8 minute read
Inseguridad jurídica y pobreza
Carlos Mira es abogado, periodista y escritor, con una trayectoria de 30 años en los medios de Argentina. Su capacidad intelectual lo posiciona como uno de los analistas más agudos de la realidad política y económica del país. En diálogo con IMPACTO ECONÓMICO, expuso su visión -y preocupación- sobre los principales problemas que afectan al país, invitando a reflexionar sobre cómo hacer una Argentina mejor. Las consecuencias de la inseguridad jurídica, la vacunación, los motores del progreso y la función del periodismo fueron algunos de los temas abordados.
Advertisement
Carlos Mira. Periodista.
¿Qué aspectos de la realidad ves con mayor preocupación?
Todos los aspectos de la actividad social de la Argentina están mal: lo institucional, la economía, la salud, la educación, la seguridad, las relaciones internacionales. Una combinación de mala praxis. Además, el gobierno acaba de plantear que no podemos pagar la deuda porque no tenemos plata. Creo que es un momento muy malo para la Argentina.
¿Cómo explicás esta realidad?
Todas las medidas tiendan a generar pobreza. Cuando uno ve la secuencia se pregunta: ¿puede ser casualidad? Algunos me dicen: “no son tan inteligentes para hacer un plan tan elaborado...”, pero yo digo que hay maldad. Y la malicia tiene un componente que no es la inteligencia, pero se le parece bastante. El odio lleva a elaborar procedimientos parecidos a los que produce la inteligencia. El odio produce esa maquinaria interna, con un plan tendiente a empobrecer a la Argentina, para que todos seamos dependientes de la única casta política privilegiada y desigual.
¿Cuál es el costo económico del intento del gobierno de colonizar la justicia?
Sin seguridad jurídica no hay negocios, sin negocios no hay riqueza y sin riqueza hay pobres. Lo cual conduce a la primera pregunta: ¿es un plan para generar pobreza, para que todos estemos en la lona? ¿Acaso estaremos haciendo una cola estatal para esperar turno para que funcionario nos dé una cuchara de alimento en la boca? Existe una justicia para la impunidad de los delincuentes. Solo un loco pondría dinero en un territorio en donde el juez es parcial.
Esto se refleja en las empresas que se fueron del país...
Claro, como lo indica la palabra, pandemia es un fenómeno global, pero no en todas partes decenas de compañías han decidido irse. Con la cuarentena cavernícola, el manejo de la pandemia fue la gota que colmó el vaso. En ningún otro lado el producto cayó 10%.
¿Por qué se repiten recetas fracasadas, como controles de precios y emisión excesiva para financiar el gasto público?
Porque no estamos frente a personas racionales. Einstein lo dijo: no se puede esperar resultados diferentes haciendo siempre lo mismo.
Según encuestas, un porcentaje de la opinión pública cree que los culpables de la inflación son los empresarios y comerciantes…
El sistema electoral pone en el gobierno lo que la gente vota. El drama consiste en que una parte de la sociedad civil tiene conceptos que están arraigados en convicciones profundas, tradiciones, culturas, que siguen creyendo en la magia del control por la fuerza, que la conducta humana es susceptible a ser domada a palazos, pero no
es así. Todavía hay una porción social que cree eso, que fue educada en un sistema que profundiza la ignorancia.
En unos de tus libros haces referencia a los motores del progreso, ¿cuáles son?
No hay duda que el poder del progreso universal es el ser humano individual, creativo, innovador, interrelacionando su conducta con otros seres humanos, que tienen un sueño, un objetivo; y en el entrelazamiento de sus conductas de trabajo producen un resultado mayor que el que había anteriormente. Esto es algo lógico. La multiplicidad de relaciones genera una masa de riqueza que no existía antes de que nos relacionemos. Para ello tiene que haber confianza, un sistema legal que permita, si hay un problema, que se juzgue el caso con imparcialidad.
Y se respete la propiedad privada…
Claro, que no se desincentiven las ganas de producir... Cuando uno presume que le van a quitar las ganancias, no las produce y desaparecen los incentivos. Nos preguntamos, ¿para qué producir si después me lo van a robar?
Hay una caricatura de la libertad económica, del capitalismo…
Así es. No es aquello que nos quieren filosofía por el que estamos gobernados. Fíjate el desastre del manejo de la vacunación, que se llama “campaña”. Es mandar el avión para ver cuántas te dan… porque no se sabe cuántas vamos a recibir antes de que el avión salga.
Uno de tus artículos se tituló “Socialismo
vender del “capitalismo salvaje”, de matarse unos a otros… al contrario, todos nos necesitamos. Y para que nos relacionemos, tenemos que tener confianza en que hay un sistema legal que va a velar por el cumplimiento de los contratos.
