Sumario
SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ Página
1. Editorial - El gran día, 2 de Agosto de 1875 ........................................................................... 4 2. Para dar razón de nuestra fe Comentarios al Catecismo de la Iglesia Católica con Santa Ángela de la Cruz - Jesucristo padeció bajo el poder de Poncio Pilato fue crucificado, muerto y sepultado .......................................................................... 7 3. Cartas de Santa Ángela de la Cruz - Un regalo para la Virgen en el mes de Mayo .........................................11 4. Me gusta contarte cosas... - Pan con aceite y azúcar ................................................................................................... 14 5. “Los amó hasta el extremo” (Jn 13, 1) - El secreto de una Fundación. De la Fundación .....................................17 6. Hablamos de ella... - Santificarse al gusto de Dios ........................................................................................ 19 - Santa Ángela y el tiempo .................................................................................................22 - Bodas de Diamante en Osuna .................................................................................24
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Sumario
SANTA MARÍA DE LA PURÍSIMA Página
1. Testimonios - La Virgen María, modelo de toda vocación cristiana ..................27 - El mes de María ........................................................................................................................... 30 - Santa María de la Purísima .............................................................................................32 - Las mejores flores para la Virgen ..............................................................................35 2. Sus escritos “Destellos de Luz” - Virgen Santísima ............................................................................................................................ 40
CAUSA DE CANONIZACIÓN DE JOSÉ TORRES PADILLA - Artículos periodísticos sobre el Padre José Torres III ...........................44
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EL GRAN DÍA, 2 DE AGOSTO DE 1875 Con esta editorial queremos entrar en el espíritu de una gran Santa, Ángela de la Cruz. Su mirada penetrante en esta primera foto de religiosa, con sus 29 años de edad, nos transmite su celo apostólico. El Instituto de Hermanas de la Compañía de la Cruz, fundado por Sor Ángela, empieza su camino el 2 de agosto 1875. Un camino nada fácil… Ángela de la Cruz tenía tanto amor en su corazón, que los esfuerzos y fatigas que suponían la fundación de esta Obra, se le hacían llevaderos. Golpe a golpe, paso a paso se iba abriendo camino por los barrios de Sevilla. Sus ojos tenían una mirada misericordiosa que le hacían ver lo invisible, que la hacían ver la necesidad, la pobreza, el sufrimiento… Se cumplen 143 años de la Fundación de la Congregación (1875-2018) Todo empezó muy pobre y sencillamente, pero con decisión y confianza en 4
EDITORIAL
El gran día, 2 de Agosto de 1875
Dios. Este es un momento para recordar y agradecer para saborear lo vivido y gozar con sus principios. El tiempo transcurre deprisa. Y más de cien años después la semilla sembrada con tanto esfuerzo y, en ocasiones con mucho sufrimiento, sigue floreciendo. Nosotras, sus hijas, nos proponemos un objetivo, vivir el AMOR. Ese AMOR que le llevó a nuestra Madre a encarnar un reflejo del Amor de Dios, a quien ella quiso seguir en una entrega que brotaba de lo más profundo de su ser. Como ella, también nosotras queremos vivir la fidelidad y amor a la Iglesia continuando su obra y viviendo el carisma que nos dejó en herencia. Un carisma vivido fielmente por ella. Un carisma que está bien trazado y con capacidad para dar muchos santos. Un carisma que después de 143 años, tiene en nuestros días mucha vida, y esto nos exige a nosotras, sus hijas, un compromiso de vivirlo en fidelidad, teniendo como modelo a nuestra Madre, para vivir como ella una vida evangélica centrada en la caridad. A más de cien años de distancia, contemplando nuestra historia, ¡cuánta entrega, amor a los enfermos, necesitados, amor a los jóvenes, a los niños, sacrificio y dedicación buscando su bien! Cuánta siembra en el surco de sus almas, cuántas dificultades surgidas, pero también cuánta semilla florecida y multiplicada a través del trabajo y apostolado de esta Congregación, por ella fundada. 5
EDITORIAL
El gran día, 2 de Agosto de 1875 Nuestros corazones se sienten impulsados a una acción de gracias honda y prolongada ¡por su Obra! ¡Por su Santidad! Actualmente la Congregación tiene 53 comunidades, 17 Residencias de ancianas, Colegios de Infantil y Primaria, 8 Residencias de niñas, infinidad de servicios a domicilio, a enfermos pobres… Se extiende por España, Italia y Argentina. Desde este rincón sevillano donde reposan sus restos, siguen llegando reflejos de la santidad de su vida. Y sus hijas seguimos preparando la tierra, sembrando gratuitamente… El grano tarda en fructificar y no se sabe, a veces, ni cuando, ni donde, todo es cuestión de paciencia, de amor, de arrojar buena semilla, como ella nos enseñó, con su infatigable celo que no conocía descanso. Cuando hablamos de nuestra Fundación, no podemos olvidar la presencia de la Madre, la Virgen de la Salud, siempre junto a Sor Ángela, siempre presente en nuestro Instituto, con una presencia silenciosa, amable y firme, una presencia cercana que nos protege, nos anima y nos ama. No hay nada grande, difícil o temeroso para la Congregación Fundada por Santa Ángela, porque la fuerza que la empuja, la verdadera fuente de donde procede su valor, es la luz radiante de Jesucristo, nuestra Vida, nuestro Camino, nuestro Señor ¡Vivimos en la alegre certeza de que
nada podemos hacer sin ÉL! ¡Gracias, Madre por tu vida fundada en la Fe, la caridad, la oración, el trabajo y la entrega a los demás! ¡Gracias, por ser luz en nuestro camino! ¡Gracias por tu testimonio de fidelidad constante a Dios, a la Iglesia y a la Congregación!
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JESUCRISTO PADECIÓ BAJO EL PODER DE PONCIO PILATO FUE CRUCIFICADO, MUERTO Y SEPULTADO. «Hermanas crucificadas de Jesucristo»1. Jesús murió a causa de nuestros pecados, rescatándonos de ellos a fin de que compartamos la misma vida de Dios. La muerte redentora de Jesucristo en el monte calvario, al ser el misterio central de la fe junto con la encarnación, se convierte en el núcleo de la vida del cristiano, y por ello, en la forma de vida de las Hermanas de la Cruz. En el año 1873, dos años antes de fundar la Compañía de la Cruz, la santa narra al Padre Torres Padilla una contemplación espiritual donde el Señor le muestra su vocación, su lugar en la Iglesia: «Al ver a mi Señor crucificado deseaba con todas las veras de mi corazón imitarle, conocía con bastante claridad que en aquella cruz que estaba enfrente a la de mi Señor debía crucificarme con toda la igualdad que es posible a una criatura […] Era tan fuerte este llamamiento, que yo no podía resistir»2. Como muchos enamorados de Jesucristo, Santa Ángela desea imitarlo, el alma enamorada no puede menos que desear vivir la misma vida de la persona a la que ama. Imagínense el caso de una esposa que tiene a su esposo en la cárcel, en un campo de concentración, o en un hospital. Si esta esposa está verdaderamente enamorada, no puede menos que desear participar de la misma vida de su esposo, no quiere otra cosa. De modo que, donde hay un verdadero enamoramiento –a esto lo llaman los santos amor de veras a Cristo–, enamoramiento de Cristo, no se puede más que desear, buscar, participar de su misma vida, de la vida que Él ha llevado. 1 2
Sor Ángela de la Cruz. Epistolario I. Roma, 1985. P. 50. Sor Ángela de la Cruz. Escritos Íntimos. BAC. Madrid, 2006. P. 176.
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PARA DAR RAZÓN DE NUESTRA FE
Jesucristo padeció bajo el poder de Poncio Pilato fue crucificado, muerto y sepultado Jesucristo padeció persecución, incomprensión, desprecios, humillaciones, juicios, torturas y fue sentenciado a muerte. En el madero de la Cruz se encuentra el motivo de la acusación: INRI (Jesús Nazareno Rey de los judíos). Su muerte fue la consecuencia de un proceso ilegal al que acudió de manera voluntaria y al que denominaba “mi hora”, para eso había venido al mundo para cargar con los pecados de la humanidad, para restituir la relación del hombre con Dios, rota por el pecado de los primeros padres. Jesús murió por nuestros pecados para rescatarnos de la esclavitud que el pecado introduce en la vida humana. Jesús, al aceptar en su corazón humano el amor del Padre hacia los hombres, «los amó hasta el extremo» (Jn 13, 1) porque «nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos» (Jn 15, 13). Tanto en el sufrimiento como en la muerte, su humanidad se hizo el instrumento libre y perfecto de su amor divino que quiere la salvación de los hombres3.
«El monte Calvario. Nuestro Señor enclavado en la cruz y la cruz levantada sobre la tierra. Otra cruz a la misma altura, pero no a la derecha ni a la izquierda, sino enfrente y muy cerca»4. Santa Ángela de la Cruz comprende la Pasión de Cristo no como una espectadora más, 3 4
Catecismo de la Iglesia Católica n. 609. Ibíd., 176.
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PARA DAR RAZÓN DE NUESTRA FE
Jesucristo padeció bajo el poder de Poncio Pilato fue crucificado, muerto y sepultado como alguien que va al cine, sino que lo experimenta como algo vital, desea vivamente enclavarse muy cerca de su Redentor, participar de su vida de Cruz teniendo los mismos sentimientos y los mismos bienes: pobreza, desprendimiento y humillación; y participando de su misión de salvar almas, por ello late en su corazón un deseo profundísimo de llegar a los más pobres para llevarlos a Cristo. «Padre, si quieres, aparta de mí ese cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya»5. A imitación de Cristo debe renacer en el cristiano una certeza en los momentos de debilidad, turbación, miedo, incomprensión, cuando la cruz se “hace cuesta arriba e insoportable”. Debe repetir el alma en estas circunstancias y siempre “lo he elegido yo”, he elegido la voluntad de Dios a la mía, la pobreza de Nazaret a las riquezas de este mundo, la obediencia del Calvario a la desobediencia de Adán y Eva, la castidad de la entrega total al desorden de las pasiones… Y continuar repitiéndose con Madre Angelita, he elegido las humillaciones, las incomprensiones, en definitiva, mi vida con Cristo. La nada para el mundo y Dios para mi vida. Así vive Jesucristo la Redención, con ese espíritu de entrega amorosa a la voluntad del Padre, y anima al creyente susurrándole al oído “lo hago por ti”, si te acercas a sus labios mientras está jadeante, oirás que pronuncia tu nombre… por ti, por tus pecados, por causa tuya, para que seas santo. Te tiene presente, te salva6. Con esta cercanía intenta imitarlo Santa Ángela, de la misma manera todos los cristianos somos llamados a abrazar este género de vida crucificada que nos lleva necesariamente a compartir la vida con Cristo, a la santidad. Oír de los labios jadeantes del Salvador que nos ama, nos impulsa a responder al amor infinito: «El amor identifica, y hasta en lo humano se ve cómo los que se aman quieren imitar a los que tanto quieren. Nosotras debemos amar a Dios más que los demás fieles, por habernos escogido con preferencia, haciéndonos esposas suyas por la vocación religiosa. No nos ha llamado para que le imitemos en el Tabor, sino en el calvario»7.
