Revista Hermanas de la Cruz Número 26

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Sumario

SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ .

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1. Editorial - La Fe y la Confianza ................................................................................................................... 4 2. Para dar razón de nuestra fe - Jesucristo descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos .. 6 3. Cartas de Santa Ángela de la Cruz - Virtudes que se desprenden de la Resurrección ...................................... 9 4. Perfil Espiritual de Santa Ángela - Las tres cátedras del Corazón de Jesús ...........................................................12 5. Me gusta contarte cosas... - Tres menos veinte .........................................................................................................................15 6. Hablamos de ella - Un baño de gracia, la Confesión .............................................................................19 - Hacer la voluntad de Dios en cada momento ........................................22 7. Florecillas de Sor Ángela de la Cruz - Bautismo de Angelita .............................................................................................................25

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Sumario

SANTA MARÍA DE LA PURÍSIMA Página

1. ALEGRAOS Y REGOCIJAOS - La llamada a la santidad en el mundo actual ........................................27 2. Así la vieron sus contemporáneos - José Antonio Balboa Gómez, Linares 1998 ..................................................34 - Destacaba por su profunda humildad y sencillez ................................36 3. Recordando su fiesta ................................................................................................................. 40 4. Gran intercesora del Señor .................................................................................................44

CAUSA DE CANONIZACIÓN DE JOSÉ TORRES PADILLA - Artículos periodísticos sobre el Padre José Torres - IV (cont.).....46 GRACIAS OBTENIDAS POR LA INTERCESIÓN DEL SIERVO DE DIOS - Gracias obtenidas .....................................................................................................................49

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LA FE Y LA CONFIANZA Estamos terminando el primer mes de enero. Tenemos motivos para llenarnos de alegría y empezar el año llenos de Fe y Confianza. Dios está con nosotros. Permanecerle fieles es la mayor señal y la mejor alegría para vivir el nuevo año. Santa Ángela de la Cruz, antes de morir dejó a sus hijas un testamento: “Os dejo un tesoro: la Fe y la Confianza que, si lo conserváis, nunca os veréis apuradas” Ella vivió de Fe y Confianza y caminó en la Fe y la Confianza. Nosotros muchas veces vivimos con inseguridades, con falta de confianza, con una fe tibia que no fortalece nuestra debilidad. Pero Dios que no pretende fortalecer a los poderosos, sino a los débiles, y a los que tienen fe y confianza, nos da una promesa preciosa y veraz: “Yo, soy el Señor, lo que he dicho lo cumpliré” ¡Dios es el que da vida y eficacia a todos nuestros esfuerzos! La Fe y la Confianza tienen como columna la fidelidad a Dios. ¿Por qué entonces desconfiamos de nuestras propias fuerzas y desconfiamos también de Dios? ¿Por qué nos cuesta tanto cultivar nuestra fidelidad al Señor? ¿Por qué nos cuesta tanto ser fieles, alabarlo cuando todo nos va bien y alejarnos de Él cuando las cosas no salen como nosotros esperamos? ¿Por qué no somos capaces de vivir nuestra fidelidad a Dios a base de paciencia, de amor, de entrega, de esfuerzo y en cambio nos abandonamos a la tentación, al abandono y a creer solo en nuestras propias fuerzas? 4


EDITORIAL

La Fe y la Confianza Nos cuesta tanto trabajar la fidelidad a Dios porque vivimos con falta de confianza y con una fe débil. En el vocabulario de Dios cuando las cosas se ponen difíciles, el “No puedo” es una expresión que no existe, que no se comprende, porque en la dificultad Él utiliza términos tan divinos y tan eternos como fidelidad, paciencia, perseverancia en el bien, fe, confianza… Santa Ángela nos da lecciones de Fe y Confianza y nos dice que con Dios todo lo podemos. Así lo expresa ella en una de sus cartas a la comunidad de Carmona: “Animarse mucho, no desmayar en el camino emprendido, y cuando el enemigo venga queriendo sacar partido de ustedes haciéndole la vida, pesada, el trabajo superior a vuestras fuerzas, y que los sacrificios son muchos, y que con menos os haríais santas, despacharlo con valor y aumentar en vosotras las tres virtudes teologales. La fe, diciendo con todas las veras de nuestra alma: “Creo en Dios Padre todopoderoso, con la ayuda de Dios todo lo puedo”. Y aunque tenga que vivir cien años en un continuo padecer, puedo. Aunque tenga que vivir de la humillación y ésta sea mi único alimento, puedo. Aunque nadie me mire ni me atienda y de mí se olviden, puedo. Aunque me vea privada de todo lo que pueda endulzar mis amarguras, tanto en lo espiritual como en lo temporal, puedo. Sí, puedo; y puedo aunque viva sola, sola sin tener quien se compadezca de mí, ni quien enjugue mis lágrimas, puedo. Y lo puedo todo con mi Dios.”1 Este testamento de Fe y Confianza que Madre dejó en su Instituto antes de morir, es un tesoro. Un tesoro es algo que tiene un alto precio. Si queremos presumir de algo y tener el tesoro más valioso procuremos cuidar la Fe y la Confianza. El Señor nos da muchas cosas; la paz interior, la tranquilidad de corazón, la certeza de una salvación eterna que solo Dios nos puede dar… ¡No hay dinero ni tesoro que esto lo pueda comprar! ¡Nada se compara con sabernos amados por Jesucristo! Este tesoro de la Fe y Confianza es algo que nosotros podemos escoger y cuidar con nuestra Fe y Confianza de cada día. 1.- Carta de la Comunidad de Carmona. Julio 1881

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JESUCRISTO DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS, AL TERCER DÍA RESUCITÓ DE ENTRE LOS MUERTOS «Resucitar con una verdadera resurrección de unión con Dios»1. Jesucristo murió por nuestros pecados, para salvarnos, era el plan de Dios, la Redención tenía su culmen en el madero de la Cruz. A los dos ladrones que acompañaron a Jesucristo en la Cruz les quebraron las piernas, según nos describe el evangelista San Juan, a Cristo al verlo ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le abrió el costado con la lanza. Y al instante brotó sangre y agua2 . La lanza atravesó el corazón de Jesús ya muerto e hirió profundamente el alma de María, cumpliéndose las profecías: «una espada te traspasará el alma»3 y «Miraran al que traspasaron»4. Dos hombres temerosos de Dios, discípulos ocultos del Señor, miembros del Sanedrín, José de Arimatea y Nicodemo, pedirán el cuerpo de Jesús para enterrarlo, en un sepulcro nuevo, excavado en la roca. Verdaderamente ha muerto el Señor. La escena es conmovedora, se disponen a enterrar al Dios hecho carne. El plan de Dios continúa, la muerte será a partir de ahora la pascua hacia la vida eterna, el paso hacia el cielo. La justicia divina no se olvida de nadie, por eso Cristo desciende al Sheol, morada de los muertos, de los privados de la visión de Dios, para rescatar a los que «oigan la voz del Hijo de Dios y los que la oigan vivan»5. La salvación llega a las almas de todos los tiempos: «Con el alma unida a su Persona divina, Jesús tomó en los infiernos a los justos que aguardaban a su Redentor para poder acceder finalmente a la visión de Dios»6. 1 En Dialogo permanente con sus hijas. Epistolario de Sor 2 cf. Jn 19, 32-34. 3 Lc 2, 35. 4 Jn 19, 37; Za 12, 10. 5 Jn 5, 25. 6 Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, 125.

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Ángela de la Cruz. 1921-1929. Roma, 1986. P. 9.


PARA DAR RAZÓN DE NUESTRA FE

Jesucristo descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos Al tercer día, Jesús resucita a una vida nueva, es el mismo Cristo glorificado, «la Resurrección de Cristo no es un retorno a la vida terrena. Su cuerpo resucitado es el mismo que fue crucificado, y lleva las huellas de su Pasión, pero ahora participa ya de la vida divina, con las propiedades de un cuerpo glorioso»7. «Si Cristo no resucitó, es vana nuestra fe»8. ¿Qué datos tenemos de la Resurrección de Cristo?: 1.- El sepulcro vacío: por los evangelios conocemos que el sepulcro estaba custodiado por los soldados, a pesar de ello, la piedra había sido movida, las vendas y la sábana no contenían el cuerpo del Señor. El descubrimiento del sepulcro vacío fue el primer paso para el reconocimiento del hecho de la Resurrección. 2.- Las apariciones del Resucitado: María Magdalena y las santas mujeres, que iban a embalsamar el cuerpo de Jesús fueron las primeras en encontrarse con Jesús Resucitado. El Señor se apareció a Pedro, a los Doce. San Pablo nos habla de quinientas personas a las que se le apareció Jesús. La resurrección de Cristo es un hecho histórico, pero que trasciende la historia, el cuerpo de Jesús con las señales de la pasión aún siendo el mismo ya no está sometido a las leyes espacio-temporales, ha vencido el pecado y la muerte, quizás traspasa nuestra comprensión porque es parte del misterio de la salvación, «Jesús resucitado es soberanamente libre de aparecer a sus discípulos donde quiere y bajo diversas apariencias»9. La resurrección no fue un retorno a la vida terrena. Su cuerpo lleno del poder del Espíritu Santo participa de la vida divina en el estado de gloria. 7 Ibíd., 129. 8 1Co 15, 17. 9 Compendio 10 Lc 24, 5-6.

