El Cosmonauta 04

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Transmisión 004

Después de una vuelta completa al Sol, para cumplir otro período gregoriano , me adentro en las nebulosas de la duda, pues incierto me muestro ante tanto líder fastfood.

Transmisión 004

Ya han pasado 365 vueltas desde mi última grabación, el espacio es solitario, el Ya han pasado 365 vueltas desde mi última grabación, el espacio es ordenador ya se aburrió de mí, dijo que era de demasiado Y no era la culpo, se le solitario, yame aburrió mí, período mehombre. dijo que demasiado Después de el unaordenador vuelta completa alse Sol, para cumplir otro gregoriano , me adentro en dionebulosas una programación ahora quiere espacio para las la duda, pues incierto muestro ante tantoella. líder fastfood. hombre. Ydeno la maternal, culpo, se leme dio una programación maternal, ahora 36 quiere espacio para ella. Ya han pasado 365 vueltas desde mi última grabación, el espacio es solitario, el ElEl cosmos cosmos se frio yorecuerdo tanera solo recuerdo en videos loscómo cuerpos seaburrió tornatorna friodey mí, yo tan en videos loshombre. cuerpos femeninos; ordenador ya se meysolo dijo que demasiado Y no la culpo, se me le cómo me ahora gustaban esas para chicas capaces de dio femeninos; una programación maternal, quiere espacio ella. rebeldes gustaban esas chicas rebeldes capaces de golpearle los huevos a cualquier pendejo. golpearle losvenenosas huevos que a cualquier pendejo. Esas36 florecillas venenosas Esas florecillas enseñaban las tetas con orgullo. El cosmos se torna frio y yo tan solo recuerdo en videos los cuerpos femeninos; cómo me que enseñaban las tetas con orgullo. gustaban esas chicas rebeldes capaces de golpearle los huevos a cualquier pendejo. Lo que novenenosas extraño mucho son a mis pares, los hombres, antes de partir EsasLoflorecillas con orgullo. que no extraño muchoque sonenseñaban a mis pares,laslostetas hombres, antes de partir del planeta se del planeta se tornaron más incapaces de razonar, poco a poco se tornaron másen incapaces de razonar,y poco a poco se escondían en partir sus creencias y se Lo escondían que no extraño mucho son a mis pares, los hombres, antes de48 del planeta sus creencias manipulaciones religiosas, para cuestionar religiosas, para cuestionar enlasbase a su moral, latodo rebelión de las mujeres manipulaciones tornaron másaincapaces de la razonar, poco de a poco se escondían sus el creencias y en base su moral, rebelión mujeres en en orbe. 48 religiosas, para cuestionar en base a su moral, la rebelión de las mujeres manipulaciones en todo el orbe. Nunca fui a una marcha, pero si me enfrasque en lucha de puños y en todo el orbe. debates con algún que otro imbécil, cuando se trataban de agredir a una Nunca fuimujer. afui una marcha, pero si me debatescon conalgún algún Nunca a una marcha, pero si meenfrasque enfrasqueenenlucha luchade de puños puños yy debates queSiempre otro imbécil, cuando se trataban de agredir a una mujer. me gustaron las mujeres feministas…espero que en la Tierra que otro imbécil, cuando se trataban de agredir a una mujer. se sigan multiplicando. Siempre me gustaron las mujeres feministas…espero que en la Tierra se sigan Cambio y fuera, cerrando bitácora de vuelo…me dispongo a divagar multiplicando. Siempre me gustaron las mujeres feministas…espero que en la Tierra se sigan mirando lascerrando constelaciones. Cambio y fuera, bitácora de vuelo…me dispongo a divagar mirando las multiplicando. constelaciones. Cambio y fuera, cerrando bitácora de vuelo…me dispongo a divagar mirando las constelaciones. Créditos Esta publicación es un esfuerzo reciclable y libre de transgénicos, que no tiene créditos, porque nadie nos brinda dinero. Lo único fijo acá es su editor Adrián Montenegro, pero como esto es un fanzine la idea es que sea lo más anárquico posible. Si desean estructura, llamen a un ingeniero civil. Editada y pirateada en San José, Costa Rica. Más Info al correo info@revistaikaro.com – Para mirar otras ediciones: http://www.revistaikaro.com/el-cosmonauta/ Edición Esta publicación es un esfuerzo reciclable yCorrespondiente libre de transgénicos, no tiene paraque Agosto 2018