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Lc 22, 42. Cf. Luis Mª Mendizábal SJ, Vida de Jesús, tomo III. P. 199. Santa Ángela de la Cruz. Cartas Circulares. Roma, 1989. P. 413.
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PARA DAR RAZÓN DE NUESTRA FE
Jesucristo padeció bajo el poder de Poncio Pilato fue crucificado, muerto y sepultado Cuando el alma comprende que la cruz no se impone, no se aguanta, no se soporta, sino que se abraza porque sobre este madero está Cristo con los brazos abiertos esperándote; ha comprendido el sentido de la redención, Dios se ha entregado porque me ama. La cruz no se puede explicar, sino que hay que contemplarla para vivirla: «Hermanas crucificadas de Jesucristo –así denominaba sor Ángela a las Hermanas de la Cruz en una carta a la casa de Ayamonte–. Y crucificadas quiere decir que todo lo hemos abandonado, que nada de lo del mundo nos importa, y sólo la cruz de Cristo es nuestra conversación, nuestro trato, nuestro afecto, nuestra vida»8. Sor Ángela nos confiesa un beneficio que aprende en la cruz y que es imprescindible para llegar a la perfección, a la unión de amor de la criatura con el creador: «Dios me hizo el beneficio de comprender lo que vale la humillación»9. Explicando que sólo con la práctica se alcanza la virtud de la humillación: «Para llegar a esa perfección se necesita, no sólo la humildad de pensamiento, sino la humildad de voluntad; mejor dicho y de una vez: el amor a la humillación y a las ocasiones, para que no se quede en palabras sino en obras […] Amo mucho esta virtud. Pero vi tan claro que una cosa es amar y desear, y otra practicar; y más esta virtud que es la que más lastima el amor propio»10. La contemplación del misterio de la Cruz conduce a la Santísima Virgen María: “Mira, tu Madre”. Es el testamento de Jesucristo: la Cruz y su Madre. Tenemos que escucharlo de labios de Cristo para que la miremos con fe, como verdadera Madre, y para que vivamos como hijos de la Virgen: «Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio»11. Ignacio Guillén Montoto, Pbro. Párroco de San Bartolomé Apóstol Aguadulce (Sevilla)
Sor Ángela de la Cruz. Epistolario I. Roma, 1985. P. 50. Sor Ángela de la Cruz. Escritos Íntimos. BAC. Madrid, 2006. P. 425. 10 Sor Ángela de la Cruz. Escritos Íntimos. BAC. Madrid, 2006. P. 487. 11 Jn 19, 27. 8 9
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91.- UN REGALO PARA LA VIRGEN EN EL MES DE MAYO 1. Lo mejor para obsequiarla es la dulzura.- 2. Efectos de esta virtud en la comunidad y en los demás prójimos.- 3. A cambio, la Santísima Virgen nos da vida sobrenatural para vencer los enemigos.- 4. Trabajar sin cansarse para ganar muchas almas.- 5. Grandeza de nuestra misión. Alabado sea Nuestro Señor Jesucristo [30 abril 1923] Mis muy queridas hijas en Dios nuestro Señor: 1. Como vamos a entrar en el hermoso mes de las flores que con su perfume embalsaman el ambiente, y también está dedicado a nuestra buenísima Madre, debemos darle algo más de lo diario; porque aunque es tan rica que tiene de todo y ella siempre nos está dando, pero a las madres les gusta mucho que sus hijas las obsequien con alguna cosa de su agrado. Y ¿qué será de su gusto? Porque lo que se desea cuando se regala es atinar, y a mí se me ha venido es la dulzura, porque los dulces son muy bien recibidos lo mismo en los pobres que en los ricos; aunque sea un rey lo agradece viendo en su mesa la expresión del agradecimiento de sus favorecidos. Pues no hay duda que la dulzura es muy a propósito para obsequiarla, porque la dulzura nace de la mansedumbre, y tanto una como otra nacen de la humildad. Y como es la Reina de esta virtud le
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CARTAS DE SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ
Un regalo para la Virgen en el mes de Mayo gusta mucho verla practicada por sus hijas; y por los buenos resultados que da, lo mismo en la comunidad que en los demás prójimos. 2. En la comunidad, cuando reina la dulzura en la mayoría y unas a otras se estimulan a practicarla, es para ver la paz y la tranquilidad, porque cuando se derrama dulzura se ablandan los corazones más duros. Y cuando con mucha amabilidad se excusan o se niegan sintiendo no poderlo remediar, da muy buen resultado y se unen más las voluntades. Y cuando las negativas o excusas son bruscas o desabridas da muy mal resultado, hay desvío y seriedad, y se interrumpe el bienestar de la comunidad. Esto mismo pasa con los demás prójimos: un buen modo y palabras afectuosas los atrae y los cambia en fervorosos a los que estaban más tibios; pero cuando es lo contrario, los separa del bien y no tan fácilmente se puede sacar nada de ellos. 3. Por la dulzura que le damos a nuestra Santísima Madre, ella nos da vida sobrenatural. Y con esta nueva vida nos revestimos de fortaleza y vencemos los enemigos que pretenden sorprendernos preparándonos celadas. Pero no le tememos, le hacemos frente y nuestra buena Madre nos ayuda, y de la lucha salimos victoriosas; y caen derrotados y humillados a nuestros pies el espíritu del mundo y la soberbia y los demás, y el amor propio acoquinado no se atreve a levantar la cabeza. 4. Y después de salir victoriosas, nos ponemos en condiciones para trabajar en los campos que nuestro Señor ha puesto en nuestras manos y hay necesidad de cultivarlos. Y la tierra es buena, la semilla 12
CARTAS DE SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ
Un regalo para la Virgen en el mes de Mayo inmejorable, lo que falta es buenos operarios que trabajen sin cansarse, para que no se seque la semilla y se ganen muchas almas que amen a Dios y le sirvan en el tiempo y por toda la eternidad. Pero, si primero no hacemos lo que quiere nuestra Santísima Madre, cuando nos comunica la vida, que es el aprovechamiento espiritual, no sacaremos fruto, porque lo que no se tiene no se puede dar. Pero siendo fieles a lo que esta buena Madre quiere, qué felicidad en la comunidad que parecerá la imitación de la gloria. Y las Hermanas, ángeles humanos haciendo el oficio que hacen ellos: amarle, servirle y ayudar a los hombres en alcanzarles gracias para ayudarles en lo espiritual. 5. Y ésa es nuestra misión: la propia santificación, para unirnos y más unirnos al Sagrado Corazón y llevar a todos los nuestros a lo mismo. Y gozar en esta vida la dicha de la virtud, dando a nuestra Santísima [Madre] el consuelo de vernos fieles a sus amorosos llamamientos. A la Iglesia, el trabajo de los que continúan la redención siendo buenos operarios. Y al Instituto, la alegría de ver la comunidad edificante. Y todas descansar en los brazos de nuestra dulce Madre por toda la eternidad. Mucho las quiere y bendice en los Sagrados Corazones, vuestra pobre Madre. Sor Ángela
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PAN CON ACEITE Y AZÚCAR Cuando yo era pequeño y llegaba del colegio por la tarde, entonces no había jornada intensiva como ahora hay en muchos colegios y los niños van sólo por la mañana estando las cinco horas seguidas, en el mío estábamos también por la tarde de 3 a 5. Como te estaba diciendo al llegar del cole por la tarde y soltar la cartera en casa, (entonces no había mochilas ni macutos con ruedecitas), lo primero que decía era: “mamá la merienda”. Mi madre me decía a veces: “hijo, no se te ocurre darme un beso y decir buenas tardes, no piensas más que en comer”. Ahora reconozco que llevaba toda la razón. Bueno pues la merienda consistía casi siempre en pan con un agujero en el migajón lleno de aceite y con azúcar. ¡Qué rico estaba!, a veces me chorreaba el aceite entre los dedos y me llegaba hasta el codo y, aunque yo chuperreteaba, no podía evitar el “lamparón”. Otras veces merendaba pan con una onza de chocolate, que eran cuadradas como una loseta y hasta parecía que tenía arena, pero lo importante era que el pan no faltara. ¡y qué contentos estábamos los que pudiéramos tener estas meriendas!, otros niños pan seco y a darle mordiscos, no había otra cosa. Yo no sé quién sería el primero que inventó el pan, pero el acierto que tuvo fue fenomenal, habría que hacerle un monumento con una telera de pan en la mano; no te digo más que hasta el mismísimo Jesús se quiso quedar en el Pan para estar siempre con nosotros y Él mismo dijo: “cuando recéis decid:… el pan nuestro de cada día dánosle hoy…”, por eso nuestros antiguos siempre nos decían: “el pan es bendito, si se cae al suelo hay que besarlo”. 14
ME GUSTA CONTARTE COSAS...