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PARA DAR RAZÓN DE NUESTRA FE

Jesucristo descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos «¿Por qué buscar entre los muertos al que vive? No está aquí, ha resucitado»10. Madre Angelita lo buscaba entre los vivos, entre los pobres y enfermos. Sabía donde encontrar a su Señor, lo conocía, trataba con Él en la oración, sabía que estaba vivo y presente realmente en el Sagrario, lo había acompañado espiritualmente a la Cruz y exhortaba a las hermanas en la Pascua de Resurrección a que lo dejaran vivir para siempre en sus almas: «Supongo que penetradas de lo mucho que padeció nuestro Señor en su pasión y muerte, han acompañado a nuestra Santísima Madre en unión de las Marías hasta llegar al Calvario [...], y que nuestro Señor en premio de vuestra fidelidad os ha visitado de una manera especial, concediéndoos como a almas predilectas gozos inefables. Y que no el ángel como las que lo buscaban muerto, sino nuestro Señor mismo resucitado os habrá dicho: “¿Por qué lloráis? Estoy vivo, he resucitado en vuestras almas, estoy con vosotras; no temed. Yo estoy dispuesto a vivir en vuestro corazón siempre, si sois fieles a vuestros deberes. Entrad en mi costado, está abierto para todos los que vienen a mí, pero para vosotras más particularmente; no temed, me tenéis a mí y ningún enemigo puede haceros daño [...]»11. Dios anticipa a sus discípulos su gloria, Dios nos permite entrever su vida. Como si estuvieras en el Monte Tabor, en la entrada del sepulcro vacío, caminando con los discípulos de Emaús, puedes espiritualmente vivir una experiencia de unión con el Señor. Los santos son grandes testigos de una verdadera vida de unión con el Jesús. Sor Ángela alienta a las hermanas para que aprovecharan las fiestas litúrgicas, no sólo exteriormente, sino de un modo profundo, íntimo y delicado, para crecer en la unión con Él. Así podremos gozar anticipadamente de lo que Dios ha preparado para los que le aman. Por eso, en una carta a sus hijas les narra la verdadera felicidad que alcanza quien ha sido fiel al camino de la Cruz: «qué dicha para nosotras si hubiéramos muerto a nosotras mismas, con una muerte verdadera y sólida, porque entonces perseveraríamos en la resurrección de las virtudes... Y la resurrección de estar muy unidas a nuestro Señor trabajando para su mayor gloria, despreciando cuanto existe y no buscando más que lo eterno. Y somos débiles y necias en no hacerlo así, porque solo en esta resurrección está la verdadera felicidad»12. Ignacio Guillén Montoto, Pbro. Párroco de San Bartolomé Apóstol Aguadulce (Sevilla) 11 12

En diálogo permanente con sus hijas. Epistolario de Sor Ángela de la Cruz. 1883-1885. Roma, 1986. P. 303-304 Sor Ángela sabía preparar las fiestas. Cartas circulares de Sor Ángela de la Cruz. 18821931. Roma, 1989. P. 58.

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94– VIRTUDES QUE SE DESPRENDEN DE LA RESURRECCIÓN 1. Resucitar con Jesucristo por la práctica de las virtudes.– 2. La vida de oración hace la resurrección verdadera.– 3. Bienes que reporta al alma la oración.4. El enemigo trabaja por quitar el recogimiento.- 5. La asistencia a los enfermos no disipa. Alabado sea Nuestro Señor Jesucristo [Abril 1925]

Mis muy queridas hijas en Dios nuestro Señor: 1. Como supongo que todas han muerto con nuestro Señor, por la buena voluntad con que lo habrán acompañado en su dolorosa pasión y muerte, también habrán estado muy cerca de nuestra Santísima Madre como hijas cariñosas sintiendo sus penas y enjugando sus lágrimas; después habrán resucitado con su Esposo celestial y tendrán propósito de seguir esa vida sobrenatural, por la práctica de las virtudes que se desprenden de la resurrección y que son tan necesarias para la vida religiosa. Estas virtudes son: la oración. La que resucita vive la vida de oración, de fervor, de caridad y conformidad con la voluntad de Dios. Cuando resucitamos con el fervor de estos días, nos parece que esta resurrección nos va a durar toda la vida; y ya deben tener experiencia que al poco tiempo volvemos a la muerte, o mejor dicho, a la vida natural que es la muerte de lo sobrenatural para olvidarnos de la verdadera resurrección.

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CARTAS DE SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ

Virtudes que se desprenden de la Resurrección

2. Y ¿por qué nos pasa esto? ¿Por qué nuestros propósitos [caen] a tierra? Porque no sacamos experiencia de que, aunque hemos muerto o hemos pensado morir, nos hemos quedado con nuestra naturaleza. Y, aunque el espíritu está pronto, la naturaleza se ha quedado con su manera de ser, con su carácter, pensar y discurrir; con sus sentidos, por donde entran las pasiones antes que nos hayamos dado cuenta, y que tenemos que tratar con las personas y tocar las cosas que gustan y agradan. Y, sin poderlo remediar, nos llenamos de estas cosas y sentimos las impresiones agradables o desagradables. ¿Qué hacer para seguir resucitadas y no volver a la vida humana que nos separa de la sobrenatural? Una llamadita al interior: ahogar esas impresiones, recordar las anteriores con las que morimos y resucitamos, apartar de nuestra vista los objetos que nos distraen y nos pueden disipar. Y oración, mucha oración, y en ella encontraremos las fuerzas para sobreponernos a esos impedimentos para seguir en nuestra resurrección. 3. Después, el examen para conocer lo que ha entrado en nuestro interior de humano, para echarlo fuera y poner los medios, renovando los propósitos para seguir en buen espíritu. Y en seguida viene el fervor sólido. En la oración se ha vuelto a reproducir esa prontitud para cumplir con nuestros deberes, que es el fervor sólido. Viene la impasibilidad, con la conformidad con la voluntad de Dios y la sutileza de la caridad. Y seguimos firmes en nuestra resurrección, de donde se sigue esa paz tan sólida y hermosa que se ve en las comunidades, cuando la resurrección es estable y no ha sido aparente como la del Profeta, ni imperfecta como la de Lázaro: resucitar para volver a morir; sino como la de nuestro Señor, para no volver a morir. 10


CARTAS DE SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ

Virtudes que se desprenden de la Resurrección

4. Volvemos a morir porque no acudimos pronto a la oración ni a los exámenes, damos entrada a la disipación, y cuando vamos a la oración ya la disipación ha hecho grandes estragos en el alma. Porque el enemigo aprovecha la manera de ser de cada una para inventar todo lo que le puede distraer y entretener en lo humano; le pone muchos impedimentos para que no vuelva al recogimiento, hace que se olvide de la presencia de Dios; le pone delante muchos precisos inventados por la tentación para que la ahogue el trabajo.

5. Empecemos por la oración y la presencia de Dios a cortar la disipación antes que tome vuelo. En los cultos buscar lo devoto, no lo bonito ni esplendoroso; más vale presentarle a Dios un corazón humilde, devoto y fervoroso en un oratorio chico y pobrecito, que no un corazón soberbio en un templo grande, hermoso y esplendoroso. Y después de dar a Dios la gloria debida, cumpliendo en la parte espiritual como manda la santa Regla, después los enfermos, a la cabecera de los moribundos que esto no disipa. Estos enseñan a ser buenas religiosas y a morir tranquilas diciéndole a nuestro Señor: «Se me acabó la vida, en tus manos encomiendo mi espíritu». Si así lo propusiéramos y lo practicáramos y tuviéramos una resurrección estable de toda la vida, cómo empezaríamos a gustar las dulzuras de la oración, la felicidad del amor, la protección del desposorio celestial, y la imitación del divino Maestro, que cada día nos enseñará cosas sobrenaturales haciéndonos la práctica religiosa fácil y suave. Y nuestra Santísima Madre nos abrirá sus maternales brazos y, descansando en su regazo maternal, saldremos de todos los peligros libres y salvos caminando con paso firme hasta llegar a la gloria. Mucho las quiere y bendice en los Sagrados Corazones, vuestra pobre Madre Sor Ángela.

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PERFIL ESPIRITUAL DE SANTA ÁNGELA (IX)

Las tres cátedras del Corazón de Jesús

Las tres cátedras del Corazón de Jesús en la espiritualidad de Santa Ángela de la Cruz: Escondite, Maestro y Fuente.

I. ESCONDITE El 30 de mayo de 1919 su Majestad Alfonso XIII leyó la consagración del Reino de España al Sagrado Corazón de Jesús, en el Cerro de los Ángeles, centro geográfico de la Patria, a escasos kilómetros de su Capital, Madrid. Ante el Santísimo Sacramento expuesto en el monumento realizado por el arquitecto Carlos Maura Nadal y el escultor Aniceto Marinas con aportaciones de miles de españoles, resonó la voz del Monarca: «-Vos sois el camino seguro que conduce a la posesión de la Vida eterna: luz inextinguible que alumbra los entendimientos para que conozcan la verdad y principio propulsor de toda vida y de todo legítimo progreso social, afianzándose en Vos y en el poderío y suavidad de vuestra gracia, todas las virtudes y heroísmos que elevan y hermosean el alma.» En esas “virtudes y heroísmos que elevan y hermosean el alma”, se hallaban trabajando a unos cientos de kilómetros de aquel Cerro de los Ángeles, en el Sur de la Península, un puñado de Hermanas de la Cruz capitaneadas por su Madre General Sor Ángela de la Cruz Guerrero y González, reelegida el 10 de junio de 1916 por el segundo Capítulo General tras la aprobación pontificia del Instituto. Tras unos años sin nuevas fundaciones en estos próximos meses de 1919 y primeros 1920 se prepara una nueva fundación en Montellano a instancias de doña Jerónima Ramos de Ruiz. Sor Ángela cuenta con 73 años, en plenitud -que diría el Monarca- de virtudes y heroísmo que elevan y hermosean el alma... 12


PERFIL ESPIRITUAL DE SANTA ÁNGELA (IX)

Las tres cátedras del Corazón de Jesús Santa Ángela había preparado ya a sus hijas como madre previsora y providente, para este magno acontecimiento de la Consagración de España al Divino Corazón con Carta de Año en 1918 dedicada al «Corazón de Jesús y las Hermanas de la Cruz». En sus letras propone a sus hijas al Corazón de Jesús como Maestro de vida interior: «Dios quiera pueda ayudada de la gracia, aunque sencillamente, hablar de una cosa tan grande como es el Corazón de Jesús, enseñando la vida interior, tan necesaria a las almas que desean santificarse. Y por eso digo: El Corazón de Jesús y las Hermanas de la Cruz» (Car. an. 231-244) Madre indica en esta carta a sus hijas en la Compañía tres cátedras y lugares donde aprender las lecciones de este Divino Maestro: 1. En Belén. 2. En el Calvario. 3. En el Santísimo Sacramento. A lo largo de este año jubilar iremos acompañando esta meditación de Santa Ángela a sus hijas con el ritmo del año litúrgico. Comencemos con la primera cátedra, la cátedra de Belén: El Escondite. Sor Ángela recogiendo una costumbre que por las tierras del Sur de España se tenía allá por los años veinte del pasado siglo, de escribir letrillas espirituales con motivo de la Navidad y que se difundían con amplitud como felicitaciones entre comunidades religiosas y seglares piadosos -Christmas o tarjetones diríamos hoy en esta época donde lo hacemos todo con las nuevas y frías tecnologías de las redes sociales- Madre compuso su «Canastilla Espiritual» conjunto de cuarenta y cinco dones y regalos para el Divino Niño de Belén animando a sus hijas desde el Adviento hasta el siguiente Adviento -durante todo un año- a vivir la Santa Regla como el mejor lecho o cuna para el Señor. Cada regalo para el Infante Divino incluye la práctica de cinco actos de alguna concreta virtud. En ellas podemos calibrar la altura de esta cátedra de Belén en el corazón y en el pensamiento de Santa Ángela: 13


PERFIL ESPIRITUAL DE SANTA ÁNGELA (IX)