Créditos

créditos, porque nadie nos brinda dinero. Lo único fijo acá es su editor Adrián Montenegro, pero como esto es un fanzine la idea es que sea lo más anárquico posible. Si desean estructura, llamen a un ingeniero civil. Editada y pirateada en San José, Costa Rica. Más Info al correo info@revistaikaro.com – Para mirar otras








DUCHA

escrito por Leticia Raya


S

on las diez de la noche cuando Estela entra en el baño dando un portazo. Se quita la ropa y la deja en el suelo. Abre el grifo de la ducha y observa, desnuda, cómo corre el agua. Comprueba la temperatura con la mano. Aún está fría. Estela deja los dedos debajo hasta que siente cómo estos se vuelven tibios. Espera unos segundos más, y solo cuando el agua quema, acciona la ducha. El agua está tan caliente que la piel de Estela empieza a diluirse. Bajo la ducha, se vuelve líquida. La Estela de agua invade su cuerpo en todas direcciones con la velocidad de quien corre porque no llega, de quien corre porque se le ha hecho tarde. Tarde para recoger a los niños, para entregarle a su jefe el informe, para acostarse con su marido. Tarde hasta para ducharse. La Estela de agua comienza a inundarlo todo. Primero los brazos, las piernas y las cuencas de los ojos, luego, más profunda, los pulmones, las cervicales y el lóbulo parietal. Ya no queda nada sólido bajo la ducha y Estela es ahora un río que se desborda, que lo engulle todo. Ya no hay presas, ni diques, ni riberas que la contengan. Tampoco hay niños, ni jefes, ni maridos a los que contener. Estela es una riada cubierta de espuma que avanza descontrolada hasta la desembocadura de un mar. Un mar que se convierte en océano y sobre cuyas olas Estela se deja ir. Y cuando parece que ha terminado el viaje, Estela divisa a lo lejos una isla con sus palmeras y su arena fina. Las olas le han leído el pensamiento y la transportan flotando hasta su costa tropical. Pero cuando está a punto de alcanzar la playa, el agua de la ducha empieza a enfriarse y las olas y la isla se desvanecen. Estela se vuelve sólida, cierra el grifo y se escurre las gotas de los brazos, de las piernas, de las cuencas de los ojos y busca a tientas la toalla para secarse los pulmones, las cervicales y el lóbulo parietal. La nube de vapor, que no le deja ver nada, amortigua la voz de su marido al otro lado de la mampara. —Lo sé, lo sé. Llego tarde otra vez.



L

a histeria femenina era una "enfermedad" diagnosticada en la medicina occidental hasta mediados del siglo XIX. En la era victoriana fue el diagnóstico habitual de un amplio abanico de síntomas, que incluían desfallecimientos, insomnio, retención de fluidos, pesadez abdominal, espasmos musculares, respiración entrecortada, irritabilidad, fuertes dolores de cabeza, pérdida de apetito y «tendencia a causar problemas».

Las pacientes diagnosticadas con histeria femenina debían recibir un tratamiento conocido como «masaje pélvico», estimulación manual de los genitales de la mujer por el doctor hasta llegar al orgasmo que, en el contexto de la época, se denominaba «paroxismo histérico», al considerar el deseo sexual reprimido de las mujeres una "enfermedad".Otra forma habitual de tratarla era el lavaje vaginal que consistia en baño de agua fría con una manguera a presión.


Hombre pequeñito Alfonsina Storni Poema de 1919 (del libro 'Irremediablemente'). Hombre pequeñito, hombre pequeñito, Suelta a tu canario que quiere volar... Yo soy el canario, hombre pequeñito, Déjame saltar. Estuve en tu jaula, hombre pequeñito, Hombre pequeñito que jaula me das. Digo pequeñito porque no me entiendes, Ni me entenderás. Tampoco te entiendo, pero mientras tanto Ábreme la jaula que quiero escapar; Hombre pequeñito, te amé media hora, No me pidas más.

Alfonsina Storni (Suiza, 1892-Mar de Plata, Argentina 1938) es una de las grandes poetisas en español y una autora de referencia para el feminismo, tanto por su vida como por su obra. En sus libros abordó de forma directa y subversiva para la época. temas como la sexualidad femenina, los roles de género y la subordinación al hombre.




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