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“Emprender es aprender a soportar las frustraciones”

La historia detrás de Frunch Patagonia, una empresa que se dedica a la fabricación de snacks a base de manzana, representa un ejemplo de emprendedurismo, innovación y perseverancia en la región. Impacto Económico, dialogó con sus dos creadores, Gastón Arcucci y Manuel Pucheta, licenciados en Tecnología de Alimentos, que durante 17 años planearon este negocio, que hoy cuenta con un reconocimiento a nivel internacional.

Cuentenme que hace Fruch Patagonia Gastón: elaboramos un producto bastante innovador: chips deshidratados de manzanas. Desarrollamos un nuevo método por el cual logramos un producto muy crocante. La gente que lo prueba por primera vez lo llama la papa frita de manzana. Es un producto horneado: cero grasas y sodio. Otro valor agregado es que aprovechamos absolutamente toda la manzana, las rodajas son enteras y eso también sorprende mucho al que lo va a consumir.

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Y la importancia de aprovechar la materia prima que tenemos en la zona... Gastón: Fue una de las primeras ideas del proyecto, darle valor agregado a la principal actividad agrícola de la región. ¿Cómo se fue gestando esa idea? ¿Cómo se encendió la chispa emprendedora?

Manuel: Mientras estudiábamos también vivíamos juntos y se nos ocurrió la idea de darle valor agregado a nuestra economía regional y a la producción de manzana. No teníamos en claro que iba a ser un snack, sino hacer algo dis- tinto. Con el pasar de los años le fuimos dando forma. No queríamos caer la sidra u otros productos, sino algo distinto. Luego de algunos ensayos más caseros, transcurrido un tiempo, logramos un producto que se asemejaba a éste. Pero todavía no era industrializable...

El típico proceso de prueba y error...

G: Aclaramos que la idea del chips de manzana nos llevó 17 años, en ese tiempo los dos trabajábamos en la bodega más grande de la zona. Durante todos estos años estuvimos con la idea en la cabeza tratando de darle forma…

Tenían muy claro el objetivo

G: La verdad que eso es parte del orgullo familiar, porque la gente que nos acompaña sabe desde hace años de estoque teníamos en la cabeza. Haber llegado a que se materialice, que a la gente le haya gustado y el crecimiento que está teniendo; internamente nos da orgullo y satisfacción.

El packaging es muy atractivo...

M: Es un desarrollo que logramos hacer con una empresa de acá llamada Paradigma, que también está constituida por gente que tiene un parentesco familiar. Todo el proyecto nació familiarmente. Nosotros somos primos y el otro socio que vive en Buenos Aires también es primo- hermano nuestro. Desde los inicios y hasta el día de hoy, toda la familia sigue participando en el desarrollo.

G: Hay mucho potencial regional. Hay gente que lo mira en otros ámbitos, que se dedica a eso y dice: “¡Qué buen packaging!, ¿en dónde se lo hicieron?”, asociando a que fue una agencia de Buenos Aires, y la verdad es que es un producto excelentemente logrado, y es regional.

¿Ya están exportando?

G: Esa fue una buena noticia de fin de año, principios de 2023. Después de mucho trabajo, logramos poner el primer contenedor en Estados Unidos. Estamos trabajando ahora en el segundo que saldrá los primeros días de marzo.

Eso implicó aumentar la producción...

G: Nosotros ya tenemos listo una segunda línea de hornos, con lo cual vamos a duplicar la capacidad de producción, con todo el desafío que conlleva crecer.

Acá en la región, tienen muy buena receptividad...

M: En la Patagonia estamos muy presentes en ciudades grandes como Bariloche, Neuquén, Cipolletti y en algunas cadenas de supermercados importantes, eso nos da un posicionamiento regional importante.

Otro desafío: la logística para un producto de consumo masivo, llegar a muchos puntos de venta

G: La verdad es que nosotros en paralelo a este proyecto, siempre decimos que nos llevó desarrollar la idea y materializarla después de 17 años, porque en parte creemos que fue el tiempo que nos fuimos formando. Nosotros en las otras empresas donde trabajamos, vimos mu-

La Hora De Los Emprendedores

cho en relación a la logística, comercio exterior, de manejo de personal, manejamos aproximadamente 100 personas de forma directa. Fue un aprendizaje, tenemos nuestros años recorridos. La parte logística siempre es un desafío, porque suma un costo altísimo, que hay que estar mirando día a día, ya que te puede dejar afuera en cualquier momento..

¿Qué tanto los afecta el tema del cepo a las importaciones?

M: En lo que es equipamiento,no nos afecta porque muchas de las máquinas fueron desarrolladas por nosotros. La línea de hornos nueva la construimos, con modificaciones sobre unos primeros hornos que habíamos comprado. Desde el punto de vista de maquinaria estamos bastante bien parados. En cuanto al packaging, sí empieza a influir porque las empresas que nos abastecen traen polímeros o plásticos de afuera, para la construcción del paquete. Estamos notando que empiezan a tener serios problemas.

G: En Pandemia nos pasó de estar frenada la planta directamente cerca de tres o cuatro meses por temas de aluminio y materiales que no estaban llegando y nos provocó, sumado a la complejidad de producir en pandemia, tener que parar.

¿Dónde está ubicada la planta de producción?

M: En Fernández Oro. Ese fue otro de los desafíos, nuestro primer sueño fue hacer un producto y tenerlo en la dietética del centro de Cipolletti, que era donde yo iba. De golpe, cuando lo llevamos al producto, la persona nos dijo que estaban preguntando por él, eso fue un gran salto. Después teníamos este sueño loco de tener nuestra fábrica, también se dió y luego logramos la primera exportación. Estamos en el desafío de cuál será el nuevo sueño.

Su historia muestra una vez más la importancia de tener una visión, perseverancia e ideas.

G: Animarse también a sueños grandes,esto nos llevó varios años. No es que sea fácil, dedicamos siete días a la semana. El emprendedor está 16, 17 horas dedicado a esto.

M: Emprender es un poco soportar las frustraciones constantes desde lo productivo, lo comercial, lo financiero. Es adaptarse en todo momento.

G: Nosotros siempre contamos que ninguna de las máquinas que desarrollamos y que compramos anduvo. Todas fallaron, todos los procesos que pensábamos que estaban listos, fallaron. Relaciones comerciales que arrancaron y tenía muchas expectativas, cayeron. Pero bueno, sobre eso mejoraste o dijiste: “hay que cambiar”. También ayuda hacer equipo, sobre todo para tomar decisiones, a veces uno se congela, tiene miedo a qué va a pasar y no avanza.

¿Qué consideran que falta para facilitar la actividad emprendedora?

G: Desde nuestro punto de vista, un faltante es una financiación para el salto productivo y en volumen. Poder exportar a Estados Unidos fue un logro. Ahora, mantenerlo y cumplir volúmenes va a ser otro desafío, para lo cual estamos buscando líneas de financiación, que hoy no existen en los montos que uno necesita para dar ese salto. Es todo un desafío en este contexto de tanta inflación poder proyectar a futuro, hacer un plan y poder mantenerlo.

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