Pan con aceite y azúcar La gente moderna de hoy no sabe estas cosas, por eso a mí me gusta contarlas porque lo que había entonces no podrán ellos ni imaginarlo; pero voy a dejar de hablar de mis recuerdos porque lo que nos interesa a todos es saber algo de la vida de Sor Ángela. Ya que me ha dado por hablar del pan pues, vamos a seguir con el pan y recordar algo que le pasó a ella y a las Hermanas con respecto al pan, mira: resulta que un día, cuando tenían a las niñas internas sentadas a la mesa para comer se dan cuenta de que no había pan; la Hermana encargada de repartir, nerviosita perdía, se lo dice a la cocinera que enseguida le indica, interpretando lo que haría Sor Ángela: “Mira recoge el pan que está dispuesto en las mesas para comer las Hermanas y pónselo a las niñas” Después la Hermana cocinera fue a comunicárselo a Madre que estaba en oración en la capilla: “¡Madre, que no nos queda ni una migaja de pan, el que había para las Hermanas se lo he puesto a las niñas…!”, ella la mira y le sonríe pero no le dice nada y continúa en oración. La cocinera, sorprendida, se vuelve a la cocina desconcertada y dudando si la habría entendido. En su mente estaba el pensamiento de que comerían sin pan aquel día pero, fíjate lo que sucedió: toca la campanita de la portería y, antes de que se sentara a la mesa la comunidad, la portera dice a Madre que han avisado del mercado que tienen allí una donación grande de pan que han entregado y pedían que fueran a recogerlo. La Hermana San Agustín, la cocinera, ya lo creo que empezó a entender muy bien la sonrisa de Sor Ángela cuando, después de comunicarle la falta de pan, sonriendo siguió rezando sin decir ninguna palabra. Pues mira lo que te digo, las Hermanas también tuvieron su pan para comer aunque le echarían la culpa a la cocinera de que se despistara y pusiera el pan con retraso. ¡Pobrecita, con el sofocón que habría pasado! 15
ME GUSTA CONTARTE COSAS...
Pan con aceite y azúcar Para terminar te quiero contar otra cosita relacionada con la alimentación. Resulta que hermana Ana, simpática y conocida por sus ocurrencias se puso enferma. El médico recomendó que fuese alimentada reforzando su alimentación con un buen “caldito”. La enfermera, muy apurada, le dice a Madre que no tenía nada para que su caldito tuviera “sustancia”. En ese momento entra por la ventana un pichón que nadie sabía de dónde había salido y… qué rico salió el “caldito”. La hermana enfermera no sabía qué pensar, si dar gracias a Dios, si aplaudir a Madre… pero ella bien sabía que, estando Sor Ángela por medio, las cosas se solucionaban sin saber cómo. Madre Ángela quedó muy contenta de que hermana Ana pudiera cumplir el mandato del médico para bien de su salud. La hermana Ana, que estaba muy acostumbrada a ver cosas inexplicables, sonriendo diría: “otra más de Madre ¡si yo pudiera llegar a ser como ella!”. ¡Ah!..., y yo añado: también tendría su trocito de pan para mojar en el caldito. ¿Te gustó lo que te conté?, pues yo quiero terminar con una frase del Evangelio para que pienses y te pongas un poco serio: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”, así que ya sabes, a rezar para que, como hacía Santa Ángela, no nos falte el pan de cada día para alimentar el cuerpo pero que también sepamos alimentar el alma. ¿Tú comulgas?, pues dile a tu párroco que te confiese para que después puedas alimentarte con el “Pan de Dios”. Con afecto, mis saludos. Luis Cornello SDB
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“ os amó hasta el extremo” (Jn 13, 1) EL SECRETO DE UNA FUNDACIÓN. DE LA FUNDACIÓN Las palabras de San Juan, “el discípulo amado” que reclinó su cabeza sobre el pecho del Señor, signo de quien sintoniza con el corazón de la persona, de quién tiene una profunda sintonía e intimidad con ella; esas palabras del Discípulo, nos dan una clave de acceso al corazón de Sor Ángela al fundar la Compañía de las Hermanas de la Cruz. Todo nace de un amor apasionado por Jesucristo. Todo brota de un corazón tocado, transformado, apasionadamente enamorado, arrebatado por el Amor hasta el extremo y revelado a ella en aquel Hombre cosido a un madero que es Dios verdadero, amando hasta el extremo y revelando cómo es Dios: UN AMOR SIN MEDIDA. En ese amor total, descubre Angelita, sin duda conducida por el Espíritu Santo, un camino, una llamada. Su corazón arde en deseos de corresponder a un amor así, con una respuesta “así”: generosidad sin medida, entrega absoluta… Es la escuela del descubrimiento del amor más grande, que sin embargo es tan poco correspondido. Su vida, su Compañía, comienza a ser en Sevilla “grito loco” de anuncio y de respuesta: ¡El Amor, no es amado! Angelita y después Sor Ángela, las hermanas de ayer y de hoy, reproducirán en tantos momentos con su rostro, con su sonrisa y su frente despejada, que “nadie me quita la vida, yo la entrego voluntariamente” (Jn 10, 18) “No ser, no querer ser; pisotear el yo, enterrarlo si fuera posible”. Estas palabras, que “no son palabras” sino aguas vivas, 17
“LOS AMÓ HASTA EL EXTREMO” (Jn 13, 1)
El secreto de una Fundación. De la Fundación
espíritu de vida resucitada, que brotan del corazón de Sor Ángela, son la experiencia de vida nueva, la experiencia del gozo de la participación en la resurrección del Crucificado, que perdiéndolo todo, lo ha encontrado todo, lo ha vencido todo, ha quedado heredero de todo. Estas palabras, son la experiencia real de que quien entrega su vida en la escuela de Cristo, difunde en su entorno la vida transfigurada que Cristo nos ofrece y nos da, para caminar “en este valle de lágrimas”. Preguntad a “sus pobres”. ¡Qué libre vive de toda tristeza, de toda angustia, de todo complejo, de toda ansiedad, de todo vacío; quien entra en la escuela del Evangelio, y mirando a Jesús, siguiéndole a Él, aprendiendo de Él, se va dejando a sí mismo a un lado. El mundo, el derredor, se ilumina con una luz nueva. La propia vida, comienza a ser diferente. No porque cambien las circunstancias de ella, sino porque comienza a transformarse la mirada y el corazón con que se vive. Y aparece el gozo de quien no vive para sí mismo, pendiente de querer ser y de su yo; saliendo “disparado” hacia afuera de sí, teniendo ojos ¡y corazón! para quien vive a su lado. Y cuando esa escuela se forja en la asignatura del Calvario, la experiencia del amor más grande lo transforma todo, lo inunda todo, y “hace nuevas todas las cosas”. Otro año más, con el aniversario de la fundación de la Compañía de la Cruz, Dios, nuestro Dios, el que su Hijo Jesucristo nos ha revelado, no el que nosotros nos inventamos a nuestra medida; nos ofrece el camino de la plenitud, de la paz del corazón, del gozo inarrebatable: ¡Ama sin medida! serás feliz. Deja de vivir obsesionada, obsesionado por ser, por ser más. Deja de vivir para ti, sólo para ti, pensando en ti mismo, centrado en ti mismo, obsesionado solo por ti y lo tuyo; y experimentarás como algo nuevo, qué es la vida, qué es tu vida. Muy santo aniversario Hermanas. Muy santo aniversario a todos cuantos recibimos tanto a través de Santa Ángela y Santa María de la Purísima, a través de la Compañía de la Cruz. P. Jon García E. Parroquia Santiago Ap. Valdemoro. Madrid 18
SANTIFICARSE AL GUSTO DE DIOS Con gozo hemos recibido la Exhortación Apostólica del Papa Francisco “Gaudete et exultate”, sobre la llamada a la santidad en el mundo actual. El Santo Padre, ha procurado encarnarla en el contexto en el que vivimos, con los riesgos y desafíos que presenta nuestro mundo y nuestra sociedad, sabiendo que todos hemos sido llamados a ser santos. No podemos olvidar lo que nos recuerda San Pablo en la Carta a los Efesios: hemos sido elegidos para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor.1 Como modelo de mujer consagrada que supo encarnar la santidad en el momento en el que vivió, podemos fijarnos en Sor Ángela de la Cruz, que se tomó muy en serio el tema de la santidad, y no sólo para ella, sino que vivió constantemente el deseo de transmitirla a otros, que los demás también desearan y alcanzaran la santidad. De tal forma lo vive que llega a decir: lo único importante en esta vida es santificarse y hacer la voluntad de Dios. Sor Ángela pone en su vida los cimientos necesarios para poder vivir la santidad, que no sea como una casa edificada sobre arena, que se derrumba ante la primera dificultad, y así llega al convencimiento de que la santidad que no está basada en la virtud de la humildad es falsa. Ha llegado a experimentar la fuerza de la humildad en su vida que se atreve a decir: La humildad no tiene fin, es como el mar. El día a día vivido con este deseo de ser santos, nos hace pensar en nuestras debilidades, en las imperfecciones e incluso llegamos a creer que no es posible. El Papa Francisco nos los advierte y recuerda en la exhortación: Cuando sientas la tentación de enredarte en tu debilidad, levanta los ojos al Crucificado y dile: Señor, yo soy un pobrecillo, pero tú puedes realizar el milagro de hacerme un poco mejor.2 Sor Ángela fue consciente en cada momento de su nada, de lo que suponía vivir el abandono en Dios, pero está convencida que ahí es donde hay que 1 2
Ef 1,4. Gaudete et Exultate, 15.
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HABLAMOS DE ELLA
Santificarse al gusto de Dios santificarse, llegando a la conclusión que quería santificarse al gusto de Dios. Y su lección mejor aprendida, y su modelo a imitar es Cristo Crucificado: Al ver a mi Señor Crucificado deseaba con todas las fuerzas de mi corazón imitarle… Tan convencida estaba de esta realidad que afirma: no hay nadie que viva sin cruz y el que huye de una, encontrará otra mayor. Quería vivir abrazada a los pies de Cristo Crucificado y que el Calvario fuera su escuela de santidad: con mi Jesús Crucificado pasar las penas y las alegrías, allí aprender y enseñar, y vivir y morir.3 Esta experiencia de contemplar la Cruz le lleva a un convencimiento que persigue toda su vida: No ser, no querer ser, pisotear el yo. Lo insiste a sus Hijas, y con frecuencia se lo recuerda en las cartas que les escribe. Algunos ejemplos que podemos citar: Aunque trabajen con celo, pero no tanto en lo material que descuiden lo espiritual, teniendo presente que una sola cosa es necesaria, salvarse; llegando cada una al grado de santificación que Dios le pide.4 En otra ocasión escribe: Qué dichosa es la religiosa que, como nosotras está tocando continuamente las miserias de la vida y los desengaños de la experiencia. Todo se reduce a la nada, en un soplo desaparecen las mayores ilusiones, y la nada y la corrupción de nuestro cuerpo es lo que queda y nada más.5 La misión que emprende Sor Ángela y sus hijas al cuidado de los más pobres y enfermos, solo tiene sentido en Cristo. No se puede entender de otra manera. La entrega de la vida amando a los más pobres, es manifestar 3 4 5
Apuntes de Ejercicios y Retiros, 462. Carta a la Comunidad de Arjona, 10 de marzo de 1897. Carta a la Comunidad de Ayamonte, 14 de abril de 1886.