Las tres cátedras del Corazón de Jesús «Como me he enterado -escribe nuestra Santa - que el portal está oscuro, le daré a mi Niño Esposo una brillante luz, con la presencia de Dios continua y la oración de ruegos, para que brille en mis acciones el espíritu religioso; el cual nace y se alimenta de la presencia de Dios y de la oración. VIRTUD: Fidelidad y gracia. Pedir este espíritu para todas las Hermanas y que sus obras edifiquen al mundo.» (Máximas espirituales. Sevilla 1939. 162) En este bendito escondite de Belén aprendemos la primera palabra de nuestro propósito en este Año Jubilar de la Consagración de España al Sagrado Corazón: Lugar escondido donde escondernos no por la cobardía pusilánime del que huye del requerimiento de sus hermanos los hombres, sino para proveerse de la luz que se necesita para toda la vida cristiana y para una mayor ejercicio de la caridad en un mundo con hambre de Dios. El Corazón de Jesús es el lugar escondido en la roca donde Moisés ve pasar la gloria de Dios. El escondite del Cantar de los Cantares donde son colocadas en la peña las palomas fruto del amor casto del Amado. El lugar solitario -lejos de las posadas- donde viene a la tierra el Rey de la Gloria en Belén. El lugar apartado donde lleva el Maestro a sus discípulos a descansar tras el retorno de la gran misión apostólica. La barca en medio de la tempestad donde -aunque dormido- el corazón del Señor vela por los suyos. El Betania donde El Salvador prepara apartadamente a sus discípulos para el escándalo de la Cruz. La Sala amplia arreglada en el piso alto desde donde Cristo da a los suyos los regalos de la Eucaristía, del Sacerdocio y del Mandado nuevo, añadiendo en ese mismo lugar del Cenáculo, el rocío del Espíritu Santo en la mañana de Pentecostés como plenitud de todos los dones pascuales. Aprendamos desde este escondite que se nos abre en Belén a tener, en la escuela de Sor Ángela y con su intercesión “una vida escondida con Cristo en Dios” (Col.3. 3) alumbrando este “portal que está oscuro” con la continua presencia de Dios y la oración como nos recomienda por aguinaldo Madre en su Canastilla Espiritual. Juan Alberto Ramírez Avilés Rector Santuario Diocesano de Urda. Toledo. 14


TRES MENOS VEINTE ¿Qué pasó? Pues que a las tres menos veinte de la madrugada del 2 de marzo de 1932 murió Sor Ángela de la Cruz. A mí me cuesta creer que Sor Ángela esté muerta. La veo siempre viva y escuchando con mucha atención todo lo que nos inquieta. Como la mamá que escucha a su hijo, sin testigos por delante y en la intimidad se hace confidente de él que le cuenta sus preocupaciones, sus proyectos, o incluso, sus penas. Qué a gusto se encuentra un hijo cuando se ve atendido maternalmente por la mujer en quien pone toda su confianza y espera ciegamente su apoyo o su ayuda en lo que le inquieta o preocupa. Decir mamá, es decirlo todo y esperarlo todo. Pero Sor Ángela, como persona humana que era, también murió, digamos materialmente o físicamente; tenemos testimonios muy hermosos de las Hermanas que la asistieron en sus últimos instantes de vida. Dice la Hermana Ángeles que: “En el momento de su muerte, a pesar de tener medio lado de su cuerpo muerto, por sí sola se incorporó y levantó hacia el cielo los dos brazos, dirigiendo también hacia allí su mirada, con un semblante alegre; y con los ojos fijos en un punto pronunció con voz clara un ¡ay! Y entregó su alma a Dios.” La verdad es que a mí no me gusta mucho hablar de estos temas porque, como a todo el mundo, me gustan más las aventuras y los momentos felices, pero es que tratándose de Madre Angelita, hasta de sus momentos difíciles podemos aprender. Ella que había asistido a tantos enfermos siendo una verdadera madre llevando el consuelo y los remedios necesarios a todos y ahora, cuando ya han pasado casi noventa años de su ida al cielo, seguimos acudiendo a ella buscando esa paz que interiormente necesitamos más de uno. 15


ME GUSTA CONTARTE COSAS...

Tres menos veinte ¡Qué espíritu tan fuerte y qué gran conformidad con la voluntad de Dios tuvo siempre! Siempre lo demostró pero durante los nueve meses que duró su enfermedad, mucho más. Dijeron las Hermanas que su semblante, su rostro, mostraba una paz muy grande y una serenidad inalterable. Yo me imagino a sus Hijas, las Hermanas, visitándola, intentando sobreponerse a la gran preocupación que le encogía el alma, sonriendo y sus ojos clavados en los de Madre que le diría tantas cosas sin palabras pero que ellas habrían escuchado muchas veces: “En la Cruz, Hijas mías, en la Cruz”. Nosotros los que no hemos hecho grandes cosas importantes en la vida, aunque a veces nos hemos creído importantes, somos olvidados con el paso del tiempo o, si acaso, alguna vez se nos menciona de pasada por alguien que te conoció pero, en el caso de los Santos la historia es distinta, perduran en el tiempo. ¿A que sí? Fíjate en el caso de Sor Ángela, no quiso gloria ninguna para ella, humilde, sencilla, oculta, piadosa, pobre pero…eso sí con un corazón que no le cabía en el pecho porque amaba tanto que hacía presente a Dios en todas sus acciones y palabras. No podemos olvidar lo que dice San Juan: “Dios es Amor”, pues eso, Dios y las criaturas de este Dios que ama tanto eran toda su riqueza. Por eso Sor Ángela sigue viva; van pasando generaciones pero ella no pasa y nosotros la seguimos llamando: Zapaterita, Angelita, Madre, Sor Ángela de la Cruz, Madre Angelita, Madre Fundadora o, y esto es muy solemne, Santa Ángela de la Cruz. Pero ahí está y tenemos tantas muestras y fundamentos para pensar que nos escucha que acudimos a ella cada vez que tenemos algún apuro. Cuando el convento de las Hermanas está abierto y tenemos la oportunidad de acudir a la capilla de Santa Ángela siempre la encontramos con personas que rezan, piden o dan gracias, al Señor, si, pero por medio está la santita humilde y sencilla a quien Dios escucha de manera particular. 16


ME GUSTA CONTARTE COSAS...

Tres menos veinte Si ponemos nuestra mirada en la Virgen de la Salud que está en el retablito del altar parece que nos está hablando e indicándonos con su mirada: “Ahí tienes a mi hija Angelita y ten la seguridad de que tanto como me quiso y se preocupó por mí también lo hará por ti”. Y es verdad porque lo que Dios le dio no se lo quita nadie, ni siquiera lo borra el tiempo, como tantas cosas. Para nosotros Cristo vive y su Madre bendita también pero, que conste, que Sor Ángela está “viva” para todos nosotros, si no que se lo digan a tantos pobrecitos y necesitados que la ven llegar cada atardecer, por medio de sus Hijas, para curar, atender, consolar, ayudar; pues en ellas, que sepas, que está la mano bondadosa de Madre Angelita que las enamoró con su carisma de amor a Dios y al prójimo.

Que les pregunten a las personas que llevan sus flores o limosnas ante su altar y que tendrían infinidad de razones para decirnos que fueron escuchadas y, ellas, agradecidas le quieren demostrar con algún detalle su gratitud. Que pregunten a las ancianitas o jovencitas que pasan sus días en los hogares residencias de las Hermanas y que son atendidas con todo el esmero del mundo para que se sientan acogidas como en su familia. 17


ME GUSTA CONTARTE COSAS...

Tres menos veinte Que sí, que Madre Angelita sigue viva mientras haya corazones de jóvenes que, recibiendo la mirada privilegiada de Dios para las que Él escoge, dedican su vida, siguiendo la estela luminosa de ella, a demostrar de verdad que aman a Dios y a sus hijos e hijas. Pregunto (y respondo): Queremos a Sor Ángela, sí; queremos a las Hermanas, sí; apreciamos su obra, sí; creemos que hacen falta en la Iglesia, sí; sabemos que nuestro mundo las necesita, sí; vemos que son misioneras silenciosas del evangelio, sí; vemos cómo su comportamiento gana los corazones, sí; su humildad y su sonrisa hace más agradable nuestra convivencia, sí; su desprendimiento de todo nos enseña a apreciar más a las personas, sí; en su constante oración son bálsamo que suavizan nuestras culpas, sí; su devoción a la Virgen nos anima a un filial acercamiento a nuestra Madre, sí; se consideran dichosas en cualquier circunstancia fijándose en la Cruz de Cristo, sí; los pobres y necesitados son sus señores, sí. Ahora sigue tú añadiendo lo que se te ocurra porque seguramente hay muchos más motivos para que hagas lo que te propongo: Rezar por ellas, sí; ayudar económicamente para sus pobres, sí; pedir a Dios por su perseverancia, sí; facilitarles en cuanto podamos el desarrollo de su misión, sí; propagar la devoción a Santa Ángela de la Cruz, sí; rogar al Dueño de la mies que mande obreras a su mies, sí; más claro: pedir a Dios por sus VOCACIONES, sí, sí, sí. Grandes y maravillosas son tus obras, Señor. Grandes y predilectas tuyas son las criaturas que las realizan, ah, y… gracias Señor porque haces que Madre Angelita siga viva entre nosotros.

Luis Cornello Espina, sdb.

