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CARTAS

CARTAS

La ausencia de significado y propósito en las vidas de tantas personas, está produciendo tanto abuso de fármacos, promiscuidad, suicidio, entre otras cosas más. La búsqueda del propósito de vivir ha intrigado a la gente por miles de años, muchos se preguntan: ¿Por qué estoy aquí en la tierra?, ¿Qué quiero ser?

DAVID JEREMIAH

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¿CUÁL ES EL PROPÓSITO DE LA VIDA?

Los científicos sociales de la Universidad Johns Hopkins realizaron una encuesta a 7948 universitarios, en 48 universidades. Su informe preliminar fue parte de un estudio de dos años auspiciado por el Instituto Nacional de Salud Mental. A los estudiantes se les preguntó: ¿Qué es lo que consideraban más importante para ellos al momento? El 16% de los universitarios indicó que ganar mucho dinero, pero sorprendentemente el 75% de ellos dijo que su primer objetivo era hallar significado y propósito en la vida.

En su libro, El Hombre moderno en busca de un Alma, el psiquiatra Carl Gustav Jung escribe estas penetrantes palabras: “Una tercera parte de mis casos no sufren de neurosis clínicamente definible, sino de la sensación de un sin sentido y vacío en sus vidas”. Esto se puede describir como la neurosis general de nuestro tiempo.

Una de las razones por las que el libro de Rick Warren, que en español lleva el título de Una vida con Propósito, llegó al primer lugar de la lista de éxitos de librería del The New Times, es el hecho de que el libro enfoca esa nece-

Antes de quitarse la vida, un joven universitario escribió una nota que decía: “A quienquiera que le importe quién soy, y por qué vivo; la vida se ha vuelto una insensatez y sin propósito, ya nada tiene sentido; las preguntas que tenía siguen sin respuestas (…)

sidad básica de todo hombre y mujer para descubrir ¿por qué está aquí, y qué significado puede derivar de la vida?

En la introducción de su libro, Rick Warren cuenta una encuesta que realizó el Dr. Hugh Moorhead, profesor de filosofía de la Universidad Northeastern de Illinois. Hugh escribió a 250 de los más reconocidos filósofos, científicos, escritores e intelectuales del mundo, y les preguntó: “¿Cuál es el significado de la vida?” Algunos admitieron que acababan de plantearse la razón de vivir y otros fueron más sinceros en responder que no tenían ni la menor idea. ¡En efecto, varios le pidieron al profesor Moorhead que les escribiera de vuelta y les dijera si había encontrado la razón de vivir!

La ausencia de significado y propósito en las vidas de tantas personas, y especialmente en la de los jóvenes, está produciendo abuso de fármacos, promiscuidad y suicidio entre la juventud. Antes de quitarse la vida, un joven universitario escribió una nota que decía: “A quien quiera que le importe quién soy, y por qué vivo; la vida se ha vuelto una insensatez y sin propósito, ya nada tiene sentido; las preguntas que tenía siguen sin respuestas. En este mundo solo puede haber dolor, culpabilidad, desesperanza, miedo a la muerte y a lo desconocido; es mucho menos aterrador que la perspectiva de la frustración insoportable, futilidad y desesperanza de la existencia continuada”. Esa es una afirmación triste de alguien que ha llegado a creer que la muerte es mejor que lo que la vida puede proveerle.

UNO QUÉ BUSCA El libro de Eclesiastés, escrito por el rey Salomón, se destaca entre todos los libros de la Biblia, porque presenta filosóficamente la búsqueda de un hombre en cuanto al significado verdadero de la vida. Eclesiastés, en hebreo es Kohelet, quiere decir que es “uno que busca”.

Salomón va a mirar a la vida y ver que hay detrás de las acciones de todas las personas, ¿qué es lo que las hace en-

tusiasmarse?, y ¿qué es lo que hacen tratando de hallarle significado a la vida? Salomón empieza su libro dándonos su conclusión, dice: “Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad” (Eclesiastés 1:2). ¡Qué pensamiento más deprimente!

La palabra “vanidad” se usa 38 veces en este libro. La palabra “vanidad”, aquí significa: vacío, vaciedad, futilidad, no tener sentido. A veces se le menciona como un vapor que desaparece.

Los hebreos tenían su manera de escribir, y cuando duplicaban una palabra era como decir: “Esto es realmente intenso, esto no es simplemente vaciedad, esto es un vacío realmente serio, esta es vanidad seria”. Así que, hace la pregunta al mismo principio de este capítulo, “¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?” (Eclesiastés 1:3).

La palabra “provecho” aquí significa “lo que queda”. ¿Qué es lo que queda, después de que un hombre trabaja?

Este libro es una representación fiel de la búsqueda de significado que un hombre emprendió como si no hubiera Dios en el cuadro. Nos da entender esto es con una frase breve que se halla 29 veces en el libro de Eclesiastés, es la frase “debajo del sol”.

LA FUTILIDAD DE LA VIDA La futilidad del curso de la vida. “Generación va, y generación viene; más la tierra siempre permanece” (Eclesiastés 1:4). Una generación viene y otra generación pasa; nace un hombre, y otro hombre muere; la vida va de principio a fin, y simplemente sigue repitiéndose; la tierra nunca cambia, pero el hombre es transitorio; y simplemente va pasando uno tras otro.