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HABLAMOS DE ELLA
Santificarse al gusto de Dios el amor a Cristo, haciendo saber que la santidad es vivir en unión con él y los misterios de su vida… morir y resucitar constantemente con él.6 Nos recuerda el Papa Francisco en la Exhortación: esta santidad a la que el Señor te llama, irá creciendo con pequeños gestos.7 Muy clara tenía Sor Ángela esta idea, a lo largo de su vida podemos encontrar pequeños gestos llenos de amor y de caridad, que solamente son posibles en la medida en que se realizan por amor a Cristo. Ha llegado a un convencimiento más: lo más esencial de la santidad está en cumplir cada uno con sus deberes; no está en hacer cosas grandes ni extraordinarias, sino en lo que Dios va presentando como venido de su mano. Sor Ángela había concebido toda su vida como una misión, de hecho no tendría sentido sin sus hijas y la atención a los más pobres. Fue capaz de descubrir qué es lo que Dios esperaba de ella, y también a la misma vez, qué quería de la Compañía de las Hermanas de la Cruz. Este convencimiento no le viene de ninguna revelación, sino de su vida de contemplación de Dios, del cuidado de su vida interior y de esforzarse por poner en práctica tantas virtudes como adornaron su vida: ¡Cuántas luces recibe el alma en este santo ejercicio de la oración! Nuestro Señor la ilumina, le hace comprender la nada de esta vida, la une a su Divino Corazón y le descubre todo lo que necesita para seguir firme en el camino emprendido por su amor. Nos dice el Papa Francisco: en la medida en que se santifica, cada cristiano se vuelve más fecundo para el mundo.8 Sor Ángela en la vivencia de su vida “escondida con Cristo en Dios”, encontró la fecundidad. Hoy en día su ejemplo sigue vivo, su carisma sigue siendo actual y el testimonio de sus hijas, las Hermanas de la Cruz, siguen llevando a Dios a los hombres y mujeres de nuestro mundo. D. Juan José Infante Barroso Sacerdote
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Gaudete et Exultate, 20. Gaudete et Exultate, 16. Gaudete et Exultate, 33.
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SANTA ÁNGELA Y EL TIEMPO La ciudad en la que nació y vivió Santa Ángela era muy distinta y, a la vez, muy similar a la Sevilla de hoy: fiel a su ser más profundo, pero diferente en los tiempos del día a día. Vivimos en una sociedad en la que los ritmos se han acelerado y apenas tenemos huecos para dedicarlos al silencio y a la oración. Si debemos apartar la atención de nuestras tareas, lo consideramos como un problema que ha de ser resuelto lo antes posible y no como una oportunidad de hacer la voluntad de Dios, que se presenta de la manera más sencilla e inesperada cada día. Una de las experiencias más bellas que ofrecen los conventos de las hermanas es el silencio y la paz que se respira en ellos; la posibilidad de recuperar la noción del tiempo, de tomar conciencia del transcurrir de nuestra vida y de darle el lugar que merece a lo realmente importante. ¿Qué nos enseña Santa Ángela sobre el tiempo? 1. Ordenar el tiempo. Las reglas de las hermanas organizan y distribuyen las labores de modo que cada hermana se dedica por turno a cada tarea de la casa y de la misión de la compañía. Cada cosa a su hora. Así, mientras unas limpian, otras atienden la puerta; mientras unas oran, otras velan; mientras unas cocinan, otras acompañan a jóvenes. El desorden es uno de los problemas más graves de la sociedad moderna por las consecuencias que acarrea en la vida concreta de las personas: la carencia de proyecto y objetivos de los propios actos, la ausencia de sentido, la dispersión de los pensamientos… Somos nosotros los que debemos moldear nuestro tiempo para no ser dominados y arrastrados por él, dedicando el tiempo y la atención adecuados a cada una de nuestras acciones. 2. Ser paciente en el tiempo. Como el Señor es paciente con nosotros para salvarnos (2 Pedro 3,12: “la paciencia de Dios es nuestra salvación”), así 22
HABLAMOS DE ELLA
Santa Ángela y el tiempo nosotros debemos imitar en su paciencia. Nos va en ello nuestro propio camino de conversión y el de nuestros hermanos, para los que podemos ser en cualquier momento testimonio o mal ejemplo. Las cosas grandes requieren perseverancia y paciencia. 3. Vivir con esperanza nuestro tiempo. A pesar del pecado y el egoísmo reinante en este mundo, no desfallezcamos, no perdamos la esperanza en el Reino de Dios, no nos soltemos de la mano que nos sostiene. Los conventos de las hermanas son signo visible de la caridad de Dios y de su proyecto para nosotros sus hijos: auxilio para los pobres, cuidado para el enfermo, compañía para el abandonado, sostén para los atribulados… oasis de esperanza en el que experimentamos la fidelidad de Dios, que nunca nos abandona, sino que toma nuestras cruces y da sentido a nuestra vida. Sigamos, así pues, el ejemplo de Santa Ángela en su modo de vivir el tiempo. Terminamos con unas palabras de San Juan de Ávila, Doctor de la Iglesia universal, que seguro gustarían mucho a nuestra querida Santa de la Cruz: “Da gracias por las tribulaciones al Dador de ellas como por una señalada merced, teniéndose por dichoso de padecer algo por la honra de Aquel que sufrió tantas deshonras por sacarnos de la deshonra en que estábamos sirviendo a la vileza de los pecados, y nos hermoseó y honró con su espíritu y adopción de hijos de Dios y nos dio arra y prenda de gozar en el cielo de Él y por Él... Ni plega a Dios que nuestra ánima en otra parte descanse, ni otra vida en este mundo escoja, sino trabajar en la cruz del Señor. Aunque no sé si digo bien en llamar trabajos a los de la cruz, porque a mi parecer que son descanso en cama florida y llena de rosas” (San Juan de Ávila, Carta 58; Obras Completas BAC, vol. IV, 268-269). Cruces y rosas: bendita unión que nos enseña cada día Santa Ángela de la Cruz. Ángela Tenorio Llorente Álvaro Pereira Delgado 23
BODAS DE DIAMANTE EN OSUNA Osuna, tierra de María Santísima, ha conmemorado el 75º aniversario de la llegada de la Compañía de las Hermanas de la Cruz a nuestra ciudad. Su presencia entre nosotros, creo y digo con verdadero convencimiento, es una inmensa bendición de Dios, derroche de amor y esperanza para todo el municipio, que recibió con alegría desbordante a esta Comunidad de Hermanas de la Cruz, que se estableció en nuestra localidad el 1 de Septiembre del año 1942. Eran tiempos difíciles, donde los resquicios de la posguerra civil española aún hacían mellas en la sociedad. Y la precariedad y la miseria abundaban en su gente y en el ambiente que se respiraba. Su llegada al pueblo fue, gracias a un matrimonio generoso y piadoso que unió su voluntad a la de Dios; Don Jaime Oriol y Dña. Teresa de la Puerta, quienes hicieron que para todos se abriera una bocanada de aire fresco en una Osuna marcada por el hambre y las sequías continuadas. Con espíritu abnegado iniciaron sin más demora su misión de caridad. En silencio, con humildad y entrega recorrían –y aún recorren- las calles, auxiliando, visitando enfermos, familias necesitadas, abriendo clases de labores, cultura, educación cristiana y moral, y acompañando a las personas que le solicitaban ayuda. Fue así como poco a poco, fueron ganándose el respeto y la admiración de todos los ursaonenses. 75 años han transcurrido, no ha sido un tiempo que ha pasado, sino un amor que permanece, sus esfuerzos evangélicos, su misteriosa alegría, su labor callada hace de estas mujeres que consagraron y, todavía consagran en Osuna sus días, ejemplo de santidad al igual que su fundadora Santa Ángela de la Cruz. La celebración de este 75 aniversario trajo consigo una serie de actos que engrandecieron con solemnidad, más aún si cabe, el legado de las Hermanas de la Cruz en nuestra Villa Ducal. Todo vislumbraba la grandeza de Dios y la humildad de las homenajeadas. Se celebró un Triduo de Acción de Gracias los días 1, 2 y 3 de septiembre de este año 2017, donde el Señor nos regaló un trocito de gloria. 24
HABLAMOS DE ELLA
Bodas de Diamante en Osuna El primer día la Eucaristía, fue dedicada por las familias, presidida por el Sr. Arzobispo de Sevilla, Don Juan José Asenjo Pelegrina y concelebrada por el Sr. Vicario Don Antonio Jesús Rodríguez Báez, Don Juan Martín, el padre Carmelita Don Rafael Leiva, y el capellán del convento Don Daniel Mariño. El segundo día fue por los enfermos, quienes son el verdadero tesoro de estas hermanas, hijas de Santa Ángela. Presidió la Eucaristía Don Manuel Sánchez de Heredia, capellán de este convento durante 15 años, quien nos hizo emocionarnos y gozar de tan bellos mensajes sacados de la misma espiritualidad de Madre Angelita. Al término de la Eucaristía tuvo lugar la salida procesional de la imagen de Santa Ángela por los barrios de nuestra ciudad, acompañada por numerosos fieles. Unos ensalzando sus virtudes, otros pidiéndole y dándole gracias. Jóvenes y mayores, pobres y enfermos, todos se echaron a la calle para estar cerca de ella. Osuna se engalanó adornando sus balcones y fachadas para agradecer a la santa fundadora la presencia de sus Hijas en nuestro pueblo. El tercer día del Triduo nos acompañó nuestro querido paisano Don José Mazuelos, Obispo de Asidonia-Jerez. La Misa fue ofrecida por la Vida Consagrada, asistiendo también las H.H. de la Fraternidad Reparadora de Aguadulce . Un solemnísimo Triduo se celebró en la Capilla del Convento, bellamente adornada y llena a rebosar. Así lo prepararon con esmero y delicadeza las siete religiosas que actualmente tiene esta comunidad Estos días de alegría y solemnidad supusieron para todos una buena lección espiritual que nos enseñó que el espíritu de Santa Ángela de la Cruz pervive, que fue semilla, la que cayó en tierra buena y poco a poco fue germinando a través de las generaciones sucesoras. Gracias a Don Jaime Oriol y Dña. Teresa de la Puerta por traernos a nuestra ciudad a estas benditas religiosas que tanto bien nos aportan y al mismo tiempo benefician. Gracias a Santa Ángela de la Cruz por su carisma y espíritu siempre en bien de los más desfavorecidos. Y por encima de todo gracias a Dios por bendecir a Osuna con la Compañía de las Hermanas de la Cruz. Mercedes Angulo Martos 25
SANTA MARÍA DE LA PURÍSIMA DE LA CRUZ
Procuren que
nuestros pobres y enfermos participen de nuestra felicidad, llevándoles junto con la ayuda material, el mensaje de la Buena Nueva del Amor de Dios que se abaja hasta hacerse Hombre para salvarnos. (Cc. 22, p. 1595).
