8 minute read

NACIONALES

Next Article
SALUD

SALUD

¿Qué cambiará en AL si Trump es reelegido, o Biden gana la presidencia?

La política exterior de Estados Unidos también contempla medidas específcas en ALen materia económica, inmigración y seguridad.

Advertisement

Economía: Planes para Latinoamérica en una época post-pandemia

El Banco Mundial estimó en un informe publicado en el mes de abril, que el Producto Interior Bruto (PIB) de la región latinoamericana y el Caribe (excluyendo Venezuela) caerá un 4,6%. El presidente Trump ha implementado algunas políticas económicas que pueden servir de muros de contención en América Latina. Uno de los mayores proyectos fue la frma de un nuevo tratado comercial con Canadá y México (T-MEC) El economista Iván Jiménez subrayó en una entrevista con la Voz de América que este nuevo pacto comercial aportará “más claridad” de cara al futuro y a la hora de consensuar las relaciones, a nivel económico, entre esos países. Joe Biden, por su parte, todavía ve la “relación con la región latinoamericana como algo esencial para Estados Unidos”, según dice un informe del periodista Joao Paulo Pimental en “Latin America Business Stories” (LABS). De acuerdo con el texto, ante la situación económica que vive el país norteamericano, Joe Biden ha presentado un plan en el que prioriza los empleos de los estadounidenses, excluyendo

Un hombre ejerce su derecho al voto en un centro electoral en Louisville (Kentucky), el 23 de junio de 2020.

incluso las relaciones comercia les con América Latina. Ese programa, que se dio a conocer hace un mes, proponía una inversión de 700.000 millones de dólares para estimular la economía principalmente aquí con la creación de cinco millones de empleos en las industrias manufactureras y tecnológicas.

“Biden ha dejado de defender abiertamente el libre fujo de bienes y capital internacionales”, decía el artículo de LABS. En esa línea, Michael Shifter, el presidente de Diálogo Interamericano, un organismo que se centra en temas de interés para la región, sostiene que las relaciones comerciales internacionales, especialmente con América Latina, no van a tener tanto impacto si Biden ocupa el sillón de presidente.

Seguridad y desarrollo: El plan para lograr estabilidad en la región

El presidente Trump ha mos trado su intención de seguir creando programas que promuevan el desarrollo económico y la seguridad en la región a través de la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés). Esta institución cuenta actualmente con 13 ofcinas en varios países latinoamericanos, ha impulsado 4 programas regionales y ha diseñado planes específcos para Cuba, Ecuador y Venezuela, que se coordinan directamente desde Washington. Por su parte, Biden se ha mostrado convencido de que el “hemisferio occidental tiene el potencial de ser seguro, demo crático y próspero desde el norte de Canadá hasta el extremo sur de Chile”. Uno de los planes que propone es el de incentivar pro gramas específcos en Centroamérica, “sobre todo en El Salvador, Guatemala y Honduras” -los países del Triángulo Norte-, con el objetivo de crear “oportunidades futuras para su propia gente”. En esa línea, aseguró que destinaría 750 millones de dólares para apoyar reformas en la región.

Venezuela: Mismo objetivo, distintos caminos

Ambos candidatos coinciden en reclamar un futuro democrático para el pueblo venezolano y respaldan al presidente inte rino Juan Guaidó, al considerar que Nicolás Maduro es un “dictador”. Sin embargo, aunque Trump y Biden abogan por la necesidad de crear una coalición regional que sirva para forzar la salida del mandatario en disputa, discrepan en si es necesario aplicar una política de mano dura. El presidente del Comité Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés), Tom Pérez, reconoce la importancia de trabajar con “otros países”, pero hace énfasis en la necesidad de escuchar “a la gente” de Venezuela. Además, destacó que Biden considera que el apoyo a los venezolanos debe empezar en casa, mediante la concesión del Estatus de Protección Temporal (TPS).

“Si Trump quiere ayudar a la comunidad de Venezuela aquí en Estados Unidos, él lo pue de hacer hoy. Él tiene el poder para implementar el TPS para su gente de Venezuela”, afrmó Pérez.

Inmigración: Control de fronteras y DACA

En cuestión migratoria, el partido republicano, con Trump al frente, tiene previsto continuar con su línea de política dura contra la inmigración irregular que cruza por la frontera sur del país. Además del muro, otra de las asignaturas pendientes es la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés). Aunque el Tribunal Supremo de Justicia falló en contra de la cancelación del programa, la administración Trump ha desafado la justicia y

NACIONALES

Viene de la pág. anterior

anunció que ya no aceptará más solicitudes y que limitará las renovaciones. Estas políticas contrastan con la opinión del partido demócrata y de Joe Biden. En su programa electoral, el exvicepresidente aboga por una reforma del sistema de inmigración que incluye nacionalizar a los benefciarios de DACA. En cuanto al control fronterizo, Biden se desmarca de la construcción de un nuevo muro en la frontera sur y propone “asegurar” la frontera “de una manera que sea humana y establezca un conjunto racional de reglas para los aspirantes a inmigrantes”. “Invertirá en tecnología inteligente en nuestros puertos de entrada y agilizará el sistema de asilo, contratando más jueces de inmigración y ofciales de asilo”, agrega su programa electoral.

