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María del Rosario Escobar
34MARÍA DEL ROSARIO Escobar
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Estimada María del Rosario, le deseamos éxitos en su gestión como nueva Presidente Alterna de la Cámara de Industrias de Guayaquil. Por favor coméntenos ¿cómo se siente al ser parte de la CIG con su nuevo cargo? Empecé a colaborar directamente en la CIG hace cuatro años cuando Caterina Costa me invitó a formar parte del Directorio y posteriormente al Comité Ejecutivo. Fue una experiencia muy gratificante poder aportar con ideas, sugerencias y tiempo para la toma de decisiones en beneficio del sector productivo. Posteriormente fui invitada por Francisco Jarrín a la directiva en calidad de Presidente Alterno, función que vengo desempeñando desde enero de este año. La participación es mucho más activa bajo el nuevo cargo, el desafío mayor pero me encantan los retos y además es una oportunidad para servir a los industriales guayaquileños. El equipo de la CIG es sumamente valioso y profesional, la verdad admiro ver cada área estar tan empoderada en su rol, muy comprometidos y avocados al servicio de los afiliados. Siento que todo fluye en la administración de la CIG de una forma tan organizada y estructurada que el cargo se lleva con un gran soporte interno. La empresa en la que trabaja actualmente ha sido su hogar durante varios años. Indíquenos su trayectoria y ¿cómo ha ido creciendo laboralmente? Me gradué de la universidad en el año 1991 y empecé a trabajar en el Banco del Pacífico como Analista Financiero en el Departamento de Crédito, fue una gran escuela formativa y un orgullo ser parte del banco más moderno del país en esa época, dirigido por Marcel Laniado. Posteriormente entré a trabajar al negocio familiar, me había casado, tenía dos hijas y buscaba algo de flexibilidad en la vida laboral, así que aproveché la coyuntura de la disponibilidad del cargo de Tesorera. Mi padre fue un gran formador en mi carrera, era muy estructurado y exigente, siempre buscaba innovar, ser pionero, pensar diferente, me daba independencia para tomar decisiones y así fui desarrollando mi perfil profesional. Pasaron algunos años y me di cuenta que el manejo de compras, inventarios e importaciones de se había tornado bastante complicadas y asumí la responsabilidad de manejar ese proceso. Posteriormente hubo la oportunidad de tomar el cargo de Gerente Financiero y participé en un proceso de selección para
el cargo, tenía 30 años y me pareció una oportunidad para tener mayores responsabilidades. A los 35 años ya tenía cuatro hijos y decidí dedicarme a mi familia hasta que mi padre me pidió que lo ayude a organizar la empresa de una forma más corporativa con un Directorio externo y familiar, establecer políticas de gobierno corporativo y un protocolo familiar con la asesoría de expertos extranjeros. Me interesó ser parte del Directorio de Transfuel y me reintegré nuevamente a la vida laboral. En el año 2008 fui nombrada Presidente y he ejercido el cargo hasta la fecha en un entorno económico complicado en el país y a nivel mundial por dos caídas importantes del precio del petróleo y regulaciones sobre la calidad de los combustibles, pero siempre con optimismo en el país, aportando a su desarrollo y grandes expectativas de lo que viene a futuro.
Caterina Costa tuvo un gran desafío siendo la primera mujer presidente de la Cámara, ahora usted continúa marcando ese camino de liderazgo femenino. Coméntenos ¿cómo se siente formando parte de este legado? Ser miembro de la CIG definitivamente es algo de lo que hay que sentirse orgullosa por el prestigio de la institución a lo largo de 85 años de historia. Sin duda Caterina marcó un camino diferente para la CIG en circunstancias económicas y políticas complicadas, ella supo potenciar la imagen femenina y se involucró a la gestión gremial con una visión estadista, muy empática, avocada a su rol y muy profesional en su gestión, puso la vara bien alta. Formar parte del equipo de la CIG es una oportunidad para servir, ayudar a las empresas en busca de soluciones de índole público-privada o colaborar con ciertas instituciones sin fines de lucro en alcanzar sus objetivos desde el punto de vista empresarial. Hace pocos años, analizando y buscando replantearme los objetivos de mi vida profesional, establecí que en el corto plazo debía dedicarme a trabajar para instituciones sin fines de lucro y esta la primera oportunidad que se me presenta. Sin duda tengo mucho que aprender, desafíos interesantes de todo tipo, pero me encanta poder combinar la visión empresarial con el servicio a los demás. Me siento muy comprometida con este nuevo cargo y dispuesta a mantener la imagen de la CIG siempre en lo más alto.
