u life
HACIA UN REDISEÑO DEL
MINISTERIO CON UNIVERSITARIOS RAFA ZEL AYA
Las crisis que esta generación enfrenta nos obligan a una revisión urgente de nuestra forma de verlos, entenderlos, desafarlos y equiparlos. La etapa de vida
que atraviesan está marcada experiencias pasadas, nuevas responsabilidades, y las propias características intelectuales y sociales de su edad. A los 18 años es muy probable que una persona ya ha derramado muchas lágrimas. Sea por problemas en el hogar, temas de autoestima, identidad, relaciones poco sanas, por una sociedad exigente, etc. Socialmente llegar a los 18 signica muchas responsabilidades que no se están buscando. Llegan con el paquete completo. Un adolescente desea cumplir esa edad para «hacer lo que quie ra.» Sin embargo, cuando logra llegar, se da
Los ministerios juveniles deben transformarse y adaptarse a una nueva cultura, a una nueva generación. Debemos re-aprender. Especialmente los líderes, si queremos ser efectivos, debemos entonces cambiar algunas formas de hacer ministerio. Te propongo ponerle atención a 4 aspectos que tienen que ver con el ministerio y que considero necesitan un giro en la mayoría de nuestras iglesias.
cuenta que esa expresión tiene una segunda parte «…pero tendrás que enfrentar las consecuencias.» El problema de todo esto es,
Rafa Zelaya @RafaelZelaya Es pastor de jóvenes con años de experiencia. Trabaja con los jóvenes adultos en su iglesia local. Staff del equipo local de e625 Costa Rica, y es consultor en reclutamiento de recursos humanos para varias corporaciones multinacionales.
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que las nuevas generaciones no consideran las consecuencias como razones de peso para hacer o dejar de hacer algo. Llegamos entonces a la iglesia, donde hemos perdido un alto porcentaje de efectividad en el trabajo con las nuevas generaciones. Prueba de ello es el gran éxodo de jóvenes de nuestras congregaciones. En algunos casos porque seguimos empleando los mismos modelos de hace 30 años para trabajar con los muchachos de este siglo que se transforma cada semana; o en otros casos, por tener un liderazgo y unos programas que no se adaptan a la generación actual. Secar lágrimas en los muchachos hace 30 o 20 años era muy diferente a hacerlo hoy.
CAMBIEMOS EL OBJETIVO. Debemos ir más allá de tan solo pensar que tenemos a los muchachos «para que no se vayan al mundo.» Ni Jesús pensó así. Pablo dice que nuestro objetivo debería ser «perfeccionar a los santos» —dicho de otras forma, llevarlos a la madurez— Efesios 4:12. Debemos pasar de hacer solo juegos, a armar casos de estudio; de rompecabezas de papel, a noticias de la política; de bonitas dinámicas, a una discusión nanciera. ¿Qué temas estás discutiendo con los universitarios? ¿Están inquietando su pensamiento? ¿Los estás desaando a que vivan una vida correcta? ¿Están aprendiendo a defender sus convicciones? Si tu ministerio no los está desaando de manera personal, pronto te quedarás enseñándole a las bancas.
@ Lider625