LA VIRGEN MARÍA, MODELO DE TODA VOCACIÓN CRISTIANA La vocación cristiana es la manifestación en el tiempo del proyecto o designio que Dios tiene respecto a cada persona, haciéndole descubrir el sentido más profundo de su existencia, el por qué y el para qué de su vida. Es algo que hay que desvelar con paciencia, e ir interpretándolo en cada uno de los que tienen o pueden tener el don de la vocación. Actuar sin prisa, pero sin pausa, tener paciencia, pero, de ningún modo, cruzarse de brazos. En efecto, la vocación cristiana es una llamada de amor que atrae y que se refiere a algo más allá de uno mismo, descentra a la persona, inicia un camino permanente, como un salir del yo cerrado en sí mismo hacia su liberación en la entrega de sí y, precisamente de este modo, hacia el reencuentro consigo mismo, más aún, hacia el descubrimiento de Dios. Toda llamada, a la vocación que sea, tiene como origen a Dios y como fin la realización de la persona dentro de los marcos en los cuales se puede realizar mejor su afán de ser feliz y hacer felices a los demás. Dios da a cada uno su propia vocación para contribuir a mejorar la sociedad en la que vive. Y su respuesta y exigencia consiste en dejarla mejor de lo que se la encontró cuando empezó sus pasos por ella. La vocación, pues, entraña una responsabilidad en el puesto que nos toca ocupar en la sociedad y en la Iglesia. Y una señal clara de la vocación cristiana es llevar una conducta intachable a los ojos de la propia conciencia, de los otros y de Dios. Todo menos pasividad. La Virgen María, en su proceso vocacional, se puso en manos de Dios con infinita confianza. Dios estaba con ella. Ella fue consciente de la llamada de Dios, de su llamada de amor. Cierto que sintió turbación. Pero recibió las 27
TESTIMONIOS
La Virgen María, modelo de toda vocación cristiana palabras del ángel: “No temas, María”. Ante esas palabras, confiada, escuchó el proyecto que Dios había pensado para ella: “Vas a concebir en el seno y vas a dar a luz a un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús”. Cuando Dios nos llama lo hace desde el conocimiento personal de cada uno y nos infunde confianza. Su llamada, que es un misterio, lleva consigo emprender el camino con Jesús para hacer realidad su Evangelio. Por eso, cuando percibimos su llamada es normal que quedemos sobrecogidos ante ese misterio, pues uno capta sus propios límites, pecados y carencias pero, como la Virgen María, hemos de confiar en Dios porque para Él nada hay imposible. María expresó su disponibilidad al Señor cuando recibió el anuncio de que iba a ser la madre del Salvador, que aunque no comprendía totalmente todo, responde con esa disponibilidad que nace de la fe. Así es cómo María, con su vida de fe y testimonio de disponibilidad y servicio, se convierte para nosotros en un ejemplo de cómo vivir, en nuestro mundo y relaciones, la vocación de hijos de Dios. Nuestra vocación alegre de creyentes consiste en dejarnos amar profundamente por el Señor. Dios nos ama tal como somos, y, desde nuestras limitaciones, nos hace tener un corazón nuevo mediante su Palabra. Solamente desde la certeza de sentirnos amados por Dios, podemos engendrar a Jesús en el mundo que nos ha tocado vivir. Los proyectos de Dios no salen adelante por nuestra fuerza y nuestras cualidades, sino que triunfan por la misma fuerza de Dios, por su gracia. Con la ayuda de Dios, la respuesta de María es transparente: “Hágase en mí según tu palabra”. La Virgen María se puso en las manos de Dios para que su palabra la transformara. Su respuesta fue la fidelidad plena, la consagración del corazón, de la voluntad y de la mente y la obediencia de los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen (cf. Lc 8,21). Responder a la llamada de Dios, por tanto, es dejar que Él nos haga salir de nuestra falsa estabilidad para ponernos en camino hacia Jesucristo. 28
TESTIMONIOS
La Virgen María, modelo de toda vocación cristiana Santa María de la Purísima comentaba que, a partir de la Encarnación, la Virgen María deja de pertenecerse, se vacía, se despoja, se expropia de sí misma para pertenecer solo a Dios. Por eso, enseñaba a las Hermanas de la Cruz que debían vivir expropiadas, pues, como en el caso de la Virgen María, la atención y la escucha de quien las ha llamado debía polarizar y absorber su afectividad, su tiempo, sus energías, sentimientos, deseos y su capacidad de amar, y todo ello definitivamente, para toda la vida; y exclusivamente, es decir, para una dedicación plena y única, incompatible con cualquier otro compromiso. Por ello, repetía continuamente a las Hermanas de la Cruz que el mejor modo de vivir una auténtica espiritualidad mariana “es parecernos a Ella”. Si actuamos así y acogemos con alegría la invitación del Señor a seguirle, podemos estar ciertos de que, a pesar de las dificultades, no nos faltará la ayuda de la gracia de Dios, que, como a los profetas nos dice: “No temas que yo estoy contigo”. Este es además el camino de la verdadera libertad, como nos dice San Pablo, la libertad no consiste en seguir en cada momento lo más fácil o lo más placentero, que, a menudo, sólo lleva al envilecimiento y a la esclavitud de la persona. El hombre y la mujer sólo son verdaderamente libres si se someten amorosamente a la ley de Dios. Esa es la verdadera libertad con la que Cristo nos ha liberado. Es la libertad del amor. Y nosotros ¡cuántas ataduras! ¡Cuántas dificultades le ponemos a Dios para obrar en nosotros! para cumplir su plan. ¡Cuántas resistencias a su gracia! El motivo mayor de alegría para un cristiano es saber, como la Virgen María, que “Él nos amó primero”, y que nuestros fallos y pecados, vistos desde el corazón de Dios, son la pobreza de nuestra vida, amada por un Dios que ha mostrado su misericordia mirando la humillación de su Sierva. La Virgen María, modelo de toda vocación, no tuvo miedo a decir su “hágase” a la llamada del Señor. Ella nos acompaña y nos guía. Con la audacia generosa de la fe, María cantó la alegría de salir de sí misma y confiar a Dios sus proyectos de vida. A Ella nos dirigimos para estar plenamente disponibles al designio que Dios tiene para cada uno de nosotros, para que crezca en nosotros el deseo de salir e ir, con solicitud, al encuentro con los demás. Que la Virgen Madre nos proteja e interceda por todos nosotros. Teodoro León, Pbro. 29
EL MES DE MARÍA Cada primavera, la naturaleza nos vuelve a sorprender con su propio renacer. Y ahí nos damos cuenta de la belleza del mundo creado por Dios. Una muestra más de su Gran Poder infinito e inigualable a otro. Por eso rogamos y pedimos, porque para Él no hay nada imposible. La primavera es el nuevo tiempo y el renacer del mundo. Una metáfora para la vida del cristiano, que cada día debe ser un renacer. Un volver a empezar y florecer. Caerse y levantarse. Recomenzar y dar gracias. Como hacían Santa Ángela de la Cruz y Santa María de la Purísima de la Cruz. Volver a empezar para dar mayor Gloria a Dios. Y para ver la vida con ojos nuevos, sin cansarnos y sin olvidar que Nuestro Señor nos perdona cada día y nos espera en los sacramentos, especialmente en la confesión y la Eucaristía. Santa María de la Purísima vivió en una primavera constante. Por eso jamas perdió la sonrisa, ni la esperanza ni las ganas de superarse cada día. Hasta el último día de su vida. Como Hermana de la Cruz y como superiora del Instituto que con tanto amor dirigió durante tantos años. Así lo recuerdan todas las hermanas que pasaron por el noviciado y bajo sus consejos de verdadera madre. Madre María de la Purísima se apoyó en esas ganas renovadas de las que todos tenemos que tomar nota. Hacer un esfuerzo y tomar cada día como un regalo para ser mejores, para vivir una nueva primavera. La Virgen fue una gran confidente de Madre Purísima. Se apoyó e inspiró en la Santísima Virgen para dar cada paso de su vida. Con confianza en la Voluntad de Dios y aceptando todas las contrariedades y cruces con las que era bendecida. No olvidemos que Dios siempre bendice con la Cruz. Por eso los sacerdotes al dar la bendición hacen el signo de la Cruz. Y por eso cada Hermana de la 30
TESTIMONIOS
El mes de María Cruz abraza las cruces propias y ajenas. Como enseñó Santa Ángela y como supo transmitir Madre María de la Purísima. Y si la Virgen fue un gran apoyo, también la Virgen estuvo al pie de la Cruz. Y de nuevo, otra metáfora de lo que debemos hacer: permanecer siempre ante las cruces propias y ajenas. No abandonarlas. Porque donde hay una Cruz, está Dios. Y la Virgen, que no nos deja aunque a veces nos sintamos solos o abandonados. Esa confianza nos lleva a tener a María como amiga y aliada. Del mismo modo que Madre María de la Purísima hizo durante toda su vida. Para renacer y no abandonar la Cruz. Tiempo de primavera y de renacer. Del mes de María y de celebrar la vida. Cada día, con ganas, con la sonrisa de Madre Purísima. Con el amor a todos, que es lo que nos une a Cristo. Renaciendo como lo hace la naturaleza creada por Dios. Alberto Espinosa
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SANTA MARÍA DE LA PURÍSIMA
Realizar un retrato siempre se presenta como un reto. Cada detalle de las facciones del rostro cuenta para que sea lo más verosímil posible. Pero realizar el retrato de la santidad siempre se antoja algo más complejo. La anatomía pasa a un segundo plano porque lo que ha de primar por encima de todo es la unción sagrada. Buscar la santidad es buscar la perfección. El artista y teórico Anton Raphael Mengs [Aussig, Bohemia, 1728 - Roma, 1779] afirmaba que «como 32
TESTIMONIOS
Santa María de la Purísima solo Dios es perfecto, por eso la belleza es cosa divina». Por tanto, y aunque la representación de algo tan intangible como el alma resulta algo sumamente difícil, buscando lo bello podemos alcanzar la mayor aproximación a la santidad en una representación pictórica. Este retrato parte del dicho popular que dice que «los ojos son la ventana del alma», por lo que el punto inicial para su realización fue la inspiración en el retrato de Santa María de la Purísima de joven, en el que primase la mirada por encima de todo. Realizado en óleo sobre tabla, fue la materialización de la iniciativa que tuvo la Venerable Cofradía de Nuestra Señora de la Caridad, con sede en templo de San Francisco de Asís de la Villa de La Orotava, tan cercana y vinculada al convento de las Hermanas de la Cruz de esta localidad, para celebrar la Canonización de Madre María de la Purísima el 18 de octubre de 2015 en El Vaticano. La pintura muestra a la madre María de la Purísima, de medio cuerpo, en una sala conventual, cuya mano dirige la mirada del espectador a un escritorio cubierto con un mantel granate en el que destaca la filacteria con la palabra «Charitas», aludiendo a una vida dedicada al servicio de los enfermos y a la labor constante e incansable de la Compañía de la Cruz hacia los más desfavorecidos de la sociedad. En la pared se muestra una pequeña efigie de la Virgen de la Caridad de La Orotava, que bajo esta advocación refuerza la idea de la misericordia y del amor hacía los demás, y cuya milagrosa y venerada imagen visita a las Hermanas de la Cruz cada tarde del 5 de agosto. Por todo ello, su cofradía, unida al mucho amor y cariño que esta localidad profesa a esta congregación religiosa, ha querido regalar este retrato para perpetuar en la memoria tan magno acontecimiento como fue la Canonización de Madre María de la Purísima, así como fomentar la devoción hacía ella. Breves apuntes de la imagen La imagen de Nuestra Señora de la Caridad fue adquirida en Sevilla con anterioridad a 1632 y en esa época ya gozaba de una «fama prodigiosa»1. por sus muchos milagros, como recoge más tarde Fray Juan de Mireles en 1
LORENZO LIMA, Juan Alejandro: El Calvario. Siglos de historia, arte y religiosidad en La Orotava. La Orotava, 2014, pp. 57-60.