¿Considera que hoy Ecuador está preparado para tener más mujeres líderes como usted en el sector privado? Poco a poco las mujeres van ganando más espacio en el sector privado, la vida gremial o pública, es así que en nuestro país hay grandes empresarias, educadoras, emprendedoras y mujeres que dirigen instituciones con fines benéficos. Todas gente admirable que ha tenido que salir adelante con trabajo duro para lograr sus objetivos. Hoy en día, los líderes prefieren un equipo de trabajo diverso que enriquezca la toma de decisiones en las empresas y vemos mujeres que pueden realizar funciones que antes estaban destinados únicamente al ámbito masculino.
El mundo apunta a la diversidad y hacia allá va el Ecuador, no limitar el trabajo por el género sino más bien a dar oportunidades
a las mujeres para tener diversidad y que cumplan sus sueños como profesionales.
Teniendo en cuenta que atravesamos una crisis sanitaria mundial, ¿cree usted que esto implicaría desafíos para su gestión? Los impactos de la pandemia en la industria guayaquileña generan un gran desafío a la gestión de la directiva de la CIG ya que tenemos sectores muy afectados por la crisis sanitaria que demandan atención prioritaria, tienen propuestas o requieren cambios en las normativas vigentes para poder reactivar sus negocios. Desde la CIG generamos una articulación públicoprivada y acompañamos a nuestros afiliados en la generación de propuestas que beneficien a la industria y al país. Los industriales necesitan reactivar la economía, quieren generar empleo y para lograrlo los trabajadores deben contar con salud, por lo que el acceso a la vacuna es importante y desde la empresa privada quisiéramos unir esfuerzos para apoyar a que la vacuna pueda llegar a todos los sectores de la economía lo antes posible.
Al parecer este año continuará siendo complicado debido a la pandemia por COVID-19, sin embargo ¿Cuáles son las expectativas que tiene para su gestión? Y a breves rasgos, ¿cuál es el plan de trabajo que se ha planteado para este periodo 2021 -2023? El plan de trabajo considera ampliar los servicios online a nuestros afiliados. La administración ha puesto esfuerzos ofreciendo capacitación en diversos tipos de cursos y servicios de consultoría online o in-house, llevamos a
las empresas todo el equipo, computadores y profesores para capacitar al personal en una gran variedad de cursos. El servicio de asesoría legal que ofrece la CIG es sumamente valioso y profesional, apuntamos a que nuestros afiliados hagan más uso de este servicio a través de plataformas de internet. La información y estadísticas oportuna sobre el mercado laboral, del impacto económico de la pandemia, resultados de las ventas por cada sector de la economía y otras estadísticas de índole económico o sobre competitividad es un aspecto en que la CIG trabaja constantemente para mantener a los afiliados bien informados. Por otro lado, en mayo tendremos nuevo gobierno y esta coyuntura genera oportunidades para plantear reformas a ciertos aspectos regulatorios que limitan la generación de ingresos, afectan la competitividad o la igualdad de oportunidades a la industria ecuatoriana. La dinámica en la CIG es muy variada, a más de apoyar a nuestros afiliados, aportamos con análisis y propuestas con entidades Estatales que requieren socializar políticas públicas o implementar acuerdos comerciales y debemos estar preparados para afrontar esos retos.