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UN BAÑO DE GRACIA, LA CONFESIÓN Una imagen vale más que mil palabras, es una afirmación que con frecuencia repetimos y constatamos en nuestra vida corriente. Y una de esas imágenes que entra de lleno en nuestro corazón es ver, cada año, al Papa Francisco, acercarse al Confesionario y ponerse de rodillas y sencillamente contemplar, desde lejos, como se confiesa. Sobra en ese momento cualquier comentario ya que la catequesis y el valor de la Confesión está explicado con creces. Son muchos los testimonios sobre qué supone el Sacramento de la Reconciliación, del Perdón, de la Alegría, de la Confesión o como queramos llamarlo para el cristiano, pero es muy sugerente la imagen que utiliza Santa Ángela para explicarlo, animando a prepararlo y vivirlo como un baño de gracia. La vida de fe, afirma Madre, cuando había alcanzado la plenitud de la vida espiritual, es “comunicación con Dios” y esa comunicación vendrá alentada en los sacramentos. Así podemos descubrir en una de sus cartas: “Búscalo en el de la penitencia, prepárate muy bien, como los que hacen viajes para encontrar la salud en aguas medicinales, con fe toman las aguas y los baños. Tú, que tienes este baño de la sangre preciosísima de nuestro Señor tan cerca y que con tanta frecuencia puedes bañarte y quedarte tan limpia y tan agradable a los ojos de Dios, pues ya tan limpia, abrázate con tu Esposo celestial y dile muchas veces - te amo, Dios mío, te adoro, quiero imitarte, quiero por tu amor sufrir, padecer y hasta morir-” Epistolario personal, carta 148, pagina 398. La Confesión, por tanto, la propone Santa Ángela como un momento privilegiado y personal para cada uno. Supone este Sacramento el momento en que la dignidad de cada creyente es afirmada más claramente. La Iglesia existe en ese momento sólo para él o para ella. Cualquier otro momento es 19


HABLAMOS DE ELLA

Un baño de gracia, la Confesión diferente. Y ciertamente suena bien fuerte: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos» (Jn 20,22 ss). Y la alegría de ese momento viene reflejado en la felicidad que describe el salmo 32 “Dichoso el que es perdonado de su culpa, y le queda cubierto su pecado. Dichoso el hombre a quien Yahveh no le cuenta el delito y en cuyo espíritu no hay fraude” En los tiempos que corren, es necesario recuperar y redescubrir este auténtico “baño sacramental”, dejando atrás la rutina, la monotonía, ese “el pecado no existe” o ese “se ha pasado de moda” o sencillamente “que no hay confesores”. La renovación y revolución dentro de nuestra Iglesia, viene y vendrá por medio de Jesucristo, el Señor; por medio de la Eucaristía y la Reconciliación; por medio de la conversión y santidad. Bien claro lo tenía San Juan Pablo II. Renovar el Sacramento, como un baño, quiere decir vivir la confesión no como un rito, una costumbre o una obligación canónica que hay que cumplir, sino como un encuentro personal con el Resucitado que nos permite, como a Tomás, tocar sus llagas, sentir en nosotros la fuerza sanadora de su sangre y gustar «el gozo de estar salvados». La confesión nos permite experimentar en nosotros lo que la Iglesia canta la noche de Pascua en el Exultet: «¡Oh feliz culpa que nos ha merecido tal Redentor!». ¡Jesús sabe hacer de todas las culpas humanas, una vez reconocidas, «felices culpas», culpas que ya no se recuerdan más sino por la experiencia de misericordia y de ternura divina de la que han sido ocasión! 20


HABLAMOS DE ELLA

Un baño de gracia, la Confesión Un milagro mayor que decir a un paralítico: «Levántate y anda» sucede en cada absolución (Cf. Mc 2,9). Sólo la omnipotencia divina puede crear de la nada lo que no es, y reducir a la nada lo que es, y esto es lo que ocurre en la remisión de los pecados. En ella se realiza de hecho lo que sucede de derecho en la cruz: es «destruido el cuerpo del pecado», literalmente «aniquilado» (Rm 6,7). El sacramento de la confesión pone a nuestra disposición un medio excelente e insuperable para hacer siempre de nuevo la experiencia de la justificación gratuita a través de la fe. Nos da la posibilidad de realizar cada vez el «maravilloso intercambio» por el que nosotros damos a Cristo nuestros pecados y Él nos da a nosotros su justicia. Después de cada buena confesión, somos el publicano que sólo por haber dicho: «¡Oh Dios, ten piedad de mí, pecador!», vuelve a casa justificado, perdonado, transformado en criatura nueva. Recibida la absolución, debemos estar atentos para no repetir el error de los nueve leprosos que ni siquiera se dieron la vuelta para dar gracias. También nosotros, después de cada confesión, podemos correr a la casa donde Jesús está en un banquete -acudir a la Eucaristía o ante el Santísimo-y dar salida a nuestra conmovida gratitud. Renovar el sacramento como verdadero “baño de gracia” es revisar cada cierto tiempo también el objeto de nuestras confesiones. Existe el peligro de detenerse en esquemas de examen de conciencia aprendidos de jóvenes y seguir con ellos toda la vida, mientras las situaciones han cambiado y nuestros verdaderos pecados ya no son los mismos de entonces y preguntarle al Señor, en esta “verdadera comunicación” ¿qué es lo que en este tiempo te ha desagradado más de mí, qué verdaderamente te ha entristecido y ofendido?». La respuesta no se hará esperar. Buena petición, sería, que queremos saber más de la Confesión. Hablamos quizá de muchas cosas importantes, pero tenemos que reflexionar más y vivir mejor de “esta agua medicinal” como decía Santa Ángela, que está a nuestro alcance y que una vez más nos muestra la disponibilidad de nuestro Dios, la misericordia de su corazón y el amor que no tiene límites. Y en definitiva que “donde abundó el pecado sobreabundó la gracia” Romanos 5,20. David Martínez Gutiérrez Parroquia de Santa Eulalia. Badajoz 21


HACER LA VOLUNTAD DE DIOS EN CADA MOMENTO Mientras más avanza la vida, más claro se entiende –desde la Fe cristianaque Dios nos pone en sitio y lugar determinados en cada momento para que hagamos su Santa Voluntad. Dios nos da libertad para que elijamos en cada instante lo que queremos hacer. Es tanto Su Amor hacia la persona humana que le confiere libertad absoluta para tomar la decisión que estime en cada tiempo de su vida. Pero es tanto el AMOR DE DIOS hacia la Persona Humana -a la que ha Creado desde SU AMOR- que le va marcando el camino que tiene que andar para llegar al Cielo. Dios Conoce nuestros caminos, que no son más que SU SANTA VOLUNTAD, y ello nos da grande consuelo para ir pasando las pruebas, duras a veces, que nos pone el Señor para examinar nuestro Amor, nuestra Fidelidad y nuestra Esperanza. Por eso le pedimos que no nos deje de Su Mano, que nos dé Su Fuerza porque las nuestras flaquean en las dificultades de la existencia. Sin la Ayuda de Dios, no somos nada. Y Su Ayuda nos llega muchas veces a través de los Santos. Mucha es la suerte que tuvo quien se encontrara en vida terrenal con Sor Ángela de la Cruz, y mucha es la suerte que tenemos quienes, en diversas maneras, hemos sentido la presencia de Santa Ángela de la Cruz en momentos difíciles de nuestra existencia. Cuántas veces Madre Angelita apareció en las vidas de tantos devotos cuando más difícil era salir adelante... La Santidad de Sor Ángela es algo muy serio, que se entiende con claridad diáfana cuando el Señor Dispone que la MADRE DE LOS POBRES emerja llena de bondad y de afecto cuando la vida se complica en forma de enfermedad, de persecución, de injusticia, de necesidad, o de dudas que lastran nuestro avanzar. Leer la Vida de Sor Ángela impresiona. Angelita Guerrero, venida al Mundo el 30 de Enero de hace 173 años, desarrolló allí donde puso sus pies y su corazón una serie extraordinaria de Virtudes Heroicas que le llevaron a la Santidad Proclamada por el Santo Papa Juan Pablo II el 4 de Mayo de 2003. Y me asombran sobremanera sus escritos, auténtico legado para sus devotos y para quien se acerque a conocerla, para andar el Camino, para entender la Voluntad de Dios y cumplirla de corazón. 22


HABLAMOS DE ELLA

Hacer la voluntad de Dios en cada momento Vivimos en un Mundo muchas veces falso, en el que se valora más a la persona por lo que consigue que por su dignidad humana. Vemos por un lado mucha gente que sufre. Y por otro lado, mucha gente que no se recata en decir cada día que se siente frustrada por no tener el dinero que le hubiera ayudado a hacer realidad este o aquel sueño. MADRE ANGELITA ES MAESTRA cuando dice “HAY QUE CONFORMARSE”. Conformarse no es enfadarse culpando a Dios por no tener la existencia placentera que quisiéramos llevar. CONFORMARSE es leer la Voluntad de Dios en cuanto nos acontece, y entender que los sacrificios que conlleva hacer la Voluntad de Dios agradan mucho al Señor, y que MIENTRAS MÁS SUFRAMOS EN LA EXISTENCIA, MÁS NOS AMA DIOS. CONFORMARSE es lo que hace el pobre en la Pobreza, el insatisfecho cuando apaga su insatisfacción, el impaciente cuando se vuelve templado, el enfermo cuando es capaz de ver la enfermedad como la Cruz que el Señor Ha Puesto sobre sus hombros para ser probado en la Fe y en la Esperanza. Esto que escribo no es nada fácil de entender si se mira únicamente desde nuestra condición humana. Por eso, MADRE ANGELITA ES NUESTRA MAESTRA en hacernos comprender el sentido de la existencia en las palabras de Cristo “TOMA TU CRUZ Y SÍGUEME”. Y bien claro nos dice Santa Ángela QUE “NO HAY NADIE QUE VIVA SIN CRUZ Y EL QUE HUYA DE UNA, ENCONTRARÁ OTRA MAYOR.” CONFORMARSE es no vivir descontento porque no me tocó el sitio ni el lugar que me gustarían haber tenido, sino vivir felices inmersos en las coordenadas de la existencia que nos toca vivir, no protestando y ofreciendo al Señor nuestros sacrificios cotidianos por AMOR A ÉL Y A SU BENDITA MADRE LA VIRGEN MARÍA, en reparación por los pecados que cada día se cometen en el Mundo contra sus Sagrados Corazones. 23


HABLAMOS DE ELLA

Hacer la voluntad de Dios en cada momento CONFORMARSE es ENTENDER LA VOLUNTAD DE DIOS, como hizo Madre Angelita cuando vio frustradas sus expectativas tras ingresar en otra Orden Religiosa. A veces en la vida hay que esperar sin saber por qué. Y el Reloj de Dios no es el reloj humano. DIOS HABLA SIEMPRE, PERO EN SU MOMENTO Y EN LA FORMA ELEGIDA POR ÉL ¿Quién podría sospechar lo que tenía reservado a Angelita Guerrero?... Nada más y nada menos que FUNDAR LA COMPAÑÍA DE LA CRUZ… ¡¡Y cúanto remedio para los que sufren, desde que Sor Ángela fundara tan Santo Instituto!! CONFORMARSE es entender que Dios nos ha elegido para grandes

cosas

en

lo cotidiano. En el estudio, en el trabajo, en

el

Ministerio

Sacerdotal, Vida

en

la

Consagrada,

en el Matrimonio, en sacar adelante una familia, en Ayudar al Prójimo. Por eso debemos afrontar la vida con la alegría de SABERNOS AMADOS POR DIOS. Y para ello, no hay mejor MAESTRA que MADRE ANGELITA. Una vez más, muchas gracias MADRE.

