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Estado eficiente?
¡Estado presente! ¿Estado eficiente?(*)
Por JULIÁN OBIGLIO
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Ex Diputado Nacional y Parlamentario del Mercosur. Presidente de la Fundación Nuevas Generaciones. Vicepresidente de la Unión de Partidos Latinoamericanos (UPLA).
El caso de la niña de 7 años que hace unos días fue secuestrada en Villa Lugano, y encontrada luego en Luján, ha puesto sobre la mesa una trágica realidad en la cual están sumergidos millones de argentinos. Se trata de un submundo que funciona por afuera de lo que establece nuestra ley para todos aquellos que habiten el suelo argentino. Un universo paralelo en el cual las personas (sobre) viven transitando por los márgenes del sistema. Se trata de ambientes sociales a los cuáles no llega la educación, la salud, la seguridad, o los restantes bienes públicos a los que un gran porcentaje de la sociedad, en mayor o menor medida, puede acceder. Se trata de comunidades en las que el concepto de familia, como núcleo central de la sociedad y centro de aplicación de las políticas públicas, ha desaparecido por completo. Me refiero a compatriotas o hermanos latinoamericanos que posiblemente nunca han visto, tocado y mucho menos leído, nuestra Constitución Nacional. Niños que han nacido en la calle y nunca han vivido fuera de ella. Chicos cuya madre tiene 14 o 15 años, y nunca van a conocer una figura paterna. Jóvenes que antes de cumplir los 18 años ya tendrán su cerebro carcomido por la droga. Es un submundo que solamente adquiere relevancia pública en dos momentos: cuando sucede alguna tragedia, o cuándo se inician las campañas electorales. Es una realidad que atrapará en el subdesarrollo a la inmensa mayoría de los que nacerán allí. Personas que desde el primer día de su vida estarán condenadas a esas condiciones indignas, sin perspectivas de movilidad social ascendente. Todo esto es inaceptable, inmoral y profundamente doloroso. Y las preguntas inevitables son: ¿quién se va a ocupar de esas personas? ¿quién podrá rescatarlos de esa condena? ¿cómo es que Argentina ha llegado a esta situación? Las respuestas son sencillas, pero pocos se atreven a plantearlas y a sostener la discusión que ellas traen aparejadas. Hace años que nuestro país no define cuál es el rol del Estado, y cuáles son sus funciones y sus objetivos prioritarios. Y al no establecerse estas pautas básicas de acción, el Estado se ha convertido en un ente abstracto al cuál todos le exigen cosas, y únicamente se dedica a atender las necesidades de la coyuntura. Así es como tenemos un listado interminable de planes sociales que lo único que logran es mantener a la gente en los márgenes del sistema. Entregas de dinero que solamente buscar cubrir algu-
nas necesidades del día, sin una mínima perspectiva de desarrollo para aquellos que lo reciben. Financiamiento de grupos sociales a los que no se transmiten incentivos, constituidos por personas que no adquieren conocimientos, que no conocen sus derechos más básicos, y que no se encuentran en condiciones de ayudar ni guiar a su próxima generación familiar. Esta realidad ha demostrado que el discurso del “Estado presente” no es más que un eslogan que sirve de excusa para administrar enormes volúmenes de recursos públicos, y para generar sistemas de ayudas y condicionamientos políticos, que cada día profundizan un poco más el espiral de caída y disolución social. Por tal motivo ha llegado el momento de plantear que lo necesario es un “Estado eficiente”, que tenga un solo objetivo y rol principal: igualar oportunidades de todos los habitantes del suelo argentino. Ello implicará discutir en cada política pública si la asignación de recursos que ella dispone es un paso más en dicho camino. Si cada impuesto que se cobra y cada plan, subsidio o aporte que se asigna, servirá para acercar a las personas a la misma línea de largada. Plantear las discusiones desde esa perspectiva, cambiará por completo el eje de la administración de los recursos públicos, del diseño de los planes y ayudas sociales, y hasta de las propias estructuras burocráticas del Estado. Casos lamentables y dolorosos como el de Maia, sirven para poner un foco sobre este mundo oscuro y escondido por los pícaros defensores del “Estado presente”, y asumir un cambio en nuestra matriz de pensamiento y diseño de la cosa pública. Que la tragedia de esta niña y su familia nos obliguen a preguntarnos respecto de cada acción pública, qué contribución concreta generará en la construcción de una sociedad con igualdad de oportunidades. Ello nos permitirá realizar una mejor evaluación de cada medida y tomar decisiones cuyos efectos tendrán consecuencias allí donde más se necesitan. Al menos será un primer paso para cambiar nuestra esta realidad. Es una tarea de todos. Logremos que el Estado vuelva al rol para el cual fue creado. ¡Podemos hacerlo!