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TESTIMONIOS
Santa María de la Purísima su «libro de los milagros de la prodigiosa imagen de Nuestra Señora de la Caridad, que se venera en el Convento del Señor S. Lorenzo de la Villa de La Orotava» impreso en Cádiz en 1737 y en palabras de José de Viera y Clavijo, historiador reconocido como el máximo exponente de la Ilustración en Canarias, destacaba de su convento franciscano «la residencia que suelen hacer en él los padres más condecorados de la provincia, la imagen de Nuestra Señora de la Caridad que atrae la devoción de los vecindarios y finalmente el noviciado, el nombre de sus claros hijos, la Orden Tercera, la aura popular del instituto, todo contribuye a hacerle el San Lorenzo de los conventos de Canarias y el Escorial de sus padres más dignos»2. Pero el panorama devocional se truncó funesto a partir del pavoroso incendio que en abril de 1801 arruinaba el convento franciscano, del que pudo rescatarse la imagen de la Virgen. En su reconstrucción acaecieron las desamortizaciones de 1821 y 1835, que terminaron ocasionando el traslado de la imagen al cenobio de monjas claras por petición de la abadesa, al haber tenido «la mayor devoción de todo el vecindario y, especialmente de todas las que moramos en este monasterio»3. Tras la destrucción de este último en 1869, la imagen pasó al templo matriz de la localidad. La apertura del antiguo convento franciscano como centro hospitalario motivó que las Hijas de la Caridad reclamaran la imagen de nuevo en 1884, permaneciendo en el templo hasta nuestros días. Josué Hernández
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LORENZO LIMA, Juan Alejandro: Dolorosa del Santo Entierro. Historia de una devoción en La Orotava. La Orotava, 2016, pp. 57-60. LORENZO LIMA, Juan Alejandro: Dolorosa del Santo Entierro. Historia de una devoción en La Orotava. La Orotava, 2016, pp. 126-127.
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LAS MEJORES FLORES PARA LA VIRGEN
El mejor retrato de Madre María de la Purísima son las Hermanas de la Cruz. Ellas, además de su testimonio y ejemplo de fidelidad al carisma de Sor Ángela y su vida sin salirse del “molde” de la fundadora, nos han regalado el epistolario de la nueva santa; otro retrato espiritual plasmado en las cartas que les dirigió durante sus años como Superiora General del Instituto. En estos escritos, llenos de una espiritualidad profunda y alegre, la cruz se transforma en serenidad y sonrisa en un recorrido cronológico a través de la liturgia. Adviento, cuaresma, pentecostés… y siempre, la llegada del mes de mayo. Entonces la sonrisa se transforma en entusiasmo por alabar a la Virgen María. Dicen los biógrafos de Madre María de la Purísima que la santa llevaba impreso a fuego en su alma el amor a la Santísima Virgen y que alentaba a las Hermanas para que lo inculcaran en las niñas, enfermos y pobres. Especialmente durante el mes de mayo, todo le parecía poco para obsequiar a la Virgen. Fiel al espíritu de la Fundadora en sus cartas dice: “MADRE nos ha legado el amor a la Virgen, que en toda su vida demostró y que lo encontramos “amasado” en el espíritu del Instituto y en nuestras costumbres. Todo nos ha de parecer poco para alabarla y engrandecerla”. 35
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Las mejores fl ores para la Virgen Y así sigue siendo en las casas de las Hermanas. Si durante todo el año, la Virgen tiene flores en la capilla, en mayo hay un tapiz de pétalos. Si durante todo el año hay cruz y sacrificio, en mayo lo hay más para obsequiar con ello a María Santísima. Las Hermanas celebran el mes de la Virgen con ilusión, transmitiendo este entusiasmo cada una en su tarea y apostolado. “…celebren el mes de mayo con la mayor solemnidad posible, sin perdonar sacrificio alguno por extender esta devoción que tantos bienes proporciona”. Les recordaba Santa María de la Purísima. Hace unos días celebraba La Hermandad de la Virgen de los Reyes de Madrid una misa funeral por su Director Espiritual, Monseñor Camilo Olivares en el Convento de las Hermanas de la Cruz en Madrid. El vínculo de Don Camilo con las Hermanas de la Cruz viene de lejos; fue en su infancia y sus padres los que le transmitieron la devoción a Sor Ángela y el cariño por las Hermanas de la Cruz y él mismo mostraba constantemente su admiración por ellas. Predicador incansable, en sus últimos años decía misa los domingos por la tarde cuando estaba en Madrid en esta misma capilla donde le hemos recordado y seguía consiguiendo entusiasmar con sus palabras a las Hermanas casi tanto o más como cuando les dirigía ejercicios espirituales en la casa madre de Sevilla. Como dijo Su Eminencia el Cardenal Amigo, Don Camilo tenía casi “obsesión” por La Palabra. Don Camilo y Madre María de la Purísima. Dos personas de Iglesia. Sus vidas han discurrido en cierto modo en paralelo, cada uno dentro de sus propias circunstancias y vocaciones. Nacieron en el mismo año en Madrid y su infancia transcurrió en un ambiente familiar profundamente cristiano. Sacerdocio y vida religiosa principalmente en Sevilla. Ambos dieron ejemplo 36
TESTIMONIOS
Las mejores fl ores para la Virgen de fe y fidelidad a la Iglesia y a su vocación, de amor y misericordia y de celo por acercar almas al Señor y ambos destacaron por su profundo amor y devoción a la Virgen María. La Virgen de los Reyes es patrona de Sevilla. Desde los tiempos de Sor Ángela, son las Hermanas de la Cruz sus camareras y en su capilla celebró Don Camilo su primera misa encomendándole a Ella su vocación. El Gran Poder de Sevilla y la Virgen de los Reyes fueron, parafraseando al cardenal Carlos Amigo, las otras dos “obsesiones” de Don Camilo, quien repartía en sus últimos años su tiempo entre Sevilla y Madrid haciéndose cargo espiritualmente de la Hermandad del Gran Poder de Sevilla y de la de la Virgen de los Reyes de Madrid. Hoy tengo que decir que mi familia y yo hemos tenido el privilegio de ser parte de ese tiempo madrileño de Don Camilo, quien llegó providencialmente a nuestras vidas de la mano de las Hermanas de la Cruz tras la beatificación de Madre María de la Purísima. Entonces y ahora lo sentimos como un regalo especial que nos hizo la Santa. No creo que me equivoco si digo que no fuimos los únicos en recibir el mismo regalo. Enseguida nos propuso formar parte de la Hermandad de la Virgen en Madrid y cuando le contestamos que no éramos sevillanos ni “entendidos” en hermandades, nos contestó: “para formar parte de esta hermandad, sólo hay que tener devoción a la Virgen”. Su amor por la Virgen era de tal fuerza que no escatimaba esfuerzos, incluyendo constantes traslados de Sevilla a Madrid. Se ocupaba en hacer las celebraciones siempre muy solemnes, buscaba que participara el mayor número de Hermanos posibles, entusiasmaba a los más jóvenes y animaba a que la Hermandad estuviera unida convocando reuniones, 37
TESTIMONIOS
Las mejores fl ores para la Virgen charlas y ejercicios espirituales. Cada año ponía su casa a disposición de la Hermandad para celebrar un rastrillo en beneficio de los más necesitados recordándonos a todos la obligación cristiana de la caridad. Le gustaba estar rodeado de gente, hablar de lo divino y de lo humano; disfrutaba de la belleza de las cosas, era ejemplo de misericordia “hay que condenar el pecado, pero compadecer al pecador” repetía. Enormemente culto y profundo, nadie salía de una charla con él sin una respuesta. Su devoción por Madre María de la Purísima era enorme. Hablaba de ella como un ejemplo a seguir, le rezaba con fe y confianza. Quiso estar unido al Instituto en la alegría por la canonización y se preocupó de encargar un relicario con una imagen de la santa para la Capilla de la Virgen de los Reyes en la Colegiata de San Isidro y de asistir el día que se colocó una placa en la calle Jorge Juan 8 donde vivió María Isabel hasta 1944 antes de ingresar como postulante en el convento de Sevilla. Durante el tiempo que estuve ayudándole a transcribir su libro sobre oratoria sagrada, ni él ni yo perdonábamos el descanso de media mañana y el café descafeinado pero exquisito que nos preparaba Petra, su entrañable ayuda en casa, y en esos ratos me hablaba de las Hermanas de la Cruz y de Madre María de la Purísima, de sus desvelos por el proceso de Sor Ángela y especialmente por el Instituto, de su espiritualidad elegante y profunda, de su actitud siempre prudente. Se notaba que la había tratado con frecuencia, aunque no daba excesivos detalles. Nunca me contó que Madre María de la Purísima le pedía que les dirigiese ejercicios a las Hermanas siempre que era posible porque ella sabía que era un maestro de La Palabra, ni que sus charlas sobre La Pasión movían los corazones de las Hermanas tanto como el suyo y que apenas podían disimular la emoción. Don Camilo, igual que Madre María de la Purísima, era poco dado a echarse flores a sí mismo. 38
TESTIMONIOS
Las mejores fl ores para la Virgen En unos días celebraremos triduo en honor de la Virgen de los Reyes en la Colegiata de San Isidro de Madrid. Las Hermanas volverán a vestir a la Virgen y llenaremos de flores la capilla. “Nuestras mejores flores para la Virgen son las Hermanas de la Cruz” decía Don Camilo, quien cuidaba cada detalle para que la Virgen estuviera impecable y todos los fieles se
acercaran a rezarle. Bajo la atenta mirada de Santa María de la Purísima, Don Camilo seguirá dirigiéndonos desde el cielo donde a los miembros de esta hermandad nos gusta imaginarle, colocando con cariño el manto a la Virgen. Olga Salvat. Madrid, mayo 2018
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VIRGEN SANTÍSIMA “Ella nos precede y alienta, es para nosotras una luz y una fuerza” 1. El ejemplo de la vida de la Virgen
nuestra vida: “Hacer siempre lo que a Él le agrada” (Cc. 4, p. 1519).
