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Un giro copernicano
La necesidad de un giro copernicano
CUADRO DE SITUACIÓN: La situación económica y social de la Argentina es de una gravedad extrema: la pobreza alcanza a 4 de cada 10 personas (16% en 1983). Y a nivel infantil, 6 de cada 10 menores de 14 años son pobres. Sufrimos una de las inflaciones más altas del mundo. Bajísimo nivel de inversiones. Un enorme peso del gasto público sobre el sector privado productivo, la causa principal de la decadencia e incompatible con la generación de empleo y riqueza. Su consecuencia: la exorbitante presión fiscal, emisión espuria de dinero y deuda pública. Un PBI per cápita similar al de 1974. Entre el 35% y 40% de los trabajadores son informales, y una tasa de desempleo del 10%. Una educación de baja calidad y cobertura. Ocupamos el puesto 71 sobre 77 países en las últimas pruebas PISA. La competitividad de la Argentina es muy baja: (puesto 81º sobre 86 países, en el ranking del World Economic Forum).
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LA COYUNTURA: En su último informe titulado “Forzando motores”, la consultora INVECQ hace referencia a que la actividad económica está llegando a fin de año con una recuperación algo más fuerte de la prevista. El gobierno ya habla de un rebote del 10% para este año, lo que implicaría recuperar casi toda la actividad perdida en 2020. Así, en promedio, durante 2021 la economía habría producido solo 1% menos que en 2019, el año pre pandémico. Sin embargo, el informe plantea que este fuerte repunte de la actividad parece ser un fenómeno transitorio conseguido a fuerza de impulsos de todo tipo y controles que en el corto plazo generan un push de demanda, pero a mediano plazo limitan el crecimiento. En el mismo sentido, el informe de diciembre del IERAL señala que la recuperación de 2021 pierde fuerza de cara a 2022, por condiciones externas menos favorables, pero sobre todo por las inconsistencias internas pendientes de resolución. El nivel de actividad medido por el indicador de recaudación desestacionalizado se ha “amesetado”, con un incremento de 0,3% estimado para este cuarto trimestre en relación al tercero.
¿QUÉ HACER? Superar esta gravísima situación es posible, a condición de realizar un giro de 180 grados en la orientación política y económica. Se requieren profundas reformas estructurales: reforma del Estado con baja del gasto público en los tres niveles de gobierno. Reformas en lo fiscal, tributario y laboral. Crucial también la reforma educativa, previsional y judicial. Las soluciones existen. En un reciente artículo publicado en Infobae, el economista Enrique Blasco Garma concluye que Los argentinos multiplicarían sus ingresos por 10 si tuvieran las libertades de los irlandeses. Irlanda era un país pobre hace unos 30 años atrás. Por citar solo un caso. Por ello, hay que dejar de lado el fatalismo. No es “este país”, es la Argentina enferma de populismo e intervencionismo estatal. ¿La vacuna?: la libertad económica.