rodeaba. Un día compro un bote, al que llamo “el escape” y decidió navegar sin rumbo. Luego de varias horas de navegar decidió parar y admirar la paz color celeste que tenía frente a sus ojos. Se sentó a la orilla del bote a respirar libertad. Mientras estaba ahí, notó una enorme sombra moviéndose bajo sus pies.
La siguió con la mirada. Sumergió su cabeza en el agua, pero se había desvanecido en las profundidades caribeñas. Se levantó intrigado y la buscó en el horizonte pero no había nada. De pronto, una ballena jorobada salto por encima del bote volcándolo y dejando a Julio en el agua. La ballena volvió a desaparecer. Julio trataba de subir a la superficie para agarrarse de alguna tabla cuando volvió a sentir la presencia del enorme animal marino por debajo. Cuando volvió a ver hacia abajo lo único que vio fue una enorme boca abriéndose en dirección a él. Despertó atontado y empapado. Estaba en medio de un desierto con arena color azul y bajo un cielo color café con estrellas verdes y luna roja. No sabía dónde estaba, lo último que recordaba era estar siendo devorado por una ballena. En medio de la confusión, se abrió un hueco en la arena y salto un mono alegre y con la mirada distraída. El mono se acercó a Julio y le dijo: “Pareces algo confundido, he venido a aclarar tus dudas.” Julio estaba tan asombrado que apenas alcanzó a preguntar una cosa: “¿Dónde estoy?” el mono le contestó “dentro de una ballena” y se devolvió a su hueco. Al principio le costó procesar la noticia pero se calmó finalmente. Estaba lejos del mundo, en una realidad tan irreal que parecía estar dentro de un cuento. Pero se sentía bien, bajo esa luna roja y sobre la arena azul. Entonces decidió caminar y explorar las maravillas inusuales. Caminó sin parar admirando los fantasiosos paisajes, hasta que llegó a una colina. Subió la pequeña colina y se topó con una puerta que era vigilada por otro mono, solo que este tenía un peluquín gris, lentes de sol y no podía hablar. Julio le preguntó que si podía pasar. El mono extendió su mano, le entregó unas llaves y se desvaneció. Abrió la puerta y apareció en medio de la noche, en una selva. Habían arboles gigantescos con hojas luminosas que alumbraban el camino y con troncos transparentes, llenos de agua y con peces adentro.Las raíces de los arboles estaban conectadas por abajo y desembocaban en un río de agua helada con focas que nadaban entre los peces. Julio llegó al rio y se dio cuenta que no había donde ir. No quería entrar al agua porque se iba a congelar. Pero un mono salto de un árbol empujándolo al rio donde una foca lo arrastro a las profundidades. En el camino se toparon con sirenas y ruinas de palacios que habían sido construidos por las focas y destruidos por el tiempo. EL COSMONAUTA | 05
Apareció en una montaña. En el cielo se abría un pequeño hueco por donde se asomaba la foca que lo llevo hasta ahí. El resto era majestuoso. Un cielo negro, casi morado. Miles de estrellas formaban palabras en un idioma desconocido. Una constelación con forma de ballena y otra con forma de mono y siete planetas con formas extravagantes que rodeaban a una luna inmensamente bella. Bajo del cielo recargado de belleza solo había una casita de madera con una mecedora afuera. Julio se acercó y había una anciana sentada cantando en un idioma extraño mientras veía las estrellas. Junto a ella un mono tocaba la armónica, acompañando la voz nocturna de la anciana. La música paro. La puerta de la casa se abrió mientras la anciana y el animal la señalaban. Julio entro a la casa. Ahora apareció sentado en una nube. La única nube en el cielo. Alrededor solo había celeste y abajo había mar. Era un mar claro, que se le hacía conocido. De repente una gaviota lo agarró de la camisa y se lo llevó. Volaron por un rato hasta que lo dejó caer. Cayó y apareció en su bote, sentado, observando una sombra bajo sus pies que se desvaneció en lo profundo y no volvió a aparecer.