es la luz que nos ilumina, su amor la fuerza que nos mantiene firmes sin retroceder. Como Ella llegaremos a la casa del Padre felices de haber realizado nuestra peregrinación en la fe (Cc. 67, p. 1751).
5. Que el ejemplo de la Virgen que se dejó hacer nos anime a dejarnos hacer por el Señor, es decir, abandonarnos por completo a su voluntad (Cc. 9, p. 1534).
2. Esperó a su Hijo en oración y de
6. La Virgen no comprendía, creyó
ahí su vida teologal intensa; siempre, pero en esos días vivió con más intensidad una vida de fe, esperanza y amor. Si como Ella vivimos en oración, se fortalecerá nuestra fe, aumentará nuestra esperanza y crecerá nuestro amor (Cc. 3, p. 1514).
y aceptó abandonándose en manos de Dios, fiándose de Él sin razonar. Nosotras aquí tenemos mucho que aprender (Cc. 10, p. 1535).
7. El ejemplo de Nuestra Santísima Madre tiene mucha fuerza. Su vida tan equilibrada, tan serena en las diversas circunstancias y sobre todo en la Pasión y muerte de su Hijo, es para nosotras un modelo y un estímulo (Cc. 68, p. 1754).
3. La Virgen, la Esclava del Señor, con su actitud de humilde sumisión hizo realidad el misterio más sublime que jamás podíamos haber imaginado: la Encarnación del Verbo (Cc. 4, p. 1518).
8. En la Virgen no había otro amor que el de Dios y por Dios a todos. Su corazón no estaba dividido, porque el corazón se divide cuando no se ama en Dios y por Dios (Cc. 10, p. 1536).
4. Confiemos en la Virgen, su ayuda maternal nos va a hacer vivir este ideal que hemos de mantener toda 40
SUS ESCRITOS “DESTELLOS DE LUZ”
Virgen Santísima
9. La Virgen fue la criatura más dócil
notaremos cómo se allanan muchas dificultades, pues la Virgen siempre nos acerca al Señor (Cc. 14, p. 1556).
a la acción escondida y poderosa del Espíritu Santo. En Ella no había zonas oscuras. Todo era luz y gracia (Cc. 11, p. 1538).
15. Si miramos a la Santísima Virgen del Adviento, la vemos tan humilde, tan recogida, tan silenciosa, tan dispuesta a hacer la voluntad de Dios y tan sencilla, sin llamar la atención ni sobresalir en nada, guardando el secreto de su maternidad divina. ¡Cuánto nos enseña Ella, tan llena de gracia y de virtudes! (Cc. 17, p. 1568).
10. De Ella vamos a aprender, en estos días, dos virtudes muy necesarias: la humildad y la disponibilidad, dos virtudes que siempre han de ir juntas (Cc. 11, p. 1538). 11. Para Ella no contaba otra cosa sino Dios y su voluntad; se dejó llevar por Él a través de toda su vida, en medio de dificultades y oscuridades, pero totalmente confiada y abandonada en sus manos (Cc. 11, p. 1539).
16. ¡Qué a gusto se encontrará el Señor en nuestros corazones, que con la ayuda de la Virgen hemos encendido en Su amor, con el sacrificio y el amor desinteresado a todos los que conviven con nosotras! (Cc. 20, p. 1585).
12. Pidámosle, a Ella, nos alcance luz para convencernos de lo poco que somos sin Él y no queramos llevar la iniciativa, sabiendo que nuestro papel es colaborar con la gracia, es decir, dejarnos conducir por Quien nos conoce y nos ama (Cc. 11, p. 1539).
17. En este mes de mayo consagrado a la Santísima Virgen las animo a que trabajen en el espíritu sobrenatural, teniendo por “estiércol”, como dice San Pablo, todo lo que no sea Cristo; y éste, Crucificado (Cc. 59, p. 1726).
13. La Virgen le esperó con inefable amor de Madre…” Nosotras, a imitación suya, podemos esperarle con el mayor amor de que seamos capaces, contando con que Ella suplirá lo que a nosotras nos falta si ponemos toda nuestra buena voluntad (Cc. 13, p. 1548).
18. Pongamos en manos de la Virgen nuestra vocación de Hermana de la Cruz, para que Ella nos ayude a vivirla en toda su plenitud, sin menguarle detalle alguno que lime la aspereza de la Cruz con la que nos hemos abrazado (Cc. 60, p. 1728).
14. Hacerlo todo, por Ella, con Ella,
19. A Ella hemos de pedirle, todas
en Ella y para Ella. Si así lo hacemos
insistentemente, 41
que
mantenga
SUS ESCRITOS “DESTELLOS DE LUZ”
Virgen Santísima
25. Tenemos ante nosotras el ejemplo de la Virgen para aprender de Ella. Exteriormente su vida fue muy sencilla, nada le distinguía aparentemente de las demás mujeres de su pueblo, pero interiormente ¡qué diferencia tan grande! Sus pensamientos, sus deseos, sus intenciones... todo iba dirigido únicamente a agradar al Señor, por Él sólo vivía y nada deseaba fuera de Él y su voluntad; su oración era continua, y así, su fe y su amor iban aumentando cada día (Cc. 65, p. 1740).
nuestro Instituto en el verdadero espíritu, sin tergiversar ni alterar el sello de la Pasión del Señor con que está marcado (Cc. 60, p. 1728).
20. Hemos de procurar esmerarnos en obsequiar a Nuestra Santísima Madre. Ella siempre nos acerca al Señor. MADRE nos ha legado el amor a la Virgen, que en toda su vida demostró y que lo encontramos “amasado” en el espíritu del Instituto y en nuestras costumbres. Todo nos ha de parecer poco para alabarla y engrandecerla (Cc. 60, p. 1729).
21. Trabajen
por inculcar este amor en los pobres y en las niñas, celebrando el mes de mayo con la mayor solemnidad posible, sin perdonar sacrificio alguno por extender esta devoción que tantos bienes proporciona (Cc. 60, p. 1729).
26. Al volver la vista hacia la Virgen Fiel, que lo supo ser hasta en los detalles más insignificantes de su vida, recibimos un aliento, un optimismo, un deseo de seguir su camino, un camino sembrado de espinas punzantes, pero lleno de paz y de amor (Cc. 66, p. 1743).
22. Ella es camino seguro y tabla de salvación; dos cosas que tanto necesita el mundo de hoy (Cc. 60, p. 1729).
27. La Virgen fue fiel a su vocación
23. ¡Cuánto hemos de pedir a la Santísima Virgen nos alcance la gracia de la perseverancia en buen espíritu hasta la muerte! Es gracia tan grande que por nosotras nunca podremos conseguir (Cc. 61, p. 1730).
de Madre de Dios y Corredentora en todo momento; en las horas fáciles y en las difíciles, en lo pequeño y en lo grande, fue fiel sobre todo en la vida ordinaria, sin brillo, monótona, oculta a los ojos de los hombres, pero muy agradable a los de Dios (Cc. 66, p. 1743).
24. A Ella, la Virgen FIEL, le agrada
28. Ella supo apreciar su vocación.
sobremanera que la obsequiemos con una gran fidelidad a nuestras Reglas, Espíritu y Carisma (Cc. 62, p. 1733).
Es verdad, que gracia más grande no cabe en una criatura humana, pero también sabía cuánta renuncia 42
SUS ESCRITOS “DESTELLOS DE LUZ”
Virgen Santísima y sacrificio le iba a imponer, por eso vivió su vocación con entusiasmo, y su fidelidad con amor (Cc. 66, p. 1743).
el Señor nos presente, hemos de mantener nuestra unión con Él al modo de María (Cc. 67, p. 1750).
29. A la luz de la fidelidad de la Virgen revisemos la nuestra, y nos daremos cuenta de cuánto nos falta para parecernos a Ella (Cc. 66, p. 1744).
34. La Virgen sabía ver en los pequeños acontecimientos y sucesos del día la voluntad del Padre, el amor del Hijo, y la fuerza del Espíritu Santo que conducía y gobernaba su vida (Cc. 67, p. 1750).