Rafael de Gabriel García 24


BAUTISMO DE ANGELITA El día del nacimiento es un día grande. Pero el día más grande es el día del bautismo: porque nacemos hijos de Dios. Y en la familia de Angelita se vivían estas cosas. Le impusieron por nombre María de los Ángeles (por su abuela paterna), Martina (patrona del día de su nacimiento), y de la Santísima Trinidad, como se acostumbraba a añadir a todos los niños castizos en Sevilla. Ella conservará toda la vida una devoción particular a la Virgen de los Ángeles, a Santa Martina y a cada una de las tres personas de la Santísima Trinidad. La bautizaron en su parroquia, Santa Lucía: su pila bautismal, una obra de arte, se conserva en el conventito de las Hermanas de la Cruz, en la misma casa donde nació, porque la antigua parroquia ya no existe. La pila es un testigo mudo de las grandezas de Dios sembradas en el alma de Angelita. Porque Angelita no hizo otra cosa durante su vida que ser fiel a la gracia de su bautismo: portarse como hija de Dios, siguiendo a Jesucristo con su cruz y dejándose prender por el fuego abrasador de la caridad, que había derramado en su corazón el Espíritu.

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Santa María de la Purísima de la Cruz


ALEGRAOS Y REGOCIJAOS

La llamada a la santidad en el mundo actual Queridos hermanos y hermanas:

Las Hermanas de la Cruz me han pedido que colabore en la publicación del boletín sobre Santa Ángela de la Cruz, Santa María de la Purísima y el Siervo de Dios padre José Torres Padilla. Accedo a la petición con mucho gusto y deseo que esta presentación de la exhortación apostólica Alegraos y regocijaos, sobre la llamada a la santidad en el mundo actual, nos ayude a no tener miedo de tender hacia lo alto, hacia las alturas de Dios, hacia la santidad. Los santos nos dicen que todos podemos recorrer el camino hacia la santidad. En todas las épocas de la historia de la Iglesia, en todas las latitudes de la geografía del mundo, hay santos de todas las edades y de todos los estados de vida; son rostros concretos de todo pueblo, lengua y nación. Y son muy distintos entre sí. Algunos son personas normales, por decirlo de alguna manera, sin un heroísmo visible, pero en su bondad de todos los días está la verdad de la fe. En la comunión de los santos, canonizados y no canonizados, que la Iglesia vive gracias a Cristo en todos sus miembros, nosotros gozamos de su presencia y de su compañía, y cultivamos la firme esperanza de poder imitar su camino y compartir un día la misma vida bienaventurada, la vida eterna. 27


ALEGRAOS Y REGOCIJAOS La llamada a la santidad en el mundo actual En distintos momentos de su pontificado, el Papa Francisco nos ha ido hablando acerca de la santidad. A los pocos meses de iniciar su ministerio exponía en una audiencia general, dedicada a la santidad de la Iglesia, que la «santidad no consiste en hacer cosas extraordinarias, sino en dejar actuar a Dios» (2.10.2013). No se trata de presentar un modelo de santidad como un ideal inalcanzable, sino de mostrar una forma de vida que pueda ser asumida en la realidad cotidiana de los hombres y mujeres de hoy. En este sentido, afirmaba en otra ocasión: «Estamos llamados a ser santos precisamente viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio cristiano en las ocupaciones de cada día. Y cada uno en las condiciones y en el estado de vida en que se encuentra» (19/11/2014). En la última audiencia general del 4 de abril, concluyendo el ciclo de catequesis dedicado a la Misa, señalaba lo siguiente: «Esto es santidad, hacer como hizo Cristo es santidad cristiana». Con estos elocuentes precedentes, no es de extrañar que el Papa haya querido obsequiarnos con su tercera exhortación apostólica Alegraos y regocijaos, sobre la llamada a la santidad en el mundo actual. Es una llamada a apuntar alto con nuestra vida, pues «el Señor nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuada» (n. 1). Francisco no pretende hacer un tratado sobre la santidad, sino «hacer resonar una vez más la llamada a la santidad, procurando encarnarlo en el contexto actual. Con riesgos, desafíos y oportunidades» (n. 2).

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ALEGRAOS Y REGOCIJAOS La llamada a la santidad en el mundo actual Una enseñanza sencilla sobre las bienaventuranzas A lo largo de cinco capítulos (la exhortación consta de 177 números) el Papa nos recuerda cómo el Señor nos ha elegido para ser santos (capítulo I) y su llamada a no tener miedo de la santidad. En este camino hay que evitar lo que él considera que son falsificaciones de la santidad, a las que pone nombre: gnosticismo y pelagianismo, pues ambas complican y detienen a la Iglesia en su camino hacia la santidad (n. 62). El capítulo II trata sobre ambas. Nada mejor que estar a la escucha del Maestro para que nos ilumine sobre la santidad por medio de sus palabras y su forma de transmitir la verdad. Esto lo hizo, señala el Papa, por medio de las bienaventuranzas. Con ellas, el Señor nos responde a la pregunta ¿cómo se hace para llegar a ser un buen cristiano?, pues en ellas «se dibuja el rostro del Maestro, que estamos llamados a transparentar en lo cotidiano de nuestras vidas» (n. 63). El Papa nos pide en este tercer capítulo volver a escuchar a Jesús de forma que sus palabras nos interpelen a un cambio real de vida, pues de lo contrario «la santidad será solo palabras» (n. 66). Tomando la versión del Evangelista San Mateo, el Papa va haciendo una enseñanza sencilla y breve de cada una de ellas. Ser pobre en el corazón (n. 70); reaccionar con humilde mansedumbre (n. 74); saber llorar con los demás (n. 76); buscar la justicia con hambre y sed (n. 79); mirar y actuar con misericordia (n. 82); mantener el corazón limpio de todo lo que mancha el amor (n. 86); sembrar paz a nuestro alrededor (n. 89); aceptar cada día el camino del Evangelio, aunque nos traiga problemas (n. 94). Todo esto, escribe el Papa, es santidad. También Francisco señala que en la escena del juicio final (Mt 25, 31-46), Jesús se detiene en una de estas bienaventuranzas: la que declara felices a los misericordiosos. Estos versículos cobran una importancia singular para el Papa, pues como escribió San Juan Pablo II, «no son una simple invitación a la caridad, sino una página de cristología que ilumina el misterio de Cristo». Por eso, el Papa Francisco ruega a los cristianos que los acepten y reciban con sincera 29


ALEGRAOS Y REGOCIJAOS, La llamada a la santidad en el mundo actual apertura, sin comentario, sin elucubraciones y excusas que les quiten fuerza. El Señor nos dejó bien claro que la santidad no puede entenderse ni vivirse al margen de estas exigencias suyas, porque la misericordia es el corazón palpitante del Evangelio (cf. n. 97). Desde aquí nos pone en guardia frente a dos tentaciones: la de aquellos cristianos que separan las exigencias del Evangelio de su relación personal con el Señor, lo que convierte al cristianismo en una ONG, vaciándola de la mística luminosa; la otra tentación es la de aquellos cristianos que sospechan del compromiso social de los demás por considerarlo algo superficial, mundano y secularista. Termina este tercer capítulo animándonos a releer con frecuencia tanto las bienaventuranzas como el protocolo del juicio final, pues en ellas está «la fuerza del testimonio de los santos. Ellos nos harán bien, nos harán genuinamente felices» (n. 109). Partiendo de la lectura de estos textos, el Papa presenta en el capítulo cuarto algunas notas espirituales que han de estar presentes en una vida santa. Son cinco grandes manifestaciones del amor a Dios y al prójimo que considera de particular importancia, debido a algunos riesgos y límites de la cultura de hoy: • Frente a la ansiedad nerviosa y violenta que nos dispersa y debilita propone el Papa estar centrado en Dios, pues solo así es posible «aguantar, soportar las contrariedades, los vaivenes de la vida y también las agresiones de los demás, sus infidelidades y defectos» (n. 112). • Frente a la negatividad y la tristeza, el santo ofrece en su vida alegría y sentido del humor. No la alegría consumista e individualista presente en algunas manifestaciones culturales actuales. Es la «alegría que se vive en comunión, que se comparte y reparte» (n. 128). • Frente a la acidia cómoda, consumista y egoísta, la santidad ofrece parresía: audacia, empuje evangelizador que deja una marca en este mundo. «La Iglesia no necesita tantos burócratas y funcionarios, sino misioneros apasionados, devorados por el entusiasmo de comunicar la verdadera vida. Los santos sorprenden, desinstalan, porque sus vidas nos invitan salir de la mediocridad tranquila y anestesiante» (n. 138). 30


ALEGRAOS Y REGOCIJAOS, La llamada a la santidad en el mundo actual • Frente al individualismo, que nos hace perder el sentido de la realidad y la claridad interior, «la santificación es un camino comunitario, de dos en dos, pues vivir o trabajar con obras es, sin duda, un camino de desarrollo espiritual» (n. 141). • Por último, frente a tantas formas de falta de espiritualidad sin encuentro con Dios que llena el mercado religioso actual, «el santo es una persona con espíritu orante, que necesita comunicarse con Dios, sale de sí en la alabanza y amplía sus límites en la contemplación del Señor» (n. 147). La gracia para discernir En el quinto capítulo de la exhortación, el Papa nos habla del combate y la vigilancia que ha de tener todo creyente para resistir a las tentaciones del diablo y así poder anunciar el Evangelio. Lucha no solo contra nuestras fragilidades e inclinaciones, sino también contra el diablo, el príncipe del mal, «que no es un mito, una representación, un símbolo, una figura o una idea, sino un ser personal que nos acosa» (n. 160). Para afrontar este combate, el Papa señala las armas poderosas que nos da el Señor: «la fe que se expresa en oración, la meditación de la Palabra de Dios, la celebración de la Misa, la adoración eucarística, la reconciliación sacramental, las obras de caridad, la vida comunitaria, el empeño misionero» (n. 162). Ahora bien, para saber si algo viene del Espíritu Santo o si su origen está en el espíritu del mundo o en el espíritu del diablo, se necesita el discernimiento, que supone no solo razonar bien o tener sentido común, sino también pedirlo como don al Espíritu Santo» (n. 166), pues «sin la sabiduría del discernimiento podemos convertirnos fácilmente en marionetas a merced de las tentaciones del momento» (n. 167). El progreso en el discernimiento exige la educación en la paciencia de Dios y en sus tiempos, que nunca son los nuestros. «El discernimiento no es un autoanálisis ni una introspección egoísta, sino una verdadera salida de nosotros mismos hacia el misterio de Dios, que nos ayuda a vivir la misión a la cual nos ha llamado para el bien de los hermanos» (n. 175). 31