Nunca pensé que en la felicidad hubiera tanta tristeza Mario Benedetti
EL COSMONAUTA | 06
MALAGÓN
EL COSMONAUTA | 07
TEXTO ROBADO
COLECCIÓN DE LA GRANJA DE CISKOX
EL COSMONAUTA | 08
TEXTO ROBADO
EL COSMONAUTA | 10
TEXTO ROBADO
EL COSMONAUTA | 11
MICRORELATO
ANSIEDAD México D.F. 22/3/2017
VELÁZQUEZ SOLÓRZANO RODRIGO
Cuando me platicas de sus enormes senos morenos comienza a escurrirse entre mis piernas un líquido viscoso y transparente. Te amé porque me llevaste al hotel donde tantas veces te desfogaste en su cara. Recuerdo que ese día bajo la regadera tuve que pararme en la punta de mis pies para que me penetres por atrás, ¿cómo no ser tu puta? Quiero usar la lencería que se ponga para tu cumpleaños, ojala sea roja. Yo te voy a escribir una carta amor mío, te espero el sábado.
EL COSMONAUTA | 12
EL COSMONAUTA | 13
MAMANDO PALABRAS
EL HOMBRE IMAGINARIO
Nicanor Parra El hombre imaginario vive en una mansión imaginaria rodeada de árboles imaginarios a la orilla de un río imaginario De los muros que son imaginarios penden antiguos cuadros imaginarios irreparables grietas imaginarias que representan hechos imaginarios ocurridos en mundos imaginarios en lugares y tiempos imaginarios Todas las tardes imaginarias sube las escaleras imaginarias y se asoma al balcón imaginario a mirar el paisaje imaginario que consiste en un valle imaginario circundado de cerros imaginarios Sombras imaginarias vienen por el camino imaginario entonando canciones imaginarias a la muerte del sol imaginario Y en las noches de luna imaginaria sueña con la mujer imaginaria que le brindó su amor imaginario vuelve a sentir ese mismo dolor ese mismo placer imaginario y vuelve a palpitar el corazón del hombre imaginario
EL COSMONAUTA | 14
PENSAMIENTOS DE CAFÉ
Josel Pablo Vargas Calderón Llegó las cuatro de la tarde, la hora café. El momento de compartir las tertulias del día. El problema es que no entiendo tu historia. Me confundo todo al ver tu sonrisa. Pasaron los días desde aquella primera vez. No importó el tiempo, si lo perdí o gané? Aunque preferiría que esta vez fuera diferente. Por fuera una dulce princesa y de delicada sonrisa. Por dentro una ninfómana de besos sin final.
MAMANDO PALABRAS
POEMA AL PEDO
Francisco de Quevedo (1580-1645). Alguien me pregunto un día ¿Qué es un pedo? y yo le conteste muy quedo: el pedo es un pedo, con cuerpo de aire y corazón de viento el pedo es como un alma en pena que a veces sopla, que a veces truena es como el agua que se desliza con mucha fuerza, con mucha prisa. El pedo es como la nube que va volando y por donde pasa va fumigando, el pedo es vida, el pedo es muerte y tiene algo que nos divierte; el pedo gime, el pedo llora el pedo es aire, el pedo es ruido y a veces sale por un descuido el pedo es fuerte, es imponente pues se los tira toda la gente. En este mundo un pedo es vida porque hasta el Papa bien se lo tira hay pedos cultos e ignorantes los hay adultos, también infantes, hay pedos gordos, hay pedos flacos, según el diámetro de los tacos hay pedos tristes, los hay risueños según el gusto que tiene el dueño Si un día algún pedo toca tu puerta no se la cierres, déjala abierta deja que sople, deja que gire a ver si hay alguien que lo respire. También los pedos son educados pues se los tiran los licenciados, el pedo tiene algo monstruoso pues si lo aguantas te lleva al pozo este poema se ha terminado con tanto pedo que me he tirado. EL COSMONAUTA | 15
Y YO PENSABA
Adrián Montenegro
La ignorancia y el error ladran, a la sombra de un amplio árbol que miraban, drogas americanas que atontan, las majestades más pobres tiemblan. Tiemblan esas mitades que taladran, y somos dos fantasmas que se buscan, en casas que ardían, cadáveres aplazados que procrean. La gloria huye de los que la buscan, los que no hacen nada nunca yerran, jubilosos los aires se proclaman, que aún laten, que aún quisieran. La sabiduría y la razón hablan, de los propósitos que nos acarician, ni sus manos las manos que liberan, antes que las venas se sacudieran.