(*) Editorial correspondiente al nº 39 (21/3/2021) de la revista REALIDAD, publicada por la Fundación “Nuevas Generaciones”, en cooperación internacional con la Fundación Hanns Seidl de Alemania (www.nuevasgeneraciones.com.ar)
Alberdi contra la ‘’servidumbre fiscal’’
El sistema impositivo argentino con su amontonamiento inconexo de impuestos y tasas en distintas jurisdicciones y con distintos objetos imponibles, además de caótico, obra como una verdadera guadaña fiscal que impide levantar cabeza a quien intente prosperar. Una realidad, totalmente opuesta a lo pensado por Juan Bautista Alberdi. En primer lugar, Alberdi habla de “contribuciones” y no de “tributos”, esta distinción trata a los ciudadanos no como esclavos sino ciudadanos libres, la recaudación nunca podía obtenerse a costa de la prosperidad del individuo: “La tendencia natural de la renta pública es a ser grande y copiosa; pero en la doctrina económica de la Constitución argentina, la abundancia de la renta pública depende del respeto asegurado a la propiedad, la libertad, la igualdad, la seguridad, en el empleo
de sus facultades destinadas a producir los medios de satisfacer las necesidades de su
ser” . Señalaba que somos “máquinas serviles de rentas, que jamás llegan, porque la miseria y el atraso nada pueden redituar”. Esta “servidumbre fiscal’’ no se ha modificado, según el Banco Mundial, Argentina sigue siendo el segundo país con una mayor “tasa total de impuestos y contribuciones”. Las empresas argentinas
pagan en impuestos un 106% por sobre sus ganancias. De cada 100 dólares que gana un empresario, 106 se le debe pagar al Estado. El Instituto Argentino de
Análisis Fiscal, identificó la existencia de
Por PABLO BENITEZ JACCOD
Magíster en economía política. Presidente de la Fundación Progreso y Libertad de Neuquén y Río Negro.
pablo_btz@hotmail.com
165 diferentes tributos en nuestro país. Para Alberdi, mediante los impuestos exorbitantes: “Atacáis la libertad de industria y de comercio, creando prohibiciones y exclusiones, que son equivalentes del impuesto excesivo, la propiedad de todo género, llevando la contribución más allá de los límites de la renta, la seguridad, por la persecución de los efugios naturales de defensa apellidados fraude, que son hijos naturales del rigor fiscal y la igualdad, disminuyendo las entradas y goces del pobre”. Los impuestos “mal colocados”, además alejan a los capitales e inmigración, “asustadas de un fisco armado en nombre de la República”. La Argentina es el segundo peor desempeño en la evolución de la inversión extranjera directa en lo que va del siglo XXI. En el año 2000, el
stock de IED en la Argentina representaba el 0,91% del total mundial, en 2019 ya era sólo 0,19%. Central en su análisis era la ley de presupuestos en el camino al desarrollo de una nación. “No hay un barómetro más exacto para estimar el grado de sensatez y civilización de cada país, que su ley de presupuesto. La ley de gastos (si habla la verdad) nos dice a punto fijo si el país se halla en poder de explotadores, o está regido por hombres de honor’’. En las 4 últimas
décadas del siglo pasado, se acumularon déficits fiscales por el orden de 2 veces
el PBI. Entre 1961 y el 2002 en todos los años hubo déficit fiscal, acumulándose desequilibrios por el equivalente a 180% del PBI. Entre el 2003 y el 2008 hubo superávit fiscal, totalizando en el acumulado el equivalente a 7% del PBI. Esto se logró gracias a una mega devaluación, precios internacionales históricamente elevados y cesación de pagos de la deuda pública. Rápidamente el déficit fiscal volvió a aparecer. Asistimos a otra década de desequilibrios fiscales por una magnitud equivalente a la mitad de la economía, pero con una presión tributaria récord. Desde el 2009 hasta el 2020 se registraron déficits fiscales, acumulándose desequilibrios por aproximadamente más del 40% del PBI. Las preguntas que buscaba responder Alberdi siguen vigentes en el siglo XXI: ¿qué es el Estado? ¿Para qué sirve y cuáles son sus límites? ¿Cuánto puede exigirnos a los ciudadanos sin poner en riesgo su libertad, tanto para satisfacer sus necesidades o ensanchar sus destinos en el mundo? O se organiza un sistema impositivo al servicio de la sociedad o se sigue esclavizando a las personas mediante impuestos, con su consecuente empobrecimiento. Al igual que en 1853, reformar el sistema tributario “constituye casi toda la revolución argentina contra su régimen colonial”.