ALEGRAOS Y REGOCIJAOS, La llamada a la santidad en el mundo actual Este último capítulo concluye recordando a María, «porque ella vivió como nadie las bienaventuranzas de Jesús» y es «la santa entre los santos, la más bendita, la que nos enseña el camino de la santidad y nos acompaña» (n. 176), y pidiendo que el Espíritu Santo infunda en nosotros un anhelo de ser santos para gloria de Dios. He disfrutado con la lectura de este texto papal por su claridad, sencillez y unción con la que están escritas sus páginas. Es una invitación a la búsqueda de Dios en la vida cotidiana para dejarnos hacer por Él y así alcanzar la santidad a la que hemos sido llamados. A menudo se piensa todavía que la santidad es una meta reservada a unos pocos elegidos. San Pablo, en cambio, habla del gran designio de Dios y afirma: «Él (Dios) nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo para que fuésemos santos e intachables ante él por el amor» (Ef 1, 4). Y habla de todos nosotros. En el centro del designio divino está Cristo, en el que Dios muestra su rostro: el Misterio escondido en los siglos se reveló en plenitud en el Verbo hecho carne. Y San Pablo dice después: «Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud» (Col 1, 19). En Cristo el Dios vivo se hizo cercano, visible, audible, tangible, de manera que todos puedan recibir de su plenitud de gracia y de verdad (cf. Jn 1, 14-16). Por esto, toda la existencia cristiana conoce una única ley suprema, la que San Pablo expresa en una fórmula que aparece en todos sus escritos: en Cristo Jesús. La santidad, la plenitud de la vida cristiana no consiste en realizar empresas extraordinarias, sino en unirse a Cristo, en vivir sus misterios, en hacer nuestras sus actitudes, sus pensamientos, sus comportamientos. La santidad se mide por la estatura que Cristo alcanza en nosotros, por 32


ALEGRAOS Y REGOCIJAOS, La llamada a la santidad en el mundo actual el grado como, con la fuerza del Espíritu Santo, modelamos toda nuestra vida según la suya. Es ser semejantes a Jesús, como afirma San Pablo: «Porque a los que había conocido de antemano los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo» (Rm 8, 29). Y San Agustín exclama: «Viva será mi vida llena de ti» (Confesiones, 10, 28). El concilio Vaticano II, en la constitución sobre la Iglesia, habla con claridad de la llamada universal a la santidad, afirmando que nadie está excluido de ella: «En los diversos géneros de vida y ocupación, todos cultivan la misma santidad. En efecto, todos, por la acción del Espíritu de Dios, siguen a Cristo pobre, humilde y con la cruz a cuestas para merecer tener parte en su gloria» (LG 41). Todos estamos llamados a la santidad: es la medida misma de la vida cristiana. Una vez más San Pablo lo expresa con gran intensidad cuando escribe: «A cada uno de nosotros se le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo ... Y él ha constituido a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y doctores, para el perfeccionamiento de los santos, en función de su ministerio y para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al Hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud» (Ef 4, 7.11-13). Teodoro León Muñoz Vicario General de la Archidiócesis de Sevilla

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Querida comunidad de hermanas de la Cruz: Apenas supe la perdida de Madre, escribí un tarjetón a Sevilla manifestando, por un lado, mis más sentidas dolencias, y al mismo tiempo, les manifestaba el gozo de haber conocido a una religiosa de un temple excepcional por su humildad que contagiaba y por la fortaleza de su temperamento. No puedo olvidar que tuve una gran suerte de conocerla y tratar con ella, muy poco, pero lo suficiente para reafirmar lo que he dicho más arriba. Fue con ella, los que estábamos empeñados en la fundación de una casa de las Hermanas de la Cruz, en Linares, con quién tratamos el tema; nos admiraba la paz con que estudiaba las posibilidades de la fundación y la confianza absoluta en Dios para que se hiciera realidad si era la voluntad de Dios. Yo jamás había tenido la suerte de colaborar en una empresa semejante y les confieso que todos mis temores ante las dificultades que se iban presentando se dispersaron cuando comprobé la confianza en la Divina Providencia que rezumaba las ilusiones de Madre. Como Capellán de las Hermanas en Linares, desde el día de su fundación, con nombramiento del Señor Obispo y cuya fotocopia guardan las Hermanas, soy testigo que el día en que se bendijo el Oratorio y a cuya bendición asistieron con “Madre”, otras Hermanas de otras casas, me tocó a mi decirle al Sr. Obispo D. Santiago García, quién era la Madre General. Para mí era un detalle muy significativo de su sencillez y de su humildad.

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ASÍ LA VIERON SUS CONTEMPORÁNEOS

José Antonio Balboa Gómez, 1998 Aquel día tuvo que ser para ella muy emotivo, lo único que le importaba era que el Señor se luciera, porque para Él, ¡toda la gloria! Así vi yo a Madre, aunque tal vez pudiera añadir algún otro detalle igualmente llamativo, que ahora no viene al caso. En la homilía que pronuncié a las Hermanas cuando todavía “Madre” no había recibido cristiana sepultura, les dije, porque estoy plenamente convencido, de que era un deber de toda la Compañía, pero de una manera muy especial de quienes trabajaron más de cerca con ella, que POR JUSTICIA se debía recoger cuanto antes, los testimonios de quienes la conocieron y se aprovecharon de su “BONOS ODERCHRIST” para que cuando se cumplan los plazos que nuestra Santa Madre Iglesia exige, se introduzca el proceso de Canonización. Luego la Iglesia dirá su última palabra, pero al menos la Compañía y las actuales colaboradoras, habían cumplido con sus deberes de “buenas hijas”.

En el tarjetón que escribí, y que no sé por qué no llegó a su destino, no manifestaba tan al detalle lo que he escrito en esta carta, pero tal vez ahora al ver las cosas con más calma en la presencia de Dios, también me creo en el deber de dar este pobre testimonio porque así también cumplo con mi deber que de no hacerlo no me lo perdonaría.

Servir a una Comunidad de Hermanas de la Cruz, es una GRACIA tan grande, que no puede pagarse en esta tierra. Ruego recen por mí, para que yo sepa servir a la Comunidad de Hermanas de la Cruz en Linares, que son un ejemplo para quienes las tratan. Servir a una Comunidad de Hermanas de la Cruz, es una GRACIA tan grande, que no puede pagarse en esta tierra. A toda la Comunidad de Hermanas de la Cruz y muy especialmente a la Hermana María Sofía, le expreso toda la mezcla cristiana de dolor, por una parte, de alegría por otra, porque hemos ganado una Santa para nuestro consuelo. Reciba toda la Compañía mis sentimientos que he expresado triplemente en esta carta de quien desea servirlas como Sor Ángela desea. Firmado: José Antonio Balboa Gómez En Linares, a dos de diciembre de mil novecientos noventa y ocho 35


DESTACABA POR SU PROFUNDA HUMILDAD Y SENCILLEZ Por razones profesionales conocí a Sor María de la Purísima de la Cruz, en el siglo Dª Isabel Salvat Romero, el día 28 de noviembre de 1979, según resulta de mis archivos notariales, apenas dos meses después de que tomara posesión del cargo de Notario de esta Ciudad de Sevilla. En estos casi 20 años de ejercicio profesional en esta Capital, he tenido la gran suerte y el enorme honor de conversar y tratar, varias veces en cada año, a Madre María de la Purísima, Madre General de la Congregación de Hermanas de la Compañía de la Cruz. De los repetidos contactos que mantuve con ella, destacaba siempre su profunda humildad y sencillez, que se traslucía en múltiples detalles: por

ejemplo,

cuando

llegaba

al

despacho, y a pesar de su alto cargo y agobiantes preocupaciones, jamás daba la menor señal de tener prisa; se sentaba en cualquier rincón a esperar que llegara su turno o le avisaran, sin mostrar impaciencia alguna. Fruto de su humildad y sencillez era

su

angelical

dulzura,

que

se exteriorizaba en su recogida compostura, la suavidad del tono de su voz, su manera suave de exponer las cuestiones que teníamos que tratar, su atención complacida (jamás inquisitiva) en escuchar, aceptación afable de las opiniones que le formulaba, etc. 36


ASÍ LA VIERON SUS CONTEMPORÁNEOS

Destacaba por su profunda humildad y sencillez Estas actitudes y virtudes externas (aún a riesgo de pecar de suficiente en una materia en la que no me considero ni mucho menos especialista) creo que reflejaban una intensa y profunda vida interior y un altísimo grado de calidad humana. Al trato con ella debo mi hoy gran devoción a su Fundadora la Beata Sor Ángela de la Cruz. No tuve la dicha de conocer a Madre Angelita, pero siempre he imaginado que Sor María de la Purísima de la Cruz era fiel imagen y retrato de aquella. Por ello, a la vez que en estos prácticamente 20 años que he tenido algún problema o dificultad familiar, iba a rogarle a Madre que las encomendara a Dios para que se resolvieran favorablemente y la verdad es que cuantas cuestiones le encomendé, fueron resueltas satisfactoriamente.

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ASÍ LA VIERON SUS CONTEMPORÁNEOS

Destacaba por su profunda humildad y sencillez Me consta que ella trasladaba a sus hijas mis ruegos y las Hermanas de la Cruz me tenían presente en sus oraciones. Con tan magníficas valedoras es natural y está perfectamente explicada la resolución propicia de mis apuros. Resultaría prolijo detallar los múltiples asuntos por los que le pedí se interesara ante el Señor (estudios y oposiciones de los hijos, noviazgos, matrimonios, enfermedades, etc.) Pero querría destacar dos casos, para mí especialmente significativos. Hace unos tres años tuve un accidente de circulación, que pudo ser mortal, pues en la autovía Sevilla-Málaga, el coche en que veníamos mi mujer y yo hacia Sevilla hizo un extraño y se pasó a la Calzada de la dirección contraria, sin que (a Dios Gracias) en ese momento viniera ningún coche en contra con el que pude haber chocado con resultados funestos. Después de deslizarse recostado sobre el lado de mi mujer por la medianera de separación de ambas calzadas, el coche quedó parado en la contraria, sin que nos ocurriera nada, salvo alguna pequeña magulladura. La protección celestial en aquel caso la achaco a la oración permanente de las Hermanas de la Cruz, por indicación de la Madre General y, en un plano más concreto, a un llavero de coche con la imagen de la Beata Ángela de la Cruz, que Madre María de la Purísima me regaló, y llevaba en aquellos momentos y me apresuré a recoger y aún conservo. En el otro caso la intervención de Sor María de la Purísima de la Cruz, fue más directa: En agosto de 1997 nació un nieto, hijo de una hija casada, y al mes de nacer le detectaron un quiste cerebral. El tema, de por sí era preocupante, aunque los médicos nos animaron mucho diciendo que había personas con este tipo de quistes que se desarrollaban perfectamente, sin problema alguno. No obstante, aconsejaron hacer un estudio de resonancia magnética para ver la adherencia y penetración del quiste y al realizar este estudio se descubrió que había una agenesia 38


