VAYAN POR EL MUNDO

V A Y A N P O R E L M UN D O . .. Online y Offline

JONÁS HERRERA

Jonás Herrera @ JonasHerreraTV Es productor y publicista y tiene un diplomado en teología y actualmente cursa un Master en Psicología infantil y adolescente. Es el Director de Especialidades 625 El Salvador. También es un fanático empedernido de Star Wars. La era digital, ha convertido el mundo en un vecindario global, donde lo que sucede en cualquier lugar, puede estar a tu alcance en tan solo segundos. Es la era del “aquí y ahora.”

Atrás quedó la discusión si el mundo digital conocido también como online,traería consecuencias positivas o negativas a la humanidad. Sin duda han sido ambas, lo cierto es que la mayoría de niños, pre adolescentes y adolescentes de hoy, no conciben sus vidas fuera del entorno digital. La socialización virtual es parte de su concepción del mundo; de ahí que cueste tanto para los adultos entenderlo. Ya que nuestra socialización fue en su mayoría, en el plano ofine, mejor conocido como el mundo físico.

El deseo de esta generación y de las venideras, de anidar en el hábitat online,no tiene retorno. Además para ellos no tendría sentido, como no tendría sentido para ti, regresar a la vida de la caverna. Si eres padre, maestro o líder nacido en las generaciones baby boomero generación X, lo mejor sería que migres temporalmente y que puedas comprender los benecios, y el enorme potencial que tiene anunciar las buenas nuevas online, así como los verdaderos riesgos, peligros y consecuencias, que implica residir en ella. Muchos expertos, aseguran que la mentalidad de esta generación, ha sido alterada para siempre y no volverá a los hábitos y las costumbres previas a la revolución digital. En buena medida esto es cierto. La generación (offline) debería:

Conocer y moverse hábilmente en el mundo online; los benecios son incalculables. El alcance que tenemos ahí para establecer el reino de Dios, es de magnitudes inimaginables. La repercusión y la viralizaciónde valores cristianos en la red, pueden ser de crecimiento exponencial y por esta razón, para los cristianos ser relevantes en el universo digital no es opción, es vital.

El mayor error que he encontrado de habitar en el universo online,lo hace no conocer su verdadera dimensión, y por lo tanto no establecer límites. El peligro entonces no está en poblar y socializar adentro del mundo online,la verdadera amenaza, es no entender que al igual que en el mundo ofine,existen precipicios y senderos peligrosos donde te puedes golpear, hundir y hasta morir.

Como hijo de Dios, debes asegurarte que los límites que establece la Biblia y obedeces en el universo físico, sean los mismos que obedeces en el universo virtual. ¿Por cuáles lugares no pasas? ¿A qué horas no transitas? ¿Qué cosas no dices? ¿A qué personas evitas?

La fórmula perfecta siempre estará en conocer la frontera, establecer el margen, y no pasar la línea. Ahora bien, si tú eres nacido en las generaciones “Y o Z,” lo mejor sería que comprendas los benecios y el enorme potencial que tiene anunciar las buenas nuevas ofine. La generación (online) debería:

Conocer y moverse hábilmente en el mundo ofine. Los benecios son incalculables, el alcance que tenemos para establecer el reino de Dios cara a cara es de magnitudes inimaginable. La repercusión de modelar los valores cristianos en la vida tangible, pueden ser de crecimiento exponencial.

Por esta razón para los cristianos, ser relevantes en el universo físico no es opción, es vital.

No hay dos mundos, Dios nos mandó en (Marcos 16:15) “Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura”o lo que sería lo mismo “Vayan por todo el mundo (por el online y por el ofine) y anuncien las buenas nuevas a toda criatura.”

Tanto padres como hijos, alumnos como maestros, y discípulos como líderes, debemos entender que ambos (plano físico y virtual), son necesarios para una comunicación efectiva del plan de Dios, en esta generación que nos tocó vivir. Aprendamos a vivir poniendo límites, y no perdamos la oportunidad única de presentar a Jesús onlineyofine.