30. El Papa nos propone a la Virgen como modelo de la Iglesia que recorre su mismo itinerario avanzando en la peregrinación de la fe, y manteniendo fielmente la unión con Cristo. Pero no sólo la propone como modelo de la Iglesia sino como modelo para todo cristiano, ya que todos somos Iglesia, y caminamos hacia la Casa del Padre a través del tiempo (Cc. 67, p. 1749).
35. Meditando en la vida de la Santísima Virgen vemos cuánto de humildad podemos aprender de Ella, que siendo una criatura como nosotros, es verdad que sin estas profundas raíces de malas inclinaciones, pero al fin criatura, supo corresponder a las gracias que recibió con una generosidad y fidelidad perfectas, viviendo constantemente en actitud de humilde esclava del Señor (Cc. 72, p. 1774).
31. La vida de la Virgen fue una peregrinación en fe en medio de las distintas circunstancias y acontecimientos de su vida, la mayoría dolorosos, y Ella supo mantener fielmente la unión con su Hijo, incluso hasta la Cruz, precisamente porque vivía en fe (Cc. 67, p. 1750).
36. Ella nos precede y alienta, es para nosotras una luz y una fuerza. También como Ella, la mayor parte de nuestra vida transcurre en la monotonía, la oscuridad, la fe (Cc. 67, p. 1750).
32. Nosotras vamos a aprender de la Virgen a mantener fielmente nuestra unión con Cristo en todo lo que sea cruz, humillación, renuncia (Cc. 68, p. 1754).
37. Procuren inculcar en todos los que traten y tengan confiados a sus apostolados el amor a la Virgen que tanto acerca al Señor. Enseñen a rezar el Rosario, la hora, y a invocar con frecuencia a la Santísima Virgen (Cc. 67, p. 1750).
33. Nuestra vida también es una peregrinación en fe, y durante ella y en las distintas circunstancias que 43
CAUSA DE CANONIZACIÓN DE José Torres Padilla Sacerdote Diocesano, Director Espiritual de Santa Ángela de la Cruz y Cofundador del Instituto de las Hermanas de la Cruz DON JOSÉ TORRES PADILLA
ORACIÓN
Para obtener la glorificación en la tierra del Siervo de Dios, José Torres Padilla Te damos gracias Señor y Padre nuestro, porque has querido darnos en el sacerdote José Torres Padilla un modelo de pastor bueno y fiel, entregado al servicio de la Iglesia y al bien de los más pobres y necesitados; glorifica en tu Iglesia a este siervo tuyo que gastó su vida por tu gloria y por la salvación de las almas. Haz que el ejemplo de su vida virtuosa suscite en muchas almas deseos de santidad y, por su intercesión, concédeme la gracia que ahora te pido. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. Padrenuestro, Avemaría y Gloria (Con licencia eclesiástica para uso privado)
ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS SOBRE EL PADRE JOSÉ TORRES PUBLICADOS POR D. MODESTO ABÍN, EN EL CORREO DE ANDALUCÍA (SEVILLA) DURANTE EL AÑO 1916 Y PARTE DE 1917. La erudición del Señor Torres Padilla se extendía a todos los ramos de las ciencias eclesiásticas. Aventajado alumno de la facultad de Teología en la Universidad, obtuvo siempre en los exámenes las primeras calificaciones, como afirma el Señor Don Francisco Collantes en el capítulo que le dedica a su notable obra “Memorias históricas de los establecimientos de caridad en Sevilla, Segunda parte”; pero donde más se nutrió su espíritu y adquirió el gran caudal de ciencia que poseía fue en el continuo estudio a que le brindaba su amor al recogimiento. Los que tuvimos la dicha de oírle explicar sus lecciones en el Seminario podíamos apreciar sus grandes conocimientos no sólo en el Dogma y Moral, sino también en la Historia y Disciplina y, principalmente, en la Patrología. En la lectura de las obras de los Santos Padres, que conocía como pocos, había adquirido aquel caudal riquísimo de doctrina que desarrollaba su 44
CAUSA DE CANONIZACIÓN DE JOSÉ TORRES PADILLA
Artículos periodísticos sobre el Padre José Torres cátedra con tanto provecho de sus discípulos, a quienes cautivaba la forma siempre interesante y gráfica con que revestía sus explicaciones. El Señor Don Cayetano Fernández, en el artículo necrológico que publicó en la Revista Católica dos días después de morir el Padre Torres Padilla, decía: “De mí puedo decir que consideraba a Torres Padilla como un archivo, lleno de preciosas curiosidades, a donde nunca acudía en vano por datos que me fueran precisos, y como un libro registrado y abierto en cada ocasión por la página que me hacía falta”. A la vista tenemos su discurso inaugural en el Seminario, al abrirse el curso académico en 7 de Enero de 1866, fecha retrasada en este como en los demás centros de enseñanza por causa de la epidemia colérica de 1865. Fue su tema encarecer la suma importancia de los estudios teológicos en nuestras escuelas eclesiásticas para oponerlos a esa inmensa controversia religiosa y científica que se agita en un siglo henchido de orgullo. Las atinadísimas consideraciones que hace sobre el origen de las herejías antiguas y modernas y de las verdaderas causas de su desarrollo, prueban que, además de hombre erudito, era un profundo pensador, acostumbrado a discurrir sobre los grandes males de nuestro siglo y la manera eficaz de remediarlos. Quien tanta doctrina atesoraba y tan alto sentía de las cosas divinas no es extraño que en el púlpito se mostrase como verdadero apóstol. Aún parece que resuena en nuestros oídos la voz del P. Torres dirigida a un numeroso auditorio en nuestra Catedral el Miércoles de Ceniza; aquel hombre de constitución delicada y enfermiza tronaba contra los vicios y llamaba a penitencia con la viril entereza de un Vicente Ferrer; la unción evangélica de su palabra penetraba en los más recónditos senos del corazón de sus oyentes. Mucho predicó en los templos de Sevilla el P. Torres, pero entre todos sus sermones se distinguía principalmente las pláticas doctrinales y morales que tenía todos los domingos, durante muchos años, en las primeras horas de la noche en la Iglesia de San Juan Bautista; en lenguaje sencillo, al alcance del numeroso pueblo que allí acudía, exponía las verdades católicas 45
CAUSA DE CANONIZACIÓN DE JOSÉ TORRES PADILLA
Artículos periodísticos sobre el Padre José Torres y refutaba los grandes errores que en aquella calamitosa época, que siguió a la Revolución septembrina de 1868, se propagaba en Sevilla por los sectarios del protestantismo. M.P.A.
III La fama de los extraordinarios méritos del Señor Torres Padilla llegó hasta la capital del Orbe católico, y al anunciarse la celebración del Concilio Vaticano supuso en Sevilla con general aplauso que Su Santidad el gran Pío IX lo había nombrado Consultor Pontificio de aquella augusta Asamblea. Seis fueron las comisiones designadas por el Papa para el estudio preparatorio de las materias que habían de someterse al examen y deliberación del Concilio; cada una de ellas era presidida por un Cardenal y todos los presidentes reunidos constituían la Comisión Directiva. Para formar estas comisiones se procuró elegir con el carácter de consultores, a verdaderas eminencias científicas de universal reputación, cual convenía a la suma importancia y gravedad de los asuntos que habían de tratarse. En la lista de ese personal selecto, inserta en la Crónica del Concilio Vaticano y publicada en el Boletín Oficial de esta Diócesis, número del día 17 de Diciembre de 1869, hállanse nombres tan ilustres como los de Perrone, Franzelín, Lucidi, Hettinger, De Angelis, Tarquini, Hergenrother, Simeont, Jacobini, Gay, Alzog y otros personajes de primera fila en el mundo del saber. Al lado de estos nombres encontramos los de cuatro presbíteros muy conocidos del clero sevillano: Guisasola, arcipreste de nuestra Catedral, más tarde Arzobispo de Santiago; Campelo, Profesor de Química en nuestra Universidad Literaria; Ortiz Urruela, sacerdote de vasta erudición, a quien Sevilla admiraba por sus ejemplares virtudes y labor apostólica en el púlpito, en el confesionario y en la prensa, y el catedrático de nuestro Seminario Señor Torres Padilla. Pertenecía a la Comisión de Disciplina Eclesiástica, como Guisasola a la de Regulares, Campelo y Ortiz Urruela fueron posteriormente agregados a la de Asuntos político-religiosos. No hemos de omitir el notable teólogo Señor Moreno Labrador, chantre de la Catedral de 46
CAUSA DE CANONIZACIÓN DE JOSÉ TORRES PADILLA
Artículos periodísticos sobre el Padre José Torres Cádiz, que figuró en la Comisión de Teología Dogmática, y al jesuita P. Fermín Costa, Rector del Seminario de Barcelona. No hallamos otros nombres de presbíteros españoles en la mencionada lista de Consultores Pontificios; los otros muchos sacerdotes de nuestra nación, eminentes por su saber, que se hallaban en Roma y prestaban su valioso concurso coadyuvando a los fines del Concilio, iban en calidad de teólogos designados por los respectivos Obispos, por ejemplo el insigne Mateos Gago, que acompañaba al Obispo de Gibraltar, Señor Scandella, y cuya estancia en Roma suministró feliz ocasión para que escribiese las famosas cartas que figuran en la colección de sus obras. La historia del Concilio Vaticano está abierta todavía, como sabe todo el mundo. La sacrílega invasión de Roma por las tropas piamontesas el 20 de Septiembre de 1870 obligó al gran Pío IX a suspender el Concilio por su Bula de 20 de Octubre del mismo año, y desde entonces aquella Asamblea, en la que se congregaron más de 700 obispos y que en sus admirables constituciones De Fide Catholica y De Ecclesia Christi condenó los más transcendentales errores modernos y definió puntos tan importantes como la Infalibilidad Pontificia, espera que la Divina Providencia señale la hora de reanudar sus sesiones. En tan corto periodo de tiempo no pudieron celebrarse más que cuatro sesiones solemnes; más, aquellas grandes afirmaciones proclamadas en sus sapientísimos capítulos y cánones fueron precedidas, como ha sido siempre costumbre en estos casos y la prudencia aconseja, de detenido estudio y madura deliberación acerca de las materias de doctrina y disciplina que allí se trataron. Continuará...
Si recibe algún favor comuníquelo a una de estas direcciones: PROCESO DE CANONIZACIÓN DEL PADRE JOSÉ TORRES C/ Santa Ángela de la Cruz, 4 - 41003 Sevilla padretorres.proceso@gmail.com
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