¿Cómo ves el tema de la vacunación?
Es útil para darnos cuenta el tipo de
vacunatorio”, ¿cuál es el concepto?
Frente a este desastre, hubo gente que planteó que, dado que el gobierno no puede conseguir la cantidad necesaria de vacunas, permitan que el sector privado –prepagas, sanatorios, clínicas, empresas farmacéuticas– importe vacunas y se apliquen en una farmacia, a costa de quien se la va a aplicar…
No hacen ni dejan hacer…
Sí, se le prohíbe tener la vacuna a quien podría tenerla, porque hay otro que no la puede pagar y no la tiene… Es decir, se convalida la muerte de alguien que podría vacunarse, y que por la inoperancia del gobierno, no tiene la vacuna. El gobierno está dispuesto a que gente que podría vacunarse, y por lo tanto podría reducir su riesgo de muerte, muera de todos modos, porque otros se van a morir.
Además, la vacunación VIP…
Claro, cuando llegaron las vacunas socialistas, los primeros que las “manotearon” fueron los privilegiados del poder o cercanos a ellos… Pero no se le permite vacunarse a quienes podrían pagar su vacuna… El que la paga y se la da, no le está robando la vacuna a nadie, al contrario, está liberando stock y dinero público, para vacunar a quienes no pueden. Se está matando a quienes pueden. Porque poder y tener, como el caso de argentinos que se vacunaron en el exterior, depende en parte de tu éxito personal, y como el éxito personal está castigado en la Argentina, este es otro ejemplo de una concepción cultural perversa. Y quizás como nunca en las últimas décadas, este episodio de las vacunas, ha servido para mostrar la concepción del mundo y del país que este gobierno tiene.
¿Cómo ves a la oposición?
Tenemos una oposición representada por Juntos por el Cambio y ahora una incipiente formación de grupos de partidos liberales. Se plantea si es inteligente atomizar a la oposición o integrarse a Juntos por el Cambio como corriente interna. Son estrategias. A juzgar por las pruebas, Juntos por el Cambio fracasó por no tener clara la estrategia de desarrollo. No tienen una concepción clara sobre la idea madre: que el Estado es un instituto creado para proteger derechos y no para avasallarlos. El Estado debe tener un poder limitado, como plantea la arquitectura de la Constitución Nacional.
Sin convicción no hay éxito…
Exacto, para instrumentar reformas profundas se requiere una gran convic-
PERFIL PERSONAL
CARLOS MIRA (64 años)
Nació en la ciudad autónoma de Buenos Aires. Comenzó su actividad periodística en 1985 como columnista de la revista Apertura, en forma paralela a su trabajo en la empresa familiar fundada por su padre. Volcado de lleno al periodismo a partir de 1991, fue co conductor del programa de TV “Fuego Cruzado” con Marcelo Longobardi. Condujo “En vivo con Carlos Mira”. También participó del proyecto Infobae TV. En radio, integró el equipo de “Volviendo a casa”. Transita la temporada 23 con el programa “Mira quién habla”. Autor de los libros “Así somos y así nos va” y “La idolatría del Estado”. Es editor del sitio web thepostarg.com ción y coraje, ser un “Adenauer”… No se puede hacer más eficiente una estructura que no funciona.
¿Cuál es la responsabilidad de los empresarios genuinos para generar cambios? Por lo pronto defender las ideas que hacen que ellos sean empresarios. Me han planteado que su misión es la gestión de su empresa, lo cual es muy válido. Pero hay valores que están en riesgo, que permiten que seas lo que sos, y que te permitirían ser más de lo que sos en un ambiente de mayor libertad económica…
La defensa de valores…
¡Así es! Cuando esos valores están en peligro, hay que hacer los que los americanos llaman esa “extra mile”, ese kilómetro extra, un esfuerzo adicional, que no es obligatorio. Cuando el esquema que te permite ser los que sos está en peligro, te demando un poco más. La defensa de la libertad no sucede por generación espontánea.
En base a tus 30 años de trayectoria, ¿cuál es la misión del periodismo en tu opinión?
Un periodista tiene que ser un tábano para el poder y un aguijón par la sociedad. Tener una actitud crítica frente al poder político. Y mantener despierta a la sociedad, advertirla de las acechanzas, de proponerle alternativas a los peligros. Es lo que creo debe hacer un periodista. Y no tener temor a promover valores y una posición tomada, que normalmente se intenta desacreditar bajo la idea de que el periodista debe ser objetivo. Nadie es objetivo. Y creo que el periodista tiene una función, más allá de la información de los hechos, que son sagrados y no deben alterarse. Una vez terminado el relato de los hechos, el periodista tiene la obligación de agregar valor subjetivo a lo que ocurre, desde su mirada.