La futilidad del círculo del sol. “Sale el sol, y se pone el sol, y se apresura a volver al lugar de donde se levanta” (Eclesiastés 1:5). Tal como los astrónomos modernos, en el vocabulario de todos los días, hablan de que el sol se levanta y el sol se pone. Salomón usa la misma descripción, dice que el sol se levanta por el oriente y se pone por el oeste. Repite lo mismo, vez tras vez, todos los días desde la creación del mundo el sol ha hecho exactamente lo mismo.

La futilidad del circuito de los vientos. “El viento tira hacia el sur, y rodea al norte; va girando de continuo, y a sus giros vuelve el viento de nuevo” (Ecl. 1:6). Esta es una declaración asombrosa, porque esto fue mucho antes del descubrimiento moderno de los grandes circuitos del viento en el mundo y la circulación global de la atmósfera, no había manera en que ellos pudieran haber sabido lo que nosotros sabemos hoy, no tenían la cobertura de satélites en cuanto al clima, que muestre imágenes por las que uno puede ver en realidad cómo los vientos se mueven en círculos. Él usa esto como una ilustración de cómo el mundo de manera simplemente mecánica sigue

Si tenemos una casa pequeña, queremos una casa más grande; si tenemos un buen auto, queremos otro mejor; siempre estamos con hambre e insatisfechos. Tratando de hallar algo que llene ese vacío de su vida.

y sigue, y que el hombre parece ser tan solo una parte de todo eso.

La futilidad del ciclo del agua. “Los ríos todos van al mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo” (Ecl. 1:7). Si usted ha estudiado algún curso de ciencias sabe que está hablando del ciclo hidrológico, nos está diciendo que es tal como el viento, y tal como el sol, y tal como las generaciones de la vida, nos está diciendo que las cosas simplemente continúan lo mismo, que no cambian, que hay una monotonía mecánica en la forma en que el mundo funciona. Hay una futilidad en la vida si uno la observa sin Dios en el cuadro.

LA FRUSTRACIÓN DE LA VIDA Nada satisface. “Todas las cosas son fatigosas más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír” (Eclesiastés 1:8). Salomón está razo-

nando en cuanto a la vida sin Dios, habla de la inquietud que tenemos en nuestros corazones.

Por qué la gente se queda sentada al borde de su asiento cada noche para ver entretenimiento, cualquiera que sea el programa o espectáculo en donde dicen los secretos de la gente de la farándula, todos quieren saber trivialidades, y nada de eso satisface al oído, y nada de eso satisface al ojo. Si tenemos una casa pequeña, queremos una casa más grande; si tenemos un buen auto, queremos otro mejor; siempre estamos con hambre e insatisfechos. Tratando de hallar algo que llene ese vacío de su vida.

Nada es nuevo. “¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol. ¿Hay algo de que se puede decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido. No hay memoria de lo que precedió, ni tampoco de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después” (Eclesiastés 1:9-11). ¿Qué es lo que está diciendo? Que nada nuevo está siendo creado, el Dios todopoderoso ya lo creó todo (Génesis 1:1). Y cuando pensamos que somos tan ingeniosos y que hemos inventado algo, simplemente tomamos lo que Dios ha creado y lo arreglamos de una manera diferente a fin de que supla una necesidad que tenemos.

Thomas Alva Edison dijo una vez que sus invenciones eran simplemente tomar los secretos de la naturaleza y aplicarlos. Nosotros no creamos nada nuevo, el único que crea es Dios y Él todavía puede crear, Él está más allá del sol, Él no está debajo del sol.

SIN DIOS NO HAY SENTIDO Salomón sabía el significado de Dios. Cuando empezó anduvo con Dios, oró a Dios pidiendo que le diera sabiduría, y Dios le dio un corazón entendido. Pero la Biblia dice que conforme avanzaba en edad, reunió grandes riquezas, empezó a alejarse de Dios, se casó con mujeres extranjeras y se olvidó de Dios. Al final de sus días murió; a mi juicio como un viejo frustrado, desilusionado y desalentado.

Salomón dice: “Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos” (Eclesiastés 3:11). Dios nos hizo seres humanos con un lugar para Él en nuestro corazón, Él creó eternidad en nuestros corazo-

Thomas Alva Edison dijo una vez que sus invenciones eran simplemente tomar los secretos de la naturaleza y aplicarlos. Nosotros no creamos nada nuevo, el único que crea es Dios y Él todavía puede crear, Él está más allá del sol, Él no está debajo del sol.

nes, hay un agujero en su corazón, y ese agujero no puede ser llenado con nada, sino con Dios. Si tratamos de poner alguna otra cosa en ese lugar, que no sea el Dios todopoderoso, acabaremos frustrados y sentiremos la futilidad de la vida.

Jesús dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida…” (Juan 14:6); “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10). Él está para llenar ese espacio en tu vida, a fin de que puedas tener vida abundante significativa.

Andréi Bely, novelista ruso, creció bajo el régimen comunista ateo. Pero Dios captó su atención un día aterrador. Él recuerda: “cuando tenía 27 años, mientras iba en el metro en Leningrado (ahora San Petersburgo), en un momento quedé abrumado, que la vida parecía detenerse en seco, vaciando de antemano por completo el futuro, dejándome solo y sin significado, de repente y de la nada apareció una frase: ‘Sin Dios la vida no tiene sentido’. Me subí a esa frase como a una escalera mecánica, saliendo del metro y pasando a la luz de Dios”. Permítame repetirlo: “Sin Dios la vida no tiene sentido”.

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