Asilo: Planes para los solicitantes

Anteriormente los solicitantes de asilo, muchos de ellos centroamericanos, podían esperar la decisión de un juez de inmigración en suelo estadounidense. Durante el mandato de Trump no más. Biden se compromete a asegurar que los que buscan refugio sean tratados con dignidad y obtengan la audiencia justa que legalmente tienen derecho a recibir.

Kamala Harris, candidata a vicepresidenta de EE. UU.

La senadora y exfscal general de California fue anunciada el pasado martes, como la elegida a ser la compañera de fórmula, del virtual candidato demócrata a la Presidencia de EE. UU., Joseph Biden, para que lo acompañe como su aspirante a la Vicepresidencia en las elecciones del próximo 3 de noviembre. La senadora hija de inmigrantes, se convierte así en la primera mujer de color nominada para ser la vicepresidenta en uno de los dos grandes partidos. Kamala tendrá que lidiar con críticas sobre su polémico historial de mano dura como fscal en la era de las protestas contra la brutalidad policial y el movimiento “Black Lives Matter”.

“Tengo el gran honor de anunciar que he seleccionado a Kamala Harris -una intrépida luchadora por el ciudadano de a pie, y una de las mejoras funcionarias públicas- como mi compañera

de candidatura”, dijo Biden en el mensaje en el que anunció a su compañera electoral. La senadora, de 55 años, hija de padre jamaicano y madre india, fue fscal general de California antes de ganar su escaño en la Cámara Alta del Congreso estadounidense en 2016, y se ha granjeado una fama de ser especialmente dura tanto desde la Fiscalía como en sus intervenciones inquisitivas en las audiencias del Senado. Harris hace historia al ser elegida por Biden como la primera mujer de una minoría que aspira a la Vicepresidencia de EE. UU., una candidatura que quedará fnal

La senadora demócrata de California Kamala Harris participa en una conferencia de prensa con los demócratas del Senado para expresar su oposición a un proyecto de ley de reforma policial elaborado por los republicanos en el Capitolio en Washington DC, EE. UU., 23 de junio de 2020. EFE / EPA / MICHAEL REYNOLDS

mente rubricada en la Convención Nacional Demócrata de mediados de este mes y para la que competía con mujeres de muy alto perfl, como la exembajadora ante las Naciones Unidas Susan Rice y las congresistas Val Demings y Karen Bass.

“Joe Biden puede unir al pueblo estadounidense porque se ha pasado su vida luchando por nosotros. Como presidente, va a contribuir a un Estados Unidos que esté a la altura de nuestros ideales. Es un honor unirme a él como nominada del partido a vicepresidenta y haré lo que sea necesario para que sea nuestro Comandante en Jefe”, señaló Harris el mismo martes en Twitter tras conocerse la decisión de su nominación. Biden ya había anunciado cuando afanzó sus aspiraciones como candidato demócrata a presidente, que su elección para vicepresidente sería una mujer. Harris ha tenido una trayectoria fulgurante hacia lo más alto del poder en Washington: graduada en Ciencias Políticas y Economía en Howard University, una de las universidades con prevalencia de una comunidad estudiantil y académica negra por excelencia, se especializó en la lucha contra el crimen y fue elegida en 2003 como fscal general de California en segunda vuelta, cargo para el que fue reelegida en 2007 con el 98 % de los votos. En diciembre pasado anunció que se retiraba de la contienda por la candidatura presidencial en la que competía contra Biden, quien no dio una gran sorpresa, pues Harris se perflaba como una de las favoritas y la elección menos arriesgada.

El ala más progresista del partido no ha cesado sus ataques contra Harris desde que dejó claras sus ambiciones, especialmente con el aumento del debate y las protestas contra la brutalidad policial, al considerar que en su tiempo de fscal fue especialmente dura en su persecución de crímenes menores, que afectan especialmente a las comunidades de color. “Kamala es un poli” es uno de los ataques más repetidos contra ella tanto por activistas de izquierdas como por aquellos de extrema derecha que quieren incendiar el debate político en las redes sociales. Harris no ha renegado de su pasado y ha hecho gala durante su campaña de su perfl de mano dura con el crimen, con el que llevó las condenas de culpabilidad a máximos durante su época como fscal, que llevó a muchos negros a que pasaran largos años en prisión por crímenes que hoy no son ni consideradas faltas. Tras la muerte a manos de la Policía de Minneapolis de George Floyd, que desencadenó protestas en todo el país, Harris aseguró que existe un “racismo sistémico” en Estados Unidos y que “la bru

talidad policial es un asunto de vida o muerte para las personas negras en este país”.

Harris cuenta con el apoyo del expresidente Barack Obama y su designación podría verse como un bastonazo para el ala más cercana a la socialdemocracia del Partido Demócrata, que pese a haber estado ganando infuencia y escaños en los últimos años, ve cómo el “grupo de poder” vuelve a imponer su voluntad. “Joe Biden lo ha clavado con su decisión. Al elegir a la senadora Kamala Harris como la próxima vicepresidenta, ha puesto en evidencia su juicio y carácter”, aseguró Obama. Con información de EFE

This article is from: