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LITERATURA

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CARTAS

CARTAS

Considerado el libro de contenido cristiano más vendido en el mundo, es un texto que, según su autor, el reverendo Rick Warren, te permitirá encontrar la respuesta a la pregunta más importante de la existencia: ¿qué hago en este mundo?

JOHAN PÉREZ

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UNA VIDA CON PROPÓSITO: ¿PARA QUÉ ESTOY AQUÍ EN LA TIERRA?

No se trata de ti. El propósito de tu vida excede en mucho a tus propios logros, a tu tranquilidad o incluso a tu felicidad. Es mucho más grande que tu familia, tu carrera o aun tus sueños y anhelos más vehementes. Si deseas saber por qué te pusieron en este planeta, debes empezar con Dios. Naciste por su voluntad y para su propósito. La búsqueda del propósito de vivir ha intrigado a la gente por miles de años. Eso ocurre porque solemos empezar por el punto de partida errado: nosotros mismos. Nos hacemos preguntas egoístas como: ¿Qué quiero ser?, ¿Qué debo hacer con mi vida?, ¿Cuáles son mis metas, mis anhelos, mis sueños con el futuro? Enfocarnos en nosotros mismos nunca podrá revelarnos el propósito de nuestra vida. La Biblia, dice: “En su mano está el alma de todo viviente”.

Guía espiritual de cuarenta días, el libro “Una vida con propósito: ¿Para qué estoy aquí en la tierra?”, escrito por el reverendo Rick Warren, es una obra que, según su autor, te permitirá encontrar la respuesta a la pregunta más importante de la existencia: ¿qué hago en este mundo? Editada en el 2002, la publicación busca además revelar el propósito del Señor para tu historia personal.

Fuiste planeado para agradar a Dios. En el momento que llegaste al mundo, Dios estaba allí como un testigo oculto, sonriendo porque naciste. Quería que vivieras, y tu llegada a este mundo lo llenó de gozo. Dios no necesitaba crearte, pero decidió hacerlo para su propio deleite. Existes para el beneficio, gloria, propósito y deleite de Dios. El primer propósito en la

vida debiera ser agradar a Dios con tu vida, vivir para complacerlo. Cuando logres entender completamente esta verdad, sentirte insignificante nunca más será un problema para ti. Es la prueba de cuánto vales. Si eres así de importante para Dios, y él te considera lo suficientemente valioso para que lo acompañes por la eternidad, ¿qué significado mayor podrías tener? Eres hijo de Dios, y ninguna otra cosa que él ha creado le produce tanto deleite.

Dividido en cuarenta capítulos breves pero valiosos, el manual del pastor Warren está cimentado en el tiempo considerado por el Creador, y evidenciado en varios pasajes de las Sagradas Escrituras, como un período espiritual significativo. En ese sentido, se debe tomar en cuenta que el Altísimo empleó cuarenta días siempre que preparó a alguien para realizar sus propósitos.

Dios quiere todo de ti. Dios no quiere una parte de tu vida. Pide todo tu corazón, toda tu alma, toda tu mente y todas tus fuerzas. A Dios no le interesa los compromisos a medias, la obediencia parcial y las sobras de tu tiempo y dinero. Quiere tu devoción plena, no pedacitos de tu vida.

Dios quiere todo de ti. Dios no quiere una parte de tu vida. Pide todo tu corazón, toda tu alma, toda tu mente y todas tus fuerzas. A Dios no le interesa los compromisos a medias, la obediencia parcial y las sobras de tu tiempo y dinero. Quiere tu devoción plena, no pedacitos de tu vida. Una mujer samaritana en cierta ocasión discutió con Jesús acerca del mejor tiempo, lugar y estilo de adoración. Jesús le contestó que esos aspectos eran irrelevantes. El lugar de adoración no es tan importante como por qué adoramos y cuánto de nuestro ser le ofrecemos a Dios cuando lo hacemos. Hay una manera de adorar buena y mala. La Biblia dice: “Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia”.

HAZLO TU LIBRO En el arranque de su escrito, el hermano Rick, quien nació el 28 de enero de 1954 en los Estados Unidos, apostilló que: “No leas esta obra a la ligera. Interactúa con el texto. Subráyalo. Apunta en el margen tus propias ideas. Hazlo tu libro. ¡Dale un carácter personal! Los libros que más

me ayudaron, son los que me impulsaron a actuar y no a conformarme solo con leerlos”.

Fuiste hecho para pertenecer a la familia de Dios. Dios quiere tener una familia y nos creó para formar parte de ella. Este es el segundo propósito de Dios para tu vida; él lo planificó así antes de que nacieras. Toda la Biblia es la historia de Dios formado una familia para amarlo, honrarlo y reinar con él para siempre. Su Palabra lo expresa así: “En amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad”. Dios valora las relaciones porque él es amor. Es relacional por naturaleza propia y se identifica con imágenes fraternales: Padre, Hijo y Espíritu. La Trinidad es la relación de Dios consigo mismo. Es el patrón perfecto para una relación armónica, y deberíamos estudiar lo que implica.

Considerado el libro de contenido cristiano más vendido en el mundo, este compendio espiritual, que hace experimentar sentimientos de esperanza, fortaleza y gozo, cuenta con una sección de preguntas que buscan el crecimiento de los creyentes. También tiene como norte apuntalar que la Biblia es indispensable para comprender la voluntad del Redentor para cada una de sus ovejas.

Fuiste creado para ser como Cristo. Desde el comienzo mismo, el plan de Dios fue crearnos a semejanza de su Hijo Jesús. Este es nuestro destino y el tercer propósito de nuestra vida. Dios anunció su intención en la creación: entonces Dios dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”. En toda la creación, solo los seres humanos fuimos hechos “a la imagen de Dios”. Este es un gran privilegio y nos dignifica. No sabemos todo lo que abarca esta frase, pero sabemos que incluye aspecto: como Dios, somos seres espirituales — nuestros espíritus son inmortales y perdurarán más que nuestros cuerpos terrenales—; somos intelectuales —podemos pensar, razonar, y resolver problemas—; a semejanza de Dios, nosotros nos relacionamos —podemos dar y recibir amor verdadero¬—; y tenemos una conciencia moral: podemos discernir el bien del mal, lo cual nos hace responsables ante Dios.

EVANGELIO CON CONSIDERACIÓN Fundador y actual autoridad pastoral del templo Saddleback, una de las congregaciones más grandes del territorio estadounidense, el Rev. Warren combate a diario, con la Palabra de Dios, el vacío espiritual, el liderazgo egocéntrico, la extrema pobreza y el analfabetismo. Asimismo, de forma permanente, impulsa a las iglesias de todas partes para que sean un santuario de esperanza y sanidad.

Fuiste puesto en la tierra para aportar algo. No fuiste creado solo para consumir sus recursos, para comer, respirar

En toda la creación, solo los seres humanos fuimos hechos “a la imagen de Dios”. Este es un gran privilegio y nos dignifica. Como Dios, somos seres espirituales; nuestros espíritus son inmortales y perdurarán más que nuestros cuerpos terrenales. Somos intelectuales; podemos pensar y razonar.

y ocupar espacio. Dios te diseñó para que hicieras una diferencia con tu vida. Hay muchos libros que ofrecen consejo en cuanto a cómo obtener una mejor calidad de vida, que por cierto no es la razón por la que Dios te hizo. Fuiste creado para añadir vida a la tierra, no para quitársela. Dios quiere que le des algo a cambio. Este es el cuarto propósito de Dios para tu vida, lo que llamamos tu “ministerio” o servicio. La Biblia nos da los detalles. Creados para servir a Dios. La Biblia dice: “Creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.1

Esas “buenas obras” son tu servicio. Siempre que sirves a otros de cualquier manera, verdaderamente estás sirviendo a Dios y cumpliendo uno de tus propósitos.

Publicada en más de ochenta y cinco idiomas, la obra “Una vida con propósito: ¿Para qué estoy aquí en la tierra?” ofrece cinco beneficios concretos: explicará el significado de tu vida, simplificará tu vida, enfocará tu vida, aumentará tu motivación y te preparará para la eternidad. Útil para el desarrollo de la comunidad evangélica internacional, presenta el Evangelio con consideración, agudeza y con sólidas razones.

Fuiste hecho para una misión. Dios está trabajando en el mundo, quiere que te unas a él. Esto es lo que él llama tu misión. Dios quiere que tengas un ministerio en el cuerpo de Cristo y una misión en el mundo. Tu ministerio es tu servicio a los creyentes, y tu misión es el servicio a los no creyentes. Cumplir tu misión en el mundo es el quinto propósito de Dios para tu vida. Tu vida misionera es compartida y es específica. Parte de esto es la responsabilidad que compartes con cada cristiano; la otra parte es una asignación única para ti. Nuestra palabra misión proviene del latín “enviar”. Ser cristiano implica ser un enviado como un representante de Jesucristo. Jesús dijo “Como me envió el Padre, así también yo os envío”.

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