ASÍ LA VIERON SUS CONTEMPORÁNEOS

Destacaba por su profunda humildad y sencillez de cuerpo calloso. El disgusto y la preocupación fueron tremendos. El especialista dijo que había que esperar el desarrollo del niño desde los tres a los siete meses, por si se presentaban convulsiones epilépticas. Como es natural acudí a “mi paño de lágrimas” y le expuse la situación. Me consta que Madre y sus hijas pidieron por esta intención. Pero tal era mi firme creencia en la santidad de Madre María de la Purísima que le pedí que, además de sus oraciones, tuviera bien imponer sus manos sobre la cabecita de mi nieto. Supongo que este deseo mío tal vez chocara con su natural humildad y sencillez, pero llevada de su bondad y caridad, accedió a ello. Un día fuimos la familia al Convento de Sor Ángela y Madre María de la Purísima puso su mano sobre la frente del niño y oró por él. Esto, unido a que por otro conducto me llegó una Cruz que portó sobre su pecho Sor Ángela, ha dado como resultado que hasta ahora el crío se está desarrollando con total normalidad, sin convulsión alguna, anda solo, su motilidad, percepción y coordinación son enteramente normales, etc. y por gracia de Dios cada día que pasa crece nuestra esperanza de completa normalidad. Intento ser un católico practicante y, como tal, estoy seguro del valor infinito de la oración, y además, si esta proviene de almas especialmente queridas por Dios (y no cabe duda de que las Hermanas de la Cruz y Madre María de la Purísima lo son por su entregada vocación) la eficacia de la oración se refuerza. Sor María de la Purísima de la Cruz era una predilecta de Dios y, por ello, su intercesión es valiosísima. Mi profunda convicción del altísimo grado de Santidad de Sor María de la Purísima de la Cruz me ha llevado desde el día de su muerte (que lloré con hondo dolor por el desamparo en que nos dejaba) a encomendarme a ella para que ruegue a Dios por los míos. Todos los días le rezo a ella como una eficaz mediadora Celestial. Francisco Rosales Salamanca. Sevilla, 2.III.1999 39


Al llegar nuevamente la fiesta de Santa María de la Purísima, 18 de septiembre, nos coincide con los comienzos del curso escolar, donde todo es organizar, planificar, decorar clases. Todo a punto para empezar con las alumnas que vienen llenas de entusiasmo, soñando con todo lo novedoso que traen los comienzos de todas las cosas, aunque sea el “cole”. Y en medio de toda ilusión, aparece a los ocho días de empezar las clases, el día de Santa María de la Purísima. Ella que, como Jesús, pasó “haciendo el bien”, sigue haciendo el bien en nuestro corazón y en nuestra vida. Ella que, es y será recuerdo inolvidable de quienes la conocieron. Ella, aparece como una Luz para iluminar todo el curso, que casi en su fiesta hemos comenzado. No la han conocido ninguna de las alumnas actuales, pero excepto los cursos de las pequeñas asistieron en aquel amanecer luminoso del 18 de septiembre del 2010 a su Beatificación en el Estadio Olímpico de Sevilla. Fueron, de Carmona 8 autobuses, expresando en pancartas, medallas y pañoletas, toda la ilusión, entusiasmo, cariño y admiración que por ella sentíamos. Allí aplaudimos a la Macarena; aplaudimos al momento en que se descorrió la cortina de Santa María de la Purísima, a la obra de Santa Ángela de la Cruz y a la niña del milagro, Ana María, que hizo su Primera Comunión y hoy día está en el Noviciado de las Hermanas de la Cruz. ¡Enhorabuena! ¿Cabe mayor gozo de la presencia del Cielo en la tierra? 40


SANTA MARÍA DE LA PURÍSIMA DE LA CRUZ

Recordando su fiesta En este año que acaba de terminar, el 31 de octubre, fecha de su llegada al Cielo, nos fuimos a Sevilla todo el colegio. Allí pasamos el día en sus patios, en su casa, en su capilla, donde ella vivió tantos años, donde está su cuerpo, junto a Santa Ángela de la Cruz, ya que fue su fiel seguidora. Ante las dos rezamos en un profundo silencio, tuvimos una Santa Misa y volvimos a Carmona con el gozo de haber pasado un día de cielo en la tierra. En nuestro colegio se sintió su presencia, y cada curso lo expresó de una manera. Al entrar por la mañana, estaba el patio adornado con pancartas, murales y letreros con frases de ella y otras que nosotros le decíamos. En una pancarta, aparecía la grandiosa Vega de Carmona, con este letrero: “INMENSA COMO LA VEGA DE CARMONA, ES TU BONDAD”. Después, cada curso realizó una actividad propia de su edad. Las pequeñas, hicieron dibujos, reflejando en sus escenas, como actuaba ella con todas las personas. Ayudó mucho para estos trabajos, la lectura y dibujos de su libro: “María Isabel”, por sus ilustraciones y lecturas tan adaptadas para niños. Las más mayorcitas, escribieron cartas al cielo, seguro que las ha leído todas, dándole una respuesta en su corazón. Terminamos en el patio con una representación, imaginada, de un grupo de antiguas alumnas de las Minas, donde ella estuvo y fue profesora, hablando y recordando los momentos tan bonitos que habían vivido a su lado, lo que les decía cuando iban entrando en el colegio, cuando hacían algo que no estaba bien, etc. Fue interesante porque se veía cómo actuaba ella en su colegio, siempre con bondad, delicadeza y dulzura. Como han elaborado un tríptico de Santa María de la Purísima en inglés, y aprovechando la transversalidad que nos ofrece la enseñanza de 41


SANTA MARÍA DE LA PURÍSIMA DE LA CRUZ

Recordando su fiesta un área lingüística como es inglés, hemos celebrado las jornadas de Santa María de la Purísima (“Saint María de la Purísima’s week”). Durante las horas de inglés de una semana, todas las alumnas del centro han trabajado sobre aspectos de la vida de la Santa. Dependiendo del nivel de cada grupo, los contenidos tratados han sido unos u otros. Por un lado, las más pequeñas, las alumnas del primer ciclo (1º y 2º de Primaria) han abordado el tema de los valores de Santa María de la Purísima, a través de actividades en las que mantenían pequeños diálogos en inglés y la elaboración de corazones, con el nombre de cada uno de los valores estudiados en su interior. Por otro lado, las alumnas de 3º y 4º curso de Primaria han tratado en clase las enseñanzas que Santa María de la Purísima inculcó a los demás durante su vida. De esta manera, además de la realización de actividades orales en las que las niñas tradujeron (del inglés al español), las frases más conocidas de la Santa, las alumnas realizaron flores de cartulinas escribiendo dichos mensajes dentro de ellas. Por último, las alumnas de 5º y 6º, las más mayores del centro, participaron en un concurso sobre la vida de Santa María de la Purísima. En grupos de cuatro, después de leer un resumen de la bibliografía de la Santa en inglés, ordenaron las etapas de su vida y contestaron a una serie de preguntas. Antes de acabar la clase, algunas de ellas realizaron en cartulinas flores en las que escribieron los datos de la bibliografía que les parecían más relevantes, y otras redactaron la oración de Santa María de la Purísima, también en lengua inglesa. 42


SANTA MARÍA DE LA PURÍSIMA DE LA CRUZ

Recordando su fiesta Dichas jornadas han concluido con una tarea final, que ha consistido en la elaboración de un mural en inglés sobre Santa María de la Purísima. En él, han participado todas las alumnas del centro aportando sus oraciones, flores y corazones de cartulinas realizados en clase. La puesta en práctica de esta actividad demuestra cómo la enseñanza de idiomas puede estar vinculada con la transmisión de los valores cristianos. Antes de marcharse, recibieron todas las alumnas, un pin de Santa María de la Purísima, como recuerdo de este día. Por la tarde, a las siete, tuvimos una Eucaristía de acción de gracias en el patio. Se puso el cuadro de ella para que presidiera la Celebración, con flores y columnas. Asistieron las alumnas, que cantaron la Misa, sus padres, y todas las personas que le tienen devoción y han sentido su ayuda en favores recibidos, pequeños o grandes. Estaba el patio lleno de personas de todas las edades. Todas las cosas de Dios tienen siempre esa “frescura” y novedad que el tiempo no puede apagar. Todos cantaron al final el himno: “Santa María de la Purísima, eres ejemplo para el que busca a Dios Tú nos enseñas que en la vida Lo único importante, es el AMOR.” Así finalizó el día de su fiesta. Seguro que desde las “ventanas del Cielo”, gozó de vernos y pidió al Señor y a la Virgen María, una bendición muy especial para el colegio y para todas las personas que asistieron a esta Eucaristía.

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Soy Amparo, madre de cuatro hijos y ya con algunas familias de estos desestructuradas. Esta carta es para agradecer a Madre María de la Purísima el favor que me ha concedido con una de mis nietas. Mi norma de vida es la oración desde la mañana a la noche, invoco al cielo porque Él todo lo puede “cuando te grité me escuchaste”, es tanta la necesidad de mi familia. Una de mis peticiones se la encomendé a Madre María de la Purísima, le dije: mira tengo muchas cosas pendientes pero este favor te lo voy a encomendar a ti. Tengo una nieta que sin saber por qué dejó de venir a vernos, tiene 19 años y se encuentra mal por lo mucho que ha sufrido en su casa. Por eso, aquí en mi casa es el único sitio en el que la podemos orientar y enseñarle valores humanos. Yo le repetía cada noche: “madrecita María de la Purísima ¿cómo va este asunto?” Y ella hizo que mi nieta volviera a casa. Vuelvo a repetir que agradezco este favor a Madre María de la Purísima de la Cruz. Atentamente Amparo.

Oleiros La Coruña Mi

sobrina

Fátima,

preparaba oposiciones para 2ª enseñanza, siempre las aprobaba, excepto un año que suspendió en la segunda prueba,

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pero

habiendo


SANTA MARÍA DE LA PURÍSIMA DE LA CRUZ

Gran intercesora ante el Señor compañeros suyos más antiguos, ella nunca tenía plaza fija. Este año le hablé a Madre María de la Purísima y le pedí que mirara por ella que se iba a examinar de nuevo y… ¡Vaya si miró! Cuando salieron las notas sorprendió a todos con un 9,3 de puntuación. El total de plazas era de 16 para 350. Sólo un opositor la superaba, quedando ella en segundo puesto para conseguir la plaza. Muy agradecida, Manola Martínez.