En línea con nuestro objetivo de reflejar la realidad de las empresas de la región, sus logros, problemas, amenazas y oportunidades, IMPACTO ECONÓMICO dialogó con el doctor Damián Ces, presidente de DATUM S.A., empresa líder de la región en medicina para empresas.
¿Cómo fue el 2020 en el sector Oil & Gas?
Fue un año nefasto por las consecuencias de la pandemia, que generó para el sector una caída en los precios del petróleo y una enorme disminución de la actividad en la cuenca neuquina. Esto impactó negativamente en la producción de O&G y en la valorización bursátil de las empresas del sector. Arrastrando a todo el entramado Pyme de servicios de esta industria.
¿Y cómo arrancó el 2021?
En el último cuatrimestre comenzamos a observar en nuestros principales clientes (Tecpetrol, Shell, Exxon, Pluspetrol) una recuperación paulatina en la actividad. Este año ya podemos observar de la mano de la reapertura económica, algunos indicadores como el valor del petróleo que comenzaron a recuperarse. Otro dato de esta recuperación es la producción de petróleo, que en Neuquén registra récords desde enero. Por otro lado, sabemos que los costos de perforación de no convencionales en Vaca Muerta disminuyeron mucho. Todo esto mejora las perspectivas para el 2021.
¿Cuáles son las restricciones que se mantienen?
Lamentablemente el principal factor que impide el verdadero desarrollo de Vaca Muerta no pasa por los factores relacionados a la producción, ni siquiera al contexto internacional. La principal variable que incide en el desarrollo de Vaca Muerta (en realidad en el desarrollo de todo el país) es el riesgo país argentino, sumado a la incertidumbre del marco jurídico que atraviesa el sector petrolero en Argentina entre otros.
Damián Ces. Presidente de DATUM S.A.
¿Qué falta para impulsar un mayor nivel de actividad?
A esta altura del partido la fórmula la conoce todo el mundo. Quizá suene repetido pero sabemos que Vaca Muerta es una de las principales actividades económicas y, junto con los sectores agropecuarios, son los grandes generadores de divisas y debería permitirnos resolver muchos de los problemas económicos del país.
No se aprende de los errores, hasta ahora…
Así es. Nada de esto es desconocido. Tampoco lo dicho anteriormente. El mayor riesgo es la obstinación de la Argentina en seguir siendo un país periférico, eligiendo mal a los aliados e inventando culpables. Después de tantos años de malas políticas, llegamos a un nivel de riesgo país y de inseguridad jurídica comparable con países pobres y sin democracia. Con una carga impositiva de las más elevadas del mundo, golpeando y poniéndole un blanco en la espalda las pymes y empresarios. Con todos esto, es lógico que los capitales huyan hacia otros lugares.
¿Qué otros factores complican el crecimiento de las Pymes de servicios de la región?
Además de las variables que complican a toda la Argentina, las pymes locales tienen costos más elevados que otras regiones de la Argentina. Por otro lado, la empresa local conoce perfectamente los costos operativos de la región y los costos ocultos que tiene cada operación en los yacimientos, entonces al momento de una licitación se ve afectada por valores en apariencias más elevados.
¿Cómo es la relación con las grandes productoras?
Hay que tener en cuenta que al ser un nicho de clientes tan pequeño - las operadoras y grandes empresas de servicios- tiene un gran poder sobre sus proveedores y, en muchas ocasiones, sólo privilegian el precio más bajo. También se han visto casos recientemente de empresas de otras regiones que utilizan precios por debajo de los costos (dumping) buscando sólo posicionarse o plantar bandera para luego intentar sacar réditos mayores. Esto genera graves distorsiones de precios en el mercado y muchas pymes locales sucumben en el proceso.
¿Qué necesitan las Pymes para invertir y generar empleo?
Mejora en el acceso al crédito, disminución de la carga impositiva, reforma laboral que termine de castigar a las empresas que quieren y necesitan generar trabajo. Y seguridad jurídica.