Deseaba tener un hijo y no conseguía quedarme en estado. Después de visitar varios médicos ninguno me daba esperanzas de que pudiera ser madre por un problema que me lo impedía. Me hablaron de Madre María de la Purísima, sobre todo una amiga que había pasado por lo mismo y al encomendarse a ella lo consiguió y tiene una niña preciosa y sana. Su fe me ayudó y me encomendé Madre María de la Purísima con toda la fe que pude y a pesar de la nula esperanza que los médicos me habían dado. A los 10 días de estar pidiéndole con insistencia, me alcanzó esta gracia del cielo. Estoy muy muy agradecida a Santa María de la Purísima y animo a todas las personas que tengan cualquier problema, aunque parezca que no tiene solución, que se encomienden a ella que es gran intercesora ante el Señor. Una devota. (Sevilla)

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CAUSA DE CANONIZACIÓN DE José Torres Padilla Sacerdote Diocesano, Director Espiritual de Santa Ángela de la Cruz y Cofundador del Instituto de las Hermanas de la Cruz DON JOSÉ TORRES PADILLA

ORACIÓN

Para obtener la glorificación en la tierra del Siervo de Dios, José Torres Padilla Te damos gracias Señor y Padre nuestro, porque has querido darnos en el sacerdote José Torres Padilla un modelo de pastor bueno y fiel, entregado al servicio de la Iglesia y al bien de los más pobres y necesitados; glorifica en tu Iglesia a este siervo tuyo que gastó su vida por tu gloria y por la salvación de las almas. Haz que el ejemplo de su vida virtuosa suscite en muchas almas deseos de santidad y, por su intercesión, concédeme la gracia que ahora te pido. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. Padrenuestro, Avemaría y Gloria (Con licencia eclesiástica para uso privado)

ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS SOBRE EL PADRE JOSÉ TORRES PUBLICADOS POR D. MODESTO ABÍN, EN EL CORREO DE ANDALUCÍA (SEVILLA) DURANTE EL AÑO 1916 Y PARTE DE 1917. (Continuación) Muy de mañana, casi al amanecer, celebraba la Santa Misa en la capilla de la Catedral, llamada de los Dolores, contigua a la sacristía de los cálices, e inmediatamente se dedicaba a oír confesiones en la misma Iglesia hasta la hora del coro, siendo no pocos los días, en que terminado éste, volvía al confesionario para proseguir tan santo ministerio. Aumentado su modesto peculio con las rentas de la canonjía, si bien exigua por la condición de los tiempos, inútil es decir que las destinaba todas para los pobres; y era de ver, según nos refiere un testigo presencial, la multitud de personas necesitadas que allí acudía a primera hora para recibir de su mano el deseado socorro. De su celo y destreza en el manejo de los negocios capitulares y del alto aprecio que merecían al Cabildo sus dotes eminentes, dan clara muestra 46


CAUSA DE CANONIZACIÓN DE JOSÉ TORRES PADILLA

Artículos periodísticos sobre el Padre José Torres las delicadas comisiones y cargos que la Corporación le confiara, en las que siempre dejó huellas de su prudencia, actividad y amor a la Iglesia. Nada restaron las ocupaciones de su canonjía a las obras de celo sacerdotal que desde mucho antes venían siendo objeto de su labor cotidiana. La dirección espiritual de religiosas en varios conventos de la ciudad, algunos de ellos bien distantes del centro, como el de San Clemente; la enseñanza diaria en el Seminario; sus frecuentes sermones y pláticas, de carácter moral unos, de índole catequista otros, pero todos ellos de gran fondo de doctrina y de verdadera unción apostólica; la visita de enfermos; el estudio de asuntos graves para cuya resolución era consultado su parecer, incluso por el Prelado, en cuyo ánimo pesaba mucho el consejo del P. Torres; a todo alcanzaba su actividad, y a pesar de tantas tareas que hubiera rendido al más fuerte, aquel hombre de constitución nada robusta, aún tenía tiempo para pasar horas enteras arrodillado ante el Tabernáculo o en el retiro y soledad de su aposento, entregado al estudio y a santas meditaciones. Vive todavía, y nos honramos con su amistad, un docto y virtuoso sacerdote que estuvo varios años bajo la dirección espiritual del P. Torres, y que más tarde por providencial designio, se halló en ocasión apropiada de saber muchas interioridades de la vida de su director por el trato espiritual que tuvo con las dos personas que constituían la familia de este último, o sea el honrado matrimonio encargado de prestarle asistencia. Los pormenores que nos ha referido, no pueden ser más edificantes. Solo tres horas dedicaba al cotidiano reposo; desde la media noche hasta las tres de la madrugada; el resto hasta la hora de celebrar la misa, lo pasaba en oración. Con áspero cilicio afligía de continuo su cuerpo. Su comida era tan parca que causaba extrañeza tuviese fuerzas para tanto trabajo. Si esta vida tan austera y mortificada, acompañada de un gran espíritu de fe viva, de ardiente devoción y de constante sacrificio por amor de Dios y del prójimo, no fuese claro indicio de una virtud extraordinaria, no sabríamos en verdad cómo distinguir a las almas santas. 47


CAUSA DE CANONIZACIÓN DE JOSÉ TORRES PADILLA

Artículos periodísticos sobre el Padre José Torres El Instituto de María Reparadora lleva asociado a la historia de su instalación en Sevilla el nombre del P. Torres. Sabido es que el germen de esta obra excelente de reparación cristiana brotó el mismo día en que Pío IX proclamaba solemnemente el dogma de la Inmaculada Concepción de la Madre de Dios. Su fundadora, Sor María de Jesús, la ilustre y piadosa dama que en el mundo se había llamado Emilia de Oultremont, nacida en Bélgica, patria de aquella insigne religiosa devotísima del Santísimo Sacramento B. Juliana de Cornelion, tuvo el consuelo de ver establecido en España su instituto, y Sevilla fue la primera ciudad que le abrió sus puertas. A fines del año 1874 se instalaba la Comunidad en la casa de la plaza de Contratación, donde más tarde tuvieron sus oficinas los Juzgados. La Rvda. Madre María de San Carlos, alsaciana de origen, primera Superiora de esta casa, encontró en el canónigo don José Torres Padilla un poderoso auxiliar, un protector decidido, cuya cooperación no se limitó a útiles consejos y advertencias, siempre dignos de gratitud, pero mucho más en los comienzos de una obra de esta índole, sino que se mostró de modo más eficaz y práctico proveyendo a la Comunidad de cuanto necesitaba para los actos del culto, como nos aseguraba hace pocos días una ejemplar religiosa de aquella casa, recordando con santa alegría que de las manos del P. Torres recibió el hábito que viste; él inauguró el oratorio o capilla interior de aquella primera morada del instituto, celebrando en el referido año de 1874 las tres misas de Navidad y lo mismo en aquella primera época de su fundación en esta Ciudad que cuando se trasladaron a su oficial convento las religiosas, las visitaba con frecuencia para dirigirles palabras de aliento y les hacía pláticas devotísimas, siendo notables las explicaciones doctrinales con que las preparaba para las tareas catequísticas a que se dedican por su Instituto. M.A.P.

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GRACIAS OBTENIDAS POR INTERCESIÓN DEL SIERVO DE DIOS Queridas Hermanas de la Cruz, les escribo para comunicarles la gracia obtenida por intercesión del Siervo de Dios José Torres Padilla, director espiritual de Santa Ángela de la Cruz y Cofundador del Instituto. Después de hacerle la novena, pude convencer a mi hermana para que no abortase a su hijo, por fin y gracias al Siervo de Dios decidió seguir adelante y ha dado a luz a un niño sano y precioso. El 8 de diciembre cumplió dos meses. Les pido oraciones para que puedan bautizarlo pronto. Una devota del Siervo de Dios. Vengo a dar gracias, una vez más, por la ayuda milagrosa que he recibido del Padre José Torres padilla. Hará casi un año un familiar cercano que está en la veintena de edad, aquejado de problemas de espalda al parecer leves, una buena mañana no pudo levantarse de la cama ni controlar sus necesidades. El pronóstico dado por los médicos apuntaba a no poder volver a caminar y a no controlar sus necesidades. Recé al Padre José Torres Padilla para que, tarde o temprano, volviese a ser independiente y caminar. Estuvo en rehabilitación y poco a poco ha conseguido caminar. Gracias padre José Torres Padilla que en nuestros desconsuelos y temores, has aliviado la tristeza de una familia por la situación de una persona joven en la flor de la vida. Gracias por todo. Por ello hermanas una vez más les pido que sigan rezando por nosotros, ayudando a aquellos que llaman a la puerta del convento y confiando en que el Siervo de Dios, Padre José Torres Padilla nos siga ayudando. Pido a Dios nos fortalezca en el camino de la fe, la coherencia y justicia para que impregnados de misericordia y perdón seamos útiles a nuestros hermanos y a nosotros mismos. Córdoba. 49


GRACIAS OBTENIDAS POR INTERVENCIÓN DEL SIERVO DE DIOS

En mayo, mi sobrino Mikel de siete años fue mandado de urgencias al servicio de neurología del hospital de Navarra. Al realizarle unas pruebas le diagnosticaron que podía padecer una enfermedad grave de músculos que podía desencadenar en algo muy grave. Los indicios no eran buenos. Toda la familia estábamos sufriendo muchísimo pues no podíamos quitarnos de la cabeza que el niño pudiese acabar como un vegetal con la alegría y viveza que manifestaba. Mientras estábamos esperando el resultado de una biopsia que le habían realizado, yo animaba a mi hermano a que tuviese fe, al mismo tiempo le había mandado a mis hermanas la novena del Padre José Torres Padilla pidiéndole que por favor le hiciesen la novena pidiendo mucho por el niño. Los resultados de la biopsia tenían que darlo a los 20 días de haberla realizado; al cabo de los doce días llegaron los resultados en el cual se nos decía que el niño no padecía ninguna enfermedad, los niveles altos habían desaparecido. Sé que el Padre Torres intercedió ante Dios por él y le doy gracias de todo corazón. María de Gracia Ruedas

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GRACIAS OBTENIDAS POR INTERVENCIÓN DEL SIERVO DE DIOS

Una tarde, en la máquina de cortar fiambre, me corté llevándose la máquina la yema del dedo y la uña, fui al centro de salud y aunque hicieron lo que pudieron, me confirmaron que ese trozo lo perdería porque enseguida se quedó sin circulación. Me derivaron al hospital y el médico que me atendió me dijo que intentaría salvármelo, aunque no me aseguraba nada. Me intervino y en cuanto llegué a casa me puse la reliquia del Padre Torres diciéndole con mucha fe que intercediera ante Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo por mi dedo, y le hice la novena. Esto me pasó un sábado por la tarde y el lunes siguiente volví al hospital para levantarme la cura, dándome el médico la enhorabuena pues no había que cortar ya que había unido y estaba muy bien; me quitaron los puntos antes de la semana. Doy las gracias al Padre Torres pidiendo su pronta glorificación. Una Devota

Si recibe algún favor comuníquelo a una de estas direcciones: PROCESO DE CANONIZACIÓN DEL PADRE JOSÉ TORRES C/ Santa Ángela de la Cruz, 4 - 41003 Sevilla padretorres.proceso@gmail.com

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